Diclaimer: obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad, no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida

Advertencia: En este fic pueden llegar a suceder algunas escenas lemon, léanlo bajo su responsabilidad, Okis?

Síntesis: El agente Potter sé encontró casualmente a una mujer herida, medio ahogada e inconsciente, que al parecer se llamaba Hermione y había perdido la memoria. Él dudaba de la veracidad de la historia de esa mujer… pero algo en su interior le decía que aunque ella no era peligrosa, no podía dejar de desconfiar… más que nada porque estaba haciendo que todo a su alrededor fuera un torbellino de dudas que no sabia como manejar…

"Amor de Medianoche"

Por Lady Verónica Black.

(Reeditado)

Capítulo Nueve

-"Hazme el amor…" –le dijo suavemente al oído-, "...déjame ser por esta noche ser tuya, por favor Harry, hazme sentir mujer…Harry, hazme el amor.

-"No tienes idea lo que me estas pidiendo" –repuso él con el cuerpo tenso y la mirada sombría.

-"Por eso es exactamente que te lo pido" –Hermione delineo suavemente los labios de él con la punta de los dedos-. "Quiero saberlo. Quiero que me enseñes."

Harry no se movió, ni dijo nada, y la joven se convenció que había perdido la batalla. ¡Y no podía culparlo! Las lagrimas empezaron a asomar en sus ojos cuando lentamente se aparto de él.

-"No me deseas. Yo… yo lo siento, Harry. Te he puesto en una situación comprometida… otra vez."

¿Qué NOla deseaba, se preguntó atónito Harry. La deseaba tanto que le era imposible hablar o moverse. Antes, cuando descubrió que se había ido, estuvo a punto de enloquecer de la angustia. Al imaginársela sola en el bosque de noche se había puesto frenético. La gente se vivía perdiendo en las montañas, y muchas veces para siempre, además estaba lleno de peligros y animales salvajes. De no haber sido por Wolf, quizás no la hubiera encontrado nunca. O quizás lo hubiera hecho Draco Malfoy antes.

Por otra parte, Harry recordó que no había lugar para ella en su vida. Un hombre con su trabajo no podía tener esposa, ni hijos, ni siquiera amigos, porque ellos serian el primer objetivo de cualquiera que quisiera dañarlo, y en su trabajo se ganaba un enemigo a diario. El peligro era demasiado grande. Estaba seguro que no le había salvado una vez la vida para causársela indirecta y eventualmente siguiendo más tiempo a su lado.

Para Harry era demasiado tarde para cambiar de vida, pero no para Hermione. Todavía tenia muchas cosas que hacer y ver, y muchos sueños que cumplir. En un momento pensó en todas esas cosas que podrían hacer juntos, todo lo que él podría enseñarle… ¡NO! Al día siguiente la enviaría con Ron, con él estaría segura hasta que él arreglara cuentas con Malfoy. Estaría mucho mejor lejos de él.

"Entonces, solo nos queda esta noche, ¿verdad?"

El recuerdo de las palabras de Hermione le aceleraban dolorosamente el corazón. La miro en ese momento, descubriendo el dolor en sus ojos castaños. La piel le brillaba a la luz del fuego, una piel más suave y delicada que un pétalo de rosa. Reflejos dorados y rojizos bailaban en sus rizos castaños. Incapaz de resistirse coloco un mechón de pelo tras su oreja, luego la observo como contenía el aliento mientras deslizaba las puntas de los dedos por el lóbulo de la oreja, y después por la mejilla, dejando la palma de la mano sosteniendo su acalorado rostro. ¿Qué no la deseaba? La deseaba tanto que le resultaba difícil hasta respirar.

-"Hermione, ahora estas cansada y confusa. Mañana veras las cosas diferentes, y..."

-"Veo las cosas" –froto delicadamente su mejilla contra la áspera palma de Harry- "mucho más claras de lo que las he visto en toda mi vida. Malfoy estuvo a punto de matarme, Harry. De no ser por ti, habría muerto."

-"¿De eso se trata?" –los dedos de él se tensaron-. "¿De gratitud?"

-"No, te estoy diciendo que la vida ahora tiene un nuevo significado para mí. Cada momento es importante, es precioso. Y ahora mismo, estar aquí contigo es mucho más importante y valioso que cualquier otro momento de mi vida. Sé que no soy muy buena en esto" –dijo en tono suave"-, "y tampoco pretendo serlo. Pero quiero estar aquí, contigo, aunque sea solo por esta noche."

"¿Qué no es muy buena en esto?", Se pregunto incrédulo Harry. Su inocencia, su falta de astucia, lo excitaban más que la mujer más seductora y experimentada del mundo.

-"Realmente no eres consciente de lo hermosa que eres, ¿no?" –le preguntó tomándola del mentón.

Avergonzada por su cumplido, Hermione bajo la mirada con timidez. Harry contemplo como un ligero sonrojo aparecía en sus mejillas y como sus ojos brillaban por un simple elogio. La deseaba tanto, la deseaba como nunca había deseado a otra mujer.

En ese mismo momento, ella levanto la mirada hacia él. La inocencia que antes había visto en sus ojos había desaparecido, y en su lugar había un brillo pícaro y atrevido que le paralizo el corazón. Se acercó más a Harry, y su perfume a lilas, su aroma característico, la envolvió como una red de hilos de seda.

-"Hazme el amor, Harry" –susurro-. "Por favor, hazme tuya."

Sus suaves ruegos acabaron con el poco autocontrol del agente. Soltando una maldición la atrajo hacia sí, enterró las manos en sus cabellos y le echo la cabeza hacia atrás. Vio que sus ojos, de un tono castaño cobrizo, estaban oscurecidos y brillantes por el deseo. Tenia los labios entreabiertos, invitándolo, tentándolo, torturándolo…

Y la beso.

Todo pensamiento racional y sensato desapareció de la mente de Harry. Podía sentir la misma urgencia salvaje en el beso de ella. Sentía sus pechos apretados contra su pecho, sentía como se endurecían por el deseo, deseaba tanto sacarle la ropa y hacerle el amor, tanto como ella le había pedido… pero también quería conducirse lentamente y apreciar cada segundo. Porque sabia que aquello no duraría toda la vida. Y quería poder recordar cada detalle.

Hermione le echó los brazos al cuello acercándolo y apretándola más a su cuerpo, y él pudo oír el suave murmullo de satisfacción que sintió cuando la abrazo por la cintura con un brazo y con la otra la enredaba en sus cabellos. Harry profundizo el beso y ella respondió ansiosa, entusiasta.

La tomo en brazos y la apoyo en la mullida alfombra de piel que estaba frente a la chimenea, los dos se abrazaban y besaban apasionadamente, concientes solamente del uno del otro.

Harry comenzó a darle besos en todo el rostro, arqueándose hacia él Hermione gimió de placer al sentir su lengua en el arteciopelado lóbulo de su oreja.

-"Harry" –murmuro sin aliento-, "Harry… hay algo más mmm… que mmm debo contarte."

Harry seguía deslizando sus labios por su cuello, deleitándose como el cuerpo de ella se estremecía ante su más leve caricia.

-"¿Hmmm?" –respondió aunque, realmente no estaba escuchándola.

-"Harry, yo… soy virgen."

De repente el ojiverde se quedó inmóvil, luego levanto lentamente la cabeza y la miró a los ojos. El corazón de Hermione latía acelerado, no solo por el deseo sino por el temor a la reacción de él después de la confesión que acababa de hacerle. Por un momento leyó la pasión en los ojos, pero el autocontrol que antes había logrado romper, apareció de nuevo. Harry emitió un suspiro y se incorporo.

-"Hermione" –empezó a decir eligiendo cuidadosamente sus palabras-, "tienes veintitrés años."

La chica asintió.

-"Y el hombre que murió, Marcus, dijiste que era tu novio."

-"No, yo dije que éramos amigos muy cercanos e íntimos. Fue Malfoy quien pensó que éramos novios, pero Marc bueno él no…" -sintió que se ruborizaba-, "… bueno… solo éramos amigos."

Harry continuo mirándola fijamente, con una expresión de asombro, deseo y vacilación.

-"Quieres decir que vos nunca…"

-"No, nunca. Tuve algunas citas, pero nunca encontré al hombre adecuado. Me gustaba salir de vez en cuando con Marc porque nunca me presionaba. Me sentía cómoda con él" –desvió la mirada-. "Siempre había planeado perder la virginidad en algún momento, pero estaba tan ocupada cuidando a mi abuela, estudiando y trabajando, que simplemente nunca se dio la ocasión…"

-"Maldita sea, Hermione" –Harry levantó los ojos al cielo-, "perder tu virginidad no es como hacer un viaje o matricularte en una clase."

-"Pues para mí si lo era" –replicó con un suspiro-. "Por supuesto, como cualquier otra mujer, soñaba con conocer a alguien maravilloso, casarme y vivir feliz para siempre con esa persona, pero por alguna razón sabía que eso no me sucedería a mí."

-"Todavía puede sucederte" –repuso él apretando los labios enojado-. "Aun eres muy joven y puedes conocer a ese alguien especial. Por el amor de dios, Hermione, ¡Tienes veintitrés años no cien!"

Hermione lo miró, deslizando sus dedos por su espeso cabello azabache. Y vio que se le tensaba la mandíbula ante aquella caricia.

-"Harry, ya no me importa el pasado, sino el presente; solo el aquí y el ahora. Cualquier cosa que me pase en el futuro lo afrentare en ese momento, pero ese día quiero recordar esta noche contigo."

Harry le sujetó la muñeca con fuerza. Ni le aparto la mano ni la cerco más a sí mismo, simplemente la miro con fijeza por lo que a ella le pareció una eternidad. Un relámpago baño el salón con su luz plateada, seguido del retumbo de un trueno. La lluvia seguía cayendo en un ritmo uniforme. Hermione observo su rostro, el juego de las sombras proyectadas por el fuego en sus duros rasgos. Y su intensa mirada esmeralda pareció envolverla.

-"Aquí y ahora, como vos decís, no hay ningún 'casarse y vivir felices, para siempre'. Conmigo, no lo hay. ¿Podrás soportarlo al día siguiente? ¿Qué pasara mañana cuando todo esto halla acabado?¿Cuándo tengas que irte?"

Hermione se dijo que si podía soportar perder a Harry, entonces podría soportar cualquier cosa.

-"Me gustas mucho, Harry" –extendió una mano para acariciarle la mejilla, y se acercó más a él-. "Me gustas mucho más de lo que me ha gustado alguien en toda mi vida."

Se inclino para besarlo, pero seguía sintiéndolo tenso y rígido. La decepción y el miedo la hicieron dudar. Sí él la rechazaba ahora, no podría soportarlo.

-"Bésame" –murmuro sobre sus labios-. "Hazme el amor."

Hermione pudo sentir como Harry tensaba los dedos de la mano con la que aun le sujetaba la muñeca, y la miraba con los ojos entrecerrados. Una especie de gruñido bajo y gutural escapó de su garganta, acelerándole el corazón.

Luego Harry se movió con tanta rapidez, arrastrándola hacia él y besándola en los labios, que ella apenas si tuvo tiempo de pensar. El deseo exploto en su interior y lo único que puedo hacer fue sentir un calidoscopio de colores, sonidos, sabores y sensaciones que la hacia flotar en una nube de éxtasis excepcional. El placer que había sentido instantes antes se había convertido en una dolorosa necesidad.

Se arqueó contra él en busca de una mayor cercanía. Se sentía débil y poderosa al mismo tiempo. Poseedora de un poder que ningún hombre había conocido antes, un poder que nadie más volvería a conocer. Para ella, solo existía Harry.

Inclinándose sobre su cuerpo él la besaba sin descanso, deslizando sus labios por su boca, por su rostro y por su cuello, descendiendo cada vez más hasta que desabrochó los primeros botones de su camisa, impaciente Hermione empezó a subirle la camiseta con manos temblorosas, la tensión que sentía en los músculos de su espalda era increíble, Harry se separo unos segundos de ella y se saco la camiseta de un rápido tirón sobre su cabeza y volvió rápidamente a capturar la boca de la castaña.

Hermione bajo el rostro para besar suavemente la piel de su cuello y sus hombros mientras sus dedos acariciaban la espalda que antes ansiosa había tocado. Cuando saboreo con la lengua el cuello de él, Harry gimió y la beso con mayor pasión, mientras ella lo abrazaba fuertemente por el cuello.

-"Hermione…" -preguntó con voz ronca-, "¿estas segura que no has hecho esto antes?"

La joven froto su mejilla sobre su fuerte cuello y sonrió.

-"Sí ese hubiera sido el caso, estoy segura que lo recordaría. ¿No crees?"

Harry comprendió que nunca olvidaría sus caricias, sus besos, su cuerpo asombrosamente suave, su dulce y femenino aroma a lilas. Una avidez y un deseo tal que nunca había soñado que existieran crecían implacablemente en su interior, amenazando con disolverlo y llevarlo a la locura.

Le había preguntado a ella si podría soportar el día siguiente, pero… ¿y él? Fue en ese momento cuando ella lo acarició de vuelta, y todo pensamiento coherente desapareció de su mente.

Con un gruñido, la acuno bajo su cuerpo luchando por conservar un poco de control hasta el ultimo instante. No quería que sintiese miedo, el simple pensamiento que pudiese hacerle daño lo aterrorizaba.

-"Hermione" –dijo con voz vacilante-, "esta es la primera vez para mí también."

Ella se lo quedo mirando fijamente, confusa.

-"¿Nunca has hecho esto antes?"

-"Sí lo he hecho antes..." –le sonrió graciosamente-. "Lo que quiero decir es que nunca he estado con… esto es, nunca…"

-"¿Nunca has hecho el amor con una virgen?" –terminó ella por él.

-"Eso es" –Harry se preguntó porque tenia la extraña sensación de que los papeles estaban invertidos, de que era ella quien le estaba enseñando a él-. "No estoy muy seguro de cómo va a hacer esto para ti, pero si en algún momento quieres que pare o algo, por favor dímelo… aunque me cueste la vida hacerlo te juro que lo haré, la verdad no se como…"

-"Harry…" -murmuro Hermione-, "hay algunas cosas que una mujer sabe no solo con la mente y el cuerpo, sino con el corazón" –le acaricio el cabello-. "Y yo sé, con todo mi corazón, que esto será increíble."

-"No quiero lastimarte, no se como hacer para no lastimarte. Dios sabe que no quiero hacerlo."

Hermione sintió una desbordante ternura por aquel hombre tan fuerte que reprimía tan valientemente su propio deseo por temor a dañarla. En ese momento lo amó más que nunca. Los ojos se le llenaron de lágrimas y acarició aquella cabeza que se apoyaba en su hombro.

-"No me lo harás, cariño. No te preocupes por eso."

Hermione lo abrazó más fuerte contra sí, entreabriendo los labios cuando él la beso con ternura. Un anhelo que nunca sintió lo invadió, una necesidad que iba mucho más allá de poseer el cuerpo de Hermione, un anhelo de poder poseerla por completo.

Harry saboreo en sus labios el whisky que había bebido poco antes, y el dulce contacto de su lengua le acelero el corazón. Mientras tanto, ella deslizaba sus manos por los hombros y su cuello, enredándolas luego en su oscuro cabello. Ninguna mujer le había hecho sentir tanto placer con unas simples caricias, ningún sueño o fantasía había sido tan placentero.

Hermione gozaba con cada nueva sensación. Parecía como si la tormenta hubiera entrado a la cabaña, dentro de sus cuerpos. Se estremecía con el poder y el placer que le recorría cada célula de su cuerpo, una energía que nunca había sentido la hacía querer llenarse de él. Se movió bajo él ansiosa e impaciente, deseando desesperadamente poder sentir sus manos sobre su piel, sobre todo su cuerpo. Harry seguía deslizando su boca por su rostro y su cuello , transmitiéndole pequeñas corrientes eléctricas que traspasaban todo su ser. La joven respiraba rápida, aceleradamente y un anhelo procedente de lo más profundo de su alma fue creciendo hasta convertirse en dolor.

-"Por favor, Harry, tócame…" -murmuro, segura que moriría sino lo hacia.

De repente él se arrodillo, arrastrándola consigo. Hermione jadeó ante el inesperado movimiento, pero antes de que pudiera formular una protesta, él la beso con ardor. La cabeza le daba vueltas, podía sentir su cuerpo derritiéndose de placer, y se tambaleó cuando él la apartó un poco para poder mirarla.

El deseo y la pasión oscurecían la mirada de Harry mientras terminaba de desabrocharle la camisa. Hermione contuvo el aliento cuando rozo con sus dedos su estomago, quería ayudarlo, pero descubrió que no podía mover los brazos. Harry seguía desabotonando lenta, tranquilamente, cada botón para aumentar su excitación.

Al fin la prenda se deslizó de sus hombros y de un rápido movimiento Harry la despojo del corpiño para luego mirarla fijamente. Ningún hombre la había visto antes de aquella forma. Hermione era plenamente conciente de lo vulnerable que estaba frente a él, pero no tenía ningún temor. Quería conocerlo todo, experimentar toda una vida en una sola noche. No tenia tiempo para mostrarse tímida o cohibida, cada minuto, cada segundo era precioso para ella. Podía oír como Harry contenía el aliento, sentir como se estremecía. Y cuando él bajo la cabeza para deslizar los labios por su suave piel, gimió gozosa.

Por un momento Hermione pensó que no era posible sentir tanto placer. Harry cerro los labios sobre un endurecido pezón, besándolo suavemente. Algo exploto en su interior y se arqueó contra él, enterrando sus manos en su pelo y gimiendo de placer. Harry la sostuve de la cintura casi levantándola del suelo, mientras con su boca obraba magia en su piel, obrando el milagro de que todo a su alrededor dejara de existir.

Un exquisito dolor la atravesó concentrándose entre sus piernas. Pero no era suficiente, quería, necesitabamás. Deslizó las manos por los duros músculos de sus brazos, sentía su piel cálida y húmeda bajo sus dedos. Cuando bajo las manos hacia el borde de sus pantalones, Harry dio un respingo.

-"¿Hice algo mal?" –le pregunto ella, retrayéndose.

-"No, preciosa, no has hecho nada mal" –froto levemente su mejilla sobre su pecho desnudo.

Entonces Harry se irguió y los dos se arrodillaron frente a frente, piel contra piel. Hermione suspiraba de placer, pero todavía no era suficiente. Se apretó contra él rodeándole el cuello con los brazos, y pudo sentir la excitación de él sobre su vientre. De inmediato comenzó a mover las caderas contra su cuerpo de forma instintiva, con un ritmo más antiguo que el mismo tiempo.

Harry se movió de nuevo con rapidez y de repente Hermione se sintió tumbada de espaldas de nuevo. Arrodillado frente a ella, con la respiración acelerada y la mirada ardiente, empezó a sacarse rápidamente los pantalones, quedándose en ropa interior.

-"Harry…" -susurro su nombre, llamándolo. Podía ver un extraño fuego ardiendo en sus ojos.

El sonido de su nombre en sus labios casi le hizo perder el dominio de sí mismo. Sentía unas ansias tan intensas, tan poderosas, que tuvo que cerrar los puños para contenerse. Aunque quería desesperadamente estar dentro de ella, perderse en su interior en ese mismo instante, sabía que no podía hacerlo. Con un resto de fuerzas que a él mismo le sorprendió, inspiro profundamente y dejo caer los brazos a los lados de su esbelto cuerpo.

Hermione yacía como una diosa frente a Harry, la luz de la chimenea bailaba en su piel desnuda, ardiente y sonrosada. Sus pechos subían y bajaban ante su acelerada respiración, y su sedoso cabello desprendía reflejos dorados, rojizos y plateados, sus labios entreabiertos anhelantes, ligeramente rojos por sus apasionados besos.

-"Eres lo más hermoso que he visto en mi vida" –pronuncio con voz ronca, incapaz de sacar la vista de la mujer que se estaba entregando.

Hermione sonrió tímidamente y desvió su mirada.

-"No" –susurro Harry-. "Mírame, no me rehuyas, Hermione."

Volvió a levantar la mirada hacia él, con los ojos brillantes y las mejillas sonrosadas. Inclinándose, Harry la besó en los labios a la vez que deslizaba las manos por su cuerpo, acariciando cada centímetro de sus pechos antes de bajarle lentamente el cierre de la pollera. Podría haber levantado sencillamente la prenda para hacerle el amor, pero quería verla totalmente desnuda bajo su cuerpo, saber que cada rincón de su cuerpo iba a ser recorrido por sus manos. Con un hábil movimiento le sacó la falda.

Harry le acaricio delicadamente la curva de la cadera e introdujo los dedos bajo su ropa interior para deslizarla a lo largo de sus piernas. Con el corazón acelerado contempló su cuerpo antes de tenderse sobre ella y besarla tiernamente en los labios, en el cuello y los pechos. Sus manos subían y bajaban por su cintura hasta su cadera, pero cuando él deslizo sus manos delicadamente por entre medios de sus piernas, acariciándole el centro de su feminidad con un dedo, Hermione arqueo su cuerpo hacia él susurrando su nombre.

-"Relájate, preciosa. Sólo disfruta" –le pidió Harry mientras besaba y saboreaba su cuello.

Hermione se movía contra él, estaba húmeda, cálida y tensa, y Harry ya no podía esperar más antes de perder el poco control que aun le quedaba. Rápidamente se despojo de su ropa interior y se colocó sobre ella.

-"Me detendré cuando tu quieras" –le dijo precipitadamente y muy nervioso-. "Aunque me mate, lo haré."

-"Sí te detienes seré yo quien té mate" –repuso Hermione con una sonrisa traviesa.

Sonriendo nerviosamente, Harry entro lentamente en ella. Un relámpago ilumino entonces el salón, seguido de un trueno que hizo estremecer el tejado. Hermione pudo ver la fiera y salvaje expresión de él en el momento que la penetraba. El sudor le corría por la frente y sus rasgos se tensaban, los ojos brillaban y su boca se entreabría ligeramente. Una urgente y arrebatadora necesidad la consumió. Aferrándose a él con piernas y brazos, sus cuerpos se fundieron por completo.

Aunque el dolor solo duro un instante, Hermione no pudo reprimir un quejido de dolor.

-"Perdón... perdóname, Hermione. Soy un bruto, un animal" –musitó consternado.

-"No... no" –repetía ella feliz, besándole tiernamente la mejilla apoyada en la suya.

La respiración de él era cada vez más agitada pero aún continuaba inmóvil temiendo causarle más dolor. Ella, intuyéndolo y consciente del supremo esfuerzo que realizaba, comenzó a moverse bajo su cuerpo al tiempo que le acariciaba la espalda y los brazos, invitándolo así a que la poseyera plenamente.

-"No... no te muevas. Es... espera... te voy a lastimar" –rogó con voz ahogada.

Pero ella no podía dejar de moverse llevada por las locas ansias de satisfacer el anhelo que surgía cada vez más poderoso en su interior.

-"¡Oh, Dios! Hermione... Hermione" -gimió él derrotado.

Sus ardientes labios tomaron la boca femenina en un beso apasionado, posesivo, y comenzó a moverse lentamente dentro de ella. Los gemidos de la castaña, ahogados por la boca de él, se iban incrementando con cada impacto. Él le susurraba tiernas palabras en el oído que ella apenas si lograba comprender por la emoción que la embriagaba.

Harry se movía lenta, delicadamente, antes de que la tensión alcanzara un punto febril, insoportable. Hermione correspondía con igual ardor a cada caricia, movimiento y besos. Les sorprendía que su contacto suscitará la misma respuesta en él que el suyo en ella. Deslizó las manos por sus músculos, disfrutando la forma que gemía de placer ante sus caricias. La tensión en sus cuerpos se incrementaba cada vez más rápido, con más fuerza…

-"¡Harry!"

Su cuerpo ardía y se convulsionaba incontroladamente hasta que algo pareció explotar en su vientre provocándole sucesivas oleadas de indescriptible placer que se extendieron por toda ella durante interminables minutos. Agotada y casi desvanecida, perdida en una suave nube de felicidad, apenas oyó los roncos gemidos de él cuando alcanzó el clímax segundos después que ella.

Ambos seguían abrazados fuertemente, ella enterrando su rostro en su cuello y respirando entrecortadamente. Resultaba imposible hablar, permanecían escuchando el respirar del otro y el repiqueteo de la lluvia contra los cristales.

Cuando empezó a sentir frío, Hermione se estremeció. Harry tomo la manta de lana del sofá y la extendió sobre sus cuerpos rendidos mientras se abrazaban frente al fuego. La joven quería hablar, pero ninguna palabra le parecía adecuada para explicar lo que había sentido. Hacer el amor con ese hombre había sido la respuesta a mucha de sus preguntas, había despejado misterios, realizado fantasías y espantado miedos. Se sentía ligera, completa, llena de vida. Se sentía como una mujer.

Sorprendida de su propia audacia, deslizo los dedos por su fuerte pecho, pos su plano estomago, por sus musculosas piernas. Harry suspiro al sentir su caricia, y la abrazó más fuerte por la cintura para atraerla hacia él.

-"Eres sorprendente" –le comentó acariciándole el lóbulo de la oreja con la nariz y dándole un suave beso en la mejilla.

-"¿Yo?" –Hermione se estremeció ante la caricia de él-. "¿Qué es lo que he hecho de sorprendente?"

-"Realmente no lo sabes, ¿verdad?"

-"Pues no, dímelo tu."

-"Nunca he conocido a nadie como vos, Hermione" –Harry levanto la cabeza para mirarla a los ojos.

"En toda mi vida he conocido una mujer tan hermosa y especial como tú.", quiso agregar él, pero por alguna razón no pudo.

-"Eso no tiene que ser necesariamente algo bueno" –repuso ella entrecerrando los ojos y frunciendo levemente el ceño.

-"Pues sí que es bueno, preciosa, muy bueno" –la beso en el hombro-. "Eres más que buena haciendo el amor… eres condenadamente buena."

Emocionada y divertida por su cumplido, se apretó más contra él.

-"Con que te referías a eso… pues tu también eres bueno."

-"¿Ah, sí?" –repuso él arqueando una ceja.

-"La verdad creo que más que bueno…" –le susurro a centímetros de su rostro-. "Condenadamente bueno, diría yo."

-"Eres una vampiresa" –repuso él riendo.

-"Claro que no, pero sí piensas eso…" –Hermione con una sonrisa, se lanzo juguetonamente hacia su cuello y le dio un suave mordisco.

Harry no pudo más que suspirar de placer, y reír por las cosquillas que ahora ella le hacia con la punta de los dedos en su estomago.

-"Señorita Hermione Jane Granger, eres una mujer peligrosa."

"¿Peligrosa?", se preguntó ella. Se sentía encantada con esa descripción de si misma, por más ridículo que sonara, le gustaba. Ella no era una mujer de mundo, pero con Harry, casi podía creérselo. Y por una sola noche, se lo creería.

En lo más profundo de su alma, sabía que algo había cambiado en ella para siempre. Nunca volvería a ser la misma persona que antes. Suspirando, lo beso en los labios con toda la pasión que él le había hecho despertar.

Sabía que se marcharía al otro día, que tal vez nunca volvería a verlo. Pero todavía quedaba varias horas para que la noche terminara, y pretendía aprovecharla minuto a minuto.

Entre besos y caricias ambos volvían a convertirse en uno solo. Aquella noche marcaría un antes y un después en sus vidas, de ahora en más esa unión que se había formado entre ellos los ayudaría a superar los obstáculos que vendrían en los días siguientes. Por unas horas disfrutarían el uno del otro, pero sin saber que al otro lado del bosque una alta figura daba por terminada su búsqueda, y que eso pondría en peligro su momentánea felicidad.

-"Sí, señor. Ya la hemos encontrado."

-"¿Estas seguro, Malfoy? Porque no quiero más equivocaciones de tu parte"–respondió una fría y silbante voz al otro lado del teléfono.

-"Sí, señor. No se preocupe por nada… prometo no volver a decepcionarlo, el plan se dará por finalizado mañana temprano, tal como habíamos planeado."

-"Eso espero, Malfoy. Porque no aceptare más fallas de tu parte, sabes que no soporto a los inútiles y no me gustaría tener que deshacerme de tus servicios."

-"No tendrá que hacerlo, señor. Para mañana a esta hora, Hermione Granger estará muerta."

-"Más te vale por tu vida que así sea, Draco Malfoy" –dijo la persona del otro lado del teléfono lentamente con su voz aguda -. "Esa chica debe morir, si revelara nuestro secreto… 'nuestras damas' estarían en problemas, y bien sabes que si eso pasa, nada bueno te va a pasar a ti, ¿si lo sabes, no, amigo Malfoy?"

-"Claro que lo sé, señor. No se preocupe más por eso, mañana terminare lo que no pude hacer la otra noche" –respondió con voz vacilante el rubio.

-"Eso espero, Malfoy. Eso espero… "

El sonido de la línea colgada fue lo único que se escuchaba en ese momento en la lujosa habitación de la cabaña Kramer.

"Mañana, maldita zorra, morirás…. Te juro por mi vida, que morirás"

Continuara….

Nota de la Autora:

Hola Gente Bonita! ¿Cómo les va? ¿¿Sus cosas bien?¿¿ Su casa bien? ¿¿La vida bien? ¿¿Todo bien? (Vero Black que sigue con la adrenalina a mil y dice muchas tonterías sepan disculpar las futuras locuras dichas por su desequilibrada mente).

Nuevo capítulo de "Amor de Medianoche", creo que tal vez me precipite un poco en publicar tan rápido pero estoy muy ansiosa por saber que opinan de esta escena, y estoy segura que más de uno queria leerla. Espero que halla gustado y que no me halla salido muy vulgar ni muy pervertida, si es así pido disculpas y prometo hacerlo diferente en escenas futuras de este tipo.

Desde ya les agradezco muchísimo por todos los reviews que me han dejado, si no fuera por ellos no me habría dado tanta prisa, cada vez que me conecte y leo uno de sus comentarios se me pone una sonrisa automática de oreja a oreja y me pongo súper happy, hasta algunos dicen que parezco medio tonta por andar tan feliz por eso, pero es que me gusta tanto saber sus opiniones, hipótesis, sus ideas, hasta sus criticas me gusta escuchar…. Así que como les digo siempre, GRACIAS, MUCHÍSIMAS GRACIAS A CADA UNO DE USTEDES POR DEJAR REVIEWS, Y TB MUCHAS, MUCHÍSIMAS GRACIAS A LOS QUE SE TOMAN EL TIEMPO DE LLERLA, EN FÍN… GRACIAS MIS AMADOS LECTORES! Me gustaría poder hacer como hago haciendo desde hace unos capis y responder uno a uno sus reviews, pero por falta de tiempo hoy no podré, espero comprendan y que no por esto me dejen su adorado review en este capitulo.

¿¿Qué piensan de la ultima escena? ¿¿Quién será el tipo que amenaza a Draco (saben que le puse así a mi perrito… jajaja comentario fuera de tema este sorry jeje ) ¿¿¿De verdad Malfoy sabe donde esta Hermione o solo lo hace para no discutir? Qué pasara en el próximo capítulo? Pues yo sé que va a pasar y si ponen muchos reviews, puede que ustedes tb lo sepan rápido muajajajaja (que mala que soy ¬ ¬ ¬).

Nos vemos y se me cuidan mucho, Los quiero mucho!

Att. Lady Verónica Black.-

"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬)! ¡¡Los hombres más tiernos y sexys que hay!"

¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!