Hikari no Shinobi
#4: Aprender
La
noche ha caído, hace casi 24 horas que la Hokage se reunió
con el Hikarikage, pero, ajena a todo eso, la aldea oculta de la
Arena, del país del Viento descansa de un duro día de
la vida de sus ninjas, y ahora reposa, como una majestuosa criatura
de arena hecha un ovillo, para soportar la fría noche del
desierto… (No, no me refiero al Shukaku).
Y como que
esta aldea nos importa más bien poco; pasaremos al grupo 7/11,
que se encuentra cumpliendo una misión de nivel C: explorar
los bosques lejanos para documentar posibles emplazamientos enemigos
en búsqueda de la compañera de los ninjas de la Luz.
En
realidad ya estaban de vuelta, y habrían concluido la misión
como "sin novedades" si no fuera por un incidente: tres ninjas de
la Nube, la aldea que tiene retenida a la prima de Natsu.
Fue
rápido, Sakura y Aya atacaron al primero de ellos, la
pelirrosa pegó un puñetazo estilo Tsunade al suelo,
haciendo que se resquebrajase y desequilibrara al enemigo, momento
que aprovechó Aya para dispararle un dardo envenenado.
Murió
a los 3 segundos.
Mientras
tanto Sasuke y Kibou habían rodeado al suyo, Kibou le hizo
entender con gestos a Sasuke que quería que le ataque con el
Chidori por detrás; ese obedeció y se lanzó al
ataque, mientras Kibou intentó una estocada frontal.
El enemigo
sonrió confiado y saltó en el ultimo segundo, esperando
que Sasuke y Kibou se hirieran mutuamente. Pero el espadachín
ya havia previsto (literalmente) ese movimiento, así que en el
último segundo lanzó la katana al suelo y con las dos
manos sujetó el brazo libre de Sasuke, y dando una vuelta para
coger impulso le lanzó contra el enemigo, que seguía en
el aire.
Cuando
llegó al suelo ya no respiraba.
El tercero
de los enemigos se estaba enfrentado a casi media docena de Narutos,
que en un instante desparecieron todos de golpe para dejar pasar a
unos kunais que le sujetaron contra un árbol atrapándole
las ropas, dejándolo totalmente inmovilizado.
Natsu:
Mirad lo que tengo…
Kibou:
Vaya… muy bien Natsu, esperemos que este no explote como el último
que cogiste.
-¿Que
explotó! - Preguntó el asustado prisionero.
Aya¿Como
te llamas?
-Niru…
Aya: verás
Niru, capturamos con vida a una tía de tu aldea que se había
infiltrado en Konoha, pero antes que le pudiésemos sacar nada
se suicidó con unos pergaminos explosivos.
Niru:
Entonces era Gibô, la conocía, estaba en mi equipo
cuando éramos gennins…
Kibou: Ya
veo… el caso Niru es que hay algo que queremos saber, y tu nos
ayudarás a saberlo…
Natsu: Y
si no nos lo cuentas por las buenas será por las malas, Niru…
Aya:
Te lo preguntaré una vez antes que empecemos a hacerte daño…
¿que sabes del paradero de Nôryoku Tensai¿Qué
sabes del paradero de las bases de investigación más
cercanas a Konoha?
Niru¡Yo
no se nada!
Kibou¿Por qué todos dicen lo mismo¿Cuantos cretinos
de la nube nos han soltado esa mierda ya?
Natsu:
Este es el duodécimo sexto.
Kibou: Por
si no lo has entendido bien, antes de ti, en los últimos 6
días desde que salimos de nuestra aldea para venir aquí,
hemos interrogado a 25 ninjas más.
Mientras
Kibou hablaba Natsu ha empezado a mover su cadena de kunais, las
vendas que cubren los mangos han caído al suelo mientras los
puñales se deformaban como si de repente fuesen de mercurio,
tomando la forma de finos cables metálicos que se mueven por
encima de su hombro como serpientes esperando para lanzarse sobre su
presa.
Natsu:
Aya¿me podrías señalar los puntos esos? Tu que
eres la médica y se te da mejor…
Aya¿Los puntos de extrema sensibilidad nerviosa? Espera un
momento…- forma los sellos del pájaro, el mono y la
serpiente y dice casi con pereza - zô nageru no jutsu.
(Traducción:
técnica de la proyección de imágenes.)
En
el cuerpo de Niru aparecen unos puntitos rojos, señalando
partes de los brazos, las piernas, el pecho y el abdomen… se nota
que son falsos y son solo una proyección creada por Aya, pero
en esta ocasión no tienen que engañar a nadie.
Mientras
tanto Niru, que se había quedado palidísimo, empieza a
gritar como un histérico, pidiendo ayuda a cualquiera que
pueda oírle; al final puso de los nervios a Natsu, que le pegó
una patada en la mandíbula que le calló de golpe.
Kibou¡Natsu¿Se puede saber que haces! - señaló
la mejilla ensangrentada del ninja, que tenía varios cortes
por la suela metálica de la bota del peliazul - queremos que
hable, si le rompes la mandíbula o le fastidias el labio no
habrá quien le entienda.
Aya:
Bueno… te habíamos dado una oportunidad, lo siento por ti
chico, pero has elegido la opción "a las malas".
Con gran
precisión los alfileres de Natsu se clavan a toda velocidad en
los puntos señalados por Aya, perforan piel, músculo,
incluso hueso; sin compasión penetran por las partes donde los
nervios sensitivos están mas concentrados, en donde mas le
duele.
Un agudo
dolor cubre el cuerpo de Niru, le sube por la columna vertebral desde
sus extremidades, agita el cuerpo como un poseso, pero eso hace mover
los alfileres y le produce más dolor, entonces tensa los
músculos y aún siente mas fuerte la presencia de los
intrusos metálicos.
Cuando
el grito de Niru se pierde entre los árboles Natsu le pasa el
manojo de hilos que conectan con el cuerpo del primero a Kibou.
Kibou:
Te doy otra oportunidad antes de que empecemos en serio¿que
sabes acerca del paradero de Nôryoku Tensai, una chica que
tiene un jutsu de barrera de sangre y que ha sido raptada por ninjas
de tu aldea y llevada a una base militar que tenéis cerca de
Konoha?
Niru: Os
lo prometo, no se nada…
Kibou:
Respuesta errónea... - forma los sellos del tigre, el buey y
el pájaro - Denkiton: Annai dernryû no jutsu.
En
su mano aparece una gran corriente eléctrica que es llevada a
trabes de los cables hasta el interior del cuerpo de Niru, que se
retuerce de dolor.
Este
ritual se repite varias veces, cada vez que el prisionero niega saber
algo, recibe una fuerte descarga eléctrica.
Aya:
Dime el alfabeto del revés.
Niru¿Eh¿Que?
Aya:
Dímelo o recibirás otra descarga.
Niru:
Z, Y, X, W, V, U, T, S, R, Q, P, O, N, M, L, K, J, I, H, G, F, E, D,
C, B, A.
Aya: Mal…-
espera a que Kibou detenga la descarga - te has descuidado la CH, la
LL, la Ñ y la RR.
Niru: Pero
si…
Aya¡Pero
si nada! Queremos saberlo todo, hasta el último detalle…
cualquier cosa, aunque te parezca insignificante, nos puede ser muy
útil.
Natsu:
Vamos, hazte un favor y dinos todo lo que sepas acerca de esas bases…
Niru¡Pero es que no se nada de ellas! Solo se que existen, pero
solo los jounins tienen información útil de eso¡yo
no se nada¡Ni que hacen en ellas ni donde están¡El
único puesto avanzado donde podemos ir los chuunins es uno que
está situado a un día de viaje de aquí, tengo
un mapa en mi mochila… pero no se ni que hacen, los chuunins solo
hacemos guardia ahí… ¡las demás bases están
controladas enteramente por jounins!
Kibou¿Con que solo los jounins¿Ves? Acabas de ahorrarnos
mucha faena…
Aya: Y a
ti te has ahorrado mucho sufrimiento…
Natsu le
registra la mochila y saca un pergamino que una vez desenrollado se
ve que es un mapa con la posición del puesto avanzado donde se
dirigía Niru.
Natsu¿Procedo?
Kibou:
Adelante.
El
peliazul crea otro alambre metálico y de repente, como un
latigazo, se clava en la frente de Niru, que se queda totalmente
paralizado, con los músculos en tensión.
Aya: No te
preocupes, en el cerebro no hay nervios sensitivos, no sentirás
apenas dolor… en realidad, no notas como Natsu está creando
ramificaciones del metal dentro de tu corteza…
Natsu le
pasa el cable a su compañero, que envía una última
descarga a trabes del único cable, el ninja de la nube se
sacude con espasmos, pero no hay gritos, esta vez no es dolor, esta
vez es muerte.
Cuando
cesa la electricidad su cuerpo queda caído, como una
marioneta, y lo único que evita que caiga al suelo son los
kunais que aún le sujetan.
Kibou le
lanza al pecho un último puñal con un pergamino
explosivo y salen todos corriendo antes de que la explosión
elimine las pruebas de lo que había sucedido ahí.
Natsu:
Siento que hayáis tenido que ver esto…
Sakura no
dice nada, al igual que Sasuke, aunque ella está bastante mas
afectada que el Uchiha, Naruto murmura algo que viene a ser un "no
pasa nada".
Poco
después llegan a Konoha.
Seguramente
recordáis (y si no releedlo) que en el anterior capítulo
hubo un salto temporal y no visteis que sucedía entre Sasuke y
Kibou, Natsu y Rock Lee, y Aya y… no dije quien es la misteriosa
persona.
Bueno,
pues aquí están las escenas cortadas, tal y como
prometí en el anterior capítulo… que malo que soy, me
encanta mi personalidad. o
La última
vez que vimos a Natsu estaba torturando a un ninja de la nube…
ejem… antes había ayudado a traer a Hikarikage con una
especie de invocación… y antes estaba comerciando con Rock
Lee, si, este es el trozo que nos interesa, vamos a darle al play y
esperemos que no esté rallado el DVD…
Por
si no lo recordáis bien, Natsu le prometió a Rock Lee
que conseguiría que ese pudiese usar un jutsu que requiriese
chakra al menos una vez y que le fabricaría un arma que
encajase con su estilo a cambio de aprender a abrir las puertas del
chakra… ¿Por qué estará tan interesado en esta
habilidad como para tomarse tantas molestias? Vete a saber… yo lo
se, pero no lo sabréis hasta mas adelante.
Os dejo
con la historia.
Llevaban
un rato de esa manera, Natsu viendo el estilo de lucha de Lee
mientras ese daba patadas y puñetazos al aire, de vez en
cuando el espectador le pedía que se parase en una postura
concreta, o que repitiese un movimiento que le había llamado
la atención…
Aunque no
estaba del todo inactivo, a su vez Natsu experimentaba con metales,
probando varias combinaciones para hacer la mejor mezcla de metales
para ese caso… más resistente, más dura, más
maleable, más ligero…
De repente
se levanta y le pide que se esté quieto, separa el bloque de
metal que tenia preparado y empieza a moldearlo en el aire, le
explica que le dará la aleación común que usa su
clan, pero una versión algo mas resistente, ya que sería
un arma para usar mucho tiempo, y no un puñal o un shuriken,
que se arroja y se puede dar por perdido… al principio parecía
que creaba una espada corta, con la hoja ancha y afilada por los dos
costados, pero el mango, en vez de estar en un costado de la hoja se
encontraba saliendo del dorso de esa, en otras palabras, cruzaba
perpendicularmente la parte plana del metal en vez de seguirlo.
Y
creó dos como esas, Lee las cogió, mientras Natsu hacia
los últimos retoques, alargando la hoja para que estuviera a
la altura del codo de Lee (ya que ese lo sujetaba como si llevase una
moto, con los filos hacia fuera apuntando hacia el.
Finalmente
le dio un ultimo retoque con pinturas anti-corrosivas, pintó
la parte afilada de verde oscuro, y la parte llana de negro,
escribiendo Rock en una y Lee en otra.
Ya estaban
listas, las dagas de muñeca de Rock Lee (muñeca se
refiere a la parte de la mano, malpensados)
Estaban
muy bien compensadas, aparte de que tenían un sistema según
el cual se le adherían a unos brazaletes en el brazo, de modo
que cada una le cubría todo el brazo protegiéndolo
hasta el codo mientras tenía la mano totalmente libre, y a su
vez podía cogerlas del mango, bloquear ataques con ellas o
girarlas y aplicar potentes estocadas o cortes en circular… eran el
arma perfecta para el, no tenía que cambiar en absoluto sus
movimientos para usarlas, en realidad era como si las espadas se
adaptaran a el.
Lee¡Son
geniales! - finalmente dijo.
Natsu:
Tampoco es para tanto… bueno, ya he cumplido con la primera parte
de mi promesa, ahora viene la parte difícil… ¿conoces
algún jutsu que puedas usar si te doy mi chakra?
Lee: Si,
por supuesto… el Henge no Jutsu, y el Bushin… pero nunca he
conseguido realizarlos…
Natsu:
yo te daré el chakra que te haga falta, tu solo concéntrate
en hacerlo, no te preocupes por la reserva…
Mientras
tanto Kibou se encontraba en el dôjo de los Uchiha, enfrente,
Sasuke le acababa de dar la explicación teórica de cómo
usar el chidori, la importancia por la que nunca debía ser
usado sin tener un dôjutsu, ya que a tal velocidad era
imposible poder detectar los contraataques del enemigo sin ese.
Le mostró
la cadena de sellos y atacó a un muñeco de trapo con su
mano llena del chakra azul-y-blanco, agujereándolo.
Sasuke:
Bueno, ya lo has visto, ahora te toca entrenar, se aprende rápido,
la verdad, lo que mas tardarás es en dominar la alta
velocidad… por cierto¿no me dijiste que tu solo usas
jutsus eléctricos? El chidori lo parece, pero no es eléctrico.
Kibou: No
pienso usar el chidori, quiero crear mi propia versión, uno
eléctrico…
Sasuke:
Vaya… que original… te dedicas a copiar técnicas y
volverlas eléctricas…
Kibou: Al
que le gusta copiar técnicas es Natsu… y tu sensei, en mi
caso es la primera vez que adapto una técnica… pero
realmente lo necesitaba, si no consigo jutsus poderosos pronto me
dejarán atrás…
Sasuke:
Mpf… como quieras, pero… sepas que los jutsus no hacen al ninja.
Kibou:
Si tu lo dices… pero... no es solo para evitar que me dejen atrás…
quiero ser fuerte… proteger a aquellos a los que quiero… mi
miraigan es fuerte por culpa de no haber podido protegerles… mi
miraigan nació cuando tuve que protegerles… por eso…
emplearé mi miraigan para nunca mas llegar tarde… ojalá
que no hubiese llegado nunca tarde… algunos dicen que salí
ganando… pero el namida miraigan es solo un premio de consolación…
Sasuke¿Namida Miraigan?...
Pero su compañero no le escucha, su mente está en algún lugar tiempo atrás, recordando el día en que su familia, el clan Senken celebró una comida de campo a las afueras de la aldea de Hikari, estando también invitados Natsu y Aya, ya que la fiesta era en honor del nuevo Ninja de la familia, Kibou, que pronto empezaría a cumplir misiones juntamente con sus compañeros y su sensei, Nidaime Hikarikage.
Estaba siendo una agradable velada, recordaba esa época como si fuese de una vida anterior, por entonces aún llevaba el protector en el cuello, tal y como hacen los miembros de su clan cuando aún no han conseguido el miraigan, su padre, miembro del ANBU, la élite de las aldeas de la Luz y la Oscuridad, su madre, una chunnin que se dedicaba a dar clases en la academia, y su hermana mayor, que hacia ya unos años que ejercía de ninja.
Se podían
ver muchos colores diferentes de Miraigan ahí, habían 6
diferentes, uno para cada elemento usado en jutsus: Tierra, Fuego,
Viento, Agua, Metal y Electricidad, cada ninja usaba jutsus del mismo
color que su miraigan.
Sentados
en el centro del circulo de mesas que se había formado en ese
improvisado camping estaban los dos líderes del clan, uno era
un hombre ya bastante mayor, cuyo miraigan era únicamente
blanco, y el otro era una chica muy joven, con un miraigan de color
negro, si no fueran sumamente conocidos a lo largo y ancho del
territorio de influencia de las ladeas de la Luz y la Oscuridad,
cualquiera pensaría que son maestro y alumno.
Y también
había otro detalle, todos ellos tenían algún
arma, espadas, dagas, sais, y otras mas difíciles de
identificar, todos los que tenían un miraigan, Kibou y otros
parientes suyos mas jóvenes que aún no se habían
graduado no tenían ninguna, a pesar que ya estaban siendo
entrenados para usar alguna.
Así
son las tradiciones del clan Senken.
Había
otro detalle importante, una figura metálica, no muy grande,
apenas unos palmos de largo, con la forma de un dragón
oriental… la leyenda dice que ese dragón atacó la
aldea del Alma, (de la cual ahora proceden las de la Luz y la
Oscuridad) y que los miembros del clan Senken previeron el ataque, a
pesar que los otros clanes no creyeron en su palabra, ya que en
aquellos tiempos todavía se ponía en duda el verdadero
poder de los ojos de los Senken… pero ellos solos prepararon la
defensa de la aldea y derrotaron al monstruo, que después de
morir se transformó en esa estatua de metal.
Desde
entonces esa figura ha sido el símbolo protector de los
Senken.
Habría
sido una velada realmente agradable si no hubiesen recibido el ataque
por sorpresa de una aldea enemiga, a pesar que los del clan Senken
tuvieron tiempo de prevenir el ataque y poner a recaudo a los
jóvenes, no habían podido alertar a la aldea del
ataque, el enemigo les superaba enormemente en numero; todos
lucharon, los ataques venían de todas direcciones, era una
lucha cruenta, los enemigos superaban a los ninjas de la Luz en
relación de 3 a 1 (el clan Senken pertenece solo a la aldea de
la luz, el único neutral es el Nôryoku).
Y
entonces, en medio de la batalla, Senken Kohaku, el anciano líder
del clan se acercó a Natsu, mientras peleaban, para
preguntarle…
Kohaku:
Tú perteneces al clan Kindô ¿verdad?
Natsu:
Mas o menos… uf... ¿por?
Kohaku¿Sabes forjar armas?
Natsu¡Por supuesto¡Ah¿Por qué lo pregunta?
Kohaku:
Seria muy largo de explicar lo que he visto con mis ojos… quiero
que cojas la figura del dragón y forjes con ella una katana.
Natsu¿Eh¿Su estatua!
Un kunai
estuvo a punto de matarle, pero Kohaku lo desvió.
Kohaku:
Si, con la figura, solo ganaremos esta batalla si contamos con otro
par de ojos… y tienen que tener lista su arma… ¿a
que esperas!
El
peli-azul se paró un momento y vio a su compañero
Kibou.
Natsu:
Creo que ya se que es lo que han visto sus ojos…
Kohaku:
Bien… ¡ahora corre!
El
joven se deslizó por el campo de batalla, ignorando a los
enemigos hasta llegar a donde estaba la figura de metal, que había
quedado olvidada en un rincón.
Con los
kunais cortó una rama de un árbol con la que haría
la funda y el mango, mas tarde se molestaría por los detalles,
en ese momento lo importante era volver la estatua en una herramienta
de matar.
Realizó
los sellos que conocía de memoria y transfirió una
pequeña parte de su chakra a la figura, tocándola solo
con la mano.
Pero
la figura no se sació.
Por
primera y seguramente ultima vez en su vida, el no estaba poniendo el
chakra en el metal, el metal se lo estaba robando.
A su
alrededor se sumió una columna de luz y oscuridad, quedó
aislado del mundo exterior… a pesar que nunca en su vida había
visto algo así, no se molestó en admirar el
espectáculo, tenía un objetivo: crear una espada,
concentró toda su mente en el metal y le ordenó que
tomara la forma de una espada.
Y oyó
una voz:
"¿Quién
eres tu para interrumpir mi sueño¿Cómo osas
querer alterar mi forma?"
Natsu:
Me han ordenado… crear… una espada a partir… del metal de la
figura…
"¿Una
espada?"
Natsu: Sí…
Las
fuerzas que bloqueaban la figura desaparecieron y rápidamente
el metal tomó la forma de la hoja de la katana, pero no solo
eso, la rama que Natsu había cortado se talló y se
pintó, hermosos relieves metálicos con motivos de
dragones aparecieron en la punta de la funda y en su base, a la vez
que también otros en la guardia de la espada (el círculo
metálico que separa la empuñadura del filo), también
el mango se unió a la espada, y fue recubierto de un cruzado
de tela amarilla y negra, con un relieve metálico al final,
siempre con diseños de dragones…
La
espada se enfundó y la columna desapareció, Natsu no se
paró a pensar que era lo sucedido, no había tiempo, mas
tarde tal vez, buscó a Kibou entre la multitud, cuando le tubo
localizado corrió hacia el y le entregó la katana sin
mas explicaciones.
Ese
dudó unos instantes, con el arma en su mano sin desenfundarla,
entonces Kohaku le lanzó una mirada de aprobación y
desenvainó la espada.
Con gran
maestría detuvo todos los ataques que le lanzaban, a pesar que
desconocía el origen de esa arma podía sentir su
potencial, parecía que le reforzaba sus músculos y les
quitaba el cansancio.
Porque las
armas nunca se cansan.
A
su alrededor todo era caos, no era difícil diferenciar a los
ninjas de su familia de los enemigos, ya que esos iban todos
uniformados con trajes negros y un protector de frente con el símbolo
de su aldea, a pesar que no eran ninjas con el mismo potencial que
los Senken, tenían una gran ventaja de número, y la
batalla estaba muy reñida.
No
tenía importancia, los Senken no luchaban para ganar, cuando
llegaron los enemigos mandaron a los niños junto con algunos
adultos para que avisaran a la aldea, en pocos minutos llegarían
los refuerzos, seguramente casi todos los miembros de los ANBU,
entonces cambiaria la suerte del combate.
Los
invasores tampoco parecían querer pasar, eran demasiado pocos
como para atacar a las dos aldeas a la vez, ni tampoco parecían
tener intención de evitar a los Senken y seguir adelante.
Iban a por
el Miraigan.
La mayoría
de técnicas que usaban no eran letales, solo aturdían,
lo mas posible es que quisieran atrapar a algunos miembros del clan
para robarles la técnica.
No lo
permitirían, antes se quedarían ciegos que entregarle
sus ojos al enemigo.
Kibou lo
sabía, su familia lo sabia, todo el clan lo sabia.
No
hacia falta dar esas órdenes.
La
lucha siguió unos minutos, costaba moverse sin tropezar con un
herido o un caído, fuera del bando que fuera; todos notaban el
cansancio; las armas arrojadizas empezaban a escasear, el chakra
estaba a las últimas, los recursos se agotaba, todas las
señales decían que la batalla estaba a punto de acabar,
pero sin un vencedor claro aún.
Si no se
hubiera encontrado en una situación como esa Kibou habría
disfrutado enormemente con su nueva espada, le costaba creer que
Natsu, el mestizo que se había licenciado en la misma
promoción que el hubiera creado una espada como esa; parecía
obra de algún gran maestro armero.
Pero
no podía perder el tiempo disfrutando, el caos reinaba a su
alrededor y cualquier pequeño descuide podía causarle
la muerte.
De
todas maneras aprovechaba cada instante para buscar a miembros de su
familia, ya había comprobado que sus padres se encontraban
bien, el era un ANBU y su madre se defendía muy bien, pero su
hermana le tenía preocupado: ella era bastante joven y no
tenía mucha experiencia¡por Dios¡Si solo
llevaba 2 años como kunoichi!
¡Ahí
estaba! Prácticamente en la otra punta del campo de batalla.
Sin
dudarlo se lanzó en dirección a su hermana, totalmente
ofuscado, tanto que no se dio cuenta que por la colina cercana se
acercaban refuerzos de los enemigos, cambando el rumbo del combate.
Cuando
quiso darse cuenta 2 ninjas se le lanzaron encima, le eclipsaron el
sol y cuando ya se daba cuenta algo los apartó del cielo de un
fuerte golpe.
Vio
un gato tan grande como un tigre con una armadura de acero que le
cubría el lomo, las garras y parte de la cabeza, dudó
un instante, pero luego se dio cuenta que era el gato que vivía
en casa del mestizo. Se giró y vio a Natsu agachado en el
suelo, con una mano con un dedo sangrándole apoyada en la
tierra.
Kibou¿Kuchiose?
Natsu no le escuchaba, volvió a hacerse un
corte, esta vez cubriéndole toda la palma de la mano, que
rápidamente quedó cubierta de sangre, volvió a
realizar los sellos del jabalí, perro, pájaro, mono,
ternero, serpiente, y volvió a repetir esos dos últimos,
concentró su chakra y lanzó de nuevo la mano contra el
suelo al grito de taijuu kuchiose no jutsu.
Un círculo de invocación manó de su mano hasta
cubrir todo el terreno donde se encontraban, y unas fuertes
explosiones de humo empezaron a suceder aquí y allí,
gatos gigantes, tigres, leones y otros extraños felinos
aparecieron por todo el lugar atacando a los invasores y equilibrando
una vez mas la batalla. Kibou pudo contar más de dos docenas.
Kibou: Mest… ¡Natsu!
Natsu¿Se puede saber que haces¿No
ibas a algún sitio¡VE¡YA!
Kibou no dudó en volver a salir corriendo,
esta vez avanzó más rápido ya que el gato de
Natsu le abrió camino entre la multitud. No se lo podía
creer: el se había quejado cuando le asignaron a Natsu a su
equipo, pensó que era un enchufado de su sensei, el
Hikarikage, por ser su sobrino, pero en cambio había
demostrado ser capaz de crear poderosas armas como todo un Kindô
y de poder usar técnicas con gasto masivo de chakra como los
mejores Nôryoku. Y además cuando le vio correr se
arriesgó usando el kuchiose para salvarle, el en cambio habría
pensado que huía y se habría desentendido. No volvería
a llamarle "mestizo".
Pero antes de eso estaba su hermana, a apenas unos
metros, 10 o 20, un espacio que se podría recorrer de un salto
en otras circunstancias, pero que en ese momento podría tardar
minutos en cruzar.
No había tiempo, esgrimió la katana con todas las
fuerzas de sus cansados brazos y derribó a un par de enemigos,
pero entonces lo vio.
No lo vio realmente, sus ojos le mostraban la imagen de su hermana
luchando contra un grupo de enemigos, pero en su mente vio a la vez
una segunda imagen, tan nítida como la de sus ojos: su misma
hermana, la que estaba ahí delante, siendo herida de muerte
por varios kunais.
Y también sintió otra cosa que, aunque entendió
el mensaje, no se dio cuenta de su significado.
16 segundos.
Sintió 16 segundos de proximidad.
Supo que su visión se cumpliría en 16 segundos.
La ira inundó su cuerpo y se descargó
en la hoja de su espada, con grito desesperado blandió la
espada hacia la media docena de enemigos que habían en el
camino entre el y su hermana.
13 segundos.
Una descarga eléctrica salió de su arma y los derribó
a todos, dejando a su paso una grieta en el suelo.
9 segundos.
Recorrió el espacio entre el y su hermana y se giró.
Kibou¿Estás bien?
Rekka: Si…
2 segundos.
Se tensó.
1 segundo.
Preparó el contra-ataque.
Tiempo.
Los puñales salieron disparados hacia el.
Ejecutó el movimiento de katana que había
planeado instintivamente cuando tuvo la visión.
Todos los kunais fueron rebotados e hirieron a sus atacantes.
Desde donde estaba se podía ver
prácticamente todo el terreno, los ANBU habían llegado
y entre ellos, los Senken y los felinos de Natsu rápidamente
redujeron a los enemigos, todos huyeron o murieron.
Rekka: Lo has hecho muy bien Kibou.
Kibou: Gracias… la verdad es que… no se, no se
que me ha pasado, te he visto herida y… pero no lo estas… no
entiendo nada…
Pero ella comprendió muy bien lo que le había pasado a
su hermano, delicadamente le desabrochó el protector que su
hermano llevaba en el cuello y se lo puso en la frente.
Kibou¿Pero que haces?
Rekka: Mira y calla, enano.
Realizó un jutsu muy básico, uno de entrenamiento, que
consistía en crear un espejo de chakra, justo lo que
necesitaba.
Kibou se pudo ver en el, uno de sus ojos seguía igual que
siempre, y el otro parecía una obre eléctrica.
Kibou¿Es un…?
Rekka: Sip, tienes el Miraigan Eléctrico, hermanito,
prepárate, que ahora papá te va a dar la brasa de mala
manera.
Kibou: No… - murmuró – el Namida Miraigan solo es el
premio de consolación.
Realizó los tres sellos del chidori más el del pájaro,
símbolo de la electricidad y se agarró la muñeca.
Kibou: Espero que el aislante eléctrico de
chakra sea lo bastante potente para esto.
Por su lado, Aya había estado practicando
el disparo con cerbatana en el bosque cuando uno de sus dardos salió
disparado y se perdió en la lejanía. Ella lo había
seguido preocupada por si había herido a alguien. Por suerte
el dardo no había dañado a nadie. Había un chico
ahí, pero lo había visto y esquivado a tiempo.
Él era Hyuga Neji.
Parearon y conversaron un largo rato, ella
aprendió mucho acerca de los Hyuga, el Souke y el Bouke y del
mismo Neji.
Aya: Dime¿No te cansa nunca la vida de
ninja?
Neji¿Qué quieres decir?
Aya: Pelear todo el día, entrenar, estar
constantemente en peligro de muerte, matar o morir… quiero decir¿Nunca te has planteado dejar esto y dedicarte a otra cosa?
Con el byakugan podrías hacer un montón de cosas…
Como ganar una fortuna jugando a las cartas.
Neji¿Perdona? ¬¬
Aya: Eso último era broma.
Neji: Bueno… Supongo que alguna vez se me ha
pasado por la cabeza… Pero bueno, ser ninja es lo mío, lo
llevo en la sangre, ya sabes.
Aya: Ya… yo también, supongo… Pero no
puedo evitar pensar en los días en que apenas entrenaba mas
allá de lo que hacia falta en la academia, en los días
que ayudaba en el hospital…
Neji¿Trabajaste en un hospital?
Aya: Bueno, vengo de una familia de médicos
especializados en trabajo de campo en el bosque, trabajar en un
hospital no era nada.
Neji: Ya veo… aunque no sería agradable.
Aya: No solía ocuparme de casos muy graves,
por lo que tengo un buen porcentaje de supervivientes, pero es verdad
que no era algo muy agradable… Aunque nunca me han hecho manía
las vísceras, las heridas sangrantes, las quemaduras,
amputaciones y demás temas escamosos con los que solía
tratar…
Neji¿No dices que no te ocupabas de casos
grabes?
Aya¡Y esos eran casos poco graves¿Qué
te crees? Puede que no estemos en guerra, pero la aldea de la Luz no
tiene un vecindario muy agradable, apenas podemos alejarnos de
nuestros dominios sin ser atacados… La única razón
por la que no nos destrozan es porque somos dos aldeas… aunque
pequeñas, ya que es el resultado reciente de una división
política, los Kages son solo la segunda generación de
Kage de cada aldea…
Neji: Ya veo… pero me pensaba que te ocupabas de
cortes, fracturas, enfermedades…
Aya: Y también me ocupaba de mutilados,
re-inserciones de miembros… y una apendicitis.
Neji: Urg… ¿Pero no tienes ninguna mala
experiencia en el hospital?
Aya: Bueno, alguna que otra, en realidad fue por
una de ellas que dejé el hospital y me puse de ninja, fue
cuando…
Mientras hablaban paseaban por el borde de un barranco, muchos lo
recordareis como el barranco donde Naruto dominó la técnica
de la invocación, si no, era un gran barranco con las paredes
muy húmedas y llenas de rocas salientes con forma de pinchos.
Mientras Aya hablaba se oyó un fuerte "crec" y la roca a
sus pies cedió.
Cayó hacia la negrura del fondo.
Neji actuó rápidamente, mientras se
agachaba y saltaba con fuerza hacia abajo activó su byakugan.
En un instante estaba bajo la extranjera, intentó sujetarla y
agarrarse a un saliente de la pared, pero estaban muy mojados y
patinaban demasiado, aunque usase chakra para agarrarse a la pared.
Lo único que Neji podía hacer era
saltar a la pared y empujar a Aya hacia arriba y volver a saltar en
la pared, pero no tenía tiempo de maniobrar lo suficiente para
avanzar hacia arriba, ni podía hacer otros movimientos, en
realidad no podía ni subir él mismo; y Aya también
estaba imposibilitada, ya que no tenía ninguna herramienta a
mano ni llegaba a la pared, y si en uno de sus saltos Neji la lanzase
contra la pared ése perdería el impulso y quedarían
en las mismas.
Solo tenía una opción, un solo movimiento con una única
oportunidad.
Se mordió el pulgar hasta hacerse sangre.
Realizó esos sellos que tan bien conocía.
El equipo 11 de la Luz era conocido por sus invocaciones conjuntadas.
Y ella no se quedaba corta en ese campo.
Aya¡Neji¡Tengo un plan, lánzame contra la
pared!
El shinobi de la hoja optó por tener fe en
su compañera y en ese último salto, en vez de
impulsarla hacia arriba y volver a la pared usó el impulso
para enviarla a ella.
Aya apretó la palma de la mano contra el muro.
Unas trazas negras salieron de su mano y cubrieron la pared.
Una nube inmensa lo llenó todo.
Conocía ese espacio, a pesar que estaba inclinado y la
gravedad jugaba en su contra, no era la primera vez que usaba esa
invocación para subir por un muro.
La invocación favorita de Aya.
Porque cuando eres un experto en la naturaleza no hay nada mejor que
traer tu propio medio al campo de batalla.
Ella era una invocadora de plantas, y acababa de cubrir el muro por
un bosque colgante.
Corrió por las ramas, saltó hacia abajo agarrándose
a una liana de una raza especialmente elástica, agarró
a Neji en medio de su caída, dejó que el impulso
elástico la subiera de nuevo y se lanzó hacia arriba.
Aterrizaron los dos en el borde del precipicio.
Una segunda explosión de humo hizo desaparecer el bosque.
Aya: Uf… esto… ha sido… interesante…
Neji: No lo repitamos jamás.
Aya: De acuerdo…
Poco después regresaron los dos a Konoha y ahí se
separaron.
¡Bueno¡Cuanto tiempo sin subir! Aquí está por fin el cuarto capítulo de mi fic, rellenando los huecos que dejó el cap 3 y dejando otros de abiertos… ¡nuevos misterios¿Qué deparará el futuro¿Para que quiere Natsu aprender a abrir las puertas¿Qué es el Namida Miraigan¿Qué le pasó a Aya en el hospital¡Las respuestas en los próximos capítulos de mi fic! (que no tengo la mas remota idea de cuando los publicaré)
Recordad, reviews, muchos. ¬¬
No cuanto más reviews menos tardaré en subirlo.
Una ultima cosa, mi co-autor Svartsoul ha subido por fin el primer capitulo de Yami no Shinobi, una historia paralela a esta que completará algunos vacíos… os recomiendo leerla, ya que os dirá más sobre las dos aldeas. Aparte que no os enteraréis de la historia mas adelante si no leéis los dos (soy un ser horrible XD).
Aquí os dejo el link:
http borrad esto /www y esto tambien . /s/ 2757695/1/
