Enredo de amor

(Rivales por Accidente).

Parte uno: Dos chicas de cuidado.

Capítulo 1. Reina sin corona.

Eriko Wakabayashi era la chica más popular de la Universidad de Tokio. Era alta, hermosa, de buen cuerpo, inteligente, la alumna más destacada en las clases de actuación. Eriko tenía el cabello negro, largo hasta la espalda y lo usaba grafilado en las puntas, además de que poseía unos ojos oscuros penetrantes que volvían loco a cualquier muchacho que tuviese la fortuna de mirarlos.

En los concursos de belleza, Eriko era la indiscutible ganadora. Siempre, año con año desde que entró a la Universidad, se llevaba el título de Reina del Campus. Media docena de chicos se peleaban cada día por invitarla a salir y al menos la mitad del alumnado quería acompañarla siempre en sus recorridos por la escuela. Eriko era una reina y ella lo sabía. No había ninguna chica en la Universidad, japonesa o extranjera, que pudiese quitarle el puesto. Además, ella tenía talento innato para la actuación. Muchos sabían que ella sería una actriz reconocida algún día.

Todos sabían además que tenía un hermano gemelo que era un famoso jugador de fútbol, uno de los integrantes de la Generación Dorada del sóccer en Japón. Eso la hacía aun más misteriosa, el saber que tenía un hermano gemelo famoso. Claro que las chicas se morían por conocer al susodicho, ya que si Eriko era tan hermosa muy seguramente su gemelo sería un Adonis.

- ¿Cuándo tendremos el gusto de conocer a tu hermano, Eriko?.- le preguntó Sayoko, una de sus seguidoras.

- Algún día va a venir a verme.- respondió Eriko.- Está muy ocupado con sus entrenamientos.

- ¿Dices que vive en Alemania?.- inquirió Melody, una chica francesa de intercambio.

- Sí. Para allá se fue cuando era niño, para convertirse en un gran jugador de sóccer.- contestó Eriko, orgullosa de su hermano mayor.

- Ha de ser todo un bombón.- suspiró Vanessa.

- Sí. Pero cuidadito con lo que dices de él.- gruñó Eriko.- Que soy una hermana muy celosa...

- Oh, vamos.- insistió Melody.- ¿No te gustaría tenerme como cuñada?

- No dejaría que cualquier chica se le acercara a mi hermano.- respondió Eriko, con arrogancia.- Él se merece a alguien verdaderamente especial...

En fin, Eriko era una chica muy cotizada, la chica más popular de la Universidad de Tokio. Hasta que llegó Lily Del Valle.

Lily Del Valle era una mexicana bellísima de largo cabello castaño oscuro, cuyo mayor y más impresionante atractivo eran sus profundos y expresivos ojos negros. Era intérprete del violín, la mejor que muchos hubiesen escuchado en su vida, y había estudiado dos años en Juilliard y había estado de gira con Yanni, había formado parte de la orquesta de Pavarotti and Friends y si no aceptó a ser la quinta integrante del grupo Bond fue porque ella quería triunfar sola. Lily había aceptado continuar con sus estudios de música en la Universidad de Tokio por consejo de su tío, quien le dijo que lo mejor sería continuar estudiando antes de intentar lanzarse como solista. Y así fue como Lily llegó a Japón.

Lily era, además de hermosa, muy simpática y extremadamente dulce. Era el tipo de mujer que conquista el mundo con una sonrisa y pronto comenzó a ganarse muchos seguidores. De la noche a la mañana, muchos chicos se fijaron en ella, pues les llamaba la atención su belleza exótica latina y su manera de ser, además de su determinación de ser la mejor intérprete del violín. Hay que mencionar también que muchos caían rendidos bajo el hechizo de su violín...

El reinado de Eriko amenazaba con derrumbarse... Y ella se dio cuenta.

- ¿Quién es esa chica, Lily Del Valle?.- le preguntó Eriko a Sayoko, un día en el que Lily fue hostigada por al menos quince chicos para que la acompañaran a almorzar.

- Una extranjera de intercambio.- respondió Sayoko.- Y mira que se ha vuelto popular...

- Ya me di cuenta.- gruñó Eriko.

- Pero dicen que a ella no le importa ser popular.- comentó Melody.- Le viene dando lo mismo si la gente la sigue o no...

Eso era lo que más le molestaba a Eriko: que a Lily no le importara ser popular. La chica japonesa no estaba dispuesta a dejar su reinado tan fácilmente y redobló sus esfuerzos por llamar la atención: llevaba conjuntos atrevidos y diminutos a la Universidad, aunque Lily siempre los mataba con trajes de buen gusto que, si bien no eran tan atrevidos, remarcaban su bien formado cuerpo y resaltaban su elegancia. El colmo fue cuando se eligió a la nueva Reina del Campus. Eriko hizo propaganda, por primera vez en su estancia en la Universidad, habló con mucha gente, se propuso para reina. Lily, por el contrario, no movió ni un dedo. Ser reina no le interesaba en lo absoluto. El día de las votaciones, Eriko estuvo presente luciendo un atrevido vestido rojo. Lily ni siquiera estuvo presente. Eriko estaba súper nerviosa, pues quería conocer cuanto antes el resultado. Al final, el muchacho que contaba los votos tuvo que hacer varias veces las cuentas...

Cuando se publicaron los resultados de las votaciones, todo el campus quedó en silencio al verlos. Sayoko, Melody y Vanessa soltaron gritillos de sorpresa. Eriko se puso pálida.

Lily había sido elegida reina.

Ésta se encontraba en los jardines, practicando con su violín. Eriko, furiosísima, se dirigió a ella con un gran revuelo de su pelo negro y rebelde y un crujido de su vestido rojo.

- A partir de hoy, tú y yo somos enemigas.- le dijo a una sorprendida Lily.

Y desde ahí, al Universidad entera de Tokio supo que Eriko Wakabayashi odiaba a muerte a Lily Del Valle.

Y pronto tendría motivos para odiarla aún más...

Esto a Lily sí la desmotivó un poco. De verdad que poco le importaba ser popular o que la coronaran reina, pero sí la hacía sentirse mal el tener enemistades. Siempre había sido una muchacha que procuraba llevársela tranquila con todos. "Vive y deja vivir" era uno de sus dichos favoritos.

Débora Cortés, la mejor amiga de Lily, le decía siempre que no le hiciera caso a Eriko Wakabayashi, que era solo una tipa amargada y petulante que lo único que le interesaba era ser alabada por su belleza. Débora también era mexicana, y tenía los ojos y el cabello negros, aunque éste lucía unos rayitos rubios. Ella era modelo y se había marchado junto con Lily para probar suerte en Japón. Débora y Lily habían sido compañeras desde la secundaria y eran muy buenas amigas.

En los recesos de la Universidad, Lily se topaba muchas veces con Eriko y ésta siempre le lanzaba miradas desafiantes, aunque Lily nunca le seguía el juego.

- Ignórala.- le dijo Débora a Lily, cuando Eriko se marchó.- Ni vale la pena que te sientas mal por ella.

- Me pregunto por qué me odiará tanto.- murmuró Lily.

- Porque eres más popular que ella, por eso.- respondió Débora, encogiéndose de hombros.

Un día, Lily corría para llegar a tiempo a su práctica de violín. Cargaba un montón de partituras suyas y revistas de Débora que había sacado de un casillero más aparte de todo el estuche con su violín. Ese día, Lily llevaba una minifalda gris oscuro con una blusa de seda gris perla y unas sandalias de tiritas con taconcito. Era un atuendo muy poco apropiado para correr por el campus pero Lily tenía prisa. Sin embargo, al bajar unas escaleras, Lily dejó accidentalmente una de sus zapatillas en un escalón (bien a lo Cenicienta).

- Rayos.- musitó ella, ofuscada.

Tenía ambas manos ocupadas y no podría meter el pie en la sandalia nada más, porque tendría que amarrársela para que no se le volviera a salir. Lily buscaba un buen sitio para dejar sus cosas sin que se mancharan cuando escuchó una voz masculina que la sorprendió un poco.

- ¿Me permite, señorita?.- dijo la voz.

Lily volteó. En lo alto de la escalinata estaba parado un joven alto y atlético, que casualmente (ajá) tenía una gorra Aizaa en la cabeza. El joven bajó las escaleras y tomó la sandalia perdida.

- Me parece que no podrá ponerse esto usted sola.- dijo el joven, mirando la zapatilla.- Permítame, por favor.

El muchacho hincó una rodilla en el piso e invitó a Lily a que pusiera su pie descalzo encima. Ella aceptó. El joven tomó la zapatilla y se la puso a Lily en el pie, atándole con cuidado las tiritas. Lily se sentía avergonzada, más porque el joven parecía estar disfrutando del hecho. Y la verdad, era cierto. El muchacho nunca había visto antes una pierna con muslos tan torneados y piel tan tersa. Con mucha delicadeza, el joven anudó las tiras, rozando muy apenas la pierna de la chica.

- Listo, señorita.- dijo el joven, dejando la pierna de Lily en el suelo e incorporándose.

- Muchas gracias... .- Lily notó que el muchacho era extremadamente alto, muy apuesto, y se le hizo muy familiar, como si lo conociera de algún lado, cosa que no podía ser posible dado que estaba segura de que nunca lo había visto en su vida.

- Fue un placer atender a tan bella dama.- el joven se quitó la gorra e hizo una reverencia.

- Gracias, nuevamente.- Lily se puso colorada.- Con permiso, debo irme.

- Permítame ayudarla.- se ofreció el joven de la gorra Aizaa.- Lleva usted cosas muy pesadas.

- ¡Oh! Gracias, no es... .- pero Lily no acabó de decirlo porque el joven le quitó las cosas de las manos.

- ¿A dónde llevo todo esto?.- preguntó él.

- Sígame, por favor.- pidió ella, con una sonrisa.

Lily se adelantó. El joven le dio un buen vistazo y enarcó una ceja.

- Vaya bombones que se encuentra uno en estos lugares... .- murmuró el joven, en alemán, lengua que Lily no entendía.

- ¿Dijo algo?.- preguntó Lily, curiosa.- No entendí.

- Nada importante.- el muchacho sonrió.- Solo me preguntaba cuál sería su nombre...

- Lily Del Valle.- respondió ella, sonriendo.- Pero todos me dicen simplemente Lily.

- Lily Del Valle.- repitió el joven, sonriendo levemente.- Lindo nombre... Suena muy bien.

- Gracias. ¿Y usted es?

- ¿No me conoce usted?.- preguntó el joven, algo sorprendido.

- La verdad, no.- contestó Lily, con sinceridad.- ¿Debería conocerlo?

- Quizás no.- admitió el joven, algo divertido.- Mis amigos más cercanos me conocen como Genzo...

- ¿Genzo qué?.- inquirió Lily.

- Solo Genzo.- respondió él.

- ¿Sin apellido?.- insistió Lily.

- Por ahora.- él se encogió de hombros.

Ambos comenzaron a platicar mientras se dirigían a su destino. Pronto se estableció una buena química entre ambos jóvenes, inmediatamente se estableció el típico coqueteo que surge en estos casos. Lily y Genzo llegaron al sitio en donde aquélla tendría sus prácticas de violín. Al menos veinte jóvenes estaban esperando impacientemente en la entrada a que la mexicana llegara. Sin embargo, al ver que Lily llegaba en compañía de Genzo, muchos hicieron muecas y se retiraron refunfuñando.

- Te estaba esperando tu club de admiradores.- le dijo Débora en broma a Lily, cuando ella entró a la sala con Genzo.

- ¿Cuándo dejaran de acosarme?.- suspiró Lily.

- Cuando anuncies que tienes novio oficial.- respondió Débora.

Genzo carraspeó levemente. Lily recordó su presencia y se lo presentó a Débora.

- ¡Ah! Lo olvidaba... Débora, te presento a Genzo.- Lily hizo las presentaciones correspondientes.- Genzo, ella es Débora Cortés, una buena amiga...

- Mucho gusto.- dijo Genzo ofreciéndole la mano a Débora.

- ¡Ah!.- Débora puso los ojos como platos, mirando fijamente a Genzo, sin atreverse a tomarle la mano.

- ¿Qué te pasa?.- inquirió Lily.

En ese momento, la puerta se abrió y alguien más entró.

- Genzo.- era Eriko.- Me dijeron que habías entrado aquí. No pensé que tuvieras tan mal gusto como para querer rodearte de gente como ésta...

- Eriko.- respondió Genzo.- También me da gusto verte, hermanita...

- ¿Hermanita?.- inquirió Lily, sorprendida.

- Así es.- respondió Eriko.- Tú no estás para saberlo ni yo para decirlo pero Genzo es mi hermano gemelo.

- Tú eres Genzo Wakabayashi.- le dijo Débora a Genzo.

- El mismo.- suspiró Genzo, apesadumbrado.

- Hermano, no te acerques a esa chica.- Eriko señaló a Lily.- Ella es la que me quiere quitar mi reinado... No pierdas el tiempo con esa mexicana...

- Ya decía yo que te conocía de algún lado.- suspiró Lily.- Y cómo no, si eres la versión masculina de Eriko...

De pronto, la puerta se abrió de nuevo y muchas chicas entraron por ella.

- ¡Genzo, dame tu autógrafo!.- gritaban varias.

- ¡El famoso portero del Hamburgo!.- gritaban otras.

- ¿Portero del Hamburgo?.- preguntó Lily, más sorprendida aún.

- Sí, tonta.- replicó Débora.- Genzo Wakabayashi es el portero titular del equipo alemán del Hamburgo. ¿Qué no lo reconociste?

La verdad era que a Lily le encantaba el fútbol, pero rara vez tenía tiempo para verlo por sus constantes prácticas.

- Entonces, más bien se me hizo conocido por ese motivo.- murmuró Lily.- Lo he de haber visto alguna vez por televisión...

Eriko apartó con una señal de la mano a todas las chicas y le pidió a Genzo que se fuera con ella, no sin antes lanzarle una mirada de desdén a Lily.

- Que te quede claro, hermanito.- dijo Eriko a Genzo.- Ésa chica es mi enemiga.

Genzo le lanzó también una mirada a Lily, pero una que expresaba más o menos lo mismo que Lily estaba sintiendo en esos momentos.

Notas:

- Bueno, pues la idea de este fic me surgió después de ver la película de "Dos tipos de cuidado", con Pedro Infante y Jorge Negrete aunque la historia se desvía bastante de la trama de esa película.

- La relación entre Eriko y Lily la quise poner parecida a la relación que tienen Sayoko y Bellandy en el manga de "Oh, my Goddess!". Sayoko era la chica más popular de la Universidad hasta que llega Belldandy.

- Lo de hacer que Genzo tuviese una gemela fue para poder crear bien la historia. Eriko es físicamente muy parecida a Genzo (incluso también en el carácter), así que se imaginarán que es una mujer muy bella.

- Adonis es un personaje de la mitología griega. Cuenta la leyenda que el susodicho era tan hermoso que la propia Afrodita se enamoró de él.

- Juilliard es una academia de artes muy famosa en EUA.

- Bond es un cuarteto de cuerdas británico-australiano conformado por dos violinistas, una chelista y una intérprete de la viola.

- Lily Del Valle, Débora Cortés y Eriko Wakabayashi son personajes creados por Lily de Wakabayashi.

- Los personajes de Captain Tsubasa son creación y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha ®.