Antes de empezar otro nuevo capítulo quería disculparme por no actualizar en tanto tiempo, a causa de que estuve de campamento en Chiloé y entre los preparativos y el mismo campamento no pude escribir nada.

Pero llegué con muchas ideas y ganas de escribir por lo que subí este y muy pronto subiré otro capítulo como recompensa.

Y gracias a todos los que me han dejado reviews: Zilia K, Minaya y Luna Dark. Muchas gracias por su apoyo, me sirve mucho:)

Y ahora su capítulo:

Capítulo 4: Como sea te ayudaré, Link

"Como sea te ayudaré,

aunque no tenga fuerzas."

Esas son palabras de apoyo, de amistad. Que aunque, no tengas nada que quede por hacer para ayudar a alguien, igual harás lo que sea por cooperar. Por darle una mano.

Aquel sentimiento que note dejará tranquilo, mientras te quedas ahí parado, que te dará una fuerza incomparable solo por el deseo de ver al otro feliz. Que te levantará del suelo y a la vez poder levantar a otro.

Que te dará el coraje de traicionar tus leyes, ponerte en riesgo, por el otro.

Vencer a la impotencia, pero por un precio, a cambio de la felicidad del otro, prodrías perderlo todo, solo por ayudar, podrías perder hasta tu propia vida...

Sheik se levantaba del suelo aquella mañana con su delgado cuerpo lleno de golpes y miraba sus manos abarrotadas de diminutos cortes y espinas incrustadas en su blanca piel. Aplicó algo de magia y todo aquello desapareció, fácil no eran golpes muy duros ni cortes muy profundos. Sería muy difícil curar a alguien con heridas como las que podría sufrir Link...

El pensamiento acerca de este chico se hizo aún más fuerte, aún cuando olló unas voces a lo lejos. Sheik solo atinó a ocultarse detrás de un árbol rodeado de arbustos.

- Sabes Navi no creo que sea lo apropiado ir hacia ayá en estos tiempos- dijo una voz masculina.

- Pero si tú sabes que siempre que te digo que hay que ir a un lugar tengo la razón, algo de mi instinto me lo dice - dijo una vocecita chilona, algo imponente.

- Se lo de tu instinto, pero debo buscar a los sages, ellos necesitan mi ayuda-

- Siempre tan terco, podrías conseguir información crucial sobre como despertar a los sages-

- Claro, está la posibilidad de eso, al fin y al cabo no sabemos de otro templo que no sea el Forest Temple ni el Temple of Time.

Bueno amiga, entonces vamos -

Las voces se tornaron lejanas hasta el punto de que no se volvieron a oir. Si era cierto que se dirigían al Temple of Time, él tenía que llegar antes. Podría ayudarles, tenía información una canción que les sería útil. Después de todo ya nadie iba al Temple of Time desde que Gannondorf se tomó el poder.

¿Quien podría verlo? Estaría seguro ahí y podría ayudar, pero si lo descubrían tendría que pagar el precio¿ de verdad lo haría por ayudar...?

- Claro que sí - se dijo a sí mismo.

Sheik salió de su ensimismamiento, abrió bien los ojos y se preparó para seguir caminando, mejor dicho comenzar a correr.

Tenía que llegar ahí antes que Link, pero sin que el se percatara de esto. Si lo llegaba a descubrir se iba a acercar y le iba a hablar, por lo que alguien los vería y Gannondorf los mataría. Y estaría todo perdido...

El remordimiento consumía al joven Sheikah, mil pensamientos uno en contra de otro revoloteaban en su cabeza, al punto de que quería explotar.

Si vas, arriesgarías tu vida y la de él

Anda, lo ayudarías en su misión, solo se discreto.

Seguía corriendo por las llanuras de su amada tierra Hyrule, pero ahora no tenía la hermosura ni la vitalidad de antes, era más bien opaca y moribunda, ya no se veían animales ni mercaderes que corrían en sus viajes para intercambiar su mercancía, sino monstruos que destrozaban el lugar y atacaban a todos.

- Debo ir - se decía a sí mismo - Por Hyrule, por mi gente debo ayudar a Link, mi vida no vale nada comparada con la de todos ellos. -

Así de abnegado era Sheik, al igual que su amigo Link. Al parecer no valoraban su vida lo suficiente como para acobardarse o negar su servicio al que lo necesitara, daban todo por los demás.

¿Tan fuerte podía ser ese sentimiento de ayudar¿Tanto como para arriesgarlo todo?

Sheik cruzó rápida y sigilosamente el desierto mercado de Hyrule y corrió al Temple of Time, saltando sobre los techos de las casas vacías para que aquellos seres de aspecto y olor putrefacto no lo atacaran.

Bajó del último techo de aquel lugar y examinó donde estaba parado.

Frente a él se erguía un templo de proporciones colosales, como todo lo demás parecía que su apogeo había sido un largo tiempo atrás y ahora se hundía en su decadencia.

El joven empujó la pesada puerta y con pasos ligeros para que no hicieran eco en la baldosa entró con aire decidido.

Vió frente a él tres gemás flotando sobre un altar, que resplandecían, iluminando con sus rayos cada parte de la habitación, hacían que la luz de las velas se viera opaca.

La Esmeralda Kokiri...

El Rubí de los Goron...

y El Zafiro Zora...

Ese recuerdo de lo que le había echo reunir a Link cuando eran pequeños iluminó su mente.

Ella necesitó ayuda y Link se la dió, aún era un niño y pudo eliminar a esos terribles monstruos, solo con su coraje y deseo de ayudar...

¿Debía devolverle la mano aunque Link aún sin su ayuda pudiera salir adelante?

Escuchó sonidos al otro lado de la puerta así que muy rápido dió un salto hacia la otra habitación. Donde se encontraba un pedestal con el signo de la trifuerza grabado él. Se encontraba vacío, era de donde Link había sacado la legendaria Master Sword y donde había visto por primera vez a Link después de siete años.

El Sheikah se dió vuelta hacia la entrada que daba hacia la otra habitación y se encontró con un Link que corría precipitadamente hacia el pedestal. Lleno de sorpresa el chico rubio dio un paso hacia atrás y miró a quien tenía enfrente.

Sus miradas se cruzaron, las dos con un aire decidido. La de Link con un toque de interés y curiosidad por lo que sea que le iba a decir Sheik. Y la de este con su toque misterioso, que incentivaba el interés de Link, le daban ganas de poder saber más de él.

Se miraba fijamente unos al otro, sin despegar sus ojos de un celeste claro, realmente hermoso, Link anelaba aunque fuera una palabra de Sheik. Y el muchacho con sus interesantes ojos rojos se decidió a hablar, mirando la expresión de su amigo.

Una vez más palabras brotaban de su boca, sin que pudiera analizarlas, solo le venían desde adentro. Parecía como si su destino fuera decirlas...

- Link...- Este lo miró atentamente - Tu destruiste aquellas malévolas criaturas que tenían embrujado el templo y despertaste al sage...-

Link lo miraba ansioso, quería que siguiera hablando.

- Pero aún hay otros sages que necesitan tu ayuda.

Para que puedas despertar a todos los sages, tendrás que volverte aún más poderoso.- Miró a Link con su mirada decidida y este se la devolvió en forma afirmación.

- Deberás viajar cruzando montañas...

bajo el agua...

e incluso,

a través de el tiempo.

Link lo miró extrañado¿Como quería que viajara a través del tiempo?

Sheik continuó:

- Si quieres volver a tu tiempo original, vuelve a colocar la Master Sword en el Pedestal del tiempo.

Link lo miró atónito y Sheik lo ignoró.

-Haciendo esto podrás viajar siete años atrás...

Vendrá el tiempo en que tendrás que volver aquí rápidamente...

Por eso te enseñaré esto cuando ese tiempo venga.

La canción que te permitirá volver al Temple of time...

The Prelude of Light... -

Una melodía empezó a salir del arpa que el joven con vendajes sostenía en sus manos, sus dedos se deslizaban por sus cuerdas como danzando. Aquellos sonidos inundaron su mente, aquella hermosa música le calmaba su perturbada alma.

Link aprendió la canción y la melodía los tranquilizó a los dos, tocar juntos los unía. Más de lo que estaban, porque aún que en distancia estuvieran muy lejos, su espíritu se hacía presente. Tanto quería a Link... tanto... que... incluso...

Palabras empezaron nuevamente a salir de su boca, la melodía se había terminado y ya era el momento de decir adiós, una nueva despedida...

- Mientras tu tengas la Ocarina del Tiempo y la Master Sword,

tu tienes el tiempo mismo en tus manos... -

Era cierto, él era el héroe del tiempo. El pódía viajar a través de este.

- Link,

Nos veremos otra vez! -

Aquella despedida fue más alegre que la anterior, estaban los dos seguros de que volverían a verse.

El joven de ojos rojos dió un paso hacia atrás, tiró su deku nut produciendo un gran resplandor y salió de aquel lugar.

Miró hacia Death Mountain, una nube de humo rojo cubría el cráter del volcán. Eso no podía ser buena señal ahí debería ir Link para despertar al siguiente Sage...

Y ahí debería ir Sheik antes que él, para darle su apoyo, su ayuda...

Bueno, y eso con el capítulo, espero que les halla gustado, la verdad esque estaba muy inspirada con eso de la ayuda.

Pronto subiré el Cápitulo 5, lo trataré de hacer lo más rápido posible, ya que tengo la inspiración pero ya es muy tarde para seguir escribiendo, necesito dormir. Pero aún así lo subiré apenas lo termine para recompensar lo que me demoré en actualizar.

Chau a todos,

SofiFF.