Notas de la autora: Primero me gustaría agradecer sus reviews, mucho, de veras. Espero que este capítulo les sea agradable. Dejen sus comentarios. ¿Les gusto?. ¿No?. ¿Lo aman?. ¿Lo odian?. Me gustaría saberlo.
Parejas: HieixKurama / HieixOC
Disclaimer: YYH no me pertenece, este fic está echo sin fines de lucro, todos los personajes son propiedad de los respectivos autores del anime/manga, excepto personajes de mi invención que son completamente míos.
Warning: A ver, a ver. ¿Se han dado cuenta?. Creo que sí, pero igual se los digo. Este es un fic YAOI!. Advertidos quedan. ((A ver si ya se dan por enterados ... je)).
Best friend's wedding: Capítulo 2: El padrino de Hiei-san
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Italia era un lugar precioso, Kurama tenía millones de fotos de su última estadía en Italia. De echo, en Estados Unidos, se hablaba poco y nada de la mafia italiana, pero a Kurama le interesaba ese poco que se podía hablar de ellos y de vez en cuando lo transformaba en ciertas ocurrentes historias, acerca de mafia, asesinos y los típicos "padrinos".
¿Tienen algo que ver los padrinos, capos de la mafia, con un padrino de bodas?. Poco y nada, excepto que encontrarse con un mafioso podía ser muy bien mucho menos aterrador que ser un padrino de bodas para Kurama, y mucho menos, ÉL padrino de bodas de SU hasta ese momento mejor amigo.
Si, porque desde que Hiei había dicho, a ... bueno, absolutamente todos que él iba a ser el padrino, lo único que Kurama podía pensar era en como rechazar amablemente la invitación sin que el recién reconocido escritor armara un escándalo internacional. Y bueno, simplemente no había manera.
-.Hey ... Kurama ... –llamó Yusuke mientras que tragaba rápidamente toda su comida, sin mencionar manchándose como un niño pequeño, cosa que Kaiko calificó como "repugnante", y en lo que Kurama ciertamente coincidía completamente.
-.Has estado muy callado y distraído últimamente. – continuó Yusuke a lo que Kaiko asintió levemente con la cabeza. -.¿Pasa algo?. –peguntó Yusuke sin mencionar nada acerca del "tema" para que Kurama no se atragantara con su comida o algo parecido. Desafortunadamente Kaiko no tuvo tanto tacto.
-.Si Kurama ... ¿Seguro que no es por lo de ser padrino?. –cuestionó inclinándose un poco más, nerviosamente, en su asiento, la idea se los padrinos siempre le había encantado, y Kurama pudo comprobar, que según Yusuke había dicho, desde que la tal Lin la había elegido madrina, Kaiko se había obsesionado con el tema.
Y acerca de la tal Lin. Kurama ya estaba a punto de pensar que era algo así como un fantasma, de esos que sabes que están ahí, en alguna parte, pero que nunca los ves. Bueno, eso si, Lin era el fantasma más terrible que Kurama podría imaginarse. Lo único que se interponía entre Hiei y él ...
No esperaba que Hiei la presentara no bien llegase de regreso a Japón, pero que al menos no tuviese que esperar hasta el día de la boda, porque tenía que actuar ya, y rápido. Además ... si era la prometida de Hiei ... ¿por qué este tendría tanto miedo de presentarlos?. ¿Por qué demonios jamás la había mencionado en sus cartas?.
-. ... Así que entonces, la idea de los padrinos creo que es encantadora. Tal vez seamos padrinos de sus niños también. Bueno .. pasarán algunos años. ¿No?. Ah, pues habrá que esperar. –Kaiko dijo suspirando levemente para si misma. Luego levantó un poco la mirada hacia Yusuke.
Yusuke obviamente la volteó hacia otro lado, eso de tener hijos sería horrible, ya bastaba con casarse con Kaiko el próximo año. Kurama volteó también la mirada, ya bastaba con que Hiei tuviese que casarse para atormentarlo, no quería esperar a que salieran hijos malhumorados o con risas idiotas.
Kaiko se incorporó ante la negativa de ambos amigos, miro hacia su reloj y reprimió un quejido agudo que de seguro hubiera echo voltear a todos los demás clientes.
-.¡Qué tarde!. ¡Lin y Botán ya deben de estar haciendo las compras sin mí!. –dijo finalmente, Kurama levantó rápidamente la mirada al oír tal nombre, bueno, no le importaba si Lin se tiraba de un barranco o iba de compras, por él estaba bien, pero según lo que se dice, hay que "conocer al enemigo".
-.Voy contigo. –dijo mientras se levantaba. Kaiko no se detuvo a pensar en el porque Kurama había decidido acompañarla, si no que tomó su mochila con todos sus libros adentro, y le hizo una señal para que se apresurase.
-.¿Vienes?. –preguntó Kurama a Yusuke, este hizo una mueca más bien de fastidio.
-.No gracias, ya que dejan que yo pague la cuenta mejor que lo haga ahora, prefiero eso a tener que ver todos esos vestidos. –dijo con apatía. El mesero se acercó con el ceño fruncido para cobrarles, Kaiko frunció los labios, y de no haber sido porque el pelirrojo tiró fuertemente de su brazo, le hubiera dado un buen golpe a Yusuke antes de salir.
-.Vamos ... –indicó, mientras que se acomodaba la mochila al hombro y soltándose del agarre de Kurama. Este comenzó a caminar, vale decir correr, detrás de Kaiko. Kurama se detuvo a descansar por unos segundos.
-.¡El tiempo apremia Kurama!. –dijo Kaiko con impaciencia. Kurama respiraba entrecortadamente, y todavía faltaban ... diez, catorce ... tantas calles más. Cuando por fin pudo hablar dijo un poco más secamente:
-.No creo que lleguemos caminando. –dijo en tono reprobatorio, Kaiko se encogió de hombros, con cierto mal humor, casi usual. Y es que, Kurama si podía tolerar el humor de Hiei, pero no el de Kaiko y en verdad, no creía que nadie pudiera hacerlo.
-.Bueno, o tienes dinero para el taxi o caminaremos. –dijo Kaiko, y por supuesto que Kurama no tenía ni una sola mísera moneda, así que continuaron caminando, Kurama se detuvo junto con Kaiko en la estación de tren. El pelirrojo arqueó las cejas. ¿Acaso tenían que salir de la ciudad?.
-.Apúrate ... –dijo Kaiko sin mucho ánimo, ella también estaba cansada, en Japón, el pasaje costaba apenas unas monedas, Kurama y Kaiko se subieron al tren. Este no llevaba tanta gente, así que ambos pudieron encontrar buenos asientos.
-.Bueno, henos aquí ... –dijo Kaiko dejándose caer cansada en el asiento. Kurama revolvió sus bolsillos esperando encontrar algo interesante en ellos. Aunque, como se sabe, los bolsillos nunca guardan nada inesperado en ocasiones aburridas, excepto si quieres encontrar la goma de mascar que has dejado el año pasado, lo cual, es repugnante.
-.¿Tú ya conocías a Lin?. –preguntó Kurama con la mayor naturalidad posible, y con una sonrisa demasiado fingida. Kaiko se sorprendió del pelirrojo, pero asintió con ganas.
-.Era una amiga de la secundaria. ¡No puedo creer que Hiei y ella se van a casar!. –Kaiko dudó un segundo antes de continuar. -.La verdad es que yo siempre pensé que Hiei no se casaría nunca ... Y perdona Kurama si te lo diga, pero es que siempre estaba contigo y ... pues ... –el color de las mejillas de Kurama cambió de color tan súbitamente que podría compararse con un tomate y ganarle por poco. –aseguró Kurama levemente con la cabeza y ligeramente enfadado. No es que le molestase la idea de verse estando con Hiei, pero si le molestaba que Kaiko lo acusará. Bueno ... es que ... la palabra "acusar" suena a "desagradar" que para el caso era lo mismo. Y que la gente te ... no se, te bote a la basura por una simple nimiedad siempre nos molesta.
-.Bueno ... y es que, cuando te fuiste, Hiei tuvo momentos de depresión muy grandes. ¿Puedes creer que ni siquiera Yukina podía consolarlo?. Yo no conozco mucho a Hiei, pero creo poder reconocer cuando alguien se siente así ... Como sea, Lin lo había visto un par de veces con nosotros y me había preguntado varias veces por él. Creo que le interesaba. En fin ... en realidad, se conocieron justo después de que te fuiste ... bueno, formalmente quiero decir. –
Lo cual en el idioma de Kaiko quería decir, que Lin se dedicaba todas las mañanas a seguirle los pasos al youkai de fuego y casi por poco arrastrar a su desinteresada amiga hasta donde quiera que él estuviera.
Kaiko alargó sus sonrisa. Kurama le devolvió la sonrisa, aunque no se sintiera muy feliz por el matrimonio. Bueno ... aún no estaban casados. ¡Hacia tanto tiempo que no estaba en Japón!. Desde que había estado en América. Había estado tan emocionado con el viaje de estudios que casi no había sentido la ausencia ...
-.¿Sabes cómo Hiei comenzó a escribir?. –Kaiko comió un poco de un chocolate que traía consigo, asintió, mientras lo devoraba como si de eso dependiese su vida. Kurama aguantó las ganas de reírse de su amiga ... conociendo a Kaiko era mejor así.
-.Según Lin fue para impresionar a su padre ... pero no creo, Hiei no es así, tú sabrás mejor que yo que no lo haría por algo tan ... tan ... mundano. Creo que fue algo así como su "terapia". –Kurama rió entre dientes. -.¡Y no me mires así!. Te digo la verdad, Kurama. Es como ... –Kaiko pensó unos segundos. -.Mira, es como ... como ... ¿alguna vez no te desahogaste con alguien o con algo?. –
-.Creo que sí ... yo solía escribir en mi diario. –respondió Kurama ciertamente avergonzado. Kaiko sonrió, pero Kurama sabía que no se lo diría a nadie de todos modos. Afuera se veía a lo lejos el camino hacia el templo de Genkai. ¡EL TEMPLO DE GENKAI!. ¿Por qué irían al templo de Genkai?.
-.Entonces ... comprenderás que esa sería la forma de Hiei para desahogarse. Creo que se lo enseñó Yukina. En el templo de Genkai. Hiei la visita los fines de semana, le trae rosas y esas cosas pero ya no vive con la maestra Genkai. Kuwabara y ella estaban ahorrando para comprarse un departamento, con suerte una casa. Yukina le enseñó a Hiei un libro. –Kurama reprimió su risa de nuevo ... Hiei los llamaba "esas cosas ningen con letras" antes de irse a América.
Kaiko atisbó hacia fuera de la ventana. Ya casi llegaban. Lo cual dejaba a Kurama la todavía muy importante pregunta: ¿por qué estaban yendo al templo de la maestra Genkai?. ¿No iban a ayudar a Lin con su vestido y esas cosas?.
-.¡Mira ya llegamos!. –exclamó Kaiko, los demás pasajeros se voltearon a ver a Kaiko con cara de pocos amigos, y luego se volvieron a comentar entre ellos. Kurama sentía ganas de esconder su cara en el asiento, pero no podía. Kaiko lo tomó del brazo y antes de que pudiera quejarse salieron apenas unos segundos después de llegar a la estación.
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Hiei se sentó a esperar a Kurama y a los demás. Sabía que no debía haber mandado a Kaiko para que consiguiese que el pelirrojo llegase al lugar de encuentro a la hora correcta. Y no tenía la seguridad de que Kaiko no le hubiese mentido para conseguir que viniese.
-.Cálmate Hiei ... –espetó la maestra Genkai ya casi sin fuerzas. Lin también estaba allí, sentada en uno de los sillones. La maestra Genkai por alguna extraña razón la detestaba y había tratado por todos los medios de convencer a Hiei de no casarse con ella.
Lin, arrugó la nariz en cuanto vio llegar a un desaliñado Yusuke, junto a Koenma y Botán. Lin dejó su asiento para saludarlos alegremente. Le tendió la mano a Yusuke con ánimo y abrazó a Koenma y Botán, quienes ya estaban "felizmente casados" y les dedicó una ligera sonrisa, acompañada de varios cumplidos.
-.¿Crees que Kurama quiera ser mi padrino Genkai?. Hn, ayer se desmayó cuando se lo pedí. –Genkai hizo una mueca y bebió un poco de sake, Hiei arqueó un poco las cejas, Genkai lo hacia cada vez que quería evadir una pregunta.
-.No se, pero supongo que se espantará cuando la vea. –dijo con sorna, Hiei frunció el seño, le hubiera replicado, pero Lin se les acercaba con el rostro más feliz que hubiera podido poner y Hiei detuvo sus réplicas, había veces que Lin le parecía más niña de lo que aparentaba.
-.¿No te parece maravillosa la reunión?. Estará bien anunciar "formalmente" nuestro compromiso. ¡Ven a hablar con mis padres!. –exclamó saltando de felicidad, Hiei tragó saliva: "sus padres", ojalá les gustasen sus novelas, porque no se le ocurría como tratar de ser amable con ellos sin recurrir a una conversación que de "verdad" le importase.
Lin lo arrastró con esfuerzo hasta donde estaban una señora de aspecto severo, de nariz aguileña y ojos pequeños, y un señor sonriente, canoso, con los ojos un poco hundidos, pero amables. La señora miró sorprendida al escritor, lo examinó con la mirada.
-.Encantada de encontrarlo ... de nuevo. –dijo con voz gélida, más de compromiso que de cordialidad, estrechándole la mano. Hiei apenas le devolvió el saludo y la señora se alejó caminando despacio y elegantemente para hablar con los demás invitados.
-.Es un placer conocerlo Sr. Jaganshi, he oído muchas cosas de usted. –el hombre se adelantó hasta Hiei, quien a sus ojos era un muchacho serio pero con cierto encanto en su mirada y en sus expresiones. En cierta manera, el Señor Fakke lo admiraba.
-.Hn ... y su nombre es ... –el hombre rió al escucharlo, Hiei arqueó las cejas, el hombre era un tipo extraño. De la señora se lo hubiera esperado, es la típica conducta que podía creer, era común entre las madres ningen.
-.Es evidente que soy el padre de Lin, pero mi nombre completo es George D. Fakke ... venimos de una familia muy larga. –dijo sonriendo ampliamente, con los pequeños hoyuelos a los lados de la cara, Hiei frunció el seño, el Sr. Fakke rió, realmente era una persona especial.
-.No lo he visto en la cena de navidad. –replicó Hiei con una mirada de reprobación, el Sr. Fakke lo miró aún con esa sonrisa pegada al rostro, jugueteó un poco con un hilo desprendido de su traje. Hiei no dijo nada, era evidente que lo lamentaba, y él también, hubiera querido no haber conocido a la madre de Lin nunca, y menos en navidad. Es malo para las indigestiones.
-.No, es cierto, el trabajo me retiene la mayor parte del año. Pero mi esposa no me lo hubiera perdonado de no hacerlo ... es sólo que hay veces que ... bueno ... ¿Alguna vez sintió que no podía decidir entre lo que quería hacer y lo que no quería?. –
-.Hay veces que hago lo que quiero hacer Sr. Fakke, y el resto del tiempo hago lo "tengo" que hacer. –dijo Hiei con la expresión más seria del mundo. El Sr. Fakke abrió aún más su sonrisa y Hiei se fue hacia otro lado. El hombre canoso bebió un poco del sake en su mano, si que esta vez era alguien valioso.
Hiei buscó entre los invitados algunas caras conocidas, había algunas, aquí y allá, del Reikai, de la secundaria de Yusuke, incluso el deforme y su hermana Shizuru estaban presentes, Yukina también había llegado y estaba en la cocina. Kuwabara hacia bromas exageradas acerca del compromiso del "enano" con quien no había perdido la antigua rivalidad.
Así que el youkai de fuego nada más se sentó a esperar, estaba seguro que el kitsune llegaría en cualquier momento ... en cualquier momento ... Las ganas de destrozar el sillón con sus manos habían crecido tanto que de no ser por el pensamiento de que dirían los ningens al ver el sillón quemado y destrozado, lo hubiera echo.
-.Así que aquí estabas. –dijo el pelirrojo con los cabellos desordenados sentándose a su lado. Hiei pronunció un "tsk", levantó la cabeza, sintiendo como la presión de sus manos contra el sillón disminuía.
-.¿Y a qué se debe tu presencia aquí?. ¿No hubieras preferido tardarte ... no se ... cinco horas más?. –dijo Hiei de una manera sarcástica. Kurama no dijo mucho, pero recorrió el lugar con la mirada, se acomodó su largo cabello.
-.Así que esto era ... –murmuró más para sí mismo que para el youkai de fuego a su lado, Hiei arqueó las cejas bebiendo un poco de vino de su copa. Kurama volteó a verlo con más libertad.
-.No te lo dijo Kaiko. ¿Verdad?. –dijo Hiei bebiendo un sorbo más largo de su copa de sake, Kurama rió ante el comentario y asintió con la cabeza.
-.Yo diría que más bien me arrastró hasta aquí. No tuve oportunidad de quejarme. –dijo Kurama corriéndo unos mechones de cabello que le caían sobre el rostro, la mirada de Kurama reparó en las finas ropas de su amigo y bajó la mirada.
-.¿Sucede algo?. –preguntó Hiei confundido por la actitud del pelirrojo, Kurama negó con la cabeza, pero por momentos parecía apenado, entonces Hiei observó que Kurama no estaba vestido de traje como esperarían los invitados de una fiesta formal, sino con una camisa azul y unos jeans, tan comunes y corrientes que la estirada Sra. Fakke hubiera preferido apartar la mirada o sufrir un ataque cardíaco.
-.Hn ... detesto las reuniones formales, si tan sólo no hubiera traído esta ropa. Tienes suerte de no haberte vestido de traje ... realmente es muy incómodo. –lo tranquilizó Hiei a su manera, Kurama le sonrió, por momentos pensó que su padrino de bodas tenía un aspecto casi encantador en ese momento ...
¡No!. ¡Claro que no!. A veces la mente le jugaba bromas pesadas, eso era todo. Así era ... Además, se casaría en poco tiempo y es común tener nervios pre-nupciales. Oh dios, esas palabras sonaban tan mal, que hasta pensarlas daba miedo.
-.¿Por qué ayer cuando te pedí que fueras mi padrino te desmayaste?. –Kurama abrió los ojos de golpe, y volteó la cabeza, mirando el techo como si se tratase de algo muuy interesante.
-.Creo que ya esta la cena. –Hiei atravesó con la mirada a Kurama en cuanto lo dijo, pero lo cierto es que de verdad tenía hambre, así que él también se levantó, sentía como si no hubiese comido en días.
La Sra y el Sr Fakke, afortunadamente para Hiei, se habían sentado al otro lado de una larga mesa que Genkai había improvisado. Kurama se sentó al lado de Kuwabara y Yusuke a .. bueno, ver como esos dos seguían con sus tonerias. Hiei hizo una mueca y buscó con la mirada algún lugar donde sentarse. Y había uno, pero no era el que estaba buscando. El asiento estaba entre Lin y Botan.
-.¡Aquí Hiei!. –señaló Lin con la mano, que casi le hubiera pegado a Botan de no haberse apartado. Hiei se sentó y Lin le sonrió. -.¿No estas emocionado?. –. No, la verdad es que no lo estaba para nada.
-.S..s..si. –dijo Hiei murmurando, Botan le dio unas palamaditas en la espalda, y Lin se rió casi en un susurro, entonces se detuvo a pensar en algo.
-.Hablando de esto ... ¿ya elegiste a nuestro padrino de bodas?. –Hiei casi se traganta al escucharlo, pero no lo hizo, la clave siempre (siempre) está en la palabra "casi".
-.Si ... –Lin casi salta de su asiento de lo alegre que parecía, sus cabellos rizados se alborotaron y le cayeron sobre el rostro.
-.¿Me lo presentarás verdad?. –dijo sonriéndo con todos los cabellos desordenados, Hiei asintió levemente y continuó comiendo. -.¿Me lo puedes señalar?. –pidió Lin.
-.Ahí está. –Hiei señaló hacia donde estaba Kurama, y también Yusuke y Kuwabara dando una buena lucha de comida, que ya había acabado con la nariz de Yusuke toda manchada con spaghetti y salsa. -.Es el pelirrojo ... el de la izquierda. –puntualizó Hiei al ver como a Kuwabara le chorreaba la salsa de la nariz.
Lin se incorporó de su asiento tan pronto como escuchó esto y les sonrió a todos los invitados que ya la miraban como esperando algún anuncio especial.
-.Queridos amigos y familiares, hoy además de anunciar nuestra boda ... –hizo una pausa para mirar a Hiei. -.Queremos agradecerle a todos su valiosa presencia y ... –en ese momento dirigió su mirada hacia Kurama. -.Agradecer en especial a Shuichi Minamino, el mejor amigo de mi prometido que aceptó ser nuestro padrino. –
Kurama al oírlo se quedó pasmado, con los ojos demasiado abiertos y la boca abierta, cosa que se hace cuando uno no está del todo bien enterado de las cosas.
-.¡Cuidado Kurama!. –el grito de Yusuke lo devolvió a la realidad, realidad en donde sus "queridos" viejos amigos le habían acabado de lanzar "accidentalmente" casi todo el plato de spaghetti en la cara. Lin se echó a reír a carcajadas al verlos.
-.¡Son tan lindos!. ¡Si casi parecen niños!. –dijo medio riéndose, Kurama frunció el seño, pero simplemente no podía evitarlo, después de todo ... no era ella la que estaba manchada con spaghetti.
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-.¿Hola?. –la voz inconfundible de Jack se oyó por el teléfono, Kurama suspiró, era una suerte que por lo menos Jack podría ayudarlo a solucionar un par de cosas pendientes. Después de la reunión de esa tarde, el compromiso estaba anunciado formalmente y después de haber experimentado esos horribles nervios al oírlo ...
-.¿Jack?. Habla Kurama ... ¿podrías ayudarme con un problema? ... –preguntó el pelirrojo, la voz del otro lado se oía cansada, Kurama recordó que Jack solía despertarse muy tarde después de una muy mala resaca.
-.¿No podías llamar en otro momento Minamino?. –Kurama sintió algo así como una mezcla de nervios con enfado, pero prefirió no echarle la culpa a su amigo, después de todo, no había sido él quien le había arrojado spaghetti esa mañana.
-.No, y lo siento si tuviste resaca, deberías aprender a ser más responsable. –le reprochó, el bostezó de Jack sobre actuado hizo que Kurama se enfadase más.
-.Perdona, tenía sueño. ¿Qué decías?. –Kurama gruñó un poco, lo cual hizo que Jack se riera un poco, aunque al pelirrojo, después del incidente con su almuerzo no estaba de humor para bromas.
-.Nada Jack, nada importante. –explicó Kurama conteniéndose un poco, aún estaba muy enfadado con Yusuke por haberle echo pasar tanta vergüenza ese día, nunca volvería a hablar de eso en público. No, ni siquiera podría mostrarse en público.
-.¡Vamos!. ¿Qué puede ser tan malo que no lo digas?. ¿Acaso un par de niños molestos te tiraron spaghetti y salsa en tu hermoso rostro?. –se burló Jack.
-.Si, algo así. –replicó Kurama riendo forzosamente. -.Algo así ... –volvió a repetir entre dientes. -.Juro que cuando encuentre a esos "niños" ... –
-.Ya, ya, basta de bromas. ¿Qué pasa?. No se .. pero mi ... –se detuvo para masticar algo. -. ... instinto me dice que tiene que ver con ... –volvió a masticar. -. ... la persona que tanto quieres. –
-.Si, justamente a eso iba. –dijo Kurama jugueteando un poco con su cabello nerviosamente, empezaba a inquietarle la idea de que la boda se acercaba cada vez más y más ...
-.¿Y qué quieres?. –dijo Jac bebiendo un sorbo de algo (posiblemente café). -.¿Qué vaya hasta allá?. –preguntó con algo de sarcasmo, y volvió a beber de su café.
-.¡Si!. ¡Esa es una excelente idea!. –exclamó Kurama incorporándose de su asiento de un salto. -.¿Cuándo vienes?. ¿Mañana?. ¿El jueves?. –
-.Kurama ... lo decía retóricamente. Te tomas todo lo que te digo demasiado en serio, además mañana tengo que viajar a Boston para hacer una entrevista, ya sabes como es el trabajo. –dijo bostezando. -.Y aunque pudiera ... estoy muy cansado ... –
-.Pero ... –la voz de Jack de repente adquirió otra tonalidad, casi desconocida para Kurama. a alguien que si puede ayudarte ... –
-.¿Si?. –Kurama abrió bien grandes los ojos, del otro lado de la línea se escuchó un "tsk" y Kurama supo que esta vez Jack si que no bromeaba.
-.Escucha Minamino. La persona de la que te voy a hablar jamás me ha fallado en nada y siempre ha colaborado conmigo. Lo único que debes hacer es ir mañana al aeropuerto a las 12:00, y estará allí. Bien .. ahora tengo que irme o mañana no podré ni siquiera despertarme. ¡Adiós!. –
-.¡Adiós!. –Kurama colgó el teléfono, y tenía una sonrisa tan grande que ni siquiera la tonta de Lin podría borrársela. Se echó en la cama y al poco rato se quedó profundamente dormido ...
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Kurama estaba en el aeropuerto tal cual Jack se lo había pedido, ya habían pasado algunos minutos desde las doce y nada pasaba. En el aeropuerto había nada más tres chicas llenas de bolsos, una familia con niños caprichosos que lo único que hacían era pelearse, y un grupo de estudiantes que iba de regreso de su viaje de egresados. Pero no había visto a nadie que le pareciera extraño.
-Disculpe, usted es Shuichi Minamino. –preguntó una chica de 17 años, con la voz más fría que Kurama había escuchado, Kurama asintió y la chica le tendió la mano. -.Soy Francesca, soy el contacto que usted busca. –dijo seriamente.
La chica era bastante alta, digamos que más de lo normal. Era muy delgada, con la nariz respingona y los ojos gatunos, con el cabello negro recogido en una trenza, casi lo bastante larga como para llegar a sus rodillas.
-.Ahora. ¿Cuál es el trabajo que quiere que haga?. Jack dijo que era importante. ¿Usted es periodista no?. ¿Necesita información?. –dijo alzando las cejas. Lo que más le sorprendía a Kurama no era su edad, o su extraña apariencia, sino esa expresión de ... disgusto casi en el rostro se parecía un poco a la de la madre de Lin en la reunión ... un poco.
-.¿Podría decirme su nombre completo?. ¿Por favor?. –la chica lo miró por debajo de sus lentes de sol, tenía la expresión de más incredulidad que Kurama había visto.
-.Entonces no es un periodista. –murmuró quedamente. -.Bueno, eso no importa, de todas formas podría conseguirle la información que busca ... aunque el precio será más caro. –ahora la chica estaba regateando. -.Mi nombre completo es Francesca Fakke, somos de una familia muy larga ... –murmuró, Kurama se quedó pálido.
-.¿Qué?. ¿Hay algún problema Señor Minamino?. –dijo sin la menor preocupación por su cliente, cuando este casi se desmaya del susto. -.Si es por mi edad le aseguro que eso no tiene importancia en el negocio, puedo conseguirle cualquier información que quiera, puedo ayudarlo en todo lo que necesite. –
-.No es eso ... yo soy ... el padrino de la boda de su .. hermana. –dijo Kurama, la chica pareció confundida por unos momentos.
-.Yo no tengo hermana. –dijo riendo. -.Pero mi prima es una mocosa de nombre Lin si a eso te refieres, realmente el tal Hiei Jaganshi me da pena, pero no me preocupa no pienso ir a la boda, tengo mejores cosas que hacer. –dijo. –
-.Bueno ... es que no se si estaría dispuesta a hacerlo ... yo quería ... –Kurama se atragantó. -. ... quería que no hubiera boda. –la chica lo miró y alargó su sonrisa.
-.La familia no tiene nada que ver con los negocios Sr. Minamino ... nada en absoluto.–
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((Fin del capítulo))
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N/A: me ha gustado escribir este segundo capítulo, la verdad es que no me esperaba tantas reviews para este fic, pero se las agradezco a todos. La verdad es que ni a mi me agrada Lin, así que espero que Kurama pueda deshacerse de ella, pero, ya veremos que pasa ... ¿no?. Bien, gracias por todo su apoyo. (Espero no haber tardado mucho en actualizar ... u.uU).
Un sincero adiós y hasta pronto,
Matta ne,
-.Nasaki.-
