CAPITULO 3

Después de unos minutos yo me vestí con unos jeans y una camisa blanca, salí de mi recamara y me dirigí a la sala, y ahí lo vi, seguía en mi casa, sentado en el sofá café, y mirando hacia la ventana que se encontraba a lado de donde el se encontraba, no se que pasaba por su cabeza, pero sentí la necesidad de saberlo, era extraño lo que empezaba a sentir en ese momento, que me dirigí hacia el, y le dije

-todavía sigues aquí, creía q te habías ido- cuando le hable dejo de mirar a la ventana, giro su cabeza lentamente hacia mi, y cuando me vio, me sonrió, pero note algo en el, algo diferente, el se levanto de aquel sofá, camino hacia mi lentamente sin dejar de mirarme, su mirada demostraba que tenia mucho cariño hacia mi, como si estuviera hipnotizado, y a cada paso q daba el tiempo se detenía mas y mas que en ese momento no existía nada mas en este mundo solo el y yo.

-Aioria- el me dijo mientras tomaba mis manos entre las suyas

debo confesarte algo, es un secreto,... que ya no puedo guardar en mi corazón- mientras me decía esto yo mire sus ojos q mostraban angustia, note que se puso nervioso, le sudaban las manos.

Ya dime,¿ que te pasa?- mientras yo le decía esto lo abracé

No quiero verte angustiado ni triste- proseguí sin soltarlo.

El se alejo de mi, dándome un empujo suave y cuidadoso

-A... Aioria...-se comportaba tan extraño que me exalte

Ya dime!- le grite

Entonces el se acerco a mi, me abrazo, sus manos posaban sobre mi cintura, yo sin dudarlo también lo tome entre mis brazos, el se acerco hacia mis oido y me dijo..

te quiero- susurrando, su voz era tan suave, y en la forma tan tierna que lo dijo, yo me quede sin habla, mi respiración se cortaba, y mi corazón palpito tan fuerte que casi salía de mi pecho.

-desde la primera vez que te ví, me has gustado, eres único para mi, lo mejor que ha pasado en mi vida- al terminar de decir estas palabras me beso tierna mente que no pude alejarme, ese beso fue eterno, lo veía tan extraño, pero no me incomodaba que el se comportara así, el lentamente separo sus labios de los míos

-no, no te alejes- no se que paso dentro de mi cuando dije esto, empecé asentir la necesidad de que el se quedara conmigo. El me miro con sufrimiento por lo que había hecho, el retrocedió un paso, yo lo tome de un brazo y le dije:

-yo también te quiero- y lo bese mientras el hacia una expresión de alegría en su rostro.

No pensé en ese momento si lo que estábamos haciendo era correcto, solamente me importaba él, esa dulzura que me brindaba una paz que satisfacía mis sentidos.

Mientras nos besábamos apasionadamente, sus manos tomaron es primer botón de mi camisa, y suavemente la desabotono, así fue uno tras otro botón, cuidadosamente me quito la camisa, después siguió con mis pantalones los desabotono, abrió el cierre,

Y deslizando sus manos hacia abajo me los quito, yo me sentí extraño porque nunca me había tenido un acercamiento amoroso, paralizado, nervioso, y en ese momento me entregue a él, fue maravilloso, mejor de lo que hubiera imaginado. No puedo describir algo tan hermoso, perdería su encanto.

Al día siguiente desperté en mi cama, afrodita se encontraba a mi lado izquierdo, dormido.¿qué estará soñando, ¿soñara conmigo, estas ideas asaltaron mis pensamientos, quería preguntárselo pero no quería despertarlo, parecía un ángel que me enviaron los dioses, ¡¿como no me di cuenta antes de lo que el sentía por mi?¡. Mientras yo pensaba, sentí una suave mano q me tocaba el pecho, salí de aquellos pensamiento, y lo ví sonriéndome.

-te quiero- el me dijo mientras se acercaba a mi, me acaricio una mejilla y me planto un beso en la boca.

-eres lo mejor que me a sucedido- le dije viendo sus ojos azules, eran hermosos, el era celestial.-levántate, tenemos que ir a entrenar- le dije mientras yo me sentaba en mi cama, el seguía recostado, mirando pícaramente, me seducía- es enserio- le dije riendo me un poco, afrodita se levanto y empezó a tomar su ropa que se encontraba revuelta en el suelo.

Se nos había hecho tarde y ni nos dio tiempo de desayunar, llegamos a los entrenamientos corriendo.

Todo el DIA me sentí tan feliz, energético, no dejaba de pensar en el, en su sonrisa, este sentimiento no lo conocia era nuevo, nose como fue q termine tan enamorado de el, ni si quiera era mi propósito, yo antes de conocerlo trataba de no relacionarme con nadie, ni siquiera con Marin, ella se había enamorado de mi, debo confesar q me atraía pero la negué y le dije que entre ella y yo jamás habría algo. Pero eso ahora no importaba, ella ya no, mi mundo era Afrodita.

Así estuvimos durante 1 año, enamorados, en ese tiempo yo ya había conseguido mi armadura de leo e igual el obtuvo la de piscis, éramos muy felices hasta q un dia llegaron unos caballeros de bronce, eran 4 uno se llamaba Shun, el fue alguien q arruino todo lo que teníamos, el sedujo a afrodita, el me arrebato a mi amor- dijo Aioria mientras le brotaba una lagrima en sus ojos tristes.

El chico de cabellos azules se le acerco y dijo- si te sientes mal al recordarlo no me lo cuentes- después de decir esto le acaricio una mejilla

-no, tengo q contártelo-dijo Aioria mientras apartaba la mano de aquel chico de su mejilla.-como te iba diciendo Shun sedujo a afrodita, ese día yo terminaba de entrenar y me dirigí al templo de piscis, yo estaba impaciente para verlo, lo queria besar, tocarlo, ver sus hermosos ojos que me rebelan lo tanto q me ama .

Entre al templo y me lo busque en todos lados, no lo encontré se me hacia extraño y decidi buscarlo a su casa, cuando llegue, me di cuenta q la puerta estaba ligeramente abierta, y pese q le habian hecho algo me asuste, entre a su casa, lo que vi me destrozó el alma, ví a mi amado engañándome estaba en el sofá, semidesnudo besando a Shun. El me vio, aventó fuertemente a shun al suelo que cayo de sentón

-¡¿que te pasa?¡-le grito shun

-cállate!- yo le grite con rabia, y afrodita corrió a abrasarme, yo lo empuje

-¿porque me engañaste?- le dije llorando furioso- por que, yo que te amo demasiado y tu me engañas con esta basura- le grite, no podía soportarlo era demasiado el dolor que sentía; me daban ganas de matar al maldito de Shun pero me controle.

Shun se levantó y empezó a mofarse de mi con una carcajada despiadada

- el ya es mío-dijo Shun mientras lo abrazaba por la cintura – es obvio que a quien quiere es a mi-dijo Shun mientras le besaba el cuello.

Afrodita se recargo en una pared y empezó a llorar

- perdóname Aioria… no se que me paso- me lo dijo mientras lloraba y se cubría la cara – yo te amo Aioria, perdóname-dijo arrodillándose ante mi

Me dio tristeza verlo así suplicándome, sus ojos tenían una expresión de arrepentimiento que hacia que mi alma se desvaneciera, quebranto mi corazón- no- dije en voz queda, afrodita abrazo mis piernas- no! No me dejes, yo lo empuje para que me soltara y cayo de espaldas, volteé a ver a Shun con desprecio, el no apartaba su mirada de mi con aquella sonrisa despiadada, medio tanta rabia q me acerque y le di un golpe tan fuerte q este se desmayo cayendo sobre la mesa que estaba en el centro de la sala, salí corriendo escuchando los gritos de afrodita diciéndome que me amaba…

Continuará…

Siento enormemente la super tardanza…

Ahora el episodio estuvo mas largo…

Porfa dejen reviews…