COMPRO TU AMOR
ACTO 7
Esa tarde tampoco fue muy grata que digamos para Duo... cuando se encontraba con Relena lo único que hacia la muchacha era mirarlo y murmurar cosas que Duo suponía no eran tan buenas... se metió a la cocina... el sabia un poquitititito de cocina.. y quería hacer algo para Heero.. realmente no sabia por que.. simplemente quería que el muchacho estuviera feliz..
-Buenos días- saludo animado Duo al entrar a la cocina... mas no recibió contestación, solo encontró a Hilde llorando. -que pasa Hilde?...- pregunto el chico acercándose a la niña y colocándole la mano sobre el hombro.
-La señorita Relena me regaño...- contesto Hilde entre unos leves sollozos.
-Pero por que?...-
-Dijo que era una arrastrada y que si le volvía a hablar así me correría de la casa..- le explico la chica entre sollozos..
-Pero.. sigue tratándote así.. ya vera- dijo Duo enojado... no soportaba ver a la gente creerse mas que alguien...
-No seño.. me va a regañar mas si sabe que le fui con el chisme!-
-Esta bien Hil...- y salió buscando a Relena, la encontró en la sala de estar.
-Relena... que te dije ayer..?.-
-Nada.. que yo recuerde..-
-No te quieras pasar de lista conmigo Relena... te prohibí tajantemente que trataras mal a nadie aquí en esta casa...-
-Y yo le dije que nadie me da ordenes mas que Heero!- le grito Relena parándose del sofa y encarando a Duo.
-Ahora yo soy la esposa de Heero... debes obedecer mis ordenes también-
-Nunca obedeceré a alguien que seguro se caso con Heero solo para sacarle su dinero!- una bofetada cruzo por el rostro de Relena, haciéndola caer al piso... Duo por el enojo no había medido la fuerza con la que lanzó la bofetada.
-Perdona Relena no fue mi.!- dijo tratando de ayudar a levantarse Relena pero esta la aparto de un manotazo.
-Le diré a Heero...-
-Vamos dile!- Duo había sentido pena por la muchacha?... que equivocado que estaba!... -dile a ver a quien le hace mas caso.. a su empleada o a su esposa...-
-Yo no soy solo una empleada.. soy mas que eso para Heero-
-Claro.. ahora me dirás que eres su querida no?- pregunto Duo desafiando a Relena.
-Tal vez.. pero yo se que ustedes no han consumado ese matrimonio, así que por ahora yo no la considero la señora de la casa.- dijo Relena con una sonrisa de claro triunfo saliendo de la sala.
Como diablos sabia eso ella? Heero la habría contado?.... pero por que le contaría algo tan intimo...? seria verdad que el y ella...? vamos Duo... tal vez eso era lo mejor no..? que esa muchacha ocupara el lugar de esposa de Heero en lugar de el... al menos ella si podría portar sin temor el titulo de su esposa.. por que el.. no sabia cuanto mas duraría aquel teatro y ya le estaba tomando cariño a Heero Yuy, un cariño que no sabia porque sentía diferente a algún cariño que hubiera podido sentir por los demás en su corta bien.. aunque bien diecisiete años no era mucho tiempo, y tal vez le quedaban más sentimientos nuevos y diferentes a los sentidos antes por descubrir.
Se paso la mitad de la mañana en la cocina preparando un sencillo pastel... bueno e algo le había servido que lo criaran como una mujer de verdad no?... además ese pastel seria en parte como un agradecimiento a Heero por ese obsequio que seguramente le había tomado tiempo preparar.
Esa niña., Hilde le había tomado un gran aprecio a Duo pronto, y el igual a ella; era una niña de no mas de quince años, su cabello era un tanto corto puesto que llegaba hasta los hombros, y sus ojos azules lo miraban con felicidad.
-Debe de estar bien contenta por haberse casado no?-
-eeh.. si- Duo no sabia que contestar.. si le hubiesen hecho esa pregunta hacia solo unos días hubiese contestado que no.. pero ahora.. no sabia con certeza..
-el señor es muy bueno verdad?-
-si... aunque aun no lo conozco bien...-
-ya verá... es muy buena gente... aquí todos lo queremos mucho- le confeso la niña.
Despues de esa tarde, y al ver que Heero aun no llegaba, un poco desilusionado pidió que le prepararan el baño.
El baño ya estaba preparado cuando entro, añadió un poco de aceite perfumado al agua de la bañera y el dulce aroma de este inundo pronto el baño, se despojo de la bata que lo cubría y se metió a la tina, el agua caliente lo envolvió, echo la cabeza para atrás cerrando los ojos, cuanto le gustaba sentir el agua acariciar todo su cuerpo... echo un poco de agua sobre su cabello para terminar de mojarlo todo, y volvió a cerrar los ojos, escuchando solo el leve sonido de su respiración... le gustaba tanto estar así.
Tan absorto estaba en su propio mundo de pensamientos que no se dio cuenta de que alguien mas entraba a la recamara... hasta que la puerta del baño se abrió sin previo aviso.
Duo casi por reflejo automático se cubrió (no fuera a ver alguien algo de mas.. y algo de menos), era bueno que el agua cubriera la mayor parte de su cuerpo... miro a la persona que había entrado al baño y que ahora lo miraba con una sonrisa.
Mas no dijo nada... comenzó a desabotonar su camisa... de nuevo ese cuerpo que tanta tentación le había provocado a Duo antes estaba al descubierto... la camisa cayo al suelo, al igual que las demás prendas que cubrían al joven hacendado, quedando desnudo frente a su esposa.
Duo paso saliva... que Heero no fuera a hacer lo que creía... y es que ahora el no tenia escapatoria... ni modo de salir así de la tina desnudo, por que Heero se daría cuenta de su pequeño secretito.. pero si se quedaba ahí sin hacer nada también se enteraría.. por Dios estaba entre la espada y la pared... Duo cerro los ojos fuertemente... "por favor por favor.." suplicaba por un "milagro inesperado" el chico de ojos amatista. Abrió los ojos nuevamente cuando sintió unos brazos rodear sus hombros... despues unos labios recorrer con suavidad todo su cuello... dando besos... alternando también lamidas... Heero lo estaba abrazando por la espalda sin meterse a la tina aun.
La cálida respiración de Heero la sentía en su cuello... en sus hombros... esa sensación de placer se incrementaba mas ahora al sentir su piel desnuda sentir la piel también desnuda de Heero, no pudo evitar que un leve gemido escapara de su boca.
Mas ese gemido solo le indico a Heero que su ángel estaba disfrutando de las caricias... ya lo sospechaba antes.. puesto que siempre que empezaba a besar a su esposa la respiración de esta se agitaba... pero parecía que algo le impedía siempre continuar... pues esta vez no seria así.. tenia que hacer completamente suyo, en toda la extensión de la palabra a ese ser tan hermoso que tenia frente suyo... se metió a la bañara observando la reacción de su esposa... sus hermosos ojos violetas lo miraban con algo de miedo, pero el se encargaría de que no tuviera miedo.. el nunca lastimaría a su hermoso tesoro.
Duo trataba de calmar su respiración que ahora era agitada... parte por la excitación y parte por los nervios... pese a los besos no había abandonado su postura de esconder las partes intimas de su cuerpo, las existentes y las inexistentes... y ahora miraba con algo de pánico como Heero se sumergía a la bañera con el... y peor aun se colocaba encima suyo...
Las caricias y besos con los que había comenzado los volvió a dar al cuerpo de Duo, este pese a lo tenso que estaba ahora se dejo llevar nuevamente por las caricias... su cuerpo comenzó a relajarse de nuevo... y a excitarse también... el control que la mente de Duo le pedía a su cuerpo a gritos fue ignorado pro completo... solo quería no dejar de sentir esas caricias.. esos cálidos besos... la mano de Heero acariciaba su muslo e iba subiendo a su entrepierna.
Fue cuando Duo sintió el brusco movimiento de Heero al apartarse de el con algo de rapidez... el silencio que se escucho en ese baño fue casi sepulcral, Duo abrió los ojos... había llegado el momento de que la verdad se descubriera... al abrir sus ojos lo primero que busco fue la mirada de Heero, quien lo veía con algo de duda y asombro... ciertamente no fue la mirada de enojo y asco que hubiera esperado Duo, suspiro... y como para contestar la pregunta que aun sin que Heero se la hiciera sabia que estaba flotando en su mente, Duo se paro, permitiendo que Heero observara detenidamente su cuerpo, las gotas de agua bañaban la suave piel, el cabello caía en una hermosa cascada, con unos mechones desparramándose por los hombros, Heero siempre imagino como seria el cuerpo desnudo de su bella esposa, y siempre creyó que seria hermoso, y se sorprendió a si mismo cuando esa creencia siguió en pie; el cuerpo que tenia frente de el, era... solo había una palabra para describirlo perfecto.
La respiración de Duo se detuvo... pero no aparto la mirada de Heero, una mirada que claramente decía "esto es lo que yo soy", Heero tampoco quitaba la mirada de Duo, una mirada que Duo no supo descifrar..
Heero abrió la boca.. pero al segundo la cerro... que era lo que había que preguntar? Estaba mas que claro no... la persona de quien se había enamorado era un hombre... un chico extremadamente bello... Heero también se paro para quedar a la altura de Duo, alargo su mano, el chico de ojos violetas hizo el ademán de quien se espera un golpe en lugar de una caricia... pero como un rayo algo que la mente de Heero no le quiso hacer ver hasta despues cayó... en ese preciso instante en que ese precioso y perfecto ser que tenia frente de el lo miraba con temor pero un poco de alegría... le vino ese entendimiento de un hombre criado a la usanza de esos tiempos...
Había sido engañado.. no lo entendía.. era un hombre... no una mujer.. burlado! Sin decir palabra y sin mirar a Duo salió del baño, colocándose algo que lo cubriera antes de salir del baño... engañado! Por Dios... por que alguien no le dijo nada... entonces ese matrimonio no valía... solo esos pensamientos eran los que estaban en su cabeza y no querían salir.. esos pensamientos que hacían que una furia creciera dentro del joven. Salió del baño secando su cuerpo con la bata... Duo lo imito haciendo lo mismo pero reteniendo las lagrimas de desesperación que quería soltar... pero no había que llorar... solo esperar... pero si no lloraba.. como sacaría todo esa incertidumbre que sentía ahora?.... sin que lo deseara las lagrimas salieron
-Ahora no me vas a convencer con lloriqueos...- farfullo Heero observando a Duo.
-Perdón...- contesto Duo tratando de limpiar sus lagrimas y tratar de detenerlas pasando sus manos por sus mejillas y ojos.
-COMO PUEDO SER QUE... TU ERES... POR DIOS ERES UN HOMBRE... TU Y TU FAMILIA ME HAN ENGAÑADO!- grito Heero.
-si lo se... pero créame.. yo no quería engañarlo solo que..- trato de excusarse Duo... le dolía que Heero ahora le gritara así.. le dolía por que... ¿lo amaba?...
-Ja! Ahora resulta que tu eres el mártir no?-
-No!... si no hubiera sido por las escrituras yo no...- dijo Duo, pero al escuchar estas palabras Heero dio la media vuelta y salió de la recamara...
Un sollozo.. seguido de otro... lagrimas cristalinas seguidas de muchísimas mas... Duo aparto las lagrimas.. no había por que llorar sobre lo que ya estaba hecho... ahora no sabia que era lo que pasaría... pero... eso el ya se lo esperaba desde hacia tiempo no? de hecho había sido mucho el tiempo que se había tardado en que lo inevitable pasara, la puerta se abrió de golpe, Duo se giro y vio a Heero mirándolo con claro odio desde al puerta... aventó unos papeles que cayeron sobre el piso..
Duo miro desconcertado a Heero... se agacho para recoger y mirar que era lo que eran esos papeles.. las escrituras..
-Por eso fue... no?- dijo con voz enérgica.
-Si..- contesto calmado Duo sin dejar que la mirada de Heero lo hiciera bajar la cabeza. –pero usted fue el que me escogió a mi...- dijo la verdad Duo.
-Calla!... si tuvieras algo de dignidad me hubieras dicho la verdad antes!!-
-Le intente decir!!... y no me hable de dignidad.. quien es el hombre que compra a una mujer como si se tratara de un vil ganado?- pregunto enojado Duo...
-Tu.. no tienes.. derecho a reclamarme.. yo soy el indignado!-
-Y tu como crees que me siento al saber que prácticamente me compraste!?- le grito Duo.
-NO ES LO MISMO!-
-ya lo se!... pero lo que te quiero decir es que yo te quería decir toda la verdad antes...-
-Pues mira que oportunidades no te faltaron!-
-Eso crees!...- grito Duo.. no, no... las cosas debían de calmarse.. debían de hablar de eso con calma... –Heero yo no quiero que...-
-Las escrituras ya las puedes regresar a tu familia- dijo Heero dándose la vuelta.. al parecer ya no quería seguir mirando a Duo.
-Te prometo que yo te pagare esto como sea... en cuanto regrese a mi casa yo veré como...- pero las palabras de Duo fueron interrumpidas por Heero.
-Ah no.. tu no regresaras... te quedaras aquí.. conmigo..-
-Que?- pregunto confundido Duo... –pero si...-
-Lo olvidas?... tu eres mío...- dijo dándose la vuelta Heero haciendo contacto de nuevo con su mirada, camino para quedar frente a Duo, tomo su barbilla y la apretó con fuerza. –eres mío.. y siempre lo serás... sea como sea.. eres mío- repitió Heero.. a cada palabra la fuerza con la que apretaba en su mano la barbilla de Duo era mas grande.
-Yo no soy de nadie... no me trates como un objeto!- le advirtió Duo, recordando como había sido tratado como solo un adorno con su madre al formalizar ese matrimonio aun sin su consentimiento.
-Puedes protestar todo lo que quieras... pero tienes razón.. tu madre te cambio por esas escrituras, tu por esas escrituras.. así que yo soy tu dueño.. me perteneces-
Duo aparto de un golpe la mano de Heero de su barbilla –no... no será así... Heero por favor... déjame explicarte...-
-Ah pero ya recuerdo..- dijo como si no hubiese escuchado a Duo, y es que así era.. no podía pensar con claridad... solo el pensamiento de que había sido engañado y la ira era lo manejaba su cuerpo –no le daría esas escrituras a tu madre a menos que se consumara el matrimonio... y si no es así no puedo dejar que conserves esos papeles verdad?- señalo la mano donde Duo sostenía las escrituras.
Duo miro a Heero cada vez mas confundido, triste y decepcionado.. si tan solo Heero le dejara explicarse.. ese no era el Heero que había conocido antes.. el Heero que tanto le había gustado...
-Tendremos que remediar eso..- dijo aventando a Duo hacia la cama.
-Que?- pregunto aterrado Duo, la mirada de Heero era tan fría.. tan dura!.
-Tendremos que consumar esta farsa de matrimonio no crees, Di?- dijo Heero como tratando de burlarse de la situación enfatizando lo ultimo dicho.
Se coloco encima de Duo inmovilizando por sus brazos agarrándolos con fuerza de su muñeca... abrió la bata que cubría el cuerpo de Duo dejándolo semi-desnudo.
-Detente!- suplico Duo al ver la mirada fuera de si que tenia ahora Heero.. las lagrimas ahora de desesperación hacían su aparición mojando las mejillas de Duo. –por favor Heero... escúchame.. se que te debes de sentir dolido y engañado.. pero debes saber que yo... tu me.. tu me gustas.. por favor... déjame explicarme... tal vez podríamos arreglar esto..- pero una bofetada de parte de Heero lo cayo.
-No me digas que sabes como me siento.. y si te gusto.. entonces esto no será difícil para ti no?- la furia aun no abandonaba su mente.... beso su boca, el sabor de esta se mezclo con el sabor de las lagrimas de Duo.
-Heero..- Duo simplemente no lo podía creer.. ese no era el Heero que conocía..
En el beso Heero mordió el labio de Duo con rabia.. ahora no solamente el sabor de las lagrimas le llegaron.. si no también el sabor de la sangre de Duo.
-eres mío....- susurro Heero... su pecho dolía... no sabia la razón... seria el saber que Di no le había dicho la verdad antes de que todo eso pasara... seria el hecho de que su esposa... la muchacha de quien se había enamorado era en verdad un chico... o era que aun sentía ese profundo amor por ese chico.. por ese ser tan hermoso que tenia ahora a su lado.. ¿que era lo que hacia que su corazón doliera tanto..? si tan solo sus pensamientos dejaran sentir su corazón y analizar de verdad esos sentimientos...
Duo tembló ante esas palabras, dichas con voz aterradoramente gélida. Al ver fijamente los ojos cobalto solo vio ira y frialdad... esa no era la mirada de Heero, esa no podía ser la misma mirada que lo había cautivado ¿Qué había pasado con ese mar azul de calidez y amor que le hacía estremecer? Por primera vez tuvo miedo de él, de Heero y de lo que era capaz de hacer en ese estado de alteración. Podía sentir el sudor frío que se apoderaba de su ser junto con un escalofrió que recorría en un segundo su piel, y las lágrimas no dejaban de presentarse. Tenía que detener esa locura, de alguna forma...
-Heero detente...- suplico de nuevo Duo... esto no debía de estar pasando...
-No... no me detendré... yo soy tu dueño... puedo hacer lo que me plazca...-
-¡Por favor detente!- todo eso parecía solo una pesadilla... seguramente si despertaba se encontraría envuelto en los brazos de un pacifico Heero durmiendo... pero no despertaba... todo era verdad... real- ¡¡SUELTAME HEERO!! –gritó intentando de levantarse, pero fue enmudecido con una bofetada- ¡¡Cállate!! ¡Tú me perteneces!... y si no quieres por las buenas, serán por las malas... -dijo mientras ponía más presión a la figura que tenia debajo de él.
El trenzado se agitaba impulsivamente tratando de liberarse, pero no tenía el suficiente poder para lograrlo... ya que Heero, con tanto coraje que lo envolvía, lo transformaban y lo hacían más determinado y fuerte; simplemente no podía hacerlo y cada vez que lo intentaba, Heero lo aprisionaba con más potencia ocasionándole mucho dolor. Duo cerró los ojos, después de su intento y al ver que no funcionaba se dio por vencido, no tenía alternativa, estaba a merced del poderío de su esposo...
Deseaba que no fuese verdad, que estuviera imaginando todo eso, que fuera solo una ilusión, una terrible ilusión de su mente que le reclamaba todas sus faltas; no era posible que estuviese pasando por ese martirio... pero era cierto, esa era la cruda y cruel realidad. Lo peor de todo es que no podía salir de allí; quería alejarse pero, aun cuando odiaba y temía la situación que sufría en esos momentos, también deseaba en lo profundo de su alma que Heero continuara... era inaudito, pero atrás de toda esa dolencia y desasosiego también concebía una atracción irresistible e irremediable por ese joven, por Heero... un sin fin de sensaciones contradictorias se abatían en su corazón que solo lograban confundirlo cada vez más, que lo paralizaron al instante.
Heero que había estado sujetando a Duo para que no escapara, se percató de un período de inactividad por parte del trenzado, deshizo el agarre y dejó que sus manos recorrieran ansiosamente ese cuerpo delicioso. Su mente era un caos, y ni que decir de su acongojado corazón; no era apto de percibir de manera lucida su interior y mucho menos el exterior. Movido solo por un arranque de rabia ciega, sin comprender en sí lo que hacía en ese momento; solo quería alivio, desquitar su furor con lo que fuera, con cualquier cosa... y sin notar por la confusión que momentáneamente padecía, que estaba hiriendo a la persona que más amaba, a su tesoro, a su Duo...
El joven de mirada azul-cobalto dejaba viajar sus ardientes y desesperadas manos por la exquisita figura, apretando y masajeando la musculatura del pequeño de ojos color amatista, sintiendo como reacción los espasmos del hermoso individuo que acariciaba, siguiendo con su trabajo fue dejando en ese cuerpo aterciopelado besos fogosos y descontrolados acompañados de una capa cristalina consecuencia de las lamidas voraces que ejecutaba para capturar ese enigmático sabor dulce que solo ese cuerpo poseía, dando igualmente mordiscos desgarradores y salvajes que producían marcas rojizas y rasgones en la suave piel cremosa.
Con solamente los roces de aquellas asfixiantes manos que hacían su jornada trazando y delineando de forma bestial e insensible su contorno lo hacían arder... y poco a poco el trenzado fue sintiendo como su piel reaccionaba ante esas caricias, como su sangre circulaba con suma rapidez por sus venas, sus mejillas tomaban un bello sonrojo y las lágrimas cesaron por un intervalo.
Aunque le dolían los violentos mordiscos, las presiones echas por esas manos que estrujaban sus músculos hasta encajar las uñas... aun así, no dejaban su origen seductor y con ellas se había encendido un gigantesco deseo que no podía comprender, ni controlar. Duo solo podía gemir ante esas tentadoras y devastadoras caricias que llenaban cada rincón de su ser; intentaba hablarle al autor de esas potentes y eufóricos mimos pero no conseguía que de su boca saliera palabra alguna, lo único que salía de ella eran sonidos de deleite por todas esas sensaciones nuevas para él... pero en cuanto notó que esas extremidades detenían su viaje y quedaban estancadas en sus nalgas, sintió una fuerte descarga eléctrica que le atravesó por doquier llegando a su estimulada entrepierna, esa corriente de energía se intensificó cuando sintió un arrebatador y firme estrechamiento en ellas que le hizo perder el aliento; sentía un bulto un tanto incomodo que presionaba y frotaba su enardecido miembro, abrió los ojos un poco y posó su mirada en dirección a esa molestia, y al percatarse de que era ese "bulto" no pudo evitar que un sonrojo más intenso se hiciera presente en toda su cara... ese bulto era el miembro delirante de Heero que se restregaba lascivamente contra su propia y dolorosa excitación, inevitablemente soltó un gemido tras otro, cada vez más enérgicos.
Su respirar se hizo más irregular y aunque negara el hecho, no podía controlarse o detener la satisfacción embriagante que lo carcomía con más intensidad a cada segundo que pasaba...
Heero no sabia a ciencia cierta lo que estaba haciendo en ese momento, solo sentía una doliente punzada en todo el pecho, segado por la furia, el dolor... pero había otra emoción que lo empañaba, otra sensación que de alguna manera estaba haciendo olvidar su pesar... el placer. No había sido buena idea contener sus deseos carnales, por que ahora se desataban sin ningún freno. Barbáricamente se despojaba de lo poco que le cubría que incluso rasgaba los atavíos ante la lujuria exasperada y profunda necesidad. Al terminar de desvestirse retornó a colocarse encima de Duo para volver a sentir esa piel entre sus manos y resarcirse.
Estaba al tanto de cada roce que recibía su figura, inconscientemente y ya sin energía para resistirse a esa situación, Duo se dejó llevar, subiendo sus brazos al cuerpo de su esposo para poder tocar la sudorosa y febril piel de la amplia espalda. Sintiendo unos finos y delicados dedos tocando con cuidado y suavidad su piel desde la base del cuello hasta llegar a la parte más redondeada, pasando con lentitud y sensualidad por toda su espina dorsal, se convulsiono de inmediato, ya no lo soportaba, eso era demasiado para él; si Heero antes no era conciente enteramente de sus actos, ahora no tenía nada, su mente estaba en blanco, sus sentidos no podían percibir nada, ahora solo actuaba por impulso.
Sin previo aviso, el trenzado bonito fue volteado rápidamente y sin cuidado alguno, se encontraba boca abajo sobre la cama; se sobresaltó al advertir como levantaban sus caderas, separando sus piernas y como un cuerpo se acomodaba entre ellas sujetándolo fijamente por la cintura.
-Hee... Hee..roo... no... no lo hagas... no así... Heero... - suplicó Duo queriendo hacer entrar en razón a Heero pero este simplemente no lo escuchó... no podía oír nada.
Sin más retuvo con firmeza la cintura del bello chico trenzado, acercó las caderas de este a las suyas y se introdujo en ellas. Heero ingresó en el interior de Duo con rapidez y vigor; entrando en su estrecha cavidad de golpe y sin antes prepararlo. Un sonoro gemido lleno de dolor salió de la boca de Duo; abriendo los ojos y la boca a más no poder al sentir una presión tremenda en su trasero, y su respiración estaba fuera de control. Sintió un dolor como jamás antes, lo había penetrado sin ningún miramiento, intentando soportar el inmenso malestar, enterró sus manos en las sabanas con las únicas fuerzas que le quedaban. Heero lo estaba tomando, podía sentir la conexión de sus cuerpos, estaba dentro de él...
Duo soltaba quejidos cada vez más resonantes y desconsolados al sentir la total penetración dentro de sí, curvó por completo la espalda haciendo la cabeza para atrás al recibir la primera arremetida. El era lo suficiente angosto para que solo ese movimiento lo lastimara. Sus lágrimas salían abundantemente de sus ojos violetas ahora vidriosos, resintiendo la violencia del chico.
Heero gemía y respiraba con dificultad mientras entraba y salía del interior de ese cuerpo con mucha velocidad, sin tomar en cuenta lo que su pareja sentía al hacerlo. Embestía fuertemente más y más rápido, el ritmo se fue incrementando con forme la necesidad de alivio, llegando a un punto en donde la cama empezaba a crujir con cada tormentosa arremetida. Sus manos que estaban enganchadas en la cintura de Duo, rasguñaban y encajaban sus uñas en la placentera carne. Duo podía sentir cada cruel embestida, para poder soportarlas se apoyó en sus rodillas y manos, también sentía las desgarradoras manos que lo torturaban con cada rasguño y apretón... y lo más extraño, es que muy en el fondo, lo rodeaba una oleada de placer; le excitaban esas manos que se adentraban en su piel, lo enloquecía la respiración calurosa y agitada de Heero que chocaba en su espalda húmeda por el sudor; los gemidos, jadeos y gruñidos roncos de pasión que dejaba escapar la garganta de Yuy lo estremecían; y las arremetidas aunque dolorosas, también eran deliciosas y lo hacían explotar de emoción. Todas esas sensaciones y sentimientos incompatibles se entremezclaban y dejándolo con casi nada de resistencia, solo podía dejarse llevar, disfrutar y sufrir al mismo tiempo...
Los dos ya no tenían noción del tiempo ni del exterior, con cada golpe que iba en aumento en fuerza y velocidad iban llegando a la culminación de sus deseos. En las arremetidas, Heero se detuvo al tener un espasmo liberando su semilla en el cuerpo del Duo, y este al sentirla en sus entrañas expulsó la suya...
El cuerpo cansado, por no decir adolorido de Duo cayo en la cama, sintió el propio peso de Heero caer sobre su espalda para despues darse la vuelta y alejarse de el... y pese a que permaneció en la misma cama no le dirigió alguna palabra mas... Duo también se dio la vuelta y se tapo con las mantas, aunque tenia ganas de salir corriendo de esa recamara supuso por el profundo dolor que sentía y por que sospechaba que sus piernas no lo soportarían si intentaba ponerse de pie... Duo dio un leve sollozo y atrajo sus rodillas hacia su pecho, colocándose en manera de un pequeño niño que aun no nace... las caricias de Heero habían sido tan abrasadoras.. tan llenas de odio.. de pasión.... o tal vez el había confundido tal cosas.. de lo que si sabia.. es que aquella no había sido la manera en que el hubiera deseado que Heero tomará su cuerpo.. de aquella manera que aunque a su cuerpo le produjo un calor indescriptible fue tan frío a la vez... fue de una manera en que Heero jamás le demostró ser... ese no había sido el Heero que conoció.
No hubo algún otro sonido o palabra en esa habitación.. no siquiera las lagrimas que salían de los ojos amatista del joven que se encontraba aun despierto proferían algún sonido... llevo una mano a sus mejillas y seco las lagrimas.. las velas se habían acabo de consumir y ahora era la oscuridad casi completa que reinaba....
Eso era todo.. el ya no seria tratado mas como un objeto... y si bien había (y esto le asusto por un momento) disfrutado de esas caricias pese a la furia con la que iban dirigidas... no había soportado eso.... que Heero lo trata como objeto.. que se atreviera a decir que el era su dueño...
El dolor ya había abandonado su cuerpo, se levanto... Heero estaba ahí a su lado.. con los ojos cerrados profundamente dormido... se veía como el Heero que tantas veces le había dicho que lo quería y lo amaba... busco en el armario algo de ropa de Heero.. se vistió con la que le quedo, no era muy bueno que Heero fuera mucho mas corpulento que el... fue cuando vio en el armario el arma... una mágnum, sin saber por que aun la tomo y se la guardo, le sería útil tal vez en el camino... también se llevo las escrituras... ya estaba hecho no? el trato se había terminado de sellar aquella noche... las enviaría por correo a su madre... antes de salir de la habitación echo una mirada al pacifico Heero que dormía.
-prometiste que..... nunca me harías daño....- susurro pues sentía que la voz se le quebraba –y yo te creí...- dijo antes de cerrar la puerta.
La hacienda estaba solitaria.. solo afuera se veían las luces de las antorchas que los peones habían prendido para vigilar mejor.. se escabullo por las sombras, vestía de negro y su cuerpo era pequeño por lo que le fue fácil.. ahora... no sabia a donde iría.. solo sabia que quería irse muy lejos.. para olvidar la promesa que había quebrado Heero... para olvidar como había quebrado el frágil amor que había sentido por su "esposo" en esos pocos días.
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Me tarde en subir este capitulo.... demo.. fue por que la escenita lemmon no la escribí yo, si no mi amiguis Karin!.... le quedo bien ne? ella aun no publica nada pero estoy segura que cuando lo haga le ira muy bien, me quitara la chamba!! Jejeje a lo que me recuerda... cualquier queja del lemmon dígansela a Karin jajajajaja (^.^ es broma amiguis tu sabes que te quero)
Pues.. aquí esta el capitulo, espero le guste tanto como a mi.... y esperen el próximo capitulo.. no se preocupen esta vez no me tardare tanto en subirlo jejejeje.
GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE SE HAN MOLESTADO EN DEJARME REVIEW, MANDARME CORREO Y MOLESTARSE EN LEER LA HISTORIA DE ESTA LOCA ESCRITORA!.
DEJEN REVIEWS O LES ECHARE LA MALDICIÓN GITANA MUACA MUACA MUACA.
^_^ Matta ne!!! kary_yuy@hotmail.com
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ACTO 7
Esa tarde tampoco fue muy grata que digamos para Duo... cuando se encontraba con Relena lo único que hacia la muchacha era mirarlo y murmurar cosas que Duo suponía no eran tan buenas... se metió a la cocina... el sabia un poquitititito de cocina.. y quería hacer algo para Heero.. realmente no sabia por que.. simplemente quería que el muchacho estuviera feliz..
-Buenos días- saludo animado Duo al entrar a la cocina... mas no recibió contestación, solo encontró a Hilde llorando. -que pasa Hilde?...- pregunto el chico acercándose a la niña y colocándole la mano sobre el hombro.
-La señorita Relena me regaño...- contesto Hilde entre unos leves sollozos.
-Pero por que?...-
-Dijo que era una arrastrada y que si le volvía a hablar así me correría de la casa..- le explico la chica entre sollozos..
-Pero.. sigue tratándote así.. ya vera- dijo Duo enojado... no soportaba ver a la gente creerse mas que alguien...
-No seño.. me va a regañar mas si sabe que le fui con el chisme!-
-Esta bien Hil...- y salió buscando a Relena, la encontró en la sala de estar.
-Relena... que te dije ayer..?.-
-Nada.. que yo recuerde..-
-No te quieras pasar de lista conmigo Relena... te prohibí tajantemente que trataras mal a nadie aquí en esta casa...-
-Y yo le dije que nadie me da ordenes mas que Heero!- le grito Relena parándose del sofa y encarando a Duo.
-Ahora yo soy la esposa de Heero... debes obedecer mis ordenes también-
-Nunca obedeceré a alguien que seguro se caso con Heero solo para sacarle su dinero!- una bofetada cruzo por el rostro de Relena, haciéndola caer al piso... Duo por el enojo no había medido la fuerza con la que lanzó la bofetada.
-Perdona Relena no fue mi.!- dijo tratando de ayudar a levantarse Relena pero esta la aparto de un manotazo.
-Le diré a Heero...-
-Vamos dile!- Duo había sentido pena por la muchacha?... que equivocado que estaba!... -dile a ver a quien le hace mas caso.. a su empleada o a su esposa...-
-Yo no soy solo una empleada.. soy mas que eso para Heero-
-Claro.. ahora me dirás que eres su querida no?- pregunto Duo desafiando a Relena.
-Tal vez.. pero yo se que ustedes no han consumado ese matrimonio, así que por ahora yo no la considero la señora de la casa.- dijo Relena con una sonrisa de claro triunfo saliendo de la sala.
Como diablos sabia eso ella? Heero la habría contado?.... pero por que le contaría algo tan intimo...? seria verdad que el y ella...? vamos Duo... tal vez eso era lo mejor no..? que esa muchacha ocupara el lugar de esposa de Heero en lugar de el... al menos ella si podría portar sin temor el titulo de su esposa.. por que el.. no sabia cuanto mas duraría aquel teatro y ya le estaba tomando cariño a Heero Yuy, un cariño que no sabia porque sentía diferente a algún cariño que hubiera podido sentir por los demás en su corta bien.. aunque bien diecisiete años no era mucho tiempo, y tal vez le quedaban más sentimientos nuevos y diferentes a los sentidos antes por descubrir.
Se paso la mitad de la mañana en la cocina preparando un sencillo pastel... bueno e algo le había servido que lo criaran como una mujer de verdad no?... además ese pastel seria en parte como un agradecimiento a Heero por ese obsequio que seguramente le había tomado tiempo preparar.
Esa niña., Hilde le había tomado un gran aprecio a Duo pronto, y el igual a ella; era una niña de no mas de quince años, su cabello era un tanto corto puesto que llegaba hasta los hombros, y sus ojos azules lo miraban con felicidad.
-Debe de estar bien contenta por haberse casado no?-
-eeh.. si- Duo no sabia que contestar.. si le hubiesen hecho esa pregunta hacia solo unos días hubiese contestado que no.. pero ahora.. no sabia con certeza..
-el señor es muy bueno verdad?-
-si... aunque aun no lo conozco bien...-
-ya verá... es muy buena gente... aquí todos lo queremos mucho- le confeso la niña.
Despues de esa tarde, y al ver que Heero aun no llegaba, un poco desilusionado pidió que le prepararan el baño.
El baño ya estaba preparado cuando entro, añadió un poco de aceite perfumado al agua de la bañera y el dulce aroma de este inundo pronto el baño, se despojo de la bata que lo cubría y se metió a la tina, el agua caliente lo envolvió, echo la cabeza para atrás cerrando los ojos, cuanto le gustaba sentir el agua acariciar todo su cuerpo... echo un poco de agua sobre su cabello para terminar de mojarlo todo, y volvió a cerrar los ojos, escuchando solo el leve sonido de su respiración... le gustaba tanto estar así.
Tan absorto estaba en su propio mundo de pensamientos que no se dio cuenta de que alguien mas entraba a la recamara... hasta que la puerta del baño se abrió sin previo aviso.
Duo casi por reflejo automático se cubrió (no fuera a ver alguien algo de mas.. y algo de menos), era bueno que el agua cubriera la mayor parte de su cuerpo... miro a la persona que había entrado al baño y que ahora lo miraba con una sonrisa.
Mas no dijo nada... comenzó a desabotonar su camisa... de nuevo ese cuerpo que tanta tentación le había provocado a Duo antes estaba al descubierto... la camisa cayo al suelo, al igual que las demás prendas que cubrían al joven hacendado, quedando desnudo frente a su esposa.
Duo paso saliva... que Heero no fuera a hacer lo que creía... y es que ahora el no tenia escapatoria... ni modo de salir así de la tina desnudo, por que Heero se daría cuenta de su pequeño secretito.. pero si se quedaba ahí sin hacer nada también se enteraría.. por Dios estaba entre la espada y la pared... Duo cerro los ojos fuertemente... "por favor por favor.." suplicaba por un "milagro inesperado" el chico de ojos amatista. Abrió los ojos nuevamente cuando sintió unos brazos rodear sus hombros... despues unos labios recorrer con suavidad todo su cuello... dando besos... alternando también lamidas... Heero lo estaba abrazando por la espalda sin meterse a la tina aun.
La cálida respiración de Heero la sentía en su cuello... en sus hombros... esa sensación de placer se incrementaba mas ahora al sentir su piel desnuda sentir la piel también desnuda de Heero, no pudo evitar que un leve gemido escapara de su boca.
Mas ese gemido solo le indico a Heero que su ángel estaba disfrutando de las caricias... ya lo sospechaba antes.. puesto que siempre que empezaba a besar a su esposa la respiración de esta se agitaba... pero parecía que algo le impedía siempre continuar... pues esta vez no seria así.. tenia que hacer completamente suyo, en toda la extensión de la palabra a ese ser tan hermoso que tenia frente suyo... se metió a la bañara observando la reacción de su esposa... sus hermosos ojos violetas lo miraban con algo de miedo, pero el se encargaría de que no tuviera miedo.. el nunca lastimaría a su hermoso tesoro.
Duo trataba de calmar su respiración que ahora era agitada... parte por la excitación y parte por los nervios... pese a los besos no había abandonado su postura de esconder las partes intimas de su cuerpo, las existentes y las inexistentes... y ahora miraba con algo de pánico como Heero se sumergía a la bañera con el... y peor aun se colocaba encima suyo...
Las caricias y besos con los que había comenzado los volvió a dar al cuerpo de Duo, este pese a lo tenso que estaba ahora se dejo llevar nuevamente por las caricias... su cuerpo comenzó a relajarse de nuevo... y a excitarse también... el control que la mente de Duo le pedía a su cuerpo a gritos fue ignorado pro completo... solo quería no dejar de sentir esas caricias.. esos cálidos besos... la mano de Heero acariciaba su muslo e iba subiendo a su entrepierna.
Fue cuando Duo sintió el brusco movimiento de Heero al apartarse de el con algo de rapidez... el silencio que se escucho en ese baño fue casi sepulcral, Duo abrió los ojos... había llegado el momento de que la verdad se descubriera... al abrir sus ojos lo primero que busco fue la mirada de Heero, quien lo veía con algo de duda y asombro... ciertamente no fue la mirada de enojo y asco que hubiera esperado Duo, suspiro... y como para contestar la pregunta que aun sin que Heero se la hiciera sabia que estaba flotando en su mente, Duo se paro, permitiendo que Heero observara detenidamente su cuerpo, las gotas de agua bañaban la suave piel, el cabello caía en una hermosa cascada, con unos mechones desparramándose por los hombros, Heero siempre imagino como seria el cuerpo desnudo de su bella esposa, y siempre creyó que seria hermoso, y se sorprendió a si mismo cuando esa creencia siguió en pie; el cuerpo que tenia frente de el, era... solo había una palabra para describirlo perfecto.
La respiración de Duo se detuvo... pero no aparto la mirada de Heero, una mirada que claramente decía "esto es lo que yo soy", Heero tampoco quitaba la mirada de Duo, una mirada que Duo no supo descifrar..
Heero abrió la boca.. pero al segundo la cerro... que era lo que había que preguntar? Estaba mas que claro no... la persona de quien se había enamorado era un hombre... un chico extremadamente bello... Heero también se paro para quedar a la altura de Duo, alargo su mano, el chico de ojos violetas hizo el ademán de quien se espera un golpe en lugar de una caricia... pero como un rayo algo que la mente de Heero no le quiso hacer ver hasta despues cayó... en ese preciso instante en que ese precioso y perfecto ser que tenia frente de el lo miraba con temor pero un poco de alegría... le vino ese entendimiento de un hombre criado a la usanza de esos tiempos...
Había sido engañado.. no lo entendía.. era un hombre... no una mujer.. burlado! Sin decir palabra y sin mirar a Duo salió del baño, colocándose algo que lo cubriera antes de salir del baño... engañado! Por Dios... por que alguien no le dijo nada... entonces ese matrimonio no valía... solo esos pensamientos eran los que estaban en su cabeza y no querían salir.. esos pensamientos que hacían que una furia creciera dentro del joven. Salió del baño secando su cuerpo con la bata... Duo lo imito haciendo lo mismo pero reteniendo las lagrimas de desesperación que quería soltar... pero no había que llorar... solo esperar... pero si no lloraba.. como sacaría todo esa incertidumbre que sentía ahora?.... sin que lo deseara las lagrimas salieron
-Ahora no me vas a convencer con lloriqueos...- farfullo Heero observando a Duo.
-Perdón...- contesto Duo tratando de limpiar sus lagrimas y tratar de detenerlas pasando sus manos por sus mejillas y ojos.
-COMO PUEDO SER QUE... TU ERES... POR DIOS ERES UN HOMBRE... TU Y TU FAMILIA ME HAN ENGAÑADO!- grito Heero.
-si lo se... pero créame.. yo no quería engañarlo solo que..- trato de excusarse Duo... le dolía que Heero ahora le gritara así.. le dolía por que... ¿lo amaba?...
-Ja! Ahora resulta que tu eres el mártir no?-
-No!... si no hubiera sido por las escrituras yo no...- dijo Duo, pero al escuchar estas palabras Heero dio la media vuelta y salió de la recamara...
Un sollozo.. seguido de otro... lagrimas cristalinas seguidas de muchísimas mas... Duo aparto las lagrimas.. no había por que llorar sobre lo que ya estaba hecho... ahora no sabia que era lo que pasaría... pero... eso el ya se lo esperaba desde hacia tiempo no? de hecho había sido mucho el tiempo que se había tardado en que lo inevitable pasara, la puerta se abrió de golpe, Duo se giro y vio a Heero mirándolo con claro odio desde al puerta... aventó unos papeles que cayeron sobre el piso..
Duo miro desconcertado a Heero... se agacho para recoger y mirar que era lo que eran esos papeles.. las escrituras..
-Por eso fue... no?- dijo con voz enérgica.
-Si..- contesto calmado Duo sin dejar que la mirada de Heero lo hiciera bajar la cabeza. –pero usted fue el que me escogió a mi...- dijo la verdad Duo.
-Calla!... si tuvieras algo de dignidad me hubieras dicho la verdad antes!!-
-Le intente decir!!... y no me hable de dignidad.. quien es el hombre que compra a una mujer como si se tratara de un vil ganado?- pregunto enojado Duo...
-Tu.. no tienes.. derecho a reclamarme.. yo soy el indignado!-
-Y tu como crees que me siento al saber que prácticamente me compraste!?- le grito Duo.
-NO ES LO MISMO!-
-ya lo se!... pero lo que te quiero decir es que yo te quería decir toda la verdad antes...-
-Pues mira que oportunidades no te faltaron!-
-Eso crees!...- grito Duo.. no, no... las cosas debían de calmarse.. debían de hablar de eso con calma... –Heero yo no quiero que...-
-Las escrituras ya las puedes regresar a tu familia- dijo Heero dándose la vuelta.. al parecer ya no quería seguir mirando a Duo.
-Te prometo que yo te pagare esto como sea... en cuanto regrese a mi casa yo veré como...- pero las palabras de Duo fueron interrumpidas por Heero.
-Ah no.. tu no regresaras... te quedaras aquí.. conmigo..-
-Que?- pregunto confundido Duo... –pero si...-
-Lo olvidas?... tu eres mío...- dijo dándose la vuelta Heero haciendo contacto de nuevo con su mirada, camino para quedar frente a Duo, tomo su barbilla y la apretó con fuerza. –eres mío.. y siempre lo serás... sea como sea.. eres mío- repitió Heero.. a cada palabra la fuerza con la que apretaba en su mano la barbilla de Duo era mas grande.
-Yo no soy de nadie... no me trates como un objeto!- le advirtió Duo, recordando como había sido tratado como solo un adorno con su madre al formalizar ese matrimonio aun sin su consentimiento.
-Puedes protestar todo lo que quieras... pero tienes razón.. tu madre te cambio por esas escrituras, tu por esas escrituras.. así que yo soy tu dueño.. me perteneces-
Duo aparto de un golpe la mano de Heero de su barbilla –no... no será así... Heero por favor... déjame explicarte...-
-Ah pero ya recuerdo..- dijo como si no hubiese escuchado a Duo, y es que así era.. no podía pensar con claridad... solo el pensamiento de que había sido engañado y la ira era lo manejaba su cuerpo –no le daría esas escrituras a tu madre a menos que se consumara el matrimonio... y si no es así no puedo dejar que conserves esos papeles verdad?- señalo la mano donde Duo sostenía las escrituras.
Duo miro a Heero cada vez mas confundido, triste y decepcionado.. si tan solo Heero le dejara explicarse.. ese no era el Heero que había conocido antes.. el Heero que tanto le había gustado...
-Tendremos que remediar eso..- dijo aventando a Duo hacia la cama.
-Que?- pregunto aterrado Duo, la mirada de Heero era tan fría.. tan dura!.
-Tendremos que consumar esta farsa de matrimonio no crees, Di?- dijo Heero como tratando de burlarse de la situación enfatizando lo ultimo dicho.
Se coloco encima de Duo inmovilizando por sus brazos agarrándolos con fuerza de su muñeca... abrió la bata que cubría el cuerpo de Duo dejándolo semi-desnudo.
-Detente!- suplico Duo al ver la mirada fuera de si que tenia ahora Heero.. las lagrimas ahora de desesperación hacían su aparición mojando las mejillas de Duo. –por favor Heero... escúchame.. se que te debes de sentir dolido y engañado.. pero debes saber que yo... tu me.. tu me gustas.. por favor... déjame explicarme... tal vez podríamos arreglar esto..- pero una bofetada de parte de Heero lo cayo.
-No me digas que sabes como me siento.. y si te gusto.. entonces esto no será difícil para ti no?- la furia aun no abandonaba su mente.... beso su boca, el sabor de esta se mezclo con el sabor de las lagrimas de Duo.
-Heero..- Duo simplemente no lo podía creer.. ese no era el Heero que conocía..
En el beso Heero mordió el labio de Duo con rabia.. ahora no solamente el sabor de las lagrimas le llegaron.. si no también el sabor de la sangre de Duo.
-eres mío....- susurro Heero... su pecho dolía... no sabia la razón... seria el saber que Di no le había dicho la verdad antes de que todo eso pasara... seria el hecho de que su esposa... la muchacha de quien se había enamorado era en verdad un chico... o era que aun sentía ese profundo amor por ese chico.. por ese ser tan hermoso que tenia ahora a su lado.. ¿que era lo que hacia que su corazón doliera tanto..? si tan solo sus pensamientos dejaran sentir su corazón y analizar de verdad esos sentimientos...
Duo tembló ante esas palabras, dichas con voz aterradoramente gélida. Al ver fijamente los ojos cobalto solo vio ira y frialdad... esa no era la mirada de Heero, esa no podía ser la misma mirada que lo había cautivado ¿Qué había pasado con ese mar azul de calidez y amor que le hacía estremecer? Por primera vez tuvo miedo de él, de Heero y de lo que era capaz de hacer en ese estado de alteración. Podía sentir el sudor frío que se apoderaba de su ser junto con un escalofrió que recorría en un segundo su piel, y las lágrimas no dejaban de presentarse. Tenía que detener esa locura, de alguna forma...
-Heero detente...- suplico de nuevo Duo... esto no debía de estar pasando...
-No... no me detendré... yo soy tu dueño... puedo hacer lo que me plazca...-
-¡Por favor detente!- todo eso parecía solo una pesadilla... seguramente si despertaba se encontraría envuelto en los brazos de un pacifico Heero durmiendo... pero no despertaba... todo era verdad... real- ¡¡SUELTAME HEERO!! –gritó intentando de levantarse, pero fue enmudecido con una bofetada- ¡¡Cállate!! ¡Tú me perteneces!... y si no quieres por las buenas, serán por las malas... -dijo mientras ponía más presión a la figura que tenia debajo de él.
El trenzado se agitaba impulsivamente tratando de liberarse, pero no tenía el suficiente poder para lograrlo... ya que Heero, con tanto coraje que lo envolvía, lo transformaban y lo hacían más determinado y fuerte; simplemente no podía hacerlo y cada vez que lo intentaba, Heero lo aprisionaba con más potencia ocasionándole mucho dolor. Duo cerró los ojos, después de su intento y al ver que no funcionaba se dio por vencido, no tenía alternativa, estaba a merced del poderío de su esposo...
Deseaba que no fuese verdad, que estuviera imaginando todo eso, que fuera solo una ilusión, una terrible ilusión de su mente que le reclamaba todas sus faltas; no era posible que estuviese pasando por ese martirio... pero era cierto, esa era la cruda y cruel realidad. Lo peor de todo es que no podía salir de allí; quería alejarse pero, aun cuando odiaba y temía la situación que sufría en esos momentos, también deseaba en lo profundo de su alma que Heero continuara... era inaudito, pero atrás de toda esa dolencia y desasosiego también concebía una atracción irresistible e irremediable por ese joven, por Heero... un sin fin de sensaciones contradictorias se abatían en su corazón que solo lograban confundirlo cada vez más, que lo paralizaron al instante.
Heero que había estado sujetando a Duo para que no escapara, se percató de un período de inactividad por parte del trenzado, deshizo el agarre y dejó que sus manos recorrieran ansiosamente ese cuerpo delicioso. Su mente era un caos, y ni que decir de su acongojado corazón; no era apto de percibir de manera lucida su interior y mucho menos el exterior. Movido solo por un arranque de rabia ciega, sin comprender en sí lo que hacía en ese momento; solo quería alivio, desquitar su furor con lo que fuera, con cualquier cosa... y sin notar por la confusión que momentáneamente padecía, que estaba hiriendo a la persona que más amaba, a su tesoro, a su Duo...
El joven de mirada azul-cobalto dejaba viajar sus ardientes y desesperadas manos por la exquisita figura, apretando y masajeando la musculatura del pequeño de ojos color amatista, sintiendo como reacción los espasmos del hermoso individuo que acariciaba, siguiendo con su trabajo fue dejando en ese cuerpo aterciopelado besos fogosos y descontrolados acompañados de una capa cristalina consecuencia de las lamidas voraces que ejecutaba para capturar ese enigmático sabor dulce que solo ese cuerpo poseía, dando igualmente mordiscos desgarradores y salvajes que producían marcas rojizas y rasgones en la suave piel cremosa.
Con solamente los roces de aquellas asfixiantes manos que hacían su jornada trazando y delineando de forma bestial e insensible su contorno lo hacían arder... y poco a poco el trenzado fue sintiendo como su piel reaccionaba ante esas caricias, como su sangre circulaba con suma rapidez por sus venas, sus mejillas tomaban un bello sonrojo y las lágrimas cesaron por un intervalo.
Aunque le dolían los violentos mordiscos, las presiones echas por esas manos que estrujaban sus músculos hasta encajar las uñas... aun así, no dejaban su origen seductor y con ellas se había encendido un gigantesco deseo que no podía comprender, ni controlar. Duo solo podía gemir ante esas tentadoras y devastadoras caricias que llenaban cada rincón de su ser; intentaba hablarle al autor de esas potentes y eufóricos mimos pero no conseguía que de su boca saliera palabra alguna, lo único que salía de ella eran sonidos de deleite por todas esas sensaciones nuevas para él... pero en cuanto notó que esas extremidades detenían su viaje y quedaban estancadas en sus nalgas, sintió una fuerte descarga eléctrica que le atravesó por doquier llegando a su estimulada entrepierna, esa corriente de energía se intensificó cuando sintió un arrebatador y firme estrechamiento en ellas que le hizo perder el aliento; sentía un bulto un tanto incomodo que presionaba y frotaba su enardecido miembro, abrió los ojos un poco y posó su mirada en dirección a esa molestia, y al percatarse de que era ese "bulto" no pudo evitar que un sonrojo más intenso se hiciera presente en toda su cara... ese bulto era el miembro delirante de Heero que se restregaba lascivamente contra su propia y dolorosa excitación, inevitablemente soltó un gemido tras otro, cada vez más enérgicos.
Su respirar se hizo más irregular y aunque negara el hecho, no podía controlarse o detener la satisfacción embriagante que lo carcomía con más intensidad a cada segundo que pasaba...
Heero no sabia a ciencia cierta lo que estaba haciendo en ese momento, solo sentía una doliente punzada en todo el pecho, segado por la furia, el dolor... pero había otra emoción que lo empañaba, otra sensación que de alguna manera estaba haciendo olvidar su pesar... el placer. No había sido buena idea contener sus deseos carnales, por que ahora se desataban sin ningún freno. Barbáricamente se despojaba de lo poco que le cubría que incluso rasgaba los atavíos ante la lujuria exasperada y profunda necesidad. Al terminar de desvestirse retornó a colocarse encima de Duo para volver a sentir esa piel entre sus manos y resarcirse.
Estaba al tanto de cada roce que recibía su figura, inconscientemente y ya sin energía para resistirse a esa situación, Duo se dejó llevar, subiendo sus brazos al cuerpo de su esposo para poder tocar la sudorosa y febril piel de la amplia espalda. Sintiendo unos finos y delicados dedos tocando con cuidado y suavidad su piel desde la base del cuello hasta llegar a la parte más redondeada, pasando con lentitud y sensualidad por toda su espina dorsal, se convulsiono de inmediato, ya no lo soportaba, eso era demasiado para él; si Heero antes no era conciente enteramente de sus actos, ahora no tenía nada, su mente estaba en blanco, sus sentidos no podían percibir nada, ahora solo actuaba por impulso.
Sin previo aviso, el trenzado bonito fue volteado rápidamente y sin cuidado alguno, se encontraba boca abajo sobre la cama; se sobresaltó al advertir como levantaban sus caderas, separando sus piernas y como un cuerpo se acomodaba entre ellas sujetándolo fijamente por la cintura.
-Hee... Hee..roo... no... no lo hagas... no así... Heero... - suplicó Duo queriendo hacer entrar en razón a Heero pero este simplemente no lo escuchó... no podía oír nada.
Sin más retuvo con firmeza la cintura del bello chico trenzado, acercó las caderas de este a las suyas y se introdujo en ellas. Heero ingresó en el interior de Duo con rapidez y vigor; entrando en su estrecha cavidad de golpe y sin antes prepararlo. Un sonoro gemido lleno de dolor salió de la boca de Duo; abriendo los ojos y la boca a más no poder al sentir una presión tremenda en su trasero, y su respiración estaba fuera de control. Sintió un dolor como jamás antes, lo había penetrado sin ningún miramiento, intentando soportar el inmenso malestar, enterró sus manos en las sabanas con las únicas fuerzas que le quedaban. Heero lo estaba tomando, podía sentir la conexión de sus cuerpos, estaba dentro de él...
Duo soltaba quejidos cada vez más resonantes y desconsolados al sentir la total penetración dentro de sí, curvó por completo la espalda haciendo la cabeza para atrás al recibir la primera arremetida. El era lo suficiente angosto para que solo ese movimiento lo lastimara. Sus lágrimas salían abundantemente de sus ojos violetas ahora vidriosos, resintiendo la violencia del chico.
Heero gemía y respiraba con dificultad mientras entraba y salía del interior de ese cuerpo con mucha velocidad, sin tomar en cuenta lo que su pareja sentía al hacerlo. Embestía fuertemente más y más rápido, el ritmo se fue incrementando con forme la necesidad de alivio, llegando a un punto en donde la cama empezaba a crujir con cada tormentosa arremetida. Sus manos que estaban enganchadas en la cintura de Duo, rasguñaban y encajaban sus uñas en la placentera carne. Duo podía sentir cada cruel embestida, para poder soportarlas se apoyó en sus rodillas y manos, también sentía las desgarradoras manos que lo torturaban con cada rasguño y apretón... y lo más extraño, es que muy en el fondo, lo rodeaba una oleada de placer; le excitaban esas manos que se adentraban en su piel, lo enloquecía la respiración calurosa y agitada de Heero que chocaba en su espalda húmeda por el sudor; los gemidos, jadeos y gruñidos roncos de pasión que dejaba escapar la garganta de Yuy lo estremecían; y las arremetidas aunque dolorosas, también eran deliciosas y lo hacían explotar de emoción. Todas esas sensaciones y sentimientos incompatibles se entremezclaban y dejándolo con casi nada de resistencia, solo podía dejarse llevar, disfrutar y sufrir al mismo tiempo...
Los dos ya no tenían noción del tiempo ni del exterior, con cada golpe que iba en aumento en fuerza y velocidad iban llegando a la culminación de sus deseos. En las arremetidas, Heero se detuvo al tener un espasmo liberando su semilla en el cuerpo del Duo, y este al sentirla en sus entrañas expulsó la suya...
El cuerpo cansado, por no decir adolorido de Duo cayo en la cama, sintió el propio peso de Heero caer sobre su espalda para despues darse la vuelta y alejarse de el... y pese a que permaneció en la misma cama no le dirigió alguna palabra mas... Duo también se dio la vuelta y se tapo con las mantas, aunque tenia ganas de salir corriendo de esa recamara supuso por el profundo dolor que sentía y por que sospechaba que sus piernas no lo soportarían si intentaba ponerse de pie... Duo dio un leve sollozo y atrajo sus rodillas hacia su pecho, colocándose en manera de un pequeño niño que aun no nace... las caricias de Heero habían sido tan abrasadoras.. tan llenas de odio.. de pasión.... o tal vez el había confundido tal cosas.. de lo que si sabia.. es que aquella no había sido la manera en que el hubiera deseado que Heero tomará su cuerpo.. de aquella manera que aunque a su cuerpo le produjo un calor indescriptible fue tan frío a la vez... fue de una manera en que Heero jamás le demostró ser... ese no había sido el Heero que conoció.
No hubo algún otro sonido o palabra en esa habitación.. no siquiera las lagrimas que salían de los ojos amatista del joven que se encontraba aun despierto proferían algún sonido... llevo una mano a sus mejillas y seco las lagrimas.. las velas se habían acabo de consumir y ahora era la oscuridad casi completa que reinaba....
Eso era todo.. el ya no seria tratado mas como un objeto... y si bien había (y esto le asusto por un momento) disfrutado de esas caricias pese a la furia con la que iban dirigidas... no había soportado eso.... que Heero lo trata como objeto.. que se atreviera a decir que el era su dueño...
El dolor ya había abandonado su cuerpo, se levanto... Heero estaba ahí a su lado.. con los ojos cerrados profundamente dormido... se veía como el Heero que tantas veces le había dicho que lo quería y lo amaba... busco en el armario algo de ropa de Heero.. se vistió con la que le quedo, no era muy bueno que Heero fuera mucho mas corpulento que el... fue cuando vio en el armario el arma... una mágnum, sin saber por que aun la tomo y se la guardo, le sería útil tal vez en el camino... también se llevo las escrituras... ya estaba hecho no? el trato se había terminado de sellar aquella noche... las enviaría por correo a su madre... antes de salir de la habitación echo una mirada al pacifico Heero que dormía.
-prometiste que..... nunca me harías daño....- susurro pues sentía que la voz se le quebraba –y yo te creí...- dijo antes de cerrar la puerta.
La hacienda estaba solitaria.. solo afuera se veían las luces de las antorchas que los peones habían prendido para vigilar mejor.. se escabullo por las sombras, vestía de negro y su cuerpo era pequeño por lo que le fue fácil.. ahora... no sabia a donde iría.. solo sabia que quería irse muy lejos.. para olvidar la promesa que había quebrado Heero... para olvidar como había quebrado el frágil amor que había sentido por su "esposo" en esos pocos días.
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Me tarde en subir este capitulo.... demo.. fue por que la escenita lemmon no la escribí yo, si no mi amiguis Karin!.... le quedo bien ne? ella aun no publica nada pero estoy segura que cuando lo haga le ira muy bien, me quitara la chamba!! Jejeje a lo que me recuerda... cualquier queja del lemmon dígansela a Karin jajajajaja (^.^ es broma amiguis tu sabes que te quero)
Pues.. aquí esta el capitulo, espero le guste tanto como a mi.... y esperen el próximo capitulo.. no se preocupen esta vez no me tardare tanto en subirlo jejejeje.
GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE SE HAN MOLESTADO EN DEJARME REVIEW, MANDARME CORREO Y MOLESTARSE EN LEER LA HISTORIA DE ESTA LOCA ESCRITORA!.
DEJEN REVIEWS O LES ECHARE LA MALDICIÓN GITANA MUACA MUACA MUACA.
^_^ Matta ne!!! kary_yuy@hotmail.com
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