"Me Estás Llenando de amor, poco a poquito".

Por Selesme Cari

Capítulo 2

"Sumei Yao"

Desde la ventana de la habitación logro ver la enorme luna llena. Esta noche hay muy pocas estrellas en el cielo… además de que hace mucho frío. ¡Me he llenado de melancolía! Mi querido Hokkaido… lo extraño tanto. ¡Ahí sí que hace una heladés tremenda!

No logro dormir… Todo lo acontecido este día, me ha quitado el sueño. Además, me preocupa no saber en dónde –y cómo- se encuentra él… Mi hermano.

Ya es muy noche y aún no regresa. Apenas anochecía cuando salió de la pensión sin decir nada a nadie.

Yo no quise regresar a nuestro departamento, porque estoy segura de que él no llegaría a dormir. Yoh tan amable como siempre, me permitió pasar la noche aquí, y para sorpresa de todos: ¡Anna estuvo de acuerdo! Claro, puso como condición que compartiera habitación con Tamao… bueno, eso no es molestia para mí.

¡Que envidia me da Tamao! Ella sí ha logrado conciliar el sueño. Duerme tan pacíficamente, ¡se ve muy graciosa toda cubierta con su gruesa cobija! Pobre, está temblando… cerraré la ventana.

Hermano… ¿Dónde podrá estar? Lo que más me preocupa es que se fue en esa monstruosa maquina, aquella peligrosa motocicleta… ¡Había prometido no volver a subirse en ella! ¡Nos lo prometió a Len y a mí! Lo prometió después de aquel accidente que sufrió mientras competía contra Ryuu… ¡Esa tonta carrera de motos puso en peligro la vida de mi hermano! ¡Por eso nos prometió no volver a usarla! ¡Y no la había vuelto a usar! ¡¿Por qué rompió su promesa! ¡Y en el estado en el que está! ¡Por favor, que no le pase nada! ¡Nada, por favor!

Tal vez fue en busca de Len… ¡Sí! Seguramente está en el departamento de Len y ahí pasará la noche… ¡No! Si fuese así, Len o Jun me habrían avisado… no creo que dejarán que me preocupase, y el mismo Horo ya me habría avisado. Ahora que lo pienso… ni siquiera estoy muy segura del paradero de Len. Él también se fue, sin decir nada…

¿Por qué tenía que pasar esto? ¡Nos habíamos divertido tanto en el parque de diversiones! ¿Por qué tuvo que llegar Jun con tremenda noticia? ¡¿Por qué!

Cuando escuché a Jun decir eso, me sentí desvanecer. Y al mirar a mi hermano, supe que estaba sintiendo exactamente lo mismo. Luego me atreví a mirar a Len y pude ver que estaba tan conmocionado como todos los ahí presentes.

No escuchamos la conversación que sostuvo con Jun Tao. Mi hermano, Anna, Yoh, Tamao, Lyserg, Ryuu, Chocolove y yo esperamos en la salita. Tamao nos preparó un poco de té, mi hermano ni lo probó… solo tenía la mirada clavada en el contenido del vaso.

Aún recuerdo su reacción, antes de que Yoh nos hiciera pasar a la casa:

"¡¿Qué broma es está!" "¿Len!" ¡Aquella mirada desesperada de mi hermano! Ese tono de voz angustioso… Len no contestó, solo miraba a Jun en espera de algo. Yo me acerqué a mi hermano y lo tomé del brazo, Yoh entonces sugirió que entráramos: "La calle no es un buen lugar para tratar este tipo de asuntos". Jun pidió hablar en privado con su hermano, Anna les indicó en que habitación. ¡Los demás tuvimos que resignarnos a esperar a que los hermanos Tao terminaran de hablar!

Estaba por darle alguna frase de aliento a mi hermano cuándo… de la habitación en donde conversaban los hermanos chinos, salió Len.

Mi hermano se puso de pie, muy agitadamente. Los demás aguardamos en silencio, sin atrevernos a mover. Len ni siquiera miró a mi hermano… paso de largo sin decir nada y al salir de la casa, aporreó la puerta con fuerza. Chocolove corrió tras él, Lyserg trató de detenerlo… ¡Pero el moreno es muy rápido! Sin embargo… Len lo es aún más, ya que Chocolove no lo encontró: "Se despareció" fue lo que dijo el moreno al entrar nuevamente a la casa.

Me acerqué a mi hermano, pero no me atreví a tocarlo. Él estaba petrificado, parecía que aún no asimilaba lo que estaba ocurriendo.

Jun Tao salió de la habitación y con un semblante lleno de pena, pidió disculpas. Pude notar que al hacerlo, su mirada se clavó en mi hermano… todos supimos a quien iban dirigidas esas disculpas.

Sumei Yao, ese es el nombre de la prometida de Len. La dinastía Tao se encargó de buscar a una joven poderosa, digna de ser la siguiente Señora Tao, la indicada para ser la esposa del nuevo jefe de la dinastía.

Sumei Yao cumplía con todos los requisitos, aún teniendo una corta edad. En Tao –padre de Len- se dio cuenta de las increíbles habilidades de ésta, así que optó por pedirla a sus padres y alejarla de toda su familia, de su pueblo. La familia Tao la mantuvo encerrada en la fortaleza de la dinastía… la entrenaron día y noche, sin descanso, hasta llegar a verla convertida en la esposa perfecta para Len Tao, el heredero de la dinastía.

Ni Jun, ni Len sabían de su existencia. Fue hasta hace poco que se le ordenó a Jun pelear contra ella, esto con el fin de probar las habilidades de la joven Yao. Jun perdió el encuentro y ese fue el indicio de que Sumei Yao había completado el entrenamiento, había llegado la hora de conocer a Len Tao y anunciar el compromiso formalmente.

Cuando Jun supo la identidad de aquella joven contra quien le ordenaron pelear, pidió anular el compromiso. Habló de lo absurdo que era aquello y que Len no la conocía, ni siquiera sabía de su existencia… ¡Él no la aceptaría como esposa, jamás!

Pero, En Tao nunca escucha a nadie. Entonces, Jun decidió avisarle a Len. Y arriesgándose a la ira de su padre, viajó a Japón con el fin de buscar a Len e informarle de todo.

Después de escuchar aquella explicación… muchas preguntas me vinieron a la mente: ¿Qué pasará con mi hermano? ¿Len se casará con esa chica? Pero, sobre todo… Sumei Yao, ¿Cómo será?

Jun nos dijo que mañana iría por ella al aeropuerto, que Len también debía ira… pero, él se había negado. Jun comentó que su hermano estaba muy aturdido, no la quería escuchar, se sentía traicionado… y Len le reprochó que ya ni en ella pudiese confiar.

"Está desesperado…" murmuró Jun mientras entrelazaba ambas manos sobre la mesita del té.

Apenas acababa de terminar de decir eso Jun, cuando mi hermano se puso de pie… ¡Como impulsado por un resorte! Salió de la casa, lo escuché subirse en esa horrible motocicleta –la cual había dejado en la casa Asakura desde la última vez que la uso, cuando sufrió aquel accidente.- Todos creímos que iba en busca de Len… pero, yo ya tengo mis dudas.

¿Por qué tuvo que pasarles esto? Ellos se quieren, ¡nada debe separarlos! Ni siquiera yo me atreví a hacerlo… No es justo que una completa extraña venga a interponerse. ¡Por muy prometida de Len que sea, no tiene ningún derecho! ¡Len no la quiere! ¡Él quiere a mi hermano! ¡Solo a él! ¡A nadie más! ¡Ni a Tamao, ni a Anna, ni a Yoh, ni a Lyserg! ¡Ni a… mí! Len Tao solo quiere a mi hermano…

No puedo evitar que mi corazón se llene de tristeza, ni que las lagrimas quieran brotar, mis sentimientos me están volviendo a traicionar... debo calmarme. Mientras ellos sean felices, yo también lo seré. ¿Qué me puede hacer más feliz que ver a las dos personas más importantes de mi vida, juntos y felices? ¿Qué puede ser? ¿Qué Len Tao se enamoré de mí? No… eso nunca pasará, además eso haría muy infeliz a mi hermano. ¡Los prefiero a los dos juntos, queriéndose uno al otro! ¡Aunque yo tenga que tragarme este amor que siento por Len Tao! ¡Mi cuñado! Ironías de la vida… mi hermano y yo, enamorados de la misma persona. He escuchado de hermanas que se enamoran del mismo chico, la hermanita enamorada del novio de su hermana mayor… Pero nunca había sabido de un caso donde, la hermanita esté enamorada del novio de su hermano. Es tan absurdo, tan bizarro. Me enamoré por primera vez y no soy correspondida, ya que la persona de la que me enamoré eligió querer a mi hermano. Puedo soportar eso, he aprendido a sonreír en vez de llorar, a verlos juntos y no poner cara de tristeza… aunque, eso no es tan difícil: Con solo verlos sonreír, con solo ver lo feliz que se hacen uno al otro, ¡eso me pone contenta! Eso me hace olvidar mi tristeza… aunque sea solo por unos instantes.

¡No pienso permitir que venga alguien a separarlos! ¡No lo voy a permitir! ¡Esa tal Sumei Yao se va a regresar a China, tan solteria como cuando partió a Japón! ¡Esa es mi última palabra!

¡Ayy no! Estoy haciendo demasiado escándalo… Tamao empieza a despertarse. Mejor regreso a mi futón, trataré de dormir… ¡Trataré!

Hermano… ¿Qué estarás haciendo? ¿En dónde estarás?


Ni me di cuenta de cuando amaneció. Ahora nos encontramos desayunando. Ryu y Chocolove conversan animadamente, seguramente para tratar de quitarle "tensión" al ambiente. Tamao no ha dicho ni una palabra desde que sirvió el desayuno, aunque no es extraño en ella. Yoh por su parte mantiene la vista fija en la mesa… parece ausente, por momentos mira a Anna, quien de vez en cuando lo ha descubierto mirándole, pero… podría jurar que no se atreve a sostenérsela. Y eso sí es extraño…. Anna parece preocupada. Es cierto que a todos nos tomó por sorpresa la noticia del compromiso de Len, pero… jamás creí que eso le importaría a Anna… ¡hasta parece que le afectará! Bueno, es cierto que en ultimas fechas ella y Len se han vuelto muy amigos… mmm, tal vez sea por eso.

En realidad… no me importa mucho el comportamiento de los demás durante el desayuno, lo que en verdad me preocupa es que mi hermano aun no regresa. Estuvo toda la noche fuera y hoy ni vino a desayunar. Ya se había hecho costumbre que mi hermano y yo viniéramos a desayunar a la pensión… claro, debí imaginarme que hoy no lo haría. Ya llamé al departamento, pero nadie contesta… así que eso me hace suponer que él no está ahí… ¿Dónde habrá pasado la noche? ¿Dónde estará ahora?

-¡Hey Pilikas! Reacciona…

-¿Eh? –esa fue la voz del moreno… al parecer ya tiene rato hablándome.

-Te pedí que me pasaras la sal. ¿Pos dónde estás? –notó como todos me miran ante el "llamado de atención" de Chocolove.

-¡Chocolove! –Ryu lo hace callar.-Discúlpalo, Pilika… ¡no sé que tiene en la cabeza!

-¿Por qué dices eso? –Chocolove se ha mostrado ofendido.

-No importa. –murmuro encogiéndome de hombros.

-Buenos días… -se escucha desde la puerta.

No puedo evitar ponerme de pie inmediatamente… ¡Tal vez sea mi hermano!

¡Oh, decepción! No es él… es Manta.

-Buenos días, Pilika. ¿Y los demás? –el pequeño cabezón me saluda gentilmente.

Sin decir más, lo llevo hasta donde están los demás. Manta saluda a todos en general, se disculpa por llegar tarde a la hora del desayuno. Tamao se levanta de su asiento, va a la cocina en busca de la porción para el recién llegado.

-¿Y Horo Horo? –preguntó el rubio repentinamente.

Todos me miran a mí y yo solo puedo bajar la cabeza…

-No llegó a dormir y no sabemos donde pueda estar. –escucho a Yoh contestar con su tono tranquilo de siempre.

Me disculpo con todos y me retiro de la mesa. Voy directo al baño, para mojarme el rostro. No sirve de nada preocuparse… aunque, no puedo evitarlo.

¡Rayos! Hace unos días todo estaba tan bien… me divertía mucho incomodando a mi hermano y a mi amado imposible… digo, a mi cuñado.

Mi hermano siempre cae en mis provocaciones y se avergüenza… Len trata de disimular su bochorno, pero nunca lo logra.

Prefiero no molestar a Len… no quiero hacerlo sentir mal, pero… ¡molestar a mi hermano es muy divertido! ¡Y me la pone tan fácil! ¡Como aquella ocasión en que "accidentalmente" entré al baño cuando él estaba! ¡La cara que puso el pobre! Jajajaja.

Es seguro que la pasare mal si él se enterara que no fue un accidente, que fue planeado… jajaja. ¡Es que ya se había tardado demasiado! Y luego escuche sonidos extraños… jajaja, no hay que ser muy listo para atinarle a lo que él estaba haciendo…

Bueno… ahora, nada de eso importa. Será mejor que regrese al departamento… tal vez él ya está ahí y solo se ha negado a contestar el teléfono.

¡Camino hasta la puerta y me topo con la sorpresa de que todos están ahí! Hace un poco de fresco, así que se están poniendo sus abrigos.

-¿A dónde van? –les pregunto confundida.

-Al aeropuerto. –me contestó Yoh.

-¿Al aeropuerto? ¿Y por qué? –aun estoy confundida… ¿para qué van al aeropuerto?

-Es que… queremos conocer a la prometida del Joven Len. –suelta Tamao muy sonrojada.

-Ojala que la señorita Jun no se disguste por eso. –exclama Ryu.

-¡¿Qué! ¡¿Quieren conocer a esa mujer! –la idea no me agrada en lo absoluto.

-No tiene nada de malo. –sonríe Yoh.

-Sip, veremos quien es la desdichada con tan mala suerte como para aguantar al chinito por el resto de sus días… -explica con simpleza Chocolove.

-Eh… ¿Por qué no vienes, Pilika? –Manta me mira dudoso.

Aprieto los puños con fuerza… ¡Yo no quiero conocer a esa tipa! ¡Ella es la causante de que mi hermano no esté! ¡Ella solo ha venido a separar a mi hermano de Len! ¡Ella es la culpable de todo!

-Por lo que nos contó Jun, su vida ha sido difícil… no podemos culparla, solo por tener un destino que ni ella eligió.

La apacible voz de Yoh llega a mis oídos como tratando de tranquilizarme. A veces me pregunto, ¿éste chico sabrá leer la mente? Me siento descubierta… Tamao y los demás chicos me miran en expectativa, Anna en cambio mira a su prometido. Al notar que la he "descubierto" aparta la mirada de él y sin mirar a nadie en especial dice:

-Si no nos damos prisa, no las alcanzaremos. –obviamente se refiere a Jun y la niñita esa.

Sin poder argumentar nada más, tomo mi chaqueta y asiento con la cabeza.


Hemos llegado al aeropuerto y ni señales de Jun o la otra tipa. Hay demasiada gente, lo cual nos dificulta más el buscarlas. Escuchó a Ryu quejarse y decir que debimos avisar a Lyserg, ya que seguramente él nos haría mucho más fácil encontrarlas… claro, de eso se trata su poder, ¿no?

Mientras que Ryu y Chocolove se quejan de que haya tanta gente, Tamao se disculpa una y otra vez por chocar con las personas, Yoh y Anna van a la cabeza, guiando al grupo, Manta camina junto a mí. El cabezón trata de darme ánimos: me dice una y otra vez que Horo Horo debe estar bien, que la llegada de esta "joven" no afectara la relación de mi hermano y Len, ya que ellos dos se quieren mucho… por más ciertas que puedan ser sus palabras, no me hacen sentir mejor. De repente, el chaparro se ha quedado callado… me detengo al darme cuenta de que él ya no camina a lado mío. Con tanta gente no puedo ver a donde se fue… ¡Y su baja estatura no ayuda mucho!

Después de algunos minutos, logró verlo. Está de pie… con la vista perdida. Me le acercó con lentitud.

-¿Pasa algo? –le pregunto mirando hacía donde él ve.

-Es que me pareció ver a… no, no es nada.

¿Qué la pareció ver a quién? Yo no vi nada… Manta a veces es muy extraño.

-¡Hey, vengan aquí! –escuchamos el grito de Chocolove.

Llegamos hasta donde estaban los demás. ¡Al fin encontraron a Jun! La joven china nos dice que no hay inconveniente en que estemos aquí y hasta nos da las gracias por haber venido a acompañarla. Nos explica que Len no quiso acompañarla… que se quedó encerrado en su habitación.

-Entonces… ¿Mi hermano no está con él?

¡Upps! Pensé en voz alta….

-¿Horo Horo? ¿Por qué…? ¿Dónde está él? –Jun se mostró preocupada.

-Anoche no llegó a dormir y en toda la mañana no ha aparecido. –explica Manta, lo que antes a él fue explicado.

Jun se me acerca y me toma de las manos, sonriéndome con mucha dulzura. Ambas compartimos la preocupación por nuestros hermanos…

-Señorita Jun… ¿y la jovencita Yao? –pregunta tímidamente Ryu.

-Aun no la veo… los pasajeros de su vuelo ya bajaron. Varias personas han cruzado por esa puerta… pero, ella aun no.

-¡Tal vez se arrepintió y ya no vendrá! –opina con alegría e inocencia Tamao.

-No lo creo… -murmura Jun.

Y justo en ese momento, como si el comentario de Tamao la hubiese invocado: hace su aparición.

-Ahí está… -nos señala Jun con la mirada.

Alzo la vista, dispuesta a lanzarle una mirada cargada con mucho odio… ¡que sepa que no es bien recibida! ¡Que en mí tendrá a una cruel enemiga!

Sin embargo, me quedo helada… ¡Su sola presencia en imponente, su andar es tan delicado! No se le puede ver el rostro, porque lleva puesta una capucha… de hecho, toda su vestimenta parece estar hecha con el fin de cubrirla completamente. Finas y hermosas telas color negro. Una vez leí que los que se visten de negro, son los que quieren pasar de desapercibidos… no sé porque al verla, me ha venido esto a la cabeza.

En un abrir y cerrar de ojos, ella ya estaba frente a nosotros…. Hizo una pequeña reverencia a Jun y siguió mirando al suelo. La hermosa taoista se acercó a ella y le habló en chino: seguramente le estaba dando la bienvenida.

Ninguno podía dejar de mirarla… se supone que venimos a conocerla, a ver como es… ¡pero con tanta tela cubriéndola era imposible ver su rostro o su cuerpo! ¡Ni su cabello!

La note dudar cuando se acercó a Jun para decirle algo en secreto… no sé que le dijo, porque aparte de que le habló en chino, lo hizo en un muy bajo tono. Jun sonrió con amargura y le contestó, también en voz baja. Ella volvió a bajar la cabeza, pero… pude notar que sus labios se curvaron en una extraña mueca, no sé si de disgusto, decepción o tristeza… tal vez un poco de las tres cosas.

Sus labios… eso era lo único que tanta tela nos permitía ver. Eran delgados, parecían suaves… no tenían labial, eran de un rosa natural… o al menos eso pude notar.

-Jun… ¿se quedará contigo y con Len? –preguntó Yoh sin miramientos.

¡Eso no le parecería a mi hermano! Ya estaba a punto de soltar algo en contra, cuándo Yoh agregó algo más.

-Puede quedarse en la pensión con nosotros…

Todos miramos a Yoh con asombro… incluso la recién llegada lo hizo… porque como acto reflejo, alzo la cabeza y miró a Yoh. Aunque, al parecer, luego se arrepintió… pues, volvió a bajar la cabeza.

-Gracias, Yoh. Eres muy amable. Pero… no sería lo correcto… -Jun miró a la "misteriosa" joven.

-Por nosotros no sería molestia. –sonrió Yoh, mientras le lanzaba una rápida mirada a Anna… seguramente en busca de su aprobación y apoyo.

Anna solo se cruzó de brazos y asintió en silencio. ¡Eso sí que es MUY extraño en Anna!

-El chinito no quiso venir por ella al aeropuerto… ¿cambiará en algo que la lleves a su departamento? ¡Claro que no! ¿Verdad? –como siempre, Chocolove peca de imprudente.

-A lo que Chocolove se refiere, es a que no hay que forzar las cosas… será muy incomodo para Len y hasta para la señorita. –trató de "componer" las cosas Ryu.

-Será muy bien tratada en la pensión. –Yoh volvió a sonreír.

¡No me gusta que todos se muestren tan amables! ¿Acaso no recuerdan quien es esta niña? ¡Ha venido a separar a mi hermano de Len! ¿Y ellos le abren las puertas de su casa? ¡Suenan tan traidores!

-No habrá problema, ¿Verdad, Pilika? –parece que Yoh me ha adivinado el pensamiento, de nuevo.

Solo suelto un gruñido en señal de indignación. Yoh lanza su tonta risita de siempre… ¿qué puedo decir? Es su casa, ¿No? ¡Él decide a quien deja entrar y a quien no! Y… debo admitirlo, tengo mucha curiosidad por saber más sobre ella… esta primera impresión no me es suficiente. Perdóname, hermano… ¿Te estoy traicionando al querer saber más sobre la mujer que ha venido a arrebatarte el amor de Len?

-En ese caso…. Muchas gracias. –la sonrisa de Jun refleja mucha tranquilidad… como si le quitáramos un gran peso de encima, por ahora.


En camino a la pensión, nadie dijo nada. Jun de vez en cuando le decía algunas cosas en chino a la "mujercita" esa. Ella solo asentía con la cabeza… sin despegar la vista del suelo. Al parecer tiene complejo de perrito regañado, ¿O es qué encuentra algo muy interesante en el suelo?

Hemos llegado a la pensión, Yoh saca sus llaves… ¡el teléfono está sonando! Tal vez sea mi hermano.

Una vez que Yoh ha abierto la puerta, entro corriendo… ¡debo contestar inmediatamente! ¡Seguramente es mi hermano que al fin ha decidido aparecer!

-¿Pilika? –esa no es la voz de mi hermano.

-¿Lyserg? –parece ser el inglés.

-Disculpa que no haya hablado antes… debí hacerlo anoche, pero… me costo mucho trabajo tranquilizarlo y lograr que se duerma. Y… me da pena decirlo, pero… al final yo también me dormí.

-¿De qué hablas, Lyserg?

-De Horo Horo… él está aquí conmigo.

¡Mi hermano! ¿Con Lyserg? ¿Y qué hace con él?

-Ahora está dormido, está bien… físicamente hablando. Ya sabes, este asunto de la prometida de Len lo dejo muy mal. Ha dicho muchas incoherencias… una parte por el shock ocasionado y otra parte porque… estuvo bebiendo.

-¡¿Bebiendo! ¡¿Estaba borracho!

-Eh… sí… no creo que haya bebido mucho, es más me dijeron que no tenía mucho rato de haber llegado… pero, como no está acostumbrado a tomar… pues, fácilmente se le "subió".

-¿De haber llegado a dónde? ¡No te entiendo!

-De haber llegado al bar donde lo encontré.

-¡¿En un bar! Espera… voy para allá…

-¡No! No vengas…

-¡¿Y por qué no!

-Él me pidió que no te dijera nada… no quiere que lo veas así. Yo… tenía que avisarte, me imagine que estabas muy preocupada. Él ahora está dormido.

-Pero…

-Cuando él se sienta mejor ira contigo… él mismo me lo dijo. Pero, por favor… ahora no vengas, le daría mucha vergüenza.

-Está bien.

-Bueno, entonces… ya tengo que colgar. Hasta luego.

-Adiós…. Eh, ¿Lyserg?

-¿Si?

-Gracias…

-De nada. –juro que casi pude verlo sonreírme con gentileza.

Colgué después de oírlo colgar a él. Ahora ya podía estar más tranquila… mi hermano estaba bien. No me agrada nada el que haya bebido… pero, es una suerte que Lyserg lo haya encontrado. Si no, a estas horas… seguiría sin saber en dónde y cómo está.

-Señorita Pilika, la cena está lista. -me sonrió Tamao con demasiada dulzura.

-En seguida voy…

-Este… disculpe…

-¿Qué pasa?

-¿Debo avisarle a la señorita Yao?-preguntó tímidamente.

-¿Y por qué me preguntas a mí? Yoh y Anna son los dueños de esta casa.

-Es que… no se en donde están.

-mmmm… avísale. Ahora es un huésped más, es natural que cene con nosotros. –le digo sin poder evitar hacer una mueca de disgusto.

-¿Y también pongo un lugar más, para la señorita Jun?

-¿Para Jun? ¿Aun está en la pensión? Creí que se había regresado a su departamento…

-No. Ella se ha encerrado en la habitación que será de la señorita Yao.

-¿Y qué hace encerrada ahí?

-Pues… hablando con la señorita Yao. –me respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

-Avísale a ellas que la cena está lista. Yo le avisaré a Yoh y Anna.

-¡Muchas gracias, señorita Pilika!

-¿Y Ryu y Chocolove?

-Ellos salieron, dejaron dicho que no se les esperará para cenar.

Eso es todavía aun más extraño. Por lo general, esos dos no salen a cenar a fuera. Tampoco es común que "huyan" de las situaciones desagradables… además, ellos eran los más interesados en conocer a Sumei Yao.

-Señorita Pilika… ¿usted cree que hayan ido en busca del joven Horo Horo?

-Pues… no lo sé. Pero, ya no es necesario que se le busque… él ya apareció.

-¡¿De verdad! –Tamao se emocionó.

-Iré a avisarles a Anna y a Yoh. –le sonreí con simpleza.

Tamao asintió con una enorme sonrisa y la vi dirigirse hacía la habitación de la nueva huésped.

Me di la media vuelta y camine en busca de Anna y su perezoso prometido. No tarde en encontrarlos. Estaban en el patio, sentados en el piso. Iba a decirles que la cena estaba lista, pero no pude… me quede inmóvil. ¡Anna estaba llorando! ¿Llorando? ¡No lo puedo creer! ¡Que alguien me despierte, porque seguro es un sueño! Yoh la ha abrazado… puedo verlo susurrarle algo al odio. Será mejor que los deje solos… es una falta de respeto a su privacidad. Por suerte no sintieron mi presencia, o de lo contrario… ¡Anna me daría un escarmiento!

Camino rumbo al comedor… cuando sientan hambre, irán a comer.


¡Que grosera es esa tal Sumei Yao! Primero, llegó tarde a cenar. Ya estábamos todos en la mesa-hasta Ryu y Chocolove que regresaron de su "paseo"- después, no dijo ni media palabra… aún llevaba puesto esos trapos que le cubrían todo. ¡Ni siquiera se terminó lo de su plato! ¡Apenas si lo probó! Se levantó antes que nadie y se retiró a su recamara… Jun se disculpó en nombre de ella y apenas terminó de cenar, acudió a la habitación de su supuesta cuñada y volvió a encerrarse con ella.

Apenas termine de cenar, me atreví a pedirle a Anna y a Yoh que me permitiesen quedarme una noche más en la pensión. Por cierto, la rubia sacerdotisa parecía la misma de siempre…

Estaba camino a la alcoba de Tamao, cuando la puerta de la habitación de la Yao se abrió: Jun me dio las buenas noches.

-Es algo difícil, ¿verdad? –le pregunté sin siquiera pensarlo.

-¿Perdón? –Jun parpadeó sin entenderme.

-Esta niña… la Yao… tiene un carácter difícil, ¿no?

-Está cansada por el viaje, es todo.

-¿Qué te ha preguntado en el aeropuerto? Vi que le estabas explicando algo… pero, como yo no sé hablar chino ¡no les entendí nada!

Jun me miró sorprendida. Lo reconozco, fui demasiada entrometida, metiche es la palabra… Pero, siento la necesidad de saber más acerca de esta chica.

-Me ha preguntado por Len… le explique que él no había podido ir a recogerla al aeropuerto. También le comenté algunas cosas sobre Yoh y Anna… estaba dudosa de quedarse en casa de unos completos desconocidos.

-Entiendo…

-¿Puedo pedirte un favor?

-¿Eh? Este… sí.

-Sé amable con ella. Tenle mucha paciencia, ella hace las cosas a su modo…

-¿A qué te refieres? Por lo que he visto hasta ahora, es tan solo una chiquilla pretensiosa y mal educada… ¡Ni siquiera le dio las gracias a Yoh por hospedarla en su casa!

Jun solo sonrió, puso una mano en mi mejilla y en voz muy baja me dijo: "Se van a llevar muy bien". Me guiñó un ojo y me dejo ahí sola, en medio del pasillo. La escuché preguntar a Tamao por Yoh y Anna, ya era tarde debía irse y quería despedirse.

Permanecí unos minutos más en el pasillo… no sé porque, pero esa semi conversación con Jun, me dejo pensando. "¿Llevarme bien con esa tipita? ¡No lo creo! ¡Yo le he declarado la guerra desde antes que la viera en el aeropuerto!" Sin embargo, no puedo evitar sentirme intrigada…

Estoy tan concentrada en mis pensamientos que ni noto cuando la puerta se abre. Ahí está ella, frente a mí… Pero, ya no lleva tanto trapo envolviéndola.

¡Cielos! Es mucho más hermosa de lo que pensé… Su cabello es color negro, con destellos rojizos. Lo tiene sujetado en una trenza, le llega hasta un poco más debajo de la cintura. Sus ojos son grises… aunque podría jurar que son de color plateados… si es que es posible que haya ese color de ojos. Sus rasgos tan finos, parecen de un ángel. ¡Y su silueta! Su cuerpo es delgado, pero bien formado… a pesar de lo grueso del extraño ropaje chino que lleva en cima, logro ver que su busto es mucho mayor que el mío, su cintura parece más ceñida… y desde aquí, parece tener muy bien proporcionadas las caderas. Su piel es del mismo color que la de Len… ambos parecen estar hechos de porcelana.

Me incomoda mucho la forma en que me está mirando, parece que me analiza. No ha parpadeado, y respira tan pausadamente. Yo en cambio, -por alguna extraña razón- siento mi respiración acelerarse, me siento agitada.

Lentamente abre los labios, y en un susurro me dice: "Solo quería darle las buenas noches"

Sin decir nada más –o darme tiempo de contestarle- se da la media vuelta y regresa a su habitación.

Ya ha cerrado la puerta y yo aún sigo de pie frente a ella… Viendo hacía una puerta cerrada. ¡¿Qué rayos fue eso! ¡Ni siquiera pude sostenerle la mirada! ¿Y no se supone que en la primera oportunidad que tuviera, le iba a dejar muy en claro que soy su enemiga? ¡Ni pude moverme!

"Solo quería darle las buenas noches" Esa voz… tan suave y a la vez tan profunda. Creo que… ella es la mujer perfecta, la que todo hombre quisiera a su lado… o al menos esa finta tiene. No sería nada difícil que Len se enamorara de ella… ¿Podría suceder? ¿Len puede enamorarse de ella y dejar a mi hermano a un lado? ¡No! ¡Eso no puede ser! ¡Len no se olvidaría de mi hermano tan fácilmente! ¡Por más hermosa que pueda ser esa Yao! No puede…. ¿o sí?

Tamao ha hecho aparición en el pasillo, me pregunta si aun no pienso dormir. Le contesto en monosílabas. ¿Dormir? No… hoy tampoco podré dormir. Todavía tengo mucho que seguir pensando.

Continuará...

N/A: ¡PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN! Me tarde MUCHISIMO en actualizarlo, lo sé… ¡línchenme si quieren! ¡ME LO MEREZCO! Y creo que este capítulo fue algo decepcionante… ¿verdad? Creo que decepcione a más de uno… de hecho, yo estoy algo inconforme con este capí. (¿Algo?). En lo personal me gusto más el primero. Y… tal vez, esperaban POV's de alguien más y no de Pilika, pero… ¡se me ocurrió de repente! Este fanfic está tomando un rumbo diferente al que había pensado primero, pero la "esencia" sigue siendo la misma ¡De eso sí estoy segura!

¡Oh! Mi amado Len y el lindisímo Horito brillaron por su ausencia… (Tal vez por eso no me gusto mucho el capítulo). Pero en los siguientes regresaran, ¡Lo prometo! Es que… necesitaba alejarlos un poquito, para que me pueda "replantear" como quiero que pasen las cosas.

¡Ah! Para que no se lleven otra decepción (ugh!), les adelantó que el siguiente capítulo serán POV's de Lyserg. Y se remontará a la noche anterior a el final de este segundo capítulo… es decir, lo que ocurría mientras Pilika pensaba al inicio del capítulo. Es solo para poner el encuentro de Lyserg con Horo. No habrá mucho avance, ya que los acontecimientos del capítulo 3 estarán ocurriendo al mismo tiempo que ocurrieron en el capítulo 2 (¡que revoltijo me vuelvo!)

No pienso hacer POV's de todos los personajes, solo de los que tendrán más importancia en la historia… (Obviamente, xD). Aunque principalmente es sobre Horo y Len… se me "antojo" complicar las cosas para otros personajes, ¡No pude evitarlo! ¡Me encanta complicar las cosas!

¿Qué más puedo decir sobre este capítulo? Mmmm, no lo sé! No se me viene nada más a la cabeza.

Eh… mejor paso a mi parte favorita, juju. (¡Lo que me emociona!)… ¡Responder Reviews!

FuMiKi: ¡No creo poder separarlos! ¡No tengo corazón para eso! (bueno, de hecho… es por mi atolondrado corazoncito que no me permito separarlos, jiji) Ni yo sé como es que Len no le captó a lo que hacía Horo en el baño… jajaja, resultó inocentón el chinito, jujuju… ¿Quién lo diría? ¡Muchas gracias por tu Review!

Faye-BurningDeep: ¡¿Pues qué crees! No eres tan mala adivinando… jeje, ¡no puedo decir más! Aunque con esto que te acabo de decir, ya dije DEMASIADO, upps!. ¡Sííí! A mi me encantan que sean melosotes! Ayyyyy, me hacen suspirar!. ¡Muchísimas gracias por leer mi fanfic!

Rail-Tezca: ¡Lamento mucho la demora! Falta de tiempo… y de inspiración! Lo mismo me pregunto yo, ¿qué estaría haciendo en el baño? Jejejeje. ¡Pilika que no respeta la intimidad de su hermano! ¡Gracias por leer y por dejar review! Ojala no abandones mi fanfic!

Pilikita y Kororito: ¡Gracias a ti, por invitarme a unirme! Sí, es de la prometida está cacho… aún no se ni como lo solucionaré… je! Es que, de hecho ni tenía en mente que iba a haber una prometida, se me ocurrió así de repente… (Toy re-mal!). Y yo soy la que de te agradece haber leído mi fanfic!

Maki Tasui: Antes que nada… ¡Muchas gracias por leer este fanfic y dejarme review! Sobre la "propaganda" jeje, pues… ¡Ya sabes que soy tu fan! ¡Kohaku! Maki tiene razón… Horo y Len no pueden ponerse a hacer esas "cosas" en público… jujuju, para eso hay lugares más privados…. ¿No? Espero que este capítulo no te haya decepcionado y ojala te haya gustado! ¡Ah! Gomen por no haber utilizado a Horito para este capí, te prometo que muy pronto sabrás de él!

Naru Asakura: Oye, me gusta mucho tu nick… jeje, es que ese es el nombre de un personaje que invente para una historia que tengo por ahí… (Es la nieta de Yoh, jijiji). ¡Gracias por el review!

Junlin tao: ¡Hola! Yo toy muy bien, algo estresada pues hoy empezaron mis exámenes finales. Disculpa la demora, la escuela (y otros asuntillos) me tenia muy ocupada. ¡Me daría mucho gusto que cumplieras tu promesa! Ojala este capí, haya sido de tu agrado.

Leukar15: ¡Lamento mucho, mucho, mucho la larga espera! Aquí está ya el segundo capítulo… ¡Ojala sea de tu agrado! ¡Gracias por leerme!

Y creo que estos son todos…. ¿Verdad? ¡Muchísimas gracias por su reviews! De veras que se siente bien bonito cuando te dejan uno! Trataré de ya no abandonarles mucho… ¡Es una promesa!

¡Hasta la Próxima!