Capítulo 6. La quinta integrante.

El baile de coronación sería magnífico ese año, ya que por primera vez en cuatro años Eriko Wakabayashi no sería coronada reina y los organizadores querían hacer algo diferente. Todo mundo estaba entusiasmado... Todos menos la futura reina...

- ¿Y ya te conseguiste una pareja para el baile?.- quiso saber Débora, mientras ella y Lily se probaban algunos vestidos.

- Creo que sí.- Lily se encogió de hombros.

- ¿Quién es?

- Alguien.

- ¡Qué específica!.- exclamó Débora.

- Tiene pelo, ojos, nariz, boca y dos pies.- replicó Lily.- Eso es lo único que necesitas saber.

- Uhm...

A Lily no le gustaba ningún vestido, todos se le hacían estrambóticos o demasiado vulgares.

- No seas tan exigente.- la regañó Deb.

- Es que tengo que ir más o menos decente.- suspiró Lily.- Me lo dijeron mis asesores...

- ¿Ya tienes asesores?.- Débora rió a carcajadas.

- Son los mismos que antes perseguían a la Señorita Universidad.- bufó Lily.

- Jajaja. Y lo siguen haciendo. Recuerda que la nueva Señorita Universidad eres tú.- se burló Débora.

- Vuelve a decir eso y te arrojo por un barranco.- gruñó Lily.

Lily miró en el espejo la manera en como le quedaba el vestido rojo y suspiró. Si no fuera por Genzo, todo resultaría un caos...

Eriko, por su parte, sería coronada princesa, ya que ella había sido el segundo lugar en las votaciones. Todo el mundo se preguntaba si ella se pararía en el baile. Sin embargo, a la última hora las voceras oficiales de Eriko (o sea, Sayoko y Melody), anunciaron que ella aun tenía lastimado el tobillo y que no podría aceptar el título.

- Miren qué casualidad.- comentó Frank, al saber la noticia.- La gran Eriko nunca se detiene ante nada, pero nomás se trata de reconocer el triunfo de Lily e inmediatamente se lesiona...

- No esperaba menos de ella.- comentó Katya, algo aburrida.

- ¿Irás al baile?.- quiso saber Frank.

- Ni loca.- gruñó Katya.

Genzo, por su parte, seguía tratando de convencer a su gemela de que Lily no era lo que ella quería. Él había comprobado que Lily no tenía ningún deseo de ser coronada reina, mucho menos de quitarle el trono a Eriko. Genzo no entendía el por qué su hermana tenía el complejo de "Malvada Madrastra Reina de Aizaanieves", o sea, el de querer ser la mujer más bella del reino (o en este caso, de la Universidad pues).

- No te va a pasar nada si vas a la coronación.- dijo Genzo a Eriko.- No por eso serás menos bella.

- No lo haré.- negó Eriko.- No reconoceré su triunfo.

Genzo suspiró. En parte, le aliviaba el saber que Eriko no iría al baile, pues así se ahorraría el tener que explicarle el por qué era la pareja de Lily.

El día del baile todo el mundo andaba vuelto loco. En la Universidad no se hablaba de otra cosa. Lily intentaba concentrarse en las clases pero no conseguía hacerlo. Sin embargo, hubo un pequeño detalle que captó su atención: una nueva alumna había llegado.

- ¿Otra muchacha de intercambio?.- preguntó Frank.- ¿No son muchas para una semana?

- Uy, tú. ¿Pues cuantas deberían de ser?.- se burló Katya.

- No sé, con una basta...

- No sean así, no le hacen daño a nadie.- intervino Lily.

- Bueno, la chica nueva no, pero quien sabe la recién llegada... .- admitió Frank.

Era cierto. Aki Yamazaki era una muchacha tranquila. Era un tanto mandona y terca con su nuevo grupo de amigos pero con las demás personas era muy cortés. Aki había tomado la costumbre de charlar con Lily en ocasiones, cosa que hacía que la mexicana se sintiera muy incómoda, porque, lejos de detestarla, la chica le agradaba cada vez más.

- Jóvenes, presten atención, por favor.- llamó el profesor de la clase en la que se encontraban.- Quiero presentarles a nuestra nueva alumna de intercambio, la señorita Saki Aiza. Ella viene de Colombia.

- Buenas tardes.- saludó Saki, cuyo cabello castaño lacio y oscuro se acomodaba en una trenza larguísima.- Me llamo Saki Aiza, soy mitad colombiana y mitad japonesa y amo la música.

- Bienvenida, señorita Aiza.- dijo el profesor.- Tome asiento, por favor.

- Gracias.

Saki buscó lugar en donde sentarse. Lily tuvo una inspiración y quitó las cosas de Frank del lugar que estaba junto a ella.

- ¡Ey! ¡Ésa es mi mochila!.- se quejó Frank.

- Cállate.- ordenó Lily.- Saki, aquí hay un lugar vacío.

- Muchas gracias.- Saki se sentó en el sitio que Lily desocupó y les sonrió a sus compañeros. Éstos le devolvieron el gesto.

Al final de la clase, Lily invitó a Saki a comer con ella y con Katya y Frank. Saki aceptó, ya que no conocía a nadie ahí.

- De manera que te agrada la música.- comentó Katya, mientras tomaba un sorbo de su jugo de betabel, el cual siempre hacía que a Frank le dieran náuseas.

- Sí. Es mi pasión, mi todo.- sonrió Saki.- Y por lo visto, a ustedes también les gusta o de lo contrario no estarían aquí...

- Tú lo has dicho.- sonrió Lily.- ¿Cuál es tu instrumento?

- Pues sé tocar el piano, el violín y la guitarra, pero mi instrumento principal es la viola.- respondió Saki.

Frank, Katya y Lily se miraron unos a otros y sonrieron.

- ¿En serio?.- preguntó Frank.- Mira qué interesante. Lily y yo tocamos el violín y Katya el violonchelo...

- ¿En verdad?.- inquirió Saki.

- Sí. Y formamos un trío... ¿No querrías unirte y formar un cuarteto?.- preguntó Katya.

- Este, no sé... Quizás es algo apresurado, yo apenas acabo de llegar y muy seguramente ustedes llevan años practicando juntos... .-Saki titubeó.

- ¿Y eso qué?.- contradijo Lily.- Si le ponemos empeño podremos acoplarnos.

Saki sonrió y le dijo que lo pensaría. Pronto los jóvenes cambiaron de tema de conversación. Saki era una muchacha reservada pero se sentía bien entre esos tres jóvenes, quienes parecían ser tan brillantes y entusiastas como ella. Al poco rato llegó Débora y se presentó. Los cinco jóvenes parecían llevarse bien y quizás podrían llegar a ser buenos amigos. En eso, un joven de cabello negro muy largo y ojos rojos, se acercó a ellos.

- Katya, ¿te puedo llamar al rato para que me prestes las nuevas partituras que compraste para tu teclado?.- preguntó el chico.

- Claro.- aceptó Katya.

Saki miraba con curiosidad al joven. Lily lo notó e hizo las presentaciones.

- Saki, él es Tess Shadows.- dijo Lily.- Estudia Música en un curso superior al nuestro. Tess, ella es Saki Aiza, nueva alumna de intercambio.

- Mucho gusto.- sonrió Saki.

- El placer es todo mío.- Tess hizo una reverencia y al mover su mano hizo aparecer una rosa Aizaa, la cual le ofreció a Saki.- Una linda flor para una linda chica.

- Gracias.- Saki se puso algo colorada.

- Es soltera y sin compromiso.- añadió Débora.

- ¡Deb!.- exclamó Lily, riéndose.- Contrólate.

- Bueno, debo retirarme.- si Tess escuchó el comentario, prefirió ignorarlo.- Hasta pronto, muchachos. Fue un placer, Aiza-san.

- Uh, a alguien le llamó la atención Saki.- comentó Deb.- ¡Y en su primer día!

- Sí. ¡Qué bárbara! Quizás en la noche seas coronada reina de la Universidad en lugar de Lily... .- comentó Frank.

- Ya cállense.- pidieron Katya y Lily, al ver que Saki se ponía roja y no sabía que contestar.

Saki miró disimuladamente al apuesto joven que se alejaba. Quizás solo había sido producto de su imaginación la breve conexión que se había establecido entre ellos...

La noche llegó más rápido de lo que todos se imaginaron. Genzo se encontraba en el departamento que Taro había alquilado, para arreglarse, ya que no podía hacerlo en su propio hogar por el temor de que Eriko lo descubriera y tuviera que darle una buena excusa. Taro lo miraba entre divertido y admirado.

- Realmente me sorprendes.- comentó Taro a Genzo.

- ¿Por qué?.- quiso saber Genzo, al tiempo que se arreglaba el moño del traje de noche.

- Porque nunca me imaginé verte como la pareja de la reina de una Universidad.- Taro rió a carcajadas.- Aunque por cierto que tampoco me imaginé ver a Lily siendo coronada reina de una Universidad...

- Eso te causa gracia.- bufó Genzo.

- Mucha, la verdad.- Taro no dejaba de reírse.- La verdad es que me encantaría ir para verlos pero tendré que declinar semejante honor...

- ¿Por qué?.- inquirió Genzo.

- Porque alguien tiene que evitar que Eriko se corte las venas o que vaya, robe una metralleta y asesine a Lily. Y de paso a ti por ser su pareja... .- explicó Taro.

- Cierto.- bufó Genzo.- Eriko es tan capaz... ¡Pero qué sufrido por ofrecerte!

- Ya ves. Alguien se tiene que sacrificar.- sonrió Taro con picardía.- Y quien mejor que yo para cuidar de tu hermanita...

- Más te vale que mantengas tus manotas alejadas de mi hermanita o el que asesine con una metralleta seré yo.- advirtió Genzo.

- Tranquilo, futuro cuñadito, que no haré nada... Que ella no quiera... .- Taro rió.- ¡No, era broma!

- Sigue de chistoso.- Genzo había tomado un termómetro rectal y había amenazado con él a Misaki.- Bueno, pues ya está. ¿Qué te parece?

- No está tan mal.- admitió Taro.- Aunque temo que te tropieces con tus dos pies izquierdos cuando bailes...

- ¿Qué te pasa? Sé bailar.- protestó Genzo.

- ¿En verdad?.- Taro se sorprendió de manera genuina.

- Claro. Hay muchas cosas de mí que no sabes...

A Genzo lo estaba esperando afuera James, su mayordomo. Genzo tomó un ramo de rosas rojas y salió.

- Cuida bien a mi hermana.- pidió él.- Y ya sabes...

- Sí, sí. Metralletas y termómetros rectales.- replicó Taro.- Ya.

En cuanto Genzo se marchó, Taro tomó el coche que había rentado y fue a alquilar un par de películas que pensó que podrían gustarle a Eriko. Después se detuvo en un restaurante vegetariano y compró comida digna de un banquete de conejos. De allí se dirigió al departamento de los Wakabayashi. Cuando tocó el timbre, Eriko le abrió, envuelta en una frazada, descalza y con el cabello suelto. Al verlo, ella gritó.

- ¡Ay, válgame!.- Eriko azotó la puerta, golpeando a Misaki en una rodilla.

- ¡Ouch!.- se quejó él.

- ¡Espera un segundo!.- gritó Eriko, a través de la puerta.

La chica inmediatamente se puso a recoger el lugar, al tiempo que hacía malabares para cambiarse de ropa. Cuando nuevamente abrió la puerta, diez minutos después, Misaki vio a una Eriko enfundada en unos pantalones strech negros y una blusa escotadísima de color rojo. Su cabello seguía suelto, pero estaba reluciente.

- ¡Wow! ¡Qué cambio!.- exclamó Taro, admirado.- ¿Ya te convertiste en Cenicienta?

- Gracioso.- Eriko pateó levemente a Taro en la rodilla lastimada.

- ¡Doble ouch!.- exclamó él.- ¿Por qué eres tan mala conmigo?

- Por no haberme avisado que vendrías.- contestó Eriko.

- Pero tu hermano lo sabía...

- Mugroso Genzo... .- bufó Eriko.

- En fin, no importa... Sé bien que no irás al baile, de manera que traje unas películas y un poco de comida vegetariana.- Taro mostró sus compras y sonrió de esa manera tierna y dulce que solo él sabe.

- ¿Y eso?.- preguntó Eriko, sorprendida.

- No quería que estuvieras sola esta noche.- contestó Taro.- Parece ser que necesitaras un poco de consuelo...

- ¿No deberías de estar apoyando a Lily en su gran noche?.- Eriko estaba algo irritada por el sentimiento cálido que experimentó por Taro.

- Ella tiene quién la apoye.- replicó Taro.- Deja que yo me ocupe de ti.

Con esto, Eriko se desarmó. Ayudó a colocar las bolsas de Taro en la mesa y vio las películas.

- Armaggedon y Buscando a Nemo.- leyó Eriko.- Vaya, vaya...

- Será una noche larga.- sonrió Taro.

- ¿No te han dicho que soy más peligrosa de noche?.- preguntó Eriko, provocativamente.

- Correré el riesgo.- respondió él.

- De verdad que eres insistente.- Eriko tomó un mechón de pelo de Taro y jugueteó con él.- Vamos a ver las películas y a comer comida vegetariana.

- Comida para conejos.- bufó Taro.- Creo que ni a Yotaro le gustaría lo que traje...

- ¿Quién es Yotaro?

- Mi gato.

- ¿Y por qué, si no te gusta la comida vegetariana, compraste todo esto?.- quiso saber Eriko.

- Porque sabría que a ti te gustaría.- contestó él.

Eriko sonrió. Sería noche larga, sí, pero interesante.

Mientras tanto, Genzo había llegado al departamento de Lily. Débora lo recibió, muy sonriente, enfundada en un vestido guinda.

- En un segundo baja.- le dijo.- Espera, por favor.

- Gracias.- dijo Genzo.

- Ándale, Lily, que te están esperando.- gritó Débora, en español.

- No, me da pena.- contestó Lily, en el mismo idioma.

- ¡Que bajes!

- ¡Que no!

- ¡Tienes que bajar, chihuahua!

- ¡Pues no bajo!

- ¡Si no bajas le diré a Eriko que has estado saliendo con su hermano!

- Maldita Deb... .- suspiró Lily.- Está bien...

Lily apareció por fin y comenzó a bajar las escaleras. Genzo se quedó con la boca abierta. La chica lucía un vestido Aizao de falda amplia y escote discreto, descubierto de hombros, muy elegante y propio de una reina. Su cabello largo y castaño oscuro estaba levemente recogido y el resto caía en suave cascada por su espalda. El maquillaje realzaba los ojos y acentuaba los labios carnosos. Se veía realmente muy bella... Pero Genzo no fue el único que se quedó sin aliento, también Lily se quedó con la boca abierta al ver al apuesto portero enfundado en un traje de etiqueta negro. Su cabello estaba perfectamente peinado y el traje le daba un porte y una seguridad impactantes. Cuando Lily hubo bajado, Genzo tomó su mano y la besó. Después le ofreció el ramo de rosas.

- ¿Lista, milady?.- preguntó.

- Lista, milord.- sonrió ella.

- Chalalalalá, chalalalalala lalalalalalá.- canturreó Deb la canción de "Historia de un amor".

- Púdrete.- murmuró Lily, en español.

- ¿Qué cosa?.- preguntó Genzo.

- Nada. Vámonos.- pidió Lily, lanzándole ojos de pistola a Deb.

- Claro, pero antes de eso... .- Genzo sacó de quien sabe donde un estuche de terciopelo de donde extrajo un collar de diamantes genuinos y lo colocó alrededor del cuello desnudo de Lily.- Listo. Ahora sí estás perfecta.

- No puedo aceptarlo.- Lily se miró en un espejo y se puso colorada.

- Debes hacerlo.- murmuró Genzo.- Es mi presente para una mujer tan bella...

Cuando Lily y Genzo salieron del departamento, aquella se quedó con la boca abierta otra vez.

- ¿Una limusina?.- exclamó Lily.- ¡Wow!

- Debemos impresionarlos.- dijo Genzo.- Eres la reina, no lo olvides.

- ¿Pero y Deb?.- cuestionó Lily.

- Frank pasará por mí.- explicó ella.- Me iré con él. Tú vete y disfruta a tu galán.

James les abrió la puerta. Lily y Genzo subieron y la limosina arrancó, rumbo al baile. Lily también pensó que la noche sería larga e interesante...

Notas:

- Saki Aiza es un personaje creado por Saki Hashimoto/Andie Hollyfield.

- Tess Shadows es un personaje del videojuego Guilty Gear; tengo entendido que el nombre del personaje es Testament y el pseudónimo de Tess Shadows fue idea de Andie.

- Yotaro es el gato que Taro Misaki tiene en el manga de Captain Tsubasa.

- Jajaja, pues sí, Taro Misaki es mi segundo personaje japonés favorito y me gusta que él se enamore de la otra protagonista de la historia... Aun le busco la pareja perfecta, aunque creo que Eriko Wakabayashi se le acerca bastante, me gusta la pareja que hacen Eriko y Taro.