RESUMEN: "A veces para que las cosas salgan bien… hay que hacerlas de la peor manera posible" CAPITULO XI "La Emboscada" Segunda Parte. Ahora si me embrollé.
NOTA DE LA AUTORA: Los acontecimientos de este episodio toman lugar mientras Akane conversa con Kasumi, y durante su conversación con Ranma en el techo. Todos estos son hechos que suceden al mismo tiempo que los acontecimientos del episodio anterior, en distintos lugares y con otros personajes. Un poco trillada, pero vale la aclaración… no vaya ser que alguien se confunda.
EL CAMINO EQUIVOCADO
El sol poniente dibujaba destellos naranjas sobre el pequeño distrito de Nerima. La noche estaba apunto de empezar y las calles se veían concurridas por aquellos que volvían a casa temprano después de una larga jornada de trabajo, y también por aquellos que salían a pasear un rato para disfrutar del final de la tarde.
Para Ukyo Kuonji la jornada de trabajo se había visto interrumpida desde muy temprano así que no se disponía a descansar en casa ni a pasear un rato. Ella estaba ahí, entre toda esa gente por razones muy distintas, y a diferencia de ellos, hubiera preferido quedarse en casa trabajando antes que poner un pie en la calle.
Caminando como una condenada en apuro por mantener el apresurado ritmo que llevaba Nabiki, Ukyo se preguntó por enésima vez si estaba haciendo lo correcto. Ir a la casa de los Tendo no estaba en su lista de cosas favoritas por hacer; es más, desde el día de la boda, ocupaba un puesto bastante alto en el TOP TEN de su lista "Primero muerta antes de…" Y aún así, ahí estaba, a solo una cuadra del odiado lugar. Y todo por que al parecer sus amigos estaban en problemas… Quién le mandó a tener conciencia.
-Ya quita esa cara Ukyo, mientras más rápido termine esto, mejor para ti- Dijo Nabiki en un tono amigable que descolocó a la aludida.
-Rápido…- resopló la muchacha con fastidio -Nabiki, me tienes dos horas dando vueltas por toda Nerima.
La mercenaria esbozó su sonrisa burlesca. -Soy una persona ocupada Ukyo. Tenía muchos asuntos que resolver.
-Y yo tenía que seguirte como un perro porqueee…
-Prefieres hablar con mis hermanas que conmigo- completó Nabiki.
-¡Y con razón! ¿Qué es esto una especie de castigo?
-No, en verdad tenía que hablar con mucha gente que no podía esperar. Además a ti no te hace daño caminar un poco.- y en tono condescendiente -Deberías estar agradecida que te he sacado a dar un par de vueltas.
-Ja, ja- Ukyo replicó con sarcasmo. -Deberías tratar de ser amable Nabiki, si se me da la gana doy media vuelta y no te ayudo.
-Eres demasiado noble para eso.- afirmó la mediana de las Tendo sin dudar un segundo.
-¿Cómo puedes estar segura?
-Porque no estas haciendo esto para ayudarme a mí.- dijo Nabiki dando media vuelta y ajustando sus gafas sobre su cabeza para mirarla de frente. -Ranma lo necesita… y mi hermana también.- sin esperar respuesta volteó de nuevo para seguir caminando.
Ukyo frunció el ceño y sin moverse refutó. -¿Y por qué voy a querer ayudar a Ranma después de todo lo que pasó?
Nabiki dio vuelta de nuevo y le sonrió cálidamente. -Porque es tu amigo Ukyo, sin importar que pasó o que pueda pasar.
La muchacha, aún enfadada se sorprendió al darse cuenta lo bien que Nabiki la leía… tenía razón, aunque aún estaba bastante dolida por la forma en que salieron las cosas, Ranma era su amigo. Ukyo cruzó los brazos testarudamente y desvió la mirada.
Nabiki sonrió satisfecha. - Te lo dije linda, eres demasiado noble para eso.
La mercenaria muchacha dio vuelta y siguió caminando en dirección a su casa.
Resignada, Ukyo no tardó mucho en seguirla.
LA EMBOSCADA
Parte II
"De Ukyo y el 'mientras tanto' de la primera parte"
Kasumi Tendo frunció el ceño en preocupación después de que Akane desapareciera tras las escaleras. Acababan de tener una conversación muy larga y la cándida muchacha no pudo evitar sentirse molesta ante la total y absurda amnesia de la menor de sus hermanas.
Era grave. Kasumi solo se dio cuenta de que tan grave era la situación cuando Akane no fue capaz de recordar la inolvidable y muy peculiar plática que ambas tuvieron la noche anterior a la boda… Era… exasperante, la maternal jovencita, personificación de la paciencia, se encontró así misma bastante irritada con la situación.
-Hay que ponerle un alto a esto.- Dijo en un suspiro, con la expresión facial de quienes saben lo que debe hacerse pero no están seguros de cómo hacerlo.
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Nodoka Saotome sirvió el té con la delicadeza de una rosa. Sentada sobre sus rodillas en el piso, con su kimono siempre intacto y el candor que desprendía su rostro; era la imagen perfecta de tradición y cultura japonesa.
La atractiva mujer levantó de su regazo las manos, que segundos antes habían estado dobladas con gracia sobre sus piernas. Lentamente, tomó la tetera de agua caliente y prosiguió a servirse. Bebía el té sola, no había nadie más en la casa capaz de apreciar la belleza de la tradición de la ceremonia del té.
Nodoka dio un pequeño sorbo, sonrió orgullosa del delicioso producto de su trabajo. Miró al frente y pestañeó dando un casi imperceptible jadeo de sorpresa. Tomó un segundo sorbo aún mirando al frente, y su rostro pronto se vio marcado por una leve arruga desaprobadora en la frente. Bajó su taza de té y pestañeo de nuevo, asegurándose de que no había visto nada más que una visión, convencida de ello tomó otro sorbo de té y pronto lo expulsó de su boca con un splash de sorpresa.
-¡Qué!- alcanzó a decir en voz alta, después miró una vez más hacia al frente, esta vez con un poco de asco.
Era por primera vez testigo de una partida de shogui entre su esposo y su consuegro…. Y estaba un poco sorprendida ante sus poco ortodoxas tácticas, por decir lo menos.
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-Mmmm…- farfulló Kasumi, su cejo fruncido en concentración. No era la primera vez que leía aquel libro y sin embargo el contenido parecía más complicado de lo que fue antes. -No tiene sentido…- dijo en voz alta mientras volteaba una página.
-¿Qué no tiene sentido, Kasumi?
-¡Eep!- saltó la joven sorprendida por la inesperada voz que había venido de su espalda. En menos de un segundo se encontró de pie, apretando el libro contra su pecho y respirando en agitación mientras veía con ojos grandes a la persona que acababa de entrar a la sala de su casa sin que ella se diera cuenta.
-Tranquila…- dijo Nabiki, entre sorprendida y entretenida por la reacción de la muchacha. -No te conocía ese lado nervioso hermana.- Dijo en tono de burla y con una ceja levantada.
-Ah…- respondió Kasumi, su corazón lentamente regresando al ritmo habitual. -No te sentí llegar.
-Dirás no las sentí llegar.- Dijo Nabiki señalando a su derecha.
-¿Ah?
-Tenemos visitas Kasumi.- La mediana de las Tendo miró a su hermana como si le faltara un tornillo, después con la pose que usan las modelos para mostrar algún producto usando las dos manos, señaló una vez más a la visita parada junto a ella.
-¡Ah!- empezó la cándida joven al notar la presencia de Ukyo en su sala. -¡Ukyo! Que gusto tenerte de visita- dijo como la gran anfitriona que era.
-Gracias Kasumi- respondió Ukyo con una sonrisa cordial. -Que pena haber llegado de improviso.- terminó en tono de disculpa y mientras miraba de reojo a Nabiki.
-Oh, no, no, es un gusto. Dime, ¿Qué te trae por aquí?- preguntó.
-Tu hermana.- respondió la joven chef.
Kasumi miró con curiosidad a la visita y después con una interrogación en el rostro prosiguió a observar a su hermana en busca de una aclaración, se dio cuenta entonces que Nabiki la estaba mirando de una manera muy extraña.
La joven mercenaria observó con cuidado el lenguaje corporal de su hermana mayor. Kasumi lucía nerviosa por alguna razón desconocida… a pesar de que su voz sonara amable y tranquila, la manera en que sostenía el libro que había estado leyendo, cerrado y pegado a su pecho, era signo de algo extraño.
-¿Qué estabas leyendo?- preguntó Nabiki, con fingida naturalidad. La parte fingida no se le pasó por alto a Kasumi, que conociéndola desde los pañales, se sabía de memoria todas las tácticas, expresiones y señas de su hermana.
-Ah,- respondió Kasumi tranquilamente -Un libro de pócimas que me prestó el Doctor Tofú esta mañana…-Al ver la mirada calculadora de su hermana, la muchacha pensó que tal vez era prudente alargar la explicación. -Pensé que tal vez encontraría algo que explique lo que les pasó a Ranma y Akane.
Nabiki la observó con detenimiento. -¿Encontraste algo?
-Nada hasta ahora.
-Mmmm.
-Ukyo.- dijo la anfitriona al darse cuenta que Nabiki no diría mucho más. -Porque no tomas asiento, tendré un poco de té listo en unos segundos.
Y dicho aquello Kasumi se dispuso a abandonar la sala.
-Espera.- le detuvo la voz de su hermana. -En realidad ella no esta aquí para hacer una visita social, Kasumi.- explicó Nabiki mientras Ukyo afirmaba con la cabeza. -Dejó el restaurante con Ryo-- se interrumpió la muchacha, para luego continuar un poco atragantada. -Necesitamos hablar con Ranma y Akane.
Verán, el nombre RYOGA HIBIKI o P'CHAN no eran nada gratos para los oídos de la mayor de las Tendo, así que Nabiki tuvo que corregirse con prontitud.
-Entiendo, pues Akane subió hace unos minutos y Ranma estaba dándose un baño, pero de seguro ya terminó.- respondió Kasumi. -Iré a buscarlos de inmediato.
Y dicho aquello la jovencita del delantal desapareció tras una de las puertas.
-¿Sigue siendo "aquel al que no nombrarás" por aquí, no?- Preguntó Ukyo refiriéndose a su amigo el cerdo, tan pronto Kasumi abandonó la sala.
Nabiki no malgastó su respuesta.
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Ryoga miró con una mezcla de desconfianza y decepción a la sospechosa masa friéndose en la estufa.
-Creo que mejor vuelvo más tarde.- dijo nervioso el único cliente del Uchan's al ver el menjurje que el nuevo chef del restaurante estaba preparando.
-No, no, no. -Pidió el cocinero principiante con apuro. -No se preocupe, su orden va a estar lista en un momento. Y con fingida experticia intentó agregar unos cuantos ingredientes al snack que preparaba.
No sientan pena por el cliente… se escabulló tan pronto como Ryoga se perdió en la cocina. Ya en la esquina del Uchan's alcanzó a oír la voz desesperada de su cocinero. "¡¿Y AHORA DONDE DIABLOS ESTOOOOOYYYYYY?" gritaba.
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No estaban.
Y su ausencia tenía a Ukyo mortificada, juzgada, callada. Reinaba un silencio tan denso que el ambiente se volvía insoportable y los fallidos intentos de Kasumi por iniciar conversación resultaban graciosos. Ukyo se hubiera reído, de no ser porque la situación no le causaba gracia en absoluto.
-Esto es ridículo.- afirmó Nabiki.
-Debería volver luego.- dijo Ukyo poniéndose de pie.
-No, no, no. NO, tú te quedas.
-No tiene sentido que me quede si no está Akane, te dije que solo iba a hablar con ella.
-Lo que no tiene sentido es que te sigas negando a hablar conmigo Kuonji- reclamó Nabiki fastidiada.
-ESO es lo único que tiene sentido NABIKI- respondió la cocinera con ironía.
Kasumi aún sentada las miraba sin terminar de entender lo que decían.
-Tengo información Kuonji… no será mucha pero apunta en tu contra, no te conviene seguir reteniendote conmigo.
-¿INFORMACIÓN? Pues quiero que sepas Nabiki que me vale---
-Alto- irrumpió Kasumi tajante. Las dos muchachas la miraron un tanto sorprendidas, y ella mirándolas con tranquilidad a las dos se dirigió hacia su hermana. -Ukyo no hizo nada Nabiki…- afirmó con seguridad y dulzura.
-Kasumi, no tienes que--- comenzó la acusada.
Nabiki mientras tanto la miró con sospecha. -¿Tú que sabes Kasumi?- inquirió.
-Sé, Nabiki- explicó la cándida muchacha sin levantarse. -que Ukyo no ha hecho nada en contra de Ranma y Akane. Y sé también, que no es nada amable que acuses de esa manera a una invitada de esta casa.
-¿Cómo puedes estar segura de que no hizo nada, hermana?- Nabiki prosiguió el interrogatorio, mientras tanto la joven cocinera sin saber bien como reaccionar, se quedó quieta, por un momento olvidado su objetivo de marcharse.
-Lo sé Nabiki… no entiendo muy bien que pruebas pueden ser esas que dices que tienes en contra de Ukyo… yo sé que ella no hizo nada malo, al contrario, diría yo.
-Me vio aquí el día de la boda.- explicó Ukyo con un ademán.
-Espera, espera- irrumpió Nabiki, comenzando a sospechar que era la única en la habitación que desconocía algo. -Kasumi, -empezó con seriedad. -Hay algo que no me están diciendo.
La aludida la miró confundida. -¿Qué?
-¿Tú sabías que Ukyo estuvo aquí el día de la boda?- Preguntó Nabiki exasperada.
-Por supuesto- fue la risueña respuesta de su hermana- ¿Tú no?
Por un momento la menor de las Tendo sintió la urgente necesidad de asfixiarla
-Sí lo sabía Kasumi, por eso soy una sospechosa.- explicó Ukyo, sonreída ante la interacción entre hermanas.
-¡Oh!- exclamó la muchacha con entendimiento, y después confundida preguntó -¿Pero porque no le dijiste que viniste hacer?
-Como si me lo hubiera creído.
-¡TÚ SABIAS!- Nabiki acusó de pronto a su hermana. -TÚ SABES ALGO que ELLA no me quiere decir… TÚ SABES!
-¿Nabiki?
-Tú sabías… ustedes dos saben algo… y yo… yo,- la joven mercenaria las miró como sin entender lo que sucedía. -Yo no sé que es.- dijo y después se desplomó sobre la silla.
-¡Oh cielos!- exclamó Kasumi poniéndose de pie para atender a su hermana.
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No muy lejos del Dojo Tendo, una hermosa jovencita acurrucada frente a su ventana, observaba el despejado cielo del inicio de la noche. Contaba cada una de las estrellas que aparecían ahora que el sol finalmente se había ocultado. La muchacha estaba triste… aún triste, como en duelo… Pero el muerto no era el amor, que ahora parecía un espejismo, el muerto… era su orgullo. Y la muchacha se encontró a sí misma pensando que hubiera preferido que muera el primero antes que el segundo. Su orgullo era vital, su orgullo era intocable y quienes lo habían pisoteado tendrían que rectificar sus actos.
-Shampoo.- llamó una voz chillona y avejentada desde su espalda.
La muchacha no se movió, bajó la vista y miró hacia el frente, hacia la nada. -Abuela- respondió secamente. -Bajaré en unos minutos- continuó en chino y con un tono de voz en el que no cabía discusión.
La anciana colgada en su bastón miró a su nieta y contuvo un suspiro. Esta no era su Shampoo… sacudió la cabeza y luego miró hacia el horizonte. -Paciencia muchacha, todo volverá a estar en su lugar en poco tiempo.- comentó Cologne en un tono que solo poseen aquellos que han vivido lo suficiente para haber descubierto algunos de los muchos secretos de la vida.
Después de escucharla la muchacha adoptó una postura altiva. Una sonrisa afectada manchándole el rostro -Solo hay que esperar- dijo mirando intensamente al horizonte.
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-¿Shampoo?- preguntó Nabiki después de recibir una corta explicación.
-Shampoo y su abuela lo tenían todo planeado.- afirmó Ukyo -Pero con lo que le dije Akane antes de la boda… estoy segura de que podía evitarlo.
-¿Evitar?… pero que--
-Nabiki, no puedo decir mucho. El plan de Cologne era un poco… extraño. Pero Akane debía hacer lo que le dije que haga y con eso bastaba para que todo estuviera bien.
-¿Entonces Akane no lo hizo?- preguntó Kasumi preocupada.
-No, no… ustedes me dicen que ambos perdieron la memoria… el hechizo que ellas pensaban hacer era… tenía efectos muy distintos.- respondió Ukyo sacudiendo la cabeza.
-¿Cómo es que sabes esto y no me lo dijiste antes?- preguntó Nabiki a su hermana.
-No lo sabía Nabiki… no los detalles. Lo único que sabía es que Ukyo vino para advertir a Akane sobre algo… nunca supe sobre que y nunca pensé que fuera algo grave hermana.
-Es cierto a Kasumi le dije muy poco ese día, y lo que les acabo de decir es más de lo que debería… solo puedo hablar de lo demás con Akane.
-¿Cómo es que tú sabes esto?- preguntó Nabiki en tono acusador.
Ukyo suspiró. -Me buscaron para ser cómplices…- admitió avergonzada.
Nabiki asintió en entendimiento. -Y aceptaste… al menos por un tiempo, si no, no supieras tanto y no tendrías que guardarte información.
-Nabiki, Ukyo trató de ayudar.
-Pero al principio trató de dañar.
-Estaba dolida.- se defendió la muchacha, con el ceño fruncido.- Me cayó un balde de agua fría… y no ayudó mucho que Ranma y su mamá llegaran el día antes de la boda con esas amenazas legales en nombre de la familia.
Un silencio llenó la habitación.
-Esos eran los asuntos de Ranma…- dijó Nabiki en un susurro, cayendo en cuenta de golpe.
-Me hice para atrás a último momento…- afirmó Ukyo -Seguía enojada, iba a permitir que lo hagan, no me importaba.
Las dos hermanas Tendo miraron a la ahora, un tanto llorosa, Ukyo.
-Pero no lo hice… -La jovencita miró a Nabiki con una mueca de ironía.-Demasiado noble para eso, verdad?
-Linda…- susurró Kasumi en su tono maternal.
-¿Cómo es que yo no supe nada de esto?- se preguntó perdida la mediana de las Tendo, mirando después a su hermana mayor, como pidiendole ayuda.
-Akane te mantuvo muy ocupada con eso de la boda Nabiki… y antes de eso estuviste metida en ese embrollo del compromiso para hacer que los muchachos se decidieran a casarse. Estabas en otro mundo hermana.
-En otro universo… ¿Cómo no me pude dar cuenta?- se preguntó de nuevo la muchacha. Estaba decepcionada consigo misma y se sentía perdida entre tanta nueva información.
-No controlas el mundo Nabiki.- comentó Ukyo ya sin restos de lágrimas en los ojos.
-No estoy segura de que estés tan arrepentida como dices Kuonji- advirtió molesta la muchacha.
La aludida miró a Kasumi. -Te dije que no me lo iba a creer.
-¿Te arrepentiste a último momento?- preguntó acusadora la joven mercenaria. -Y entonces que… viniste corriendo a hablar con Akane y así todo salió bien.- la joven sonrió, una sonrisa helada, mientras se ponía de pie. -Excepto que NO todo salió bien Ukyo… y ahora tenemos dos recién casados que no recuerdan haberse enamorado.
-Dije que no sé que fue lo que salió mal Nabiki.
-Dijiste también que ese no se suponía que era el efecto de la poción.
-No lo era. No lo es.
-Y por alguna razón no quieres decir cual SI era el efecto… ni que fue lo que conversaste con mi hermanita que ahora… mira la casualidad…. Está amnésica.
-¿Me estás acusando?- preguntó incrédula Ukyo.
-Nabiki…-irrumpió Kasumi tratando de incitar a la calma, pero su intento fue fallido.
-¿Puedes defenderte?
Ukyo la miró con ojos entrecerrados, y luego le devolvió la misma sonrisa helada que ella le brindaba. -No puedes acusarme.
Nabiki no respondió.
-Estás perdida Nabiki.- Afirmó la muchacha. -Por primera vez no sabes lo que pasa y estás apuntando al azar… a donde llegue, pero tú sabes que no fui yo… sabes que no encaja, y si no lo sabes, pronto te vas a dar cuenta.
Nabiki la miró sin responder… de su sonrisa ya no quedaba ni el fantasma.
-Creo que deben calmarse, no van a lograr nada si siguen así.- habló Kasumi, aprovechando el intervalo para tratar de curar la situación.
-Supongo que tienes razón.- respondió Ukyo desviando la mirada.
-¿Te vas a quedar?- preguntó Nabiki burlona.
-¿Acaso me puedo ir?
-No si quieres ayudar a tus amigos… hacer, lo correcto, no es eso lo que dices que quieres hacer?
Ukyo no respondió.
-En verdad no recuerdan Ukyo- intervino Kasumi.
-Aunque me cueste decirlo, necesitan tu ayuda.- afirmó Nabiki con desgano y cruzando los brazos en actitud de superioridad.
Ukyo sabía exactamente cual era su decisión, alguna parte de sí misma estaba completamente segura de lo que iba a hacer. Alguna parte de su cabeza, o su corazón, o su alma, sabía, con inmensa certidumbre que no podía dar media vuelta e irse… y abandonarlos. Pero otras partes de su ser estaban hirviendo en dudas, su ego, su honor, su orgullo… Ukyo dudó, aunque sabía exactamente lo que iba a terminar diciendo.
-Yo-- comenzó la cocinera, pero fue prontamente interrumpida por un bullicio en el patio trasero.
Con una interrogación dibujada en sus rostros las tres muchachas miraron hacia el lugar de donde provenía el alboroto y distinguiendo el sonido de risas se movieron hacia la puerta en busca de respuestas.
Ukyo sintió que el aire se le escapaba cuando las encontraron.
Ahí afuera, no muy lejos del Koi… revolcados de la risa, en un juego de cosquillas que solo disfrutan los muy niños, o los muy enamorados, se encontraban Ranma y Akane.
-¡¿Qué diablos!- gritó Nabiki de pronto, mostrando la sorpresa de las tres. Fallando sin embargo, a la hora de mostrar el dolor y la humillación que Ukyo sentía al darse cuenta que la habían llevado al lugar donde menos quería estar a través de mentiras. "Están bien" pensó con acidez.
Los dos recién casados, descubiertos, miraron con culpabilidad a las tres muchachas que los observaban desde el porche. Enrojecida por la agitación y levantándose rápidamente, Akane las miró y dijo insegura: - Am… podemos explicarlo?
-Hola Nabiki, Kasumi… U-chan?- dijo Ranma a manera de saludo después de ponerse de pie.
Ukyo no aguantaba mucho más… "El descaro" pensó al sentirse burlada.
-Ukyo- dijo Akane sorprendida -Hola- una vez de pie se inclinó a manera de saludo. -¿Qué haces aquí?- preguntó curiosa.
La aludida los miró directamente por un instante.
-Que bueno que viniste U-chan. Así conversamos un rato. -comentó afable el joven.
Ukyo ignoró el comentario, con una expresión fría regresó a ver a Nabiki. -A mi me parece que están muy bien Nabiki. Estoy segura que no necesitan mi ayuda.
-Pero…- comenzó la aludida.
Sin dejarla hablar Ukyo continuó. -Muchas Gracias por todo Kasumi, el té estuvo delicioso. -miró con el fantasma de una sonrisa a la mayor de las Tendo. -Akane, Ranma- inclinó la cabeza en su dirección -Buenas noches.
Ukyo dio media vuelta y se marchó, dejando a la pareja bastante confundida, a Kasumi preocupada y a Nabiki exasperada. Las cosas no estaban saliendo como ella esperaba.
FIN DEL CAPITULO XI
EPILOGO
Una pequeña explicación.
Nota: Estos acontecimientos suceden directamente después del final del episodio anterior, y poco antes que el final de este… ruego a Dios que no sea demasiado confuso.
Con la merienda en mente, Ranma saltó desde el techo, su esposa en brazos. Se apoyó ágilmente en un árbol cercano y luego con una maniobra perfecta se arrojó al piso en un aterrizaje impeca--
¡AAAAhhh!
¡¡¡BUMP!
ble…
-¡Cuidado oye!- exigió Akane desde el suelo y aún en los brazos de su marido, quien acababa de arruinar su aterrizaje perfecto tropezando y cayendo sentado sobre el piso, apenas evitando el borde del estanque del patio trasero de los Tendo.
-Dime que no es cierto- respondió el muchacho con una cara de condenado que sorprendió de sobremanera a la mujer sentada sobre él.
Akane frunció el ceño en confusión. -¿De qué ha-- después, al entender a que se refería su amado esposo puso cara seria y con brazos cruzados lo miró irritada. -¡No tienes que asustarte así solo porque te digo que te voy a preparar algo de comer RANMA!
-¡Pero ni siquiera almorcé! Quedamos en que no íbamos a torturarnos.- Le recordó el muchacho tomando a la joven por los hombros en actitud de ruego.
-¿Insinuas que comer mi comida es TORTURA?- Preguntó Akane con ira contenida, en un tono que denotaba advertencia.
Ahora miren, hay mil y un maneras de contestar aquella pregunta y Ranma las conocía todas. Pero entre todas las respuestas que se le ocurrieron no pudo encontrar UNA que sea cierta y que no pueda ser tomada como insulto. La nueva situación entre él y Akane no daba lugar a molestarla o decir algo ofensivo -ni siquiera si era cierto- así que el muchacho, hallándose entre la espada y la pared no hizo ni dijo nada.
-Ah, mmm, ah- fue la elocuente respuesta del muchacho.
Fastidiada, Akane frunció el ceño y procedió a levantarse, o mejor dicho: Intentó levantarse. -¡¿Qué haces! ¡Ranma! ¡Suéltame!- reclamó al sentir los fuertes brazos del aludido manteniéndola en su lugar.
-NO- respondió el joven mientras la abrazaba fieramente. -Eres demasiado peligrosa.- aclaró, pensando en ella y la ecuación que formaba con la cocina. Así que en nombre de la auto preservación no la dejó libre para que lo envenenara.
-¡Sueltame!- exigió la muchacha, pronto transformándose en una fierecilla revoloteando con fuerza para liberarse.
-No, no, no, no, no
-¡Qué me sueltes!
Akane se movió, intentó golpearlo pero Ranma inmovilizó sus brazos. Pataleó, pero el joven se las arregló para apaciguar sus movimientos sosteniéndola en su lugar con sus piernas. Desesperada, la muchacha agitó la cabeza e intentó golpearlo con la frente, pero anticipando el movimiento Ranma la esquivó y con la fuerza del impulso ambos terminaron recostados en el suelo, lado a lado.
Sin esperar un segundo Ranma arremetió de nuevo y se lanzó sobre ella asegurándose que no pudiera levantarse. Ambos muchachos se miraron a los ojos jadeando por el ejercicio. Ya ni siquiera recordaban porque todo había empezado, lo único que sabían era que ella quería escapar y él no debía dejarla. Era un juego.
Ranma sonrió triunfante.
Akane soltó un bufido. Su situación era desesperada. 1. Estaba en el piso. 2. No podía usar las piernas porque Ranma había colocado la mitad inferior de su cuerpo estratégicamente sobre cierta área del suyo, y si se movía se arriesgaba a tocar algo, que no quería. 3. No podía golpearlo, el muchacho la tenía sujeta por los codos y si levantaba las manos alcanzaba a penas a tocarlo en el abdomen, sin posibilidad de aplicar ningún tipo de fuerza.
La muchacha sonrió cuando una idea tomó forma en su cabeza.
-¿Por qué sonríes?- preguntó el joven extrañado. Y Akane atacó.
Ranma Saotome se sonrojó de inmediato, sus mejillas se inflaron, apretó los labios, miró a la muchacha con sorpresa y no pudo contenerse.
Soltó una gran carcajada.
Akane no dejó de hacerle cosquillas hasta que lo tuvo rodando por el piso y después se levantó para correr hacia la casa. No dio un paso antes de que alguien -ese alguien Ranma, por supuesto- la halara de un pie depositándola de nuevo en el suelo.
-¡Técnica de las cosquillas de la Escuela de Combate Libre Saotome!- gritó el joven antes de arremeter.
Y he ahí damas y caballeros que el primer combate kendoista de cosquillas dio inicio.
Entre ataques especiales inventados y técnicas improvisadas, ambos muchachos estaban rematados de la risa cuando una voz tajante interrumpió la fiesta.
-¡Qué diablos!- Gritó Nabiki desde el porche. A su lado Kasumi los miraba un poco sorprendida y un poco más atrás Ukyo desviaba la mirada con una expresión indescifrable.
Ranma y Akane levantaron la vista y la miraron sorprendidos, como a quien se encuentra con las manos en la masa. Sus caras no tardaron en enrojecerse.
-Am… podemos explicarlo?- dijo Akane sin saber bien que debía decir.
Ranma se levantó y nervioso extendió la mano para ayudarla a ella.
-Hola Nabiki, Kasumi… U-chan?- dijo al divisar a su amiga.
-Ukyo- dijo Akane sorprendida -Hola- una vez de pie se inclinó a manera de saludo. -¿Qué haces aquí?- preguntó curiosa.
La aludida los miró directamente por un instante.
-Que bueno que viniste U-chan. Así conversamos un rato. -comentó afable el joven.
Ukyo ignoró el comentario, con una expresión fría regresó a ver a Nabiki. -A mi me parece que están muy bien Nabiki. Estoy segura que no necesitan mi ayuda.
-Pero…- comenzó la aludida.
Sin dejarla hablar Ukyo continuó. -Muchas Gracias por todo Kasumi, el té estuvo delicioso. -miró con el fantasma de una sonrisa a la mayor de las Tendo. -Akane, Ranma- inclinó la cabeza en su dirección -Buenas noches.
Ukyo dio media vuelta y se marchó, dejando a la pareja bastante confundida, a Kasumi preocupada y a Nabiki exasperada. Las cosas no estaban saliendo como ella esperaba.
NOTAS DE LA AUTORA:
Je je, terminado, si si, terminado… este capitulo me resultó un poquitín más largo que los anteriores… y creo que me ha llevado poco más de un mes, y yo que esperaba sacarlo en unas pocas semanas, allá en la época en la que tenía todo el tiempo para mi… ahora que estoy en clases lo vengo a sacar, con el ánimo de evitar el estudio de valor absoluto en desigualdades… buuu… pero ahora debo regresar a mis tareas. Bueno sin nada más que decir y esperando sus prontos comentarios… he aquí mi respuesta a sus comentarios anteriores:
Aiko: ja ja, tienes toda la razón… eso es criminal, lo sé, al principio me gustaba, pero me he dado cuenta que es una crueldad hacerlo, en serio he estado tratando de evitarlo pero no se puede… son esos caprichos de tu cabeza que a veces no deja que se te ocurra nada y te quedas atascada en un párrafo dos semanas, después de pronto se te prende una lucecita y acabas un capitulo en una hora… resulta que a mi esa lucecita se me prende una vez al mes sin importar lo que haga. Muchas gracias por tu comentario… ya en este capítulo expandí un poco la historia…. Calculo unos cinco o seis capitulos más para que todo se aclare. Chau!
Teresa: Te admito que si es bastante confusa la manera en que conté la historia anterior… todo el capitulo era un flashback, era lo que Kasumi le contó a Akane que hizo unos días antes de la boda… es que como no especifiqué y con la distancia entre actualizaciones cualquiera se pierde… espero que este episodio no haya sido tan confuso como el anterior… aunque tengo la ligera sospecha de que SI lo fue.
Yume Fujimi: Que linda, muchas gracias. He aquí mi actualización un poco más tarde de lo que había planeado… pues si todo sale como lo he planeado… mínimo estoy pasando ya la mitad de la historia… yo sabía que este fic sería largo desde que lo comencé, pero también sé como termina y casi no puedo esperar para escribir ese capitulo. Besos! y Gracias otra vez!
Akane2004: La conversación entre Akane y Ukyo esta planeada para el capítulo después del siguiente, en el próximo toca centrarnos en Nabiki y su parte de la historia. Me tardo mucho en actualizar y lo lamento, pero ten por seguro que no me voy a olvidar de esta historia, es mi primer fic en español y pienso terminarlo. Me alegra mucho que te guste mi trabajo, es bastante alentador saber que a una la leen y que lo disfrutan.
Jime: ja ja, me encanta eso que dices… exasperante, si puede ser es que con tantas vueltas que he puesto… aquí entre nos, algunas de las cosas que pongo… pues me gustaría mucho que el final sea un sorpresa para todos… que nadie adivine, o este completamente seguro del desenlace antes de tiempo y es ese el porque de mi embrollo. Muchas Gracias por todos tus comentarios y especialmente por hacer el esfuerzo de leer mis fics en inglés… lo aprecio mucho Jime, al igual que aprecio tu review. Gracias por estar pendiente de mí!
Phoenix Gise: Ja ja tienes toda la razón… creo que aquí al menos respondí una de todas tus preguntas… eso del si lo hicieron o no, y si lo hicieron antes de casarse o no… se va a volver importante en uno de los próximos capítulos, te dejo con ese dato. Como siempre espero que hayas disfrutado este capitulo también, y espero ansiosa otro de tus comentarios. Chau!
El Gran Kaiosama: Me encantan tus comentarios… y por cierto, te juro que no era mi intención meterles la duda de que Akane estuviera embarazada… se suponía que era un simple comentario travieso de Kasumi pero desató un montón de comentarios e hipótesis extrañas… supongo que ahora tendré que aprovecharlas no?
María T: Holas! Pues te comento que al personaje de Ryoga lo tengo muy bien definido dentro de la trama… claro esta la trama que esta en mi cabeza y aún no llega al papel… a los que si no se bien donde meter es a Kuno y a su hermana… sé que los voy a usar, TENGO que usarlos, pero algo me dice que no serán muy importantes, serán el fondo haciendo sus locuras. Me encanta que trates de adivinar que va a suceder linda, eso es precisamente lo que busco al escribir de esta manera tan embrollada. Muchas Gracias por tu comentario, espero con ansias el próximo.
Satorichiva: Y echándole ganas estoy, es fácil perder el hilo de esta historia porque acostumbro perderme y no actualizar lo suficientemente seguido. En todo caso aquí estamos de nuevo! Un paso más hacia el final.
Mourisan: ¡Te explicas! Si, si, si, tienes toda la razón, tú y yo, estamos conectadas. Ese también es mi punto, con estos muchachos todo siempre es un ciclo, en la serie era un ciclo de un paso adelante dos atrás (lo que no es ni un ciclo la verdad, sino más bien una repetición constante…) Aquí lo que quiero hacer en cambio es un ciclo que se cierra, y se repite, y se cierra y se repite, que con estos dos nunca nada puede ser normal. Y si lo fuera, pues no fueran ellos, no crees? A mi también me ha alegrado mucho saber de ti, y ni bien publique esto salgo corriendo a dejarte un review en Aprieta el Alma que bien sabes que me encanta… ves linda asi quedamos bien las dos.
