La Cocina Secreta de Akane
Guiso De Cerdo Y Porotos
¡Maldito! ¡Esto no se quedará así! – Ranma pateaba el pobre muñeco de entrenamiento sin piedad mientras seguía con sus insultos – ¿Te crees capaz de quitármela? Primero tienes que vencerme y prepárate, porque si es una pelea lo que quieres, ¡una pelea es lo que vas a tener! – otra patada y el muñeco casi se queda sin cabeza – ¡Maldito! ¡MALDITO SEAS! – tan concentrado estaba que no se percató de la presencia de otra persona en el patio donde entrenaba. El chico miraba a Ranma entre divertido y preocupado, hacía mucho que no lo veía en ese estado, definitivamente algo muy serio pasaba – Ella es mía, ¿lo entiendes? ¡Akane ES MÍA! – y con un último golpe derribó el muñeco con un sonoro golpe en medio la cabeza, dejando a un Ranma con una sonrisa muy satisfecha en el rostro.
Con un salto Ryoga se paró delante de Ranma, para su sorpresa, y rápidamente, sin decir palabra alguna, le lanzó un golpe a la altura del estómago.
¿Contra quién entrenas de esa manera tan salvaje, nena?
Primero, no te interesa, segundo, ¿quién es una nena, cerdo? – Ranma ya recuperado del ataque sorpresa, reaccionó con una patada alta.
Pues escuché tus gritos a dos cuadras de aquí. Tu griterío fue tan alto que me fue muy fácil llegar aquí sin perderme... sólo me basto seguir tu voz – Ryoga esquiva fácilmente una patada de Ranma y lanzó un puñetazo en dirección a su adversario – ¿Quién es ese al que llamas maldito?
Ya te lo dije, tocino, ¡NO TE INTERESA!
Ah, por supuesto que me interesa, porque al parecer ese tipo quiere a Akane... ¡de otro modo no habías dicho que ella es tuya! Y, por cierto... – Ryoga se para un momento con una cara muy seria, haciendo que Ranma pare de luchar – ¿QUIÉN DICE QUE AKANE ES TUYA? – y como un rayo golpea de lleno la cara de Ranma, tumbando al chico de tranza en el suelo.
Infeliz cerdo del mal... – gruñó Ranma con la mano en la nariz – pero te lo voy a decir. Hay uno tipo llamado Pierre y Akane ha estado encontrándose con él a escondidas. Es un maldito cerdo.
Ehhhhhhhh, ¿a quien llamas cerdo? – contestó Ryoga molesto.
Es otro cerdo, idiota, no tú.
Muy bien, voy a ignorar ese cometario estúpido y vamos a lo que interesa. Tenemos que encontrar ese Pierre y después darle la mayor paliza de su vida y después patearlo fuera de Nerima y entonces...
Espera, tocino. ¿Que estas diciendo? ¿Por qué hablas como si nosotros dos estuviésemos de acuerdo con eso?
Muy simple, fenómeno, ese tipo quiere a Akane, yo quiero a Akane y tú también la quieres, así que hay que sacarlo de nuestro camino.
Yo no quiero a esa marimacho y...
Ya ya... ya escuche eso miles de veces y nadie te cree, así que no pierdas tu tiempo con eso, ¿ok? ¿Tenemos un acuerdo o no?
¿Qué acuerdo exactamente? – preguntó Ranma desconfiado.
Patear a ese Pierre hasta el maldito hogar de donde vino y después ver quién se quedará con Akane – contestó Ryoga.
Tenemos un acuerdo, tocino – dice Ranma apretando la mano que Ryoga le tendía.
Es interesante cómo el destino a veces nos obliga a hacer extrañas alianzas, ¿no crees, fenómeno? – Y ambos sonrieron – Muy bien, ¿quién es exactamente ese tipo?
No lo sé... – Ryoga rascó su cabeza.
Vale, vale. ¿Dónde podemos encontrarlo?
No tengo ni la más mínima idea... – Ryoga cayó al suelo con una mano extendida al cielo, como si pidiera paciencia al gran Kami Sama. Se levantó de un salto y se colocó delante de Ranma, mirándole directamente en la cara.
¿Cómo es? ¿Al menos eso lo sabes, baka? ¿Para que lo podamos reconocer?
¡¡¡¡¡Contesta maldito travesti!
No... – Ryoga encuentra nuevamente el suelo con una gran vena saltando en la cara. Se quedó allá tumbado un largo tiempo, contemplando el césped. Ranma empezó a aburrirse.
¿Entonces? ¿Qué haces? ¿Esperas que la hierba crezca? – Ryoga seguía en silencio.
Los minutos pasaban y Ranma se quedaba aún mas impaciente. Ryoga permanecía calado contemplando ahora las pequeñas hormigas que pasaban delante él, haciendo que Ranma se molestase.
Muy bien, amante de la naturaleza... ¿te vas a quedar ahí todo el día o vas a decir alguna cosa?
¿Cual es el plan? – dice Ryoga por fin. Ahora fue el turno de Ranma de caer al suelo con una expresión de furia de mataré-a-ese-cerdo-en-este-preciso-instante.
¿Te quedaste todo ese tiempo ahí tumbado y no se te ocurrió nada?
Pues té te quedaste un largo tiempo pateando un muñeco y tampoco se te ocurrió ningún plan. Tenemos que pensar en una manera de encontrar a ese tipo... después veremos cómo nos libraremos de él.
Y así se quedaran los dos por largo tiempo mirando el trabajo de las hormigas y verificando si realmente el césped hace ruido al crecer...
¡Ya lo tengo! – gritó Ranma con un salto, haciendo que Ryoga se llevara un susto de muerte - El plan es seguir a las chicas, ellas nos llevarán hasta donde está ese imbécil y después de eso... vamos a patearlo de Nerima.
Buen plan. ¿Cuándo lo haremos?
Mañana después de las clases, es siempre a esa hora que intentan despistarme. Y para tener certeza de que llegas a tiempo, vas a dormir en el Dojo hoy y me acompañarás a la escuela.
Ryoga lo miró molesto – Vale, vale – contestó agarrando su mochila –vamos adentro entonces.
mmmmmm, Ryoga...
¿Si?
El Dojo es para el otro lado...
Ajenas al plan de los chicos, Akane, Sayuri y Yuca caminaban en dirección al centro comercial como hacían todas las tardes desde que Akane empezara sus clases de cocina. Las chicas hablaban alegremente sin percibir las dos figuras que las seguían a una distancia segura.
Ays, Akane, ¡ya son tres semanas de clases! ¡Estoy tan orgullosa de ti! – decía Sayuri feliz.
Sip – contestó Yuca – pensábamos que no soportarías quedarte hasta el final.
Vaya, chicas, que poca fe tenéis en mí. Pues yo voy hasta el último día de clases.
SIIIIIIIIIIIIIIII! – gritó Yuca – Así me gano los 3.000 yen... – antes de terminar de hablar, Sayuri ya le cubría la boca con su mano mientras miraba asustada hacia Akane.
¿De qué hablas? – preguntó Akane desconfiada de la actitud de las chicas – ¿Qué están tramando las dos?
... – las chicas seguían calladas y Sayuri cubría ya casi toda la cara de Yuca con sus manos – jejeje verás Akane es que... bien... cómo explicarte... nosotras hicimos uno juego... y bien... lo que pasa... – pero en ese momento la cara de Yuca empezó a quedarse roja y ella gesticulaba frenéticamente haciendo que Sayuri se volviera a ella – Tú sigue callada. Por tu gran bocarra es que estamos en esa situación – y apretando más sus manos en la cara de su amiga, siguió con sus excusas – Pues como te decía Akane, fue todo una bromita inocente... – Yuca ahora pasaba del rojo al morado y sus ojos parecían que saltarían de las orbitas, balanceaba sus brazos de arriba abajo tan rápido que las demás chicas ya empezaban a imaginar si saldría volando – ¿Qué te pasa Yuca? – Sayuri miraba fijamente a la chica que ahora tenía varios colores en el rostro, de un tono azul violáceo, pasando a uno rojo anaranjado, hasta a uno morado intenso.
Ella no parece bien – dice Akane preocupada.
Naaaaaaaa no pasa nada. Lo mas seguro es que quiera decir alguna de su estupideces... entonces, como yo te explicaba antes... KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA – el grito de Sayuri se puede escuchar hasta varios kilómetros fuera de la localidad, las ondas de choque pudieran ser sentidas en las ciudades cercanas. En el Centro Nacional de Sismología de Japón, las agujas marcaran 2 puntos en la escala Richter.
¿¿¿¿QUERIAS MATARME? ¿¿¿¿O crees que consigo respirar por los poros? NECESITO DE LA NARIZ PARA ESO! – gritaba Yuca aún sin aliento.
Contrólense las dos – dice Akane con una mirada molesta – y tú empieza a hablar... – dice apuntando para Yuca.
Biennnnnnn... recuerdas cuando tuviste aquella explosión en las clases y tuvieron que incluso llamar a los bomberos?
Si, y ya expliqué que fue todo un accidente...
Y aquella vez que olvidaste la sartén con aceite y empezó un gran humo que activó el sistema anti-incendio y los bomberos nuevamente tuvieron que intervenir...
Sip, recuerdo eso también... las demás alumnas me miraban extraño – contestó Akane apenada.
Y cuando resolviste calentar una cacerola de arroz porque te parecía muy fría...
Pero el arroz estaba realmente frío, se necesitaba calentar – se defendió Akane.
Pero no en el microondas! ¡Todos saben que cacerolas de metal no se ponen en el microondas!
¿Y cuando tu delantal se prendió fuego?
Me asuste... salí corriendo!
¿Pero tenías que hacerlo sacudiendo el delantal como si fuera una bandera? Prendiste fuego en las cortinas... y los bomberos ni atendieron la llamada esa vez!
Imagino que ya estaban aburridos de ir hasta allá... –contesto Sayuri bajito.
Yo escuche rumores que iban a poner un puesto avanzado dentro del centro comercial – completó Yuca.
¡BASTA LAS DOS! ¿QUE TIENE TODO ESO QUE VER?
Pues lo que pasa es que después de esos accidentes Sayuri me propuso una apuesta, porque creía que no seguirías llegar hasta el ultimo día...
¡VAYAAAAAAAAAAAA! ¿Hicisteis una apuesta sobre mi capacidad de permanecer en las clases hasta el final? – Akane las miraba amenazadoramente – Pues entonces eso es... – La chica Tendo ahora caminaba muy seria en la dirección de las chicas – una apuesta... -Sayuri y Yuca empezaran a caminar despacio para atrás – cómo pudisteis – Sayuri buscaba una ruta de escape – ¡Y NO ME ENVITÁSTEIS! – Yuca y Sayuri cayeron de espalda al suelo – ¡Pues yo digo que en esta semana que queda de clases los bomberos NO van a aparecer! ¡5000 yenes! – las chicas la miraron desconfiadas.
¿Vale por toda la semana?
¡Hasta el último día de clase!
¡Trato hecho! – y siguieron rumbo al centro comercial.
Más adetrás dos chicos caminaban a una cierta distancia de las chicas. La verdad es que uno caminaba, el otro parecía salido de una película de espías, buscando escondrijos por todas partes, sea detrás de un árbol, uno muro, un poste...
Ryoga, quedas ridículo con eso de intentar ocultarte.
Pero no quiero que las chicas perciban que las estamos siguiendo...
¡Pues por la manera que caminas llamas mucho más la atención! Y no sólo de ellas, ya todos nos miran extraño... sólo vamos a seguirlas, ¿ok?
Vale, vale, después no te quejes si nos descubren...
Ayssss, ¡estoy tan emocionada! Será la ultima semana de clases y pronto podrás mostrarnos los ricos platos que aprendiste a cocinar con el guapísimo Pierre – dijo Sayuri contenta – porque seguro que después de tres semanas de clases debes haber aprendido muchas cosas deliciosas y ahora Ranma no va más a negarse a comer cualquier cosa que prepares! – los ojos de la chica brillaban y ella en uno rápido movimiento se arrodillo delante Akane e imitando el tono de uno hombre empezó a decir con una expresión seria – Akane, mi dulce Akane, ¡quiero más de esas galletas que preparaste! Eres una cocinera excelente y seguro que serás una maravillosa ama de casa, así que cásate conmigo! – la imitación de Ranma que Sayuri hacía hizo que las demás chicas empezasen a reír a carcajadas.
No lo puedo creer, Sayuri. Eres de las más locas que conozco. Ranma jamás en su vida haría algo así, pero igual te quedó gracioso. Y por favor levántate que ya estamos delante del centro comercial y las personas ya nos miran raro.
jejejejeje cierto, cierto, váyamonos entonces o llegarás tarde a las clases – y empujando a Akane entraron en el centro comercial. Ya cerca del ascensor que las subiría al tercero piso Yuca se puso nerviosa mirando para las chicas, muy ansiosa.
¿No sería mejor que antes de ir hasta las clases despistásemos a Ranma y a Ryoga que vienen por ahí detrás?
QUEEEEE? – gritaron Akane y Sayuri al unísono.
¿Nos seguían? – preguntó Sayuri.
Pues sip. Hace unos quince minutos que están detrás de nosotras – contesto Yuca apenada haciendo que las dos chicas cayeran de espaldas.
¿¿¿¿Y por qué no dijiste nada? ¡Ahora van a descubrir lo de las clases! – Akane en aquel momento empezaba a ahorcar a Yuca que nuevamente en ese día sacudía los brazos en un intento de vuelo.
¡¡¡Pensé que los habíais visto! No hacían mucho esfuerzo para ocultarse, principalmente por Ryoga que hacía de todo para llamar la atención – contestó Yuca llorosa.
Bien, chicas, tenemos un problema. No puedo ir a las clases sin antes despistar esos dos tontos, así que necesito vuestra ayuda.
¿Cómo?
¿Qué debemos hacer?
Tengo un plan... – dijo Akane con una extraña sonrisa.
Unos metros atrás, dos chicos-espías seguían en su vigilia, ya demostrando signos de ansiedad. Al parecer, sólo el hecho de entrar en un Centro Comercial ya les daba cositas en el estomago.
¿Cómo pueden estar aquí dentro TODOS los días sin aburrirse? – preguntó Ryoga con una expresión confundida en el rostro.
Pues en la escuela escuché a las chicas llamarlo "Santuario" – dijo Ranma – Parece que hay algo espiritual en eso de hacer compras – completó molesto.
Pues yo odio estar aquí dentro...
Yo igual. No existe nada mas aburrido y... mira, Ryoga, ¡cambiaron de dirección! – a seguirlas.
Y las chicas caminaban y platicaban alegremente, riendo alto y mirando algún que otro escaparate sin mucha atención hasta que llegaron al pasillo central del Centro Comercial. Era muy largo y con gran cantidad de tiendas a los dos lados del pasillo, arrancando uno suspiro de las tres chicas que miraban la escena embobecidas, haciendo que los chicos las mirasen molestos.
Por sus caras, parece que sea la primera vez que entran aquí...
¡JUAS! ¡La primera vez HOY! Estoy diciendo, hay algo en esos sitios que les afecta el cerebro y las hacen olvidar que ya miraron todo lo que está aquí dentro hace unos pocos días... ¿o crees que las tiendas se pasan cambiando los escaparates toda la hora para que exista algo que aún NO lo viran el día anterior?
Y antes de que pudiesen formular una teoría sobre la psique femenina y su conexión con el mondo de las compras y su relación con las tarjetas de crédito, las chicas en uno súbito movimiento acompañado de gritos de alegría, entraron en la primera tienda del pasillo.
Y para desesperación de los dos chicos algo raro empiezó a acontecer...
Las tres entran en una tienda... sale una en dirección a otra tienda... una entra a una otra tienda... las dos van a otra... se juntan las tres en el pasillo... cambian grititos de jubilo... se separan... tres entran en una... salen dos... hablan de la necesitad de tener dos blusas azules casi iguales pero con sutiles diferencias... entra una en otra... otros grititos... siguen caminando por el pasillo y entrando en TODAS las tiendas... los chicos las miran confusos! Una entra a una tienda, no no no, tres entran en una... sale una... entra a otra... sale otra... sale otra.. se juntan las tres en una... se separan... Los chicos continúan siguiendo atontados. Nuevos gritos y pequeñas carreras entre una tienda y otra. Los chicos siguen las chicas con cara de derrotados pero ya están casi al final del pasillo, el sufrimiento va a acabar.
No se dieran cuenta que Akane se oculto como unas 7 tiendas atrás...
jejejeje ¡serán tontos! – pensó Akane alegremente – Nada como uno paseo por las tiendas para confundir a los chicos – y caminó en dirección al ascensor a tiempo de llegar a las clases.
Oye, Ryoga, ¿no te parece que algo está mal en eso todo?
¡Claro que sí! ¿Te diste cuenta que a veces entran dos veces en la MISMA tienda?
Akane llegó a la clase en el momento en que Pierre empezaba a explicar cómo hacer el plato del día y acomodándose delante de uno de los fogones, miró con atención la receta que tenía delante:
• 750 g de pechito de cerdo
• 2 cucharadas de aceite
• 3 dientes de ajo
• 100 g de panceta ahumada o jamón crudo cortado en dados
• 1 cebolla de verdeo
• 2 puerros
• 1 vaso de vino blanco
• sal
• 200 g de porotos
Muy bien, petites alumnas, hoy haremos uno rico y precioso Guiso de Cerdo y Porotos. Veréis que la preparación es bastante sencilla:
Dorar la carne cortada en trozos pequeños en una cazuela de barro con el aceite. Agregar los ajos pelados machacados, la panceta o el jamón crudo picado grueso y los vegetales cortados en trozos. Rehogarlos unos segundos, bañar con el vino, un poco de agua, sazonar y añadir los porotos escurridos. Completar la cocción hasta que estén tiernos y servir bien caliente presentado en la misma cazuela. Secretito: puede agregarse chorizos o morcillas cortadas en rodajas, incorporados unos 10 minutos antes de completar la cocción.
Te lo estoy diciendo, Ryoga... algo va mal en todo esto...
Por supuesto que sí. Mira que en la última tienda se quedaron probando gorritos y estamos en verano... ¿dónde creen que van usar gorritos con el calor que hace en verano?
... – Ranma miraba incrédulo al chico-cerdo – ¡qué estupideces dices! Cómo si a las chicas se les ocurriese que los gorritos se usan cuando hace frío y no cuando... ¡ESPERA! – Ranma se para de golpe – ¿Desde cuándo no vemos a Akane?
¿Uh?
¡Se escapó! ¡Qué idiotas somos! ¡Nos distrajeron y Akane huyo! Es hora de tener una charla enserio con Sayuri y Yuca – y diciendo eso empezó una carrera en dirección a las chicas siendo seguido por Ryoga – ¡OID CHICAS, QUIETAS AHÍ!
NOS DESCUBRIERON – gritó Sayuri – y sujetando a Yuca por la mano empezó lo que en el futuro fue conocido en todo el Furinkan como "La Gran Escapada".
No es necesario mencionar que dos chicos persiguiendo a dos chicas dentro de un Centro Comercial llama un poco la atención pero a lo que parecía, ellos no estaban muy preocupados con ese detalle. Corrían hecho locos entre gritos y saltos, empujando a algunos desafortunados peatones, chocándose con otros al punto de que algunas bolsas acabasen en el suelo. Tampoco es necesario decir que en esas horas la seguridad del centro comercial fue accionada...
Oye Pierre, no hay vino blanco aquí y lo necesito para la receta.
Hay más en la despensa, Akane. ¿Podrías hacerme el favor de buscarlo? Está en una jarra y debe tener como uno litro y medio allá. Mejor que se quede aquí por si le falta a alguien más, así la tenemos en mano.
¡Vale! Regreso en unos minutos – y Akane se dirigió a la despensa completamente ajena de los sucesos de los chicos.
¡Que nos alcanzan! ¡Que nos alcanzan! – gritaba Sayuri.
¡Por aquí! Vamos por ese lado, rápido – ahora era Yuka, que corría desenfrenada subiendo la escalera de dos en dos escalones en saltos que recordaban las gacelas.
Espera Yuka, no vayas por ahí, es justo esa parte del centro comercial que intentamos evitar, mensa – pero la advertencia de Sayuri llegaba demasiado tarde pues Yuka ya se adentraba ruidosamente en la clase de cocina, chocándose directo con Pierre, tumbando a los dos en el suelo y haciendo que todas las alumnas gritasen al unísono por la impresión. "¿Porque nunca tenemos clases normales? ¡Siempre tiene que pasar algo!" pensaban todas a la vez.
Momentos después, Sayuri, seguida de cerca de los chicos, entraba en la sala topándose con Akane que salía de la despensa con el gran jarro en las manos. En cuantión de segundos, una gran confusión se armó. Yuka y Pierre en el suelo. El jarro volando por el impacto cayendo en lleno a los dos chicos. Ranma y Ryoga saltando, inútilmente, para no ser mojados por el líquido. La transformación ocurre durante el salto. Una pelirroja aterriza arriba de Pierre y uno cerdo en una de las mesas. Las alumnas olvidándose por completo de lo que estaban haciendo y acercándose para asistir el gran lío.
¡Ahora, que alguien me explique lo que está pasando! – gritaba Pierre molesto mientras se levantaba – ¿Tú quién eres? – preguntaba a la pelirroja.
¡Soy Ranma! ¿Tú eres Pierre?
¿Ranma? – lo miró confundido – ¿No es ese el nombre del novio de Akane? – los ojos de Pierre parecían que iban a saltar de las órbitas – ¿Eres lesbiana? – preguntó a Akane.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhh! – decían todas las alumnas al unísono.
¡YO SOY HOMBRE! – gritó Ranma molesto.
¿Akane es novia de uno travestido? – preguntaba Pierre casi teniendo un ataque.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhh! – nuevo coro de las chicas. Arriba de la mesa un cerdo se partía de la risa, llamando la atención de algunas chicas.
¡Miren! Uno aún está vivo – dice la chica apuntando para Ryoga. El gesto de la chica lo dejó algo inquieto y desconfiado empezó a mirar alrededor y con sus ojos como platos percibió estar rodeado por trozos de cerdos, lo que lo dejó enormemente mareado, cayendo de cara directo en la receta que tenia con grandes letras "GUISO DE CERDO Y POROTOS". Se desmayó... Allá cerca de la puerta la discusión proseguía.
¡Que soy un hombre! Akane, busca agua caliente y voy a probar lo que digo – pero antes de que Akane siquiera se moviera, de las cacerolas, que fueran totalmente olvidadas por las alumnas, empezaran a desprender una gran cuantidad de humo que, como siempre, accionaran el sistema anti-incendio de la sala y pequeños jorros de agua empiezan a caer de los caños del techo. La acción arrancó uno suspiro de Ranma que sólo quedó con el cuerpo totalmente mojado – Olvídalo Akane, ya no hay manera.
De repente, asustando a todos, los bomberos invaden la sala con todo su equipo en las manos mirando molestos directamente a Akane.
Que no me miren así. ¡Esta vez no fue mi culpa! – protestó la chica mirando a las demás alumnas que en ese instante tenían una suave color rojo en sus rostros.
Saben – dice Pierre a los bomberos – estas cosas no pasan en Paris...
Finalmente yo conseguí terminar ese nuevo capitulo. Mis mas sinceras disculpas a todos los que esperasteis pacientemente que yo escribiera. Desde ya aviso que el próximo capítulo será el último y voy intentar escribirlo lo más pronto posible.
Dedico ese fic a los valientes bomberos pues sin su preciosa contribución el centro comercial de Nerima ya estaría hecho cenizas...
A mis amigos del alma que siempre me cobraran que no parase de escribir y me ayudaran con ideas y hasta amenazas, un gran beso.
Dedico, también, a mis preciosas compañeras de platicas Patty, Kity y Joce y a mi chico del corazón, Marquiño.
Criticas y sugerencias a amenazas por msn por favor UUUU
CisAne
