HOLA A TODOS! n.n bueno ahorita estoy apurada x q mañana me voy de viaje asi q les dejare los capitulos y despues contesto los reviews x q ni tiempo me qda para eso n.nU, espero que este si les guste! estoy en estapa insegura despues del fracaso del ultimo q actualice T.T.. Bueno que pases feliz navidad y un feliz año! n.n
Capitulo 5. Coeur froid
Los días pasaron, ya había transcurrido una semana y 4 días, todos se esforzaban al máximo, en especial los candidatos para la armadura de Aries, ya que iban a ser los primeros. Shion y Dokho se encontraban entrenando en un lugar alejado de la zona de entrenamientos, lo hacían todos los días, así tal vez aumentarían sus fuerzas considerablemente, luchaban uno con el otro y siempre quedaban en empate, pero no importaba, en realidad ellos no estaban peleando para ganar
- Tu velocidad esta aumentando- comento el lemuriano, Sentado viendo el paisaje
- Que te puedo decir soy el mejor- Sentándose junto a el
- Te estas juntando mucho con Alex
- Tiene razón, se me están pegando sus mañas
- A mi también….- suspiro resignado
- Deberíamos irnos, ya no tenemos nada que hacer, sabes… hay que buscar una mejor manera de entrenar, me queda doliendo todo el cuerpo después que luchamos
- A mi también u.uUUU.. Por cierto no le debes a Mike?
- Cierto! Mejor no pasemos por la cabaña y vamonos por la zona de entrenamiento- dijo nervioso dokho
Ambos se levantaron y se dispusieron ir a la zona de entrenamiento pero antes escucharon un gran ruido cerca del lugar, al llegar, vieron un montón de guardias formando un circulo, entre ellos estaba aquel hombre que había guiado a dokho
- oye! Que esta pasando?- grito Dokho Dirigiéndose al hombre
- No soy "Oye" Soy Dimitri, así que la próxima recuérdalo, y que esta pasando, bueno es que vez aquel- Señalando un joven en medio del circulo- Reto a una chica, diciéndole que no servia, y ese tipo de cosas, este santuario aun no se acostumbra a las mujeres
Todos gritaban "Matala" mientras el joven esperaba que su oponente se decidiera a pelear, Dokho giro su cabeza hacia una piedra que daba vista a todo, cuando miro quien estaba montada en ella, la rabia comenzó a surgir, rápidamente salto llegando a aquella piedra mirando con furia a esa persona
- Tu! Tu eres la mujer que se la llevo!
Ella se volteo a ver el pequeño que la retaba, una carcajada soltó, le parecía cómico aquel niño. Varios guardias escucharon el grito, Dokho que se disponía atacar a la mujer fue sujetado por todo un batallón de hombres, pero varios al intentarlo habían salido heridos por el chico
- Señorita Yura, nosotros nos encargaremos del mocoso- dijo uno de los guardias pero inmediatamente fue expulsado por el aire al igual que el resto solo por el cosmo del chico
- y dime quien eres tu? – pregunto Yura aun divertida
- El a pesar de su furia se tranquilizo un poco, no la iba atacar… por ahora
- Tu te llevaste a mi hermana, allá en china
- Cual hermana niño? Tu tienes hermana, pero si te refieres a la mocosa que me lleve en China, mírala, no es mas la niñita que conocías
Dokho se acerco a ella y miro donde ella le señalaba, abajo en medio del circulo, donde la pelea se llevaba acabo, observo quien era la mujer que estaba luchando, a pesar de la mascara el la reconocía…
La chica miro su oponente de forma insignificante, si, el chico aspirante a la armadura dorada de cáncer, pero para ella no era nada…
- Lista para morir? Vas a sentir lo que es ser insignificante
Ella no comento nada, era una forma de perder su saliva en el. Todos los demás que estaban a su alrededor deseaban ver a la chica muerte, ya que, un combate donde había una mujer esta debía morir por insignificante, era ley que según ellos tenían y no la iban a cambiar
El chico se acerco rápidamente hacia ella, un ataque directo, observo que en su mano que venia directamente a su pecho, escondido en un puño estaba una especie de navaja o daga, Ella solo se hizo a un lado esquivándolo.
El se sintió ofendido al ver como la chica esquivaba como si no fuera nada sus ataques, una vez mas trato de atacar, mas ella seguía, jugaba con el, el no aguanto mas y ataco sin pensar ella de nuevo se hizo a un lado y tomo su mano derecha, colocándose atrás de el y quitándole su arma.
- Maldita!
Se sentía atrapado, la tenia justo atrás, ella sostuvo fuertemente su brazo y poco a poco lo fue llevando hasta arriba, el no podía hacer nada, lo tenia sujetado con una llave, solo gritaba del dolor que le causaba su brazo, ella apunto la daga a su cuello, mientras se acercaba a su oído
- Que se siente ser tan insignificante?- tirando la navaja al piso
No aguanto mas, cuando trato de girar para golpearla, un terrible error, ya que sin dudar con su mano libre atravesó su estomago desde atrás, matándolo así.
- no sirves como caballero y mucho menos para portar una vestimenta dorada
Los guardias, aspirantes y aprendices del lugar vieron tal acto, se acercaron de ella de forma amenazadora, todos ellos la iban a matar
Dokho no pudo creer lo que sus ojos veían, era demasiado, por instintos salto colocándose al frente de la chica, dándole la espalda, esperando a que los hombre atacaran para protegerla
- Quítate niño!
- Ella es un asesina!
- Hay que matarla!
- Mato uno de los nuestros!
Gritaba entre ellos desesperados, ansiaban la sangre corriendo de la chica
- ALTOOO!
Todos voltearon a ver a un hombre de cabellos castaños y mirada negra, era Dimitri, la turba molesta, se sorprendió a verlo
- Pero señor Dimitri….
- Déjenla…- fue lo único que menciono
- Señor dimitri, no podemos entendemos su posición como antiguo caballero dorado de Sagitario pero ella mato a uno de los nuestros
- después de todo este era un combate a muerte, el débil murió y el fuerte sobrevivió… ahora váyanse
Todos se retiraron, mas aun guardaba su sed de sangre. La chica se hecho para atrás al ver como Dokho la protegía, este se volteo solo para verla…
- Hana….
Su voz parecía un murmullo lleno de lamentos, al exclamar su nombre, ese nombre perdido para ella, sus ojos evitaron la mirada esmeralda de el, sentía miedo a recordar lo perdido, a ser castiga por ansiar aquel lejano pasado, mas todos su temores se hicieron mayores, al sentir los brazos rodeando fuertemente su cintura, y mas aun al sentir su hombro húmedo por las lagrimas que salían de aquellos verdes ojos
- Lo…la..mento yo..yo pude hacer algo…. Perdóname
Sus brazos la estrujaban con más fuerza, ya no importo nada, se dejo querer un momento, y correspondió tal abrazo, había anhelado esto por tantos años, sabia que después iba pagar por tal acción
- No tienes nada que disculparte….- dijo ella
Su cosmo surgía de la furia por la desobediencia, esa mocosa desde aquella noche, no tenia derecho a recibir un nombre siquiera, era por eso que desde que la recogió la palabra "aprendiz" había suplantado su nombre, ella no podía ser querida, no lo merecía, su destino estaba marcado. Salto hacia donde estaba la discípula, esto debía terminar ahora
- Aprendiz ven!- grito Yura
Dokho la soltó y se puso en el medio de la amazona y la chica, no iba a permitir que se la llevaran lejos de el
- Quítate mocoso
Levanto su mano amenazadoramente, pero antes de siquiera tocarlo, alguien la había agarrado
- Dimitri!
- discúlpame Yura pero no puedo permitir que toques al chico, quedarías mal parada
- Dimitri por muy consejero del patriarca que seas, no puedo permitirte que me digas que hacer, esta mocosa es mi discípula, y hago lo que se me plazca… Aprendiz no lo repetiré!
- Estas gozando de un derecho que no te pertenece Yura- dijo seriamente Dimitri
La chica obedeció, mantenía su cabeza erguida pero era por puro porte, Dokho miro la escena vacilante, pero se quedo quieto, el sabia que por mucho que la quería, no podía interponerse entre maestro-alumno, no mientras aun no sea caballero dorado
Shion que miraba la escena confundido al no saber lo que pasaba se puso a un lado de Dokho, este lo miro y se dio la vuelta dispuesto a marcharse
- ven te contare todo- dijo el chino
El lemuriano obedeció y lo siguió hasta la cabaña que compartían, ninguno de sus compañeros estaban ahí, era el momento indicado para que el le contara todo
- esa chica es mi hermana menor… bueno podría decirse …
En su cara se detono aun mas la confundió ante tales palabras, Dokho lo miro y sonrió ligeramente, sabia que su compañero no lo entendía del todo
- Mis padres la consiguieron cuando yo apenas tenia 2 años, desde ese entonces la criaron junto a mí, es por eso que nos decimos hermanos sin tener un parentesco sanguíneo
- ya veo…
-Hace años en China, mis padres fueron asesinados aun desconozco los motivos y quien fue el culpable, pero ese mismo día, reclutaron a mi hermana al servicio de la diosa.. Esa noche me jure a mi mismo que lograría ser caballero para verla, aunque después sentí la necesidad de servir a Atenea
- el problema es su maestra
- tienes razón… pero no te preocupes ya veras que todo se arreglara y tendré a mi hermanita a mi lado- Volviendo a su actitud optimista
En una cabaña, sus gritos era ahogados, aun no soltaba siquiera una lagrima, después de todo se había vuelto tan normal los golpes, que ya parecía no importarle, pero esa noche la amazona estaba particularmente molesta
- No tienes derecho ni siquiera a sentir!- gritaba la peliazul
La fuerza en agitaba aquel látigo aumentaba, era cruel ver a tan inocente pequeña siendo castigada por sentir, por vivir… Su espalda estaba cubierta de heridas mientras el piso aumentaba la cantidad de sangre, la amazona paro, y la dejo ahí a medio morir, pero la niña estaba tan acostumbrada al hecho, que solo se levanto a pesar del dolor y se encerró a su habitación para curar ella misma las heridas
La amazona se acerco a la puerta, al escuchar que alguien tocaba, cuando la abrió pudo ver uno de los guardias
- que deseas?
- Señorita Yura, El patriarca desea hablar con usted…
- Enseguida voy- cerrando la puerta pera la mono del guardia la detuvo
- Inmediatamente… señorita- observándola con desprecio
Salio de su cabaña y se dirigió hacia donde el patriarca la esperaba, ante el se arrodillo, agacho su cabeza en muestra de respeto, ella no era mas que el, y eso lo sabia. Miro hacia la derecha del Gran Maestro, observo a un Dimitri vistiendo con una túnica de las mejores galas, después de todo el consejero del Patriarca gozaba de lo mayores lujos en todo el Santuario, pero lo que mas le molesto fue la cínica sonrisa que le dirigía a ella
- Saludos... el Caballero femenino Fénix de la orden de bronce viene aquí respetuosamente para saludar al Patriarca.
- vienes por que te llame… Yura del Fénix
- discúlpeme su eminencia, dígame, en que puedo servir a mi diosa y usted?
- es cierto que la amazona de Perseo y tu, son de la isla de la reina muerte?
- asi es, su eminencia
- Bien tu y tu hermana partirán ahora mismo hacia esa isla, hay varios caballeros que están haciendo un desastre es mejor que ambas se ocupen de ello
- si, ahora mismo arreglare todo.
- pero debo informarte que la pequeña no partirá contigo.
- pero su eminencia..!
- prefiero que se quede aquí, bajo el cuidado de Dimitri
La amazona entendió del por que de la sonrisa del antiguo caballero, apretó sus puños, pero debía obedecer la ordenes del Patriarca
- Como ordene…
- Bien, que Atenea vele tu viaje y el de tu hermana, ahora puedes retirarte
- que así sea, su eminencia, con permiso
Dio una ligera reverencia y se marcho de lugar, esta llena de rabia, llego a la cabaña y vio el piso limpio, la niña había limpiado su misma sangre como siempre lo hacia después de ser azotada por ella, encamino a su habitación y acomodo sus ropas en una bolsa, y tomo la caja de Pandora donde yacía su armadura y se dispuso a salir del lugar, al llegar a la entrada del santuario vio a Mirth y ambas desaparecieron en el velo de la noche
Frente de la divina imagen de la diosa de la sabiduría, reposaba observándola, era enorme aquella estatua, con un toque de sutiliza y fortaleza increíble, tan imponente… Fijo su vista al cielo, una ave se cercaba a ella con cautela, extendia su alas con gracia y esplendor hasta detener su vuelo y pararse en el brazo de ella
- ya has llegado de tu cacería, pequeña- acariciando el plumaje del búho
- Hasta los confines del mundo te acompaña, dime a que has venido? Deberías estar reposando en tus aposentos
- Dimitri no deberías estar observando a las personas- volteando a mirarlo- vengo a meditar, no puedo evitar a observar esta imagen, me produce tanta melancolía, quisiera ser así de sabia…
- Lo eres…
- Mi buen amigo, no soy ni la mitad de sabia que Atenea en tiempos mitológicos, ya que en mi, hay esencia humana que me hace dudar
- Recuerda que ante todo tendrás mi apoyo en tus momentos de duda
- Si tu me acompañas, quien te acompaña a ti?
- La soledad, mi bella dama, la soledad, pues aun no soy capaz de ganar un corazón- caminando hasta ella
- Tus palabras son suaves, con doble intención, Dimitri, mi cuerpo es joven pero mi alma vieja y aunque no entiendo en muchas ocasiones los juegos de Afrodita y de Eros, se mas de una vez lo que tu mirada y conciencia me han querido decir, no sabes cuanto me hieren y me lastima saber tus intencioneshacia mi
-Y no sabes cuanto me hieren tus palabras dejándome claro que este sentimiento no es correspondido
- Deseo tu amistad, solo eso, compláceme con eso, te lo pido
- Aunque me duela te complaceré, pues prefiero esto a tu indiferencia completa hacia a mi, no lo resistiría- tomando su mano y poniéndosela en la mejilla
- Mi buen amigo… a veces me pregunto si es bueno que ambos estemos en el mismo santuario
- No digas eso por favor… pues no me imagino sin ti, para eso hubiese muerto junto a mis compañeros- aferrandose mas a la mano de ella
Ella lo miro, le dolía, pero tampoco podía imaginarse una vida lejos de el, era el quien tantas veces la había ayudado y aconsejado cada momento desde que recordaba, como perderlo ahora? Prefería mil veces esa extraña relación a que no estuvieran juntos
- me ire a acostar, buenas noches Dimitri
- buenas noches, me harias un favor?
- cual?
- Esta noche vela mi sueño, te lo pido, imágenes del pasado vuelven a mi entre pesadillas, no deseo…
- Yo velare tu sueño como todas las noches… pues tu velas el mio
- Gracias… y te aseguro por Atenea que lo seguire haciendo- con una sonrisa en su rostro muy peculiar
- Si- sonriendo- por mi…
