Capítulo 2 - Verdades y Consecuencias

Moody observó atentamente como ambos muchachos subían las escaleras. La mirada de odio de Potter hacia Remus y su voz altamente provocadora le estaba trayendo malos presentimientos. ¿Tanto había sufrido Potter en Privet Drive? Aquel mal genio no sería bueno para nadie, y menos para el muchacho...

- ¿Sucede algo malo, Alastor? – Preguntó curiosamente Tonks acercándose a él.

- El muchacho, Tonks. El muchacho nos traerá muchos problemas...

- ¿Por qué lo dices?

- No sé, pero hay algo que me está intranquilizando. Mejor reunámonos con los demás, antes que Albus cambie de opinión. – Tonks asintió pensativamente y se giró para dirigirse al comedor, no sin antes echar una mirada hacia el primer piso vigilantemente.

Allí estaba la Orden del Fénix, sentada alrededor de una mesa rectangular antigua. Albus Dumbledore, Arthur Weasley, Remus Lupin, Mundungus Fletcher, Bill Weasley, Nymphadora Tonks, Alastor Ojo Loco Moody, Kingsley Shacklebolt, Elphias Doge, Dedalus Diggle, Emmeline Vance, Sturgis Podmore y Hestia Jones, entre otros.

Dumbledore observó fijamente a cada uno de los miembros antes de comenzar a decir alguna palabra. Su mirada se detuvo en Arthur y en Bill, quienes estaban sentados enfrente de él.

- ¿Cómo está tu familia, Arthur?

- Los gemelos, Ginny y Molly están bien, de ellos no te preocupes. Pero Ron... – Su voz titubeó durante un instante en el que el silencio se hizo bastante tenso. – Está siendo intervenido en el ala de cuidados intensivos en el hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas. Bill y yo estamos perfectamente bien, sólo leves heridas causadas por esos mortífagos, debo aclarar, novatos. No causaron gran daño, salvo que contemos la casa...

- ¿Por qué Voldemort ordenó a mortífagos novatos atacar la Madriguera de forma tan precipitada? – Preguntó Kingsley Shacklebolt abstraídamente. - ¿Acaso solamente quería darnos un aviso, una advertencia... o qué?

- Pudieron haber sido mortífagos novatos, pero no faltó en el ataque la serpiente del Innombrable. – Corrigió Tonks con la voz cautelosa. Remus la observó cuidadosamente, con apariencia de estar centrado en sus pensamientos.

- Harry presenció el ataque en primera persona. – Notificó Lupin luego de un suspiro fatigoso. - ¿Capaz quería provocarle más agonía, para un desequilibrio más agudo de sus propósitos? – Albus le miró inmutablemente, pero decidió terminar con todas las suposiciones, dando sus verdaderas conclusiones de una vez.

- Me temo que seguimos jugando tal cual quiere Voldemort, que ahora seguramente está proyectando algo bastante... placentero, a su forma de ver.

- ¿A qué te refieres con eso, Albus? – Cuestionó Bill dudosa y preocupadamente.

- Potter estaba perfectamente protegido en Privet Drive... – Gruñó Moody quien parecía ser el único que había entendido a qué se refería el director de Hogwarts.

- ¿Eso que significa? – Preguntó Tonks frunciendo el entrecejo. - ¿Qué no deberíamos haberlo sacado de la casa de sus tíos? – Albus asintió, con aire apesadumbrado.

- No podemos tampoco mantenerlo en Grimmauld Place durante todo lo que queda del verano, es demasiado arriesgado.

- ¿Entonces...?

- La Madriguera ya no está disponible. – Susurró Arthur mirando fijamente el techo, tratando de pensar.

- ¿No podemos volver a llevarlo a Privet Drive? – Preguntó Hestia Jones simplemente, como sí tal cosa.

- Voldemort hará todo para que no vuelva a la casa de sus tíos. – Contestó Albus, remarcando la tercera palabra con énfasis. – Igual, tendrá que pasar aquí una semana como mínimo, para ir a ver a Ronald, supongo que eso lo tranquilizará...

- ¿Entonces dónde pasará las vacaciones? – Preguntó Bill impacientemente. Remus sonrió pícara y infantilmente, antes de volver a serenarse.

- Un lugar muggle, protegido por un buen fidelio y un guardián secreto fiable... ¿qué les parece...?

***

Albus Dumbledore ingresó en la habitación lentamente ante las miradas indescifrables de ambos estudiantes de la casa de Gryffindor. Una vez en el centro de la habitación, se volteó a verlos con sus ojos celestinos brillando mansamente.

- Buenas tardes, Harry, Hermione. – Saludó para eliminar el silencio que se estaba generando en la habitación. Harry y Hermione cruzaron miradas de reojo y respondieron al unísono.

- Buenas tardes, profesor. – Dumbledore observó fijamente a Harry por largos instantes antes de suspirar cansadamente.

- Hubiera preferido que no hubieras presenciado el ataque a la familia Weasley, Harry. – Dijo Albus con voz extenuada y mirándolo intensamente. – Esto puede causarte duros insomnios y nadie desea que... – Justamente en aquel momento, la cicatriz dio un pinchazo agudo y Harry contuvo una mueca de dolor. - ¿Estás bien, Harry?

- No, estoy mal. ¿Cómo se sentiría usted si hubiera presenciado como mordían a su mejor amigo? – Voz pasiva y totalmente calmada. Ya no podía más, estaba ya demasiado cansado de estar enojado. Ya no podía contener más odio y decidió que ese tono de voz sería el más correcto para tranquilizarse.

- Ronald está siendo intervenido en el ala de cuidados intensivos. No te preocupes, estará bien. – Dijo Albus con seguridad. Sus ojos mirando a Harry con determinación. Hermione, con voz ligeramente temblorosa, preguntó:

- ¿Por qué atacaron a los Weasley, profesor? ¿Qué ganan con eso?

- Voldemort sólo ha hecho un ataque falso para sacarte de tu escondrijo, Harry, y, me temo, seguimos haciendo lo que él quiere. Voldemort intentará por todos los medios que no vuelvas a Privet Drive, por eso te tenemos que llevar a otro sitio. – Contestó Dumbledore pasivamente. Hermione miró al director distraídamente mientras Harry fruncía el entrecejo.

- ¿Ataque falso?

- Mandó a mortífagos novatos...

- ¿Y la serpiente no cuenta, profesor, qué Ron esté en San Mungo?

- Sí que cuenta, Harry, pero... El plan principal de Voldemort era sacarte de Privet Drive. Lo hemos hecho y hemos decidido a donde te llevaremos, para pasar las vacaciones... Aunque no estamos todavía demasiado seguros. – Harry se mordió el labio con impotencia. Seguían eligiendo que hacer por él, como si no lo creyeran lo suficientemente inteligente y responsable.

- ¿Por qué no puedo quedarme en Grimmauld Place?

- Es peligroso. – Harry le miró fijamente, casi perforándolo con la mirada. La cicatriz todavía ardiendo le estaba comenzando a provocar jaquecas y mareos. Dumbledore seguía temiendo que Voldemort le controlara. Y temía por el bien de la Orden y de su propia piel. Qué furia y odio contenía en su interior...

- Mañana por la mañana irán a San Mungo a ver a Ronald junto con Arthur, Bill, Remus y Tonks. Los llamaremos cuando esté lista la cena. – Con una última mirada de advertencia, se retiró de la habitación sin cruzar ninguna otra palabra con ambos estudiantes, que permanecieron silenciosos por unos cuantos minutos más.

Harry se puso de pie y frotó su cicatriz con su mano derecha fastidiosamente. Le tenían harto. Tanto Voldemort como Dumbledore. Hermione le observaba con cierta cautela, como temiendo por un ataque repentino.

- ¿Estás bien? – Cuestionó la muchacha en un murmullo casi inaudible.

- Podría estar mejor. – Contestó tumbándose en una de las camas cercanas a la que Hermione estaba sentada cómodamente.

- Harry, yo... – Dudó un instante. Se notaba en sus ojos que aún contenía algunas lágrimas angustiantes e impetuosas.

- No puedes hacer nada por mí, Hermione, deja las cosas como están que así estamos bien. – Le cortó Potter presintiendo lo que Granger quería decir.

- Pero...

- Te lo suplico, Hermione, no le des más vueltas.

***

El día pasó lentamente, nadie abría la boca, nadie decía nada, todo era un completo silencio. Hermione intentaba a cada momento intentar animar a el joven Potter, pero el estaba demasiado preocupado por Ron y no dejaba de pensar en la terrible visión de ver como a su mejor amigo lo atacaba, dejándolo moribundo, entre la vida y la muerte…pero entonces llego la noche…

Los pocos que quedaban en la casa, estaban cenando silenciosamente en el salón, los pocos que quedaban eran: Albus Dumbledore, Alastor Moody, Remus Lupin, Mundungus Fletcher y Nymphadora Tonks, también los dos adolescentes estaban presentes

- Harry tendrías que comer un poco mas – dijo la joven Granger, preocupada por su amigo, el cual no había probado un solo bocado

- No me apetece, no me encuentro del todo bien

- Harry, entiendo que estés preocupado por Ronald, pero todo saldrá bien, venga no te preocupes más – Dumbledore había dicho estas palabras tranquilizadoras, que hicieron que Harry se reconfortara un poco y que al menos agarrara el tenedor lo pinchara en su pieza de pollo.

La cena siguió tranquilamente, y totalmente en silencio, nadie decía nada, nadie sabía que decir. De repente de la chimenea inactiva comenzaron a brillar unas estrepitosas llamas color verde. Y medio de estas llamas la cara de una anciana, que iba totalmente despeinada. Tenía apariencia de una vieja loca.

- ¡Albus! ¡Albus! Es terrible ha habido un asesinato – gritó la anciana, quien resultaba ser Arabella Figg

- Calma, calma, haber cuéntame a quien ha atacado Voldemort – dijo Dumbledore, todos los demás miraban expectantes

- ¿Harry…has notado algo? – preguntó Hermione en un susurro apenas audible. Harry negó desconcertado y con un mal presentimiento

- ¡No ha sido Voldemort! – gritó Arabella, todos la miraron desconcertado – un atracador muggle…entró en casa de los Dursley y después de robar todas las cosas de valor, delante suya, les a disparado con una pistola a los tres…y el ladrón a salido a la fuga

Harry se había quedado shockeado…los Dursley…muertos. Entonces un pinchazo de dolor en la cicatriz y un sentimiento de alegría le invadieron el cuerpo. Harry se quejó por el pinchazo

- ¿Qué pasa, Harry? – preguntó Moody

- Voldemort…está muy contento – dijo Harry, con lágrimas de rabia e impotencia. No le gustaban los Dursley, pero tampoco quería verlos muertos

- Voldemort no quería que Harry volviese…y lo ha conseguido – dijo Dumbledore

- Apuesto lo que sea que Voldemort contrató a ese ladrón muggle – dijo Tonks

- Nymphadora, ve a investigar con la policía muggle, para ver si saben quien es ese muggle para interrogarlo – dijo Dumbledore, Harry lo observaba y otro súbito pinchazo en la cicatriz…

- Profesor…ya no lo encontrareis, Voldemort acaba de matar a alguien y…posiblemente sea al asesino de mis tíos…

Dumbledore suspiro resignado

- Voldemort va siempre un paso delante nuestra – resopló Dumbledore – será mejor que os vayáis a dormir, mañana Remus os llevará pronto a San Mungo, llevareis vuestras cosas y os iréis directamente a casa de los Granger

- ¿Yo también profesor? – preguntó Harry

- Sí, Harry, es el único lugar seguro – Harry se extraño que una simple casa Muggle sea un lugar seguro

- Remus es nuestro guardián secreto, si el no dice nada nadie puede entrar – dijo Hermione contestando a su pregunta

¿Como no lo había pensado?, Dumbledore no dejaría sin protección a una de las mejores amigas de Harry Potter.

***

Observando pensativamente el techo de la habitación se dio cuenta de que un nudo estaba formado en su garganta y su estómago estaba completamente vacío, en un sentimiento de angustia e impotencia. Nuevamente, personas inocentes habían muerto por culpa suya. Y no eran personas vulgares… Era los rastros que le quedaban de su familia por sangre. Por más que los odiara y aborreciera por todo lo que le habían hecho, era su sangre. La sangre de su madre, Lilian Evans…

Suspiró, tratando de que la opresión que obstaculizaba su garganta cesara. Sino fuera por aquella profecía que lo había condenado antes de que naciera… Y sino fuera por su simple existencia en el mundo, Petunia, Vernon y Dudley Dursley, Cedric Diggory, sus padres y Sirius Black no hubieran muerto y en ese momento estarían con vida… Con vida.

Sentirse ahogado en la realidad no era un sentimiento novedoso para Harry. Lo había estado sufriendo todo el verano, recordando cada instante la desaparición de Sirius y perpetuándose de que no olvidara que todo era su culpa… Absolutamente su culpa. Por más que sus amigos y la misma Orden del Fénix se lo dijera, Black no hubiera salido de este mundo sino fuera porque le hizo caso a esa falsedad de visión.

Y ahora… Los Dursley… ¿quién sería la próxima víctima? ¿El próximo asesinato…? Volviendo la vista atrás, Ron seguía internado en San Mungo. ¿Y si… tuviera una nueva decaída y… no volviera a abrir los ojos? ¿Cómo se sentiría al perder para siempre a su mejor amigo? Se incorporó parcialmente en la cama, respirando hondamente. Lágrimas mezcladas con diferentes sentimientos se deslizaron vagamente por su rostro. Angustia, cólera, impotencia… Voldemort iba por delante de cada uno de los pasos de la Orden. Nunca se podía estar seguro…

Retiró las lágrimas de su rostro con impaciencia. Eran un signo de debilidad, de cobardía…

Voldemort quería verlo muerto, a sus pies, sollozando por el dolor y rogando con clemencia… Guack. Por más que lo sacudieran a latigazos, que sangrara enormemente, soportaría, porque no era mayor dolor que ver a sus seres queridos y a su familia muertos por su culpa. Solamente haciendo tardar ese encuentro. Solamente aumentando la tardanza de su muerte.

Signo de debilidad, de cobardía…

***

Tras la intranquila noche de Harry, sobre las diez de la mañana, Hermione entró para despertar a Harry.

- Harry, despierta. – llamó Hermione, moviendo a Harry para despertarlo. – tenemos que ir a San Mungo, ¿recuerdas?

- Ya voy, ya voy – dijo Harry aún con los ojos cerrados.

- Venga, el desayuno ya está. - dijo Hermione, Harry se levantó, con el pelo más alborotado que de costumbre y con aspecto somnoliento.

- Vale, me cambio y bajo – dijo Harry frotándose los ojos y volviéndose a poner las gafas.

- Te espero fuera. – dijo Hermione en un tono de advertencia.

Harry cogió ropa muggle que tenía en el baúl, y se la puso rápidamente, después cerró el baúl y lo arrastró hacia fuera. Hermione le estaba esperando en el pasillo.

- ¿Te ayudo con el baúl? – Se ofreció Hermione sonriente.

- No hace falta, esta prácticamente vacío… pero gracias igualmente. – Harry sonrió sinceramente, por primera vez en mucho tiempo. Hermione le devolvió la sonrisa, entonces Harry sintió algo raro, como si se estuviera ruborizando… ¿qué le estaba pasando? Prefirió omitirlo, no tenía importancia.

Bajaron rápidamente y entraron en el comedor, allí sólo estaba Remus Lupin, quien estaba sirviendo el desayuno en tres platos.

- Remus… ¿Tonks y Kingsley ya se han ido? – preguntó Hermione interesadamente.

- Si, tenían que ir al ministerio para no sé que, yo os llevaré a San Mungo y luego a tu casa. – Informó Remus con cierta seriedad. - ¿Cómo estás, Harry? - Harry le dirigió una significativa mirada.

- Entiendo, bueno… venga, comed rápido.

Harry comió poco, muy poco, prácticamente no tocó su plato. Cuando vio que los otros habían acabado, él también retiró su plato.

- ¿Cómo llegaremos a San Mungo? – preguntó Hermione motivadamente.

- Con un coche muggle – Contestó Remus despreocupado.

Los dos chicos salieron de el numero doce de Grimmauld Pace, en la puerta había un viejo coche muggle de la marca Ford. Los dos adolescentes entraron en la parte de atrás del coche, mientras Remus ponía los baúles en el maletero agrandado mágicamente.

- Harry, Hedwig aún no ha vuelto… ¿no crees que es un poco extraño? – dijo Remus mirando al joven de reojo, preocupadamente.

- ¿Eh? No, es normal.

El coche se puso en marcha inmediatamente.

El trayecto fue largo y aburrido, el silencio se rompía con las canciones muggles que sonaban de la radio del coche.

Poco después se encontraron en el callejón donde estaba la entrada al Hospital.

Tal y como lo habían hecho el año pasado, Harry, Remus y Hermione entraron por el escaparate de la antigua tienda en reformas. Y tal como había pasado a finales del año pasado, estaban en la estrecha área de recepción donde filas de brujas y magos estaban sentados sobre raquíticas sillas de madera, algunos luciendo perfectamente normales y leyendo cuidadosamente copias antiguas de Bruja Semanal, otros luciendo espantosas desfiguraciones y otros haciendo extraños ruidos. Fueron hasta la zona de información, los mismos carteles de avisos seguían estando igual que la ultima vez, igual que la misma bruja que atendía a los pacientes, lo único que cambiaba…eran los pacientes.

- ¡Siguiente! – dijo la bruja, después de cinco minutos de espera.

- Buscamos a Ron Weasley – dijo Remus inexpresivamente.

- ¿Ronald Weasley? – dijo la bruja inspeccionando una lista que tenía en sus manos - Sí, primera planta, segunda puerta a la derecha, Sala Dai Llewellyn.

- Muchas gracias - Agradeció Lupin.

Ellos la siguieron por las puertas de dos batientes y a lo largo del pasillo estrecho, que estaba decorado con más retratos de Curanderos famosos y alumbrado por burbujas de cristal con velas dentro, que flotaban por encima hasta el techo y que parecían pompas de jabón gigantescas. Brujas y magos con túnicas verdes iban y venían, eran los curanderos.

Llegaron a la misma sala donde a finales de año estuvo el Señor Weasley. En el pasillo se encontraron con los Gemelos y Ginny. Fred tenía el brazo derecho vendado e iba con una túnica de paciente, al igual que los otros tres, Ginny sólo tenía un par de rasguños en la cara y George parecía totalmente sano.

- ¡Hola! – dijeron los Gemelos al unísono.

- Menos mal que habéis venido ya – dijo Fred con una sonrisa.

- Ron lleva esperándoos toda la mañana – completó George soltando unas risas burlonas.

- ¿Ron ya está consciente? – preguntó Harry contento.

- Sí, le operaron ayer por las heridas causadas por la serpiente, pero… - la señora Weasley salió de la puerta que comunicaba con la habitación, interrumpiendo la respuesta de Fred.

- ¡Harry! ¡Hermione! – dijo la señora Weasley, abrazándolos cálidamente– Ron está impaciente por veros, está dentro.

Harry y Hermione entraron, vieron la misma sala que el año pasado había hospedado a tres personas, aunque sólo a una conocida, el Señor Weasley. En esta ocasión sólo una cama estaba ocupada.

- ¡Harry! ¡Hermione! – gritó Ron, que vestía un aparatoso vendaje por casi todo el cuerpo, aunque solamente se le viera el dorso. Ron estaba más pálido de lo normal, lo que hacia que resaltaran más las pecas

- ¡Ron! – dijo Harry abrazando a su amigo, al abrazo se le unió Hermione

- ¡Qué susto nos has dado, Ronny! – Chilló Hermione.

- No me llames Ronny – dijo el joven Weasley sacándole la lengua a su amiga.

- ¿Cuando vas a poder salir? – preguntó Harry omitiendo la pelea de sus amigos

- Dentro de un mes…me parece – dijo Ron apenado y algo inquietado.

- ¡¿Qué!? ¡¿Un mes!? Pero si Ginny nos ha dicho que tus heridas ya están curadas – dijo Hermione exaltada.

- ¿No os han dicho lo otro? – preguntó Ron desconcertado

- ¿Qué otro? – preguntaron los dos amigos a la vez, preocupados.

- Han encontrado veneno simulacrum en mi sangre – dijo Ron sin sentimiento alguno en la voz

- Simu… ¿qué? – preguntó Harry sin entender.

- Simulacrum se realiza con Cenizas de Sulfuro, Bloodmoss y colmillo de vampiro en polvo, produce una parálisis en el cuerpo, una paraplejia - explicó Hermione de carrerilla, como si se lo supiera de memoria, después respiró para coger aire - ¡Pero es imposible! La planta Bloodmoss se extinguió hace siglos, es del tiempo de la colonización de América, se extinguió por aquel entonces.

- Eso es lo raro – dijo Ron, suspirando resignadamente

- Pero tiene cura, ¿no? – preguntó Harry asustado

- Sí…con una sencilla poción – dijo simplemente Ron

- ¿y por que no te la dan? – preguntó Harry frunciendo el entrecejo.

- Porque esa poción necesita un mes de preparación. Además no la tienen preparada con las otras pociones, porque teóricamente el veneno Simulacrum, ya no se puede preparar y esa poción sólo sirve para ese veneno. ¿Para qué tener una poción inservible ocupando el sitio de otras que son más comunes? – Explicó Hermione con un tono de "estaba muy claro, ¿no?"

- Hermione, cada día me sorprendes más, con lo que me costó aprenderme lo que me dijo el médico y tú lo has dicho prácticamente igual, ¿estás segura que no te gusta la adivinación? – dijo Ron con unos ojos como platos, Hermione se puso roja y le sacó la lengua a Ron infantilmente. – Bueno y tú, ¿Cómo estás? Me han contado lo de tus tíos

- Ha sido un golpe duro, aunque los odiara, tampoco quería verlos muertos – Contestó tristemente – Pero estaba más preocupado por ti.

- No te preocupes por mí… Sabes que soy invencible – dijo Ron arrogantemente. – Bueno… ¿Dónde pasarás el resto de vacaciones?

- En mi casa – dijo Hermione burlonamente.

- ¿Estarás seguro en un sitio muggle? – preguntó Ron pasmado.

- La casa de Hermione esta protegida con el encantamiento Fidelius – dijo Harry sencillamente como respuesta.

- A ver lo que hacéis solos en la casa, esta vez no podré vigilaros – dijo Ron riéndose guiñándoles un ojo.

Hermione le dirigió una mirada asesina capaz de haberlo matado, resucitado y vuelto a matar; Harry se ruborizó, Ron se fijó en ese pequeño detalle, pero no dijo absolutamente nada.

Harry y Hermione se quedaron todo ese día con Ron, jugando al ajedrez, al snap explosivo y otros juegos que proporcionó amablemente el hospital. También hablaron de diferentes temas. Como el Quidditch, quien sería el nuevo profesor de este año de defensa contra las artes oscuras, por que motivo no podría volver al año siguiente y muchas cosas más. Ron recibió más visitas a lo largo del día, como Neville Longbottom y, para sorpresa de todos, Luna Lovegood, quien estuvo todo el rato al lado de Ron. Pero sobre las ocho de la noche, Remus entró en la habitación.

- Harry, Hermione, despediros de Ron, ya es hora de marcharse – dijo Remus mirándolos fijamente.

- OH, vaya…. tendré que volver a estar solo otra vez, pero bueno…volvedme a visitar y que os lo paséis bien lo que queda del verano.

- Vendremos siempre que podamos a visitarte – dijo Harry esperanzadoramente.

- Si, y de seguida que te recuperes, te vienes también a mi casa – dijo Hermione, fingiendo tono de reproche.

- Pero si es día 25 de julio, prácticamente cuando esté la poción será hora de irse a Hogwarts – dijo Ron mirando a Hermione incoherentemente.

- Da igual, aunque sólo sean dos horas o sino nos enfadaremos – dijo Harry socarronamente mientras salían de la habitación.

Ese día se lo había pasado genial, uno de los pocos días que había disfrutado sin preocupaciones, uno de esos días… Que tardarían mucho a volver a acontecer.

Se despidieron de los Weasley animadamente y salieron del hospital, se dirigieron hacia el coche muggle que habían dejado aparcado en la calle muggle más cercana al hospital, que estaba totalmente camuflado para el ojo muggle, obviamente. Próximo destino: la casa de Hermione Granger.

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Muchas gracias a todos por los reviews! ^^ La verdad que no esperábamos tantos -_- (Recuerden que si bien yo publico el fict, lo escribo junto con Rómulo (si quieres ver su perfil, ingresad al mío donde aparece un link al de él ^^)

Consuelo: Muchas gracias! ^^ Las explicaciones... *Parvati le pega un codazo a Rómulo* Son necesarios en los primeros caps, pues... Sino quedaría algo vacío. O.o No te preocupes que son solamente en los iniciales... Y junto con Rómulo creemos que este fict tendrá bastante desarrollo. La seguiremos, no te preocupes... Pero tendrás que tenernos un poco de paciencia... Cuando uno tiene inspiración, le toca escribir al otro que da la casualidad que está en medio de un bloqueo xD Muchas gracias por tu review y esperamos tu opinión sobre este cap., obviamente, si deseas decírnosla. Kisses! ^.^

Lolo: Muchas gracias por los ánimos! ^^ Intentamos hacer lo que podemos, siguiendo la base de J.K. Rowling, obviamente -_- Dumbledore? Pues... Ya ves que... trata de mantener un clima "tranquilo" pues Harry anda medio... "enfadado" *Parvati levanta una ceja sarcásticamente* Medio? xD Muchas gracias por tu review. Esperamos que este cap. te haya gustado! Kisses! ^^

Anonymus: Muchas gracias! ^^ Nos alegramos mucho de que te guste! ^.^ Pues, aquí ya tienes el cap. 2... Para el 3, una semanita... ^.^ Pues, tratemos de pensar que hay gente que todavía no leyó el quinto -_- (capaz porque no tiene Internet y no se puede bajar las traducciones O.o) Somos afortunados... Pero... No te angustia pensar que tendremos que esperar 3 años para el sexto? ;.; Muchas gracias por tu review! Kisses! ^^

Katty Stephany Kaio DM: Muchas gracias, Katty! ^^ Aquí tienes la continuación. ^^ Dentro de una semana espero ya estar publicando el cap. 3 ^.^ Paciencia, paciencia -_- Muchas gracias por tu review. Espero que este cap. te haya gustado! Kisses! ^.^

Nos veremos en el próximo capítulo próximamente! ^^

Kisses!

Parvati & Rómulo