Hola, siento mucho el retraso, pero aquí les voy a subir el tercer y el cuarto capítulo, se lo tienen merecido por la tardanza, más abajo les contesto a los Rewiews...

Disclaimer (Se me había olvidado): Pero como todos ya saben, los personajes y el mundo que describo no me pertenecen ni busco afán de lucro, todo es de JK ROWLING, yo solo me invento la historia, ya saben ¿no?...

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CAPÍTULO 3: EL PERRO Y EL LEÓN

Era sábado por la mañana cuando Lily se acercó a la cama de Hermione para despertarla. La castaña se incorporó lentamente todavía con los ojos más cerrados que abiertos. Se arreglaron y se dirigieron al Gran Comedor para desayunar. Obviamente los merodeadores no se habían levantado todavía, así que las muchachas aprovecharon la mañana para ir a la biblioteca para adelantar la tarea de la semana siguiente y estudiar.

Después de una sesión matutina de duro estudio volvieron otra vez al Gran Comedor, donde ya se encontraban los 3 merodeadores, Sirius, James y Petter. Cuando se acercaron donde ellos estaban sentados, aunque Lily era todavía reacia a sentarse con ellos, pudiero captar algo que tenían que hacer esa noche. Hermione no le dio importancia porque ya sabía que los muchachos planeaban salir para salir con Remus en su forma de animagos. Decididamente no era un fin de semana seguro para andar por los jardines de Hogwarts, con la posibilidad de ser despedazado por un licantropo.

En cuanto la pelirroja se sentó no pudo más y explotó contra Potter. Ya que había podido captar parte de su conversación no iba a quedarse de brazos cruzados, despues de siete años de tortura por parte del muchacho. Pensaba arruinarle sus planes.

-¿He oído bien Potter¿Pesando hacer una escapadita nocturna?-Dijo sagazmente la ojiverde- Pues ni lo sueñes, si intentas salir por el retrato iré a por la profesora McGonagall.

-Ni lo sueñes tu Evans. No te metas en lo que no te importa. Si no quieres salir conmigo, tampoco intentes detenerme para que no salga. Yo hago lo que quiero.- Le respondió James con un tono orgulloso a la vez que desafiante.

-Si me importa Potter, porque por desgracia estás en la misma casa que yo, y no me apetece que Gryffindor pierda más puntos por tu culpa. Prefiero delatarte ahora, y que no los pierdas por el resto del curso.- Dijo acidamente la muchacha.

-Evans, porque no vienes esta noche conmigo, tal vez te enseñe un par de cosas que aun no sabes. Lastima que una chica tan guapa se quede desaprovechada.- Le respondió picaramente el moreno dejando a una Lily sin palabras.

-Di lo que quieras Potter pero esta noche no te vas a salir con la tuya.- Y decidió con esto no volver a dirigirle la palabra en todo el día. Mientras tanto Sirius y Hermione veían la escena con cara desesperanzada. James no debía haber tratado así a la pelirroja, ahora si que había metido la pata, veían muy dificil que la muchacha dejara que James se acercara a ella ni a 100 metros en la fiesta. Por decir que él tambien parecía un tanto alterado y tampoco iba a querer acercarse a ella. Las cosas estaban poniendose un tanto peliagudas.

Por la tarde, estaban todos reunidos en la sala común, solo que los tres merodeadores en una mesa y las dos muchachas en otra. Después de lo pasado en la comida era mejor no tentar a la suerte. Hermione estaba terminando de estudiar. Si quería tener tiempo entre la semana de terminar de preparar la fiesta era mejor que adelantara todo lo que pudiera este fin de semana. Lily en cambio solo hacía que estudiaba, pues estaba recorriendo con su mirada lugares de la sala común donde esconderse para esperar a que Potter y Sirius bajaran. Seguro que irían con la capa de invisibilidad de Potter, pero no habría problema, ella los podría oir, lo que pasa es que tendría que encargarse de esconderles por hoy el mapa del merodeador o sería descubierta.

Al finalizar la cena todos se fueron a sus respectivas habitaciones. Antes de cenarLily con la escusa que tenía que hacer algunas cosas les dijo que se verían en el Gran Comedor. Entró a hurtadillas en el cuarto de los chicos de séptimo y escondió el mapa del merodeador. No tenía que olvidarse de esperar un poco más arriba de la habitación de los muchachos, para que así al ver que salían por la puerta, meterse corriendo en la habitación y devolver el mapa de Potter a su baul. Estaba muy satisfecha consigo misma del plan que haabía ideado. Pero no debía decirle nada a Hermione o esta la intentaría persuadir y ella quería esa noche pillar a Potter en las manos en la masa.

-Bueno chicas nos vamos a la cama, que estamos muertos de sueño.- Dijo Sirius haciendo un falso bostezo.

-Si si, que yo también estoy muerto.- Cocluyó James estirándose.

-Pero si no habeis echo nada hoy en especial, y os habeis levantado muy tarde- Dijo Hermione picaramente sonrriendo para sus adentros.

-Ya pero cuanto menos haces mas vago te pones.- Respondió Sirius.

-Vaaale,descansad, pero espero que mañana estudieis más- Dijo Hermione, no quería insistir, ya que no quería interferir en sus planes, solo los quería picar un poco.

Lily en cambio se mantuvo muy callada. Miraba a James con malicia y le brillaban los ojos mientras pensaba que esa iba a ser su noche. Instó a Hermione para que se fueran a dormir ellas también y en cuanto notó que la casataña estaba dormida, se levantó rapidamente, se volvió a vestir con un toque de varita y salió para la habaitación de los chicos. Subió unas escaleras más arriba y se sentó a esperar a que James y Sirius calleran en su trampa tan bien planeada.

Estaba perdida en sus pensamientos, por eso no se dio cuenta que alguien abría la puerta de los varones sigilosamente y la volvía a cerrar. Solo al escuchar unos murmullos provenientes de la sala común se dio cuenta de que ya habían salido de la habitación. Entró rapidamente y se dio cuenta de que Peter estaba allí durmiendo, así que actuó sigilosamente. Lo más rapidamente que pudo devolvió el mapa al baul de James.

Cuando bajó hasta la sala común vio que los chicos ya se habían ido. Tenía que apurar. Llegó hasta las escaleras y miró hacia abajo. Se dio cuenta que estaban ya por el hall. Seguro que los merodeadores conocían caminos para ir más rápido que ella, así que decidió bajar las escaleras lo más rápido que le permitían sus temblorosas piernas. Ella no estaba acostumbrada a incumplir el reglamento. Llego al Hall cuando se cerraba la gran puerta de la entrada. Habían salido a los jardines. Cuando llegó a la puerta, tardó unos minutos en poder abrirla ya que era muy grande, maciza y pesada. Salió a los jardines, no veía nada. No podía ser, tenía que cogerlos sea como fuere. Se encaminó por los jardines bordeando el bosque prohibido, dirigiéndose por el camino hacia el sauce boxeador. Conociéndolos, tendrían que estar en el lugar más prohibido de la zona.

Hermione se levantó con sed de su cama. Cuando se sirvió un vaso de la jarra de plata que había en una mesita se dio cuenta de que Lily no estaba en su cama. Las cortinas estaban abiertas. Tuvo un mal presentimiento. Se acercó rapidamente a la ventana. Allí estaba la pelirroja, caminando por los jardines, demasiado cerca del bosque y acercándose peligrosamente al sauce boxeador. No se lo pensó dos veces, y salió corriendo de la habitación, bajo por las escaleras, casí rodando porqué metio el pie en un escalón, y salió de la sala común. Una vez en el hall decidió que lo mejor que podía hacer es convertirse en león en los jardines, porque no tendrían muchas posibilidades si aparecía Lupin.

Lily escucho un ruido en unos arbustos cercanos y se sobresaltó. Derrepente vio unos ojos amarillos salir de la oscuridad, y para su sorpresa un ernorme lobo salió del bosque, enseñando los colmillos peligrosamente, gruñendo, mientras chorreaba saliva por su boca. Sus orejasa estaban echadas hacia atrás plegadas, y su enorme y musculoso cuerpo estaba inclinándose hacia delante, pasando la mayoría del peso de su cuerpo a las patas delanteras. La cola la tenía levantada, bien erguida, en penacho. Lily comprendió con la sutileza de estos gestos que se le iba a echar de un momento a otro. Pero para su horror comprendió otra cosa. Luna llena, los ojos, la forma del hocico, era demasiado grande para ser un lobo común¡ERA UN HOMBRE LOBO! Ahora si que estaba en gran peligro. ¿Quién la iba a ayudar en esa terrible situación?

Cuando el licántropo iba a echarse sobre ella un enorme ciervo le embistió de una cornada, y amenazaba con sus afilados cuernos volver al ataque. Tenía un cuello extremadamente musculoso y fuerte para poder portar la pesada y maciza cornamenta que le coronaba su cabeza. Sus patas largas y fuertes esperaban para volver a atacar. Lily no podía entender como un ciervo se atrevía con tal bestia, pero no quiso quedarse para averiguarlo y salió corriendo de allí hacia el castillo. Pero para su horror en su camino, vio un perro enorme, grande como un oso que se dirigía a toda velocidad hacia ella. El miedo hizo que se desviara del camino al castillo.

Hubo una confusión entre el licántropo, el perro y el ciervo. Hermione pudo ver con horror, como Lunático se desembarazaba de ellos y corría otra vez hacia la muchacha aterrorizada que no podía repromir sus gritos de horror. Era hora de entrar en acción. Pero antes de poder transformarse vio como Lily tropezaba y caía al suelo golpeándose la cabeza con una piedra y se quedaba inconsciente. Era el momento¿y si era mordida? O peor muerta. De donde estaba Hermione apareció un ernorme león de color blanco. Albino, una melena túpida y larga, igualmente blanca pero en la base de la misma pincelada de negro. Los ojos eran, uno de color marrón y el otro de color azul, su nariz rosada, al igual que las almohadillas de sus enormes patas. Debía ser un animal de lo menos trescientos treinta kilos de peso pero igualmente veloz.

El León-Hermione echo a correr como si la vida le fuera en ello, rugiendo potentemente para llamar la atención del licántropo. No quería dañar a Lupin pero iba a tener que pelear. Cogió al lobo por sorpresa, a punto de despedazar a Lily. Gracias a Merlin que no la había tocado todavía. De un zarpazo lo mando a unos 5 metros. Y empezó a husmear a Lily pensando en agarrarla con sumo cuidado para llevarla a la enfermería.

Canuto y Cornamente veían con expresión horrorizada al enorme felino sobre Lily. Era un alivio que podía tener a Lunático a raya pero no sabían de donde había salido la bestia, además que seguramente luchaba por una presa facil. No tenían constancia que hubiera felinos como ese en el bosque prohibido. ¿Sería una bestia mágica? Por el color y los ojos. Pero no había tiempo de discutir eso. Tenían que salvar a Lily como fuera, pero no sabían como. No llevaban la varita, estaba en la casa de los gritos junto a la capa. Y desde luego sin varita no tenían posibilidad con el enorme felino como humanos, aunque como ciervo y perro respectivamente tampoco estaba equilibrada la balanza.

Hermione mientras tanto no sabía que hacer, Lily necesitaba ser trasladad, pero corría el riesgo de que Lupin volviera a la carga, sin contar que los merodeadores no sabían de sus intenciones y podrían atacarla por defender a la pelirroja, pero obstaculizar su llegada al castillo. Sin duda lo mejor que podía hacer es mantener a ralla al licántropo, o dejarlo inconsciente, mientras ellos se hacían cargo de la muchacha, pero era un peligro dejarlo solo en los jardines sin la compañía de sus dos amigos.

No le dio tiempo a seguir pensando porque derrepente el perro negro se abalanzó contra ella , empujandola por sorpresa y echándole inutilmente la boca al cuello. Hermione sacudió la cabeza para quitarselo de encima. Por un momento se quedaron uno a otro mirandose a los ojos, sin gruñir, sin amenzarse, extrañados. Aprovechando ese momento de confusión James aprovechó para levantar a la muchacha inconsciente, convirtiéndose en humano momentaneamente, echarsela a la espalda para volver a convertirse en el astado animal y que ella quedara sobre su lomo. Hermione rompió el contacto visual con Canuto y vio como James se alejaba a toda velocidad con Lily.

Para sorpresa de Canuto, el enorme felino ni se movio, los dejó huir, para luego volver a fijar su mirada sobre él. Pensó que estaba perdido. Que el enorme león los dejaba marchar porque iba a ir a por él.

Un lobo a sus espaldas, se recuperaba de un duro golpe, aturdido. Sacudió su peluda y enorme cabeza y se pasó la lengua por el hocico con los ojos empañados. Volvió a sacudir la cabeza y logro enfocar su vista en Sirius. Presa de una repentina agresividad por el golpe que había recibido se abalanzó sobre el lomo de Sirius y comenzó una encarnizada pelea entre los canes en la cual por culpa que esto había sido por sorpresa para Canuto llevaba las de perder. El licántropo le tenía apresado en cuello al pobre perro, lo tenía inmovilizado contra el suelo. Canuto yacía con la lengua fuera y con la vista a un punto fijo, luchando por no moverse para que el licántropo no apretara más las mandibulas y lo asfixiara.

Ese fue el momento perfecto para atacar Hermione a Remus, lo agarró con la boca sin apretar demasiado para no destrozarlo con sus poderosas mandíbulas, pero si ejerciendo cierta presión para que este se viera obligado a abrir su boca y soltar a Sirius.. Hermione lo echo contra un arbol, con todo el dorlor de su corazón, volviendo a dejar al pobre Lupin inconsciente. Tiernamente agarró a Sirius con la boca por su cuello, tal como haría su madre, mientras el pobre se resentía de dolor y se dejaba hacer sin darse mucha cuenta de lo que estaba pasando. Lo llevó a un lugar más resguardado y se tendió junto a él. Empezó a lamerle suavemente con su lengua rasposa los pequeños rasguños que tenía Sirius. Él emitió un leve gemido y miró al león con ojos antes de desvanecerse y se transformó en muchacho. No podía convertirse otra vez en muchacha porque no tenía fuerza suficiente para llevarlo y no tenía la varita. Tampoco podía entrar convertida en león, y no se atrevía ir a buscar ayuda con Lupin aun por los alrrededores. Hacía frio, asu que opto por poner al muchacho entre su cuerpo y hacerse un ovillo con el para darle calor.

Después de dejar a Lily con Madame Ponfrey, James preocupado volvió a la sala común a ver si había vuelto Sirius. Al ver que no estaba allí bajó corriendo a los jardines preocupado por él. La pequeña aventura de esta noche podía haberles costado cara.

Saliendo por la puerta, atisvó al león blanco. De Lupin no había señales. Con gran horror pudo ver el pelo de Sirius sobre una de las patas delanteras del león. ¿Qué hacaer? Y sus varitas en la casa de los gritos. Se acercó sigilosamente temblando al notar que la mirada del león se había posado en él. Pero para su sorpresa el felino se incorporó un poco dejando ver a Sirius, lo meció dulcemente con su hocico para que el muchacho despertara. Cuando Canuto abrió los ojos los posó sobre la cara del león y hubiera podido jurar que este le sonrreía. Le dio un pequeño lametón en la mejilla, dejando a James y a Sirius desconcertados del todo, se levantó y se perdió entre los árboles del bosque.

Los muchachos vieron alejarse al león. James ayudó a Sirius a levantarse del suelo. Lo que no se imaginaban es que el león estaba observándolos atentamente por si aparecía Lupin.

-Sirius ¿estás bien¿No te ha hecho nada?-Dijo Cornamenta en tono preocupado.

-Tu lo has visto con tus propios ojos, ni un rasguño, además, podría jurar que defendió a Lily de Lupin y te dejó que te marcharas con ella tranquilamente. Después de marcharte tu Lupin me atacó, y ese extraño león me defendió desembarazándose de Lupin. Me ha lamido las heridas y se ha quedado junto a mi dándome calor. No se ha movido ni un segundo. Ahora cuando has aparecido tu se ha marchado sin hacerme daño ninguno. Y tendrías que haberle mirado a los ojos, no era un animal corriente.

-Tal vez sea de alguien del colegio.

-¿Teniendo un león como mascota? No lo creo James- Dijo Sirius firmemente.

-Ya tienes razón, pero salvaje no era¿no¿Tal vez una criatura buena del bosque?

-¿una criatura buena del bosque¡JA! Vamos James, además que no hay leones en ese bosque, y si los hubiera no serían dóciles.

-¿Piensas en Hagrid Sirius?-Inquirió James.

-Habrá con el mañana, pero si te digo la verdad, pienso que a lo mejor no somos los únicos animagos Cornamenta.

-Uhmm, es posible,en fin, es mejor que nos transformemos y busquemos a Remus para devolverlo a la casa de los gritos y recojamos las varitas y la capa. Ha sido una noche muy larga.

-Si cierto- Coincidió Canuto.

Con estas palabras se transformaron y se dirigieron a buscar a Lupin. Con el buen olfato de Canuto lo encontraron enseguida. Hermione pudo ver por primera vez a un licántropo corriendo amistosamente por los jardines en compañía de un ciervo y un perro negro grande como un oso. Aquello era historia. La historia de los merodeadores vista por sus propios ojos. Sintiendo que ahora estaba todo bien, muy cansada y muerta de sueño se dirigió al castillo, necesitaba unas buenas horas de sueño. Estaba sumamente agotada.

Los tres animales se metieron por un agujero que había en la base del tronco del sauce boxeador y por allí se perdieron. Al cabo de un rato salieron un ciervo y un perro con algunas cosas en la boca y para asombro de la luna se transformaron en dos fornidos muchachos que corrían al castillo. La aventura por esa noche había terminado. Realmente podía haber acabado tragicamente, pero como no fue así, los muchachos volvían emocionados a sus habitaciones.

Tras traspasar la gran puerta y entrar al Hall desaparecieron bajo una capa de invisibilidad y se dirigieron a su sala común. Ya metidos en sus cómodas camas, no tardaron en coger el sueño después de todas las emocionantes aventuras pasadas esa noche. Pero uno de ellos, Sirius, no dejaba de pensar en el león y quien podría ser, mas convencido que nunca que se trataba de un animago. Con estos pensamientos le costó un poquito más conciliar el sueño.

Al día siguiente Hermione se levantó bastante pronto en relación con que había estado hasta altas horas de la madrugada despierta. Uno a uno fueron llegando a su mente los pensamientos correspondidos a todo lo que había sucedido la noche anterior con Sirius.

La mirada del perro hacia ella, denotaba que no le tenía mucho miedo. Y cuando se despertó como muchacho no se había sobresaltado. Tenía una mirada tan tierna que había estado soñando con ella toda la noche. Se le estaba metiendo el muchacho en la cabeza peligrosamente, y no podía ser. Primero que ella era del futuro, y segundo que era un mujeriego, ya había visto su lado Don Juan coqueteando con todas las chicas que iban a su alrrededor revoloteando como moscas a la miel.

Ya estaba en la puerta de la enfermería. ¿Qué le iba a explicar a Lily?. No debía descubrir a Remus, ni a los chicos, deberían ser ellos quien se lo cuenten a la pelirroja.

-Ah, señorita Granger, es usted. Pase, la señorita Evans ya está despierta. Supongo que viene a verla a ella.- Le dijo Madame Pomfrey amablemente.

-Si¿dónde está?- inquirió Hermione

-En la última cama querida, si ya va usted le puede decir que puede marcharse ya, pero que tenga más cuidado al bajar la escaleras.-Dijo reprobatoriamente Madame Ponfrey.

-Hola Lily ¿Cómo te sinetes?

-Hola, muy bien, ya solo me duele la cabeza.- le contestó la pelirroja.-¿Cómo sabías que estaba aquí?

-¿Eso? Eh... -"Piensa rápido Hermione, que le puedes decir"-Como al despertar no estabas en la cama, fui al Gran Comedor y a la biblioteca, pero tampoco estabas allí, así que le pregunté a Potter, y el me dijo que anoche tuviste que ir a la enfermería, y aquí estoy.-Mintió Hermione.-¿Qué es eso que me dijo Madame Pomfrey de que tengas cuidado con las escaleras?

-He oído como la enfermera te ha dicho que podía irme ya, mejor que nos vallamos a desayunar y te lo cuento por el camino.-Respondió la pelirroja mirando con desconfianza la puerta del despacho de Madame Pomfrey.

Lily se levantó de la cama y cambió su horroroso camisón blanco azulado de hospital por unos vaqueros azules y un jersey de cuello alto rosa, con una bonita floritura de varita. Se despidieron de la enfermera Pomfrey, y dirigieron sus pasos hacia el Gran Comedor mientras la pelirroja le explicaba a la castaña que ayer había salido para seguir a Potter y a Black. Le contó todo lo que había sucedido que ella recordaba, a las orillas del bosque prohibido. Luego le explicó que recobró la consciencia dentro del castillo, que no sabía como se hallaba en brazos de Potter, que le susurraba palabras para tranquilizarla. Al llegar a la enfermería Potter le había dicho a Madame Pomfrey que la vio tropezar en las escaleras bajando a la sala común y caer por ellas golpeándose la cabeza y que había quedado inconsciente varios minutos.

Las muchachas entraron en el Gran Comedor. Quedaba ya muy poca gente desayunando en las mesas. Todo el mundo quería disfrutar el sábado por los jardines del castillo. Los merodeadores ya estaban sentados, encontrándose en ella un Lupin más palido,delgado y ojeroso que nunca. James y Sirius, en cuanto a ojeras no se quedaban atrás. Ambos parecían muertos de sueños. Cuando se sentaron las muchachas en la mesa se interesaron por como estaba Lily y le preguntaron que hacía en los jardines. Ella acabó confesando que había estado esperando para seguirlos, pero se disculpó para sorpresa de todos con James, además de darle las gracias, ya que este la había llevado a la enfermería. Pero había algo que no le cuadraba a la pelirroja. James actuó como su aun no hubiera visto a Hermione esa mañana. La saludó y dio los buenos días efusivamente.

Ante eso lanzó una mirada significativa a la castaña, la cual se puso nerviosa pensando que al final le iba a tener que dar muchas explicaciones a Lily.

Terminaron de desayunar. Los merodeadores se fueron al campo de quidditch a jugar un poco y las muchachas decidieron dar un paseo por los jardines, quedando con ellos dos horas más tarde.

-Hermione...

-Dime Lily- Le contestó la castaña visiblemente nerviosa

-No me cuadra tu versión de porque viniste a la enfermería y de cómo te ha saludado Potter en el Gran Comedor.-Le dijo la ojiverde un tanto molesta.

-Ya, supongo que te debo una explicación. ¿Por donde comenzar?

LaDYaRGoS

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VOCIFERADOR:

AlysBlack: Cuanto me alegro que te esté gustando amiga, bueno pues aquí tienes la actualización, más vale tarde que nunca, además por eso va con premio y he dejado más de un capítulo.

IsilwenTinuvie:Hola! Gracias por tus comentarios, si, me apetecía hacer algo un poco diferente, aunque la idea no sea tan original si habrá cosas nuevas, a la vez que espero que resulten divertidas.

Maky:Ni se te ocurra decir que molestas! yo también soy una gran seguidora de esta pareja, quien pillara a Sirius, pero bueno, por este motivo es que escribo un fic sobre ellos.

Ladys-Fantasy: Pues nada, lo prometido es deuda así que aquí estoy, espero que te guste como hasta ahora, y que lo pases tan bien leyendo como yo escribiendo.

Muchos besos a todas y muchas gracias por leer mi historia...

LaDYaRGoS