Diclaimer: obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad, no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida

Advertencia: En este fic pueden llegar a suceder algunas escenas lemon, léanlo bajo su responsabilidad, Okis?

Síntesis: El agente Potter sé encontró casualmente a una mujer herida, medio ahogada e inconsciente, que al parecer se llamaba Hermione y había perdido la memoria. Él dudaba de la veracidad de la historia de esa mujer… pero algo en su interior le decía que aunque ella no era peligrosa, no podía dejar de desconfiar… más que nada porque estaba haciendo que todo a su alrededor fuera un torbellino de dudas que no sabia como manejar…

"Amor de Medianoche"

Por Lady Verónica Black.

(Reeditado)

Capítulo Seis

Casi había anochecido cuando Harry volvió a la cabaña. El aire estaba lleno al aroma del bosque y a algo más, algo definitivamente delicioso e increíblemente maravilloso. Se dio cuenta entonces que alguien estaba cociendo pan. Wolf lo siguió a la cabaña y, olfateando, enfilo rápidamente hacia la puerta de la cocina que estaba en la parte trasera de la cabaña. Para ese animal la lealtad dejaba de tener sentido cuando se trataba de comida, pensó Harry sacudiendo la cabeza divertido, sin duda alguna en eso los machos no diferían mucho fueran de la especie que fueran. No era que lo culpara por ello, sí él no se hubiera comportado de una manera tan estúpida aquella tarde se habría apresurado a correr tras Wolf.

Pero se había comportado de manera estúpida e inmadura con ella. Hermione estaba sola, se sentía vulnerable y confundida. Ella se había vuelto a él en busca de ayuda, no para que la sedujeran y la utilizaran. En algún lugar tenia una vida, una familia, y talvez un novio o marido. Él no tenia ningún derecho a aprovecharse de su persona o de su inocencia.

Y Hermione erainocente. Había advertido su inexperiencia aquel primer día que ella se despertó y la toco. Y tanta era su inocencia que había disparado el deseo de Harry por ella de una manera casi animal. Había cometido un error que no tenia intención de repetir. Una vez que consiguiera de Ron el informe de las huellas dactilares la enviaría de vuelta a su casa, a donde quiera que perteneciera, junto a los suyos.

-"¿Harry?"

Lo llamo desde la cocina, y Harry se sorprendió al darse cuenta de la forma en que se le aceleraba el pulso a escuchar el sonido de su voz. Él nunca había tenido una casa, un hogar al cual volver, un lugar donde alguien lo recibiese con los brazos abiertos… nunca había tenido una mujer en su vida que lo esperase con una sonrisa al termino de cada día.

Sintiendo un extraño calor en su pecho, se dio cuenta que en ese momento estaba sonriendo.

Pero su sonrisa se evaporo. Hermione, como aquella cabaña, era algo temporal. Cualquier otra cosa era una pura fantasía. Un fuego acogedor y el aroma del pan casero eran lujos que no podía permitirse. Se dispuso a volverse, pensando en salir para que el aire fresco le aclarara la mente. Pero cuando vio a Hermione en el umbral de su cocina, ya no pudo hacerlo.

Se había sacado el suéter y se había vuelto a poner su camisa blanca, con las mangas enrolladas hasta los codos, que le quedaba gigante haciendo un claro contraste con sus ajustados pantalones azules. También se había cambiado las botas por un par de gruesas medias grises. Al verla allí, con su mirada tímida y las mejillas ruborizadas, se quedo tan impactado como si lo hubieran golpeado con un mazo.

-"La cena ya casi esta lista" –dijo con tono vacilante-. "La serviré después de que te laves."

Harry asintió y, cuando ella desapareció en el interior de la cocina, fue al baño a lavarse las manos y peinarse un poco el cabello, acción que obviamente tal como esperaba no tuvo un buen resultado. Al volver a la cocina, la vio colocando un plato de zanahorias frente a un plato lleno de carne asada condimentada. Junto a la puerta trasera Wolf estaba ocupado devorando la comida que le había preparado.

-"No tenias porque haber echo esto" –le dijo Harry, acercándose a ella.

-"Necesitaba hacer algo" –replico Hermione, apresurándose a desviar la mirada-. "No solamente me has salvado la vida, Harry, me has curado las heridas, has cuidado de mí, y me has dado de comer. Ahora que ya estoy mejor, lo menos que puedo hacer es prepararte una comida decente."

Harry tuvo por un momento un breve y lascivo pensamiento acerca de varias cosas que Hermione podría hacer para agradecerle, y ninguno incluía preparar comida.

-"Tengo una torta de chocolate terminando de hacerse en el horno, estará lista en un par de minutos" –se apresuro a decir ella-. "Espero que te guste el puré de papas, aunque me ha salido demasiado grumoso porque no sabia si tenias batidora eléctrica, y no quería que pensaras que estabas fisgoneando en tus cosas, pero la carne y las zanahorias estaban en la heladera y…"

Mientras sacaba la torta del horno Hermione continuo hablando sin cesar acerca de la preparación de la carne, pidiendo disculpas por adelantado porque lo más seguro es que le hubiera salido muy seca y que a ella no le importaría que no la comiera. Durante su precipitada explicación había evitado cuidadosamente mirarlo a la cara, Harry se dio cuenta que estaba muy nerviosa al notar el temblor de sus manos y la manía constante que tenia de morderse el labio inferior. Y Sabia perfectamente porque estaba nerviosa.

En un impulso, Harry la tomó de la mano cuando ella acababa de poner una jarra de juego en la mesa. La joven se tenso de inmediato ante su contacto.

-"Hermione" –le dijo con tono suave que no sabía que tenia-. "Creo que será mejor que hablemos acerca de lo que sucedió estar tarde, o sino ninguno de nosotros podrá disfrutar de la cena."

-"Lo siento" –repuso ella luego de asentir con la cabeza-. "No se que fue lo que me paso, de verdad lo lamento mucho."

Harry la miraba asombrado. ¿Acaso le estaba pidiendo disculpas ella a él?

-"Estoy segura de que yo antes no era así" –continuo-. "Quizás el golpe que me he dado en la cabeza me convirtió en una mujer lasciva, en algún tipo de ninfomanía o pervertida."

"¿Una mujer lasciva? ¿Ninfomanía? ¿Pervertida?", se repitió Harry incrédulo. Era evidente que estaba hablando en serio, pero tuvo que hacer grandes esfuerzos para contener la risa. Había conocido a muchas mujeres 'lascivas' y 'pervertidas' en su vida, y definitivamente Hermione no encajaba con ese tipo de mujer. Se preguntaba que cara pondría ella si le confesaba que nunca en su vida una mujer, lasciva o no, le había echo perder el control sobre si mismo de aquella forma, que había estado a punto de tomarla allí mismo en el bosque, a pesar de que sabia que lo más seguro es que perteneciera a otro hombre, a pesar de que no tenia derecho a hacerlo…

-"Hermione, mira, estas equivocada…"

-"Ya lo sé. Yo… yo pensé que querías besarme. Pensé que vos… bueno que tu querías, que estabas ehhmm..." –se interrumpió ella ruborizada.

-"¿Qué yo estaba qué?""

-"Ya sabes" –desvió la mirada a la vez que apenas emitía un suave murmullo-. "Excitado."

Mientras contemplaba sus labios, Harry no deseba otra cosa que acercársele más a su cuerpo y demostrarle cuan correcto era lo que decía. Que ella llevaba toda la razón al pensar eso, porque aun ahora, a pesar de haber transcurrido horas del episodio, aun sentía su sangre correr rápidamente por sus venas, como el calor se apoderaba de su mente hasta dejarlo prácticamente ciego a razón alguna.

-"Me lance sobre ti como una loca" –Hermione cerro los ojos y exhaló un largo y profundo suspiro-. "Ni siquiera quiero pensar lo que estarás pensando de mí."

Obviamente, pensó sorprendido Harry, no podía imaginárselo. Y si la abrazaba en ese mismo momento, poco campo quedaría para la imaginación, ya que lo que estaba pensando estaba siendo más que notorio en su cuerpo. Pero aquel día ya había aprendido la lección, y sabía que si volvía a hacerlo ya no podría detenerse, a pesar de las consecuencias, no podría detenerse.

-"Hermione, no estoy acostumbrado a explicar o justificar mis acciones, y menos que nada a disculparlas" –repuso él con tono firme-. "Pero quiero que me escuches con atención" –deslizo un dedo bajo su mentón y la obligo a que lo mirara a los ojos-. "Eres una mujer muy hermosa…"

-"No tienes que decirme esas cosas para que me sienta mejor, Harry."

-"Deja ya de interrumpirme, Hermione. Eres una mujer preciosa, te lo creas o no, eres muy hermosa y NO te has lanzado sobre mi como una loca. Yo también queria besarte."

-"¿En serio?" –Hermione lo miró fijamente con sus inocentes ojos castaños.

"Dios mío, que no me mire de esa manera", rezo en silencio el ojiverde.

-"Queria besarte, y hacerte muchas cosas más" –explico mientras le acariciaba lentamente la mejilla con el pulgar ya incapaz de contenerse a tocarla-. "Pero entiende que no puedo hacerlo."

-"¿No puedes?"

-"No."

Harry aspiró aquel aroma tan particular de Hermione, un aroma que suscitaba una reacción casi dolorosa en él. Su piel tenia el tacto de la seda bajo sus dedos, y estuvo a punto de volver a perder el control cuando vio que ella se le acercaba lentamente. "La seducción perfecta", pensó entonces, y ese pensamiento llego acompañado de la duda. Hermione era demasiado perfecta. Era como sí una computadora hubiera analizado sus fantasías para modelar con ellas a la mujer de sus sueños. Una mujer fuerte, valiente, pero a la vez tierna y dulce; inocente y apasionada. Una mujer con la que se podía sentir cómodo. Una mujer en la que podía confiar,

"Pero yo no confió en ella… yo…"

Él no podía confiar en nadie, e incluso si pudiera hacerlo eso no cambiaria nada. Ella no se iba quedar con él. No podía quedarse con él. Suspiro pesadamente y dejó caer la mano a un lado.

-"Hermione, tu te iras pronto. Si antes te hubiera hecho el amor o si lo hiciera contigo aquí mismo… solo estaría aprovechando de ti. Te proporcionaría un alivio físico, un momento placentero. Y sea lo que sea que piensas de ti en este momento, estoy seguro que acostarte con un hombre solo por tener sexo no es algo a lo que estés habituada. Y al final, cuando recobres la memoria, terminarías odiándome por haberme aprovechado de tu confusión."

"Lo he hecho otra vez", pensó Hermione entristecida. "Otra vez me he comportado como una idiota". Se estaba abalanzando sobre él como si fuera una ninfomana. Casi tenia miedo de recuperar la memoria y recordar que tipo de mujer era o debía ser.

-"No, por supuesto que no" –murmuro-. "Solo estoy un poco… desorientada con todo lo que esta pasándome, eso es todo" –avanzo torpemente y se sentó frente a la mesa-. "¿Porqué no comemos esto antes de que se enfríe?"

Harry se sentó frente a ella y se sirvió un plato, aparentemente su apetito estaba poco afectado por la reciente conversación que habían mantenido. Comió con avidez, y cuando probo el pan fresco que había hecho ella, incluso emitió una exclamación de deleite.

"Al menos le gusta mi comida", pensó Hermione suspirando disimuladamente. Pensó en prepararle más adelante un pollo al ajillo con una crema francesa que lo tumbaría de espaldas. Sonrió ante la imagen, pero de repente se quedo inmóvil. Se le nublo la vista y un pesado y sordo dolor le atravesó la cabeza. ¿Cómo había adquirido ese talento para cocinar?

"Una cocina… Manteles de encaje blanco… muebles de pino… cortinas azules... Lilas en la mesa..."

-"¿Hermione?"

Oyó que la llamaba Harry, pero no se movió.

-"¿Qué es?" –le dijo él con tono suave-. "Dime lo que estas viendo…"

-"Mi… casa" –susurró-. "Mi cocina... Mi salón. Equipaje… me voy a alguna parte… de viaje."

-"¿A dónde?"

Hermione cerró los ojos. El dolor le punzaban las sienes.

-"¿Las montañas?" –respondió, pero luego negó con la cabeza-. "No... Al mar."

"Había guardado en el bolso un traje de baño de dos piezas rosa brillante. Acababa de regar las plantas… llamaban a la puerta… ¿su taxi? Fue a abrir pero se detuvo al oír un bajo y profundo gruñido…"

-"¡Hermione!"

Abrió los ojos y oyó que volvían a llamar a la puerta. Pero en esa ocasión no era en sus recuerdos, alguien estaba llamando a la puerta de la cabaña. Wolf gruño de nuevo y Harry le ordeno con un gesto que se calmase.

Harry estaba muy serio y tenso cuando se volvió a ella para decirle:

-"Quiero que te quedes aquí, no hagas nada. No te muevas ni hagas ruido. ¿De acuerdo?"

Ella lo miro con los ojos muy abiertos y después asintió lentamente. Harry cerro la puerta de la cocina. Temblando, Hermione se acercó a la puerta y la abrió un par de centímetros para poder ver lo que ocurría en el salón. Harry tomo su arma de la repisa de la chimenea y se la guardo en la cintura del pantalón mientras la tapaba con los bordes de la camisa, antes de abrir la puerta.

La joven no podía ver al recién llegado porque se lo impedía la gran figura de Harry. Sólo pudo oír una voz que le resultaba ligeramente familiar.

-"Buenas tardes, señor. Siento molestarlo, pero me estaba preguntando si usted habría visto a esta mujer."

Con el aliento contenido Hermione observó cómo Harry tomaba la fotografía que le ofrecía el desconoció y la examinaba con detenimiento.

-"¿Quién es?"

-"Hermione Malfoy" –contesto el hombre-. "Mi esposa."

Continuara

Notas de la Autora:

Buenas a Todos! Como se habrán dado cuenta este capítulo es muy cortito pero no sabia como alargarlo… además sirve para dejarlos con la idea de lo que va a pasar en el próximo capi.

¿Qué les pareció? ¿Qué creen que pueda llegar a pasar ahora? Me gustaría saber que piensan de la trama y como se va desenvolviendo.

Bueno yo los dejo, MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SUS REVIEWS! Por ustedes he escrito y lo seguiré haciendo. Nos vemos, cuídense.

Att. Lady Verónica Black.-

"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Sirius Black! ¡¡Los hombres más tiernos y sexys que hay!"

¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!