Capitulo 3:

Truenos.

Una semana, con ese tiempo bastaba para que las cosas volvieran a la normalidad, pero a Hiwatari el incidente no dejaba de darle vueltas por su atormentada cabecita. Si, si, algo accidental, ya viendolo bien algo nimio, como habia dicho Hiro. Empezaba a sentirse estupido por reaccionar de una forma tan dramatica ante algo tan carente de sentido.

Quedo de verse con Ray en el parque, ya que su querido compañero habia decidido ir a un lugar (desconocido, nada de su incumbencia) antes de pasar a correr con él.

No hacia ni frio ni calor, un dia perfecto para el ejercicio. Con la mente despejada y un claro nivel de estress menos, Hiwatari se abrocho las agujetas de sus tennis deportivos de cierta marca conocida, y se dirigio a la puerta del dojo; debia ir pensando en otra opcion para vivir que no fuera la casa de Tyson... probablemente debia volver al colegio, o a la mansion en la ciudad vecina. Pero en el fondo sentia que habia algo que debia hacer antes; ¿qué, nadie, ni siquiera él lo sabia.

Se preparaba para el cambio de luces en el paso peatonal se la avenida mas transitada de la ciudad, cuando un conductor ebrio le paso por enseguida, casi aplastandole los pies y dejandolo completamente empapado por el charco cercano. ¿No podia ser mas perfecto?.

Y, por si fuera poco, empezo a llover sobre mojado. Literalmente. A pesar de que no habia indicios de que fuera a llover, ahi estaba, en el Centro, completamente mojado mientras los paraguas danzaban a su alrededor; ¿por qué nunca veia las noticias?.

Resignado, mas bien, fastidiado, emprendio camino de regreso a casa de Tyson, esperando una llamada celular por parte de Ray si él de verdad lo esperaba en el parque a pesar del pesimo clima.

Aprovecho ese momento de mala suerte para pensar un poco más acerca del ritmo que estaba llevando. Practicamente vacaciones, nada que hacer, campeonato a la vuelta de la esquina y un sinfin de entrenamientos ineccesarios, esa era su rutina. Pensarlo cada vez le parecia más aburrido.

Y, en el colmo de todo, estaban sus recientes tendencias homosexuales; no es que tuviera problemas con ello, pero no alcazaba a aceptar que le sucedio a él y no a otro. Maldición. Recordó a ese chico, si, el que siempre lo seguia, el que considero en momentos como un estorbo diario. Whyath. Probablemente todo habia empezado por él, era su culpa.

Se encontraba tan metido en sus memorias que no se percato de los hombres que intentaban colgar una lona promocional en la tienda cercana hasta que fue demasiado tarde. El viento y la lluvia hicieron que se resbalara y le fuera a caer encima, tirandolo al suelo mojado.

¿Es que acaso Dios lo odiaba?.

Luego de mil disculpas por parte de la gente, siguio caminando rumbo a casa; diez minutos despues ya se encontraba ahi, con una sorpresa quiza agradable, quiza no, esperandole en el dojo.

Se quito los zapatos y entro tan en silencio como solo él lo sabe hacer; iba hacia su cuarto cuando una voz familiar le recono en las paredes de los oidos como un ruido hueco.

"Kai" no sabia si era preocupacion o simplemente curiosidad, pero Hiro estaba frente a él, mirandolo de los pies a la cabeza, "¿que paso?".

"Llueve" se limito a decir cortantemente y abrio la puerta de la habitacion.

"Cambiate rapido de ropa, o pescaras un resfriado" comento el otro chico, esta vez con un ligero tono de burla.

"No necesitas decirmelo dos veces" y cerro la puerta.

Hiro se quedo perplejo. Durante toda la semana, Kai solo le respondia con gruñidos, movimientos o monosilabos; de vez en cuando con algunas palabras y oraciones sencillas, como las que uso en aquel momento, pero por alguna razón tenia la sensacion de que estaba enfadado por algo. Con él. Por él. Si, era su culpa.

No habian pasado ni cinco minutos cuando la puerta del cuarto se abrio de golpe, Kai se sobresalto y la camiseta que se iba a poner se le resbalo de las manos. Hiro habia irrumpido repentinamente, pero al menos fue despues de que se pusiera los pantalones secos.

"¿Pasa algo?" le pregunto, sin voltearse a mirarlo, y recogiendo la camiseta del suelo.

"... ¿Estas enfadado conmigo? ¿Hice algo que te molestara?" el tono era completamente serio.

"¿Qué te hace pensar eso?" Kai siguio sin verlo y termino de vestirse.

"Hablas muy poco conmigo" respondio Hiro; Kai se dirigio a la puerta y simplemente corrigio:

"Hiro, siempre hablo muy poco contigo", y salio rumbo al pasillo. El otro casi podria jurar que tenia un dejo de sonrisa en el rostro. Sacudio la cabeza y medito la ultima frase.

"Es cierto" concluyo, "siempre habla muy poco conmigo". Suspiro, entre aliviado y resignado, y fue a la cocina para prepararse algo de comer.

Ya fuera por la lluvia del día anterior o por cualquier otra causa, tenia un refriado. Si, el inmortal Kai Hiwatari tenia ahora una enfermedad humana que lo mantenia en cama. Probablemente no debio tomar esa paleta helada de la hielera despues de llevar a casa el día anterior, ni meterse a bañar con agua fria antes de dormir. De cualquier modo, no se puede regresar al pasado, por que de ser asi tendrias muchas cosas que corregir, amigo.

"¡Vaya! ¡Y yo que pensaba que Kai era como Clark Kent!" comento Tyson, mientras el chico lo miraba fastidiado; la cabeza le daba tantas vueltas que no tenia ni la fuerza para callarlo.

"Tyson, mejor vete de aqui, que molestas" Ray sabia perfectamente que su compañero no entendia para nada bien las indirectas, asi que se lo dijo a la cara y parecio entenderlo. Se puso de pie con indignacion finguida y salio por la puerta, dejandole entreabierta.

"Es insoportable" alcanzo a decir Hiwatari. Tenia fiebre, su cabeza giraba y giraba como un remolino y sentia que los ojos se le iban a salir de su lugar. "No tienes que quedarse si tienes algo más que hacer" le dijo a su amigo.

"Ah, bueno, soy una persona con poca vida social" MENTIRA. "Además, que mejor que quedarme con mi buen amigo Kaaaai" comento, y le acaricio la cabeza.

"¿Qué hiciste esta vez?"

"¡Me ofendes!" exclamo el chino, indignado.

"Ray".

"... Use tu enfermedad como pretexto para no ir a un cierto lugar. ¿Hay algo de malo en ello?" respondio, tan rapido que Kai apenas pudo entender.

"Pudiste simplemente decir que no querias ir" esa solucion parecia un poco mas civilizada.

"No habria nada de malo en un Gracias, Ray de vez en cuando" se cruzo de brazos, lo miro caprichosamente, y Hiwatari no tuvo otra opcion que decirlo.

"Gracias, Ray" sonaba mas como un sarcasmo que como un agradecimiento, "por desperdiciar tu valioso tiempo en un enfermo como yo", y si, mas sarcasmo en esta parte.

"De nada" aunque no fuera con el tono que esperaba, Ray sabia que hay sarcasmos que no son del todo lo contrario a lo que se dice. Vaya ironia este tipo de oraciones.

"Puedes irte si quieres".

Hubo un silencio, largo, largo; luego, unos azotes en el suelo (sabian que sucederia, Hilary siempre golpea a Tyson por esas horas del día), y mas silencio aun. Ray lo miraba fijamente, como si esperara encontrar algo.

"¿Qué?" gruño Kai, algo fastidiado por la mirada tan insistente.

"No, nada" respondio el otro, "Es que escuche de un metodo para curar rapido el resfriado" complemento.

Hiwatari lo miro con duda.

Sin previo aviso, el chino se aproximo rapidamente y lo beso; y no, no fue un beso infantil de unos cuantos segundos para que luego él saliera corriendo por la puerta. Era algo experimentado, prolongado, e incluso termino por gustarle a los dos. Ray se separo al ver que ya no podia aguantar mas la respiracion.

"Esperemos que con esto se mejores, Kai" y sin mas palabras, ni frases, ni siquiera un monosilabo, le dio una palmadita en la mejilla, "Dijiste que podia irme, asi que eso hare" y cerro la puerta tras él.

Desoues de un mes sin actualizar, aqui me tienen. Se que les dije que no habria triangulo amoroso, pero es de sabios cambiar de opinión. Y es que es una opcion irresistible xD.

Siento mucho haberlos dejado tanto tiempo sin actualizar, pro en verdadn o tenia ni idea de cómo continuar la historia; me quede trabada, como se dice.

Sin otra cosa que informarles, me vooooy. ¡Dejen review y lean mis otros fics!.

Madoushi Akai Kiri,

Agosto, 2005.