Capítulo 7. En la cima del Cielo.
Al llegar al baile, Lily se sentía algo ofuscada y mortificada. Genzo lo notó y quiso darle ánimos.
- Tranquila.- le dijo Genzo.- No será tan malo...
- ¿Qué no? No sé cómo lo soporta tu hermana.- bufó Lily.- Esto es una idiotez.
- Uhm... Quizás, pero será rápido...
Lily y Genzo llegaron al auditorio de la Universidad, el cual estaba adornado a todo lujo. Miles de personas esperaban impacientes la llegada de la futura reina, quien parecía querer hacer todo menos entrar al auditorio.
- Ándale, tus súbditos te esperan.- le dijo Genzo a una temerosa Lily.
- No... No quiero entrar... Mejor ve a buscar a Eriko y tráela para que sea coronada reina en mi lugar.- suplicó Lily.- Estoy segura de que ella aceptará con gusto el reinado.
- Eso sí que no. Eriko será terca y orgullosa, pero nunca desmiente el crédito de otra persona. Si tú ganaste las votaciones limpiamente, ella no querrá quedarse con la corona solo porque tú te niegas. Se sentirá muy humillada si haces eso.- replicó Genzo.- Ahora soy yo el que te lo pide, por el orgullo de mi hermana: acepta ser coronada.
Lily miró a Genzo y se dio cuenta de que su petición era sincera. Lily suspiró. No se podía negar a su petición.
- Está bien, ya qué.- gruñó ella.
La música anunció la llegada de la nueva reina en compañía de su pareja. Todos estaban a la expectativa. ¿Quién sería el afortunado hombre que acompañaría del brazo a la bella soberana? Genzo le ofreció el brazo a Lily y ella lo aceptó. Suspiró ella una y otra vez y al final asintió con la cabeza.
- Lista. Vamos.- dijo.
La futura Reina comenzó a bajar la escalinata del auditorio, luciendo increíblemente bella. Su acompañante se veía de lo más apuesto... Todos los presentes soltaron una exclamación. ¡Lily venía acompañada por Genzo, el hermano gemelo de Eriko!
- ¡Anda pues!.- dijeron algunos.- ¡Si Eriko se enterara de que su gemelo es la pareja de su rival!
- ¡Qué gran historia!.- exclamaron otros.
- Debemos proteger a nuestra reina.- dijeron varios más.- Debemos jurar el no decir nada sobre esto... No podemos permitir que Eriko lastime a Lily.
Así que, sin ponerse de acuerdo, todos los presentes juraron que nunca revelarían el secreto de esa noche. La reina y su pareja lucían muy bien juntos; hacían una pareja atractiva. Genzo, como todo un caballero, condujo a su dama hacia el trono. Lily se sentó, haciendo gala de una elegancia que en ella era natural.
- Que comience el espectáculo.- murmuró ella, en voz baja.
La tradición decía que la antigua reina, o sea, Eriko, debía entregarle la corona a Lily, pero por obvias razones no sería así. Una representante llegó a realizar el procedimiento simbólico de la entrega de coronas. Después, Lily fue coronada, entre el aplauso de los espectadores.
- Ahora, nuestra nueva Reina abrirá el baile con su pareja.- exclamó el maestro de ceremonias.
- ¿Qué cosa?.- exclamó Lily.- ¿Abrir el baile?
- Sí. ¿Esperabas otra cosa, como una guerra de comida o algo así?.- se burló Genzo.
- ¡No te burles! ¡No sé bailar el vals o lo que sea que me hagan bailar!.- se quejó Lily.
- Ni falta que te hará.- sonrió Genzo.- Yo te guiaré.
Genzo, con una reverencia, le ofreció a Lily su mano. Ésta la tomó. Ambos se dirigieron a la pista de baile en medio de los primeros acordes de un vals.
- ¿De verdad sabes bailar?.- preguntó Lily, dudosa.
- ¿Por qué nadie me cree?.- bufó Genzo.- Claro que sé bailar el vals, Eriko y yo practicábamos mucho cuando éramos niños.
- ¿En serio?
- Claro. Ya desde entonces mi gemela practicaba para ser reina... .- Genzo suspiró.- Bueno, yo no seré el Príncipe William pero haré lo que pueda...
- ¿El Príncipe William?.- preguntó Lily.
- Sí.- suspiró Genzo.- Eriko siempre decía que quería bailar con él algún día...
Y efectivamente, Genzo era un buen bailarín. Tomó a Lily por la cintura con una mano, mientras que con la otra agarraba una mano de ella. Él comenzó a bailar y a llevarla a ella por la pista de baile. Lily se sorprendió de lo bueno que era Genzo, ya que a pesar de que ella no sabía bailar vals, él conseguía llevarla sin tropiezos.
- ¡Qué bien bailan!.- exclamaron algunos.
- ¡Se ven tan bien juntos!.- exclamaron otros.
La Reina y su pareja se lucían lo más que podían. Lily estaba maravillada de bailar con un hombre como Genzo... Al poco rato, muchas otras parejas empezaron a bailar también. Lily vio a Deb y a Frank bailando muy a gusto. Cuando pasaron junto a ellos, Deb le hizo un guiño a Lily.
- No dejes escapar a ese hombre.- dijo Deb, al tiempo que señalaba disimuladamente a Genzo.
Lily hubiese contestado que ni loca lo habría dejado, de no haber sido porque, a través del hombro de Genzo vio a Aki Yamazaki, sentada en una mesa desde donde los observaba.
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Eriko y Taro veían Buscando a Nemo. Eriko se había quitado las zapatillas de tacón y se había estirado cuan larga era en el sillón en donde también estaba Taro. Él había tomado los pies de ella y los había masajeado un poco. Las uñas de la chica estaban pintadas de rojo, aunque algunos dedos ya habían sufrido la caída del barniz.
- ¿Desde cuándo no te pintas las uñas?.- se burló Taro.
- ¡Ah!.- Eriko inmediatamente recogió sus pies, apenada.- ¡Qué fijado eres!
- ¡Y tú eres demasiado preocupona por tu aspecto!.- rió Taro.- ¡Yo solo bromeaba!
- Pues ahora me pintaré las uñas, para que no me critiques.- Eriko se levantó, fue a su cuarto y regresó a la sala con una botella de barniz de uñas rojo.
- Permítame, madmoiselle.- Taro le quitó el barniz e hizo que Eriko subiera sus pies a las piernas de él.
- ¿Qué harás?.- quiso saber ella.
Por respuesta, Taro destapó el barniz y comenzó a pintar las uñas despintadas.
- ¡No me digas que me vas a pintar las uñas!.- exclamó ella, divertida.
- ¿Y por qué no? No soy tan malo, ya verás.- sonrió Taro.
Eriko se rió a carcajadas. Tomó un trozo de lechuga y comenzó a mordisquearla, al tiempo que veía cómo Taro le pintaba las uñas.
- ¡Puaj! Qué feo huele esto!.- se quejó Taro del barniz, frunciendo la nariz de una manera muy chistosa.
- Jajaja. ¡Pareces conejo!.- exclamó Eriko, divertida al ver a Taro.
- ¿Qué cosa?
- Sí. Así como frunciste la nariz pareces un conejo.- Eriko le extendió a Taro el pedazo de lechuga que tenía en la mano.- Come tu lechuga, conejo.
Taro, obediente, comió el trozo de lechuga que Eriko le ofrecía. Ésta volvió a reírse.
- ¿No que no te gustaba la comida vegetariana, Misaki?.- preguntó ella.
- Porque es comida para conejos.- replicó él.- Pero como ahora soy un conejo, pues ahora ya me gusta.
Ambos rieron. A Eriko le fascinaba tanto el estar cerca de Misaki, era un chico tan dulce, tan diferente a los demás...
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Volviendo al baile, Lily se cansó pronto y quiso sentarse. Genzo fue a buscar bebidas y mientras tanto Lily se quedó platicando con Débora y con Frank.
- Katya se negó a venir, como ya te lo imaginarás.- comentó Deb.- Dijo que no quería ser testigo del día en el que Kielo perdió su dignidad.
- Uhm.- bufó Lily.- Como si no me sintiera suficientemente mal…
- Claro que no lo dice en serio.- intervino Frank.- Sabes bien que Katya no es feliz en estos trotes.
- ¿Y por qué no invitaste a Yoshiko Fujisawa a venir?.- quiso saber Lily.- Pensé que lo harías.
- ¡Ah!.- Frank se puso algo rojo.- Yoshiko me dijo que no podría porque iría a una reunión de ex compañeros de generación...
- A la cual también asistiría Hikaru Matsuyama.- comentó Débora.
- Ya veo... .- susurró Lily.
Lily se preguntó el por qué Genzo tardaría tanto en volver. Al mirar hacia el sitio en donde se encontraban las bebidas, ella vio a Genzo platicando con Aki... Lily recordó que ellos estaban comprometidos y que Genzo debería haber sido la pareja de Aki, no la de aquella... Cuando Genzo volvió, se veía algo molesto.
- ¿Pasa algo?.- quiso saber Lily.
- No.- Genzo negó con la cabeza.- No es nada importante.
Pero Genzo sí se veía algo perturbado. Lily también notó que Aki se marchaba del auditorio muy rápidamente.
- ¿Te peleaste con Yamazaki?.- preguntó Lily, en voz baja.
- Me reclamó por haber venido al baile contigo.- gruñó Genzo.- Ahora sí recuerda que estamos comprometidos, no como hace 5 años, cuando me mandó a freír espárragos...
Lily no supo qué responder. Después de todo, ése no era su problema. Se quedó sorbiendo el refresco que Genzo le había llevado, al tiempo que un incómodo silencio los envolvía a los dos.
- ¡Señorita Lily!.- exclamaron algunos muchachos y muchachas.- ¡Reina! ¡Por favor, toque algo con su violín!
- ¿Cómo? ¿Quieren que les toque alguna canción?.- preguntó Lily, asombrada.- ¿Ahora?
- ¡Sí, por favor!.- pidió una joven estudiante de derecho.- ¡Háganos ese honor!
- Pero... No sé, como que éste no es lugar para un solo de violín...
- No, pero yo podría hacerte dueto con el piano.- intervino Genzo, muy serio.
- ¿Cómo? ¿También tocas el piano?.- Lily estaba más que sorprendida por las cualidades poco conocidas de Genzo.
- Por supuesto. Y si quieres tocar el violín, yo te acompañaré con el piano.- reafirmó Genzo.
- Pero no traje a Corazón conmigo...
- Yo lo traje.- dijo Deb, con el estuche que contenía a Corazón en la mano.- Pensé que esto podría pasar...
Ya no había pretexto. Lily miró a Deb con cara de "hello con tu hello" y suspiró.
- Ya qué.- dijo.
Genzo se había dirigido hacia el sitio en donde tocaba la orquesta y le había pedido al pianista que le cediera su lugar. Lily se acercó y se acomodó junto a él.
- Y ahora, nuestra nueva y flamante Reina nos deleitará con la música de su violín, al tiempo que su apuesto acompañante la seguirá en el piano.- anunció el maestro de ceremonias, en medio del aplauso del público
- ¿Qué quieres tocar?.- preguntó él.
- No sé. Tú escoge.- respondió ella.
- ¿Segura?
- Sí.
- Bueno. Espero que te sepas ésta...
Genzo comenzó a tocar el piano. Lily recordó la melodía y entró con su violín justo en el momento preciso. Ambos hacían un muy buen dueto juntos. Lily se inspiraba con la música de Genzo y Genzo se inspiraba con la música de Lily. Ambos se estaban conectando en un lenguaje que rebasaba fronteras... Pronto, la magia de la música de ambos jóvenes empezó a embrujar a los presentes.
- ¡Qué buen dueto hacen!.- exclamó Débora, sorprendida.
- La verdad, sí.- reconoció Frank.- Lástima que Katya esté perdiéndose todo esto...
- ¿Cómo le hacen para combinarse tan bien, si nunca han tocado juntos antes?.- preguntó Deb.
- Es la magia de la música.- comentó Saki, quien de buenas a primeras se había dejado ver por ahí.- Solo la música puede unir a dos corazones de esa manera... Aunque también el amor lo puede hacer...
- ¿Qué haces aquí?.- Deb casi se va de espaldas por el susto.
- Quería ver cómo era esto.- Saki se encogió de hombros.
Lily miraba a Genzo de reojo cuando solo él tocaba. Se veía apuesto y seguro de sí mismo... Lily trataba de reprimir los suspiros. Genzo miraba a Lily con disimulo cuando ella tocaba el violín. Se veía tan hermosa y dulce... Era increíble, pero sus corazones se habían conectado hasta un punto tan íntimo... Al final de la canción, el público aplaudió estruendosamente.
- Eres un excelente pianista.- le dijo Lily a Genzo.- Tocas muy bien.
- No tan bien como tú tocas el violín.- contradijo Genzo.- Y si yo toqué tan bien el piano fue por la inspiración que me dio la magia de tus dedos al tocar el violín...
Ambos se sonrieron mutuamente. Lily recordó a Aki y volvió a sentirse mal.
- Perdón.- dijo Lily, súbitamente.
- ¿Por qué?.- inquirió Genzo, extrañado.
- Porque por mi culpa te peleaste con Aki.- susurró Lily.
- Aki no es mi novia.- negó Genzo.- No tengo por qué decirle con quién voy a salir. Para mi familia y la de ella puede ser mi prometida, pero para mí ella no es más que una amiga. Perdóname tú a mí por haberte hecho pasar un mal momento hace rato, después de que me enojé con Aki... Espero que esto te haya recompensado...
- ¿Cómo dices?.- Lily no entendió.
- Sí. Que espero que el haber hecho un dueto contigo te haya recompensado por haberte arruinado la noche con mi pelea... .- musitó Genzo.
- ¿Arruinarme la noche? ¿Hablas en serio?.- exclamó Lily, incrédula.- ¿Estás loco? ¡Si es por ti por lo que esta noche ha sido fantástica!
- ¿Eso crees?.- Genzo sonrió.
- Sí. Recuerda que yo ni quería venir.- Lily también sonrió.
- ¿Me concede esta pieza, mi bella dama?.- Genzo hizo una reverencia y volvió a ofrecerle su mano a Lily.
- Claro, milord.- sonrió ella.
Pero Genzo no condujo a Lily a la pista de baile, sino a una de las terrazas, desde donde se apreciaba la Universidad en pleno y la bella luz de la luna llena.
- Aquí estaremos solos.- sonrió Genzo.- Nos podremos quitar las máscaras y solo seremos tú y yo.
- Sin nadie alrededor.- musitó Lily.
Dame una caricia
Dame el corazón
Dame un beso intenso
En la habitación...
Buscando a Nemo había finalizado. En vez de poner la otra película, Taro apagó la televisión y encendió el estéreo. Buscó entre la frecuencia hasta localizar una estación de radio que tocara lo que él quería. Como no la encontró, sacó un CD de su mochila y lo puso en el tocadiscos compactos.
Dame una mirada
Dame una obsesión
Dame la certeza
De este nuevo amor...
- ¿Quién canta?.- quiso saber Eriko.
- Ricardo Montaner.- explicó Taro.- Quiero que bailes conmigo esta canción...
- ¿Cómo dices? ¿Aquí?.- se sorprendió Eriko.
- Aquí mismo.- Taro abrió la puerta que llevaba a la terraza.- Ven.
- ¡Pero si estoy descalza!.- protestó Eriko, señalando sus pies.
Por respuesta, Taro se quitó los tenis y los calcetines (espero que se haya puesto talco porque si no la pobre de Eriko se va a desmayar).
- ¿Y qué? Ahora yo también estoy descalzo.- dijo Taro, tendiéndole una mano a Eriko.
Ella ya no se pudo resistir más y aceptó la mano. Taro la jaló a la terraza, la tomó por la cintura y comenzó a bailar con ella.
Dame poco a poco
Tu serenidad...
Dame con un grito
La felicidad...
Eriko recargó su cabeza contra el pecho de Misaki y aspiró su colonia. Taro la abrazó con fuerza. La Luna brillaba sobre ellos y guardaba el secreto de su floreciente amor, así como también guardaba el secreto de otros dos que se estaban enamorando... La misma canción que escuchaban Eriko y Taro la escuchaban Lily y Genzo. Éstos bailaban a escondidas, en la terraza del auditorio, queriendo darle rienda suelta a sus sentimientos aun cuando había muchas cosas que les complicaban la situación...
De llevarte a la cima del Cielo...
Donde existe un silencio total...
Donde el viento te roza la cara...
Y yo rozo tu cuerpo al final...
Eriko no se quería dejar llevar. Se resistía a dejarse envolver por el cálido sentimiento que Misaki siempre había despertado en ella. Eriko estaba acostumbrada a jugar con muchos hombres, pero nunca se había enamorado... Y tenía miedo de subir a la cima del Cielo en compañía de ese ángel que la miraba con tanta ternura...
Y llevarte a la cima del Cielo...
Donde el cuento no puede acabar
Donde emerge sublime el deseo
Y la Gloria se puede alcanzar...
Lily y Genzo bailaban entre nubes de deseo. Él quería besarla, acariciarla, hacerla suya, pero todo había sido tan repentino... Él solo había viajado a Japón a visitar a su hermana y de repente estaba en riesgo grave de caer en las redes de esa chica mexicana que había entrado tan repente a su vida y amenazaba con cambiarla completamente...
Dame un tiempo nuevo
Dame oscuridad
Dame tu poesía
A medio terminar...
Taro tampoco sabía qué era lo que debía hacer. De lo único que estaba seguro era de que Eriko le había gustado desde el primer día. Solo él había podido ver su dulzura y su calidez escondidas entre su coraza de orgullo y altanería... Taro quería tener a esa chica solo junto a él...
Dame un día a día
Dame tu calor
Dame un beso ahora
En el callejón...
Lily estaba tan dudosa como Genzo, aun cuando su corazón le pedía a gritos que se dejara llevar... Lily no podía olvidar que Genzo era el hermano gemelo de Eriko y que estaba comprometido con Aki Yamazaki...
Dame una sonrisa
Dame seriedad
Dame si es posible
La posibilidad...
Pero el Amor calló las dudas en los corazones de los cuatro jóvenes... Taro se acercó muy lentamente a Eriko; ésta no perdió más el tiempo y besó a Misaki. Ambos se dieron un beso muy tímido al principio, aunque después se dejaron llevar por sus sentimientos...
De llevarte a la cima del Cielo...
Donde existe un silencio total...
Donde el viento te roza la cara...
Y yo rozo tu cuerpo al final...
Lily le echó los brazos al cuello a Genzo. Éste la tenía abrazada por la cintura. Ambos se acercaron y se besaron con intensidad, al tiempo que la música flotaba a su alrededor y el viento movía con suavidad las copas de los árboles...
Mucho más tarde, Eriko se quedó dormida en el sillón, entre los brazos de Misaki (calma, que no pasó nada). Taro se limitó a acariciarle los brazos. Al poco rato, él también se quedó dormido. Genzo tenía abrazada a Lily, ésta estaba apoyada contra su pecho y ambos contemplaban la hermosa luz de la Luna, la que había sido testigo de su secreto... Ellos también se quedaron dormidos, apoyados contra un árbol que sirvió de refugio para su incipiente amor...
Notas:
- *La cima del Cielo, interpretada por Ricardo Montaner.
- Originalmente había pensado que la canción que Taro le ponía a Eriko fuese La cosa más bella, de Eros Ramazotti, pero luego escuché la de La cima del Cielo, el sábado pasado en el quirófano y me gustó mucho más.
- La canción que tocaron Lily y Genzo es la versión de Luis Cobos de "I can´t help falling in love with you".
- No pasó nada entre Genzo y Lily ni entre Taro y Eriko. La "noche de pasión" vendrá después.
- "Kielo" significa "Lily Del Valle" en finlandés, según me dijo Samael Bene Elohim/Lielz von Kaulitz/Izzy Meadows. Ella le puso ese apodo a mi OC pero lo sigo usando porque sin Lily, a ella no se le hubiese ocurrido.
