COMPRO TU AMOR
ACTO 8.
El aliento parecía que se le desvanecía a cada paso que daba, mas no debía de darse por vencido, tenia que llegar, al menos al pueblo...
El cuerpo le dolía sobremanera.... tal vez solo tan horas antes había dejado de sentir el dolor de su cuerpo pues el dolor de su corazón era lo único que le dolía realmente, pero ahora el dolor físico volvía. La leve luz del alba dejaba divisar parte del camino.... aunque lo que se veía era solo el solitario camino de viaje rodeado de algunos cuantos árboles que crecían a su costado; hubiera sido mas fácil, sin lugar a dudas si hubiese tomado un caballo, pero si hubiera hecho eso habría alertado a todos de su huída.. y eso era lo que menos quería.
El caminar le había hecho no detenerse a pensar en lo sucedido horas antes, el caminar había despejado en cierta manera su pensar; pero ahora que estaba ahí sentado en medio de la soledad su mente le quería hacer recordar... se recargo en un árbol, rodeo su cuerpo con sus brazos para darse calor, pues el fresco de la mañana se estaba sintiendo, y ese aroma... ese aroma que sin lugar a dudas le recordaba a un bosque.. ese aroma que le daba en cierta forma una paz, ese aroma que había aprendido a amar en tan pocos días, ese aroma que tanto le gustaba; el aroma de el le llego... sus ropas olía a el.. al Heero dulce y cariñoso que le decía con una sonrisa que lo amaba y que era su tesoro... una lagrima solitaria viajo por la sonrosada mejilla de Duo, una lagrima a la que no le siguieron mas... por que... ¿de que valía llorar por lo que había pasado?
"Ninguna Duo... ninguna" se dijo para darle a entender a su mente que se obligaría en dejar todo su pasado atrás, que se obligaría a olvidar a Heero, a su familia... si le pudo llamar familia en algún momento, y a sus amigos.
Ahora la luz aparecía como tímida de salir una vez mas aquella mañana, los pájaros despertaban al sentir la luz de sol sobre ellos... y pronto Duo encontró a alguien quien lo llevara al pueblo mas cercano... el pueblo del Guadiana, ese era el mas cercano según le indico el señor que lo recogió, a solo dos horas de ahí...
Con un pequeño suspiro que salió de sus labios abrió los ojos... se sentía haber despertado de un largo.. un largo sueño... o mejor dicho una pesadilla, se dio la vuelta en la cama... ¿esperaba encontrarse con esos ojos violetas que le sonreían y le alegraban el día?; es que acaso se había acostumbrado en tan poco tiempo a la tierna, silenciosa pero cariñosa presencia de ese muchacho... si un muchacho.... un muchacho demasiado bello, demasiado cariñoso. Se sentó en la cama todavía analizando la información que su cerebro le mandaba de lo acontecido por la noche...
Se había enterado que su esposa era en verdad un muchacho... un chico que le lloro y suplico que lo escuchara y le permitiera explicarse... un muchacho al que no escucho...; se paso una mano por el cabello... pero es que todo eso le daba tanta rabia!!... aparte de haber sido burlado... "no, espera... ese chico no tuvo la culpa de nada... tu lo escogiste... tu el que se enamoró de él" le dijo su interior... "y el problema.. la rabia que sientes es que... aun, aunque supiste que era un chico... ese amor no cambio... ¿cierto Heero Yuy?"; cerró su puño dejándolo caer en un fuerte golpe en la sabanas de aquella cama, esa cama donde anoche había sentido un placer.. un placer que no podía describir con simples palabras terrenales al hacer suyo el delicado cuerpo de ese precioso joven.
Se levanto y sintió el cuerpo como si fuera de plomo... ¿a donde estaría Di?... tenía.. tenía que pedirle disculpas.. anoche.. ¡anoche lo había lastimado!. Corrió a buscarla.. por toda la hacienda.. pero por ninguna parte había rastros de el.
-"Tal vez este en la cocina"- penso el joven hacendado, pero al entrar a la cocina que ahora estaba solo llena por Hilde quien se encargaba de prender el fuego para el desayuno no la encontró, ahí no estaba Di; la jovencita se sorprendió de ver allí tan temprano a su señor.
-¿Se le ofrece algo señor?- pregunto con voz amable..
-Di..- fue lo único que alcanzo a articular los labios de Heero... su cuerpo aun no obedecía a lo que su corazón le dictaba... su cuerpo estaba confundido.. pues la mente y el corazón de su dueño les dictaban ordenes totalmente contradictorias.
Hilde lo miró algo confusa -no la he visto señor... creí que aun seguirá dormida... - Heero no espero a que Hilde dijera otra palabra, volvió a buscar a Duo por toda la casa.. pero ni rastro de el...; entonces recordó.. el jardín... aun sin vestirse con la ropa normal que uno lleva de día salió hasta el jardín que había sido el presente de bodas para él; pero en ese jardín solo lo esperaba el murmullo del viento... nada.. no estaba... se sentó en una pequeña banca cercana a el y llevo sus manos a su cara... comprendía el por que se había ido.. despues del trato de anoche..
"Se fue por que tuvo miedo.. el tuvo la culpa" lo asaltó de repente ese pensamiento "se fue por que no te quiso decir la verdad" volvió a pensar "además.. tu no puedes estar enamorado de otro hombre" se levanto de golpe, la extraña furia que había sentido anoche lo volvía a inundar, esa furia que hacia que su cuerpo quemara en una forma totalmente desagradable..
-No se irá... me pertenece...- susurró el joven hacendado.
A nadie le dijo a donde iba... a nadie le dirigió palabra alguna cuando salió de la hacienda hecho una furia cabalgando velozmente... pero tampoco nadie le preguntó... era mejor dejar en paz al señor Yuy cuando estaba enojado.. eso todos los empleados lo sabían.
**************************************************************************** ***************************
Al llegar al pueblo Duo le agradeció al señor que amablemente lo había llevado con una de sus joyas que llevaba metidas en el bolsillo.
-Gracias por traerme... fue muy amable..- le dijo Duo tendiéndole un pequeño anillo con una incrustación de genuino diamante.
-No es por nada pequeño...- le dijo el anciano hombre con poblado bigote y piel tostada por el sol -pero tu te encuentras bien? seguro?- le pregunto por enésima vez.
-Si estoy bien..- dijo llevándose una mano a su mejilla, antes de salir en su inesperada fuga de la hacienda no se había visto en el espejo, hasta que ese señor al recogerlo en el camino y con cara de susto le pregunto si lo habían asaltado.. Duo comprendió despues el porque de ese pensamiento del señor, su mejilla estaba hinchada (efecto supuso por la bofetada) y el labio lucia también un poco hinchado y rojo...
-Si quieres te puedo dejar mas cerca del pueblo a donde vas- se ofreció el señor cuando Duo no quitaba la mano para ofrecerle el pequeño anillo.
-No.. aquí es donde venía.. en verdad- le dijo ya colocándole al fin el anillo en la palma de la mano y bajándose de la carreta. La verdad era que no sabia a donde iría despues de mandar las escrituras a su casa... no tenia ni la mas mínima idea a donde dirigirse.. solo sabia una cosa.. quería irse muy lejos de su pasado.
-Como digas... cuídate..- le dijo, Duo le sonrio y una vez mas le dio las gracias.. si no fuera por ese señor se hubiera tardado por lo menos otras cuatro horas en llegar a ese pueblo.
El señor vio como la pequeña figura de ese niño se perdía de su vista al caminar entre las calles que aun estaban vacías, y no era raro puesto que hacia solo unas cuantas horas había amanecido por lo que serian solamente las siete u ocho de la mañana.. un pequeño que no tendría mas de 17 años.. que se veía de buena familia, ¿que andaría haciendo solo por el camino? bueno... ese ya no era asunto suyo.
En cuanto se bajo de la carreta y por supuesto que le agradeció debidamente a ese señor se dirigió a la oficina de correos... traía muy poco dinero en efectivo.. así que tendría que vender en alguna parte las joyas que se había traído con el, y ahora utilizaría ese dinero en efectivo en mandar las escrituras.
Todas las personas se le quedaban viendo, lo noto cuando salió de la oficina de correos... Duo supuso que por la pinta que traía.. con ropa que le quedaba un poco grande.. la cara algo golpeada... y además sus el raro color de sus ojos.. no era raro que así fuera... se acomodo mejor el cuello de la camisa y el saco para evitar que su largo pelo trenzado saliera a la vista, y camino con la cabeza mirando al suelo.. así nadie notaria sus ojos...
**************************************************************************** ***************************
La velocidad con la que iba ese caballo correspondía exactamente a la velocidad con que latía el corazón de su jinete... el cabello rebelde de Heero combatía contra el viento que chocaba en su cara.. en menos tiempo del esperado ya divisaba el pueblo.. era obvio.. si Di quería escaparse tendría que pasar por el pueblo, ahí tal vez alguien le diría que rumbo había tomado..
-no te dejare ir tan fácil.. "no dejare ir a mi hermoso tesoro"- penso para muy adentro de si... y es que, o Heero Yuy era demasiado machista o solo demasiado tonto para admitir que realmente... pese a lo que había pasado, estaba enamorado de ese ser de sonrisa de ángel y ojos amatistas... estaba enamorado de otro hombre.
El caballo empezó a disminuir su marcha conforme se acercaban al pueblo, ya en el, Heero desmonto y procedió a buscarlo... el pueblo a esa hora no estaba demasiado lleno, solo de ciertas personas que salía temprano a los mercados por verdura o vivires frescos, ahí vio una figura que caminaba despacio, con la cabeza gacha.
Lo sintió.. sintió una profunda mirada que lo revisaba de pies a cabeza, volteo a su alrededor para buscar y comprobar que esa mirada era solamente producto de su imaginación, y lo vio... parado ahí.. viéndolo a el..... rápido como un rayo aparto su mirada de la otra azul-cobalto que lo miraba con cierto toque de alivio...
Era el.. no cabía duda.. esos ojos eran inconfundibles, por Dios esos ojos estaban grabados en su mente ¿como no reconocerlos?, camino la poca distancia que los separaba.. tomo su brazo para obligarlo a voltear para que lo mirara a el en lugar del suelo.
-no me toques..- se escucho la voz de Duo decirle a Heero con algo de rencor.
-Debes volver conmigo..- fue lo único que dijo como respuesta Heero.
-¿Volver...? sí.. cierto.. se me olvidaba... ¿no puedes dejar ir así como así a una res mas de tu ganado, no?- dijo mientras trataba de evitar que las lagrimas salieran.. no debía de demostrarle a Heero que se sentía tan débil moralmente en esos momentos, no debía permitirle ver lo pequeño que se sentía en ese instante.
-Nunca dije eso..-
-No.. no ahora.. pero lo dijiste ayer.. yo soy tuyo...- dijo volteando para encararlo finalmente... las lagrimas que había tratado de evitar que no salieran lo hicieron cuando vieron a Heero mirarlo de aquella misma manera que siempre, desde que lo había conocido lo había hecho, de una manera dulce.
-eso es verdad... eres mío "eres mi tesoro.. mi pequeño y hermoso tesoro"...- ¿por qué eso ultimo era incapaz de decírselo frente a frente a Duo?...
-si... soy solo una mas de tus pertenencias.. pero ya me canse..- dijo sacando de entre sus ropas la mágnum que había tomado del ropero.
Heero se sorprendio un poco al ver que ese pequeño lo amenazaba con su propia pistola, mas despues una sonrisa de burla salió de sus labios, aun sin querer hacerlo.
Cierto, los nervios que ahora sentía su cuerpo eran más grandes que él.. le estaba apuntado con un arma a Heero.. y él ¡solo se reía! ¡el maldito se reía! -no creo que sea momento de reírte.. creas o no.. se manejar esto...- dijo con la voz mas calmada que pudo fingir.
-Oh no lo dudo Di... pero.. deberías de fijarte que este cargada antes de apuntar...- dijo acercándose a el y tomando en sus manos el arma.. esa era la mágnum que guardaba en el closet.. solo que la guardaba sin nada de balas, las balas las tenia el escondidas en otra parte, por lo que esa arma estaba sin munición alguna y era completamente inútil en esos momentos.
Duo vio, no supo si con horror o con alivio como Heero le quitaba el arma de la mano como si de un juguete se tratase y se la guardaba en su cinto; lo agarro por el antebrazo y solo le susurro -sube al caballo.. volverás conmigo... recuérdalo..- dijo tomando su barbilla pero manteniendo la distancia adecuada - ...eres mío- Heero vio esos grandes ojos viéndolo con miedo, con duda.. Y con suplica... ¡cómo amaba esos ojos! ¡Cómo amaba a su dueño! y como estuvo tentado a besar esos labios de nuevo, a perderse en esa dulzura que habían dejado los tibios y carnosos labios de Duo antes en los suyos propios.. pero no lo hizo.. no lo hizo por que se lo impidió esa misma voz molesta que era la que le recordaba a cada segundo que "el es un hombre.. tu "esposa" es un hombre"; soltó con desprecio la barbilla de Duo -no lo diré de nuevo, sube al caballo.. te regresas conmigo..-
La respiración de Duo era rápida... por el coraje y la impotencia de saber que nada podía hacer para impedir que Heero le obligara a regresar con el de nuevo a la hacienda....
El camino fue lento.. fue tortuoso... para ambos chicos... Duo iba atrás de Heero, abrazándolo por la cintura para evitar caer del caballo, y ese aroma, ese maravilloso aroma tan característico de el no lo abandonaba.. y eso lo torturaba... pues ese aroma solo le traía recuerdos tan hermosos de su "esposo", momentos en que se dijo que tal vez no estaba tan mal amar a ese hombre... pero que ahora le torturaban por que le recordaban que ese hombre... ese hombre que le había repetido tantas veces que no lo lastimaría.. lo había hecho.
Sus cálidos brazos rodearlo de nuevo.. ¡¿por que maldición?! ¿por que no podía decirle que lo amaba.... que nada cambiaria.. y que lo perdonaba... que se arrepentía desde el fondo de su alma lo hecho anoche? deseaba que ese momento se detuviera y se hiciera eterno, que esos brazos jamás lo soltaran.
El silencio era su peor enemigo o su mejor aliado, el silencio tal vez era una trampa mortal que les impedía decirse lo que realmente sentían, un sincero "lo siento"... un apasionado "te amo", o tal vez era su mejor arma pues sus corazones podían sentirse latir al mismo ritmo, sus propios corazones aunque sus dueños no lo supieran si podían sentir sin palabras, con solo el tacto de sus cuerpos abrazados aun si fuera sin querer, que esos dos corazones estaban latiendo y diciendo al mismo tiempo un suave, amoroso y sincero "perdóname... yo te amo".
**************************************************************************** ***************************
A varios kilómetros de ahí, ha varios días de viaje del pueblo donde se encontraba Duo, un chico de cabellos negros preparaba todo para un viaje, en una mano sostenía un arrugado papel; una carta que le había llegado hacia unos pocos minutos desde el pueblo del guadiana.
El señor Winner solo le había confirmado la pregunta que le había hecho, Di se había casado y marchado del pueblo... mas no le había querido decir con quien ni a que lugar se había ido. Mas pronto se le ocurrió la manera en como podía lograr saber aquello, con Adrián, un compañero de base; el mismo que le había dicho que escapara.
Claro que para comunicarse con el de inmediato lo había hecho a través de un telegrama, mas parecía que para esas fechas todo el mundo trabajaba en su contra pues Adrián se había tardado casi una semana en contestar... no supo si fue por que no sabia con quien era que Duo se había casado o por que había dudado si decirle o no.... pero al menos ahora el "esposo" de Duo tenia una identidad para el "Heero Yuy".
El pueblo del Guadiana estaba demasiado lejos de la actual posición donde el se encontraba, y si se sumaba a todo el tiempo que había perdido tras buscar la pista por parte del señor Winner, había perdido mucho tiempo. Pero ya no lo perdería.. esa misma tarde partiría para buscar a Duo...
-Hijo.... ¿estas seguro de ir por la niña...?- pregunto su madre mientras lo veía caminar por todo el pequeño cuarto de lo que era su nueva casa, una casa pequeña, humilde cierto.. pero que ahora ya era propia, un lugar donde podía dejar a su madre sin preocupación alguna.
-Si... se lo prometí... le dije que el algún día sería feliz... y ¿sabe madre? no me importa si el no es feliz a mi lado... no importa si se quiere alejar de mi millones de kilómetros... no me importa si no es a mi lado... solo me importa que sea realmente feliz y libre de hacer lo que el verdaderamente quiera- dijo con leve tono de tristeza en su voz, y es que todo aquello que decía era verdad... si Duo era feliz aunque no fuera a su lado, el seria feliz.
-Que mi Dios te acompañe... cuídate hijo- le dijo persignándolo y dándole su bendición, Wufei sonrio y beso a su madre... era hora de partir para traer a Duo consigo.
**************************************************************************** ***************************
El dolor que hasta hace poco no había sentido, no sabia si en parte por la adrenalina que había recorrido su cuerpo por sentir que debía escapar, o por que ahora si no tenia otra cosa en que pensar si no en ese dolor que recorría cada centímetro de su cuerpo. Recargo la cabeza en la espalda del que ahora se proclamaba su dueño... como odiaba eso de sentirse solo como un objeto mas, como odia sentir que siempre, toda su vida le había pertenecido a alguien menos a si mismo. La cabeza también le dolía... necesitaba dormir..... no había dormido nada... necesitaba descansar... necesitaba olvidar... si, olvidar.. eso era lo que más necesitaba.
Los brazos que le rodeaban la cintura iban aflojando conforme avanzaban en el camino su abrazo, Heero se preocupo, conque el pequeño no quisiera saltar del caballo para salir huyendo. Detuvo un poco el andar del caballo, que no era muy rápido; tenia que cersiorarse que su pequeño tesoro no intentaba escapar de el nuevamente.
Antes de girarse para observar si se encontraba bien el abrazo de su cintura se soltó por completo, en un rápido movimiento Heero se dio la vuelta completamente y alcanzo a atrapar, por una milésima de segundo a tiempo, en sus brazos a Duo que se había desmayado.
-Di...- dijo golpeando con delicadeza la mejilla que ahora estaba un poco pálida del muchacho bonito, para ver si reaccionaba ante esta acción. Heero bajo en sus brazos a Duo y lo recostó sobre el pasto bajo la sombra de un árbol que afortunadamente estaba cerca, cercioró la frecuencia de los latidos del corazón de Duo, comprobó su respiración, pausada no agitada... cualquiera podría decir que solo estaba durmiendo... paso un dedo sobre los labios un poco abiertos de Duo, esos labios carnosos que invitaban con la sola vista a tocarlos... se agacho un poco y deposito un beso en ellos... -perdóname... no era mi intención lastimarte...- susurro, para desgracia Duo no lo pudo escuchar. Se quedo un rato mas observando al muchacho, realmente era hermoso, eso nunca lo dudaría, al estar observando con tanto detenimiento a Duo observo que su cabello lo llevaba trenzado; aun sin saber por que, un impulso que nació de el, se aproximo a Duo y lo coloco sobre su pecho, quedando el recargado en el árbol con Duo sobre su pecho.... como aquella noche en que habían dormido los dos abrazandose mutuamente, y como aquella noche comenzó a desbaratar la trenza de Duo, con ternura.. con calma...
Subió a al caballo colocándose esta vez a Duo enfrente de el, aun seguía desmayado y lo mejor seria que descansara en la Hacienda. El caballo comenzó a galopar con mas velocidad, pronto seria medio día y el sol estaría en todo su apogeo, eso sería dañino para el joven que ahora semi- descansaba en sus brazos.
Los empleados de la Hacienda no dijeron nada al verlo llegar con Duo en los brazos, ni Relena había salido a darle la bienvenida como siempre lo hacia... en parte eso Heero lo agradecía, pues que vieran a Di con ropas de hombre harían que los empleados se formularan demasiadas preguntas.
Bajo del caballo y se llevo en los brazos a Duo hasta la recamara. También dentro la casa lucia solitaria.... al parecer aquella niña, Hilde, les había avisado a los demás que no estaba de humor para que nadie lo molestara. Ya se imaginaba todo el escandalo que abría entre los empleados al saber que el se había despertado y el patrón no estaba; pero eso era algo que no le importaba, no le importaba lo que la demás gente dijese.
Entro a sus habitaciones y deposito con cuidado a su joven "esposa" en la cama... se le quedo mirando de nuevo... como... ¿cómo había sido que el..?, movió su cabeza en señal de negación, no era tiempo para andarse preguntado cosas, saco uno de los vestidos de Di y lo coloco en la cama... ¿aun a sabiendas de que era en verdad un hombre lo obligaría a vestir a seguir vistiendo como mujer?, sí, por ahora... mientras decidía que haría, por que ahora, que su cabeza podía pensar con un poco mas de claridad solo sabia algo, no quería alejarse la persona que le había robado su corazón...
Comenzó a quitarle la ropa de hombre que llevaba, nunca.. nunca se había dado de lo pequeño que era... de lo frágil que podía parecer... su corazón se sintió como si lo estrujaran... desabotono poco a poco la camisa de lino blanca que llevaba, y dejo al descubierto la piel blanca, donde se podían apreciar unos pocos raspones y heridas... toco con suavidad cada herida que dejaba al descubierto... "yo... yo te hice esto..." dijo mientras sentía como un nudo se atoraba en su garganta y sus ojos se cristalizaban a causa de las lagrimas que se asomaban en ellos.
Vistió con un vestido sencillo a Duo y lo dejo dormir... bajo y le dio indicaciones a Hilde de ir por la tarde al cuarto y ofrecerle algo a Di de comer.... y se encerró en su estudio, sin decir nada mas.
**************************************************************************** **************************
En la mansión Winner todo estaba apacible y tranquilo, Dorothy estaba descansando en el sofá haciendo compañía a su marido mientras este terminaba de arreglar unos papeles y de revisar la correspondencia de ese día.
-Me preocupa...- murmuro Dorothy mientras dejaba de leer lo que sostenía en sus manos, un antiguo volumen de nombres y su significado que le había regalado Quatre hasta hacia unos días para que eligiera el mejor nombre para su hijo o hija.
Quatre alzo la mirada de los papeles que hasta hacia poco ocupaban su atención para dedicar a hora esa atención a su esposa. Quatre sabia perfectamente a que era lo que se refería su esposa, a Duo, le preocupaba al igual que él, el bienestar de Duo, y es que hacia casi medio mes que no sabían de él.
-Ya le mandaste una carta no, amor?- pregunto este con una sonrisa para tratar de tranquilizar a Dorothy.
-Sí.. pero... esas cosas tardan.... hubiera sido mejor enviar un telegrama...- le contesto sin dejar el tono de preocupación en su voz.
-Dorothy... los rumores malos corren rápido..... si hubiera sucedido algo malo, créeme, ya lo sabríamos-
-Espero esta vez no te equivoques Quatre...- suspiro, las palabras de su marido siempre tenían aquel sentimiento reconfortante para ella.
Quatre le dedico una hermosa sonrisa -alguna vez me he equivocado querida mía?- pregunto en tono juguetón.
-Pues... dices que será niña.... y yo estoy segura que será niño- dijo sonriendo Dorothy mientras acariciaba su vientre que ya se notaba cada día mas.
La platica fue interrumpida por un mensaje que había llegado de urgencia, un telegrama.
-Oh por Dios.... ya se entero....- murmuro Quatre aun si creerlo.
-Que pasa querido?- pregunto Dorothy al ver la cara de preocupación de su marido.... acaso sería de Duo informándoles que ya se entero el joven Yuy de la verdad.
-Wufei... Wufei sabe donde esta Duo... y dice que ira por el.... cueste lo que cueste...-
Dorothy suspiro con alivio al saber que se había equivocado en sus suposiciones, pero noto que Quatre aun seguía con el ceño fruncido en señal de preocupación.
-Tal vez sea lo mejor...-
-Tal vez Dorothy.... o tal vez solo complique las cosas para Duo...-
Dorothy abrazo a su esposo -ni digas eso.. me preocupare mas de lo que ya lo estoy...-
-Es un niño...- soltó a fin Quatre.
-Eso crees? así ves a Duo, Quatre? como un niño?-
--es decidido... inteligente... pero es un niño... y me temo que sus sentimientos lo pueden traicionar- comento con tristeza Quatre, al el también le preocupaba Duo, tal vez por que siempre lo había visto como un hermanito menor al cual proteger.
**************************************************************************** **************************
Es que la verdad no podía hacer otra cosa mas que encerrarse en su estudio.. para pensar, analizar y resolver como manejaría todo ese asunto... para resolver que es lo que haría. No la quería, es decir (recordó que en verdad era un chico) no lo quería volver a lastimar... pero es que esa repentina rabia que se apoderaba de su cuerpo nunca la había podido manejar... siempre había sido un chico demasiado impulsivo en cuanto sentía rabia; siempre perdia el control de su cordura cuando sentía rabia... y el no quería... no quería volver a lastimar a ese pequeño ángel que era su tesoro.
Se sentó en una silla, entrelazo sus manos y coloco sobre ellas el mentón.... ahora si que no sabia que hacer... era obvio que ese matrimonio no valía... pero el no quería separarse de Duo, no le valía un verdadero comino las escrituras... La verdad era que el se consideraba su dueño, pues el consideraba a Duo el dueño de su corazón.
Suspiro, se levanto y comenzó a caminar por el pequeño estudio, no se había dado cuenta del tiempo que había pasado hasta que el propio sol se lo indico cuando ya daba sus últimos rayos de despedida por ese día. Se pregunto si acaso Duo ya había despertado.. salió del estudio y fue hasta sus habitaciones, donde encontró a un Duo aventando toda su ropa afuera.
-¿Que estas haciendo?- pregunto Heero arqueando una ceja.
-Estas ciego? te estoy corriendo de esta habitación- dijo metiendose nuevamente a la habitación para sacar otro tanto de ropa.
-No puedes hacer eso-
-Oh no? solo mírame...- dijo mirándolo a los ojos mientras alzaba los brazos para tirar la ropa que traía en las manos.
-No..- dijo sujetando su muñeca y mirándolo.
Duo le sostuvo la mirada -ni creas que volveré a dormir contigo.... y como no me quieres dejar ir a mi casa...-
-Es tu deber quedarte conmigo... eres mi esposa no?- dijo esto ultimo con rudeza Duo sin dejar de sostener la muñeca de Duo en alto, estaban afuera de sus habitaciones por lo que sus voces se podían escuchar por la casa.
- No.. no es mi deber.. yo no quiero estar aquí.. no despues de lo que me hiciste...- dijo mirándolo fríamente y metiendose a la habitación para seguir con su labor de "saca a Heero de tu cuarto". -Y lo mas importante.. no soy tu esposa....- dijo.
-Si lo eres-
-No... no lo soy... deje de serlo cuando rompiste tu promesa.... creí que eras otro.. pero.. que sorpresa me lleve- dijo sonriendo con un dejo de cinismo.
-Mira quien habla de sorpresas...- contesto a su vez Heero.
-Eso te pasa.... por no verificar lo que compras antes...- dijo Duo colocándose frente a Heero.
-Cállate!- dijo Heero al escuchar esa verdad, levanto la mano en ademán de dar un golpe, pero Duo no se inmuto.
-Adelante... adelante.. muéstrame de nuevo lo fuerte que puedes llegar a ser... pero te advierto... esta vez yo no seré tan dócil.. ayer me sorprendí... pero hoy no será así-- dijo sin apartar la mirada de decisión que tenían sus ojos en ese momento.
Fuego... vio fuego en esos ojos violáceos, vio un fuego que atraía..; bajo la mano casi automáticamente a ver ese fuego arder; cerro los ojos y forzo una risa de burla salir de sus labios -haz lo que quieras... pero no podrás irte de esta casa- dijo saliendo de la habitación dando por terminada la discusion.... ya despues mandaria a algun sirviente a recoger toda la ropa y llevarla a otra habitación.
Pero para Duo la discusión no había terminado, no señor... ya había pasado diecisiete años de su vida dejando a otros tener la ultima palabra sin el haber dicho todo lo que quería, así que salió siguiendo a Heero.
-Sí, me quedare aquí.. por que me obligas- dijo, Heero se dio la vuelta, de nuevo se estaba comenzando a enojar..
-Sí... te obligo.. así que te quedas por que té quedas!- grito ya con impaciencia.
-Me podrás obligar a que me quede...- comenzó a decir Duo con voz pausada, aparentemente calmada, pero llena de dolor -incluso me podrás obligar a que me vuelva a entregar a ti...- dijo mientras se obligaba a que las lagrimas no aparecieran y no lo hicieron -pero nunca... nunca me podrás obligar a amarte.... por que nunca podría amar a alguien como tu- no dijo alguna palabra mas, se dio la vuelta dejando a un perplejo Heero en el pasillo.
"Nunca podría amar a alguien como tú" esas fueron las palabras que se quedaron resonando en la cabeza del joven hacendado, que se había quedado casi como paralizado en aquel solitario pasillo.
**************************************************************************** **************************
Nos volvemos a ver las caras ne? ^_____^
Mmmm, a esta relación no le veo buen camino.... y ustedes? ^^
Pues que decir...? no tengo muchos comentarios para este capitulo, excepto quizás que estoy batallando para encontrar a mi musa... insiste en irse de paseo por ratos y me deja la mente en blanco.
También seguir agradeciendo los hermosos reviews que me dejan, que crean o no, leo todos. En serio que esos me dan animo a seguir esforzándome en que los capítulos queden de lo mejor ^^.
Otra cosa... lo de la mágnum... un detalle que ni me moleste en investigar, pero si no existían magnums en esa época pues..... pues..... ni modo!!! "mi mundo.... mis reglas ^_________________^ jejejeje", eso es lo mejor de ser escritora xD.
Que mas?. Mmm si se preguntan como fue que Duo pudo caminar despues de eso.... pues agarro fuerza interna.. además que el cuerpo no le dolía para esos momentos, pero cuando el cuerpo se enfrió le comenzó a doler (como cuando haces ejercicio... al momento todo bien y despues ya por la mañana sientes como si te hubiera atropellado un camión).
Y si..... Heero de villano al violar a Duo...... muaja muaja muaja muaja jajajajajajajajaja (risa de maniática).... perdón.. pero.... pues.... ¿así es Heero ^^u? (Duo: .... tres "p" seguidas o.oU)
Verdad que no me tardo en subir los capítulos?? (Duo: noooooo... quien dice?) ¬¬ ja-ja que sarcástico..... meno.. pues me tardo menos de una semana..... así que no deben quejarse ^^U...... (Duo: no le crean, quéjense.. así se apura en escribir los capítulos.)
Duo!! no les des ideas a mis lectores.
Este capitulo va dedicado a todos los que leen este fic ^^ con amor de Kary- chan, gracias por apoyar mi historia.
(Duo: ahora la cantaleta de cada capitulo dicha por mi, ejem ejem....DEJEN REVIEWS...... lo dije bien Kary?)
*o* precioso... te mereces un regalo ^_____^ .
Matta ne!!!!! kary_yuy@hotmail.com
**************************************************************************** ***************************
ACTO 8.
El aliento parecía que se le desvanecía a cada paso que daba, mas no debía de darse por vencido, tenia que llegar, al menos al pueblo...
El cuerpo le dolía sobremanera.... tal vez solo tan horas antes había dejado de sentir el dolor de su cuerpo pues el dolor de su corazón era lo único que le dolía realmente, pero ahora el dolor físico volvía. La leve luz del alba dejaba divisar parte del camino.... aunque lo que se veía era solo el solitario camino de viaje rodeado de algunos cuantos árboles que crecían a su costado; hubiera sido mas fácil, sin lugar a dudas si hubiese tomado un caballo, pero si hubiera hecho eso habría alertado a todos de su huída.. y eso era lo que menos quería.
El caminar le había hecho no detenerse a pensar en lo sucedido horas antes, el caminar había despejado en cierta manera su pensar; pero ahora que estaba ahí sentado en medio de la soledad su mente le quería hacer recordar... se recargo en un árbol, rodeo su cuerpo con sus brazos para darse calor, pues el fresco de la mañana se estaba sintiendo, y ese aroma... ese aroma que sin lugar a dudas le recordaba a un bosque.. ese aroma que le daba en cierta forma una paz, ese aroma que había aprendido a amar en tan pocos días, ese aroma que tanto le gustaba; el aroma de el le llego... sus ropas olía a el.. al Heero dulce y cariñoso que le decía con una sonrisa que lo amaba y que era su tesoro... una lagrima solitaria viajo por la sonrosada mejilla de Duo, una lagrima a la que no le siguieron mas... por que... ¿de que valía llorar por lo que había pasado?
"Ninguna Duo... ninguna" se dijo para darle a entender a su mente que se obligaría en dejar todo su pasado atrás, que se obligaría a olvidar a Heero, a su familia... si le pudo llamar familia en algún momento, y a sus amigos.
Ahora la luz aparecía como tímida de salir una vez mas aquella mañana, los pájaros despertaban al sentir la luz de sol sobre ellos... y pronto Duo encontró a alguien quien lo llevara al pueblo mas cercano... el pueblo del Guadiana, ese era el mas cercano según le indico el señor que lo recogió, a solo dos horas de ahí...
Con un pequeño suspiro que salió de sus labios abrió los ojos... se sentía haber despertado de un largo.. un largo sueño... o mejor dicho una pesadilla, se dio la vuelta en la cama... ¿esperaba encontrarse con esos ojos violetas que le sonreían y le alegraban el día?; es que acaso se había acostumbrado en tan poco tiempo a la tierna, silenciosa pero cariñosa presencia de ese muchacho... si un muchacho.... un muchacho demasiado bello, demasiado cariñoso. Se sentó en la cama todavía analizando la información que su cerebro le mandaba de lo acontecido por la noche...
Se había enterado que su esposa era en verdad un muchacho... un chico que le lloro y suplico que lo escuchara y le permitiera explicarse... un muchacho al que no escucho...; se paso una mano por el cabello... pero es que todo eso le daba tanta rabia!!... aparte de haber sido burlado... "no, espera... ese chico no tuvo la culpa de nada... tu lo escogiste... tu el que se enamoró de él" le dijo su interior... "y el problema.. la rabia que sientes es que... aun, aunque supiste que era un chico... ese amor no cambio... ¿cierto Heero Yuy?"; cerró su puño dejándolo caer en un fuerte golpe en la sabanas de aquella cama, esa cama donde anoche había sentido un placer.. un placer que no podía describir con simples palabras terrenales al hacer suyo el delicado cuerpo de ese precioso joven.
Se levanto y sintió el cuerpo como si fuera de plomo... ¿a donde estaría Di?... tenía.. tenía que pedirle disculpas.. anoche.. ¡anoche lo había lastimado!. Corrió a buscarla.. por toda la hacienda.. pero por ninguna parte había rastros de el.
-"Tal vez este en la cocina"- penso el joven hacendado, pero al entrar a la cocina que ahora estaba solo llena por Hilde quien se encargaba de prender el fuego para el desayuno no la encontró, ahí no estaba Di; la jovencita se sorprendió de ver allí tan temprano a su señor.
-¿Se le ofrece algo señor?- pregunto con voz amable..
-Di..- fue lo único que alcanzo a articular los labios de Heero... su cuerpo aun no obedecía a lo que su corazón le dictaba... su cuerpo estaba confundido.. pues la mente y el corazón de su dueño les dictaban ordenes totalmente contradictorias.
Hilde lo miró algo confusa -no la he visto señor... creí que aun seguirá dormida... - Heero no espero a que Hilde dijera otra palabra, volvió a buscar a Duo por toda la casa.. pero ni rastro de el...; entonces recordó.. el jardín... aun sin vestirse con la ropa normal que uno lleva de día salió hasta el jardín que había sido el presente de bodas para él; pero en ese jardín solo lo esperaba el murmullo del viento... nada.. no estaba... se sentó en una pequeña banca cercana a el y llevo sus manos a su cara... comprendía el por que se había ido.. despues del trato de anoche..
"Se fue por que tuvo miedo.. el tuvo la culpa" lo asaltó de repente ese pensamiento "se fue por que no te quiso decir la verdad" volvió a pensar "además.. tu no puedes estar enamorado de otro hombre" se levanto de golpe, la extraña furia que había sentido anoche lo volvía a inundar, esa furia que hacia que su cuerpo quemara en una forma totalmente desagradable..
-No se irá... me pertenece...- susurró el joven hacendado.
A nadie le dijo a donde iba... a nadie le dirigió palabra alguna cuando salió de la hacienda hecho una furia cabalgando velozmente... pero tampoco nadie le preguntó... era mejor dejar en paz al señor Yuy cuando estaba enojado.. eso todos los empleados lo sabían.
**************************************************************************** ***************************
Al llegar al pueblo Duo le agradeció al señor que amablemente lo había llevado con una de sus joyas que llevaba metidas en el bolsillo.
-Gracias por traerme... fue muy amable..- le dijo Duo tendiéndole un pequeño anillo con una incrustación de genuino diamante.
-No es por nada pequeño...- le dijo el anciano hombre con poblado bigote y piel tostada por el sol -pero tu te encuentras bien? seguro?- le pregunto por enésima vez.
-Si estoy bien..- dijo llevándose una mano a su mejilla, antes de salir en su inesperada fuga de la hacienda no se había visto en el espejo, hasta que ese señor al recogerlo en el camino y con cara de susto le pregunto si lo habían asaltado.. Duo comprendió despues el porque de ese pensamiento del señor, su mejilla estaba hinchada (efecto supuso por la bofetada) y el labio lucia también un poco hinchado y rojo...
-Si quieres te puedo dejar mas cerca del pueblo a donde vas- se ofreció el señor cuando Duo no quitaba la mano para ofrecerle el pequeño anillo.
-No.. aquí es donde venía.. en verdad- le dijo ya colocándole al fin el anillo en la palma de la mano y bajándose de la carreta. La verdad era que no sabia a donde iría despues de mandar las escrituras a su casa... no tenia ni la mas mínima idea a donde dirigirse.. solo sabia una cosa.. quería irse muy lejos de su pasado.
-Como digas... cuídate..- le dijo, Duo le sonrio y una vez mas le dio las gracias.. si no fuera por ese señor se hubiera tardado por lo menos otras cuatro horas en llegar a ese pueblo.
El señor vio como la pequeña figura de ese niño se perdía de su vista al caminar entre las calles que aun estaban vacías, y no era raro puesto que hacia solo unas cuantas horas había amanecido por lo que serian solamente las siete u ocho de la mañana.. un pequeño que no tendría mas de 17 años.. que se veía de buena familia, ¿que andaría haciendo solo por el camino? bueno... ese ya no era asunto suyo.
En cuanto se bajo de la carreta y por supuesto que le agradeció debidamente a ese señor se dirigió a la oficina de correos... traía muy poco dinero en efectivo.. así que tendría que vender en alguna parte las joyas que se había traído con el, y ahora utilizaría ese dinero en efectivo en mandar las escrituras.
Todas las personas se le quedaban viendo, lo noto cuando salió de la oficina de correos... Duo supuso que por la pinta que traía.. con ropa que le quedaba un poco grande.. la cara algo golpeada... y además sus el raro color de sus ojos.. no era raro que así fuera... se acomodo mejor el cuello de la camisa y el saco para evitar que su largo pelo trenzado saliera a la vista, y camino con la cabeza mirando al suelo.. así nadie notaria sus ojos...
**************************************************************************** ***************************
La velocidad con la que iba ese caballo correspondía exactamente a la velocidad con que latía el corazón de su jinete... el cabello rebelde de Heero combatía contra el viento que chocaba en su cara.. en menos tiempo del esperado ya divisaba el pueblo.. era obvio.. si Di quería escaparse tendría que pasar por el pueblo, ahí tal vez alguien le diría que rumbo había tomado..
-no te dejare ir tan fácil.. "no dejare ir a mi hermoso tesoro"- penso para muy adentro de si... y es que, o Heero Yuy era demasiado machista o solo demasiado tonto para admitir que realmente... pese a lo que había pasado, estaba enamorado de ese ser de sonrisa de ángel y ojos amatistas... estaba enamorado de otro hombre.
El caballo empezó a disminuir su marcha conforme se acercaban al pueblo, ya en el, Heero desmonto y procedió a buscarlo... el pueblo a esa hora no estaba demasiado lleno, solo de ciertas personas que salía temprano a los mercados por verdura o vivires frescos, ahí vio una figura que caminaba despacio, con la cabeza gacha.
Lo sintió.. sintió una profunda mirada que lo revisaba de pies a cabeza, volteo a su alrededor para buscar y comprobar que esa mirada era solamente producto de su imaginación, y lo vio... parado ahí.. viéndolo a el..... rápido como un rayo aparto su mirada de la otra azul-cobalto que lo miraba con cierto toque de alivio...
Era el.. no cabía duda.. esos ojos eran inconfundibles, por Dios esos ojos estaban grabados en su mente ¿como no reconocerlos?, camino la poca distancia que los separaba.. tomo su brazo para obligarlo a voltear para que lo mirara a el en lugar del suelo.
-no me toques..- se escucho la voz de Duo decirle a Heero con algo de rencor.
-Debes volver conmigo..- fue lo único que dijo como respuesta Heero.
-¿Volver...? sí.. cierto.. se me olvidaba... ¿no puedes dejar ir así como así a una res mas de tu ganado, no?- dijo mientras trataba de evitar que las lagrimas salieran.. no debía de demostrarle a Heero que se sentía tan débil moralmente en esos momentos, no debía permitirle ver lo pequeño que se sentía en ese instante.
-Nunca dije eso..-
-No.. no ahora.. pero lo dijiste ayer.. yo soy tuyo...- dijo volteando para encararlo finalmente... las lagrimas que había tratado de evitar que no salieran lo hicieron cuando vieron a Heero mirarlo de aquella misma manera que siempre, desde que lo había conocido lo había hecho, de una manera dulce.
-eso es verdad... eres mío "eres mi tesoro.. mi pequeño y hermoso tesoro"...- ¿por qué eso ultimo era incapaz de decírselo frente a frente a Duo?...
-si... soy solo una mas de tus pertenencias.. pero ya me canse..- dijo sacando de entre sus ropas la mágnum que había tomado del ropero.
Heero se sorprendio un poco al ver que ese pequeño lo amenazaba con su propia pistola, mas despues una sonrisa de burla salió de sus labios, aun sin querer hacerlo.
Cierto, los nervios que ahora sentía su cuerpo eran más grandes que él.. le estaba apuntado con un arma a Heero.. y él ¡solo se reía! ¡el maldito se reía! -no creo que sea momento de reírte.. creas o no.. se manejar esto...- dijo con la voz mas calmada que pudo fingir.
-Oh no lo dudo Di... pero.. deberías de fijarte que este cargada antes de apuntar...- dijo acercándose a el y tomando en sus manos el arma.. esa era la mágnum que guardaba en el closet.. solo que la guardaba sin nada de balas, las balas las tenia el escondidas en otra parte, por lo que esa arma estaba sin munición alguna y era completamente inútil en esos momentos.
Duo vio, no supo si con horror o con alivio como Heero le quitaba el arma de la mano como si de un juguete se tratase y se la guardaba en su cinto; lo agarro por el antebrazo y solo le susurro -sube al caballo.. volverás conmigo... recuérdalo..- dijo tomando su barbilla pero manteniendo la distancia adecuada - ...eres mío- Heero vio esos grandes ojos viéndolo con miedo, con duda.. Y con suplica... ¡cómo amaba esos ojos! ¡Cómo amaba a su dueño! y como estuvo tentado a besar esos labios de nuevo, a perderse en esa dulzura que habían dejado los tibios y carnosos labios de Duo antes en los suyos propios.. pero no lo hizo.. no lo hizo por que se lo impidió esa misma voz molesta que era la que le recordaba a cada segundo que "el es un hombre.. tu "esposa" es un hombre"; soltó con desprecio la barbilla de Duo -no lo diré de nuevo, sube al caballo.. te regresas conmigo..-
La respiración de Duo era rápida... por el coraje y la impotencia de saber que nada podía hacer para impedir que Heero le obligara a regresar con el de nuevo a la hacienda....
El camino fue lento.. fue tortuoso... para ambos chicos... Duo iba atrás de Heero, abrazándolo por la cintura para evitar caer del caballo, y ese aroma, ese maravilloso aroma tan característico de el no lo abandonaba.. y eso lo torturaba... pues ese aroma solo le traía recuerdos tan hermosos de su "esposo", momentos en que se dijo que tal vez no estaba tan mal amar a ese hombre... pero que ahora le torturaban por que le recordaban que ese hombre... ese hombre que le había repetido tantas veces que no lo lastimaría.. lo había hecho.
Sus cálidos brazos rodearlo de nuevo.. ¡¿por que maldición?! ¿por que no podía decirle que lo amaba.... que nada cambiaria.. y que lo perdonaba... que se arrepentía desde el fondo de su alma lo hecho anoche? deseaba que ese momento se detuviera y se hiciera eterno, que esos brazos jamás lo soltaran.
El silencio era su peor enemigo o su mejor aliado, el silencio tal vez era una trampa mortal que les impedía decirse lo que realmente sentían, un sincero "lo siento"... un apasionado "te amo", o tal vez era su mejor arma pues sus corazones podían sentirse latir al mismo ritmo, sus propios corazones aunque sus dueños no lo supieran si podían sentir sin palabras, con solo el tacto de sus cuerpos abrazados aun si fuera sin querer, que esos dos corazones estaban latiendo y diciendo al mismo tiempo un suave, amoroso y sincero "perdóname... yo te amo".
**************************************************************************** ***************************
A varios kilómetros de ahí, ha varios días de viaje del pueblo donde se encontraba Duo, un chico de cabellos negros preparaba todo para un viaje, en una mano sostenía un arrugado papel; una carta que le había llegado hacia unos pocos minutos desde el pueblo del guadiana.
El señor Winner solo le había confirmado la pregunta que le había hecho, Di se había casado y marchado del pueblo... mas no le había querido decir con quien ni a que lugar se había ido. Mas pronto se le ocurrió la manera en como podía lograr saber aquello, con Adrián, un compañero de base; el mismo que le había dicho que escapara.
Claro que para comunicarse con el de inmediato lo había hecho a través de un telegrama, mas parecía que para esas fechas todo el mundo trabajaba en su contra pues Adrián se había tardado casi una semana en contestar... no supo si fue por que no sabia con quien era que Duo se había casado o por que había dudado si decirle o no.... pero al menos ahora el "esposo" de Duo tenia una identidad para el "Heero Yuy".
El pueblo del Guadiana estaba demasiado lejos de la actual posición donde el se encontraba, y si se sumaba a todo el tiempo que había perdido tras buscar la pista por parte del señor Winner, había perdido mucho tiempo. Pero ya no lo perdería.. esa misma tarde partiría para buscar a Duo...
-Hijo.... ¿estas seguro de ir por la niña...?- pregunto su madre mientras lo veía caminar por todo el pequeño cuarto de lo que era su nueva casa, una casa pequeña, humilde cierto.. pero que ahora ya era propia, un lugar donde podía dejar a su madre sin preocupación alguna.
-Si... se lo prometí... le dije que el algún día sería feliz... y ¿sabe madre? no me importa si el no es feliz a mi lado... no importa si se quiere alejar de mi millones de kilómetros... no me importa si no es a mi lado... solo me importa que sea realmente feliz y libre de hacer lo que el verdaderamente quiera- dijo con leve tono de tristeza en su voz, y es que todo aquello que decía era verdad... si Duo era feliz aunque no fuera a su lado, el seria feliz.
-Que mi Dios te acompañe... cuídate hijo- le dijo persignándolo y dándole su bendición, Wufei sonrio y beso a su madre... era hora de partir para traer a Duo consigo.
**************************************************************************** ***************************
El dolor que hasta hace poco no había sentido, no sabia si en parte por la adrenalina que había recorrido su cuerpo por sentir que debía escapar, o por que ahora si no tenia otra cosa en que pensar si no en ese dolor que recorría cada centímetro de su cuerpo. Recargo la cabeza en la espalda del que ahora se proclamaba su dueño... como odiaba eso de sentirse solo como un objeto mas, como odia sentir que siempre, toda su vida le había pertenecido a alguien menos a si mismo. La cabeza también le dolía... necesitaba dormir..... no había dormido nada... necesitaba descansar... necesitaba olvidar... si, olvidar.. eso era lo que más necesitaba.
Los brazos que le rodeaban la cintura iban aflojando conforme avanzaban en el camino su abrazo, Heero se preocupo, conque el pequeño no quisiera saltar del caballo para salir huyendo. Detuvo un poco el andar del caballo, que no era muy rápido; tenia que cersiorarse que su pequeño tesoro no intentaba escapar de el nuevamente.
Antes de girarse para observar si se encontraba bien el abrazo de su cintura se soltó por completo, en un rápido movimiento Heero se dio la vuelta completamente y alcanzo a atrapar, por una milésima de segundo a tiempo, en sus brazos a Duo que se había desmayado.
-Di...- dijo golpeando con delicadeza la mejilla que ahora estaba un poco pálida del muchacho bonito, para ver si reaccionaba ante esta acción. Heero bajo en sus brazos a Duo y lo recostó sobre el pasto bajo la sombra de un árbol que afortunadamente estaba cerca, cercioró la frecuencia de los latidos del corazón de Duo, comprobó su respiración, pausada no agitada... cualquiera podría decir que solo estaba durmiendo... paso un dedo sobre los labios un poco abiertos de Duo, esos labios carnosos que invitaban con la sola vista a tocarlos... se agacho un poco y deposito un beso en ellos... -perdóname... no era mi intención lastimarte...- susurro, para desgracia Duo no lo pudo escuchar. Se quedo un rato mas observando al muchacho, realmente era hermoso, eso nunca lo dudaría, al estar observando con tanto detenimiento a Duo observo que su cabello lo llevaba trenzado; aun sin saber por que, un impulso que nació de el, se aproximo a Duo y lo coloco sobre su pecho, quedando el recargado en el árbol con Duo sobre su pecho.... como aquella noche en que habían dormido los dos abrazandose mutuamente, y como aquella noche comenzó a desbaratar la trenza de Duo, con ternura.. con calma...
Subió a al caballo colocándose esta vez a Duo enfrente de el, aun seguía desmayado y lo mejor seria que descansara en la Hacienda. El caballo comenzó a galopar con mas velocidad, pronto seria medio día y el sol estaría en todo su apogeo, eso sería dañino para el joven que ahora semi- descansaba en sus brazos.
Los empleados de la Hacienda no dijeron nada al verlo llegar con Duo en los brazos, ni Relena había salido a darle la bienvenida como siempre lo hacia... en parte eso Heero lo agradecía, pues que vieran a Di con ropas de hombre harían que los empleados se formularan demasiadas preguntas.
Bajo del caballo y se llevo en los brazos a Duo hasta la recamara. También dentro la casa lucia solitaria.... al parecer aquella niña, Hilde, les había avisado a los demás que no estaba de humor para que nadie lo molestara. Ya se imaginaba todo el escandalo que abría entre los empleados al saber que el se había despertado y el patrón no estaba; pero eso era algo que no le importaba, no le importaba lo que la demás gente dijese.
Entro a sus habitaciones y deposito con cuidado a su joven "esposa" en la cama... se le quedo mirando de nuevo... como... ¿cómo había sido que el..?, movió su cabeza en señal de negación, no era tiempo para andarse preguntado cosas, saco uno de los vestidos de Di y lo coloco en la cama... ¿aun a sabiendas de que era en verdad un hombre lo obligaría a vestir a seguir vistiendo como mujer?, sí, por ahora... mientras decidía que haría, por que ahora, que su cabeza podía pensar con un poco mas de claridad solo sabia algo, no quería alejarse la persona que le había robado su corazón...
Comenzó a quitarle la ropa de hombre que llevaba, nunca.. nunca se había dado de lo pequeño que era... de lo frágil que podía parecer... su corazón se sintió como si lo estrujaran... desabotono poco a poco la camisa de lino blanca que llevaba, y dejo al descubierto la piel blanca, donde se podían apreciar unos pocos raspones y heridas... toco con suavidad cada herida que dejaba al descubierto... "yo... yo te hice esto..." dijo mientras sentía como un nudo se atoraba en su garganta y sus ojos se cristalizaban a causa de las lagrimas que se asomaban en ellos.
Vistió con un vestido sencillo a Duo y lo dejo dormir... bajo y le dio indicaciones a Hilde de ir por la tarde al cuarto y ofrecerle algo a Di de comer.... y se encerró en su estudio, sin decir nada mas.
**************************************************************************** **************************
En la mansión Winner todo estaba apacible y tranquilo, Dorothy estaba descansando en el sofá haciendo compañía a su marido mientras este terminaba de arreglar unos papeles y de revisar la correspondencia de ese día.
-Me preocupa...- murmuro Dorothy mientras dejaba de leer lo que sostenía en sus manos, un antiguo volumen de nombres y su significado que le había regalado Quatre hasta hacia unos días para que eligiera el mejor nombre para su hijo o hija.
Quatre alzo la mirada de los papeles que hasta hacia poco ocupaban su atención para dedicar a hora esa atención a su esposa. Quatre sabia perfectamente a que era lo que se refería su esposa, a Duo, le preocupaba al igual que él, el bienestar de Duo, y es que hacia casi medio mes que no sabían de él.
-Ya le mandaste una carta no, amor?- pregunto este con una sonrisa para tratar de tranquilizar a Dorothy.
-Sí.. pero... esas cosas tardan.... hubiera sido mejor enviar un telegrama...- le contesto sin dejar el tono de preocupación en su voz.
-Dorothy... los rumores malos corren rápido..... si hubiera sucedido algo malo, créeme, ya lo sabríamos-
-Espero esta vez no te equivoques Quatre...- suspiro, las palabras de su marido siempre tenían aquel sentimiento reconfortante para ella.
Quatre le dedico una hermosa sonrisa -alguna vez me he equivocado querida mía?- pregunto en tono juguetón.
-Pues... dices que será niña.... y yo estoy segura que será niño- dijo sonriendo Dorothy mientras acariciaba su vientre que ya se notaba cada día mas.
La platica fue interrumpida por un mensaje que había llegado de urgencia, un telegrama.
-Oh por Dios.... ya se entero....- murmuro Quatre aun si creerlo.
-Que pasa querido?- pregunto Dorothy al ver la cara de preocupación de su marido.... acaso sería de Duo informándoles que ya se entero el joven Yuy de la verdad.
-Wufei... Wufei sabe donde esta Duo... y dice que ira por el.... cueste lo que cueste...-
Dorothy suspiro con alivio al saber que se había equivocado en sus suposiciones, pero noto que Quatre aun seguía con el ceño fruncido en señal de preocupación.
-Tal vez sea lo mejor...-
-Tal vez Dorothy.... o tal vez solo complique las cosas para Duo...-
Dorothy abrazo a su esposo -ni digas eso.. me preocupare mas de lo que ya lo estoy...-
-Es un niño...- soltó a fin Quatre.
-Eso crees? así ves a Duo, Quatre? como un niño?-
--es decidido... inteligente... pero es un niño... y me temo que sus sentimientos lo pueden traicionar- comento con tristeza Quatre, al el también le preocupaba Duo, tal vez por que siempre lo había visto como un hermanito menor al cual proteger.
**************************************************************************** **************************
Es que la verdad no podía hacer otra cosa mas que encerrarse en su estudio.. para pensar, analizar y resolver como manejaría todo ese asunto... para resolver que es lo que haría. No la quería, es decir (recordó que en verdad era un chico) no lo quería volver a lastimar... pero es que esa repentina rabia que se apoderaba de su cuerpo nunca la había podido manejar... siempre había sido un chico demasiado impulsivo en cuanto sentía rabia; siempre perdia el control de su cordura cuando sentía rabia... y el no quería... no quería volver a lastimar a ese pequeño ángel que era su tesoro.
Se sentó en una silla, entrelazo sus manos y coloco sobre ellas el mentón.... ahora si que no sabia que hacer... era obvio que ese matrimonio no valía... pero el no quería separarse de Duo, no le valía un verdadero comino las escrituras... La verdad era que el se consideraba su dueño, pues el consideraba a Duo el dueño de su corazón.
Suspiro, se levanto y comenzó a caminar por el pequeño estudio, no se había dado cuenta del tiempo que había pasado hasta que el propio sol se lo indico cuando ya daba sus últimos rayos de despedida por ese día. Se pregunto si acaso Duo ya había despertado.. salió del estudio y fue hasta sus habitaciones, donde encontró a un Duo aventando toda su ropa afuera.
-¿Que estas haciendo?- pregunto Heero arqueando una ceja.
-Estas ciego? te estoy corriendo de esta habitación- dijo metiendose nuevamente a la habitación para sacar otro tanto de ropa.
-No puedes hacer eso-
-Oh no? solo mírame...- dijo mirándolo a los ojos mientras alzaba los brazos para tirar la ropa que traía en las manos.
-No..- dijo sujetando su muñeca y mirándolo.
Duo le sostuvo la mirada -ni creas que volveré a dormir contigo.... y como no me quieres dejar ir a mi casa...-
-Es tu deber quedarte conmigo... eres mi esposa no?- dijo esto ultimo con rudeza Duo sin dejar de sostener la muñeca de Duo en alto, estaban afuera de sus habitaciones por lo que sus voces se podían escuchar por la casa.
- No.. no es mi deber.. yo no quiero estar aquí.. no despues de lo que me hiciste...- dijo mirándolo fríamente y metiendose a la habitación para seguir con su labor de "saca a Heero de tu cuarto". -Y lo mas importante.. no soy tu esposa....- dijo.
-Si lo eres-
-No... no lo soy... deje de serlo cuando rompiste tu promesa.... creí que eras otro.. pero.. que sorpresa me lleve- dijo sonriendo con un dejo de cinismo.
-Mira quien habla de sorpresas...- contesto a su vez Heero.
-Eso te pasa.... por no verificar lo que compras antes...- dijo Duo colocándose frente a Heero.
-Cállate!- dijo Heero al escuchar esa verdad, levanto la mano en ademán de dar un golpe, pero Duo no se inmuto.
-Adelante... adelante.. muéstrame de nuevo lo fuerte que puedes llegar a ser... pero te advierto... esta vez yo no seré tan dócil.. ayer me sorprendí... pero hoy no será así-- dijo sin apartar la mirada de decisión que tenían sus ojos en ese momento.
Fuego... vio fuego en esos ojos violáceos, vio un fuego que atraía..; bajo la mano casi automáticamente a ver ese fuego arder; cerro los ojos y forzo una risa de burla salir de sus labios -haz lo que quieras... pero no podrás irte de esta casa- dijo saliendo de la habitación dando por terminada la discusion.... ya despues mandaria a algun sirviente a recoger toda la ropa y llevarla a otra habitación.
Pero para Duo la discusión no había terminado, no señor... ya había pasado diecisiete años de su vida dejando a otros tener la ultima palabra sin el haber dicho todo lo que quería, así que salió siguiendo a Heero.
-Sí, me quedare aquí.. por que me obligas- dijo, Heero se dio la vuelta, de nuevo se estaba comenzando a enojar..
-Sí... te obligo.. así que te quedas por que té quedas!- grito ya con impaciencia.
-Me podrás obligar a que me quede...- comenzó a decir Duo con voz pausada, aparentemente calmada, pero llena de dolor -incluso me podrás obligar a que me vuelva a entregar a ti...- dijo mientras se obligaba a que las lagrimas no aparecieran y no lo hicieron -pero nunca... nunca me podrás obligar a amarte.... por que nunca podría amar a alguien como tu- no dijo alguna palabra mas, se dio la vuelta dejando a un perplejo Heero en el pasillo.
"Nunca podría amar a alguien como tú" esas fueron las palabras que se quedaron resonando en la cabeza del joven hacendado, que se había quedado casi como paralizado en aquel solitario pasillo.
**************************************************************************** **************************
Nos volvemos a ver las caras ne? ^_____^
Mmmm, a esta relación no le veo buen camino.... y ustedes? ^^
Pues que decir...? no tengo muchos comentarios para este capitulo, excepto quizás que estoy batallando para encontrar a mi musa... insiste en irse de paseo por ratos y me deja la mente en blanco.
También seguir agradeciendo los hermosos reviews que me dejan, que crean o no, leo todos. En serio que esos me dan animo a seguir esforzándome en que los capítulos queden de lo mejor ^^.
Otra cosa... lo de la mágnum... un detalle que ni me moleste en investigar, pero si no existían magnums en esa época pues..... pues..... ni modo!!! "mi mundo.... mis reglas ^_________________^ jejejeje", eso es lo mejor de ser escritora xD.
Que mas?. Mmm si se preguntan como fue que Duo pudo caminar despues de eso.... pues agarro fuerza interna.. además que el cuerpo no le dolía para esos momentos, pero cuando el cuerpo se enfrió le comenzó a doler (como cuando haces ejercicio... al momento todo bien y despues ya por la mañana sientes como si te hubiera atropellado un camión).
Y si..... Heero de villano al violar a Duo...... muaja muaja muaja muaja jajajajajajajajaja (risa de maniática).... perdón.. pero.... pues.... ¿así es Heero ^^u? (Duo: .... tres "p" seguidas o.oU)
Verdad que no me tardo en subir los capítulos?? (Duo: noooooo... quien dice?) ¬¬ ja-ja que sarcástico..... meno.. pues me tardo menos de una semana..... así que no deben quejarse ^^U...... (Duo: no le crean, quéjense.. así se apura en escribir los capítulos.)
Duo!! no les des ideas a mis lectores.
Este capitulo va dedicado a todos los que leen este fic ^^ con amor de Kary- chan, gracias por apoyar mi historia.
(Duo: ahora la cantaleta de cada capitulo dicha por mi, ejem ejem....DEJEN REVIEWS...... lo dije bien Kary?)
*o* precioso... te mereces un regalo ^_____^ .
Matta ne!!!!! kary_yuy@hotmail.com
**************************************************************************** ***************************
