XIV
- Aioros, tu debes decirle... -
- Sí, tu eres el preferido... -
- No, yo digo que Saga, el es el respetable... -
- ¿Yo? ¿Respetable? Bueno sí, pero no entiendo a que te refieres... -
- Pues sí, pero Aioros, lo que tu preguntes o exijas... el Patriarca lo cumplirá... -
- No, Kanon, Shion me escuchará pero lo tomará como un capricho si voy yo... Mejor ve tu... -
- Sí Kanon tu eres al que mejor se le da la manipu... las palabras. -
Kanon tomó como cumplido que le dijeran que era bueno manipulando, pero no iba a caer en la trampa de los otros dos.
- Ni crean que la psicología inversa les va a funcionar. La he usado tantas veces en ustedes que no funciona conmigo. No, pero ya en serio... -
- Kanon... tu nunca eres serio... - interrumpió Saga que se había echado en el colchón.
- Me ofendes gemelo mío... No, ya en serio. Yo creo que tú debes ir Aioros. A mí el Patriarca nunca me hace caso, ni me reconoce nada... -
- Hay ya no te hagas el patito feo que no te queda Kanon... - dijo Saga.
Algo molesto porque Saga lo había estado interrumpiendo decidió utilizar el "arma letal" contra Saga que siempre daba buenos resultados. Ya lo había utilizado cinco veces en el día.
- ... Cállate Saga, y mejor dinos si... ¿Dormiste bien ayer? JA JA JA JA JA -
Saga se puso rojo... de nuevo. Y le tiro una almohada a Kanon, y este se la regresó y empezó una pequeña guerra de almohadazos en la que Aioros aún cuando había tratado de hacerse el que no escuchaba ni veía terminó participando. Los tres terminaron desparramados en los tres colchones.
- ¿Y si vamos los tres? - sugirió Saga.
- Pues sí... estaría bien... - dijo Aioros.
- Tengo un plan. Escuchen. Iremos los tres, pero
Aioros tu le plantarás la cuestión al Patriarca, como
sabemos que a media petición te acobardarás... -
-
No me acobar... bueno tal vez sí... -
- Como iba diciendo, yo proseguiré y trataré de confundir al Patriarca hasta que me diga que sí... -
- Kanon... ¿Y yo? ¿Yo que voy a hacer? -
- ... pues... Necesitamos... tu cara de... seriedad... -
- A... bueno... -
- ¿Entonces ya quedamos? -
Aioros y Saga asintieron. - ¿Vamos ahora? - Y volvieron a asentir.
Se dirigieron a donde Shion iba a meditar e hicieron algo de ruido para llamar la atención de este. Lo encontraron sentado, mirando el cielo. Aioros se preocupó un poco, Shion últimamente estaba más distante, se alejaba de todos para ir a meditar y ahora lo veía triste... melancólico.
- ¿Qué sucede muchachos? - oyeron la voz de Shion
Kanon empujó a Aioros al frente.
- ... Pues... te queríamos decir que... pues... te agradecemos que nos dejes a todos salir mañana... y más aún que nos des el domingo como día libre... y no quisiéramos sonar ... pediches Shion pero... es que... para poder hacer cosas que... pues... que queremos hacer... necesitamos... pues... dinero... -
Silencio. Shion miró a los tres como evaluándolos, pero su "examen" fue interrumpido por Kanon que creía que estaban perdiendo la batalla.
- Es que Patriarca... para hacer cualquier cosa se necesita dinero. Y como usted debe saber, nosotros no tenemos dinero... hemos vivido aquí desde que tenemos memoria (usa el melodrama Kanon) y hemos entrenado siempre... Nunca hemos trabajado y por eso no tenemos dinero... -
Kanon hubiera seguido con un discurso que hubiera hecho llorar a Shion, pero este lo interrumpió.
- Esta bien, esta bien. Tienen razón después de todo... fue una imprudencia mía el no haber pensado en esto. Pues bien, cada domingo cada uno de ustedes recibirá 50 euros, y los niños recibirán 25. En caso de que necesiten comprar ropa o algo para lo que necesiten más dinero deberán avisarme. ¿Esta bien? -
Saga, Aioros y Kanon asintieron felices. Pero este último se preguntó de donde sacaría el dinero Shion...
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El domingo llegó y gracias a Athena, Kanon no fue el primero en despertarse. Habían vuelto a dormir todos juntos en los tres colchones y aunque Saga había tratado de dormir solo en una orilla al lado de Camus o de Milo, Kanon no se lo permitió. Volvió a dormir al lado de Aioros, y se encontraba nervioso, no quería volver a ocasionar una situación como la de ayer. Saga se acurrucó al lado de Camus quien le causaba gran ternura, y durmió.
Al despertar Milo se encontró nuevamente en los brazos de Camus. Movió su cabeza con cuidado para no despertarlo y se dio cuenta que éste dormía profundamente. Le gustaba dormir así, se sentía protegido. Se sentó en el colchón, y comenzó a acariciar el cabello de Camus, quitando mechones que cubrían su cara, y tocando ese cabello que tanto se parecía al de su madre. Camus fue despertando y se encontró con la mirada dulce de Milo.
- Buenos días Milo... - y bostezó.
- Buenos días Camus... - y seguía hipnotizado, moviendo sus dedos entre los suaves cabellos del francés.
- ¿Te gusta mi cabello verdad? - rió Camus
- Sí... perdón... - Milo rió y comenzó a retirar su mano pero se detuvo al oír la voz de Camus.
- Puedes segur Milo, todavía no me levantaré. Sí te gusta tanto puedes tocarlo cuando quieras, al fin que ya me lo voy a cortar... -
- ¿Te vas a cortar tu cabello? -
- Pues sí... ya esta muy largo... ¿No crees? Pronto pareceré mujer... -
- No... no te lo cortes... te queda muy bien así... -
Camus rió. - Lo dices sólo porque lo quieres seguir tocando... pues te haría caso Milo, pero no quiero parecer mujer... –
- Si quieres yo también me lo dejo largo... así no serás el único... -
- ¿De verdad? -
- Sí... pero sólo si no te lo cortas. -
- Bueno... supongo que me lo podré recoger... esta bien. Pero tu también te lo debes dejar largo... -
- Te lo prometo Camus... – Camus le dirigió la mirada dulce que Milo ya aprendía a conocer.
Aioros comenzó a despertar al oír las voces de los niños, y cuando abrió los ojos, lo que vio le robó el aliento. Se quedó como estaba sin moverse, sorprendido y feliz de que Saga fuera lo primero que veía tras despertar. Saga se encontraba frente a él, durmiendo, a muy poca distancia. No pudo evitar sonrojarse por tenerlo tan cerca. Tampoco pudo evitar mirarlo con ternura. Y mucho menos pudo evitar acariciar un mechón de cabello que se desparramaba en la almohada. El tiempo se le fue a Aioros en admirar al que tenía en frente. Memorizando cada facción, cada gesto. Saga se veía en paz, tranquilo.
Aioros se levanto, aún cuando quería seguir mirando a Saga no permitiría que Kanon lo descubriera y se riera de ambos. Sabía que a Saga si le afectaban mucho las burlas de su hermano. Sonrió a los pequeños que ya se encontraban despiertos y salió de la cabaña.
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Milo y Camus decidieron acompañar a Aioros y se comenzaron a cambiar con ropas normales porque hoy... ERA DOMINGO. Kanon ayer les había dicho con ojos de orgullo y mirada de borrego que lo estaban haciendo sumamente feliz, al pedirle a él que los iniciara en Starwars. Les dijo que SU opción para ese día sería Starwars, y que ellos escogieran otra película que quisieran ver. (Que bueno es Kanon)
Aioros y Aioria no los acompañarían, porque Aioros dijo que quería llevar a su hermano a un lugar especial. Saga le dijo a Camus que si no le molestaba acompañarlo al centro comercial. Kanon recordando que en el centro comercial había un "Venture Land" se apuntó también, por lo tanto Milo también iría. La verdad es que Kanon quería estar con Saga, pero no lo admitiría en su cara. Entonces el itinerario de estos dos pares había quedado ya establecido. Primero irían a desayunar al centro comercial, después pasarían un tiempo en "Venture Land", y al final irían a buscar un vídeo que rentara salas ahí mismo para ver películas que ya estuvieran a la renta. Y si les sobraba tiempo irían después a cenar.
Pronto el campamento se llenó de risas y de muchachos arreglados. Shion anunció que el se quedaría y aprovecharía el tiempo para investigar y organizar unas cosas.
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Pronto estuvieron ya, Saga, Kanon, Camus y Milo en las calles. Al cruzar una calle, por la que pasaban autos con una alta velocidad, Camus tomó la mano de Milo sin pensarlo. Milo se la sujetó fuertemente. Estaba contento y feliz con como habían resultado las cosas. Tenía a Camus, a Kanon y a Saga. Los quería ya, como si fueran su familia. Todos ellos no habían hecho otra cosa que ayudar a que Milo se sintiera cómodo y feliz. ¿Qué más podía pedir?
Kanon tomó la otra mano de Milo y Saga la otra mano de Camus. Los peliazules hacían una familia muy linda. Todos parecían hermanos (especialmente Saga y Kanon que... obviamente si lo eran). Cruzaron la calle y se encontraron frente a un edificio MUY grande. Era el centro comercial. Kanon no permitió que la sorpresa le invadiera la cara, pero cuando vio a Saga no lo pudo evitar. Saga parecía un niño con esa cara de asombro y felicidad que tenía pintada en su rostro.
Entraron y Kanon corría al lado de Milo hacia las escaleras donde el policía amablemente les había informado que "Venture Land" se encontraba. Saga y Camus caminaban de la mano, algo apenados por la forma en la que la gente veía a Kanon y a Milo. Saga le pidió a Camus que lo acompañara a una librería por solo unos momentos. Aioros era muy cercano a Aioria, y ahora Milo parecía que también lo era con Kanon. Sintió que Saga lo necesitaba, y que él mismo necesitaba de Saga. Queriendo conocer al mayor de los gemelos mejor Camus accedió.
Saga notó rápidamente que Camus se limitaba a estar a su lado. Y recordó que Camus no sabía leer (00) . Se sintió un poco mal, así que escogió tres libros para él y le compró uno a Camus de dibujos y algo de letras que él mismo le leería por las noches. Camus escogió un libro que se llamaba "STEGGIE makes a friend, a TINY DINOS story about shyness". Y juntos salieron muy felices de la mano. Camus comenzó a preguntar a Saga que libros había comprado y este se halló muy feliz al encontrar a quien platicarle sobre sus libros.
- Pues, compre este que se llama "The great chronicles of Amber" ... - Saga sacó un libro gigantescamente gordo. - Son diez novelas juntas, sobre el reino de Amber y su familia real. La historia se basa en el príncipe Corwin que va recordando su pasado, pues tiene amnesia. Es ciencia ficción básicamente Camus. -
- ¿Cuándo acabes me podrías decir en que termina? -
- Mas que eso Camus, si gustas te lo puedo leer... aunque no se cuando acabaremos... -
Camus rió y siguió haciendo preguntas. - ¿Y los otros dos Saga? -
- Bueno, uno de ellos es de Isabel Allende Camus. Es una gran escritora latinoamericana que pasó por momentos muy difíciles. Tuvo que abandonar Chile, su hogar, cuando EUA quiso derrocar al comunismo que... - Saga vio la cara de cero comprensión de Camus y rió.
- Bueno, el libro se llama "La casa de los espíritus" pero no es de miedo ni de suspenso, es una novela, que narra la historia de la familia Trueba. -
- ¿Chile está muy lejos de aquí Saga? -
- La verdad es que sí... está muy lejos. Ojalá un día pudiéramos ir... ¿No crees? -
- Sí, me da curiosidad el nombre. - Camus rió de nouevo.
- Y el otro que me compré es otro de Isabel Allende, Camus y este sin dudas te lo voy a leer. Se llama "El Zorro", y es la historia de Diego de la Vega. -
- ¿El zorro? -
- Era un héroe Camus, un héroe. Te encantará. -
Y juntos se dirigieron al "Adventure Land" donde Saga le indicó a un Kanon que se entretenía aplastando a unos topos con un martillo, que los niños tenían hambre y que debían ir a desayunar. Kanon le hizo prometer a Saga que volverían y que él, Saga, jugaría con él. Sin hacerse del rogar Saga aceptó. Y quedaron en que jugaría por equipos. No sabían a donde desayunar. Milo señaló una cafetería Samborns y desayunaron ahí. El café fue como una bendición para Saga, que antes adicto al café se tenía que conformar con el que Kanon le preparaba todos los días (con diez cucharadas de azúcar y media de café. Camus y Milo pidieron órdenes de molletes, y Kanon unos hot cakes.
Al terminar, se dirigieron de nuevo a "Venture Land" donde Camus y Milo se divirtieron como nunca, viendo como Saga y Kanon hacían trampa para ganar. Se pegaban entre ellos mismos o cargaban a sus pequeños contrincantes para que perdieran. Camus fue levantado del suelo más de dos veces por Kanon para que no tuviera tiempo de anotar canastas. Y Saga al ver lo que su gemelo hacía, hizo lo mismo con Milo.
Se dirigieron después a buscar el "vídeo con sala" que Kanon deseaba encontrar. Después de pagar 15 euros, que se le hacía un robo a Kanon, les concedieron un cuarto con aire acondicionado y una tele gigante donde verían: "Starwars. Episodio 4: Una nueva esperanza" y "El rey león".
A Camus le encantó Starwars como siempre. Y Milo tuvo que aceptar que la película era sumamente divertida. El quería ser como Han Solo, y Camus quería ser como Luke Skywalker. Kanon estuvo a punto de decirle a Camus que si era Luke su padre sería Darth Vader, pero Saga lo calló antes de que terminara la oración. Después vieron "El rey León" donde todos lloraron aún Milo. Al salir de ver esa última película, Saga notó que los dos niños se encontraban tristes, así que como ya era tarde decidieron regresar al campamento.
Camus tomó la mano de Milo todo el camino, y Milo se lo agradeció. Después de ver la película se había sentido extremadamente mal, no podía imaginar que Camus también. Ver como Mufasa se moría había sido devastador, le hizo recordar a si mismo cuando su hermano no se levantaba de la cama y el trataba de despertarlo. Camus se identificó con la necesidad de huir de Simba, y sintió que el estaba mal al tratar de olvidar todo lo que había vivido.
