Diclaimer: obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad, no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida
Advertencia: En este fic pueden llegar a suceder algunas escenas lemon, léanlo bajo su responsabilidad, Okis?
Síntesis: El agente Potter sé encontró casualmente a una mujer herida, medio ahogada e inconsciente, que al parecer se llamaba Hermione y había perdido la memoria. Él dudaba de la veracidad de la historia de esa mujer… pero algo en su interior le decía que aunque ella no era peligrosa, no podía dejar de desconfiar… más que nada porque estaba haciendo que todo a su alrededor fuera un torbellino de dudas que no sabia como manejar…
"Amor de Medianoche"
Por Lady Verónica Black.
(Reeditado)
Capítulo DiezCon la mandíbula tensa y agarrando el volante con fuerza, Harry conducía su jeep recorriendo como una bala la polvorienta carretera que conducía a su cabaña. La tormenta se había ido en mitad de la noche y el camino estaba cubierto de numerosos charcos, que él no hacia nada por evitar, salpicando agua y barro en todas las direcciones posibles.
Se maldijo a sí mismo por haberse ausentado tanto tiempo de la cabaña. Miro su reloj por enésima vez en esa ultima hora y volvió a insultarse, eran más de las diez de la mañana. Su intención había sido estar de vuelta para las nueve para poder sacar a Hermione cuanto antes de las montañas, pero la conversación que había mantenido por teléfono con Ron se había prologado demasiado. Además había tenido que ayudar a la señora Wells, la profesora del pueblo, que había pinchado una rueda en el camino.
Sin embargo, no tenia verdaderos motivos para preocuparse por su retraso. Lo primero que había hecho nada más entrar al pueblo había sido seguirle el paso a Malfoy, y lo había encontrado desayunando tranquilamente con sus amigos en el café del pueblo. Cuando Harry termino de hablar con Ron desde una cabina que se encontraba frente a la oficina de correos, había visto que el auto del rubio seguía estacionado frente al café.
El nombre de Draco Malfoy había puesto en marcha todo tipo de alarmas en la cabeza de Ron cuando consulto su expediente en el FBI. Su experiencia de nueve años en su trabajo para el gobierno no era de ninguna manera excepcional, pero había ido ascendiendo puestos a base de mostrase servil con sus superiores y de desembarazarse de todos aquellos que se interponían en su camino, Hermione entre ellos. Por lo que se refería a ella, había manipulado archivos informáticos para crear una identidad y un negocio ficticio. El agente tenia cuatros denuncias por uso excesivo de fuerza y dos por abuso de poder, pero todas las denuncias habían terminado siendo archivadas.
Pero Harry seguía sin saber porque perseguía a Hermione. La conexión era, indudablemente, Marcus Burke. Evidentemente, el hombre había descubierto algo que no debía saber sobre Malfoy. Harry estaba más que seguro que el periodista había sido asesinado para asegurarse de su silencio, y Malfoy temiendo que Hermione pudiera saber algo, se había dedicado a silenciarla también. Cuando cayó por el barranco Malfoy debió haber pensado que había muerto, pero al no haber podido encontrar su cadáver en ningún lado, se propuso asegurarse que en verdad había muerto.
Con una triste sonrisa, Harry pensó que ese tipo había subestimado a Hermione Granger, y no tenia ninguna duda de que en estos momentos él debía estar más que furioso con la castaña. Pero Malfoy no contaba con que ella no estaba sola, él lo detendría antes de que encontrara a Hermione. Lo mataría con sus propias manos antes de que volviera a tocar un cabello de su… de Hermione.
En ese instante un conejo se atravesó corriendo por la carretera, y Harry dio un brusco giro al volante para no atropellarlo. El jeep se balanceó de un lado, pero a los segundos recupero el equilibrio. Se obligó a concentrarse en el camino, conciente de que no podía perder más tiempo.
Pero le resultaba imposible dejar de pensar en ella. En sus largas y esbeltas piernas entrelazadas con las suyas, en sus suaves suspiros, en sus susurros ahogados y en sus dulces caricias. O en la forma que la sintió temblar cuando entro en ella. Aun sorprendido recordó que el también había temblado en ese momento, había sentido tantas cosas en ese instante que le fue imposible reprimir ese espasmo en su cuerpo. Ninguna otra mujer lo había afectado tanto, ni le había hecho sentir tantas emociones más halla del plano físico, porque debía reconocer que en todo el acto no había dejado de pensar en ella, pero no solo en su perfecto cuerpo sino también en la hermosa persona que era. Estaba más que seguro que ninguna otra mujer lograría hacerle volver a sentir tantas cosas como ella.
En un momento de locura, pensó en llevársela consigo, simple y llanamente, a un lugar donde nadie los encontrara, donde nadie los conociera, donde nadie conociera sus pasados. Quizás, solo quizás, podría vivir entonces como un hombre normal. En ese perfecto mundo de sueños tendría una casa propia que decoraría y cuidaría junto a ella, un trabajo normal, y la tendría a ella siempre a su lado, cada día y cada noche. Le podría hacer el amor todas las noches…
No, aquel mundo perfecto no era real y nunca lo seria para él. Él había decidido mucho antes de conocerla un camino que seguir, y ya no podía dar marcha atrás al tiempo. Además, alguien en algún momento los encontraría, al igual que habían encontrado a Tom y Jenny. La agencia lo reclamaría para "un último trabajo", y ese trabajo podría costarle la vida a Hermione. Y ese era un riesgo que nunca iba a correr. Nunca podría hacerle eso a ella, la vida que había escogido él no era la que ella merecía.
Además, Hermione no sabía quien era él en verdad. No sabía como se ganaba la vida. No sabia las cosas que tubo que hacer a lo largo de los años, las culpas que lo perseguirían de por vida y que a veces no lo dejaban conciliar el sueño. No, ella no lo sabía… Y tampoco necesitaba saberlo. Una vez que se encargara de Malfoy y sus amigotes, Hermione volvería a su vida normal. Volvería a su pequeña casa con un jardín repleto de flores, a su humilde trabajo en la biblioteca, a sus clases en la universidad, a sus amigos… y tal vez podría encontrar a algún chico que…
Ese pensamiento le dolió más que si le hubieran clavado un cuchillo en medio del corazón. Que otro hombre la besara, la tocara, que le hiciera el amor, que pasase con ella el resto de su vida, que compartiese todos sus momentos junto a ella, que…
De repente la carretera se difumino frente a él y lo vio todo rojo, los nudillos se le pusieron blancos de tanto apretar el volante y sus ojos desprendían fuego negro. Se maldijo en silencio por ser tan estúpido, se estaba comportando como un novio adolescente celoso e inmaduro. Respiro profundamente y parpadeo varias veces para aclararse. Tenia que dejar de pensar en ella, su simple imagen en su mente lo perturbaba y le hacia perder el control y la mente clara. Y Malfoy no era ningún idiota y podía adelantarse a su próxima jugada, Harry no podia permitirse ni un pequeño error cuando la vida de ella estuviese en juego. Tendría que alejarla de él en todos los sentidos, sino ella seria la perjudicada.
Unos pocos minutos y llegaría a la cabaña. Tendría que sacarla rápidamente de allí. Ron había enviado a un par de sus agentes de confianza para que se encontrara con ellos a las afueras de Pinewood. Tan pronto como Hermione estuviera a salvo, iría a darle su merecido a Malfoy y sus hombres. Entrecerró los ojos y sonrió maliciosamente, ya casi podía saborear ese momento.
Apago el motor. Una columna de humo salía de la chimenea, y a lo lejos podía oír los aullidos de Wolf. Decidido, se dirigió hacia la puerta. Tenia que llevarse a Hermione cuanto antes a un lugar seguro y separarse para siempre de ella. No tenia otra opción. Era su felicidad o la de él. Y ante todo ella estaba primero.
Abrió de golpe la puerta y la cerró a sus espaldas con el pie. El nombre de Hermione murió en sus labios cuando sintió el frió contacto del cañón de un revolver en la nuca. Se quedo rígido al instante.
-"Bienvenido, señor Potter" –dijo Draco Malfoy sentado en una silla junto a la chimenea, Hermione se encontraba sentada a sus pies, con los ojos enrojecidos por las lagrimas-. "Su encantadora esposa y yo lo estábamos esperando. Por favor pase y reúnase con nosotros."
O o o o O
Hermione contempló horrorizada como el hombre que estaba detrás de la puerta desarmaba a Harry y lo empujaba hacia el centro de la habitación. Había querido avisarle, gritarle que huyera, pero Malfoy le había jurado que si lo hacia le pegaría un tiro entre ceja y ceja antes de que él comprendiera el mensaje. El tercer hombre, Goyle, aquel al que le había mordido la mano, permanecía al lado de la puerta de la cocina, en ese momento la miraba fijamente, con la boca convertida en una fina línea mientras acariciaba el cañón de su revolver.
-"Usted es Draco Malfoy, si no recuerdo mal" –comento Harry con tono indiferente.
-"Creo que podemos dejar la obrita de teatro para otro momento, ¿no le parece, Potter?" –dijo irritado el rubio. Al ver que el moreno solo lo miraba interrogante, añadió: - "Me refiero a su divertida historia de los recién casados. Incluso la mesera del café del pueblo le pareció increíble que el solitario Harry Potter acabará de casarse."
-"Estaba en el pueblo cuando me marche" –repuso Harry sin inmutarse ante el tono irritado del hombre.
-"¿Sabe lo que más me gusta de la gente de Pinewood?" –dijo Malfoy, con una sonrisa divertida-. "Son unas personas tan abiertas y amistosas… Especialmente esa camarera, Lucy, sino me equivoco. Cuando le comente que se nos había averiado el motor y que éramos amigos suyos, sin pensarlo nos ofreció su coche. Imagínese eso, a unos completos desconocidos..."
-"Lo siento, Harry" –intervino Hermione con los ojos llenos de lagrimas-. "No los oí llegar y…"
-"¿Porqué no toma asiento, señor Potter…" –Draco le señalo el sofá- "…mientras hablamos?"
-"Prefiero permanecer de pie, si no le molesta."
-"Como quiera. Estoy seguro que a mis hombres tampoco les importara. Los blancos móviles siempre son más excitantes" –Malfoy acaricio con una mano el cabello de Hermione-. "Y la señorita Granger y usted han sido un desafío muy excitante. Algo sorprendente, pero muy cierto."
Hermione se tenso ante el contacto de las manos del rubio. Un peligroso brillo apareció en los ojos verdes de Harry mientras miraba fijamente a Malfoy. Luego desvió la vista unos segundos hacia Hermione, y ella vio una fugaz y casi imperceptible muestra de ternura en sus ojos.
-"¿Estas bien?" –le preguntó.
Ella asintió, aunque se había llevado un susto de muerte. La habían sorprendido entrando por la puerta de atrás cuando se encontraba limpiando la cocina.
-"Por supuesto que esta bien. Bueno aparte de este pequeño golpe aquí, y aquí..." –Malfoy deslizo un de sus pálidos dedos por la mejilla izquierda de la chica, corriendo unos mechones de pelo y revelando la piel ligeramente roja de la chica. Después fue bajando la mano por el brazo e intento levantarle la camiseta, pero la chica de un brusco movimiento le aparto la mano-, "bueno, al parecer la señorita no me deja mostrarle el golpe que debe tener ahí también, estoy casi seguro que debe tener una linda mancha violeta bajo la tercer costilla izquierda. Pero al parecer nos quedaremos con las ganas de ver si es verdad."
-"¡Te juro que te acordaras de esto toda tu vida, Malfoy!" –dijo Harry con un tono mortalmente frío.
Indiferente a su amenaza, Draco sonrió divertido.
-"Intentar escapar fue una locura, eso solo hizo enfurecer más a Goyle. Me temo que esta un poquito molesto por ese mordisco que le dio la señorita Granger la otra noche."
-"Ah, claro, Goyle" –exclamo Harry, volviéndose hacia el sujeto, para sonreírle con frialdad-. "A propósito, ¿qué tal las joyas de la familia?"
"Dios santo, ¡Harry, basta!", le grito Hermione en silencio, mirándolo fijamente. ¿Porqué los estaba provocando de esa manera? ¿Qué podría ganar con eso, más que un tiro en la cabeza?
-"Ahora" –intervino Malfoy- "tengo algunas preguntas que me gustaría que me respondiera, preguntas como: ¿porqué el señor Potter acogió a una desconocida en su casa y mintió para ocultar su presencia?" –desvió la mirada hacia el dormitorio con una sonrisa burlona-. "A no ser, por supuesto, que la acogiera también en su cama.""
Cuando Harry no respondió, el hombre que se encontraba tras suyo haciendo guardia en la puerta principal lo golpeo en la nuca con la culata del revolver. Harry se tambaleo hacia delante pero continuó sin abrir la boca, simplemente se froto la zona adolorida mientras miraba silenciosamente a Malfoy. El tipo se disponía a golpearlo de vuelta.
-"¡No!" –gritó Hermione-. "Él me encontró en el río, yo estaba inconsciente y me trajo aquí. Cuando me desperté tenia amnesia. Ni siquiera recordaba mi nombre."
-"¿Amnesia?" –Malfoy emitió una carcajada semejante a un ladrido-. "¿Esperas que en verdad me crea eso? Esto no es una telenovela, querida."
-"No me importa lo que crea o deje de creer" –dijo Harry, y el hombre que se encontraba detrás suyo le volvió a pegar en la nuca con más fuerza todavía. Harry volvió a tambalearse, en esa ocasión cuando se toca la zona agredida con indiferencia, vio que los dedos estaban llenos de sangre.
-"¡Déjenlo, por favor! No lo golpeen más, él no tiene nada que ver con esto ¡Por favor!" –Hermione se dispuso a levantarse, pero Malfoy la agarro del pelo de la nuca obligándola bruscamente a sentarse de vuelta a sus pies.
-"Una historia interesante" –dijo sin dejar de agarrarla del cabello, se volvió para mirar fijamente a Harry-. "¿Porqué no llamo al médico o la policía?"
-"Hermione recobro la conciencia por unos instantes" –le explico Harry con voz suave y baja, mirándolo fijamente a los ojos-, "cuando la traje aquí, me convenció de que no llamara a nadie. Me dijo que alguien había intentado matarla. Imagínese mi sorpresa" –añadió, sarcástico- cuando descubrí que se trataba nada más que del respetadísimo FBI."
Malfoy le lanzo una sombría mirada a Hermione.
-"Así que al final si recupero la memoria, señorita Granger."
La joven esbozó una mueca de dolor cuando Draco tiro aun más fuerte del cabello.
"Maldito", exclamaba Hermione para sí misma. Si bien por dentro estaba temblando del miedo, por fuera parecía segura. Había decidido no dejar que ese tipo supiera cuanto miedo le tenia. Levantó el mentón con arrogancia y lo miro fijamente a los ojos
-"En efecto, agente Malfoy. Recuerdo todo."
Con un suspiro Draco la soltó bruscamente, luego se inclino hacia delante mientras se ponía unos guantes de piel.
-"Bueno, entonces supongo que no tardaremos mucho tiempo con esto, ¿verdad?. Hermione, querida, ¿Porqué no nos dices exactamente lo que sabes de Marcus y de la investigación que estaba desarrollando antes de su trágica muerte?"
A la muchacha le entraron unas terribles ganas de pegarle. ¿Cómo podía hablar de Marc en su presencia luego de haberlo matado? ¡Era un maldito cínico!
-"Es un cínico, Malfoy. Usted mato a Marc, al igual que después intento matarme a mí."
-"Veamos, creo que no comprendió mi pregunta" –la expresión del platino se endureció aun más, si eso era posible-. "Le he preguntado que es lo que sabe sobre la investigación de Marcus Burke."
Hermione sabía que Malfoy iba a matarla, y también a Harry, dijera lo que dijera. Por el momento, lo único que podía hacer era ganar tiempo. Miró a Harry, y vio en sus ojos que estaba furioso y capaz de hacer una locura que le costaría la vida. Lo amaba, lo amaba más que a nada en el mundo, y por él iba a ser capaz de todo por salvarlo.
-"De acuerdo" –dijo con una confianza que estaba muy lejos de sentir-. "Le diré todo lo que sé, pero con una condición."
-"¿Una condición?" –el agente arqueo una ceja-. "No creo que este en situación de ponerme condiciones, señorita Granger."
-"Usted quiere que lo ayude, pero para que este seguro que le daré la información correcta, tendrá que soltar a Harry" –ella sostuvo con firmeza la arrogante mirada del agente-. "Lléveme con usted a Los Ángeles y le contare todo lo que sé."
-"Hermione, no…" -exclamó Harry con intención de acercarse a ella.
Hermione sintió una opresión en el pecho al ver que lo golpeaban de vuelta en la cabeza. Con un gruñido, Harry cayó de rodillas al lado de la mesa, luego, lentamente, levantó la mirada hacia Malfoy. La joven leyó la rabia que había en sus ojos, las ganas que tenia de asesinarlo, y comprendió que si se quedaban más tiempo en la cabaña acabarían por matar a Harry.
-"Ya veo" –dijo el agente del FBI-. "Parece que a la señorita Granger el bienestar del señor Potter le preocupa más que su propia vida. Quizás esto funcione después de todo. Ambos se ven tan unidos, bueno, quizás vuelvan a verse en el otro mundo algún día."
Ignorando el creciente dolor que sentía en la nuca, Harry respiraba cada vez más profundamente, estaba perdiendo mucha sangre y el dolor en la cabeza estaba empezando a marearlo. Él le había prometido a Hermione que no iba a permitir que esos hombres volvieran a hacerle daño, y no pensaba dejar de cumplir su promesa. Sentía una profunda rabia en sus entrañas, no solo contra Draco Malfoy y sus hombres, sino también hacia él mismo. Había sido un idiota al caer en su trampa, cualquiera diría que era un inexperto en estos temas. Se dio cuenta que tenia razón al momento de pensar que su relación con la castaña había dejado que sus barreras se bajaran, y el enemigo había sacado provecho de la confusión del ojiverde para adelantarse en las jugadas. Había sido un imbécil al haber subestimado a Draco Malfoy.
Pero con gran satisfacción se dio cuenta que Malfoy también lo había subestimado a él. A juzgar por su actitud, resultaba evidente que lo consideraba una especie de montañista ermitaño, un tipo de campo completamente inofensivo, un hombre al que podría dominar con facilidad. El gorila de detrás de la puerta parecía fuerte, pero era muy torpe. Cuando la situación lo requiriera podría desarmarlo y dejarlo fuera de combate en cuestión de un momento. Con Hermione en la habitación, sin embargo, la situación se complicaba un poco más. Igual estaba seguro de sus habilidades y creía que las posibilidades de fallar, si hacia todo tal cual lo tenia planeado, eran casi mínimas.
Así que cada vez que el tipo lo había golpeado con la culata del revolver, Harry se las había arreglado para acercarse a la mesa disimuladamente, a la mesa en la cual en un cajón tenia guardada un arma.
-"Esta mintiendo, Hermione. Sí o si tiene que matarnos a los dos, no se puede arriesgar a que halla más fallas" –Harry se apoyo en la mesa para incorporarse, mientras que poco a poco iba acercando su mano al cajón-. "No vayas a ninguna parte con él."
-"Realmente tiene un grave problema de confianza con la gente, Potter" –intervino Malfoy sacudiendo la cabeza negativamente-. "La señorita Granger esta perfectamente a salvo con nosotros. Todo lo que tiene que hacer es cooperar, responder nuestras preguntas amablemente y le estaremos eternamente agradecidos."
"Estará eternamente muerta", pensó Harry viendo como Malfoy se levantaba y le tendía la mano a Hermione. La joven lo ignoro y se incorporo ella sola.
-"Harry" –le dijo ella con la voz entrecortada-, "siento tanto haberte tenido que meter en esto… Yo… yo, bueno… no se como agradecerte todo… todo lo que hiciste por mí. Yo… podría haber…"
En ese momento Goyle la agarro con fuerza del brazo y la arrastro hacia la puerta principal.
"Todavía no", se decía Harry observando la puerta abierta. El cajón estaba ya a unos pocos centímetros de su alcance…
Malfoy ya le estaba dando la espalda a Harry cuando una forma oscura, furiosa, entró como un rayo en la cabaña para atacar a Crabbe. El hombre cayó de espaldas, gritando. Sin soltar a Hermione, Goyle apunto con su arma a la criatura y a su compañero.
-"¡No dispares!" –grito furioso Malfoy para hacerse oír por encima de los gruñidos del lobo y de los gritos ahogados del hombre-. "Podrías herir a Crabbe."
"¡Ahora!"
-"¡Hermione!" –Harry ya había abierto el cajón y tenia el arma en la mano cuando ella lo miró-. "¡Agáchate!"
Malfoy se tiro al suelo mientras Crabbe sé volvía para disparar a Harry.
-"¡No!" –exclamó la joven golpeando a Crabbe en el brazo, desviando el disparo hacia el techo.
El agente gruñó furioso y empujó a Hermione lejos de sí, haciendo de él un blanco perfecto. Y el disparo de Harry hubiera sido mortal si Goyle, pidiendo ayuda, no se hubiera agarrado a la pierna de su compañero haciéndole perder el equilibrio. Harry apretó el gatillo en el mismo instante que Crabbe caía sobre el animal y su histérico compañero. Harry se abalanzó sobre Hermione, la arrastro bruscamente hacia la cocina, disparando sin cesas a los agentes.
Las balas silbaron cerca de ellos cuando lograron arrastrarse hasta la cocina y salir por la puerta trasera.
-"¡No mires atrás!" –le grito mientras corrían hacia los árboles cercanos a la cabaña-. "¡Pase lo que pase, sigue corriendo Hermione!"
El dolor en la nuca torturaba a Harry como si le estuviesen clavando un cuchillo ardiendo en la cabeza, sentía como poco a poco la tela de la camisa se le iba pegando a la espalda producto de toda la sangre perdida, pero aun así continuo corriendo por el bosque con Hermione de la mano.
-"¡No podemos abandonar a Wolf!" –grito ella.
-"Por ahora no tenemos más remedio que dejar que se las arregle solo, no te preocupes, esta bien entrenado para este tipo de cosas."
"¿Entrenado para ese tipo de cosas?", pensó Hermione sin lograr entender por completo las palabras del ojiverde.
Malfoy y sus hombres gritaban furiosos a sus espaldas, Harry calculo que debian estar bastante cerca de ellos. Demasiado cerca.
Era demasiado arriesgado volver hacia el jeep, y la cabaña más cercana estaba a kilómetros de distancia, Hermione nunca podría llegar tan lejos a ese paso, y Malfoy los alcanzaría en cuestión de minutos. Solo les quedaba un lugar para ir, y aunque Harry no queria llevarla allí no tenia más remedio que hacerlo, era la única salida, aunque por eso tendría que decirle toda la verdad a Hermione.
-"Por aquí" –Harry giro bruscamente hacia la izquierda.
A Hermione le dolía todo el cuerpo, y sentía como si la garganta se le estuviese quemando. Se esforzaba por seguir el ritmo de Harry, pero sentía como sus pies cedían ante su propio peso. Los árboles y los arbustos se desdibujaron delante de ella, y las ramas le azotaban el rostro mientras corrían.
De repente tropezó con una raíz salida de un árbol, y apenas tuvo tiempo de darse cuenta que ya se encontraba de rodillas en el suelo, con Harry tirando de su mano para que se levantara.
-"No… no puedo más, Harry, seguí vos solo… yo, no doy más" –jadeaba Hermione con los ojos llenos de lagrimas.
-"Ya casi llegamos…"-Harry la miro unos segundos, y de golpe se agacho y la tomo fuertemente en brazos-. "Vamos, preciosa, no te des por vencida, falta muy poco."
Harry comenzó a correr con Hermione en brazos, aunque con normalidad esto no hubiera supuesto ningún problema para el moreno, en estas circunstancia la falta de sangre y el golpe que le palpitaba en la nuca le hacia necesitar el triple de sus fuerzas.
Aunque Harry no se quejaba ni decía nada, ella sabia que no se encontraba bien. Lo veía por el tono pálido de su piel, por el latido acelerado de su corazón y el esfuerzo que hacia para no quejarse.
-"Harry, déjame aquí, escapa tu solo, por favor…"
-"Eso nunca, Hermione, te prometí que no dejaría volvieran a lastimarte y eso es lo que haré. Aunque me cueste el ultimo suspiro de vida, te juro que escaparemos de esta" –dijo Harry un poco más seguro al ver la preocupación de la castaña hacia él-. "Además ya casi llegamos, es al otro lado de ese grupo de rocas."
Hermione se preguntó de que estaba hablando, ella no veía ningún grupo de rocas. Todo lo que veía eran árboles, y todo lo que oía eran los gritos de Malfoy y sus hombres persiguiéndolos. Nunca lo conseguirían. Aunque Harry creyera que lo harían, no podrían. Él ya no daba más del cansancio, y apenas si sé podia mantener en pie por su culpa, además se estaban retrasando más de lo debido por tener que cargarla.
-"Por favor, Harry" –sollozo la chica-, "déjame aquí. Yo me esconderé y vos podes ir a buscar ayuda."
-"¿Y perderme toda la diversión?" -rodearon todo el grupo de rocas, Harry la dejo en el suelo y la arrastro hacia la maleza que crecía en la base-. "No quiero hablar más de eso, no te pienso abandonar nunca. Así que deja de molestar con eso, Granger."
Se detuvieron de repente. Hermione ya no podia seguir, aunque sabía que si volvía a decir algo Harry se enojaría con ella, sin duda el chico estaba un poco irritado por la situación. Además aun no podía dejar de escuchar sus ultimas palabras en la cabeza.
"No te pienso abandonar nunca."
Tal vez era una idota por estar pensando en esas cosas en una situación como esa, pero estaba más que feliz por haber escuchado esas palabras de la boca de él. Tal vez Harry si sentía algo por ella, tal vez él…
De golpe el ojiverde metió el brazo entre un espeso arbusto, aparto las ramas y la empujo sin ningún tipo de delicadeza en el interior de una cueva muy bien disimulada.
Sus ojos tardaron unos momentos para adaptarse a la oscuridad. No era una cueva grande, ni siquiera podrían ponerse de pie, pero parecía bastante profunda.
-"Quédate aquí quieta y espérame" –le dijo Harry en voz baja-. "Ahora vuelvo."
Hermione se arrodillo en medio de la oscuridad, inquieta y respirando profundamente. Harry no tardo en reunirse a su lado y volver a esconder la entrada de la cueva con los arbustos, casi bloqueando la entrada de la luz. Luego la llevo al fondo de la oscura galería rocosa, que se encontraba al final de un pequeño recodo, de manera que no era visible desde la entrada.
Cuando ambos se sentaron, y empezaron a respirar más profundamente de lo que podían sus pulmones, se miraron a los ojos. Hermione no pudo reprimir el impulso de arrojarse a sus brazos. Cuando sintió que Harry la rodeaba fuertemente y le acariciaba el pelo para intentar calmarla, ella escondió la cara en el hombro de él y empezó a temblar descontroladamente. Quería llorar, gritar, pero no se atrevía a hacerlo. Tenia la impresión de que si lo hacia no podría detenerse por mucho tiempo.
-"Tranquilízate, Hermione. No podrán encontrarnos aquí" –dijo Harry acercándola aun más a él-. "Estoy seguro que no dejamos huellas visibles."
-"Pero no dejaran de buscarnos nunca, ¿verdad?"
-"No. No pueden permitírselo, dejarnos con vida seria muy peligroso para él. Lo más seguro es que Malfoy traerá más hombres y perros en cuestión de minutos. Nuestra única esperanza es quedarnos aquí hasta recuperar el aliento y ordenar un poco nuestras ideas, solo estamos ganando un poco de tiempo. Lo que me recuerda…" -la apartó un poco para poder mirarla a la cara-. "¿qué mierda era eso de volver con esos tipos a Los Ángeles? ¿Porqué le dijiste a Malfoy que lo ayudarías? ¿Es que no ves que te iban a matar?"
Estaba demasiado oscuro para poder verse el rostro con claridad, pero ella no necesitaba verlo para saber que estaba furioso. Sin embargo había algo más que furia en su voz: una intensa preocupación y… ¿miedo?¿Miedo por ella? La castaña se preguntaba sé Harry se preocuparía realmente por ella, no como un valiente caballero que socorría a la pobre damisela en peligro, sino como algo más…
Pero de pronto se dijo que no podía permitirse seguir teniendo esos pensamientos. La ultima noche había sido maravillosa. Harry se había mostrado tierno y apasionado con ella, aunque no le había dado ningún indicio de que ellos pudieran tener un futuro juntos, ella lo amaba con toda su alma. Además, Hermione se recordaba que no era momento de pensar en sus dramas amorosos. Se estaba imaginando cosas que nunca sucederían, estaba malinterpretando todo. Se estaba imaginando lo que le hubiera gustado que Harry sintiera por ella, que era muy distinto a lo que sentía en realidad. Tal vez él había logrado sentir algo por ella, aprecio, cariño, amistad… pero solo eso, un sentimiento nada profundo que podría olvidar rápidamente si se lo propusiera.
-"No podía permitir que te mataran, Harry" –explico ella con voz temblorosa-. "Tenia que decirles algo, lo que fuera con tal de ganar algo de tiempo."
-"Hermione" –repuso él después de un prolongado silencio-, "puedo cuidar de mí mismo muy bien. Yo, bueno, yo… Prométeme que no volverás a hacer esas cosas por mí, no quiero que te pongas en riesgo de vuelta por salvarme ¿Ok?"
Hermione se dijo que correría cualquier riesgo por él no una, sino mil veces si con eso él estaba a salvo. ¿Acaso no se daba cuenta que ella…? ¿No podía ver que lo amaba? ¿Qué lo amaba como una loca, que para ella lo más valioso era su vida? Resultaba evidente que no, él no parecía importarle sus sentimientos, y ese vacio en su corazón no hizo más que agrandarse. Harry no veía sus sentimientos porque no quería verlos. Porque no quería verse en el compromiso de decirle que no sentía lo mismo que ella. Que no la amaba.
Pero en ese momento no tenia que ponerse a pensar en esas cosas, no era el momento ni el lugar apropiado.
-"Harry…" -le acaricio una mejilla- "…ese hombre, Crabbe, te hizo mucho daño…
-"No te preocupes estoy bien, estoy acostumbrado a los golpes, este no es más que un rasguño mas en mi larga lista de heridas" –le dijo Harry suavemente y con una sonrisa, intentando despejar un poco el clima que había entre ellos-. "Pero me hubiera encantado poder verle la cara que puso ese idiota cuando Wolf se le lanzo encima. Le debo la vida a ese animal."
-"Los dos se la debemos" –en silencio, Hermione le pidió a Dios que el lobo estuviese sano y salvo-. "Esta mañana… ¿pudiste ponerte en contacto con tu amigo?"
-"Sí, me confirmo que Malfoy había manipulado tus datos en la computadora e inventado un negocio ficticio detrás del nombre de Malfoy S.A. Si no lo hubiéramos descubierto él hubiera podido volver a cambiar todos los datos una vez que… Nadie se hubiera enterado de nada."
-"Quieres decir luego de que me hubiera matado" –comento ella, un escalofrió le recorrió el cuerpo.
En ese momento se movieron los arbustos que ocultaban la entrada de la cueva. Harry se quedo rígido, su mirada se endureció de golpe y le puso una mano a Hermione en la boca, mientras escuchaba atentamente. El arbusto volvió a sacudirse, pero no tardaron en descubrir que se trataba de una ardilla.
Harry se relajo y retiro lentamente la mano. Hermione, soltando el aliento que había estado conteniendo, susurro:
-"¿Y Ron? ¿Qué va a hacer conmigo?"
-"Se suponía que nos encontraríamos a las afueras del pueblo" –alejo a Hermione de su cuerpo, dio un par de pasos y se perdió entre la oscuridad de la cueva-. E"videntemente el plan ha cambiado. Después de recoger unas cosas aquí yo mismo te llevare con Ron."
Intrigada por sus palabras, Hermione oyó como tanteaba a ciegas el piso, buscando algo, luego escuchó el ruido de unos botones metálicos y el de una cremallera al abrirse. De repente el rayo de luz de una linterna ilumino el final de la cueva, y vio a Harry apoyado ante una gran mochila negra. Al acercarse a él, vio que iba sacando unos extraños objetos de su interior... por unos momentos se quedo paralizada. ¡Eran armas!
Pero no eran simples pistolas. Eran armas sofisticadas que no habían sido diseñadas para cazar animales o para simple defensa, esas armas eran para tareas especificas. También vio un par de cuchillos, algunos explosivos y un par de cosas que no sabia siquiera que eran. Había una radio, una muda de ropa, algunas latas de comida, una mascara de gas, una cantimplora y una estuche lleno de extraños líquidos que no conocía, además de un rifle con tranquilizantes. Parecía que Harry estaba preparado para una invasión o para una guerra.
O también para ejecutar una…
Al oír la exclamación ahogada de Hermione, Harry se volvió para enfocarla con la linterna. Había estado tan concentrado en su tarea que se había olvidado de ella y la impresión que podría darle al ver su "pequeño equipo de emergencias", el as que se guardaba bajo la manga en caso de que alguien lo sorprendiese desarmado y lejos de la cabaña.
-"¿Harry?" –pálida Hermione apenas pudo pronunciar el nombre del hombre, sin poder despegar su vista del arsenal que tenia frente a ella.
Harry dejo a un lado la linterna y se acercó a la joven, maldiciendo en silencio cuando vio que la chica daba unos pasos hacia atrás y se estremecía ante su contacto.
-"Hermione, yo, veras…" -dijo él sin saber como explicarle las cosas sin que ella pensara lo peor de él, o en el peor de los casos, que estaba loco-. "Veras, Hermione… hay cosas que no te he contado acerca de mis 'actividades laborales'."
-"Vendes seguros de vida" –repuso ella mirando reiteradamente a Harry y las armas que se encontraban a metros de ella.
-"No soy un agente de seguros, te mentí sobre eso" –explico él en voz baja, casi como si se avergonzara de su engaño-. "Soy agente del gobierno."
-"¿Qué?" –dijo Hermione, confusa y perpleja-, "¿del gobierno? Pero…"
Su voz era apenas audible, e incluso en medio de la penumbra Harry pudo distinguir el terror en su mirada.
-"¿Eres del FBI también?" –le preguntó débilmente, pero con un deje de amargura en la voz. Al ver que él negaba con la cabeza, inquirió más fríamente-. "¿De la CIA?"
-"No. Hermione, yo no puedo explicarte estas cosas…"
-"Pues deberás hacerlo, Potter. Es lo mínimo que tienes que hacer por haberme mentido tan desfachatadamente en la cara." –dijo Hermione empezando a enojarse con el ojiverde.
Harry miro a la chica, y vio un brillo en sus ojos que rara vez había visto. Furia. Enojo. Molestia. Y sin duda él era él culpable de eso. Se dio cuenta que le dolía tremendamente que la chica lo mirara así, un dolor casi físico. Él no creía prudente contarle la verdad, siempre había creído que a veces es mejor ignorar algunas cosas, pero sino lo hacia Hermione no volvería a confiar en él. Y no se sentía capaz de alejarse aun de ella. Tendría que hacerlo por el bienestar de ambos.
-"Hay ciertas agencias del gobierno de las que la gente no sabe absolutamente nada. Agencias que solo son conocidas por las altas instancias oficiales."
-"¿Y tu trabajas para una de ellas?" –le pregunto incrédula.
Harry asintió.
-"Yo, Hermione… soy el comandante de una de ellas, el jefe de la tropa más especializada del gobierno".
La castaña no podía creer lo que estaba escuchando. Harry era un… ¿Comandante?¿Jefe de una tropa especializada del gobierno?
-"¿Y tu amigo Ron?"
-"Es mi superior inmediato"
-"¿Tu superior? ¿Acaso es tu jefe? Pero, vos… ¿qué es exactamente lo que hacen? ¿Qué…?" –sacudió la cabeza y se tocó las sienes con dedos temblorosos-. "No importa, no me lo digas. Estoy segura que no puedes decírmelo y que tampoco quiero saberlo."
Harry se dijo que ella tenia mucha razón. Por lo que a él se refería le había contado más cosas de las que debería saber. Más de lo que era conveniente para su seguridad. Y en ese momento, no había nada que le preocupara más que su seguridad.
Enfrentarse con Draco Malfoy y sus hombres hubiera sido un juego de niños si Hermione no hubiera estado en el medio, de hecho, hubiera disfrutado del encuentro. Pero ella estaba allí, y antes de partirle la cara a Malfoy y sus amigos tenia que sacar a Hermione de escena, tendría que llevarla muy lejos de las montañas.
Como para protegerse a sí misma, Hermione junto sus rodillas y se abrazo a sí misma.
-"¿Qué vas a hacer conmigo?"
Harry sintió que el corazón se le encogía, que las entrañas le quemaban. Ella lo miraba como si fuera un desconocido, alguien que acababa de conocer, alguien en quien no confiaba. Luego recordó la mirada con la que lo había visto la otra noche y esa misma mañana, lo había mirado como nunca nadie lo había hecho en su vida. Aquella mirada le había hecho ansiar cosas imposibles que, solo por aquella noche, había creído alcanzar.
Pero la mirada de miedo que en ese mismo instante veía en sus ojos era la llamada que lo despertaba de sus sueños, devolviéndolo a la dura realidad. Nunca podría vivir con ella, ni con ninguna otra mujer. Y ahora sabía que, después de Hermione Granger, ya no existiría ninguna otra mujer en su vida.
Agarró el revolver y se le metió en la cintura del pantalón.
-"No te haré nada, Hermione. No haré nada sin ti" –le respondió con voz carente de emoción-. "Te sacaré de aquí y te llevare con Ron. A partir de entonces, él cuidara de ti."
A pesar de la débil luz de la cueva, Harry pudo ver el brillo de las lagrimas en sus ojos y oír el esfuerzo que estaba haciendo la chica para no largarse a llorar. La joven agacho la mirada, parpadeo varias veces y respiro profundamente.
-"Esta bien, Harry."
El sordo dolor que latía en su voz se clavó como un dardo en el corazón. Se vio abrumado por la necesidad de tocarla, de besarla, de abrazarla, de decirle tantas cosas. Hizo un intento de acercarse a ella, pero de repente se quedo paralizado.
Había alguien en la entrada de la cueva.
Continuara…
Nota de la Autora:
Holas! Después de tanto tiempo vuelvo con un nuevo capítulo de este fic, les pido disculpas por haberme tardado tanto pero he tenido que actualizar mis otros fics antes ya que los tenia bastante abandonados. Igual les quiero comentar que de ahora en más puede que tarde un poco más en actualizar ya que he comenzado con las clases del profesorado y apenas si tengo tiempo para sentarme en la computadora o de ponerme a escribir un par de horas con tranquilidad. Aun así espero poder actualizar bastante seguido ya que la historia esta en su momento más importante, los secretos entre la parejita ya han sido descubiertos, ¿Qué hará Hermione? Parece que esta bastante enojada, y hasta diría que triste por lo que le rebelo Harry, y ni hablar del pobre ojiverde que cada capítulo esta más confundido con sus sentimientos, aunque creo que anda por buen camino y pronto se dará cuenta de lo que siente en verdad; sobre Malfoy creo que están las cosas claras, hasta que no mate a la parejita no los va a dejar en paz y por lo que se ve ya les esta teniendo un odio más alla de lo normal.
Saben, les voy a tener que pedir disculpas por no poder contestar todos sus reviews, pero la verdad no tengo tiempo de hacerlo, apenitas si me he podido conectar unos minutos antes de entrar a clases para poder publicar, he estado desde que llegue esta mañana hasta este momento escribiendo (desde ya pido perdón si hay alguna incoherencia sintáctica o ortográfica) y no me da el tiempo para contestarles, y no me quiero arriesgar a dejarlo para después pq no se cuando voy a tener de vuelta unos minutos libres. Eso si he leído una y otra vez todos sus comentarios y estoy súper feliz por lo que leo, noto que la gran mayoría esta re metida con la trama, haciendo conjeturas de lo que vendrá e intentando resolver las incógnitas del fics,¡¡¡ me ha encantado leerlos! Sobre algunas preguntas que me han hecho:
1) Algunos me preguntaron si soy argentina, les comento que lo soy. Argentina y porteña de corazón XD.
2) Otros han preguntado que son "las damas", lamento decirles que eso aun no se los puedo revelar. Deberán esperar un par de capítulos hasta que H+Hr lo descubran por ellos mismos.
3) De acá en adelante si se viene mucha acción, espero que las escenas me salgan medianamente buenas porque la verdad soy una completa novata en este tipo de cosas.
4) Sobre el tipo del teléfono les diré que alguien esta bastante cerca sobre su identidad, (es bastante obvia XD), pero este sujeto recién puede llegar a aparecer capítulos más adelante o en alguna nueva conversación telefónica con Malfoy.
5) Sobre los que piden escenas lemon entre la parejita, les respondo que se queden tranquilos. Abr bastantes y de todo tipo, pero tendrán que esperar un poquito a que se calmen las cosas.
6) Wolf en el momento del acto estaba durmiendo en la cocina jajajaja o eso creo, sino es así se gano un buen espectáculo gratis jeje XD
Bien, también estoy bastante feliz de que la escena lemon entre los chicos no me halla salido nada pervertida ni obscena, a mi personalmente me encanto y por lo q veo a ustedes tb. Así q me animare a escribir varias más en el transcurso del fic. Espero que el capítulo les halla gustado, y espero ansiosa sus comentarios ya que ando bastante insegura en lo que respecta a este tipo de escenas.
Cuídense mucho, y un gran abrazo para cada uno de mis queridos lectores.
Att. Lady Verónica Black.-
"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬)! ¡¡Los hombres más tiernos y sexys que hay!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!
PD: Creo que al final la nota no me salió tan corta como queria, y ya estoy llegando tarde a clases…
