XIII

Estaban reunidos todos, cenando en una linda noche cuando la pregunta de Milo les cayó como balde de agua fría. Saga, Aioros y Aioria no se lo habían planteado. Kanon, Camus y el mismo Milo habían estado esperando el momento. Shion no sabía que contestar.

- ¿No vamos a salir? -

Silencio. Saga miró a Aioros, Aioros miró a Shion, Shion volvió a mirar a Aioros que estaba siendo mirado por Aioria y Camus; Milo miraba a Kanon, y éste miraba a Saga que ya dijimos a quien miraba. Kanon apoyó a Milo.

- ... Milo tiene razón Patriarca... Todos somos todavía jóvenes... no podemos estar encerrados aquí siempre... No es que piense que estemos encerrados realmente pero... -

- Kanon... – interrumpió Saga.

- Bueno... lo que quiero decir es que... no debemos apartarnos del mundo... debemos estar al pendiente de... pues... del exterior... Se que salimos cada tres meses pero sólo lo hacemos Saga, Aioros y yo... y para comprar provisiones... Los niños también deberían salir y ... conocer el mundo... ir al cine... ir a los parques... no se... cosas naturales... Nosotros llegamos a conoce el mundo... pero ellos no y no pueden permanecer ignorantes... -

Kanon pensó que como siempre el Patriarca lo mandaría a freír espárragos. "Claro, si la idea no es de Aioros pues no pasa..." pensaba amargamente. Y se sorprendió al oír la respuesta del Patriarca.

- Tienen razón... ya lo había pensado... -

Kanon no pudo evitar pensar lo que pensó. "¿Tienen razón? Porque simplemente no puede decir, KANON TIENES RAZON. A claro, al señor ya se le había ocurrido. No lo creo, si no fuera por Milo nos deja aquí encerrados esperando a Athena..."

- Creo que sería conveniente que los domingos fueran sus días libres... No pueden permanecer ajenos a lo que ocurre y a lo que es el mundo. Pueden escoger cualquier lugar al que quieran ir, o cualquier cosa que quieran hacer... Pero si les pediré el siguiente favor a los más grandes, o sea a ustedes Aioros, Saga y Kanon: deben salir con los niños. No quiero que los tres niños anden solos por ahí, necesitan cuidado. ¿Están de acuerdo? -

Aioros, Kanon y Saga asintieron, felices de poder ver cosas diferentes a las ruinas cada domingo. Kanon era fanático del cine y ya estaba pensando que películas iba a ver. Saga por su parte ya estaba pensando en que libros podría seleccionar y adquirir en las salidas. Aioros pensaba en todas las cosas que le mostraría a Aioria.

- Me da gusto que acepten mi decisión. Ahora, de verdad les agradecería que en caso de que los tres quieran hacer cosas diferentes llevara cada quien a uno de los niños con ustedes. -

Kanon por primera vez estaba de acuerdo con Shion. Los niños debían de estar acompañados, y además que emoción, tendría a quien adoctrinar. Le enseñaría a Milo o a Camus todos sus vicios y lo acompañarían en ellos. Saga ya era demasiado grande como para enviciarlo en las películas y además prefería los libros.

- Me quedaría mucho más tranquilo si hicieran las parejas ya. -

- Yo cuidaré de Aioria, Shion. - dijo Aioros. Sonaba lógico.

Camus sabía que Aioros debía ir con Aioria, pero no pudo evitar sentirse un poco mal. Quería a Saga y a Kanon, ambos habían demostrado muchas atenciones y sobretodo cariño hacia él, pero el quería a Aioros...

Milo se puso nervioso. Quería estar con Kanon, claro que Saga también sería muy buena opción. Admiraba mucho a Saga, pero le tenía más confianza a Kanon porque pasaba mucho más tiempo con él. Saga entrenaba mucho con Aioros.

Saga y Kanon se miraron, y con sólo unos gestos se entendieron.

- Camus irá con Saga, y yo con Milo, Patriarca. -

- Bien, claro que pueden salir todos juntos. Esto es para que no se separen. -

Milo sonrió a Kanon, de una manera que Kanon nunca había visto en él y se alegró. Supo que pronto conocería al verdadero Milo al ver esa sonrisa tan franca y cálida; y dejaría de ver al niño triste que tenía en frente. Saga le dirigió a Camus una mirada tan cariñosa que no pudo evitar sonreírle y dejar de pensar que no iría con Aioros.

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Aquella noche, Milo comprendió a Kanon cuando les había dicho a él y a Camus que ya no había mucho espacio en la cabaña. La noche anterior no lo había notado porque llegó a derrumbarse, más que a dormir. Vio asombrado junto con Camus, como Kanon y Aioros juntaban los tres colchones que había.

- No es necesario... Puedo dormir en el suelo hasta que construyamos la otra cabaña... -

- Saga, no puedo estar cómodo pensando en que te encuentras durmiendo en el piso... - dijo Aioros.

Milo se sintió un poco mal, el había ocupado todo un colchón la noche anterior. No pudo sentirse agradecido con Saga. Parecía que siempre se sacrificaba por los demás.

- Mira Saga, juntando los colchones, todos cabremos bien y podremos dormir... -

Milo miró a Camus, y vio que no le agradaba el cambio. Se preguntó porque.

- Además, Camus siempre duerme junto con Aioros, y tu ahora en el suelo. Me vas a hacer sentir mal al ocupar todo un colchón. -

Milo comenzaba a detectar el patrón. Al parecer Camus quería mucho... tal vez demasiado a Aioros.

- Bueno, pero Milo y Camus deben dormir en medio. No deben dormir en las orillas... podrían caerse. -

- Hay Saga, cada día te pareces más al Patriarca... -

La pequeña discusión terminó como siempre sería a partir de esos momentos: con risas de Camus y de Milo.

Kanon se acostó en una de las orillas, y Milo rápido se acostó a su lado. Camus como ya tenía sueño se sentó al lado de Milo, y empezaron a hablar, pero ya no recordó nada porque se quedó dormido. Saga se acostó al lado de Camus y Aioros tomó la otra orilla al lado de Saga.

Camus despertó en la madrugada por que le dio frío. Vio horrorizado como Kanon en su sueño agitado había terminado por hacerse bolas con la única sábana que los cubría. Vio que estaba entre Milo y Saga, y suspiró. Estaba pensando en que le hubiera gustado dormir al lado de Aioros, cuando notó que Milo se movía. Camus se mantuvo quieto y fingió dormir para no despertar a Milo. Éste dormido, giró varias veces y terminó colocando su cabecita en el pecho de Camus, que sorprendido no supo que hacer. Si se movía despertaría a Milo y además vio que se le pasaba el frío con la presencia de Milo. Se fue quedando tranquilo hasta que finalmente se quedó dormido.

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Kanon fue el primero en levantarse, extrañado de que Saga y Aioros no se hubieran levantado antes. Las dos escenas que vio en los colchones le causaron gracia y ternura. La primera escena la protagonizaban Camus y Milo. Milo recargaba su cabeza sobre el pequeño pecho de Camus, y este lo abrazaba completamente. Dormían profundamente. Se veían tan tiernos que si Kanon hubiera tenido una cámara de vídeo lo hubiera grabado.

La segunda escena era protagonizada por Saga y por Aioros. Ambos se hallaban de espaldas a Kanon, pero la curiosidad de este por ver la pose en la que se encontraban fue demasiada. Así que terminó viendo como Saga abrazaba a Aioros por atrás y tenía colocada una de sus manos en la cintura de Aioros. Éste de espaldas a Saga pero envuelto en el abrazo de éste, había tomado la otra mano de Saga y la acariciaba junto a su pecho.

Kanon quería ver la reacción de todos los protagonistas de las dos escenas al despertar, pero no podía esperar hasta que se levantaran, así que decidió despertarlos con un gran ruido. Se puso de frente a las dos escenas para no perderse ninguna reacción, tomó un jarro que había sobre un buró y lo estrelló en el piso.

Camus comenzaba a abrir los ojos, y vio a Kanon parado frente a él con los pedazos de un jarro roto. Bostezó y se dio cuenta de que no lo había soñado, Milo tenía su cabeza en su pecho. Vio que Milo se movía y se apresuró a retirar sus manos de la cabellera y la cintura de Milo, pero se tuvo que detener porque Milo volvía a girar, y ahora enterraba su rostro en el pecho de Camus. Camus habría tomado esto con mucha calma si no hubiera sido por la mirada burlona de Kanon. En fin, Camus no se movería porque si lo hacía... mmm despertaría a Milo. Y cuando Kanon dirigió toda su atención a Saga y Aioros, volvió a abrazar a Milo y a acariciarle el cabello.

Lo que vio lo dejó helado. Vio por una millonésima de segundo, que Aioros tenía los ojos abiertos pero al ver a Kanon aproximarse los había cerrado. Saga seguía profundamente dormido y seguía abrazando a Aioros. "Tal parece que Aioros no quiere separarse de Saga. Oooooo Creo que acabo de descubrir algo..."

Pero Kanon había hecho todo esto para ver la reacción de Saga que sería sumamente divertida, o al menos eso pensaba Kanon. No podría estar más correcto. Cogió otro jarrón, "Al fin que parece haber muchos" y lo tiró frente a la "parejita" con el mayor ruido que pudo. Saga hubiera brincado si sus manos no se encontraran en... Aioros. Abrió los ojos espantado, miró a Kanon que lo miraba con cara de risa, y sintió que una de sus manos era apresada por otra. Gulp. Vio como su mano se encontraba sobre la cintura de Aioros y supo que la mano que lo apresaba era la de Aioros. Muchos pensamientos pasaron por su cabeza, alegría, tortura, felicidad, sorpresa, pero súbitamente se quedó en blanco sin saber que hacer.

Aioros por su parte, se había limitado a abrir los ojos y bostezar. Sabía lo que Kanon estaba tratando de "averiguar" así que decidió actuar con toda tranquilidad. Además, el también quería ver la reacción de Saga. Sintió como Saga se tensaba. Después de un "buen rato" para opinión de Kanon, Saga creyendo que Aioros todavía dormía retiró su mano de su cintura con una delicadeza, tacto y suavidad que solo Aioros pudo sentir. Este avergonzado por lo que había sentido cuando Saga retiró la mano de su cintura, comenzó a liberar la otra mano de Saga que se quedó pasmado.

"¿Aioros está despierto? Nooooooooo ¡Qué vergüenza! ¡¡¿¿Qué va a pensar de mí! ¿Qué hago?" esos eran los pensamientos de Saga, que dejó de moverse. Aioros vio que Kanon hacia todo lo posible por no reírse en voz alta, y volteó a ver a Saga que ahora se hacia el dormido. Lo único que lo delataba era que parecía un tomate.

- ¿Saga? - llamó Aioros.

- Mmmmmm mmmmmm mmmmm - fue la "inteligente" contestación de Saga.

- Sé que estabas despierto. - Aioros rió. Liberó la mano de Saga que aún sostenía, y se puso de pie, sonriendo a Kanon.

Saga abrió los ojos espantado ante las palabras de Aioros, pero lo encontró de espaldas. Pero al que si encontró fue a Kanon riéndose ya en voz alta de él.

- SAGA JAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJA -

Pensando que lo mejor era huir, y tener un pretexto para hacerlo, Saga se echó encima de Kanon haciéndole cosquillas y despeinándole cada vez más el cabello. Los gritos de Kanon corriendo por todo el campamento despertaron a todos. Aioros salió del campamento como si nada hubiera ocurrido y empezó a cocinar. Shion salió espantado de su cabaña, acompañado de Aioria que reía por la escena. Saga encima de Kanon, mientras este se retorcía y reía.

Camus ya estaba despierto, y vio como Milo comenzaba a despertar con los gritos. Sintió un suspiro de este en su pecho y se sonrojó. Milo fue levantando la cabeza lentamente, hasta que dio con el rostro rojo de Camus que lo miraba tiernamente. Los ojos de Milo se abrieron en sorpresa y vergüenza.

- Lo... Lo siento Camus... no me di cuenta... -

- Esta bien, Milo... -

- No, de seguro dormiste todo incómodo por mi culpa... -

- No... de hecho me ayudaste a dormir... es que tenía frío y pues... me lo quitaste... -

- Aaaaaaaa... que bien... -

- ¿Vamos a desayunar? -

- Sí... vamos... oye.. ¿Quién gritaba? -

- Kanon... y Saga. -

- Lo dices con mucha normalidad... -

Camus rió. - Es que es normal, Milo. Kanon siempre molesta a Saga, y este a veces termina corriendo detrás de él... –

Se pusieron de pie y se dirigieron al fuego que Aioros ya había preparado. Kanon se encontraba ahí todavía riéndose de su hermano, mientras que Saga trataba de evitar mirar a Aioros. Milo y Camus vieron que Saga estaba sumamente rojo. Y vieron algo anormal en Aioros. Todo lo que tocaba se le caía. Pero fuera de eso parecía normal.

- ¿Qué vamos a hacer mañana Kanon? - preguntó Milo.

- ¡Es cierto... mañana es domingo! Pues... estaba pensando en que llevo más de cinco años sin ir al cine. Así que creo que buscaremos un Blockbuster, y después buscaremos un lugar donde podamos ver las películas que rentemos. Quiero rentar dos, una la escogeran ustedes... - Señaló a Milo y a Camus. - Y otra la escogeré yo... -

- Yo también quiero escoger Kanon... tu escoges puras películas raras... -

- Silencio Saga. Yo sé de cine, y Starwars no es una película rara... -

- Pero... -

- Aioros... ¿Dormiste bien? -

Con esto último Saga se calló y se puso más rojo todavía. Aioros dejó caer el plato del cual estaba comiendo.

- Mmmm sí, gracias Kanon. Mmm ¿Tú también? -

- Ten cuidado Aioros, ya van cuatro platos que rompes. ¿Qué te pasa hoy? - dijo Shion.

- Oh si, dormí muy bien. Pero creo que Saga durmió mejor... ¿No Saga? -

Otro plato que sostenía Aioros se cae, y Saga escupe la comida que estaba masticando. Camus, Milo y Aioria comenzaron a reír. Era asqueroso pero a la vez era divertido. Saga se retiró diciendo que no se sentía muy bien. Y Aioros que tenía miedo de lo que Kanon pudiera decirle también se retiró, llevándose a Aioria (no quería que se enterara de cualquier cosa que Kanon pudiera contar) con el pretexto de entrenar con él.

Después de desayunar, Milo y Camus se dirigieron de nuevo al pequeño bosque, y ahora sí tuvieron que ir levantando uno por uno los troncos. Los dos se sintieron mal por Saga, de seguro dormir en el piso y amontonado como ayer, le había hecho daño y por ello se había enfermado.

- ¿Has visto Starwars Milo? -

- No... ¿Pero no es aburrida? -

Camus miró atónito a Milo. - ¿ABURRIDA? ¿QUÉ TE PASA MILO? ¡Es de las mejores películas que hay! Con las naves, Darth Vader, Luke, y Chewbacca. –

- A... es que nunca las he visto... -

- Yo sólo he visto la primera... mi papá me llevó a verla... tenía una colección de naves... -

Era la primera vez que Milo oía a Camus mencionar a su familia. Y comprendió que había estado equivocado al suponer que Camus era huérfano o vivía desde hacía mucho en el campamento. No quiso hacer preguntas porque el rostro de Camus se veía triste.

- ¿Entonces quieres escoger esa película para verla mañana? -

- Sólo si de verdad la quieres ver... No quiero que la veas a la fuerza. -

- No, si la quiero ver. Si tu dices que esta muy buena, de seguro lo es. -

- ¡GRACIAS MILO! Tengo muchas ganas de volver a ver esa película. - y abrazó a Milo y le dirigió su mejor sonrisa.

Milo no se sintió forzado de mala gana a abrazar a Camus de vuelta, simplemente lo sintió y lo hizo, como la cosa más natural del mundo. En estos dos días, que había estado con Camus se había sentido diferente, mejor. Y lo empezaba a considerar como su amigo, su mejor amigo. Y sabía que Camus también lo hacía.