"Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
Y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar..."

La pelirroja se quedó igual de helada, como cuando escuchó su confesión de hace ya dos años y medio.

–¿y tú Sora¿tú qué sientes?

–yo... –debía enfrentarse a lo que sentía- yo tampoco te he olvidado¡pero entre nosotros no puede pasar nada! Tu estás con ella!

–no importa, eran las palabras que quería escuchar, voy a terminar con ella ahora.

En ese instante todo parecía tan decisivo y tan simple para Matt, pero esa noche estuvo pensando en el asunto, y no lo veía tan fácil como hace horas atrás en el metro.

–¿si? –contestó un dormido Yagami.

–Tai, lo siento, pero no puedo dormir

–yo si... adiós –se dirigía a colgar el fono, cuando escuchó un grito de su amigo. – ¿qué sucede?

–se trata... de Sora

–ah... –Tai comenzó a despertar de su letargo. – si, los vi hoy

–quiero volver con ella

–genial¿y cuál es el problema? Ah –comprendió a qué se refería.

–ya sabes que nos tienen por la pareja perfecta –y así lo confirmaría cualquiera. Siempre se veían juntos, aparentemente felices, y parecía la historia de amor de muchas chicas, quienes advertían que viniendo de un país extranjero la chica encontró el amor de su vida. Sus amigas lo comentaban constantemente.

–¿pero por qué no terminas y cuando se vaya vuelves con Sora?

–¿y qué explicaciones voy a dar cuando me pregunten por qué terminamos?

–no veo por qué tengas que andar dando explicaciones

–claro que sí, y después Sora queda como "la otra"

–mmm buen punto –Tai intentaba dar con alguna respuesta, sin embargo, no parecía tener éxito.

–pero has lo que te digo: termina con ella ahora y a Sora le pides un tiempo

Y así lo hizo Matt, le dijo a la pelirroja que era por respeto a los sentimientos de su ex novia, por lo que accedió en seguida.

Aunque aquello no paró la cantidad de rumores que comenzaron a circular por los pasillos de la escuela. Rumores que fueron muriendo lentamente al no confirmarse ninguno de ellos. Esperaron 6 interminables semanas, al cabo de ellas hicieron público su noviazgo, provocando que las amigas de la ex novia de Matt comenzaran a hablar a sus espaldas, pero decidieron ignorarlas.

–tenía tanto miedo, no pude dormir por días –Sora se había sentado en el suelo al lado de Matt, y apoyado su codo en el pecho de él– pensaba en que si lo nuestro iba a funcionar, ya era la tercera vez... y si rompías con ella para darte cuenta que en verdad no estabas enamorado de mí... ay... tantas cosas se me pasaron por la cabeza... –se llevó una mano a la cara.

–bueno, bueno, pero ya vez que todo resultó como en los cuentos de hadas. Éramos Romeo y Julieta ¿te acuerdas? –le pasó una mano por el rostro para quitarle un pelirrojo mechón a Sora.

–¡cómo me voy a olvidar! Tampoco fue hace tanto tiempo

–resulta Matt... que hay un problema –comenzó a hablar

–¿qué sucede Sora? –se alteró bruscamente, temiendo de pronto que fuera a terminar con él.

–verás Matt, es que le estuve mencionando el tema a mi madre, hablándole de ti

–¿y? –la apresuró a que terminara

–pues... que ella acepta de muy poco agrado que seas mi amigo, pero si le digo que eres mi novio es capaz de matarte

–¿matarme? No crees que exageras? –confirmó arqueando una ceja.

–bueno, matarte no, pero sabe que lloré mucho por ti y me advirtió que no pensase en volver contigo –la pelirroja censuró bastante de la conversación con su madre, explicándoselo a su novio en términos bastante sencillos.

–no te preocupes amor, ya encontraré la forma de convencer a mi suegra, y verás que nos acepta –terminó por guiñarle un ojo, haciendo que la chica esbozara una sonrisa.

Sólo se veían en el instituto, luego de las prácticas de tenis o cuando Sora iba a ver a Matt ensayar, o simplemente salían de vez en cuando como amigos, bajo los ojos de la señora Takenouchi.

Una tarde, Sora se encontraba tirada en su cama pensando en lo que había pasado días antes en el departamento del padre de Matt. Estaban solos sentados en el sillón viendo una película, y en medio de ella Matt comenzó a besarla de un modo como no lo había hecho antes. No negaba que esos besos tan apasionados la dejaron embelesada, pero Matt continuó con frenesí, tomando la cintura de Sora y subiéndole poco a poco la polera, sintiendo su marcada cintura.

–tu tu turu tu tu –la sacó bruscamente de sus divagaciones el sonido de su celular.

–¿Matt? –se asombró antes de contestar- ¡hola¿dónde estás?

–no lo vas a creer, asómate por la ventana

–¡mentira! –la pelirroja comenzó a reír– Romeo, Romeo ¿dónde estás que no te veo?

–mi Julieta, baja, huye de tu malvada madre, te esperaré detrás del estacionamiento –continuó Matt divertido con la actuación.

Una vez en el lugar acordado se dirigieron a un parque cercano, donde había una casa en un árbol, que solían ocupar como refugio.

–si, nuestra historia es como la de Romeo y Julieta

–Matt, sobre lo del otro día... –Sora notó cómo sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín.

–no te preocupes Sora, ya te lo dije, si no quieres, nada va a pasar.

–si, gracias –respondió por inercia, pues no sabía qué decir en ese momento. Fue salvada al recibir un beso tierno de Matt.

–te quiero –le confesó en susurros el chico rubio.

–yo te quiero mucho –le respondió buscando la calidez de sus labios.

–ah si? Pues yo te amo –terminó por darle a Sora el calor que tanto necesitaba.

Fue transcurriendo el tiempo, pasando los días, y Matt se volvió algo distante.

–no sé qué bicho le picó, anda tan extraño –suspiró resignada.

–mmm... –Yolei quedó pensativa– y si...

–pero dijo que me amaba –continuó divagando la pelirroja, sorda a los aportes de su amiga. – a menos que lo del otro día le molestase...

–¿por qué¿qué hiciste Sora? –consultó dispuesta a regañarla. Pero se contuvo al ver que la aludida desviaba rápidamente la mirada, fingiendo que se concentraba en el partido que jugaban los chicos en el patio.

–Sora, no sirves para eso –le advirtió Yolei– cuéntame qué sucedió.

La chica no sabía si debía hacerlo o no. Era una situación vergonzosa para ella, quizá sería mejor tratarlo con su madre, pero tampoco veía por dónde comenzar a hablarle del tema. Así que si se decidía por esta opción, tampoco implicaba llevarla a cabo. Tenía que desahogarse, y su mejor amiga no estaba allí presente. A Mimi no tenía nada que ocultarle, pero le había sido imposible ubicarla para pedirle consejo. Decidió empezar.

–pues... la semana pasada –Sora echó una última mirada a la sala, por si alguien había entrado sin previo aviso. – cuando fui a casa de Matt...

–Sora no te cortes, puedes confiar en mi –le tomó las manos para que parara de hacer sonar las uñas.

–estábamos en el sillón viendo una película, ésa que sacaron en verano...

–da igual, no des tantos rodeos

–bueno, pues Matt se me insinuó... y... besó –la pelirroja fue disminuyendo el volumen de su voz, haciendo casi inaudible la última parte de su confesión, pero no se necesitaba más imaginación para entender la situación.

–ah... –dijo, no sorprendida, sino haciendo tiempo mientras buscaba una respuesta adecuada– pues eso es normal –intentó.

–si, pero es incómodo ¿se te ocurre pensar que quede embarazada?

–mira, tú tienes 17 igual que Matt, llevan ya año y... ¿medio? saliendo –sin oír la respuesta a su pregunta prosiguió– por ejemplo el otro día Noriko me contó sobre su 'primera vez'

–¿qué¿Se puede saber la edad de ella por favor?

Yolei no parecía ser la mejor opción de confidente.

–pues 16, oye que está en la media de la edad en que se pierde la virginidad –trató el tema aparentando la mayor soltura, intentando dar seguridad a su amiga.

–la media me da lo mismo, soy yo, no encuestas. –a la chica de extraño pelo lila pareció afectarle esa reacción.

–Yolei, tú y Ken... –comenzó a sospechar, mas fueron interrumpidas por el inicio de clases, quedando su conversación inconclusa.

"no, Mimi, te necesito a ti, no puedo conversar de esto con nadie más. Pero esa chica¿qué está pensando¿no tiene un poco de sensatez?" "A lo mejor, yo estoy mal. Claro, y por eso Matt está enojado conmigo, porque no actué como debí haberlo hecho." "¿Pero en qué piensan todos? Es que no les importa que la primera vez sea con alguien a quien estén seguros de amar?... "

–señorita Takenouchi, baje de las nubes y ponga atención –la estorbó el profesor de matemáticas.

Intentó en vano seguir la clase, su mente no podía centrarse en otra cosa. El mundo se le estaba yendo en picada, las personas la estaban comenzando a decepcionar. ¿O acaso ella sería tan ingenua? Pero no se creía así, estaba consciente de todo, menos sobre aquel tema.

Con el paso de los días parecía que todo a su alrededor giraba en torno al asunto: las películas que encontraba pasando los canales, datos sobre charlas, más rumores sobre la vida sexual de sus compañeras de instituto... ¿cómo podían tomarlo tan a la ligera?

–hombre, que ya no tengo cara para acercarme a ella

–no exageres Matt, si ya lo hablaron ¿no?

–em, si, pero ahora va a creer que cada vez que le dé un beso, quiero algo más

–bueno puede que sí –Tai, rehusándose firmemente a cortarse sus pelos parados, cruzó los brazos detrás de su cabeza– Sora siempre le da muchas vueltas a los temas, me marea pedirle consejos, pero es la mejor

–hey, tú preocúpate de tu Mai –le dio un codazo de advertencia a su moreno amigo dentro de su conocido juego. Obtuvo una hábil respuesta, Tai ya le intentaba hacer una zancadilla.

–hombres... –escucharon a sus espaldas, y se encontraron a la reina de Roma sosteniendo su bolso– ¿cuándo piensan crecer? –interrogó arqueando una ceja.

–perdón, ejem, ha hablado la señorita madurez –anunció Tai solemne, aclarándose la voz. Matt y Sora rieron juntos.

–¿les parece si nos vamos a mi casa y pedimos pizza? –invitó la chica pelirroja.

–claro, cómo crees que me negaría a una pizza! –se le iluminó el rostro a Yagami al igual que un niño.

–¿y tu madre Sora? –consultó Tai investigando el refrigerador.

–anda en Kyoto dando un curso –respondió igualmente ocupada abriendo cada puerta de la cocina y despensa en busca de comida. – creo que si, la pizza va siendo nuestra única opción.

–pues aquí hay un arroz, puedo hacerlo –sugirió Matt alzando el envase en sus manos.

–¿Tai?

–mm... lo siento Matt, me voy por la pizza –afirmó Yagami camino al teléfono.

–ya lo oíste: pizza –confirmó su novia encogiéndose de hombros.

–ya verán, haré este arroz y quedará listo en menos de lo que llegue esa comida chatarra, y además, estará mejor –sentenció, y se dispuso a trabajar.

Si bien el arroz quedó listo antes, es muy discutible que se le comparase con la pizza, sin embargo Matt se negó a comer de ella comentando en cada bocado lo exquisito que le había quedado su plato. Quien sucumbió entre tanto desafío de sabores fue Tai, que luego de forcejear con Matt logró comprobar el sabor que tanto alababa su amigo.

–bah... he comido tu arroz muchas veces, esta pizza está mejor –comentó dispuesto a no ceder ni un paso más. con ello sacó a Ishida de sus casillas.

–ya veremos qué dices después de esto ¿no quieres más pizza? –y tomando un pedazo se lo aventó contra la cara obligándolo a tragar. – ¿o te arrepientes y prefieres mi arroz? –amenazó nuevamente con dicho alimento.

Sora no hacía más que reírse de esos dos; era volver atrás. Quizás Matt tenía razón, a todos les gustaría retroceder a aquella época y no regresar. Volver atrás y no crecer, no darse cuenta que la vida era aún más complicada que aquello. A vivir ese amor ingenuo con Matt, y no preocuparse más que de estar juntos y esperar con ansias un "te quiero".

Por Akassia (Darkdi)

Cosecha¡ta-raaaan! He aquí el segundo capt. Salió un poco más corto que el anterior, pero aquí se ve para dónde va este fic. Y debo agradecer q sus reviews me ayudaron bastante a hacerme el tiempo de escribir, porque tengo mil cosas que hacer... u.u espero seguir así y actualizar cada dos semanas... aunq no prometo porq nunca cumplo, ya aprendi eso de mi n.nU

A veces me dan ganas de mandalo todo a la ... punta del cerro, pero mi meta es entrar en la universidad y debo esforzarme... ok.. rollos de mi vida n.n

Esto de escribir es genial, una se relaja y descarga emociones, sino me desquito apretando el teclado, jojojo. Ah... entre tanta cosa una extraña tiempo para poder hacer lo que uno quiere. Leer el libro q unaquiere y no el q te hacer leer en el colegio... iagh!

En fin, ya me fui del tema, je. Agradezco los reviews y les hice los arreglillos que me pidieron, espero que ahora no se pierdan ;P

Adeus! Y gracias por leer! Uds también escriban!