Y aquí está el capítulo 5 que les dije que iba terminar pronto! Disfrútenlo!
Capítulo 5: Esa gran unión
Una gran amistad, se podría decir, era lo que sentía Sheik en esos momentos. Lo que le alegraba el díay con la esperanza de que tenía a alguien en quien confiar. Una amistad, la de Link. La había incentivado una alegre despedida, con la promesa de un nuevo encuentro... eso fue lo que hizo más fuertes sus lazos, el cariño que se tenían uno al otro, aunque Link sabía muy poco de Sheik, era alguien en quien podía confiar, alguien a quien decirle amigo...
¿Sheik aprenderá a poder sostener esta oculta amistad¿Por qué cada vez ese cariño que sentía incrementaba sus fuerzas¿Era ese el verdadero poder de la amistad, poder apoyarte en alguien, que tan solo con su recuerdo te permita levantarte del piso y caminar? Ya lo creo que asi diría el Sheikah, porque justo eso era lo que él estaba sintiendo...
Un rocío caía sobre su cara y mojaba los mechones de cabello rubio que escapaban de los vendajes y caían suavemente sobre sus ojos. Estaba tirado en el suelo y acababa de despertar, se sentía confundido y como si le hubieran revuelto la cabeza. Miles de pensamientos lo inunaban y no lo dejaban tranquilo.
Se pasó una mano por su cara y la encontró llena de barro, estaba empapado y había caído a charco de lodo. Intentó levantarse, a lo que resbaló y calló al río que tenía en frente. Así se pudo sacar algo el barro, pero los vendajes le pesaban y tenía el cuerpo entumido por el agua tan fría.
Con gran esfuerzo salió del cauce del río e intentó sacar la mayor cantidad de agua posible de su atuendo, luego de esto, aunque sus piernas casi ni le respondían emprendio su caminata hacia Death Mountain.
Habían sido ya unos tres días atrás que había hablado con Link en el Temple of Time, y desde que había comenzado su viaje hacia las montañas. De seguro aquel chico vestido de verde ya habría viajado en el tiempo unas cuantas veces, pero sin importar el tiempo permanecía su amistad.
Pasado un poco rato, como al medio día el muchacho de misteriosos ojos rojos se detuvo en Kakariko. No había comido hace días, con exepción de algunos frutos silvestres que encontro por ahí, pero aún así era muy poco para la energía que había gastado.
Pasó por el camino principal y vió comocientos de miradas extrañadas lo miraban. Era sierto que Kakariko había sido un pueblo fundado por los Sheikah, pero ya solo quedaba Impa como decendiente oficial y era muy extraño ver uno vivo y caminando entre todos como si no fuera nada.
Sheik los ignoró y solo cogió un emparedado que un mercader le dio como ofrenda, después de eso continuo hacia la subida de Death Mountain.
Rocas caían por el estrecho pasillo de piedra aplastando lo que se cruzara en su camino, arañas gigantes y de color naranja saltaban para atacar al que pudiesen; el camino estaba totalmente custodiado. Sheik no peleo contra nada, armar alboroto era muy peligroso en su situación, por lo que dio un gran salto y subió un buen trecho del camino, ahí ya no caían piedras.
No sabía a donde continuar ya se había hecho oscuro y era difícil ver, solo distinguió entre las sombras una bandera roja que flameaba lijeramente al viento. Decidió seguirla, confiando en que sería una señal y no lo llevaría dirctamente al vacío.
Era cierto, vio frente a el un camino que conducía directamente a Goron City, por lo que lo sigió y se halló frente a la entrada de la legendaria ciudad; muy poca gente podría haber llegado hasta allí por los peligros de camino.
Saltó hacia la planta más baja y ahí vio a un pequeño Goron que lloraba desconsoladamente en el piso.
- ¿Quién se acerca? - gritó el Goron al oír la caída de Sheik. - ¿Un seguidor del Rey del mal?
- Solo soy un Sheikah vagabundo por estas tierras, estoy buscando la entrada al Fire Temple - Le respondió con una voz suave, tal vez ese Goron tenía una información que darle.
- ¿El Fire Temple¡Ahí es donde fue mi padre¡Él está en peligro, por favor ayúdalo! - el goron comenzó a llorar con estridentes gemidos.
- Yo no puedo ayudarlo, pero sé de alguien que sí, su nombre es Link -
- ¿Link?-
- Exacto -
- Mi nombre es Link, mi padre me así puso en honor al destructor de Dodongos y héroe de los Goron. -
- Perdona, pero¿quién es tu padre?-
- Mi padre es Darunia -
Sheik dijo para sus adentros:
- Claro el debe ser el siguiente Sage, debe de haber algo aquí para llegar al Templo-
- ¡Ey¿Sabes algo de él? - le gritó el pequeño en el oído despistándolo de su pensamiento.
- ¿Por dónde se fue tu padre? -
-¿Qué? -
- Que por donde se fue -
- ¿ Pero de que sirve eso ?-
- No importa, solo responde -
- El último lugar donde lo vi fue en su habitación - Respondió el goron de nombre Link algo nervioso.
- Gracias y adiós - dijo Sheik y fue corriendo a la habitación de Darunia, dejando al pequeño solo atrás, a lo que continuó llorando aún más amargamente y su llanto retumbaba en las paredes.
La habitación del rey de los Goron era cálida y acogedora y se sentía un gran calor en una de las murallas.
- Algo debe haber aquí que esté conectado con el cráter y tengo que averiguarlo- pensó el Sheikah.
Empezó a dar toques en las paredes con sus manos hasta que sintión una roca que estaba ligeramente más caliente que las demás. Era un estatua, bien extraña, aunque no tanto comparada con el resto de la habitación.
Sin pendarlo Sheik empujó aquella estatua hacia atrás, con gran dificultad puesto a que era muy pesada. Así dejó al descubierto una entrada a lo que parecía un caverna con distintas plataformas de piedra y al fondo lava en su punto más ardiente, que derritiría cualquier cosa al más mínimo toque.
Fue hasta una plataforma que estaba pasado un puente,desde donde se podía ver el cielo desde adentro del volcán, un maravilloso expectáculo que no muchos vivirían para contar. El podía hacerlo gracias a que su traje podía resistir altas temperaturas, un Sheikah debería estar preparado para todo.
Esperó ahí, en esa plataforma, inumerables horas, hasta que amaneció y volvió a anochecer. Solo hasta entonces apareció una figura entre el vapor que hemanaba el magma caliente de las profundidades. Una figura alta, la persona a la que Sheik había estado esperando tantas horas en aquel sofocante lugar.
La figura se acercó, hasta que el Sheikah la pudo ver claramente y el rostro de el joven de ojos azules se inundó con una mirada de alegre sorpresa. Link estaba contento de verlo otra vez...
Se acercó por el puente y se miraron fijamente uno al otro, una vez más las palabras salían inconcientemente de su boca. Sheik sentía que su cariño por Link aumentaba más y más.
- Link
Lo que siento es algo que crece con el tiempo...
una ... una verdadera amistad...
Un sentimiento en el corazón que incluso incrementa su fuerza con el tiempo...
La pasion de la amistad pronto florecerá en un poder de justicia y moral, y por él sabrás por que camino ir...
te orientará... como lo hizo conmigo...
Esta canción está dedicada al poder del corazón, escucha The Bolero of Fire.
Tocar la melodía, tocarla juntos incrementó aún más esa unión, ese cariño que sentía hacia Link. Incrementaba su amistad, o tal vez algo más, los hacia unirse demasiado, Sheik sentía como si se fundiera con Link y formaran solo uno. Quería estar más cerca de él. La melodía estaba por terminarse y el no quería una despedida.
Se acercaron más y más¿estaría haciendo algo incorrecto¿O sería que el sofocante calor le alteraba su pensar?
Link se acercó más y más¿habría notado algo de Zelda en el Sheikah?
Se acercó aún más, ya estaban frente a frente y demasiado cerca. Al Sheikan su cabeza solo le daba vueltas y lanzaba mensajes de que se fuera, que era peligroso quedarse ahí. ¿De verdad estaría haciendo algo incorrecto?
Link intentó acercarse más, a lo que una lágrima calló por los vendajes de la mejilla de Sheik. Era demasiado peligroso continuar, algo en sus adentros le decía que no lo hiciera. Hizo una barrera de fuego para que Link no se siguiera acercando, había escuchado un horroroso ruido que venía de lo más profundo del volcán.
- Link, esto es demasiado peligroso para continuar, solo entra rápido al templo...
Adios Link... te vere de nuevo...-
Sheik lanzó la deku nut y desapareció detrás de unas rocas, Link continuó y bajó por donde había un agujero en el piso hasta que no se vió nada más de él.
Habría sido algo más lo que los unió, tal vez, algo más que una gran amistad. No, el no podía, ahora era Sheik, no Zelda. Si lo aceptaba los podrían descubrir, y que era más importante para él¿sus sentimientos por Link, o la vida de su pueblo?.
Se adentraba más y más en su confusión, hasta que algo lo hizo despertar.
Algo le había tocado la espalda y ahora le ardía como el magma mismo, mientras una voz grave resonaba en su cabeza...
