COMPRO TU AMOR

ACTO 27.

amo lo que veo y lo que ocultas

amo lo que muestras o insinúas

amo lo que eres o imagino

te amo en lo ajeno y lo que es mío

¡¡Cuanto había extrañado ese sabor!... esos labios... no podía dejar de besarlo... de abrazar su cuerpo mientras caminaba conduciéndolo a la cama... no lo podía evitar... lo embriagaba la necesidad de sentirlo cerca... era su Heero con un demonio!.. su esposo!.. ya no podía seguir actuando como si fuera un simple desconocido.. era el hombre que amaba!...

Pero entonces algo paso... el cuerpo de Heero se tenso y sintió como lo apartaba de él con fuerza. -déjame!... eres un hombre...!- grito Heero mirando con algo de rencor a Duo "un hombre demasiado hermoso...", se limpio los labios con el dorso de la mano -jamás haría esto con un hombre...- pero lo que mas le preocupaba era lo que en verdad sentía en esos momentos... -jamás me enamoraría de un hombre!-

-ja..- dijo Duo cerrando los ojos y desviando un poco la cabeza... .-basta! Estoy harto Heero... Harto! Me niego a perderte dos veces! Me niego a seguir esperando como un idiota en este lugar, esperando a que me recuerdes... recuérdame maldición!...- dijo mordiéndose el labio inferior, mientras lagrimas caían ya por sus mejillas... -por que en tanto tiempo no lo has hecho!... es que acaso no me quieres recordar?...- tanto así se quería olvidar de él?..

y amo lo que dices, lo que callas

amo tus recuerdos, tus olvidos

amo tus olores, tus fragancias

te amo en el beso y la distancia

Heero estaba confundido y sorprendido... del enojo que había sentido por los besos robados no quedaba nada... él estaba llorando... ¿ese muchacho estaba llorando por él..?... abrió los ojos... ¿el había echo llorar a Duo antes... verdad?... se llevo una mano a la sien... si.. pero también lo había hecho sonreír... pero ¿por que... ?esas imágenes estaban tan borrosas...

-recuérdame!- el grito de Duo hizo que volviera a poner su atención en él.

amo lo que seas y lo que puedas

amo lo que afirmas, lo que niegas

amo lo que dices, lo que piensas

te amo en lo que mides y lo que pesas

-O al menos... al menos... ¿recordarías a Di?...- pregunto mientras jalaba la cintilla que recogía su coleta y su cabello se soltaba, desparramándose por sobre su espalda y hombros -¿a ella si la recuerdas?... por que si es así.. te juro que volvería a ser ella... solo por ti... solo... solo por volver a estar junto a ti.. y que tu me amaras de nuevo...- sintió que Heero se acercaba a el, se esperaba que siguiera de largo y saliera de la habitación... seguramente Heero lo tacharía de loco al no entender nada de lo que gritaba él...

"eres mío... siempre lo serás..."

"eres mi pequeño tesoro..."

"te quiero, te amo, te adoro!"

Ecos del pasado resonaban en su cabeza, imágenes una por una desfilaban acompañando a esos ecos, por fin esa oscuridad se había disipado, por fin esa voz que lo llamaba siempre, ahora tenia un rostro: Duo...

-no es necesario... por que yo solo amo a Duo...- le contesto Heero mientras lo abrazaba -solo te amo a ti...-

-Heero?...- Duo alzo un poco la vista para ver a los ojos de Heero, quien ahora le sonreía hasta con la mirada.

-yo solo amo a mi Duo...- le dijo acercándose para darle un beso... un beso que empezó tierno para después volverse mas apasionado, mas entregado, mas desesperado... mas lleno de amor...

Por fin... por fin... estaban juntos de nuevo..

y amo lo que atrapas, lo que dejas

amo tu alegría y tus tristezas

te amo en la carne y en el alma

te amo en tus crisis y en tus calmas

Permanecieron fundidos en un abrazo, Heero descansando su cabeza en el hombro de Duo, aspirando el aroma de su cabello que para nada había cambiado, abrazando ese cuerpo menudo que tanto adoraba, simplemente deleitándose y al mismo tiempo tranquilizándose con la esencia de Duo... teniéndolo en sus brazos, sintiéndolo de nuevo suyo, aunque en verdad, ninguno había dejado de pertenecerse el uno al otro.

Su cuerpo aun sollozaba entre sus brazos, sus manos se aferraban mas a su camisa, aunque estuviera ahí, le parecía que si se movía, o decía cualquier cosa despertaría del sueño. Mas la calidez que le transmitía el cuerpo de Heero le comprobaba que no era así, no era un sueño, estaba con él.

-ya Duo... calma...- le decía con esa voz calmada y llena de amor, con la voz que siempre le había dedicado solo a él.

-Heero...- dijo su nombre mezclado con un suspiro -pensé enserio que te volvería a perder, que era el destino que jamás estuviéramos juntos.-

El joven ojiazul sintió como Duo se aferraba mas a su cuerpo, y lo abrazo aun mas fuerte -estoy aquí... he vuelto...- por que al fin esa oscuridad era cosa del pasado...

amo lo que pides y regalas

amo tus caricias, tus ofensas

amo tus instantes y lo eterno

te amo en tu cielo y en tu infierno

Tomo su rostro con ambas manos, haciéndole entender que estaba ahí... que ya por siempre estaría con él, comenzó a acercar su rostro, sintiendo los suaves respiros de Duo chocar contra sus propios labios, probando después los labios de Duo lentamente...

Sus manos fueron bajando por su cuello, acariciando sus hombros para después volver a colocar una mano en la mejilla de Duo, mientras su hermana comenzaba a desabrochar la camisa del chico bonito para después dejarla caer al suelo, acariciando sus hombros con un suave roce de sus manos, recorriendo sus brazos de esta misma forma hasta tomar sus manos y juntarlas a las de él, podía sentir como el cuerpo de su Duo se agitaba conforme los besos continuaban.

Ahora fue Heero quien lo fue recostando sobre la cama, acariciando su cuerpo, abrazándolo para unirlo a su cuerpo tanto como le fuera posible... lo había tenido lejos tanto tiempo.. que ahora sentía que, no, mentira, era una necesidad tenerlo cerca... fundir su piel con la suya tanto como fuera posible...

y amo lo que amas, yo te amo

te amo por amor sin doble filo

te amo y si pudiera no amarte

sé que te amaría aún lo mismo

Sus dedos acariciaban cada detalle del rostro de Duo, acariciando sus mejillas para después ir a los labios acariciándolos de igual manera, perdiéndose en los hermosos ojos violetas que la primera vez le habían hechizado, y que aun continuaban encantándolo.

Sus labios atraparon los labios que segundos antes sus dedos tocaban, bebiéndose el dulce sabor de Duo, mientras sus manos bajaban por la tersa piel del abdomen del chico, sus labios bajaron por su cuello, besando su hombro, besando su pecho y volviendo a recorrer el camino de retorno hacia sus labios. Sus manos ansiosas por sentir bajo suyo completamente el cuerpo desnudo de Duo desabrochaban el pantalón, quitándolo junto a la demás ropa que aun estorbaba, mientras sus manos rozaban, al igual que hicieron con la piel de los hombros, la piel de sus caderas y sus piernas.

-te amo..- le susurro Duo mirándolo, y diciéndole en esa mirada todo... no eran necesarias las palabras cuando tan solo una sola caricia o una sola mirada puede decir tanto, Heero le sonrió dándole un beso en la frente para darle después otro en los labios, suave.

Sin dejar de besarlo sus manos bajaron por su cadera, recorriendo sus muslos hasta la entrepierna, tomando entre su mano el miembro aun dormido de Duo, masajeándolo lentamente mientras su lengua saboreaba cada rincón de la cálida boca de su amado.

La hombría de Duo poco a poco fue despertando, mientras el chico de ojos violetas quitaba sin prisas la camisa de Heero, este seguía recostado sobre el cuerpo de su esposo, deleitándose con las caricias de sus suaves manos, sintiendo un cosquilleo muy agradable en su cuerpo cuando los dedos de Duo dibujaban figuras inexactas en su espalda.

Duo besaba su cuello y su oreja con pequeños besos, a veces jugueteando con su lengua y otras tantas dando pequeñas mordidas, su propia erección ya le era molesta siendo apresada por su pantalón, por lo que se lo quito, volviéndose a tender sobre Duo completamente desnudo, sintiendo su piel contra la piel de Duo, sintiendo esa sensación que por un largo tiempo estuvo olvidada.

La mano que continuo masturbando a su amado bajo un poco hasta tocar la entrada del joven, Duo soltó un pequeño gemido al sentir el dedo de Heero entrar en el, preparando la entrada moviéndolo poco a poco, un segundo dedo acompaño al primero mientras que los pequeños gemidos de Duo se volvían mas frecuentes, siendo algunos opacados por la boca de Heero al besarlo.

Cuando la entrada de Duo estuvo preparada saco sus dedos, las piernas de Duo rodearon su cintura, y el se preparo colocando la punta de su miembro en la entrada, empujando poco a poco para evitarle cualquier molestia a Duo.

El silencio en esa recamara no existía, pues se escuchaban los suaves gemidos de ambos amantes, aunque los gemidos de Duo estaban llenos de un poco de dolor, sentía como Heero se abría paso dentro de él.

Cuando finalmente Heero estuvo totalmente dentro se quedo quieto un segundo, llenado la cara de Duo de pequeños besos, y susurrándole cuanto lo amaba y cuanto lo había extrañado, un suspiro por parte de Duo fue el indicativo de que podía comenzar a moverse, y así lo hizo, su cadera se movía en un ritmo placentero para ambos, mientras su mano seguía masturbando al chico bonito.

Pronto su mano se vio llena del blanquecino liquido que fue acompañado por un gemido de parte de Duo, y el pronto también llegó al clímax dentro de Duo llenándolo de su semilla, cayó con cuidado arriba de Duo, mirándole fijamente a los ojos, observando embobado la sonrisa que ahora le dedicaba el chico de ojos violetas...

y amo lo que amas, yo te amo

te amo por amor al dar lo mío

te amo con orgullo de quererte

porque para amarte yo he nacido

-te amo...- susurraron ambos amantes mientras fundían esa declaración de amor nuevamente con un beso...

El cuerpo húmedo de Duo quedo sobre el de Heero, quien seguía disfrutando de la sensación de su piel desnuda fundirse con la piel de Duo, su mano acariciaba su largo cabello, como hacia mucho, lo recordaba bien, una noche habían dormido de esa manera...

-Heero..- lo llamo despacito Duo.

-Dime...-

-Esto es tuyo..- le contesto el chico mostrando su puño para abrirlo y mostrar la sortija de matrimonio.

-Si, lo es..- contesto el tomando la mano de Duo para después tomar el anillo -y esto demuestra que tu eres mío...- dijo con voz dulce.

-hey.. no digas eso..-contesto algo enfadado el chico de ojos violetas moviendo su cabeza un poco hacia arriba para mirar a la cara a Heero -- no me gusta que me traten co...- pero fue callado por el dedo índice de Heero quien le sonreía tan dulcemente como había pronunciado las ultimas palabras, es que.. ¿no se habían dicho ya aquellas mismas palabras hacia ya mucho tiempo?.

-y también demuestra que yo soy tuyo... siempre lo seré...- y beso los labios que antes acariciaba su dedo índice.

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Había recibido la carta de Quatre, así que siempre el abogadito sí había querido ayudarlo... sonrió para sus adentros, eso era mucho mejor de lo que él esperaba, camino rápido por las calles, sabia que era peligroso andar por el Sahuatoba, sobre todo por esa detective y Milliardo, pues si conocía bien a su amigo, sabia que lo mas probable es que ya hubieran dado con la verdad... pero que lo atraparan... era cosa diferente...

Tocó a la puerta de la gran casa, y pronto le fue abierta, mientras lo pasaban al despacho del patrón, ahí Quatre ya lo esperaba, estaba leyendo unos documentos y solo levanto la vista cuando la mucama cerro de nuevo la puerta.

-No tardaste nada en llegar..- le dijo el joven abogado cerrando la carpeta de los papeles que antes consultaba.

-En los negocios nunca se debe esperar- contesto Traize sonriendo ampliamente mientras miraba cualquier gesto de Quatre que le indicaran que todo aquello era una trampa, lo había pensado, si Milliardo ya sabia de su culpabilidad era muy probable que Winner también lo supiera, pero parecía bastante tranquilo pues el semblante de Quatre era el de siempre, no parecía ni molesto, ni nada por el estilo.

-Si, creo que tienes razón..- contestó él levantándose del asiento. Era verdad, Quatre mantenía un rostro relajado y sereno, pero sus manos estaban apretadas fuertemente en un puño, incluso sus nudillos estaban ya blancos de lo fuerte que los mantenía cerrados.

Se fue acercando lentamente a Traize, quien ya se estaba impacientando, quería ponerle ya las manos a la herencia cuanto antes -y bien.. ¿Dónde están los papeles que debo firmar?-.

-antes de eso debemos dejar claras unas cosas Traize- le dijo colocándose frente de él, aun con una sonrisa de falsa calma, el corazón le retumbaba en los oídos de lo fuerte que le latía.. ahí enfrente estaba el repugnante ser que le había quitado la vida a Dorothy... su respiración comenzó a ser rápida... y en un impulso que ni el mismo lo vio venir tomo a Traize de la camisa acercándolo con fuerza a él mirándolo con furia. -y la primera seria por que le hiciste eso a Dorothy maldita sabandija!- grito mientras lanzaba un puñetazo a la cara de Traize aun teniéndolo sujeto con la otra de la camisa.

Mas este solo sonrió cuando recibió el puñetazo -¿por qué me acusas a mi?-

-Mira desgraciado... no te quieras hacer el listo... encontré la nota que le mandaste!-

-¿y como estas tan seguro que esa nota no es porque nos vimos para otra cosa... y luego otra persona aprovechó que la vio en el motel y le hizo.. eso?- su voz sonaba irónica y burlesca.

-No te quieras hacer el inocente Traize!- contesto a su vez Quatre mientras aventaba a Traize contra la pared. - sabes bien que todos conocemos la clase de hombre que eres... la calaña que tienes encima...-

Traize soltó una carcajada mientras aprovechaba la distracción de Quatre al estarle hablando para invertir la posición, ahora el era quien tenia arrinconado contra la pared a Quatre, era obvio que era mas fuerte que el rubio, y todo ese tiempo había estado disfrutando de la ira del abogado, así que si era todo una trampa, como él lo había sospechado... no de la policía, si no de él... mucho mejor para el que fuera de esa forma... después de matar a Quatre se llevaría todos los papeles relacionados con la herencia Yuy... -admito que Dorothy era una mujer muy hermosa, y la verdad no se como se junto con alguien como tu... no te has puesto a pensar que quizás busco un hombre... por que...- lo miro de arriba a bajo aun sonriendo burlonamente - viéndolo bien, ¿no terminaste con ese amigo de Yuy?...-

-ca.. cállate.- le ordeno Quatre, Traize lo mantenía pegado a la pared con una mano mientras que con la otra mantenía aplastada su cabeza contra la pared. -Dorothy no era así...-

Quatre apretaba los dientes y aunque trataba de zafarse del agarre de Traize le era imposible, su cuerpo temblaba, no de miedo, para nada, si no de coraje, de impotencia... aquel maldito se estaba burlando en su cara.. se estaba burlando de su dolor.

-Realmente no me sorprende que buscará otros rumbos...- alzo una ceja -viendo lo 'delicado' que era su marido- con el dedo índice recorrió la mejilla de Quatre. -no me sorprende... siendo amigo de alguien como mi hermano...- el dedo fue bajando, ahora recorriendo su cuello, para después ser atrapado por la mano de Traize, comenzando a apretar lentamente.

Disfrutando de observar como esos ojos color aqua lo miraban con furia, y aun así él seguir teniendo el control sobre eso... -es gracioso... Dorothy tenia la misma mirada antes de morir... - le susurro en el oído con una voz que indicaba que el primogénito Maxwell estaba disfrutando completamente de ver la misma expresión...

El joven rubio solo cerro los ojos ante el comentario de Traize, por impotencia mas que por miedo, por arrepentimiento mas que por resignación... ¿no le podría decir adiós a Trowa, a Mariana?... ¿moriría sin ver sus ojos de nuevo por ultima vez?... y... ¿sabría él todo lo que le llego a amar?

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Una mano acariciaba el cabello de Duo, manía que tenia (y era tan raro recordar todo asi de repente... raro, pero satisfactorio), y que a Duo le hacia esbozar una sonrisa, era tan irreal sentirse de nuevo en los brazos de Heero.

Heero a su vez también sonrió, acariciaba con la mano libre los tersos labios de Duo, y sintió cuando estos se curvearon en una pequeña sonrisa, no había necesidad de preguntar por que sonreía, dado que las razones estaban mas que evidentes esa noche, en que por fin volvieron a pertenecer el uno al otro.

-¿Qué haremos ahora, Heero?- pregunto Duo levantándose solo un poco apoyándose en su brazo, el silencio que antes había reinado por unos minutos fue roto por su voz y por el sonido de las sabanas y mantas al moverse su cuerpo.

-Volver..- contesto sin siquiera pensarlo demasiado Heero, oh si, debía volver para hacerle pagar al que había ocasionado que estuviera separado tantos meses de Duo...

-Oh...- no es que no estuviera contento con regresar al Guadiana, esta bien, no estaba del todo convencido de volver ahí, por que el volver significaría que 'ella' también debería volver... Heero debió notar que algo andaba mal por el simple tono de voz con que contesto Duo, por lo que acaricio su mejilla.

-Estuve pensando.. que tal vez después podamos comprar una casa en este pueblo... donde Duo.. es solo Duo...- dijo simplemente, tomo por el brazo al chico para jalarlo y acostarlo sobre de él. -¿qué te parece?-

-Enserio?...- es que, quitándole el echo de que en su estadía ahí Heero no lo había recordado, y eso prácticamente había sido una tortura, se había sentido bien ahí... siendo... él... y la idea de Heero por supuesto que le parecía tan tentadora.

-Enserio...- le contesto el dándole un beso en la cabeza y rodeando aun mas su menudo cuerpo en un cálido abrazo. Debía regresar... para refundir lo que le quedaba de vida (si es que así se le podía llamar) a Traize en la cárcel por casi matarlo... por que eso también lo había recordado... la maldita sonrisa de ese... animal... por que sinceramente Heero no tenia otra palabra para describirlo... solo un animal le importaba su propia supervivencia y atacar a su propia familia... solo preocupándose por él...

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-Buenas tardes señor Barton- saludo la jovencita que había abierto la puerta, Trowa contesto al saludo con una inclinación de cabeza mientras se quitaba el saco.

-¿y el señor Winner?-

-Ah, esta ocupado con un cliente en el despacho, señor- contesto la chica recibiendo la prenda de su patrón -es el joven Maxwell, me parece- termino de decir mientras desaparecía para ir a colgar el saco.

Trowa quedo extrañado ante esto, ¿Traize?... ¿que hacia el joven ahí...? Bueno, seguramente una vez mas había ido tras la Herencia de su amigo.. maldito vividor, pensó mientras sus puños se tensaban levemente y caminaba hacia el despacho, no creía que Quatre se molestara si interrumpía con una visita como aquella.

Pero al momento de abrir la puerta su mano duro poco en el picaporte para pasar rápida como un rayo hacia su cinturón buscando su arma. -TRAIZE SUELTALO!- no tenia tiempo para preguntarse como demonios aquel estúpido se atrevía a atacar así a Quatre, el rostro del chico rubio ya mostraba leves signos de inconciencia, dejaría las preguntas para después.

El mayor de los Maxwell se sobresalto ante la inesperada interrupción del "amiguito" del abogadito, eso arruinaba sus planes, y además... -claro.. como todo vil campesino traes un arma...-

Trowa arqueo una ceja ante el comentario de Traize -bueno.. nunca se sabe donde se vaya a encontrar a un animal ponzoñoso..- contesto Trowa caminando hacia el sin apartar su dedo del gatillo -ahora suelta a Quatre, maldito animal...-

-¿Lo quieres?... tómalo- le dijo sin abandonar la farsa sonrisa de seguridad Traize, lanzando a Quatre hacia Trowa, este lo tomo en brazos pero por la velocidad del movimiento sin querer la arma se disparo, no supo con certeza si dio a un mueble, una pared, o al mismísimo Traize quien como buena rata que era aprovecho ese momento de distracción para escabullirse lejos de la casa.

-Quatre...- lo llamo Trowa tocando su mejilla, el chico aun estaba tibio del rostro... estaba bien..

Los ojos aqua se abrieron un poco, mientas las manos del chico se aferraron a la ropa de Trowa... -Trowa... sentí.. sentí lo que ella.. sentí ese miedo...- logro pronunciar con palabras entrecortadas el rubio.

El cuerpo de Trowa dio un pequeño estremecimiento al escuchar esas palabras, acaricio el cabello de Quatre atrayéndole mas hacia él -sssh.. ya esta bien, Quatre... - aunque el muy maldito de Traize había emprendido la huida al menos Quatre estaba bien...

Mas Quatre solo negó con la cabeza -no Trowa... ese miedo de dejar al ser amado fue lo que sentí.. no temí por mi vida.. temí por dejarte.. a ti.. a Mariana...- cerro los ojos y suspiro... -sonara extraño pero... ahora que se... que yo fui su ultimo pensamiento.. me siento mas.. tranquilo...-

Trowa solo sonrió y deposito un beso en la frente de su pareja -Quatre... ¿por qué ese maldito te quería matar...? ¿por lo de la herencia de Heero?- Quatre le respondió con una negativa.

-El mato a Dorothy... lo descubrí por una nota que le mando a Dorothy y quedo guardada entre sus cosas...- mordió su labio inferior y apretó un puño.

-¡Quatre.. debiste avisarle a Milliardo, y no tomar las cosas por tu propia cuenta!...-

-¡Es que ese maldito no se merece la cárcel, Trowa!- le dijo apretando los dientes -¡el se merece solo morir!..-

El gesto de enfado de Trowa se suavizo al ver el dolor en las palabras de Quatre -Quatre.. tal vez en este mundo no exista suficiente castigo para el que arrebato una vida tan preciosa para ti.. pero créeme que cuando le llegue la hora será muy bien juzgado..- hablo con voz serena.

El rubio solo suspiro y asintió -y ahora por mi culpa se escapo...- paso saliva, el le había dado una oportunidad a Traize de escaparse y esconderse... se lo había puesto todo en bandeja de plata al desgraciado.

-No si le avisamos cuanto antes a Milliardo... además... puede que este herido..- dijo, mientras decía esto buscaba en el piso del despacho una seña de sangre que le dijera que si le había disparado después de todo a ese maldito... encontrándolas casi de inmediato, había unas cuantas gotas de sangre a la salida de la puerta y por un tramo del pasillo, pero después desaparecían, sin duda Traize se había controlado la hemorragia con algo.

El muy maldito si que tenia suerte, pero esperaban que se le acabara tarde que temprano...

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Ese desgraciado de Barton le había rozado el antebrazo con su estúpido tiro perdido... tenia que ir a casa de su madre para pedirle dinero y huir por otro largo tiempo... tal vez se escondería en Europa... se agarraba con fuerza el hombro donde escurría aun un poco de sangre, pero no lo suficiente para dejar rastro en el suelo de sus pisadas.

Entro a su casa, todo parecía tranquilo, y así estaba bien, ahora era cuando en verdad agradecía que solo tuvieran un solo sirviente para atender toda la casa, así no había peligro de que algún entrometido se preguntara por que llevaba vendado el brazo con semejante mancha de sangre adornando el vendaje.

Su madre no estaba ni en la sala de estar, ni en el cuarto de costura, donde era que siempre acostumbraba estar por las tardes, apenas se había encaminado por el pasillo para ir a las escaleras cuando paso por lo que alguna vez fue la oficina de su padre.

Su madre aun la conservaba tal y como su padre siempre la tuvo; y ahí estaba la mujer, de espaldas a la puerta aparentemente sosteniendo algo, se podía ver que estaba sollozando... ¿de nuevo llorándole al hombre?... algo debía de admitir Traize, su madre realmente había amado a su padre, y le había dolido el perderlo... no solo por el lado económico, como Duo y hasta el mismo pensaron... si no por que... realmente lo amo y lo extrañaba.

Entro al cuarto -madre- llamo con la voz dulce que siempre ponía cuando le iba a pedir algo a su madre, ya fuera dinero o que lo encubriera en algo, esta vez le pediría ambas cosas.

El cuerpo de la mujer se estremeció al escuchar la repentina voz, se escucho como si soltara un sollozo que evitaría cualquier sollozo mas que pudiera escapar y se giro, sus ojos estaban demasiados rojos por las lagrimas, los ojos estaban muy abiertos y claramente por su boca se podía percibir que luchaba por controlar una ira -¡¡¿cómo pudiste!- le grito lanzándosele golpeándolo con los puños. -¡¡¿¿Cómo pudiste, maldito animal!.. lo mataste... pagaste para que asesinaran a tu padre!- chillaba histérica la mujer dándole de golpes en el pecho a su primogénito.

Traize abrió los ojos con sorpresa, eso era algo de lo que nadie se hubiese podido enterar.. a no ser que... alguno de los sicarios que había contratado hubiera ido para pedirle mas dinero a cambio de no abrir la boca o algo parecido, por que él había saldado esa cuenta...

Todo había sido muy fácil.. lo atracaron en el camino, haciendo parecer que fue un asalto, como su padre no conocía el rostro de los atacantes cuando le encontraron confirmo lo del asalto... asalto que nunca hubiese ocurrido de no haberlo planeado él.

-madre..- le hablo Traize sujetándola por los hombros, pero no lo dijo con una voz calmada para calmar también a la mujer, no, lo dijo con una voz autoritaria...

-tu.. tu fuiste el que nunca debió haber nacido!- grito sin dejar ese tono chillón, comenzando a derramar lagrimas, tal vez provocadas también por la histeria y la impresión. -Oh Dios.. que le hice.. que le hice a mi niño...?...- se soltó del agarre de Traize llevándose ambas manos a la sien, abriendo aun mas los ojos deformando la expresión de su rostro.

Su hijo solo le contestó con una carcajada irónica, ¿ahora le venia a preocupar la vida que le había dado a Duo?... -eso no importa... ya esta también muerto..- le dijo con una sonrisa en su cara.

La mujer solo se apoyo en el escritorio -maldito... tu eres el que nunca debió haber nacido!- le volvió a decir lanzándose de nuevo contra él, solo que esta vez llevaba en su mano un abrecartas que descansaba en el escritorio, clavándoselo en el pecho limpiamente, Traize tosió un poco antes de caer de rodillas al suelo, el dolor en el pecho era quemante... pero no tuvo mucho tiempo de analizar aquel dolor puesto que su madre, con la misma expresión desencajada en su rostro, se lanzo a darle otra puñalada sin fijar bien el blanco, solo desquitando ese dolor y ese terror que sentía... la mujer estaba aterrada... resentida... y sobre todo arrepentida... una puñalada seguida de varias mas, siempre repitiendo la misma letanía... -nunca debiste de nacer demonio...-

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Fueron a toda prisa a la jefatura de policía en cuanto al joven abogado le había vuelto, por lo menos un poco el color al rostro, debían alertar a Milliardo y Noin de que Traize era el culpable.

Al llegar Trowa y Quatre a la oficina de Milliardo se encontraron con que estos iban saliendo, ambas parejas se sorprendieron por la palidez del rostro de cada pareja...

-Traize..- comenzó Trowa tendiendo un papel, Noin arrugo el ceño tomando el papel y leyéndolo, para no decir nada, solamente pasar su mirada a Quatre, suspiro, Dios... de seguro el señor Winner había querido tomar justicia con mano propia, y eso solamente había causado que..

-Nosotros también íbamos para la casa Maxwell.- les dijo Milliardo indicándoles con la mano que lo siguieran, pues tenia prisa -ahora si la señora Maxwell toco fondo..- extrañamente la voz de Milliardo era delgada, como si le costara decir, o creer lo que le habían dicho...

-Mato a Traize...- les explico Noin con toda la calma del mundo -supongo que es verdad lo que dicen de la justicia divina...- se notaba la decepción en su voz... había estado tan cerca de atraparlo y cerrar su caso!...

-¿qué?- preguntaron azorados Quatre y Trowa ante la noticia..

-uno de sus ataques de histeria llegó muy lejos... - les contesto Milliardo omitiendo el comentario de Noin, el también estaba frustrado con eso... la muerte había sido una salida demasiado fácil para lo que debía pagar Traize, pero si se consideraba que había muerto en manos de la misma persona quien le había otorgado la vida...

-La señora Maxwell ya esta internada en el hospital psiquiátrico... nosotros solo vamos a hacer cosas de rutina... bueno Milliardo va a hacer eso... yo en mi caso solo voy para cerrar la investigación que se me asigno... - apretó el papel que le había entregado Trowa.

-Esta bien señorita Noin... usted hizo lo que pudo con el caso, y se podría decir que ese maldito de Traize esta donde se merece... - dijo Quatre, su mirada se mantenía en la nada.. al final... podía estar en paz considerando que el ladrón de la vida de Dorothy, también le había sido arrancada esa gema llamada vida.

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-Vaya... esa historia si que esta para libro...- dijo Jesús esbozando una sonrisa mientras miraba a Duo y a Heero, quienes con ayuda de Isabel habían puesto mas o menos al tanto al doctor de la situación entre ellos. -Lastima... me ganaron a Duo..- dijo por ultimo negando con la cabeza y poniendo una cara de compungido... o al menos intentando ponerla...

Duo se sonrojo por el comentario, tomándolo a loco la verdad, aunque se veía que Heero solo estaba sonriendo por compromiso por que.. hubiera sido mejor que ni sonriera.

-Ya, ya Heero, mi hermano solo lo dice de broma- trato de calmar la chica la 'sonrisa-tic' de Heero.

-Si.. broma...- siguió Jesús como diciendo 'ni tan broma...'

-Dejando a lado que le estas tirando los perros a Duo...- dijo Heero para en verdad tratar de alejarse de ese tema por que oooh, que en serio esa imitación de sonrisa que hacia daba mas miedo que otra cosa. -me gustaría que te unieras al proyecto que quiero realizar de llevar medicina y médicos a la gente que menos puede... este pueblo podría ser uno de los tantos que podríamos visitar...-

-Quien diría que resultarías ser doctor.. bueno.. al menos eso explica por que podías realizar curaciones tan sencillas con eficacia.. - Jesús sonrió sinceramente ya dejando las bromas de lado. -y me parece una excelente idea.. cuenta conmigo como uno de esos médicos...-

-Bien.. por que también me ayudaras a buscar a mas médicos...-

-Cómo ordene mi General!..- le contesto Jesús imitando un saludo militar que tan seguido le veía hacer a André.

Los jóvenes se sonrieron como pactando el trato ya mencionado, cuando entro a la pequeña sala de estar André, sus mejillas estaban pintadas de un color rosa muy pálido, casi imperceptible, solo que con él se notaba mas por lo banco de su tez.

-Eh... Isabel..- contesto luego de haber saludado a los presentes con un ligero movimiento de cabeza, en su cabeza tenia pensamientos mas importantes que el preguntarse por que estaban tan juntos Heero y Duo... cualquier otro día en verdad se hubiera fijado, pero ese día no... el corazón le latía tan fuerte que podía sentirlo retumbándole en los oídos, una de sus manos ya un poco mas mojadas, apretaba con fuerza un papel, mientras la otra se escondía nerviosa en el bolsillo de su chaqueta.

-Dime?- contesto la chica sonriendo un tanto inquieta por la actitud del muchacho.

-Ne.. necesito hablar contigo...- ah, la voz la tenia nerviosa también... la chica frunció el ceño un poco antes de levantarse siguiendo a André que había salido de la sala, esta vez sin despedirse siquiera de los otros.

-¿Qué te pasa que estas tan nervioso, eh?..- le pregunto sonriendo tratando de tranquilizar a André.

Solo se escucho que el suspiro y dio media vuelta -me han llamado al frente...- le dijo mirándola directamente a los ojos.

-Ah..- contesto la chica mientras se desvanecía la sonrisa de sus labios y sentía como un sentimiento de frió recorría su cuerpo de cabeza a pies... -¿cu... cuando te tienes que ir?..-

-Máximo el viernes... pero... Isabel... yo...- su mano que aun aguardaba dentro del bolsillo se removió un poco. -yo quiero saber si.. me esperarías?..-

-Ah?.. pues claro.. aquí tendrás a tu amiga que siempre te esperara..- contesto logrando volver a esbozar la sonrisa.

Ahora a quien le recorrió ese sentimiento de frió en el cuerpo fue a André.. -me... refería a...- su mano salió por fin del bolsillo apretada en un puño, la alzo frente a la chica abriendo los dedos para mostrar en la palma de la mano n bonito anillo -a que si al regresar te casarías conmigo...- sus mejillas cada vez se sonrojaban mas -tu siempre me has gustado Isabel.. y... si tu me dices que si.. tendré una grandísima razón para volver a..- pero sus palabras fueron calladas al sentir como la chica se lanzaba a él, rodeando su cuello con los brazos dándole un beso en la mejilla.

-claro que te esperare.. para casarme contigo.. tontito..- André solo contestó con una sonrisa, apretando aun más a Isabel contra él... no había sido tan difícil después de todo confesar sus sentimientos.. y lo mejor de todo... era correspondido.. una parte de él quería dar un gran respiro por eso, pero por mientras, seguiría abrazando a la persona que tanto quería.

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Duo suspiraba conforme más se acercaban al Sahuatoba, ya habían ido primeramente al Guadiana, causando un gran alboroto en la Hacienda, aunque un alborto favorable, pues todos los empleados estaban felices de volver a ver a sus patrones con vida, y claro, también deseosos de saber como habían vuelto de la muerte...

Después de dar mas o menos una explicación de lo pasado (como siempre omitiendo detalles que no eran necesarios dar a conocer) se marcharon al pueblo natal de Duo, donde según les habían informado estaban Trowa y Quatre, ambos muchachos eran indispensables para que volvieran a tener la vida semi-normal que tenían antes de que pasase todo aquello.

-vamos.. solo estaremos ahí poco tiempo..- le dijo tratando de animarlo Heero tomando su mano.

-No es eso...- en verdad.. si era eso, según había le habían dado razón de que a él también lo habían dado por muerto (con quien habían confundido su cuerpo? No lo sabia) y eso quería decir que también su familia lo consideraría ya muerto... ahora.. lo que realmente le tenia así era.. ¿realmente quería sacar de ese error a su familia?... es decir si ya lo daban por muerto santo remedio..

Pero lamentablemente noticias como aquella se regaban demasiado rápido.. es decir... el pueblo del Sahuatoba era grande, pero todo ahí se sabia por que a algunos de sus habitantes les gustaba tener de pasatiempo la vida de otras personas.. así.. si alguien cualquiera le veía por ahí, inmediatamente todo se sabría... vaya, ahora que se ponía a analizar eso se sorprendía que su secreto hubiese sido guardado por tantos años...

-¿entonces que es?...-

-estoy algo... no se.. incomodo se podría decir.. por.. volver a ser.. ella...- comento jugueteando con el mechón el cabello suelto que descansaba sobre su hombro, le incomodaba volver a ser.. Di.

Heero como contestación solo acaricio su mejilla..., acercándose lentamente a él hasta tener los labios cerca de su oreja -pero ya te dije.. que al que yo amo es a Duo... Duo y su sonrisa.. Duo y sus hermosos ojos, Duo y su risa...- lo fue abrazando con cuidado -Duo y su corazón..- le sonrió dándole un beso en la frente y otro mas en sus labios.

El chico de ojos violetas sonrió y asintió con la cabeza, acurrucándose aun más a Heero, que por cierto no se cansaba de eso, de abrazarlo y besarlo, ni de las muestras de cariño y amor que su esposo le daba.

Decidieron que lo mejor era llegar a casa del abogado, conforme el carruaje se acercaba el corazón de Duo comenzaba a palpitar cada vez mas... ¿Quatre también se sorprendería de verle ahí... vivito y coleando?.. ¿Que diría? ¿Que haría?... bueno pues, eso estaba por descubrirlo, el carruaje había parado justo enfrente de la casa, Heero se bajo ofreciéndole su mano para ayudarle, sabían que delante de gente extraña a ellos debían actuar como siempre lo habían hecho... aparentando que Duo en realidad si era una mujer.

-vamos..- le animo Heero mientras subían las escaleras, tocaron a la puerta para al segundo ser recibidos por el grito de una de las mucamas, que nunca supieron a ciencia cierta si fue un grito de susto, de jubilo, de sorpresa o de las tres mezclada...

Por supuesto que ese grito alerto a todos los que vivían en esa casa, incluyendo al dueño, y a su invitado, y todo paso tan rápido, incluso la reacción de los empleados de esa casa fue muy semejante a como habían reaccionado los empleados de la Hacienda, justo como lo había echo la chiquilla que los recibió en la casa Winner...

-Duo!.- exclamo Quatre acercándose al chico para después abrazarlo, era raro, el sabia que Duo estaba vivo, pero verlo ahí.. delante de él sonriendo... era todo tan... irreal... y fantástico.. que esa sonrisa en su rostro no podía ser borrar, incluso se acentuó mas al ver al lado de Duo a Heero... vaya... el también estaba vivo...

-Tienen mucho que contarnos... -les dijo Trowa una vez después de que hubo saludado él también a Heero y a Duo...

-En verdad... es mucho..- corroboro Heero sonriendo también, así los cuatro pasaron a la sala, era una larga historia...

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Fue un tanto difícil de asimilar... su hermano muerto, su madre en un centro de salud mental... no lamentaba la perdida de Traize, y... tal vez su madre debió de estar internada en un lugar como ese desde hacia mucho, pero aun así, era difícil asimilar que lo que alguna vez llamó familia estaba por completo acabada...

Siguió caminando por el largo y estrecho pasillo al hombre, solo se escuchaba el sonido de sus pasos y el de las llaves que el hombre llevaba colgadas al cinturón. En un momento el hombre se detuvo, tomo las llaves y abrió una de las grandes puertas, haciendo el gesto de dejarle el camino libre a Duo para que pasara.

Paso saliva y volvió a caminar, entrando a la estrecha habitación, el cuerpo de una mujer arrinconado en la esquina se podía divisar por la poca luz que entraba por una ventana muy pequeña de la habitación... se acerco a ese cuerpo.

Se escuchaba que balbuceaba algo mientras mecía algo en sus brazos... -madre...- hablo Duo con voz muy baja, para tratar de no incomodar a la mujer, esta giro la cabeza hacia él mirándolo... después sonrió..

-Mira Traize... ven a ver a tu hermanito.. es tan lindo... se parecerá a tu padre cuando crezca... y los ayudara en la Hacienda...- le mostró unas mantas acomodadas de tal forma que parecían que adentro descansaba un bebé.

Duo sintió un nudo en la garganta, paso saliva para aliviar un poco ese sentimiento dibujo una pequeña sonrisa en sus labios, o al menos lo trató de hacer... -es.. muy.. lindo.. mamá...- tapo su boca con una mano, no... era imposible.. ese nudo en la garganta no se iba... le había dado la vida que le dio.. no le habría mostrado un amor de madre pero... la abrazó... aun así.. ella...

-si.. es muy lindo.. mi niño..- la mujer ignoraba que Duo le abrazaba y seguía meciendo al 'bebé'...

Aun después del pasado... ella era la única familia, aparte de Heero que le quedaba, además de que... ella seguía siendo su madre...

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-Estoy asombrado Quatre..- comento Heero después de revisar los papeles que le había tendido el rubio -realmente eres demasiado bueno en tu trabajo...-

Quatre solo rió como respuesta -bueno.. cuando haces algo que te gusta... es mejor...- aunque no lo quisieran decir, ambos chicos estaban algo nerviosos, Duo había querido ir solo a visitar a su madre... por el estado de la salud de la mujer era que había ido parar a ese centro y no a la cárcel ante el asesinato de su primogénito.

-pues si no hubiera sido por ti... quien sabe donde hubiese terminado este dinero de caer en manos de Traize...-

-es mejor no pensar en eso, y pensar en donde va a estar ahora.. me alegra escuchar que tu proyecto de médicos para los mas necesitados esta marchando bien..-

Heero asintió -y todo gracias a ustedes de nuevo...-

-Irán a vivir a Mapimí entonces?...- pregunto Trowa.

-Lo mas probable es que si... ahí es donde Duo puede ser realmente él.. y por su bienestar y felicidad seria lo mejor..-

-Estoy de acuerdo- le contesto sonriendo Quatre -aunque estarán algo lejos de nosotros...-

-Siempre serán bienvenidos cuando nos mudemos, pero para eso faltara aun... - pero en verdad estaba en sus planes esa idea de comprar casa en Mapimí lo mas pronto posible.

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Había salido a dar una vuelta por el pueblo para despejar la mente, y apartarla del hecho que no había recibido carta de Wufei hacia bastante tiempo... podía haber muchas explicaciones a eso... además no debía preocuparse o su bebé recibiría todos esos sentimientos, se acaricio el vientre, ya faltaba muy poco para que el pequeño naciera.

Levanto un poco la vista y vio a una figura muy conocida salir de un edificio algo lúgubre o que simplemente a ella buena vibra no le daba... apresuro un poco el paso para alcanzarle, no creía muy prudente gritar su nombre como vil loca en medio de la calle, por fortuna pudo alcanzarlo antes de que subiera al coche.

-Duo!..- alzó un poco la voz justo antes de llegar, el chico se giro extrañado ante escuchar su nombre y cual fue su sorpresa al encontrarse enfrente de el a...

-Hil!- la chiquilla lucia un poco mas alta, y claro que no pudo pasar por alta la preciosa pancita de embarazo que lucia ahora la muchacha... era cierto.. cuando había regresado a la Hacienda no había podido dar con el paradero de la chica.. su madre solamente le había dicho que había salido lejos de la Hacienda del Guadiana a buscar sus sueños.. se preguntaba si los habría logrado... -cuanto tiempo sin verte..- le saludo con una sonrisa mientras le abrazaba y daba un beso en la mejilla.

-Bastante... pero me alegra verlo..- y se notaba francamente en su cara.

-A mi también me alegra verte, sobre todo que ya no supe de ti desde esa vez...-

-Si.. por que...- se mordió el labio inferior mientras jugueteaba con sus dedos... ¿Duo no se enojaría si le decía que... se había casado con Wufei?.. es decir... el chico alguna vez fue pareja de él...

-No tienes por que justificar que hayas querido salir de la Hacienda...- le tranquilizo Duo al ver el nerviosismo de la chica.

-Ah.. ¿y se arreglo con el señor Heero?...- pregunto alzando de repente el rostro.

-Sí... - contesto él con una sonrisa que denotaba a felicidad que le daba el que ya ahora si todo, absolutamente todo estuviera bien con Heero.

-Que bueno!.. me había preocupado que no se reconciliaran, sobre todo por que se notaba desde lejos que se aman mucho... -

Duo se sonrojo por el comentario de Hilde.. -usted lo ama mucho, mucho.. ¿verdad?- escucho que le pregunto de repente, es que en el fondo, seguía teniendo miedo de la reacción de Duo.

-Sí... - contestó Duo.

De nuevo Hilde sonrió -y es feliz ahora?- se coloco una mano en la pancita acariciándola, acción que no paso desapercibida por el chico.

-Muy feliz...- sonrió ampliamente -y ahora me dirá señorita quien es el padre de ese bebé?- le señalo el vientre sin dejar de sonreírle, es que algo le decía que tanta pregunta por parte de Hilde, era precisamente para evitar que el hiciera esa pregunta.

-Wu...fei..- contesto ella sonrojándose sobremanera mientras miraba al suelo.

Duo francamente se quedo sin palabras... no, no estaba ni enojado, ni nada parecido a eso, simplemente estaba... sorprendido!.. en serio nunca se le hubiera pasado por la mente que él y Hilde se hubieran liado... aunque eso si, estaba interesadísimo por saber el ¿cómo?...

-¿Me acompañas a tomar un café?- pregunto sonriéndole -tenemos bastante que platicar, ¿verdad?- en su sonrisa se podía ver que estaba contento, el también deseaba la felicidad de Wufei, y si ya la tenia ahora, tenia razones de sobra por él estar también mas que feliz...

Hilde miro la sonrisa de Duo, y entonces supo que todo estaba bien, que el muchacho se alegraba por ellos... suspiro -claro que lo acompaño...-

-Hilde..-

-dígame?...-

-Háblame de tu..- le contesto casi en una risa.

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A Heero la verdad, no le agradó para nada que en la noche, cuando se estaban preparando para dormir aquel sujeto saliera en la conversación, aun cuando la oración había sido 'se caso con Hilde'... por él no volvería a mencionarlo nunca en la vida... pero tenia que controlar esos celos... era cosa del pasado lo suyo con Duo... Duo ahora lo amaba a él y eso importaba... eso se tenia que repetir para no empezar con su 'sonrisa-tic' que había adquirido después de platicar durante tantos días con Jesús en Mapimí.

-y ahora él esta en el frente...- le dijo Duo cuando levanto las mantas para acostarse junto a él, para el chico no paso el gesto que había adquirido desde hace rato Heero -tú... no deberías estar celoso...- le dijo divertido mientras lo abrazaba.

-¿Quién esta celoso?- oh bueno, lo había intentado, pero había salido su 'sonrisa-tic' a flote.

Duo rió, inevitablemente haciendo sonreír a Heero al este escuchar su risa. -pues se nota que tú no...- le dio un roce a sus labios con los suyos.

-Hnn- gruño Heero al ser descubierto. Lo abrazo con fuerza, como queriéndole decir con ese abrazo que el era solo suyo, suyo de nadie mas.. pero parecía que el mensaje había sido captado pues Duo continuó riendo mientras se acercaba a besarlo, susurrándole en sus labios 'te amo tanto'.

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La muchacha se encontraba arriconada en una esquina, con un pedazo de papel demasiado apretado entre las manos, y su rostro aun mojado por las lagrimas que hasta hacia un segundo no habian parado de salir de sus azules ojos...

Se llevo ambas manos a la boca, cuando al simple recuerdo de su nombre en su mente las lagrimas volvieron a surgir... no podia creerlo, mas era verdad... él...

-Wufei..- grito entre un sollozo aun mas potente cubriendose el rostro con las manos -Wufei, Wufei...- repetia en con voz ahogada por el llanto.

Dio un fuerte suspiro, sacando fuerzas de solo Dios sabia donde... seria mejor decirle tambien a él.. despues de todo... a ella le constataba que le tenia un cariño especial... y viendolo bien... Duo era ahora al unico que podia recurir en ese pueblo para un poco de consuelo por que...

Cerro los ojos posando su mano sobresu vientre, mientras cristalinas lagrimas rodaban por su mejilla cayendo seguidas de mas...

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-Hilde... ¿paso algo?- pregunto preocupado la ver la cara de la chica cuando bajo a la sala a recibirla, le habia entusiasmado recibir su visita, mas al ver su rostro supo que no traia muy buenas que digamos.

La chica se lanzo a su brazos, en un abrazo fuerte, como queriendo sacar la fortaleza necesaria para decir aquella palabras.. -Duo.. Wufei... Wufei..- volvio a ahogarcele la voz por el llanto que ahora en verdad era incontenible... -es muerto!.- chillo la chica aferrandose mas al cuerpo de Duo.

Aquella noticia le cayo a Duo como balde de agua fria... de pronto los ojos se le humedecieron y el cuerpo le temblo un tanto... ¿habia escuchado bien?.. -Pe.. pero..-

-En el frente... el.. Wufei..- era evidente que la chica no podria calmarse sola.. Duo paso saliva y la abrazo sentandola en uno de los sofas para despues darle un vaso de agua.

-calma Hilde..- su voz denotaba la tristeza que sentia, y es que... Wufei... aquel que tanto tiempo fue su apoyo.. aquel que tanto tiempo le mostro su cariño, y el tambien sintio ese cariño hacia él... aquel que solo habia deseado su felicidad estaba... -no le hará bien al bebé que estes asi de alterada...-

-Lo... lo se..- dijo en medio de sollozos... -pero...- se noto el esfuerzo que hizo para dejar de llorar al menos un momento... suspirando hondo y bebiendo otro vaso de agua... habia llorado toda la mañana... y ni asi sentia que ese dolor desaparecia ni un poco, al contrario, le parecia que aumentaba con el transcurso de los minutos. -es un dolor que no puedo...- hizo un gesto de verdadero dolor llevandose la mano al vientre... los dolores que tambien habia sentido desde la mañana se hacian mas fuerte con el tiempo... mordio su labio.

-Hilde... estas.. entrando en labor de parto..- comento Duo sorprendido levantandose del asiento, y es que el era bueno para entrar en panico en esas ocasiones en que no tenia ni la menor idea de que hacer.. por suerte... -Heero!.- dijo saliendo corriendo de la sala hacia las recamaras de arriba que era donde ahora estaba su esposo...

En menos de quince minutos Hilde estaba ya en una de las habitaciones de la casa Yuy en labor de parto, por supuesto con Heero asistiendola...

La atmosfera de esa habitacion era rara... se podia sentir la tristeza de saber la perdida de un ser querido y la alegria de saber que otro llegará... los pequeños gritos de dolor de Hilde llenaban la habitacion, por lo menos ella hacia caso a Heero sin maldecirlo a él de paso...

Duo esperaba afuera... su pavor a la sangre aun no lo superaba, y el sabia que era mas un estorbo ue ayudaba ahi dentro...

-Hilde..- le hablo despacio Heero, mientras se acercaba al rostro de la chica. -hay un problema.. si trato de que el bebé nazca sin problemas... en el procedimiento tu... no tienes las fuerzas ahora para resisitir lo que se vendria..- le hablo claramente -al querer hacer que el bebé nazca tu podrias...-

La chica lo miro, sus ojos llenos de una melancolia inexplicable -quiero que nazca...-

-Pero.. no seas tonta.. si tu vives podrias tener...- pero fue callado por Hilde.

-No... ese bebé es la prueba de que Wufei me amo... de que yo lo amé... quiero que nazca.. ademas.. yo.. sin él.. no se que haria...-

-Hilde..-

-Por favor señor Heero... quiero que nazca él bebé.. yo no importo...- su voz ya era muy delgada, rindiendose ante los brazos de la muerte que ya la acogian...

Heero nego con la cabeza lentamente viendo fijamente a la chica -estas segura de tu decision?...-

Ella contesto positivamente con un movimiento de cabeza.

-Bien..- aunque Hilde estuviera segura de la decision que habia tomado, Heero no lo estaba.. haria lo posible por que ambos se salvaran.. aunque algo en su interior le decia que eso era rogar por un milagro.

-señor Heero...?- lo llamo una vez mas...

-Si?..-

La chica le dijo con la mano que se acercara un poco, y en la confidencia de ese cuarto, le susurro algo al oido... bien... Heero de una cosa estaba seguro.. no le gustaban niguna de las decisiones de esa muchacha...

Solo asintio a la peticion de la chica sonriendo fugazmente...

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Despues de una hora y media aproximadamente el sonoro llanto de un bebé retumbo en cada cuarto de la casa Yuy, Duo subio a las recamaras, habia esperado en la sala acompañado de Quatre que habia llegado despues de visita.

Iba subiendo cuando Heero iba saliendo, con el bebé en brazos, cosa que tapaba las manchas de sangre de su ropa...

-por que no dejaste al bebé con Hilde?- pregunto extrañado terminando de subir el tramo de escalera que faltaba mas Heero solo le nego con la cabeza...

-El parto de Hilde fue dificil.. hubo un momento en que todo se complico Duo y ella..- pero Duo no espero mas explicacion, entro rapido al cuarto, la muchacha descansaba en la cama, con los ojos cerrados y una especie de sonrisa en sus labios.

-Duo..-

-No puede ser... ella... - de nuevo ese sentimiento de que su cuerpo temblaba volvia... sintio que Heero le coloco el bebé en los brazos.

-Quizo que nosotros.. los criaramos...- le dijo con voz seria, pero consolandolo con la mirada -dijo que tu serias un excelente padre... que ambos lo criariamos bien.. ella.. ella quiso morir Duo.. quiso ir a lado de.. su esposo..- miraba preocupado a Duo, que parecia que en cualquier momento se desmayaria ah en medio de la recamara...

Duo bajo la mirada, sintiendo ese especial tibieza emanar del pequeño cuerpecito del pequeño que ahora dormia placidamente en sus brazos... -nosotros?- dijo despues de pasar saliva para ver si ese nudo en su garganta desaparecia, Heero contesto con un silencioso si...

Silenciosas lagrimas escaparon de los ojos violetas... siendo limpiadas por la mano de Heero, mientras lo abrazaba... reconfortandolo un poco...

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-Gabriel, Mariana.. haganle caso a la nana Abbot y ya vengan a merendar!...- grito Duo al salir del jardin de lo que ahora era su hogar en el pueblo de Mapimi; Quatre y Trowa habia ido de visitar para festejar el sexto cumpleaños del pequeño Gabriel...

Una pequeña de rubia cabellera y ojos azules claros entro riendo seguida de un pequeño niño, de piel blanca, pelo negro azabache y unos preciosos ojos azul-cobalto... acto seguido se abrazo de las piernas de Duo, aun riendo por la carrera que habia echo junto a su prima Mariana.

-ah, eres un travieso cuando vienen tus tios ¿eh?- le dijo levantandolo en brazos para caminar hacia la cocina.

El niño como respuesta solo le dio un beso en la mejilla -es que es divertido jugar con ella, papá-

Entraron al comedor, Mariana ya estaba en brazos de Quatre mientras Trowa le acariciaba la cabecita.

-Cada dia que lo veo esta cambiadisimo..- dijo Isabel quien estaba sentada al lado de André, la muchacha llevaba un bebé en brazos mientras lo arrullaba.

-Si.. cada dia es mas ocurrente..- contesto Heero por Duo mientras entraba de la cocina cargando cn un pastel de fresas y crema, el favorito de sus dos pequeños tesoros... Duo y Gabriel...

Habia sido raro.. ese niño era hijo biologico de Wufei... pero... tambien era hijo de esa muchacha que prefirio morir para que el legado de su amor hacia ese hombre viviera... eso se lo respetaba mucho a la mujer.. ademas de que... padre tambien es el que cria... y no cambiaria los seis años que habian vivido como una familia en el pueblo del Mapimí...

Duo tampoco lo haria.. abrazo mas a Gabriel acariciandole su pequeño y fino cabello negro... -es que es listo... se parece a su papá Heero...- dijo sonriendole hasta con la mirada a su esposo.

-yo me pareceré en lo alto a papá Trowa- exclamo la pequeña Mariana alzando una mano para que le prestasen atencion un poco celosa de que toda la atencion fuera ahora para su primo, todos los adultos soltaron una carcajada ante el comentario de la niña...

Ni Duo ni Heero cambiarian ni una cosa de su pasado, pues si las cosas no hubiesen sido asi, nunca se hubieran conocido.. si no hubiera existido Di... Heero no se habria enamorado de Duo.. aunque... quiza... aun sin existir Di... los ojos de Heero se hubieran cruzado con los de Duo... y la misma chispa hubiera surgido...

Eso es algo que solamente el destino sabria...

Owari...

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Notas de la autora: bien.. estoy en... choque!... termine.. termino... y... ay dios.. -suspira- supongo que todo ciclo tiene un fin, y este es el de CTA...

Supongo que muchos se esperaban esta clase de final...

La cancion usada en el lemmon como fondo se llama "Amo" de Axel Fernando... si la quieren solo pidanmela por mail, se las mando, enserio, por que es mejor leer esa escena con la cancion de fondo...

Por Dios!.. durante dias estaba planeando que pondria en las notas finales y ahora estoy en.. blanco!.. no se que diantres poner...

Supongo que agradecimientos...

A todos mis lectores por seguir esta historia por casi un año... si publicaba esto dos meses mas tarde se cumplirian oficialmente los dos años...

A mis padres por poner la pc xD...

A mis amigos por estar ahi xD

A mi betas readers que fueron cambiando a lo largo del tiempo... primero fue Karin, y luego fue Carmin... gracias a las dos...

A mi uwu... por tener tanta imaginacion 9.9...

xD no ya enserio ni idea de que poner...

mmmm...

Me preguntaron la inspiracion de este fic.. en verdad.. ya lo dije... un dia vi a la prota de la novela donde se baso este fic con una trenza y pense en Duo... de ahi.. solo ideé vestirlo de mujer y wuala...

Las demas situaciones se dieron de mis magnificas actuaciones... seeh.. creanlo o no queridos lectores cada escena de este fic fue actuada por miguelita y mis almohadas... hey! no se rian.. gracias a eso salieron escenas memorables.. como.. la cachetada que le dio Heero a Duo cuando se entero de lo de Wufei...

Y cabe decir que en este fic me hice bolas con las fechas tanto!... pero.. asi fue como terminaron.. Duo con 24 años, y los demas con 28 años (hijole, estas viejo Heero xDDD)... Natasha... 7 años y Gabriel 6...

Y ya.. pues.. se acabo..

FIN.. OWARI.. FINITO... THE END...

TT MI BEBÉ SE ACABOOOOOOOOOOOO...

Ejem.. dejen reviews...

Kary.