Hola a todos! ¿Cómo están? ^.^
Aquí les dejo el tercer cap. del fict... Espero que lo disfruten!
Muchas gracias a todos los que dejaron reviews ^.^
Layla kyoyama: Nosotros no somos mal pensados . xD Qué pasará en la casa de Mione? Muchas cosas! xD Bueno, aquí ya tienes el Cáp. 3. Esperamos no tardar tanto en subir el 4. ^^ Yo seguiré siendo fiel al H/Hr! (Como verás en este Cáp. xD) Me ha costado, pero he convencido a Rómulo de que seda a mi pedido... ^-^ Que infiel es él a su pareja xD No es que no me gusten otras parejas, pero el H/Hr es el que más me gusta escribir ^^ Y digamos que no me veo capaz de escribir un fict con la pareja principal Harry/Ginny o Harry/Cho... Creo que antes prefiero no escribir xD Muchas gracias por tu apoyo, Layla! Espero tu opinión sobre este cap, y sobre todo... Sobre cierta escenita... ^-^
Damaris: Muchas gracias por leer nuestro fict! ^-^ Gracias por los ánimos, también. Esperamos seguir haciendo un buen trabajo... Generalmente nos ponemos de acuerdo en todas las ideas, o modelamos algunas para que ninguno de los dos quede resentido con el otro xD Esperamos que te guste este cap.! Gracias por tu review!
Capítulo 3 – Unas vacaciones al Estilo Granger
La casa de Mione era sin duda sencilla, pero fantástica, y normal para una familia de no-mágicos. Con unos cuantos dormitorios (parientes de los padres de su mejor amiga solían viajar a Londres y habitaban en la casa durante algunas semanas), bastante grande. Poseía un hermoso jardín de flores naturales y cotidianas, un lugar relajante.
La madre de Hermione, Emma Granger, era una mujer bastante serena. Tenía el mismo cabello desordenado que Hermione, aunque en vez de castaño oscuro, negro. Los ojos de Herm eran sin duda los clones de los de Emma. Y ahora sabía Harry de donde Herm había sacado su partecita Ravenclaw. Sin embargo, ahora también había descubierto la herencia Gryffindor de su mejor amiga. Su padre, Richard Granger, era un ser extrovertido y un poco distraído. Bromista en los momentos oportunos. Cabello castaño bien oscuro y algo ondulado. Ojos azules claros. En conclusión, los padres de Hermione eran muggles y dentistas profesionales.
La primera semana con los Granger produjo un gran cambio en la vida de Harry. A pesar de ser una forma de vida muggle, no era tan desagradable.
Lo primero que Hermione le obligó a hacer fue terminar todos los deberes. Pero no era tan fatigoso si tenías a una buena amiga a tu lado ayudándote y hasta en algunas tareas, acompañándote (ya que Herm no había terminado todos los deberes.)
Pero en esa semana, también cambió su manera de valorar a su mejor amiga. Harry había pensado que Hermione estudiaba las veinticuatro horas del día. Sin embargo, no todo era estudio en la vida de la Gryffindor. Charlaban mucho, jugaban mucho a juegos de mesa (ajedrez mágico, damas Muggles, etc.), miraban la televisión, escuchaban música… Cosas normales y comunes.
Aquel día, los padres de Mione tenían que ir al consultorio para ver a un cliente que los necesitaba "urgentemente." Así que debían quedarse solos en el chalé. Aunque en Privet Drive hubiera resultado un aburrimiento, con Herm era totalmente lo contrario.
Comparar Privet Drive con la casa de Mione le dio un vuelco en el estómago. No solamente por resumirse a comparar ambas casas, sino también al volver a pensar en sus tíos y en su primo, ahora muertos…
Jugaron varias veces al ajedrez mágico de Harry. También a los juegos de mesa muggles de Herm. Estudiaron un rato, aunque no bastante. Pero a la tarde decidieron charlar un rato en el jardín de la casa.
En la última semana, los pensamientos de Harry se habían centrado muchísimo en Hermione. Por las noches de insomnio, con la mente abierta, solía pensar en ella. Se sonrojaba si fijaba demasiado sus ojos almendrados en los suyos. Pero no quería admitir nada. No iba a arriesgar la valiosa amistad de Hermione por malditos pensamientos adolescentes.
- Hace calor, ¿no? – comentó Hermione mientras se sentaban cerca de las flores. Colocaron en el suelo los dos vasos de jugo de naranja y algunas galletas hechas por la madre de Hermione.
- Bastante. Aunque por algo estamos en Verano, ¿no? – Rió ligeramente Harry mientras observaba el cielo raso.
- Tienes razón. – Admitió Hermione mientras tomaba algo de jugo. - ¿Sabes, Harry? – Preguntó ella inclinándose hacia atrás y dejando ver una sonrisa de tristeza. – La situación actual me está poniendo los pelos de punta. Voldemort ha hecho agudos ataques contra ti... con muertos y heridos... Entre los que se encontraban tus tíos y tu primo. – Harry solamente asintió, preguntándose por que Hermione hablaba de eso. – Me asusta lo que pueda sucederte. ¿Sabes, Harry? Solamente Ron y tú han sido de verdad unos amigos. Y me aterrorizaría perderlos... Ron ahora en San Mungo, nosotros bajo un encantamiento Fidelio…
- Herm, ¿tú crees que a mí me gusta ponerlos en peligro? – Dijo Potter uniendo su mirada con la de su amiga. – Cuando me enteré de lo sucedido con los Dursley... Me sentí totalmente afligido. Son mi familia, por más que hayan hecho lo que hayan hecho. Me siento egoísta cuando veo que hay gente muriéndose, y que hay muchas preocupadas por mi protección. En vez de preocuparse por todas las muertes, tratan de protegerme. Odio eso, Herm...
- Harry, debes entender que nos preocupas. – Sonrió dulcemente la Gryffindor.
- Ya. – Dijo Harry secamente. Hermione suspiró y se acercó a él. Lo abrazó amistosamente. Potter no pudo evitar sonrojarse, pero se dejó llevar por el cariño que le ofrecía su mejor amiga. No estaba acostumbrado que le dieran esas muestras de afecto, y quería disfrutarlo, aunque un agudo dolor de cabeza tratara de impedírselo. Lentamente, la muchacha se alejó de él con los ojos brillándole maravillosamente.
- Sin ti, no sabría que haría, Harry. No sé que haríamos sin ti.
- Principalmente, no correrían peligro. – Contestó Harry serenándose.
- Prefiero correr peligro a perderte. – Ambos sonrieron cuando se vieron reflejados en los ojos del otro. Y allí Harry confirmó sus dudas sobre sus sentimientos por Hermione.
- ¿Recuerdas ese día que nos conocimos? – Preguntó Herm mientras se tumbaba en el suelo y observaba las nubes del cielo raso.
- Como si pudiera olvidar el día que los conocí a ustedes. – Sonrió Potter afirmativamente.
- ¿Cambiarías algo?
- Sí.
- ¿Qué cosas? – preguntó Granger con curiosidad inocente.
- No haberte tomado en serio en el Expreso de Hogwarts. – Dudó un momento en continuar. – Y no apreciarte por lo que realmente vales durante todos estos años. - No haberte tomado lo suficientemente en serio.
- ¿A qué te refieres? – preguntó extrañada la muchacha.
- Herm, tú siempre estuviste ahí cuanto te he necesitado. Siempre estaban tus consejos y tu apoyo… Y tardé mucho en darme cuenta lo valiosa que eres para mí. – Murmuró apenado bajando su vista al suelo. Un nudo formándose en su garganta.
- Harry…
- Hermione, sé que te hice sufrir, que te hago sufrir y que te haré sufrir. Por eso… Creo que un sentimiento como el que yo siento por ti no debería estar presente. Es muy peligroso…
- ¿A qué te refieres…?
- A que te amo, Hermione. – Ella lo observó fijamente. Sus ojos almendrados brillando junto a la luz del sol. Emitiendo una calidez profunda en el organismo de Harry, al solo mirarlos. Se acercó un poco más y le acarició su rostro pálido y ligeramente frío.
- No deberías odiarte así, Harry. Deberías permitirte vivir en libertad. – Susurró Hermione tranquilamente. Sonrió frágilmente. – Déjame confesarte que yo también… - Harry levantó la mirada.
- ¿Tú también qué?
- Yo también te amo, Harry.
Harry abrió la boca sorprendido, pero en ese mismo instante sintió como los labios de Hermione rozaban los suyos y se fundían en un tierno beso. Harry sentía un hormigueo en el estómago, un hormigueo que le producía una sensación que nunca antes había tenido, una sensación de calma, tranquilidad, serenidad y mucho amor hacia su compañera. Ese beso duro apenas segundos, esos segundos que Harry no quería que se acabaran nunca. Después se separaron, los dos habían mantenido los ojos cerrados, los abrieron y se miraron fijamente a los ojos, se sonrojaron y se quedaron callados por unos momentos, hasta que Harry rompió el silencio.
- Hermione, ¿quieres ser mi nov…? - entonces lo sintió, como si un rayo le atravesara el cráneo y se concentrara en su cicatriz, parecía que la cabeza se le estaba partiendo por mitad, un dolor que nunca antes ha podido ser superado, si le partieran la cabeza con una espada incandescente
- Harry, ¿qué pasa? – Preguntó Hermione poniendo sus manos en la boca – Tu cicatriz…se ha abierto
- Voldemort…está…furioso… - el dolor comenzó a cesar poco a poco, Hermione le limpió la sangre que le chorreaba de la cicatriz con la manga, estaba muy asustada
- ¿Por qué estará tan furioso? – preguntó Hermione con los ojos llorosos.
- Porque no quiere verme feliz – dijo Harry con amargura.
- Eso es horrible, OH, Harry, ¿cuándo te dejará en paz?
- Estoy mas preocupado ahora por ti, ahora él sabe que te amo, será mejor que no pase nada…no quiero que te haga daño.– dijo Harry con los ojos lacrimosos.
- No, Harry, quiero arriesgarme. Quiero ser tu chica, para siempre – dijo muy segura de sí.
- Pero…no quiero hacerte daño…
- Harry, se que nunca lo harías, te quiero – dijo dándole un pequeño beso en la mejilla.
***
Esa noche, fue la noche mas tranquila desde hacía mucho tiempo, Voldemort no intentó irrumpir en sus pensamientos, o lo que es mejor, Harry no le dejó entrar en sus pensamientos. Esa noche tuvo un agradable sueño, uno que duró demasiado poco en opinión suya, ya que tenía pesadillas, y éstas parecían eternas.
Alguien se había sentado en su cama y estaba intentándolo despertar.
- Harry, Harry, despierta – decía Hermione, agitándole. Abrió los ojos poco a poco.
- Vaya…Debo estar en el cielo, porque estoy viendo a un ángel – dijo Harry somnoliento al ver a Hermione sentada en la cama, con un camisón blanco.
- Tonto… - dijo Hermione cariñosamente, sonriéndole – Toma, Harry, tu regalo.
- No te tendrías que haberte molestado. – dijo Harry cogiendo el papel envuelto en papel escarlata y los lazos dorados
El paquete contenía un libro con tapas negras, parecían ser de un material parecido al mármol, pero por la liviandad de éstas, Harry pronto se dio cuenta que no debía ser de ese material. En la tapa superior, aparecía grabado con letras destellantes que, según como se miraban, parecía rojas, amarillas, naranjas o doradas, lo cual daba la sensación de estar escrito con fuego.
- He pensado que te gustaría este libro, creo que vendrá bien para las clases de DA. – dijo Hermione sonriéndole. Harry cayó en la cuenta, no había pensado en DA, ¿seguiría haciéndolo? O mejor dicho ¿se lo dejarían hacer? Harry quería seguir haciéndolo, pero si este año tenían un profesor decente tal vez no haría falta…aunque cuanto más se practicara, mejor.
- Creo que será muy útil, gracias, Mione – dijo dándole un suave beso en la mejilla
- ¡Ey! ¿Desde cuando me llamas Mione? – dijo ella juguetonamente.
- ¿Acaso no te gusta? – dijo él sonriendo.
- ¡Claro que si! Una cosa…levántate ya – dijo Hermione quitándole la sabana que cubría a Harry, riéndose
- Devuélveme mi sabana. – dijo Harry fingiendo enfado
- Vístete rápido, Remus vendrá pronto – dijo Hermione lanzándole la sabana a la cara.
- ¿Para qué? – preguntó éste confuso, levantándose de la cama y estirando los brazos después de dar un gran bostezo.
- Vamos a ir a San Mungo a ver a Ron, venga cámbiate rápido – dijo ella.
- ¿Mione, podrías salir para que me pueda cambiar? – preguntó Harry divertido.
- ¿Eh? Sí…será mejor – dijo tras ponerse muy roja.
Hermione salió rápidamente hacia la planta baja. Harry buscó en el guardarropa algo que ponerse y también bajo rápido. Hermione ya se había sentado a desayunar, al igual que sus padres. Al verle entrar Richard (es así como quería que le llamasen) se levantó y le saludo dándole una palmada en el hombro.
- ¡Felicidades, Harry! – dijo Richard bonachonamente – Ya estás hecho todo un hombre.
- Richard, deja al pobre muchacho, lo vas a desmontar – dijo la Sra. Granger divertidamente – Felicidades, Harry – dijo dándole un beso por mejilla.
- Venga, Harry, siéntate hoy hemos preparado un desayuno especial – dijo Richard.
Harry pudo ver la mesa repleta de pastelillos. Se sentó al lado de Hermione y comió de todo un poco, al cabo de media hora, estaba apunto de estallar, por primera vez en bastante tiempo estaba feliz, aunque no creía que durara mucho tiempo esa felicidad, pero prefería disfrutar el tiempo que le quedaba, con esa tranquilidad.
Al poco rato sonó el timbre, Hermione fue a abrir, como Harry supuso, entró Remus Lupin por la puerta, el cual saludo a Harry de una manera parecida a la que había hecho.
- Lo siento, Harry, no te he podido comprar un regalo, te lo compraré, no te preocupes
- No hace falta – dijo Harry.
- Insisto, pero bueno… ¿ya estáis preparados para partir hacia San Mungo?
- Remus, ¿no quieres tomar nada? – preguntó la Sra. Granger, con la bandeja de pastelillos (mucho mas vacía que al principio.)
- No me puedo negar a esta tentación – dijo Remus con una sonrisa y cogió un trozo de pastelillo de chocolate. – Venga, será mejor que partamos.
Salieron de la casa, cogieron el Traslador (una lata de refresco antigua) que había utilizado Remus para llegar a la casa.
Después de la típica sacudida debajo del estomago, y la curiosa entrada al Hospital, subieron rápidamente hasta la habitación de Ron.
No había cambiado nada en una semana, el hospital seguía igual, los curanderos iban y venían con pacientes o sin ellos. Llegaron al ala donde se encontraba Ron y entraron a la habitación.
Ron dio un "salto" de alegría al verlos
- ¡Chicos! ¡Pensé que no llegabais hoy! – dijo Ron felizmente
- Lo siento… Nos enredamos en el desayuno – dijo Harry sonriendo.
- Aquí no te puedes enredar en el desayuno…con un vaso de leche no te puedes enredar demasiado. – dijo Ron suspirando, mientras los demás se reían.
- ¿Estás solo, Ronny? – preguntó Hermione
- Si… mis padres fueron al Callejón Diagon con Ginny, lo que me recuerda… Harry, en esa silla está tu regalo…y no digas que no tendría que haberme molestado. – dijo Ron al ver que abría la boca para decir algo.
Harry desenvolvió el paquete envuelto en papel azul con lunas plateadas adornándolo. Dentro había una pequeña caja de madera, tallada con dibujos de runas antiguas. Harry abrió la caja de madera y vio un hermoso reloj de pulsera, o eso supuso que era. Tenía todo el aspecto de un reloj muggle, con la correa de piel color escarlata oscuro, pero no tenía agujas, en el lugar donde suelen estar las agujas tras el cristal, sólo había una placa de oro redonda con las letras HP grabadas, salvo por ese pequeño detalle hubiera parecido un reloj muggle normal y corriente, esto parecía simplemente ser una pulsera.
- Es un reloj – dijo Ron sonriendo, Harry se quedó extrañado. – Para que funcione tienes que dar dos toques con la varita sobre la placa, si quieres saber la hora. Si quieres saber donde se encuentran tus amigos o familiares tienes que tocar el reloj con la varita y decir el nombre de la persona.
- ¡Vaya! Es genial – dijo Harry comprobando las funciones del reloj.
- Es muy bonito, Ron - dijo Hermione afectuosamente
- Lo eligió Ginny…me hubiera gustado ir a comprarlo a mí, pero…
- Bueno chicos, os voy a dejar unas horitas solos, no os preocupéis solo voy a la cafetería del Hospital – dijo Remus, que se había mantenido callado durante todo el rato.
Los tres amigos estuvieron charlando y jugando toda la mañana. Ni Hermione ni Harry habían mencionado su nueva relación de más que amigos aunque ambos sospecharon que Ron conjeturaba algo por tal como los miraba, pero éste sólo sonreía.
A medio día, poco antes de la hora de comer, tres búhos aparecieron en la ventana de la habitación del Hospital sobresaltando a los tres amigos. Harry fue a mirar para quien eran, y se sorprendió al ver que había una para cada uno, pero al ver que eran las cartas de Hogwarts se alivió, pero cuando vio que cada lechuza llevaba dos sobres y el segundo sobre ponía en letras escarlata.
T.I.M.O.
(Titulo Indispensable de Magia Ordinaria)
Harry abrió mucho los ojos asustado.
- Harry ¿qué pasa? Parece como si hubieras visto un muerto – dijo Ron bromeando.
- Peor… - dijo Harry enseñando el sobre con las letras escarlatas
- ¿¡Qué!? – exclamaron Ron y Hermione a la vez
- Me había olvidado completamente – dijo Hermione sorprendida.
- Espero que sean buenas notas…espero que sean buenas notas… - repetía en voz baja Ron con los ojos cerrados. Tras repetirlo un par de veces dijo– ¿Harry, puedes leerme las mías? Es un poco incomodo leer tumbado sin poder mover las manos
- Claro – Harry desató todas las cartas, y le paso las cartas a Hermione, que las cogió rápidamente, media asustada media eufórica. Harry abrió las suyas poco a poco y comenzó a leer.
Estimado señor Potter, aquí están los resultados de los exámenes TIMO.
Se encuentran por el mismo orden por el cual realizaron los respectivos exámenes. Se encuentra el resultado de la prueba teórica, de la práctica y de la Total.
Cordialmente
Minerva McGonagall
Encantamientos:
Prueba teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: aceptable.
Nota General: Excede expectativas.
Consigue TIMO
Transformaciones:
Prueba Teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Aceptable
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Herbología:
Prueba Teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Aceptable
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Defensa Contra las Artes Oscuras:
Prueba Teórica: Excede expectativas Prueba Práctica: Máxima Nota
Nota General: Máxima Nota (puntos extra por el perfecto Patronus)
Consigue TIMO
Pociones:
Prueba Teórica: Suficiente Prueba Práctica: Aceptable
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Cuidado de Criaturas Mágicas:
Prueba Teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Excede Expectativas
Nota General: Excede Expectativas
Consigue TIMO
Adivinación:
Prueba Teórica: Insuficiente Practica: Pendiente
Nota General: Pendiente
No Consigue TIMO
Astronomía:
Prueba Teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Insuficiente
Nota General: Suficiente
Consigue TIMO
Historia de la Magia:
Nota General: Insuficiente
No consigue TIMO
Le felicito por estas notas bastante buenas, y espero que las mejore.
Progresa adecuadamente para ser Auror.
- No me han ido mal del todo – dijo Harry aliviado – Siete TIMOS uno de ellos con Nota Máxima. – dijo orgulloso de su Patronus
- ¡Vaya! ¡Siete de nueve esta muy bien! – dijo Ron - A mí, ¿qué tal me ha ido? – Harry abrió la carta de Ron y la comenzó a leer en voz alta.
Estimado señor Weasley, aquí están los resultados de los exámenes TIMO.
Se encuentran por el mismo orden por el cual realizaron los respectivos exámenes. Se encuentra el resultado de la prueba teórica, de la práctica y de la Total.
Cordialmente
Minerva McGonagall
Encantamientos:
Prueba teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Suficiente
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Transformaciones:
Prueba Teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Suficiente
Nota General: Suficiente
Consigue TIMO
Herbología:
Prueba Teórica: Aceptable. Prueba Práctica: Aceptable
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Defensa Contra las Artes Oscuras:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Pociones:
Prueba Teórica: Suficiente. Prueba Práctica: Insuficiente
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Cuidado de Criaturas Mágicas:
Prueba Teórica: Suficiente. Prueba Práctica: Excede Expectativas
Nota General: Aceptable
Consigue TIMO
Adivinación:
Prueba Teórica: Pendiente. Práctica: Pendiente
Nota General: Pendiente
No Consigue TIMO
Astronomía:
Prueba Teórica: Suficiente. Prueba Práctica: Suficiente
Nota General: Suficiente
Consigue TIMO
Historia de la Magia:
Nota General: Insuficiente
No consigue TIMO
Le felicito por estas notas bastante buenas, y espero que las mejore.
Progresa adecuadamente para ser Auror, necesitando mejorar en Encantamientos y Transformaciones
- ¡Vaya! son mejor de lo que me esperaba – dijo Ron muy contento. – seis de nueve, mejor que mis hermanos Fred y George.
- ¿Qué tal tú, Mione? – pregunto Harry sonriendo, ésta sólo ensancho su sonrisa y le mostró la carta.
Estimada señorita Granger, aquí están los resultados de los exámenes TIMO.
Se encuentran por el mismo orden por el cual realizaron los respectivos exámenes. Se encuentra el resultado de la prueba teórica, de la práctica y de la Total.
Cordialmente
Minerva McGonagall
Encantamientos:
Prueba teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Transformaciones:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Herbología:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Defensa Contra las Artes Oscuras:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Pociones:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Cuidado de Criaturas Mágicas:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede Expectativas
Nota General: Excede Expectativas
Consigue TIMO
Aritmancia:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Practica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Astronomía:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Runas Antiguas:
Prueba Teórica: Excede expectativas. Prueba Práctica: Excede expectativas
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Historia de la Magia:
Nota General: Excede expectativas
Consigue TIMO
Me complace informarle que a establecido el Record de Hogwarts de las mejores notas de toda la Historia de Hogwarts, que antes tenia Tom Sorvolo Ryddle (N/A: o Tom Marvolo Riddle) sus expectativas de ser Auror. Progresan inmejorablemente, al igual que podría ser doctorada en cualquier otra profesión sin ningún problema.
- Siempre tan listilla – comento Ron sacándole la lengua.
- No sabia que vosotros también queríais ser Aurores – dijo Harry sorprendido – De Ron me lo suponía, pero tú, Mione, creía que querrías ser profesora o algo parecido.
- El trabajo de Auror me parece más emocionante, más arriesgado lo se, pero es más divertido
- Hermione…estás hablando por primera vez…como una Gryffindor – dijo Ron haciéndose el sorprendido
- Mione siempre ha sido muy valiente – dijo Harry
- Sí, pero le faltaba el amor por el riesgo…pero… ¿desde cuando la llamas Mione? – dijo Ron con una picara sonrisa, viendo como los dos chicos se ponían colorados
- Esto… - comenzó a decir Harry, pero le interrumpió el ruido de la puerta abriéndose, entraron dos personas con el pelo rojo como el fuego. La señora Weasley y Ginny
- ¡Hola! ¿Que tal estáis? – dijo la señora Weasley abrazando a Hermione y a Harry
- Hola Harry, Hola Hermione – dijo Ginny alegremente
- ¡Mamá! Ya han llegado los resultados de los TIMO – dijo Ron
- ¿Ah, si? ¿Qué tal te han ido? – preguntó la señora Weasley
- Muy bien, he conseguido seis de nueve – dijo Ron alegre – Sólo he suspendido en Pociones, Adivinación e Historia de la Magia.
- ¡Me alegro! Has sacado mejores notas que tus hermanos Fred y George ¿Cómo os han ido a vosotros? – dijo la señora Weasley
- Bien, he conseguido siete de nueve – dijo Harry sonriendo
- ¿Y tú, Hermione? – pregunto Ginny interesada
- Doña listilla ha conseguido diez de diez – dijo Ron burlándose
- ¿Tienes envidia, Ronny?
- ¿Envidia de una sabelotodo? Nunca.
- pues no es lo que parece.
- Ya estamos otra vez – dijeron Harry, Ginny y Molly a la vez, después de un suspiro de resignación.
- Chicos, parad ya – gritó Harry – No se puede gritar en un Hospital.
Se pasaron todo el día en el hospital, bromeando, jugando al ajedrez mágico y charlando.
Al largo del día aparecieron más lechuzas mensajeras con regalos para Harry. Una lechuza marrón que venía de parte de los gemelos le trajo un surtido especial de las nuevas bromas que habían confeccionado. Al cabo de un rato cuatro lechuzas trajeron otro regalo, el paquete era del tamaño de un cofre pequeño, Harry se sorprendió al ver que era un juego de pelotas de Quidditch, el regalo se lo había hecho Charlie y Bill Weasley. Tonks le envió un pack de pociones de uso común y no tan común, como eran la poción Multijugos (aun sin el último ingrediente) o el veritaserum, la carta ponía que siempre podían ser de utilidad. Y también recibió una carta de Hagrid diciendo que el regalo ya se lo daría al verlo, ya que era frágil.
Remus vino sobre las cinco de la tarde con otro regalo para Harry, se trataba de un equipo de protecciones hechas con piel de Dragón para jugar a Quidditch, lo cual agradeció ya que las del colegio estaban muy estropeadas y Harry era propenso a los golpes.
También recibió un regalo de parte de Luna Lovegood, que resultó ser una suscripción gratis a la revista the Quibbler durante toda la vida. También recibió un regalo de parte de Neville, que resultó ser una planta de la misma especia que Neville tenía el año pasado en el tren de Hogwarts, una Mimbulus Mimbletonia.
- Vaya Harry, no se donde vas a meter todo lo que te han traído – dijo Remus a la hora de volver a casa de los Granger – me parece que te vendrá bien un hechizo que agrande mágicamente tu baúl
- ¿Ya os tenéis que ir? – preguntó Ron esperando que la respuesta sea negativa
- si…pero no te preocupes, nos volverás a ver dentro de poco – dijo Harry guiñándole un ojo.
Regresaron a casa de los Granger con un Traslador.
Últimamente estaba feliz… Lo que mas le sorprendió es que Voldemort no hubiera hecho nada para arrebatarle esa felicidad… No había habido dolores, ¿estaría aislando su mente gracias a los pensamientos alegres o simplemente Voldemort estaba planeando algo…? Y con esta duda Harry cayó en un profundo sueño, alegre por suerte.
~*~
Cuesta mucho dejar un review a estos humildes escritores? xD
