Capítulo 24. Retraso.

Débora llegó muy temprano al entrenamiento, quizás demasiado temprano, pero aun así Levin ya la estaba esperando ansioso. Éste no entendía el por qué se estaba poniendo tan feliz de ver a Débora…

- Hola.- saludó ella, quien llevaba una camiseta rosa de tirantes y unos Tesss súper ajustados que resaltaban su figura de supermodelo.- Creo que llegué demasiado temprano…

- Claro que no.- sonrió Levin, completamente embobado.- Llegas a buena hora.

- Pero… ¿Qué crees?.- Deb rió de la vergüenza.- Olvidé los catálogos en casa. Cuando me di cuenta, ya venía a medio camino…

- No te preocupes.- rió Levin.- Eso me dará otro motivo para buscarte después.

- ¿Cómo dices?

- Nada…

Débora se quedó a observar el entrenamiento (en vez de regresar a su depa por los dichosos catálogos). Levin era un excelente jugador, aparte de guapo. Deb no sabía el por qué su corazón se aceleraba tanto cada vez que Levin movía su rubio cabello… (Jajaja, esta escena ha de resultar un tanto cómica XD).

"Ay, no, Débora. ¡Ni se te ocurra!", pensó Deb. "Más vale que no te empiece a gustar este muchacho porque entonces vas a estar metida en un verdadero lío… ". Pero conforme pasaba el tiempo, a Deb se le dificultaba cada vez más negar que no sentía algo por Levin… Al final del entrenamiento, Levin invitó a Deb a comer. Ésta aceptó y ambos se marcharon a un restaurante tranquilo, después de que él se cambió de ropa y se duchó (jejeje, solito, ¿eh?). Ya en el almuerzo, Levin se aventuró a tocar un tema de arenas movedizas para ambos: el amor. Levin quería conocer más a fondo las relaciones amorosas que Débora había tenido. Ella se resistía, pero Levin fue tan gentil y amable que Deb no se pudo seguir negando.

- Vamos, se nota que llevas años guardando eso en tu interior.- habló Levin, con voz suave.- Es momento de que lo saques a la luz…

- Quizás… .- Débora bajó la mirada.- Es solo que fue muy doloroso, en verdad…

- No creo que sea más doloroso que lo que me pasó a mí.- Levin también bajó la mirada.- Anda, dime que yo te contaré después mi historia.

Débora habló y dejó que fluyeran las palabras que había estado guardando durante años. Le contó a Levin que, cuando aun era una adolescente, había conocido en México a un muchacho mayor que ella, quien había logrado conquistarla y seducirla. En cuanto el muchacho consiguió su propósito, dejó de frecuentar a Deb. Ella entonces empezó a investigarlo y se enteró que el joven vivía en unión libre con otra mujer y que tenía además dos hijas. Débora se sintió usada y nunca más quiso volver a saber de los hombres…

- No sé, eso destruyó mi corazón y mi fe en los hombres.- murmuró Deb, derramando una que otra lagrimita.- Yo de verdad lo quería mucho y él solo me quería para un rato…

- Entiendo… .- murmuró Levin, algo molesto.- De verdad que ese tipo no tiene nombre…

Iba a decir que "no tenía mamá", pero Levin se contuvo. Deb se secó las lágrimas con una servilleta.

- Intenté después salir con otros hombres, pero todos resultaron iguales.- suspiró Deb.- Así que opté por enfocarme en mi sueño de ser una súper modelo y alejarme del amor. Solo Lily sabía esto. Ella es la única a quien le cuento todo…

- Pero no puedes huir para siempre.- replicó Levin.- Tarde que temprano encontrarás a alguien que desee entrar en tu corazón. ¿Y entonces qué harás?

- Huiré.- Deb soltó una risilla.- Cual conejo asustado que se enfrenta a un zorro.

Levin rió con ella. Una mujer ejecutiva pasó a un lado de ellos con un portafolio, el cual se abrió y desparramó todo su contenido por el suelo. Levin y Débora se agacharon a recoger los papeles tirados. Un relicario de oro cayó dando un suave tintineo, pero el dueño no se dio cuenta. Cuando hubieron recogido todos los papeles, la mujer les agradeció a los jóvenes y se marchó. Fue en ese momento cuando Débora vio el relicario, el cual se abrió al caer. Ella lo tomó y miró brevemente la fotografía de la linda chica rubia de cabello ondulado.

- ¡Señorita, se le olvidó esto!.- gritó Deb.

- ¡No! Espera, Débora, ese es mío… .- musitó Levin.

Deb lo miró muy sorprendida y volvió a revisar la fotografía, casi de manera inconsciente.

- ¿Quién es?.- preguntó.- No parece ser tu hermana…

- No lo es… .- murmuró Levin, cabizbajo.- Es mi ex novia…

Deb sintió que el estómago se le encogía de la desilusión…

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Cuando Jazmín despertó, encontró a Eriko durmiendo en un catre que ésta había puesto a un lado de su cama. Cuando la joven fue despertada por el apremio insistente de la niña, quien quería ver a su mamá, recordó todo lo sucedido la noche anterior…

"Tengo que decirle a Genzo la verdad sobre Jazmín", pensó Eriko. Pero otra voz inmediatamente la detuvo.

"No. Eso es decisión de Lily… Y de Taro, en todo caso".

Y otra tercera voz hacía eco en la mente de Eriko, una voz que ella quería hacer callar. Una voz que le recordaba que había pasado la noche con un hombre casado…

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Genzo había despertado de madrugada. Lily y él dormían en la misma, pequeña e incómoda cama de hospital (pero ni siquiera eso los detuvo XD). Ella aun estaba apoyada contra él cuando despertó. A Genzo le llamó mucho la atención un destello que vio en la mano izquierda de Lily: en el dedo anular, en donde se supone que tendría que estar la alianza de matrimonio, se encontraba en vez de eso el anillo de oro de media luna y estrella, regalo de Genzo en el "White Day" de hacía tres años… Genzo se sorprendió. ¿Por qué Lily llevaba ese anillo en vez de la argolla de matrimonio?

Lily se movió entre sueños. Genzo contuvo hasta la respiración para evitar despertarla. Ella comenzó a murmurar entre sueños:

- Taro Misaki es tu verdadero papá, Jaz, corazón.- murmuró Lily, aun dormida.- Eso ya lo sabes…

Genzo se decepcionó. Lo que había pasado entre él y Lily la noche anterior le había dado esperanzas, pero esa confesión por parte de ella lo volvía a destruir todo… Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad… Bueno, Lily no estaba borracha, pero sí estaba adormilada y era más o menos lo mismo…

Wakabayashi se bajó con cuidado de la cama, arropó a Lily y la besó con suavidad en los labios. Le lanzó una última mirada de tristeza y se marchó sin decir nada. En la entrada del hospital se topó con Taro, quien tenía toda la pinta de haber dormido en la azotea de algún edificio… Jazmín iba con él, cosa que sorprendió a Genzo ya que se suponía que la niña había dormido con Eriko…

- Lily está descansando.- le dijo Genzo.- Cuídala mucho.

- ¿Hablaste con ella?.- inquirió Taro.

- No, pero ni falta que hace.

Genzo se marchó sin esperar la respuesta de Taro. Éste supo que Lily no le había dicho la verdad, por la cara que tenía el portero cuando lo saludó.

Ya en su departamento, Genzo encontró a Eriko recién acabada de bañar. Por algún motivo, él notó que su gemela estaba de lo más nerviosa y rehuía su mirada.

- ¿En dónde pasaste la noche?.- preguntó ella, acusadoramente.

- En el hospital.- replicó Genzo.- Taro no regresó jamás y no podía dejar a Lily sola.

Se hizo un silencio. Eriko y Genzo sabían que algo había pasado entre ellos y Taro y Lily, pero ninguno iba a reconocer nada. Genzo suspiró.

- Debo darme prisa, hoy acompañaré a Aki a buscar algunas cosas para la recepción de la boda.- anunció.

- ¿Qué dices?.- inquirió Eriko sorprendida.- ¿Todavía tienes planeado casarte con Aki?

- Sí.- Genzo bufó.- Jazmín es hija de Taro. Hubo un breve momento en que creí que no era así y en ese momento pensé que podría recuperar a Lily. Pero ahora, que ella misma me ha confirmado que Jazmín sí es hija de Misaki, no puedo seguirme interponiendo. Me casaré con Aki y los dejaré en paz.

- ¿Lily te dijo que Jazmín era hija de Taro?.- Eriko estaba incrédula.

- Así es.- asintió Genzo, con amargura.- Como ves, no hay mucho que yo pueda hacer.

Eriko estuvo a punto de decirle algo a Genzo. Pero no lo hizo. Porque le había prometido a Taro guardar silencio.

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Los periódicos de ese día publicaron una terrible noticia: El primer asistente del entrenador del PSG había sufrido un ataque cardiaco masivo en la madrugada y había fallecido. El partido entre el BM y el PSG fue cancelado y pospuesto hasta nuevo aviso. Los jugadores del PSG regresaron a Francia para el entierro, el cual coincidía con el fin de la gira de Sounds of Silence, los cuales tocaron un bello réquiem en el funeral.

Ya en Francia, después del entierro, Saki miraba dudosa la carta que Gabriel Katsumura le había enviado. En ella, Gabriel le reiteraba su oferta de llevarla a Colombia para regresarla al mundo del sóccer. La Hija del Viento ya había hablado con sus compañeros y todos estuvieron de acuerdo en darle su apoyo total en lo que ella decidiera hacer… Todos menos Tess… Él le hizo una escenita muy poco agradable cuando Saki les anunció la oferta de Gabriel. Básicamente, Tess le había dicho a Saki que, si se marchaba a Colombia, que nunca más volviera a buscarlo porque entonces ella dejaría de existir para él. A ella esto le dolió mucho y derramó muchas lágrimas de coraje, lágrimas que solo Lily presenció.

- Es un idiota.- murmuró Saki, enojadísima.

- Todos los hombres son iguales.- suspiró Lily.- Saki, querida amiga, lo que te digo es de todo corazón: no dejes que algo como esto se interponga entre lo que realmente deseas…

- Eso no pasará, Lily-chan, te lo aseguro.- Saki se secó las lágrimas con furia.- Ya tomé una decisión y no me importa si a Tess no le gusta…

Pero aun así, Saki dudó un poquitín cuando recibió la carta de Gabriel. Sin embargo, hubo un incidente que la hizo decidirse: Tess fue a buscarla a su habitación.

- Quiero saber qué es lo que vas a hacer ahora.- le dijo él, sin preámbulos.

- ¿Sigues en tu posición de no querer saber nada de mí si me marcho con Gabriel?.- quiso saber Saki.

- Sí.- reafirmó Tess.

Saki respiró profundo. No permitiría que nadie la venciera, y menos Tess con su jueguito tonto…

- Sí, ya tomé una decisión.- dijo.- Me marcho a Colombia con Gabriel.

Por su parte, Yoshiko Fujisawa se quedó en Alemania, pretextando que deseaba buscar trabajo de medio tiempo en el viejo continente. Matsuyama, casualmente, también se quedó en el país germano ya que todos sus compañeros de selección se habían decidido a tomarse unas pequeñas vacaciones y esperar la próxima boda de Wakabayashi. Frank se hubiese molestado muchísimo con esto de no ser porque Ilse viajó a París con él. ¿La causa? Ilse deseaba visitar a unos parientes y Matsuyama le pidió de favor a Zegarra que "cuidara de su prima" (a mí me parece que fue plan con maña). Lo curioso del caso es que Frank se tomó muy en serio el encargo y se le vio muchas veces en compañía de la bella chica Matsuyama paseando por París… En cuanto a Katya… Bueno, no es necesario decir que por poco le da un cólico biliar cuando supo que Matsuyama se quedaría en Múnich con la Súperwoman (y más porque Frank ni pío dijo), pero la molestia se le pasó cuando Kazuki Sorimachi se ofreció a acompañarla al entierro porque quería "escuchar el bello réquiem de la chica de los ojos de Esmeralda". Ella y Kazuki también habían salido juntos varias veces en París "como amigos", según decían ellos mismos, aunque, como había comentado Frank, "ésa no se la cree ni mi perro".

Débora no volvió a ver a Levin después del episodio del relicario en el restaurante. Levin comprendió que había manejado mal la situación pero ella no lo dejó querer arreglar las cosas. Deb se marchó a Italia, pretextando que iría a una sesión de modelaje en Venecia, dejando al sueco con el corazón hecho pedacitos…

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Pasaron casi dos meses. Se fijó la fecha del partido pendiente entre el BM y el PSG para dos meses después de la fecha prevista originalmente, justo dos días antes de la boda de Genzo. Taro y Lily volverían a Múnich, inevitablemente. Aki estaba más que vuelta loca con los preparativos de la boda. Quería tener todo listo lo antes posible para tratar de convencer a Genzo de que se casaran antes del partido. Aki no quería que Lily regresara y lo volviera a arruinar todo… Sin embargo, Genzo se negó a adelantar la fecha y el padre de Aki estuvo de acuerdo.

- No hay que precipitar las cosas.- dijeron ambos.

Aki no tuvo más remedio que estar de acuerdo. Eriko, por su parte, estaba de lo más desesperada. Tenía una confesión muy importante que hacer y no veía el tiempo de que Misaki volviese a Alemania… Una mañana, su hermano se sorprendió de verla correr al baño a vomitar por cuarta vez consecutiva. Genzo comenzó a sospechar…

- Eri, ¿qué te pasa?.- le preguntó él, cuando ella salió tambaleándose del baño.- Llevas muchos días enferma como para que solo tengas una indigestión…

- Gen, hay algo que te debo confesar… .- Eriko temía decirle la verdad a su hermano, pero no podía seguir ocultándolo por más tiempo.- Estoy embarazada.

Genzo ya se lo imaginaba. Sin embargo, no quería ponerse a pensar en quién podría ser el padre…

- Supongo que el padre aun no lo sabe… .- murmuró Genzo, tratando de conservar la calma.

- No… .- negó Eriko.

- ¿Me dirás quién es?

- Cuando esté preparada.

- ¿No será Schneider, verdad?.- Genzo sabía que el alemán no era el padre de su futuro sobrino.

- No… .- Eriko tomó aire y se armó de valor.- El hijo que espero… Es de Taro Misaki…

En el vuelo que lo llevaría de regreso a Alemania, Taro Misaki sintió un escalofrío. Como si alguien lo hubiese amenazado de muerte…

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Débora estaba en Italia cuando recibió una llamada de Lily, hecha desde el aeropuerto de París, preguntándole si iría al partido entre el BM y el PSG. Deb ponía mil pretextos, porque en realidad no tenía compromisos… Lo que no quería era volver a ver a Stefan Levin…

- Anda, ya deja de huirle.- la regañó Lily.- Levin es un buen partido…

- Tiene novia.- dijo Deb.

- No, no tiene.- contradijo Lily.- Tiene cinco años soltero…

- Bueno, eso es cierto, pero es evidente que aun quiere volver con su ex.- replicó Débora, dolida.- Y la prueba de eso es que aun carga un relicario con su fotografía…

- Débora, deja de sacar conclusiones precipitadas.- cortó Lily.- Hay algo que debes saber sobre Levin…

- No quiero saber nada.

- ¡No seas terca! Ven a Múnich al partido y ahí te contaré algo que debes saber.

- ¡No quiero!.- Deb hizo un puchero de niña pequeña.

- Ándale, no seas así, que mira que casi no nos vemos ya, por lo ocupadas que estamos.- chantajeó Lily.- Tengo muchas ganas de verte y tú que no quieres…

- Mugrosa.- bufó Deb.- Pero ésta te la cobro. Voy a Alemania solo porque tú me lo pides.

- Muy bien. Más te vale que cumplas, ¿eh?.- rió Lily.- Cuídate, Deb.

Lily colgó, satisfecha. Ella siempre conseguía convencer a Débora para que hiciera lo que ella quería. Débora, por su parte, se sintió inexplicablemente emocionada…

No quería reconocer que era porque iba a volver a ver a Levin…

Notas:

- Como dije, habrá partido entre el BM y el PSG. Lo tuve que posponer por un pequeño error de cálculo que cometí en la trama. Gracias a Alisse por ayudarme con este pequeño detalle.

- Luego explico bien quienes son Levin y Karen y por qué la onda del relicario, aunque eso forma parte de la historia original de CT.

- Si todo sale bien, en tres capítulos, por mucho, se acabará esta historia.