ACTO 14
-Duo...- le llamo timidamente Hilde que había entrado a la pieza –el señor Heero dice que ya todo esta listo y que solo le espera para partir- sonrio la chica.
-Si, gracias Hil- Duo salio de la recamara.
-Me alegro que ya esten arreglados los dos, Duo- le comento la chica mientras acompañaba a Duo a la salida, donde justamente Wufei estaba hablando con Heero.
-No se preocupe, yo me encargare de todo mientras usted no esta, Heero- le decia seriamente Wufei, miro de reojo a Duo cuando este se acerco.
-Señora... mi mas sentido pésame- dijo dándole la mano, al momento del contacto una palabras resonaron en la cabeza del chico bonito. "¿eres feliz Duo?"... si.. por el momento lo era...
-Gracias- contesto controlando su voz para después meterse al carruaje, no podía dejar de sentir esa culpabilidad al haberle fallado de aquella manera a Wufei, mas penso en las palabras dichas por Dorothy, que tal vez el amor que le había tenido a Wufei era muy diferente al que el siempre creyó.
Heero entablo unas palabras mas con Wufei y después se metio al carruaje de nuevo, sin dejarle de sonreir con esa encantadora sonrisa que hacia demasiado tiempo Duo no había visto. –Lista.. digo listo?-
-Si..-
Los dos carruajes con los jóvenes matrimonios en ellos partieron, les esperaba un largo viaje, aunque para Duo ese realmente era un viaje que hubiera preferido no hacer, sin embargo queria darle un ultimo adios a su padre, y decirle, que en verdad no lo odiaba, pues pese a todo, siempre había sentido el calor de su amor de padre a cada momento.
Wufei espero en la entrada hasta que los dos carruajes se le perdieron de vista completamente, sabia muy bien que lo que estaba haciendo no se podia catalogar mas que como obsesión, una obsesión que le hacia quedarse alli aunque eso le lastimara, pero es que no podia, como podia dejar ir tan facil asi a Duo, verdad, era cierto el ya había tomado una decisión, la de que fuera como fuera, pasara lo que pasara lo unico que el realmente deseaba es que Duo fuera feliz, solo eso.
"Lo sé, te sientes como un perfecto estúpido al estar enojado por eso, al estar enojado por algo que muy bien sabias iba a pasar. Te sientes enojado y terriblemente triste al verlo ahí, pero al saber que el te ignora... que ojos antes te miraron con amor ahora ni siquiera notan que estas ahí.
Triste y enojado... dos sentimientos que no debo mezclar nunca pues solo hacen que tu propia alma se siente confundida y desolada.. pero que sin embargo los siento... y la verdad... no sere capaz... no me siento capaz de poder separarme de el"
Una voz algo molesta que lo llamaba fue lo que le hizo salir de todos esos pensamientos que en verdad no lo llevaban a ninguna parte.
-No es justo- le dijo Relena que ahora lo miraba con ganas de asesinarlo según pudo ver Wufei.
-¿Qué no es justo señorita Relena?- pregunto cortésmente Wufei.
-Yo siempre he tenido el control de la Hacienda mientras el joven Yuy no estaba- replico con esa voz que denotaba rencor y se podia decir un poco de humillación, y es que ¿como era posible que su señor Heero la hubiera bajado de nivel entre los empleados asi de facil?
-Bueno, pues creo que eso cambio, yo soy el administrador y mientras el señor Heero este ausente me tendras que obedecer a mi...-
-No lo haré- replico con falsa valentia Relena.
-Como gustes, pero si no lo haces me haras que me vea obligado a llamarte la atención, pues asi como yo tu eres solo una empleada y por desgracia yo soy tu jefe y si no me obedeces te tendre que despedir-
-Atrevase y vera como le ira!!-
-Entonces no repliques y acepta el hecho de que yo estoy ahora a cargo- dijo como ultima palabra Wufei mientras caminaba dejando atrás a Relena.
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Los viajes largos no siempre son comodos, y ese no fue la excepcion, sin embargo para Duo fue como si ese viaje de dos dias hubiera durado solo dos horas, en parte por que realmente no queria llegar a ese pueblo, y sobre todo a esa casa donde tendría que volver a ver a las dos personas que realmente odiaba en este mundo, su hermano y su madre.
La casa realmente lucia tal y como antes de que el se fuera, tan llena de esos lujos innecesarios que su madre había insistido en tener, pero sobre todo tan solitaria, tan falta de ese cariño que hace de una casa un hogar.
No lo habian previsto, pero llegaron cuando aun estaban en el velorio. El ataud negro estaba centrado en el salon principal, y la gente que había ido a darle su pesar a la familia aun seguia ahí, alguna murmurando oraciones y otra murmurando cosas por fortuna agradables acerca del fallecido señor Maxwell.
El brazo de Heero rodeo sus hombros, su madre llego hasta a ellos cuando lo vio entrar, y entre un exagerado llanto abrazo a Duo.
-Di, que bueno que llegaste-
-Madre.. ¿qué paso?...- fue lo unico que pregunto Duo, pues en verdad era lo unico que le interesaba saber.
-A tu padre lo asaltaron en el camino... le dispararon.. estuvo agonizando... y murio ayer- dijo en mar de llanto que no sabia por que a Duo en lugar de darle sentimiento le daba repugnacia.
-Pero el telegrama decia que ya había muerto- dijo Duo no comprendiendo muy bien aquello.
-Bueno.. era cuestion de tiempo de que el viejo muriera- contesto despectivamente Traize.
-Quieres decir.. que mi padre aun no moria y tu ya estabas deseando que eso pasara!!???... eres un... eres un...- el coraje de Duo no cabia en su menudo cuerpo, deseaba con toda el alama vovler a golpear a esa bestia, por que no se podía llamar ser humano a ese que se decia ser su hermano.
Traize rio de una manera despreciativa –soy un que? "hermanita"-
-Eres un maldito...- le contesto entre dientes -eso es lo que eres!!!- grito enojado Duo queriéndose abalanzar sobre Traize para hacer su deseo de golpearlo finalmente realidad. Pero fue detenido por su madre.
-Di, comportate, es el funeral de su padre!!-
-Oh, como si a este le importara mucho que nuestro padre haya muerto!!- dijo ya llorando en verdad de la rabia y de esa impotencia que había sentido dias antes de saber que no había podido hacer nada para evitar a muerte de su padre dado que no estaba ahí, pero Traize!! Traize si puedo haber hecho algo ¿no?, penso mientras las lagrimas resbalaban por su mejillas, Traize lo pudo haber salvado y...
-Calma Duo..- le dijo Heero abrazandolo y viendo de no muy buena forma a Traize –tranquilizate..- Duo se dejo abrazar.
-Señor Yuy, me alegro que usted tambien haya podido venir, es un placer verlo de nuevo- sonrio con esa sonrisa perfectamente falsa que podía poner Diana Maxwell.
-Lamento no poder decir lo mismo- dijo secamente Heero mientras conducia a Duo al jardín de la casa, lo mejor seria que Duo no estuviera con esas personas mas del tiempo necesario.
La señora Maxwell se quedo estupefacta ante el comportamiento nada apropiado de su nuero.
Mientras que esa sonrisa de ironía no abandonaba la cara de Traize, vaya, su hermano si que sabia manejar las situaciones, estaba tan intrigado de que si el señor Yuy ya se había enterado de la verdad, y si era asi cómo había convencido o manejado a este para que todo estuviera a su favor, en verdad sin ponerse a pensar en toda la angustia que realmente vivio su hermano por simples caprichos y conveniencias ajenas.
-Ese maldito miserable....- murmuraba Duo, Heero lo había conducido al jardín, puesto que en la casa había demasiada gente que en cuanto lo viera se le acercaria para darle el pésame, y se veia que el chico no estaba para nada de humor para lidiar con ellos.
-Calma Duo- susurro de nuevo para calmar a Duo mientras lo abrazaba, cuanto era lo que le gustaba volver a abrazar ese menudo cuerpo, envolverse en la delicada frangancia, tanto le gustaba que olvidaba de inmediato el enojo de Duo.
-Ese maldito... mi padre aun no moria y el... Dios no dudo que mi padre ni aun en la muerte pueda descansar en paz...- dijo frunciendo los labios... solo tenia ganas de una cosa en ese instante, y esa cosa era partirle su mandarina en gajos a Traize!!!.
-Cierto, es un maldito, pero si te enojas solo haces que el se alegre de cumplir su cometido- le beso el cuello haciendo que Duo se olvidara de todo excepto de ese extraño y agradable cosquilleo que ahora sentía su cuerpo.
-Heero!!...- lo regaño Duo.
-¿Que?..- sonrio "inocentemente" Heero.
-Yo enojado por lo que hizo Traize y tu haciendo eso...-
-Ah, es que no me gusta verte enojado...- se quejo.
Duo sonrio cariñosamente y lo abrazo –me alegra que estes a mi lado en estos momentos, asi no me siento solo.-
-Te prometo siempre estar para ti-
-No Heero, no mas promesas...- dijo cariñosamente y le beso.
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Duo miraba fijamente como el ataud donde estaba su padre era bajado lentamente hacia el profundo hueco que se había cavado en el suelo, delante de el estaban su madre llorando lagrimas falsas e hipócritas, como lo eran todas su acciones. Su hermano simplemente ahí, sin decir o hacer nada. De los ojos de Duo tampoco salia ni una sola lagrima, había decidido no llorar en la tumba de su padre; su madre y hermano lloraban solamente por que se suponia que eso es lo que esperaria la demas gente de la familia del difunto, que mostraran su dolor, y claro que su madre no defraudaria a lo que la gente pensara de ella, no... siempre había sido asi, sacrificaria cualquier cosa con tal de verse bien ante los demas; pero él no... por que si el lloraba... inconscientemente se uniria a otra farsa mas que urdía esa familia.
Afortunadamente el señor Maxwell tenia varios amigos que se habian unido a la familia a darle la ultima despedida.
Al regresar a la casa todos lo hicieron en silencio, Heero solo tomaba fuertemente de la mano a Duo y este le correspondia, agradecia a los cielos por que el estuviera ahí apoyándolo, pues siempre había tenido que aparentar.. no... no aparentar si no tener fortaleza toda su vida, pero toda esa fuerza ya se estaba agotando, y sentia que pronto terminaria explotando con todo el rencor y rabia que le guardaba a los que se llamaban su familia.
-¿Cuánto tiempo se quedaran?- pregunto la señora Diana en cuanto estuvieron en la sala principal.
-¿Por qué lo pregunta madre? ¿acaso nos necesita aquí?- pregunto Duo, en su voz se podia apreciar todo el odio que ahora sentia.
-Quisiera que estuvieras un poco mas con tu madre.. hace tanto que no te veo- le contesto la señora Diana con ese tono en su voz tan distraido.
-Esta bien madre.. nos quedaremos hasta que pase el novenario...- dijo resignado Duo... ante todo el odio que sentia por su madre... tambien sentia lastima.. y es que no sabia que iba a ser de ella ahora que el que quedaba a cargo era Traize.
-Ire por algo de té- dijo su madre saliendo de la sala, Heero tomo la mano de Duo y la apreto suavemente.
-En verdad te quieres quedar?- pregunto Heero.
-No quisiera... pero....- mas Duo fue interrumpido por su hermano.
-¿Qué no te quieres quedar a la lectura del testamento?... seguro y el viejo te dejo algo bueno... con eso de que eras la "consentida"- le dijo Traize con esa maldita voz burlona que tenia.
Duo miro friamente a Traize, se lo estaba ganando.... –supongo que es lo unico que te importa verdad.. lo que te dejo.. pues adelante, quedate con todo.. por que yo...- dijo mientras sentia como las tibias lagrimas recorrian sus mejillas, por mas que intentara guardar aquellas lagrimas ya no podia –por que yo daria todo ese dinero con tal de que mi padre siguiera vivo...-
-Pero....- objeto Traize –esta muerto...-
Heero veia todo eso en silencio sentia que si el hablaba estaria de mas en una conversación que a decir verdad no pertenecia, sin embargo estar en silencio le permitia observar con detenimiento, era su imaginación o ¿parecia ser que a Traize le gustaba ver sufrir a Duo?.
-Si, y esta muerto por tu culpa!!- dijo Duo plantadole tremendo bofetón a su hermano mayor, sus movimientos habian sido rapidos y precisos por lo cual Traize no se fijo cuanto era lo que se había acercado su hermano.
Traize tardo en reaccionar ante el acto de su pequeño hermano, pero cuando lo hizo su cara se puso roja de la ira –que te pasa loco?-
-Que te pasa a ti??.... acaso no te duele en lo mas minimo la muerte de nuestro padre?, acaso no le tenias un poco de respeto?... –
-Claro que estoy triste por la muerte de nuestro padre!...... pero no veo que con llorar lo vayamos a revivir cierto... llorar solo demuestra lo debil que es la persona....-
-Oh..... ahora resulta que yo soy el debil por llorar no?, por demostrar mi dolor... pues te dire que es todo lo contrario.. si algo agradezco es que me hayan enseñado a que esta bien demostrar si siento tristeza con mis lagrimas... no como tu que te convirtieron en un mounstro incapaz de demostrar su propio sentir!!-
-Callate Duo te lo advierto!- le grito Traize cada vez mas furioso, alzo la mano en señal de amenaza pero esa mano fue atrapada pro la muñeca por Heero.
-Ni se te ocurra ponerle una mano encima a "mi" Duo....- dijo Heero con una sonrisa de falsa serenidad, Traize miro a Heero casi queriendo matarle, bajo la mano y salio de ese cuarto.
Duo tenia tapada la cara con sus manos pero aun se escuchaba que sollozaba, Heero fue hasta con el y le tomo por lso hombros. –estas bien Duo?-
-Los odio!!! Lo odio a el.... odio esta casa.... odio a toda esta familia!!- grito entre el llanto. –y la unica persona a la que podia llamar familia ya no esta conmigo.. no me pude despedir de el..... y ellos... ellos solo piensan en el dinero....!!!!!!!!!-
-Duo... a mi tambien me puedes llamar familia- suspiro Heero envolviendo en un abrazo el menudo cuerpo de Duo, este trato de calmar el llanto.
-En verdad... en verdad siempre estaras conmigo?-
-En verdad.. yo siempre sere tu familia.. y ya no te dejare solo...-
-gracias...- contesto el chico bonito dando un fugaz beso en la mejilla a su "marido".
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El sonido de los cascos corriendo a toda velocidad se hizo mas intenso conforme el caballo de Trowa se acercaba a la pequeña casa, en cuanto llego desmonto y toco a la puerta, le fue abierta por una chica de cabellos casi rojizos que en cuanto lo vio le sonrio y se lanzo a sus brazos demostrándole cariño.
-Hermano! Que grata sorpresa verte por aquí- le dijo cuando finalizo el abrazo.
-Queria saber como seguias.. y como seguia mi sobrino- dijo acariciándole el vientre que denotaba unos 8 meses de embarazo.
-Esta muy bien, ya falta poco para que nazca, Oscar esta preocupado, pero yo le digo, vamos ya es nuestro tercer hijo ya tenemos practica no?- platicaba la chica mientras caminaban directo a la sala.
-Y hablando del rey de Roma, ¿donde esta?-
-Oh si... mi marido es el mas contradictorio del mundo.. esta preocupado pero se va de visita con sus padres estando yo a unas semans de dar a luz- contesto la chica haciendo una mueca de enfado. –pero al menos puedo descansar de tus otros dos sobrinos-
-Entonces hice bien en venir... – dijo Trowa sin quitar ese tono de que algo no iba bien en su voz.
-Oh no te preocupes Trowa, los sirvientes me atienden, ademas pues no estoy sola, solo me quejo por nada...- trato de calmar a su hermano pensando que ella era la culpa de la preocupación del chico, mas sus ojos no mostraban tranquilidad. -¿es algo mas lo que te preocupa?-
-Oh, no es nada Catherine...- contesto Trowa quedándose despues mirando a la nada. Catherine se planto frente a el, y despues de tomarle la cara entre las manos para mirarle mejor a los ojos sentencio –estas enamorado!!!-
-que..?- Trowa se sorprendio ante las palabras de su hermana, mas pronto recobro la compostura.
-Estas enamorado, tienes los síntomas... mirada perdida, andas distraido....-
-Ya te crees doctora o que?...- le contesto, no estaba molesto por lo dicho por su hermana, si no por que precisamente había dado en el clavo.
-no, pero una hermana nunca se equivoca-sentencio moviendo el dedo indice.
-no es ¿una madre nunca se equivoca?-
-¡En este caso es lo mismo! ¿O ya olvidaste quien te crio??- dijo fingiendo que se había sentido ante las palabras de Trowa.
Trowa solo se quedo callado observando a Catherine, si se ponia a llevarle la contraria se podria quedar ahí un mes entero, a Catherine le gustaba siempre tener la razon.
-Y bien... ¿quién es la afortunada?- le pregunto ansiosa de escuchar la respuesta.
-Catherine- le dijo en tono de regaño Trowa.
-Perdon, olvidaba que tu crees que alguien se enamora de la esencia de la persona.. entonces.. quien es la afortunada o el afortunado?-
-No es nadie... es un amor imposible...- contesto Trowa dando por sentado el tema, pero su hermanita linda no se iba a quedar con la curiosidad, no señor.
-¿Imposible por que?- pregunto interesada.
-Por que la persona en cuestion es casada...-
-mmmm.....¿y ese es un impedimento?-
Trowa miro sorprendido a su hermana quien le sonreia –era broma, Trowa, jamas consentiria que destruyeras un matrimonio.. aunque si se llevan mal...-
-Alguna vez he seguido tus consejos?- pregunto Trowa pensativo.
-No....-
-Pues no empezare hoy!-
-Muy gracioso... y donde conociste a la "persona en cuestion"-
-Es amigo de un amigo....-
-Traduccion: es amigo de Heero...- contesto con una sonrisa para despues beber del café. –Y es un él- lo miro a los ojos.
-¿como le haces?- pregunto Trowa a su hermana.
-¿Como hago que?-
-siempre, de alguna manera u otra me sacas toda la verdad!-
-dones de hermana mayor-
-Bueno.... si es un él... tiene los mas hermosos ojos color aqua que jamas haya visto...-
-Mmmm... te gustaron sus ojos.. y ya te enamoraste de el.... ¿no es un poco.. superficial eso?-
-No, no Catherine, es que si tú vieras el interior de esos ojos... en verdad parecen un mar embravecido, aunque tambien ocultan un mar en calma... es tan difícil de describir... Catherine.. recuerdas lo que decia nuestra madre sobre los ojos?-
-si, que no te los picara- sentencio sin dejar de sonreir Catherine.
-No!!- dijo Trowa haciendo una mueca de que no le había agradado recordar eso –lo otro, lo otro.-
Catherine hizo memoria –que los ojos son el espejo al alma de una persona-
-Exacto!.... y el tiene el alma mas hermosa que he visto....- dijo Trowa evidenciando que estaba totalmente perdido y enamorado por ese chico de ojos aqua.
Catherine apoyo su cabeza sobre su mano –vaya..... si que te pego fuerte cupido...-
-Eso no importa Catherine.. debo olvidarme de eso... por que es una simple tontería el sentirlo... asi que... solo debo olvidar que alguna vez vi y conoci esos ojos...-
-Trowa... ¿quien era el que decia "cuando encuentre a la persona que me robe el corazon no la dejare escapar por nada del mundo?"- su hermana trataba de darle animos a Trowa, aunque la verdad no lo hacia muy bien.
-Palabras que demuestran que mas pronto cae un hablador que un cojo, hermanita- le dijo Trowa bebiendo pausadamente su café, y es que no tenia otra opcion mas que olvidarse de el.
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-No me había fijado que esta casa era demasiado grande- le dijo Duo a Heero cuando entraron a al casa que Heero tenia en el pueblo natal de Duo.
-Aquí podremos estar mientras dura el novenario... asi no tendremos que "importunar" a tu madre- le dijo Heero mientras seguia a Duo en su recorrido por la casa, recordo que solo había dormido ahí una noche... sonrio, ahora comprendia el por que Duo lucia tan nervioso esos días... el color rojo en sus mejillas le sentaba bien... aunque no es que Heero ya no viera sonrojarse a Duo, de echo... era demasiado facil hacerlo sonrojar. Atrapo a Duo por la espalda, aparto un poco del cabello que estorbaba y le dio un beso en el cuello.
-Aaah Heero!! No me asustes!!- le regaño Duo, para satisfacción de Heero el rosa palido ahí estaba en las mejillas de Duo.
-Perdona... es que simplemente no me puedo resistir..- le contesto acariciando su mejilla y dándole un beso en los labios.
-Que tal si salimos para que conozcas el pueblo?- le sugirió Duo a Heero... bueno... eso ya no lo dudaba, Heero seguia siendo un mano larga!!!.. el pobre chico quito las manos de Heero que ahora practicamente amasaban sus pompis (o lo que podia agarrar debajo de tanta tela).
-Pero yo no quiero...-
-Anda... dame ese gusto...-
-Bueno...- acepto Heero derrotado, que no entendia Duo que el queria recuperar el tiempo perdido?
Duo caminaba como pez en el agua entre las calles del pueblo, se veia que lo conocia muy bien, llevo a Heero a una plaza donde había muchos arboles y pequeñas bancas.
-Aquí por la noche vienen músicos y se ponen a tocar para que las parejas que pasean bailen...- le platicaba Duo, se veia contento, aunque tambien nostálgico.
Claro que la cara de Duo no podria dejar de mostrar nostalgia... había recordado la ultima vez que había visto a Wufei en ese pueblo... si, aun le remordia la conciencia lo que le había echo a Wufei. Miro a Heero, tal vez... lo mejor de todo seria contarle a toda la verdad desde una vez, y asi evitar malos entendidos ¿no?
-Heero... sabes... antes de conocerte yo tenia un...- Duo jugueteaba con un mechón de su cabello que caia sobre sus hombros.
-Di!?... oh por Dios eres tu Di Maxwell!!!- se les acerco una chica de cabello rubio cobrizo.
-Ah... Clara...- ahora Duo lo sabia, el universo entero se ponia en su contra desde su nacimiento.
La chica se les acerco y los saludo –me alegra verte, en verdad mi mas sentido pesame.-
-Gracias- dijo Duo con una sonrisa perfectamente fingida, por que no le había agrado encontrarse con la señorita "miss chisme" del pueblo.
-Y este es tu marido, mucho gusto Clara Velásquez...- le dijo la chica tendiéndole la mano.
-Heero Yuy señorita...- besándole la mano.
-Y?...- pregunto Clara, claro que ni Duo ni Heero supieron con certeza a que venia ese y.
-Y que?- pregunto al fin Duo.
-Como que qué?, cuando encargas familia?-
-Eh... pero si hace poco menos de dos meses que nos casamos y...- Duo se puso rojo ante el comentario nada apropiado de Clara.
-El matrimonio Winner no tenia ni un mes de casado cuando la señora Dorothy ya estaba embarazada- recrimino Clara.
Duo se pregunto si acaso Clara les veia cara de conejos o que... aunque de que hablaba penso mientras miraba a Heero y recordaba las noches que había pasado con el... el vivo ejemplo de un conejo señores Heero Yuy... ah ya estaba pensando en cosas que no eran volvio a la realidad y Clara seguia hablando sin parar.
-Eh... Clara... perdona.. pero se nos hace tarde para... la cena en casa de mi madre.. hasta luego!!!- y tomo de la mano a Heero y salio prácticamente corriendo de ahí.
-¿tu amiga?- pregunto Heero despues de un rato en que Duo lo había conducido pro medio pueblo de la mano.
-Ni dios lo quiera... simple conocida...-
La verdad el comentario de Clara había puesto a pensar a Duo en otras cosas que nada tenian que ver con Wufei. El sabia que nunca podria darle una familia a Heero... se pregunto si cuando Heero se diera cuenta de ello volverían a pelear.. y peor aun a separarse de el.
Heero como siempre llego abrazandolo sorpresivamente por la espalda -¿en que piensa mi tesoro?- dijo sujetándolo por la cintura y colocando su cabeza en el hombro del chico de ojos violáceos.
-Heero...- Duo tomo aire, se dio la vuelta y miro a los ojos a Heero. –tu sabes... que nunca te podre dar hijos ¿verdad?- termino aguardando ansioso la respuesta de Heero.
-Bueno..... tal vez si hacemos la tarea mas seguido suceda un inesperado milagro no?-
-Heero!- Duo fruncio el ceño indicándole a Heero que el hablaba muy enserio.
-Sssshhh... solo dejate llevar- le indico mientras lo iba acostando sobre la cama.
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A Duo le parecio que la mañana llego demasiado pronto, se levanto, Heero aun dormia pacíficamente a un lado suyo, sonrio y le dio un beso en la frente. Procedio a cambiarse y a preparar el desayuno, primera vez que le prepararia el desayuno a Heero!!... eso la verdad lo emocionaba mucho.
Al poco rato Heero aparecio en la puerta de la cocina –me dejaste solito..- recrimino como niño pequeño.
-Vine a preparar el desayuno-
-Me dejaste solito.- volvio a decir mientras se sentaba en la mesa que había en la cocina, en esa casa solo tenian como sirviente al portero y a una muchacha que solo iba a limpiar por las tardes mas no dormia ahí.
-Ya no lo vuelvo a hacer.. toma... espero que te guste...- le dijo con algo de rubor en sus mejillas mientras colocaba el plato de huevos revueltos enfrente de Heero.
Heero comenzo a comer mientras Duo lo miraba expectante a conocer la opinión de Heero sobre su experiencia en la cocina.
-Estan... crujientes...- dijo tratando de pasar el bocado y no hacer una mueca.
-Eh.... ay no.... volvi a echar las cascaras????- pregunto mientras se levatantaba de la mesa algo apenado.
-No importa.. saben bien...-
Duo se sento derrotado en la mesa... –siempre hago lo mismo.... y mi padre aun asi se comia lo que le cocinaba- dijo con una sonrisa de pena.
Heero tomo su mano y le sonrio – mi padre era un santo ¿verdad?- dijo Duo sonriendo tiernamente al recordar a su padre.
-Si.. sobre todo por que se caso con tu madre...- dijo como si nada Heero.
Duo solto una pequeña carcajada –si... mas por eso...-
-Duo... me querias decir algo ayer ¿cierto? – recordo Heero.
-Ah..... si..- Duo en verdad que ya lo había olvidado –Heero es que antes de conocerte yo tuve un...-
-Señora!!... señora!!- entro un pequeño niño a la cocina, aparentemente el portero lo había dejado pasar.
-Que pasa?...-
-Me mando el patron Quatre... la señora ya tiene dolores de parto.. pero el medico que la atendia no esta en el pueblo...-
-Vamos...- dijo Heero, el había atendido ya varios partos, y al ver la cara de preocupación que habia puesto Duo no pudo hacer otra cosa mas que ofrecerse el a atender el parto.
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Mas de un mes sin actualizar.. jejejeje.. gomen.. no es por mi culpa, problemas técnicos.
Esta vez no respondere reviews, pero en verdad que les agradezco infinitamente todosl os reviews que me dejan. Arigato!!!!!
A Heero (o Kana Yuy) : T.T onde andas metida manita.. vas a ver si no se de ti pronto llamare a tu casa muajajajajajajaja D.... me gusto conocerte!!! Me caiste rete bien mana!!!
Bueno.. y eso es todo..
Ah si! Dejen Reviews.
Matta ne!!!
