Como solo una diosa.
Urd ya llevaba casi media hora desaparecida, sin saber que había entrado por detrás de la casa y se había escabullido hasta su cuarto llevando consigo a Cheery, ya algunos empezaban apreocuparse.
Veinte minutos antes, en la habitación de Urd:
Cheery no esperaba que la misma primera noche del día en que había conocido a aquella mujer maravillosa, ella estaría apresurándola vehementemente a que se desnudara, claro que lo hacía mientras le daba la espalda y revisaba en su armario en busca de algún vestido a su parecer más apropiado para la ocasión, pero de igual manera la cosa no dejaba de ser curiosa y hasta graciosa para la nerviosa Cheery. Ella estaba feliz de ver como Urd realmente la estaba tratando como a una vieja y querida amiga. Muy feliz. Por su parte, Urd solo fingía que estaba buscando un vestido, en realidad estaba imaginando como sería el mejor vestido que podía hacer aparecer para que Cheery se viera tan sencillamente arrebatadora que ningún hombre de la fiesta pudiera resistirse a tratar de conquistarla. No era como si sencillamente quisiera tan solo quitársela de encima haciendo que se enamorara de alguien más, sino que genuinamente deseaba que Cheery encontrara a alguien que fuera capaz de hacerla feliz en todas las formas en las que ella jamás podría
—(¿Rojo? No, yo estoy vestida de rojo ¿Blanco? No, se vería muy pálida. No quiero que se vista de negro hoy, tiene que ser más alegre) —Pensaba Urd mientras que miraba por encima de su hombro con disimulo la figura semidesnuda de Cheery esperando pacientemente tras ella— ¡Eureka, lo he encontrado! —Exclamó al idear por fin en su mente el vestido perfecto según ella, haciéndolo aparecer al instante— ¡Con este diseño mío a dos tonos de verde que simula el ondular del mar, los dejarás a todos deslumbrados! ¡De prisa, tengo que ver como te queda!
El vestido en cuestión aparte de ser de hombros caidos, tenía un muy pronunciado escote en "V" que le llegaba hasta el ombligo a Cheery, y no parecía tener ningún punto de anclaje que sirviera para mantenerlo en su lugar. Lo que sí era que era lo suficientemente largo como para llegarle a Cheery hasta los tobillos, no que la abertura que se extendía por encima de su pierna derecha dejara mucho para la imaginación. Aún con su larguísimo cabello suelto cayéndole hasta la cintura Cheery no se sentía para nada lo suficientemente cubierta.
—Urd... Tu vestido está muy lindo, pero...
—No te preocupes por se que caiga. Mira.
Urd le hizo apartar sus manos de donde las tenía para sujetarse el vestido a la altura de sus pechos.
—Estas cositas aquí sirven de adhesivo. Si las humedecen... —Nuevamente en una actitud bastante inocente, aunque sexy y que pudo prestarse para muy malas interpretaciones, Urd lamió con su propia lengua los adhesivos, estampándolos luego sobre los senos se Cheery teniendo mucho cuidado de tapar bien todo lo que se suponía que debía ocultarse— ...al rato se quedan bien pegadas, podrás despegarlas luego con un poco de alcohol...
Urd se sintió gravemente acalorada al darse cuenta de que Cheery había posado sus manos sobre las de ella, presionándolas suavemente contra sus senos mientras la miraba apasionadamente a los ojos.
—¿Sabías que cada vez que tan solo me rozas con tus manos me haces la mujer más feliz de la Tierra?
—Por favor suéltame —le pidió con gentileza; aunque lo intentaba con todas sus fuerzas, no podía apartar su mirada de la suya— por favor entiende que yo no tengo esas... "Inclinaciones".
—Yo no sabía que las tenía hasta que te vi por primera vez. Nunca antes me había pasado que no pudiera resistirme a una emoción y es la primera vez que me emociono así por una mujer.
Al escuchar eso, Urd sintió que tal vez podría estarle mintiendo, sino ¿entonces quien era aquella Bliss que le había escuchado nombrar tan emocionadamente en el trailer?
—¿Estás segura que nunca antes habías amado a una mujer? —Inquirió con disimulada sospecha.
—¡Sí, totalmente segura!
—¿Estás segura, segura de que nunca antes has amado a una mujer? —Mientras que no supiera quien era Bliss no podría creerle.
—¡Sí, totalmente segura! —Hizo una breve pausa que avivó las sospechas de Urd— Bueno... Sí es cierto que amo mucho a mí madre y a mí herma... ¡Pero eso es muy diferente a lo que siento por ti! Ojalá pudieras verlo. ¿No puedes verlo en mis ojos? —Y era difícil no verlo— ¿No puedes sentirlo en mi corazón? —Y era imposible no sentirlo, sobretodo ahora que estaba presionando sus manos con más fuerza— ¿No puedes darte cuenta de que no hay más nadie a quien yo ame con tanta fuerza como a ti?
La situación se había puesto bastante ardiente. Abrumada con una intensidad mayor a la que jamás había sentido en su vida, Urd no se sentía capaz de impedirle a Cheery besarla como lentamente se proponía hacerlo en aquel momento. Sus labios se encontraron con gran sutileza y dulzura, aquella sensación superaba por mucho cualquier expectativa que pudieran tener de cómo pudiera ser ese beso, primero muy suave y gentil, luego cada vez más ardoroso y profundo. Tan ebria de pasión como se sentía, Urd apenas si pudo lograr controlarse lo suficiente como para poder separarse de Cheery antes de que las cosas se salieran verdaderamente de control.
—¡Lo siento! —Urd estaba muy alterada, respiraba trabajosamente— ¡No puedo hacerte esto!
—No te disculpes, por favor. Ha sido mi culpa, he irrespetado tu deseo de que seamos solo amigas y lo siento. No soy capaz de tener el descaro de pedirte perdón... Lamento mucho haberme propasado contigo, sí deseas que me vaya...
—No es eso, no sería justo que te odiara solo por amarme. Es solo... Tú no lo entiendes, no es tu culpa que no lo entiendas, es solo que no puedes ver que yo no soy la persona que puede hacerte feliz.
—Eso no es verdad, tú sí eres...
—No digas nada más —Posó su dedo amablemente sobre los labios de Cheery— Dejémoslo así... Por favor.
—Está bien, pero aún creo que es mejor que me vaya.
—No seas tonta, ese vestido te queda demasiado bien como para que no me hagas el favor de lucirlo. Ven, déjame ponerte algo de maquillaje sutil, unos aretes y unas cuantas pulseras y estarás lista para venir conmigo a la fiesta. ¡Huy, debemos apurarnos, ya llevó como veinte minutos desaparecida y...! —Un misterioso chispazo surcó la mente de Urd— Ahora que lo pienso, hay algo que me causa curiosidad ¿Podrías decirme cual es el nombre de tu hermana?
Cheery entristeció de pronto. Urd pudo constatar que recordarla le producía dolor.
—Ella... Su nombre era Bliss... ¿Por qué lo preguntas?
—Lo siento, es que sentí que debía preguntar. Lamento...
—Está bien, no te preocupes —despejó su rostro para que Urd pudiera trabajar con libertad— Bien, estoy lista para lo que quieras hacerme. Solo te pido que no tapes mis cicatrices.
—¡Ni me paso por la mente, preciosa! —Dijo agitando su mano adelante y atrás, luego se dispuso a maquillarla con su alegría de siempre.
"Así que Bliss es su hermana que falleció" pensó Urd, "ahora muchas cosas tienen sentido, mucho sentido". En efecto ahora era mucho más fácil de comprender muchas de las cosas que habían ocurrido, lo único que se negaba a aceptar era por qué aquel beso le había gustado tanto...
