Capitulo 2
El rostro de un ángel y las alas de demonio
Todas las noches era lo mismo, una vista panorámica de las maravillas del mundo: una cúpula elevada a la cima del Monte Bianco, después las torres de Sicilia en Italia, bajaron juntos por los archipiélagos hasta las islas Egades, al oeste y después Ustica al noreste, siempre pequeñas y vírgenes, ocultas en los lugares donde el ser humano aún no ha osado imponer su poderío. Nada era lo suficientemente lejano o prohibido para complacer los deleites de su joven e ingenuo novicio. Como adoraba su amante las arenas blancas y los inmortales mares -escarlata reflejo en los tenues rayos de la luz de luna-
Esta noche, no había sido la excepción siguieron las luces nocturnas a lo largo del mediterráneo, después alcanzaron el mar Rojo, -amaba aquel resplandor, el contraste de los tenues rayos de luna en su blanca piel, siempre lo observaba aunque jamás lo admitiría: el rostro de un ángel, la complexión delgada e indudablemente de un niño, sabía que lo deseaba, pero cómo admitirlo si en sus ojos transparentes se encontraba el sello de su destino.-
Admiraron juntos las elevadas construcciones maravillados con su magnificencia, a pesar de la noche resplandecían ante ellos, demostrando que a fin de cuentas los seres humanos no son más que seres insignificantes. Lo que sucedió después ya ni siquiera lo recordaba, siempre hacía lo mismo, noche con noche lo hechizaba con sus hermosos ojos.
-Vamos querido, deja de torturarte llevas más de 150 años haciendo lo mismo
-Le dije que la amaba…
-Lo sé querido y ella también te amo hasta el final
-Ahm mhh…
Un joven cuerpo se encontraba recostado sobre una plataforma de alabastro, fría y ligera, maravillosamente trabajada hace miles de años, por los antiguos egipcios, atado con cadenas a las muñecas y los tobillos, no hacía mas que disfrutar de los placeres que le ofrecían los toques de su amante.
La piel blanca, ligeramente bronceada por encontrarse en un lugar desértico, los cabellos oscuros destellaban entre las sombras un color violáceo y atrayente, la piel perfecta, suave, y cuanto amaba el contacto que le provocaba su amante, siempre que miraba sus ojos…los ojos de un ángel.
-le dije que la amaba
-lo sé querido mío…cierra los ojos que yo me encargaré de que dejes de sufrir –se acercó al joven cuerpo que sometía recorriendo con uno de sus dedos el dorso desnudo, subió desde el abdomen medio, jugueteando provocativamente con las tetillas, acarició las marcas en su cuello,-las mismas que indicaban que había sido suyo desde siempre- hasta rosar las mejillas tenuemente enrojecidas por los placeres de su amante, siguió subiendo hasta cerrar los ojos azul marino destellantes cual estrellas perdidas, se acercó más a su rostro revelando un par de colmillos pequeños y aperlados, besó sus labios, instintivamente el joven amante dibujo una sonrisa tímida con sus labios al sentir el contacto del otro. -se dejó llevar por su delirio-
1
La mía, no será una historia de amor, tampoco lo será de romance más bien, me gustaría pensar que se trató de una historia de traición y desesperanza…
-La amaba…siempre lo hice y siempre lo haré..Se que de eso estoy seguro.
He olvidado cuantos días y cuantas noches, solo sé que en sus tiempos la nuestra era una tierra maravillosa, el noreste de Europa y que a los 15 años uno ya podía considerarse todo un hombre y señor de familia.
A Loreley, la conocí desde siempre, hacíamos nuestras todas las aventuras, en el día y en la noche, la vida para mi éramos solo ella y yo. Mi padre, el señor de un castillo de Cerdeña, amante de los libros, de la cultura, de su reino, me proporcionaba todo cuanto un niño pudiera desear, todo hasta la más hermosa sortija de compromiso que se pudiera conseguir en Italia.
Era tan hermosa, de piel blanca y suave, sus cabellos…del mismo color
2
Abrió los ojos lentamente, para perderse nuevamente en la imagen que tenía frente a el su ángel de la muerte, los ojos azules y transparentes, tan suyos…tan perfectos, como su amada. Una ira incontenible llenó sus facciones, lo miro con un particular odio a los ojos y comenzó a forcejear con las cadenas que le aprisionaban
-JAJAJA! Vamos querido, sé que eres poderoso, pero éstas las he comprado en especial para que tu no puedas romperlas.
-Maldito! Eres un maldito
-Lo sé querido, Estoy maldito desde el día en que te hice mío.
-Mhhhh -se colocó posesivamente sobre su novicio, cubriéndolo con los brazos, como si ambos cuerpos pudieran compartir el mismo calor, se apoderó una vez más de los finos labios-
3
Creo que tuve la vida perfecta, todo lo que un humano pudiera desear lo poseí, la dicha, la alevosía, el arrebato…Todo lo que cualquiera puede desear…
Solo, que no era lo que yo deseaba.
Lo único que siempre quise, lo último que desee…compartir mi vida a su lado.
A las afueras de un poblado se podía observar una bella residencia, elegante y sencilla, una pareja venía bajando del carruaje, los caballos parecieron un poco alterados, al momento en que ella descendiera, por lo que tropezó cayendo sobre el pecho de su amado, ambos compartieron una tímida sonrisa, y después la envolvió con su cuerpo para depositar en ella un cálido beso, el carruaje se alejó y los amantes solo eran iluminados por las escasas lámparas que alumbraban la calle empedrada, anduvieron en silencio aunque compartiendo el calor del otro hasta llegar a un callejón, contuvo la respiración de la emoción, sus mejillas enrojecidas, y aquella ingenuidad refleja en el rostro, cuánto habían esperado este momento ambos amantes.
La tomó con elegancia de la mano izquierda, deslizo en silencio la sortija de oro, y después el colocó la propia en la mano indicada, se envolvieron en un fuerte abrazó y al besar sus labios, un frió helado que le corrió por la espalda, su amada fue arrebatada de su lado en un movimiento, al siguiente yacía sin vida sobre el empedrado cubierta de escarlata
-Te amo
Corrió hasta ella, tomándola en brazos, desesperado bañado en lágrimas sin poder entender aún lo que había sucedido… -Te amo, sus ojos se cerraron y por el dedo anular de la mano izquierda resbaló la sortija cubierta de escarlata.
El metal resplandeció en su camino, anduvo por el empedrado hasta alcanzar unos elegantes zapatos de color oscuro, una figura delgada, mundana ataviada con el color de la noche se inclino hasta tomarlo en sus manos, saboreando aún un ligero toque escarlata en los labios, se acercó a los amantes con una sonrisa de satisfacción refleja en el rostro
-por que! Dime por que!... Es que no sabes quien soy: El señor de todo un castillo, pude darte todo lo que quisieras a cambio de su vida!
-Oh, pero esto ha sucedido precisamente por que sé quien eres , Te he estado observando Naoe, noche tras noche, un apasionado de la vida, delirante de las filosofías, atormentado por poseer todo lo que deseas y no sentir satisfacción alguna por ello.
Me ofreces valores que tú mismo desprecias…y estoy de acuerdo contigo.
-…. –estaba petrificado ante tales palabras, aferrado aún al cuerpo de su amada-
-Ahora bien, si quieres saber por que lo he hecho, Te lo diré –lo miró a los ojos con pasión- Eres tan hermoso, tan perfecto, simplemente no podía permitirle a una simple mujer, pertenecerte.
-…..
-Como ya no tienes nada que te ate a este pueblo, vas a soltarla y a venir conmigo si no quieres morir
-Pero lo quiero!...ella y yo hemos de compartir el mismo destino¡Yo no le tengo miedo a la muerte!
-Pruébalo
-Que dices! –en inmediato se fue sobre de el, alejando el cuerpo de su amada, lo tomó entre sus brazos y fue entonces cuando el joven Naoe se perdió por completo en aquellos ojos transparentes, poseía la belleza de un ángel, la ingenuidad en el rostro, pero sus movimientos tenían que ser los de un demonio, perdió la razón, se hundió en el delirio de la pérdida de su amada y en el incondicional amor que sentía ahora por el ángel que lo drenaba, percibió de pronto una ligereza trágica y deseable, estaba muriendo y no le importaba, de pronto abrió los ojos mirando a su ángel, lo percibió melancólico y triste.
-Simplemente no podía hacerlo- Se alejó de su cuerpo, lo dejo casi muerto, pero éste se aferró a sus formas, tan tiernamente que no pudo mas que corresponder el abrazo-
-Dijiste que no temías a la muerte
-A eso no le temo
-Entonces?
-No quiero dejarte -Su ángel sonrió, abriendo una herida en la muñeca de la mano izquierda-
-Entonces...ven conmigo -la herida de su ángel estaba sangrando, y el no pudo resistir aquella satisfacción, rozó con los labios la blanca piel, y pronto se volvió incontenible el deseo de poseerlo-
-Suficiente! –los movimientos del joven se hacían mas fuertes y lastimeros-
-He dicho que basta! –sin pensarlo lo alejó de su lado, lo lanzó contra el empedrado y perdió la conciencia al instante- lo miró extrañado, con un aire de ligereza se acercó al cuerpo de la mujer sin vida.
-Así que… Hasta que la muerte los separe, me parece bien Naoe kun -tomó la sortija, colocándola en su oído derecho a manera de pendiente, la otra aún la llevaba consigo el inconsciente joven sobre la mano izquierda-.
Soltó tantas carcajadas como nunca en su vida, el joven comenzaba a despertar presa de un incontenible dolor, se contorsiono en imposibles posiciones clamando por piedad, por la muerte
-Que demonios me has hecho!
-JAJAJAJA! Eso, no le prestes atención, tan solo es tu cuerpo que está muriendo
-…… -continúo contorsionándose ahora torturado por aquellas palabras del ángel maldito, cuando terminó de sentir dolor pudo observar un nuevo cambio en sus facciones, los músculos se fortalecieron en un instante, la piel emblanquecida, pura y casi inmaculada, los ojos azul marino destellaban en un tono violáceo, y sus cabellos se volvieron sumamente finos y sedosos al contacto con la luz de la luna destellaban un tono enrojecido similar a la escarlata.
-Ves querido, no era necesario tanto escándalo
-….. –estaba maravillado admirando sus formas-
4
A partir de ahí, la vida ya nunca pudo volver a ser lo que era, me convertí en uno de ellos, un servidor de la muerte, "Un condenado"…
-Querido, lo sigues diciendo como si no te hubiera gustado JAJAJAJA!
-Eres un loco!
-Solo por ti querido mío
…Nunca supe como, seguramente eso también lo hizo el, pero con mi ultimo día mortal pude observar la última maravilla del mundo, una que jamás volvería a mostrarse frente a mis ojos. Desperté en mi casona, en mis habitaciones, adolorido por lo acontecido aún no sabía si se tratase de un sueño o no, pero me levanté y admiré desde mis ventanales el mas maravilloso amanecer que nunca había visto, los degradados en el cielo, violáceos primero para despedir a la oscuridad, después una mezcla de anaranjados sutiles y atrayentes, por ultimo el resplandeciente sol.
Supe que no había sido un sueño cuando los rayos comenzaron a quemarme las retinas, y cuando las voces de todos los residentes de mi casona llegaban a mi mente, sus pensamientos, su dolor, todo eso me estaba matando y yo tenía que salir. Me atavié con mis ropas preferidas de la época, unos pantalones sueltos color caqui, medias blancas, los zapatos de cuero, la camisa de lana blanca, el chaquetón y mi tesoro…no sabía que lo poseía, estoy seguro que hasta eso lo hizo el: Una cadena de plata blanca, acompañada con una cruz delgada y fina, Loreley siempre la llevaba consigo y ahora me pertenecía.
Nada había sido un sueño: Ella estaba muerta y yo….También debía estarlo, escuché las voces que venían a mi encuentro, mi padre, la noticia sobre la muerte de mi amada ya se había corrido y mi posible secuestro era una gran suposición que yo debía sostener.
Ya no me mostraría ante nadie, simplemente todo aquello de lo que siempre renegué ya no me pertenecía.
Salí de la habitación ocultándome en mi biblioteca, las palabras de ese ángel maldito me volvían a la mente, entre todo el mar de pensamientos que me atacaban, la cabeza iba a estallarme pero no podía parar. Los tomé todos uno por uno, ya los había leído nunca les preste importancia, pero ahora eran verdad.
Crónicas Vampíricas, relatos demoníacos, Condenados y el Castigo Divino, todos ellos me pertenecían ahora.
Tome todo lo necesario, como un poseso para terminar con mi delirio, fue después que descubrí que los mitos a fin de cuentas solo son eso.
Ni las iglesias o el agua bendita, los crucifijos estaban descartados puesto que llevaba conmigo la cruz de Loreley, los espejos…Oh dios, creo que me pude haber pasado la mitad de una vida mirándome al espejo sin creer aún en lo que divisaba, mis formas tan perfectas inmaculadas, ciertamente yo era un Dios en tierra de los mortales.
Solo me faltaba una estaca en el corazón, tan pronto como pensé en esto una estruendosa carcajada resonó en todas las paredes, tan fuerte que temí llamase la atención de todos en mi casona.
Volví la vista resignado y lo observé a el: El ángel maldito, ataviado con los mismos ropajes de la noche anterior, solo que ahora lo acompañaba una ballesta entre las manos, en inmediato sentí terror -Es que iba a matarme con esa arma tan barbárica-
-JAJAJAJAJA! Matar, Si lo he hecho esta noche, pero no he venido a matarte
-Que es lo que quieres de mi!
-Bueno, Venganza es lo único que se me viene a la mente, sabes? Yo vine a ti para torturar tu mente
-Este es mi dominio..Exijo que te marches
-JAJAJAJA! que puede poseer alguien que ha muerto
-Por que no me lo dices tu…
-Oh, las presentaciones, claro, mi nombre es Tsukiyono Omi, y volviendo al tema en cuestión puedes tomarme de ejemplo como bien lo dices: Yo te poseo a ti.
-Mientes!
-JAJAJAJA! Vamos querido tienes que venir conmigo si no quieres morir
-Que no entiendes que morir es lo único que deseo!
-Oh..eso puedes creerlo tu, pero a mi no me engañas -sus formas mostraron ahora a un ser demoníaco, lo colocó contra la pared apuntando firmemente la punta de la ballesta al corazón- ¿Quieres que te pruebe que "Eres inmortal" ?
-Has lo que desees!
-Bien querido , pero Vas a venir conmigo!
-Por que!
-Las he roto todas, JAJAJAJA! Después de todo eso hicieron conmigo…
-De qué estás hablando!
-Las reglas puede que te suene anticuado pero, en el mundo de los "No muertos" existen cofradías, mi creador perteneció a una…por lo que yo estoy obligado a seguir las reglas…. –tomo una posé de comicidad y comenzó a caminar de lado a lado de la biblioteca-
-A ver como era?...No jurarás en vano
-Estás demente!
-Nagui, no seas tan malhumorado, te arruinarás el rostro
-Grrr!
-o Lo cierto, es que eres demasiado joven para que te las diga todas, pero al menos hay una que ya debes conocer: Nunca se creará a un novicio que sea demasiado joven.
-Yo no soy un Niño!
-Lo sé …JAJAJAJA! Y menos ahora que posees este cuerpo, pero me temo que hasta ahora yo era el más joven de todos.
-Y que con eso!
-JAJAJAJA! Los niños son tan simpáticos
-GRRR!
-Nos perseguirán como posesos!.. a los antiguos no les agrada que se vean rotas sus reglas
-Como es que lo saben
-Ohh Naoe, esas voces en tu cabeza, creo que ya las controlas, pero no solo pertenecen a la gente de tu Reino, cierra los ojos, pon atención
Así que lo hice, puse atención a las voces en mi cabeza y las percibí todas aquellas presencias que deseaban nuestra muerte, también a un joven delirante, de cabellos escarlatas y a otro como nosotros, que clamaba por la sangre sagrada para cumplir su venganza.
-Ah si, me parece que en tu Reino las cosas se van a poner difíciles también
-Que dices!
-JAJAJAJA! creo que Loreley era la Señora de todo un Reino al igual que tu no es cierto?
-Sicilia
-A si es, bueno me parece que el Rey de Sicilia está convencido de que tu padre la ha secuestrado
-Imposible! Quien ha podido hacer tal cosa!
-A como yo lo veo, querido mío, Ambos hemos perdido todo lo que creíamos poseer, Vivirás para ver morir a los tuyos y yo Viviré para dar muerte a los míos..Oh, creo que ya te dije otra de las reglas.
-…….
Sin mas remedio nos abrimos paso en la noche, por todo el reino había gente.
Mi gente buscándome, entre los bosques de Cerdeña, uno de ellos, el mejor de nuestros guerreros, dio con nuestro encuentro, Omi iba a matarlo con la ballesta pero lo impedí, y en un segundo se corrió la voz de mi secuestro a manos de un Bárbaro, él estaba fascinado con la idea pero yo estaba mas muerto de miedo que al principio.
Corrí lo más rápido que pude entre los bosques en los que había crecido, las voces de los guerreros tan nítidas en un inicio se fueron desvaneciendo hasta casi desaparecer, fue entonces cuando me di cuenta de que ya no estaba corriendo. No sé como pero me elevé, estaba volando entre las copas de los árboles y ese maldito iba detrás de mi lanzando ataques a todos mis guerreros con su ballesta, después de un rato ya no estábamos mas en mi Reino.
La noche nos consumió y he de admitir que las nuevas habilidades de las que me proveía mi cuerpo me fascinaban.
Así pues, llegamos a la primera de ellas, La Isla de Noche como la llamó Omi, una extensión de tierra oculta en las profundidades del mar Adriático, yo seguía extasiado con todo lo que observaba y entre esas maravillas estaba siempre el.
Sus ojos transparentes, azules, del color de los cabellos de mi amada Loreley no podía entender como un ser maldito como este podía poseer tal tristeza en su mirada, y al mismo tiempo ser poseedor de aquella belleza arrebatadora, me hubiera quedado más tiempo pensando en ello, pero arruinó el momento.
-Oh, pero que descuidado he sido ahora Naoe kun, con todo esto de la persecución me temo que he olvidado lo primordial
-Tu sentido común
-JAJAJA! Lo cierto, es que la noche se ha consumido y tu debes ser "protegido"
-No quiero! Voy a morir! Ya te lo he dicho y si la luz del sol puede hacerlo de aquí no me moveré
-JAJAJAJA! -volvió a mirarlo con aquel aire de madurez, sus ojos mostraron todo el poder de decenios de no vida, para intimidar a su presa- Que no se te olvide que "Tu eres mío"
De un movimiento me colocó contra la arena, y comenzó a golpearme, a mi nunca me gustaron esas cosas por lo que no podía hacer nada en mi defensa, me ató -cual lo hizo ahora- para que no pudiera moverme y quedase totalmente a su disposición. Se alejó en un movimiento que no pude advertir, pero cuando volvió llevaba consigo un ataúd. Los grabados en el muy similares a la Francia de finales de Siglo XVII, lo llevó en un costado y a mi me tomó por la fuerza con el brazo libre, llegamos a campo santo.
Un cementerio, o lo que se podía considerar en aquellas épocas, cuerpos enterrados a no más de 2 metros de distancia de todos ellos emanaba una peste insoportable, Profanamos un mausoleo y ahí, sobre la plataforma de algún antiguo emperador Veneciano colocó el ataúd.
-Bien, te explicaré tu debes dormir dentro, cualquier clase de filtración de luz solar podrá terminar con tu vida, como estarás dormido es posible que no adviertas cuando las llamas te consumen, pero creeme…Si lo hacen sentirás un dolor mayor al que recordarás de tu cuerpo muerto.
-Mientes! Si eso es verdad, por que tu no te ocultas?
-JAJAJAJA! Eso…es precisamente a lo que me referí hace un momento, no tengo tiempo de buscarte un ataúd así que habrás de compartir el mío
-Que!
-Hazlo de una vez, que ya va a amanecer
-Ahhh!
Quedamos atrapados, yo aplastado contra sus formas, me contorsioné como pude, busque el oxígeno desesperado, para caer en cuenta por vez primera que mi cuerpo no necesitaba de ello.
Las sensaciones: el frío y el calor, el aliento, nada de eso existía ahora.
El me estaba observando cual lo hace un niño pequeño, una vez mas me vi rodeado por sus formas y volvía a sentir el calor emanante de su cuerpo, no es que fuera real, es solo que nosotros "los vampiros" somos maravillosos para recrear sensaciones.
Lo sentí como en aquella ocasión, y fue en ese momento que me convertí en suyo.
Firme mi pacto con el Ángel maldito.
Traicioné todo el amor que profesaba a mi querida Loreley entregándome solo al delirio, a la persecución, a la muerte.
5
Así pues, los dioses decidieron que yo debía pagar por mi traición: La maldición apenas comenzaba. Y los años pasaron no solo para descubrir mis habilidades de inmortal sino para descubrir la muerte de todo aquello que llegué a poseer, Sicilia se levantó en armas contra Cerdeña, el Reino de mi padre, todo lo que conocí se desvaneció lentamente, y mi amada Loreley…Cuanto pensaba en ella, de vez en cuando soñaba con lo que me fue arrebatado: Una hermosa casona, al estilo romántico de finales del XIX, los grabados en las paredes, las pinturas exquisitas de Turner. Me abro paso entre los pasillos, mirando mi cuerpo perfeccionado por las filtraciones de luz a través de los cortinajes de seda, abro una ultima puerta, de madera fina blanca y atrayente, continúo caminando esta vez entre los árboles de mis jardines, observo los botones abiertos en flor matizados en todas las tonalidades posibles, y entre tanta belleza natural se encuentra siempre Loreley, vestida con el perfecto vestido azul cielo -el color de sus cabellos- levantados en un elegante peinado, pero no es eso lo que colma de felicidad a mi corazón es aquello que mi amada sostiene en brazos:
Nuestro hijo.
Mil veces hubiera muerto, mil veces más hubiera permanecido en un profundo letargo observando aquella escena: Mi familia, lo último que quise, lo primero que desee...
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-Déjame ser tu familia…déjame estar a tu lado…sabes que soy lo único que posees
- Querido…eso ya lo habíamos aclarado hace mucho tiempo –levantó el brazo izquierdo hasta donde se lo permitían las cadenas y alcanzó a rozar tímidamente el metal -la argolla de oro- Tsukiyono aún la llevaba consigo a manera de pendiente-
-Hasta que la muerte nos separe…
-Hasta que dejes de ser tan hermoso…solo para mi.
-mhhhh
Ahora era el joven Naoe quien se apoderaba de los labios de su amante, lacerando los labios con los colmillos aperlados, un hilillo de sangre emano de la comisura derecha, y el excitado novicio bebió de el, un par de gotas bastaron para que destruyera con su poderío las cadenas que le aprisionaban-
-Me has dejado hacerlo
-Siempre querido…mhh hh
-Eres tan perfecto… -volvió a tomar las cadenas y con ellas aprisionó ahora a su ángel, para devolver las caricias y la invitación a sumirse en el delirio del pasado-
7
Tan hermoso, tan impío y grotescamente bello, poseía las formas mas divinas que algún humano pudiera observar, los ojos puros, transparentes parecían siempre decir la verdad, la ingenuidad, la pasión todo ello lo poseía con solo contornearse de lado a lado al caminar. –Siempre solo-
Jamás supo lo que era una familia, el calor de una madre, las palabras de aliento de un padre todo cuanto poseía, y podía recordar era el mismo.
A la edad de 6 años fue vendido a los Celtas rezagados en Lutecia, a cambio de un poco de comida y monedas de oro, nunca supo por qué, solo sabía que estaba maldito por su belleza.
Demasiado sublime para ser humano, demasiado listo para ser un Celta así permanecía siempre encerrado, oculto de las masas, de los ojos de los demás era un tesoro demasiado preciado como para ser profanado por ojos incautos, y se odiaba a si mismo.
Sin entender las razones, sin llegar a conocer realmente los lugares solo prestaba atención a su entorno, aprendía los idiomas que hablasen sus "señores" en pocos días, después lo ponía en practica, se armaba de valor y retaba las reglas, trataba de escapar como un bárbaro, entre bárbaros tomaba la ballesta e iba a la carga, siempre era lo mismo..pero también siempre volvía a ser capturado.
Torturado por su belleza caía en las manos de todos aquellos que más de una vez desgarraban su alma, jurando venganza, jurándose a sí mismo no sentir placer por las torturas a las que se veía sometido, y también…se encargó de nunca perder lo que quedaba de humano en su corazón.
Su mirada transparente, la de un niño…La de un ángel al que ya le han cortado las alas.
Estaba por perderlo todo, el deseo de la venganza, la esperanza de vivir, ya nada le importaba ser golpeado o seguir siendo torturado por las manos extrañas que noche a noche profanaban la pureza de su piel, asió la ballesta, como en cada intento pero esta vez ya no apuntaba a sus señores, apuntaba a si mismo. –Siempre solo- Era lo único que atacaba su mente cuando quiso accionar el arma, pero como siempre el instinto lo detuvo en seco.
Algo estaba sucediendo afuera, los celtas estaban siendo atacados y uno a uno ardían en llamas, estaba horrorizado con la escena y al mismo tiempo extasiado, en sus finas facciones se dibujo una sonrisa irónica de dulce satisfacción, iba a morir, pero al menos no lo hizo antes que ellos.
Dejo escapar unas carcajadas y se permitió salir a disfrutar de la masacre con sus bellos ojos transparentes, los cuerpos calcinados, retorciéndose, suplicando ayuda -Por qué debía el de ayudarlos- tomó asiento y comenzó a cantar para sí con la voz de los ángeles, bailó en los brazos de la noche meciéndose con el viento y envolviéndose a sí mismo con sus formas. –Es esto a lo que se le llama felicidad-
-Oh, no pequeño… Esto es a lo que se le llama "sacrificio"
Su rostro se horrorizo en el instante que miro frente si a una grotesca figura, pálida irreal, moviéndose de lado a lado sin siquiera tocar el piso…la figura que le había salvado…el autor del "Sacrificio"
-Hazlo
-….
-Vas a cantar para mi, eres un arcángel maldito, de eso no me queda la menor de las dudas, posees el don de la pureza entre tus pálidas piernas profanadas, y también la ironía, la satisfacción que te provoca "la sangre mortal". –retrocedió aún sin dar crédito a lo que observaba y escuchaba Es que era cierto? Estaba maldito eso ya lo sabía: forzado a vivir entre los humanos, por poseer ese inmaculado cuerpo y por estar condenado a la Soledad.-
Quise escapar, corrí desesperado con los ojos cerrados, mientras sentía las lágrimas emanantes recorrer mis mejillas, tan rápido que casi podían convertirse en gotas heladas, no pensaba en nada y al mismo tiempo en todo, como escapar…esa ya no era una opción, pronto me vi envuelto entre sus formas, me meneé como un loco, después de súbito solo dejé de hacerlo. –Es que esta era mi oportunidad para dejar de sufrir…para dejar de ser un poseso-
Abrí los ojos y el escenario me maravilló, ya no nos encontrábamos mas en Lutecia viajábamos a lo largo del mar Adriático hasta alcanzar una elevada construcción, a pesar de todo no sentí miedo, la mano que me tomó por prisionero también fue la mano que me proveyó por vez primera de calor humano…una sensación helada, excitante pero deseable. Fui encerrado una vez más, esta vez en una amplia cámara con todo a mi disposición, no supe por que, pero me aproveche de todo ello, me hice de todos los escritos, de todas las armas posibles y adquirí las posturas y artes de la guerra. Siempre que me sentía solo él llegaba a mi…inmaculado, perfecto el ser divino que me había salvado, ni siquiera supe su nombre, ni recordaba su rostro…tan solo sentía aquella sensación de enamoramiento que se siente por un ser preciado…yo lo deseaba y sufría desconsolado por su partida a cada encuentro nuestro.
-Cuando me la darás?
-Pronto querido, pronto
-La inmortalidad para estar a tu lado
-Serás mío por siempre
-Si
-Suceda lo que suceda
-Solo deseo estar a tu lado
Entregué mi alma a mi salvador y aguardaba las noches para saborear nuestros encuentros, siempre llegaba a mi acompañado de movimientos finos, gráciles, rodeado siempre de ese carácter puro y elegante que tanto me atraía, tan propio en cada palabra, amante de su arte y mi amante personal.
Nunca más fui profanado, nunca más fui agredido, iba a donde deseaba por las mañanas y si alguno osaba siquiera tocarme, al caer la noche ardía en llamas y yo lo adoraba.
Mi vida, la vi resuelta a los 17 años, pero como ser maldito que soy…volví a ser condenado.
Escuché los sonidos provenientes de las afueras, quejidos, sollozos, llanto, todo tan similar al día de mi "salvación" pero, lo sentí en mi carne, algo definitivamente no estaba bien, lo vi llegar a mi, presuroso lejano del ser divino que tanto adoraba, observe por vez primera la preocupación refleja en sus facciones, me tomó sin recato del brazo y subimos corriendo las escaleras a lo alto de la torre.
Cuanto amé aquella sensación, por vez primera me pareció sentir su corazón latiendo con el mío estaba aterrado y de su pecho corría un sudor extraño…rojo, espeso y atrayente –la sangre de mi señor-
-Pequeño…sabes que yo mismo moriría mil veces en lugar de verte morir
-Que está sucediendo
-Nos han encontrado…los antiguos
-Quienes son ellos
-Eso no importa ahora….lo único que importa es que sepas…lo mucho que te amo y lo cobarde que soy para permitirme vivir sin ti
-…..
-Sé uno de nosotros…vive entre los muertos para dar fin a sus cofradías…la fortaleza la tomarás de mi, nunca más volverás a estar solo…
Felicidad….jamás supe lo que era hasta ese momento…me tomó entre sus brazos bebió de mi sangre como nunca antes lo había hecho, me sentí morir, aquello que sentía cada vez que era profanado por bárbaros alcohólicos no era ni remotamente parecido a lo que experimentaba ahora, deseo total, finura, y delicadeza….¿como era posible que unas manos tan firmes y frías pudieran proveer tal calor?...me mecí en sus formas mientras sentía desvanecer mi vida, iba a cerrar los ojos, pero no quería dejar de mirarlo, de pronto sonrío para mi, y dejo mi cuerpo sobre aquel empedrado de la torre, se elevo entre el manto nocturno y pronto lo vi envuelto en llamas.
No podía moverme pero quería hacerlo…tenia que hacerlo…dejarme morir…pero quería sentirlo de nuevo…la Felicidad.
8
-Ya no estamos solos…
-Lo sé querido, lo sé…tendrás que disculparme
-Vas a matarlo –las cadenas se rompieron en fragmentos diminutos y frente a ambas figuras apareció una tercera ataviada al estilo XXI, cabellos largos y destellantes, ojos transparentes y una sensual sonrisa refleja en el rostro
-Te he hecho esperar demasiado
-Sigues con vida
-…… -el joven Naoe se cubrió con los brazos, para tratar de ocultar su cuerpo desnudo ante la nueva figura, una expresión de desafío se apoderó de ambos seres-
-Vas a decirme que no me temes…"novicio"
-... –no hubo respuesta tan solo el resplandor de unos ojos desafiantes, que no podían negar la juventud de su no muerte-
- Lo cierto es que, el me pertenece tanto como yo a el
-Entonces... –se acercó a su ángel envolviéndolo con sus formas de una manera arrebatadora y tierna- …él ya sabe quien soy
-No..aún no querido mío –correspondió el abrazo, sin quitar la vista de su joven novicio, estaba seguro de que Naoe no dudaría en debatirse en un duelo con el, y ciertamente la idea era algo que le fascinaba-
-Voy a matarlo
-Quiero ver que lo intentes "novicio"
-JAJAJAJA! Vamos querido, no puedes regresar 230 años después…y esperar que te reciba con los brazos abiertos
-Por el amor de Dios! Omi, no reclames como un simple mortal, para nosotros, bien pudo haber pasado un par de días.
-¡Por que nunca me buscaste!
-Ellos me detestan…si hubiera osado ir por ti, entonces si…me hubieran eliminado
-Te creí muerto
-Y poco falto…
-¡Yo no fallaré! -Naoe emergió de las sombras con una peculiar sonrisa en los labios, se movía lentamente sin dejar de ver a su presa y sin advertir lo sensual que resultaba para su ángel el verlo así, dio un movimiento con la mano izquierda y al instante el lugar donde se postraba aquel ser se desvaneció en pedazos.
-JAJAJAJA Así que…después de todos estos años los rumores eran ciertos –se levantó, acomodando su fino abrigo de corte inglés, largo a la altura de los tobillos, sonrió desafiante mientras con un movimiento ambos seres desaparecieron de la cámara-
Omi los siguió lentamente, disfrutando de la escena y entonando para sí una vieja canción que torturaba su alma…pero que al mismo tiempo le transmitía calor y melancolía.
-Quieres decirme a que clase de rumor te refieres?
Ambos seres se estaban enfrentando con una velocidad sorprendente, los vientos a su alrededor enloquecían, aunque ya era difícil saber si era por fuerza de la naturaleza o por el poderío sobrenatural del que ambos eran poseedores, el más antiguo fue lanzado contra una pared, enormes bloques de arena y estuco olvidados ya por el tiempo, quizá mas antiguos que él mismo pero no le importaba, se deshizo del saco totalmente destrozado, volvió a soltar su cabellera, anaranjada, destellante, dibujo la sonrisa en sus finos labios.
-Los amantes Prohibidos: Quien vive para dar muerte a los nuestros y Quien da muerte solo con desearlo.
Dio un movimiento demasiado rápido para el antiguo y una vez mas se veía rodeado de las formas de su amante y maestre.
Omi- JAJAJA¿Es que aún nos llaman de esa manera?
-Así que no era mentira…todos estos años fuiste tu, quien lo hizo!
-Y que si fue a sí! Te creí muerto maldita sea! Y ellos debían ser los autores de tal insolencia
-JAJAJAJA! Bendito mío, sabía que estabas destinado a la grandeza, por eso te elegí
-Y que hay de el
-…..
-Por qué lo has elegido
-Mi querido….¡No oses siquiera tocarlo!
-Ohh, pero no es necesario…
-Tu!...Tu lo has hecho, enviaste a Kudou a atacarnos aquella noche
-JAJAJAJAJA –soltó tantas carcajadas y tan fuertes, que hubieran destrozado los tímpanos de cualquier mortal, después alejó con ternura el cuerpo de su novicio, para dirigir una mirada terminante a su atacante- Y qué si fue así
No dijo más, era demasiado el rencor que sentía, el odio incondicional, el rendimiento, que se abalanzó de golpe contra el, lo tomó por las ropas y comenzó una serie de ataques a los que éste solo respondía con mas y más carcajadas –entro en su mente-
-Eres un maldito Omi! Como has podido!
-JAJAJAJA! Pero, si lo has visto tu mismo, yo no lo hice, solo fuimos a su encuentro una vez…y te puedo asegurar que fue mera coincidencia
Nagui- Estábamos escapando
Shuld- ….has hecho que me enfade, te maldeciré mil veces si me ha quedado alguna marca sobre el rostro
-JAJAJAJA! Como si eso fuera posible, -se incorporó acomodando los ropajes y tomando con sus pequeñas y finas manos el rostro de su maestre- Bien, ya que estas tan íntimo conmigo, te preguntaré algo
-Que cosa! -lo aproximo a su rostro, sabía que lo deseaba, lo había hecho suyo hace tanto tiempo, hechizado por la magia de sus ojos, por la sutileza de sus movimientos, le pertenecía por completo-
-Quien le dio el poder para eliminarnos -susurró a su oído, con esa magia sobrenatural, con la voz de los ángeles que solo el era capaz de poseer-
-De que estás hablando
-No peques de ingenuo por dios! JAJAJAJA! A diferencia de ti –mirando a su novicio- Tu dulce "pequeño" no ha ido por estacas o agua bendita, Ha dado de beber a uno de los nuestros la sangre prohibida, la ultima gota del cuerpo muerto.
Así como también ha dado fuego a la carne…nuestra carne, Sabes a la perfección que eso es lo único que puede matarnos!
-….. –Permaneció en silencio-
-Sigues tan ebrio de amor, como siempre! …que terminas por olvidar lo que es más importante
-…-continuaba aún en silencio, observando a su "protegido" dando consuelo a las formas de su novicio, el comentario de hace un momento hizo que éste se enfadara, la mirada de ambos se encontró los ojos azulosos de Naoe encontraron el tímido aguamarino de Shuld, los labios jóvenes se abrieron para soltar solo blasfemias.-
-Pero falló -los finos dedos de Omi delineaban el contorno de sus labios, al llegar a la comisura derecha, abrió una herida de la que emanó un hilillo de sangre, se aproximó tentadoramente a los labios para poseerlo, ambos amantes se detuvieron en seco, se unieron en un abrazo y observaron al antiguo con suma inocencia a los ojos.
Shuld permanecía atónito ante tales palabras y más aun ante la escena que se formaba delante de sus ojos, ese par de niños irreales llevados uno a los brazos del otro, eran tan hermosos juntos, con aquella expresión de ingenuidad en el rostro, había vuelto a ambos el calor de los niños mortales, estaba por perderse en aquella imagen cuando Omi volvió a enunciar.
-Ebrio de amor…es como quiero recordarte, ya que el te dará muerte
-Ran sería incapaz
-Lo sé, querido no estoy hablando de el, hablo de quien le dará muerte
-Imposible!
Omi poseyó los labios de su novicio lentamente, y con dulzura, este se levantó y camino con determinación a un lado del antiguo.
-Kudou no está muerto
-Que dices! -lo tomó con fuerza de los brazos, lo acercó a su cuerpo y al tenerlo de espaldas a su pecho acercó los finos colmillos al cuello de Naoe- Responde, o beberé de ti hasta la ultima gota.
-Esas voces¿las recuerdas, las que viven en tu cabeza, las mismas que todo ser sobrenatural puede escuchar, las que te conectan con tus iguales, antiguos y novicios….hace mucho dejaste de prestarles atención no es cierto, que te dicen ahora?...no lo sabes?. –Aprovechó la posición en que se encontraba para acercarse mas a sus formas y poseer la piel del antiguo, encajó de un movimiento sus colmillos y bebió de el por un instante-
El esta muriendo -un par de gotas bastaron para que Naoe se soltara del agarre y lo lanzara contra otra de las construcciones, los vientos enloquecieron alrededor y de súbito desapareció la figura del más antiguo de ellos-
Si os ha gustado mi trabajo...mandarme un correo...por que hasta aqui he escrito o -Gracias-
Att: Usagui Kazuma
