Diclaimer: obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad, no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida
Advertencia: En este fic pueden llegar a suceder algunas escenas lemon, léanlo bajo su responsabilidad, Okis?
Síntesis: El agente Potter sé encontró casualmente a una mujer herida, medio ahogada e inconsciente, que al parecer se llamaba Hermione y había perdido la memoria. Él dudaba de la veracidad de la historia de esa mujer… pero algo en su interior le decía que aunque ella no era peligrosa, no podía dejar de desconfiar… más que nada porque estaba haciendo que todo a su alrededor fuera un torbellino de dudas que no sabia como manejar…
"Amor de Medianoche"
Por Lady Verónica Black.
(Reeditado)
Capítulo Cinco
Dos días más tarde, cuando la tormenta al fin ya había amainado, Harry encontró el otro zapato de Hermione. Durante un momento permaneció al pie del barranco examinándolo. Abajo había una pared rocosa de más de diez metros de altura, a unos dos metros justo encima de dónde había encontrado el zapato había un trozo de tela azul marino enganchado en una rama. La tela procedía de la falda que llevaba Hermione la noche que la encontró.
Hermione había caído en ese mismo lugar. Era increíble que no se hubiera matado, o que no hubiese resultado gravemente herida. Sobrevivir a la caída ya había sido suficientemente sorprendente, pero el hecho de que hubiese seguido andando por la orilla del riachuelo hasta caer tan cerca de la cabaña había sido un milagro.
Cerrando con fuerza la mano sobre el zapato, pensó que el terror podía explicar esas cosas; el hacer que una persona cometiera actos que en circunstancias normales parecerían sobrenaturales. Era el mismo terror que hace dos días había visto en los ojos de Hermione cuando la asalto aquel fugaz recuerdo en la cocina.
Desde aquel día no había vuelto a presionarla en busca de información. Lo que entonces necesitaba era descansar. Se había pasado durmiendo la mayor parte de aquellos dos días. Ya le habían desaparecido los dolores de cabeza y la herida estaba curándose bien, lo único que necesitaba era descansar y mucho.
Cuando Harry dejo la cabaña un rato antes, ella acaba de entrar al baño. Al oír el sonido del agua de la ducha se había visto asaltado por el recuerdo de su suave cuerpo desnudo, las sensaciones que despertaron esa imagen en él habían sido tan intensas que lo habían obligado a salir de la cabaña para no terminar haciendo una locura. Había decidido que ya era hora de rastrear los pasos que Hermione había dado aquella noche cuando la encontró en el riachuelo.
Volvió a mirar la cumbre del barranco, la carretera principal pasaba por allí arriba. ¿Habrían arrojado a Hermione de un auto, de manera que luego había caído rodando por el barranco? ¿O había sido una caída accidental? Quedaba otra posibilidad, cada vez más improbable: que fuera una agente, y que todo esto fuera una farsa. Ciertamente requería una gran capacidad para hacer un trabajo como ese además de una gran dedicación, pero existían agentes de ese calibre. Harry había sido uno de ellos. Hombres y mujeres que entregarían su vida por su trabajo. ¿Habría hecho ella un trabajo semejante para luego caer victima de su propio plan?
Pero no iba a conseguir más respuestas quedándose allí todo el día meditando, pensó disgustado. La lluvia ya debía haber borrado todas las huellas de pasos de la cumbre al barranco, pero quizás quedara algo… por pequeña que sea la pista. Podría escalar la pared rocosa o bien volver a la cabaña para acceder a la cumbre por la carretera principal.
La cabaña… el baño…
Al pensar en Hermione, con el agua caliente resbalando por su cuerpo desnudo decidió que la mejor opción por ahora era hacer algo de ejercicio físico y subir a la cumbre del barranco. Ya había dejado el zapato en el suelo y se dirigía hacia la pared de piedra cuando sintió que alguien lo estaba observando. Conocía demasiado bien esa sensación como para ignorarla, era como un escalofrió en el cuello y en la espalda. Con un gesto natural se agacho como si fuera a atarse el cordón del zapato, con la intención de sacar el arma que llevaba en el bolsillo de su chaqueta. Al detectar un movimiento procedente de un árbol cercano, se lanzó al suelo sacando la pistola y gritando con tono imperioso:
-"¡Sal detrás del árbol! ¡Ahora mismo!"
Era Hermione.
-"¿Qué diablos estas haciendo aquí?" –le preguntó Harry bajando el arma y lanzando una maldición mentalmente.
-"Yo…" -Hermione dio otro paso adelante, con los ojos fijos en la pistola-. "…estaba dando un paseo…" -acertó a decir por fin.
Llevaba los vaqueros y botas que él le había traído del pueblo, y también un suéter de él. Era imposible no fijarse en la forma en que los jeans destacaban la redondees de sus caderas y sus largas piernas, o la manera en que su pecho abultaba el insípido suéter verde musgo de él. Harry había pasado dos noches dando vueltas sin descanso en el sofá, imaginándosela en su cama vistiendo solo su camisa.
Hermione se acercó tentativamente a él, y Harry advirtió que aun tenia el pelo húmedo de la ducha, la brisa le agitaba los rizos en torno a su rostro aun ruborizado por la acción del agua caliente y desde su posición podía oler el aroma a jabón además de su aroma natural, lilas. Con un suspiro guardo el arma en su bolsillo.
-"No deberías estar aquí" –le dijo con más severidad de lo que había pretendido.
-"Ya no podía aguantar más estar encerrada en la cabaña, Harry" –repuso ella-. "Esta tan hermoso aquí afuera."
-"¿Y sí alguien te esta buscando? ¿Alguien que tu no quieres que te encuentre? ¿No crees que este seria el primer lugar al que vendrían, donde todo empezo?"
-"No había pensado en eso" –lo miro asustado.
-"Pues deberías empezar a hacerlo, Hermione."
La castaña se dijo que Harry tenía razón, mucha razón. Era estúpido salir a campo abierto sabiendo que alguien deseaba matarla. Y no tenia duda que alguien había intentado asesinarla, como también sabía que podría intentarlo de vuelta. Aunque solo fuera por unos minutos había sentido la necesidad de salir de la cabaña. Había seguido el curso del riachuelo escoltada por Wolf, hasta que el animal se desvió por ir a perseguir una ardilla. Y cuando vislumbró a Harry había sentido el impulso de esconderse detrás de los árboles para mirarlo.
Sabia que había sido una estupidez observarlo de esa forma, pero durante el tiempo que había pasado despierta en la cabaña con él, realmente nunca se había sentido capaz de mirarlo directamente. No al menos sin que él le devolviera de inmediato una mirada fría con aquellos profundos ojos verdes que tenia. Unos ojos que la hacían estremecerse de inquietud y de algo más, algo no del todo desagradable pero su perturbador. Y aparte de aquel intento suyo de acostarse con ella el primer día, pareciese que la ignoraba totalmente. De hecho, Hermione pensaba que con esa salida de alguna manera él había querido alejarse de su presencia.
Instintivamente sabia que nunca había conocido a un hombre parecido. Cada movimiento que hacia, cada palabra que pronunciaba, cada gesto de su rostro, estaba calculada con una determinación impresionante. No era un hombre que confiara fácilmente en alguien, y Hermione intuía que todavía desconfiaba de ella. A veces tenia la impresión de que Harry se resentía con ella por instruirse en su vida, y otras veces parecía divertido con la situación. Y, por encima de todo, la inquietaba aunque también la fascinaba al mismo tiempo.
Hermione observo que él se agachaba para recoger algo. Era su zapato… su otro zapato perdido.
-"¿Lo has encontrado aquí?"
-"¿No te sientes como una especie de cenicienta?" –le pregunto Harry con tono seco después de asentir con la cabeza.
Hermione miro el zapato empapado, lleno de barro y después sus jeans y la ropa que llevaba puesta.
-"Una vez desaparecido el hechizo de la medianoche, querrás decir."
Harry sonrió, algo que rara vez hacia advirtió la joven. "Y mejor que siga así", pensó de inmediato ella, ya que aquella sonrisa le había provocado una extraña especie de estremecimiento interno que no le gusto. Después de examinar el zapato, le pregunto:
-"¿Cómo lo encontraste? ¿Dónde estaba?"
-"Arriba de este barranco pasa la carretera principal que lleva al pueblo, al parecer… te caíste desde ahí arriba."
Hermione levanto la vista apretando el zapato en su mano.
-"¿Yo…?¿Aquí es dónde…?"
-"Donde caíste" –señaló un lugar unos dos metros más arriba de donde estaban-. "Allí hay un trozo de tela de tu pollera, en aquella rama."
-"Eso esta… tan alto…" -susurro.
-"Las rocas estaban húmedas y resbaladizas" –comento Harry, luego de asentir sombrío-. "Debiste haberte deslizado, golpeándote con las rocas y piedras que frenaron tu caída. Allí veo unos arbustos rotos que también debieron haberte frenado."
"Dios mío, ¿Cómo pude sobrevivir a una caída así?", se preguntó Hermione. Al mirar el trozo de su falda en la rama se le helo la sangre. Volvió a revivir las imágenes que la habían asaltado en la cocina un par de días atrás. La voz furiosa, el sabor de la sangre en sus labios, la lluvia…
-"Hermione."
Parpadeo y lo miro. Ni siquiera se había dado cuenta que él la había hecho sentarse en una piedra lisa, para después arrodillarse a su lado.
-"¿Estas recordando algo?" –le preguntó.
-"Nada que no te haya contado antes" –respondió ella después de negar lentamente con la cabeza.
Harry la observo durante un largo rato, como si estuviera pensando con cuidado una delicada decisión.
-"Hermione" –le dijo lentamente, escogiendo cuidadosamente sus palabras-. "Quiero intentar algo, pero tú tienes que estar de acuerdo y confiar en mí."
Algo en sus ojos, en el tono de su voz la hizo estremecerse. Hasta ese momento había confiado en Harry porque era su única opción. Ahora él le estaba permitiendo elegir. Quería que confiara en él voluntaria y completamente. ¿Podría hacerlo?
Sintió un nudo en la garganta al mirarlo y ver su sombría expresión. Si Harry quisiera hacerle daño ella no podría hacer mucho para evitarlo. Seguía estando tan indefensa como cuando la rescato. Si no le había hecho daño hasta ese momento ya nunca se lo haría. Y suspirando lentamente, asintió.
Harry se levanto y la atrajo hacia sí.
-"Cierra los ojos, y pase lo que pase, no los abras."
Hermione hizo lo que le ordenaba. Aspiraba el olor del bosque en torno suyo: a pinos y tierra húmeda. Y a Harry, sentía como su aroma invadía todos sus sentidos. Cuando se acerco más a ella la joven reconoció cual era su aroma característico. Olía a bosque. Luego lo oyó situarse a su espalda.
-"Voy a poner mi brazo alrededor de tus hombros."
Empezó a acelerarse el corazón. Harry estaba recreando aquella noche, intentando abrir una brecha en su amnesia y obligarla a recordar. Sintió su brazo rodeándole los hombros, acercándola hacia su pecho.
-"Esta lloviendo" –le susurro al oído-. "Tienes frío y miedo."
Tenia miedo, aunque desde luego no era porque recordara algo de aquella noche. Era de Harry de quien tenia miedo, o mejor dicho, de sí misma y de la reacción que estaba experimentando al contacto de su cuerpo. Le ardía la piel y respiraba con rapidez. Sentía su cuerpo tenso, y también la leve caricia de los labios de él en la oreja cuando le susurraba.
-"Un trueno..." –añadió con voz ronca- "...y relámpagos. El suelo esta embarrado, es difícil caminar."
Hermione intento concentrarse en lo que le decía, pero estando tan cerca de él le resultaba imposible. Sentía débiles las rodillas.
Sin previo aviso, Harry apretó su abrazo y la atrajo más hacia sí. La joven jadeo confundida ante ese súbito movimiento.
-"Esta oscuro" –dijo él con voz fría-, "y quieres escapar de mí. Sabes que voy a matarte…"
Hermione empezaba a asustarse, forcejeaba con su abrazo pero era demasiado fuerte.
"Mátala… Mátala… Maldita sea, no la dejes escapar… Si es necesario hazlo… Mátala te digo… Mátala…"
La envolvió la oscuridad. La lluvia le azotaba el rostro. Se retorció frenéticamente en los brazos que no la soltaban de su fiero agarre, y grito, grito con toda su alma al verse a sí misma arrastrada de vuelta a un coche azul y sabiendo que la matarían si la alcanzaban. Lo mordió con fuerza, y cuando él la soltó, se volvió rápidamente hacia su agresor… para darle con todas sus fuerzas un rodillazo en la entrepierna.
Harry se preguntó por qué estaba viendo estrellitas cuando estaba en pleno día. También se pregunto porque estaba sentado en el barro, intentando llenar de aire unos pulmones que parecían no funcionarle.
-"¡Harry!"
Oyó a Hermione pronunciar su nombre, pero el dolor era tan intenso que no podía ni hablar.
-"¡Oh, Dios mío, Harry! ¿Estás bien?"
"¿Bien? ¿Qué si estoy bien? ¡Por supuesto que no estoy bien!", se decía él para sus adentros.
-"Lo siento tanto" –se disculpo Hermione terriblemente avergonzada-. "No lo pensé, quiero decir, no me di cuenta… Ay, por favor, perdóname, no quise golpearte…"
Harry aspiró una profunda bocanada de aire y luego parpadeo varias veces. Vio el rostro de Hermione muy cerca del suyo. Sus ojos estaban oscurecidos por la preocupación, y sus mejillas rojas por la vergüenza de la situación.
-"Harry, por favor" –dijo frenética mientras le pasaba una mano por los ojos al ver que este no reaccionaba-. "Háblame, di algo, me estoy empezando a preocupar seriamente... ¿¡Harry!"
-"Estoy bien" –repuso él elevando la voz, aunque le salió más aguda de lo normal-. "Perfectamente bien."
-"Oh no, Harry lo siento."
Se arrodillo a su lado y le acuno el rostro entre sus manos. Harry sentía sus suaves dedos acariciándole tiernamente las mejillas. Ya podía respirar bien y el dolor iba desapareciendo poco a poco.
-"¿Dime la verdad, te he hecho mucho daño?"
A Harry le costaba admitir que le había hecho daño… a su orgullo más que a nada. Dudaba que ella pesara más de cincuenta kilos, y él pesaba el doble que ella además de sacarle más de treinta centímetros de altura. Sin mencionar el hecho que era experto en más de seis disciplinas de artes marciales y que había sido entrenado para repeler cualquier tipo de ataque sorpresa. Podía desmantelar una bomba atómica en dos minutos o desarmar a todo un grupo de agentes él solo, pero… No podía repeler el simple golpe de una mujer. No quería ni imaginar la cara de Ron si se enterara de esto, ni él mismo podría creerlo…
La verdad era que cuando unos momentos antes la abrazo tan estrechamente y sintió su cuerpo unido tan íntimamente con el suyo, no había pensado en nada que no fuera sus largas piernas, su trasero presionando en su cadera, y el aroma de su pelo y piel después de la ducha. El deseo se había disparado dentro de él como un cohete.
-"Estoy bien" –repitió con cierto disgusto.
-"¿Estas seguro?"
-"Te he dicho que sí, Hermione. Si te hace sentir mejor puedes hacerme una prueba para ver que esta todo en orden y que no hay daño. ¿Qué te parece eso?"
-"Definitivamente estas mejor" –replico Hermione, ruborizándose, pero con un deje de enojo en su voz-, "creo que ya estas perfectamente bien."
Retiro las manos de su rostro y empezó a levantarse, pero él se lo impidió.
-"Has recordado algo."
Su tez, ruborizada un momento antes por la vergüenza, se torno pálida. Se sentó a su lado, sobre el suelo alfombrado de hojas y agujas de pino, y suspiro profundamente con la mirada baja y ausente.
-"Es como mirarse en un espejo borroso" –explico al cabo de unos segundos-. "Veo rostros e imágenes incompletas, están difusas… no puedo ver nada definido, es como ver por un lente mal enfocado."
-"Dímelo igual, Hermione. Dime lo que ves."
-"Él me dejo ir cuando lo mordí, luego yo…" -trago saliva, con los ojos llenos de lagrimas- "…me volví y le di un rodillazo con tanta fuerza como pude."
Al advertir que ella empezaba a temblar, Harry tomo una mano de ella entre las suyas, sus dedos estaban fríos como el hielo.
-"Espero que le hallas dado bien fuerte a ese desgraciado."
-"Yo también" –sonrió ella.
Dar o recibir consuelo siempre había sido algo ajeno a Harry, pero cuando vio que empezaba a temblar la abrazo con un movimiento tan natural como respirar. Ella enterró el rostro en su cuello mientras se sujetaba con fuerza de sus hombros. Él sintió la humedad de las lagrimas a través de su camisa.
-"Tengo mucho miedo" –susurro ella.
-"Nadie va a hacerte daño" –le aparto con ternura el cabello de la cara, para mirarla a los ojos-. "No te saque del barro para nada, ¿sabes?"
Sintió que se reía suavemente contra su pecho y después cuando la oyó sollozar, se tenso visiblemente. ¿Qué tenia esa mujer que le hacia desear saltar desde rascacielos y parar las balas con los dientes? Intento decirse que habría hecho o sentido lo mismo con cualquier mujer en una situación semejante, pero sabia que no era cierto. Aquello ya no era un trabajo más. Se había vuelto algo personal. Ella lo había vuelto algo personal.
Incluso en ese mismo momento todavía intento decirse que Hermione no era su problema, que debería llevarla a la policía para que se ocuparan de ella. Pero su instinto le dijo que eso seria un error, que haciendo eso podría firmar su sentencia de muerte.
De repente Hermione se aparto de él, con los ojos aun llenos de lagrimas.
-"Dijiste que era peligroso que saliera de aquí, que alguien podría estar buscándome. Eso quiere decir que podría ponerte en peligro a ti también… debo irme, no puedo quedarme más tiempo aquí."
Se dispuso a levantarse, pero él se lo impidió tomándola suavemente de los brazos.
-"Hermione, no tienes porque preocuparte por mí, soy…"
"¿Soy qué? ¿Un agente especial del gobierno entrenado para combatir todo tipo de terroristas y criminales? ¿Qué por eso soy más que capaz de cuidarme solo?" , se preguntó él mismo. Ella no sólo no le creería, sino que además pensaría que estaba loco. No, todavía no era adecuado desrícelo. Y si no era necesario nunca lo sabría.
-"Soy más que capaz de cuidar de mi mismo."
Hermione sacudió la cabeza, apoyando las manos en el pecho de Harry.
-"Pero no sabes, no puedes estar seguro. No puedo dejar que corras ese riesgo. No por mí."
Sus palabras lo sorprendieron, y al mismo tiempo tocaron una fibra de su ser que, hasta ese momento, había creído muerta. ¿Cuándo había sido la ultima vez que alguien se había preocupado por él?
Hermione lo miro fijamente con expresión seria, y los labios apretados en un gesto de decisión que le fascino. De repente, Harry fue incapaz de apartar la mirada de esos labios. El aroma de ella le llenaba los sentidos, una limpia y suave fragancia que era solo suya, tan dulce como seductora. Luego miro sus ojos, de un castaño oscuro con reflejos dorados, Vio que se oscurecían conforme le sostenía la mirada. Sus labios se entreabrieron como para hacerle una pregunta. Ninguno de los dos se movió. Solo se observaban.
-"¿Qué sucede, Harry?" –le susurro Hermione quedamente, in capaz de desviar sus ojos del verde de su mirada.
Harry no comprendía nada. O quizás no quería comprender. Fuera lo que fuera, una irrefrenable necesidad se imponía a toda lógica. Sus manos se tensaron en sus brazos mientras la joven se inclinaba hacia él.
-"Ni siquiera sabes quien soy" –dijo precipitadamente-. "Ni yo misma se quien soy."
-"No parece que eso me importe" –repuso Harry, y se dispuso a besarla.
Sabía a sol y menta fresca. Hermione deslizó las manos por su pecho y emitió un suspiro tan suave como la brisa que los acariciaba.
"Estoy completamente desquiciado. Decididamente estoy loco", se recriminaba Harry mentalemente. No tenía derecho a besar a aquella mujer, a abrazarla y aprovecharse de su vulnerabilidad. Pero la atrajo más hacia sí y profundizo el beso, completamente desesperado de llenarse de su sabor. De recorrer la suavidad de su boca. Ella le respondió igual o más ávidamente que él, logrando que apenas pudiera apagar en su garganta un gemido de placer ante la suave caricia de su lengua en su boca.
Allí esta otra vez, pensó él. Aquella inocencia tan atractiva como intrigante. Una ternura y sensualidad capaz de volver loco a cualquier hombre. Y cuando Hermione deslizo los brazos por su cuello y se apretó aun más contra él, eso fue precisamente lo que logro: Volverlo completamente loco.
La noción del tiempo o lugar habían dejado de existir para Hermione. Oyó el distante canto de los pájaros y luego el sonido de su propia voz susurrando su nombre: "Harry". Era una desconocida no solo para él, sino para si misma, para su propio cuerpo. Los violentos sentimientos que la asaltaban le eran extraños, aunque familiares, de una forma primitiva e inconsciente los reconocía, como si siempre hubieran estado dentro de ella esperando ser despertados. La asustaba y excitaba al mismo tiempo. Su piel se tensaba ante el contacto del pecho de Harry, y se dio cuenta que ansiaba que él la acariciara por todas partes. El simple pensamiento de sus manos sobre su piel la enloquecía. ¿La habría tocado un hombre antes de aquella forma? ¿Podría haber olvidado un placer tan inefable como aquel?
No solo había perdido la memoria, sino también la cordura, pensó desesperada. ¿Porqué sino respondía a Harry con tanta pasión? Estaba allí con él, como si aquello fuera lo más natural del mundo. Cómo si besarlo y entregarse a él sin reservas fuera lo más natural y lógico en esa situación.
Harry saboreaba ansioso sus labios, insistente, implacablemente. Temblando de deseo, de repente Hermione se encontró yaciendo de espaldas sobre la tierra húmeda, el aroma de las hojas y del bosque llenaban sus sentidos. La beso profundamente, arqueando el cuerpo sobre el de ella, y Hermione se adelanto para recibirlo, abrazándose a su cuello y su espalda con ansias. El deseo se enroscaba y anudaba en su interior, y cuando sintió que Harry deslizaba una mano por debajo de su suéter y rozaba suavemente su pecho con la palma de su mano, aquel nudo de necesidad se tenso en su entrepierna en medio de un exquisito dolor.
Hermione gimió ansiando más, desesperada por tenerlo más cerca, por sentirlo sin la barrera de su ropa, por sentirlo contra ella, dentro de ella. Sus gemidos susurraban suplicas para que se apresurase, para que la tocase. Y cuando Harry beso suavemente la suave piel de su cuello, ya no pensó en nada más, todo fue inconsciente, todo era puras sensaciones, todo era pasión y deseo. Todo su mundo se redujo a las caricias de ese hombre. Todo se redujo a Harry.
De repente Wolf ladro de algún lugar cercano, y Harry entre medio del beso frunció el ceño. Maldiciendo entre dientes al animal se levanto lentamente. Hermione lo miro reclamando con todo su cuerpo y su alma que volviera con ella, que continuara lo que estaba haciendo. Y con un suspiro bastante notorio, Harry la ayudo a levantarse.
-"No debería haber hecho esto" –le dijo él con voz ronca.
¿Qué no debería haber hecho que? ¿Realmente había dicho eso, se pregunto Hermione desviando la mirada, negándose a que viera las lagrimas de vergüenza que inundaban sus ojos. Deseba con toda su alma que la tierra se la tragase en ese mismo momento. ¿Cómo había podido dejarse llevar de esa forma, rodando por el suelo con un hombre al que apenas si conocía, dejando que la tocara y la besara de forma tan intima? Y sí no se hubieran detenido por insistencias de Harry... ¡Ni ella misma sabía que hubiera llegado a hacer!
Pero Harry si lo sabia: era exactamente lo que había deseado hacer… y lo que todavía quería hacer.
-"Será mejor que vuelva" –dijo la joven mientras se sacudía la ropa para que él no viera la forma en que le temblaban las manos-. "Me siento un poco cansada, quiero preparar la cena y…"
-"Hermione" –la tomo de un brazo-. "Lo siento. Esto no debería haber sucedido. Perdí el control, y... lo siento mucho."
"Que no haya sucedido ya es lo suficientemente malo", pensó ella. Suspiro lentamente y retiro el brazo de su agarre, sintiendo que su piel volvía a arder bajo su simple toque.
-"Yo también lo siento, Harry. No te he causado más que problemas desde que me trajiste a tu casa. Encontrare una manera de compensarte por todas las molestias que te provoco, te lo prometo."
Y se marcho antes de que él pudiera responderle, o que sus fuerzas le flaquearan y se pusiera a llorar como una niña delante de él.
Harry se quedo mirando confundido como se marchaba… había estado muy cerca, muy cerca de caer en un abismo que hacia mucho se había prometido no volver a ver. Había perdido el control, algo más fuerte que su razón lógica lo había manipulado, y eso era algo que no se permitía en su vida. No si quería seguir vivo. No si quería ayudarla.
Continuara…
Notas de la Autora:
Hola a Todos! ¿Cómo les va? Como verán me he apurado en actualizar para dejarles el capítulo antes de las fiestas, o por lo menos es lo que intente. Espero que les guste el regalito que les doy para navidad.
Sobre este capítulo hay cosas que hablar, como verán empieza a complicarse la trama pero esta vez por culpa de Harry y Mione, de ahora en adelante su relación será de lo más complicada lo cual les hará más difícil el descubrir el pasado de nuestra pequeña suertuda. Les advierto que de acá en adelante empezaran a aparecer alguna escenitas un poco lime, solo aviso para que aquellos que no les gustan estén precavidos.
En este momento no tengo sus reviews conmigo y siéndoles sinceros subo este capi mientras me estoy arreglando para dar un final, así que les pido disculpas a todos los que me escribieron por no haber podido responderles debidamente, prometo hacerlo en la próxima, Okis? Se que alguno de ustedes me había pedido que haga pasar a Harry una situación vergonzosa o algo así, en este momento no me acuerdo el nombre (gomen¬¬), pero espero que te halla gustado la pequeña situación en la que lo puse, en verdad pensé que le podía pasar y como para este Harry su reputación de súper agente es importantísimo creí que seria muy humillante que una niña lo derrumbara de un golpe, tu dime que opinas, al igual que los demás. Sus sugerencias me dan muchas ideas así que por favor díganmelas!
Ahora si, les deseo una muy feliz navidad, año nuevo o lo que sea que festejen!
Att. Lady Verónica Black
PD:"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Sirius Black! ¡¡Los hombres más tiernos y sexys que hay!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!
(FUI YO SOLA O A USTEDES TAMBIEN LE DIERON GANAS DE MATAR A WOLF CON SU ADORABLE Y OPORTUNA INTROMISIÓN?)
