Capítulo 13:
-¿Puedo usar tu notebook? – preguntó Harry después de haber entrado en el cuarto de Hermione.
-Claro, está encima del escritorio – asintió la castaña.
-Gracias… - conectó algunos cables para que el aparato funcionara y tuviera conexión a Internet.
Hermione se dispuso a leer nuevamente el artículo del periódico sobre la política internacional del mundo muggle. De verdad que era muy interesante, pero no podía concentrarse para entender el complejo lenguaje de la política con todo el ruido que hacía Harry conectando el cable del Internet al notebook.
Se levantó de su cama suspirando. Le dijo a Harry que cuidará el notebook y que cualquier problema que hubiera la llamara, porque ese maldito cable no era para nada confiable.
Abrió la puerta y justo en frente de ella se encontró con esa persona a la que no deseaba volver a ver nunca más en su vida. Tenía el cabello pelirrojo desordenado, una camisa desabrochada y unos jeans algo gastados.
En cuánto él fijó su mirada azul en la castaña, ella sólo sintió un nudo en la garganta que había vuelto a aparecer después de días de su ausencia.
oooooooooo
El niño que vivió que no es tan niño dice: Hola, Lavander!
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Hola, niño que vivió!
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: cómo estás?
El niño que vivió que no es tan niño dice: bien, acá… y tú?
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: También bien
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: cómo van las cosas en la súper casa de la súper pareja?
El niño que vivió que no es tan niño dice: Sin novedades, parece que la tormenta ha pasado
El niño que vivió que no es tan niño dice: Una pregunta… Y ése nick?
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Hey, niñito! Este nick es la pura y santa verdad de la vida… Nadie puede no resistirme
El niño que vivió que no es tan niño dice: Segurrrrrrrro! ¬¬ Ya soy un adolescente… El adolescente que vivió!
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Pero para mí siempre serás un niño, adolescente (estás con complejo a lo Krrrrrum?)
El niño que vivió que no es tan niño dice: Soy un adolescente bastante guapo para tu información, uno de los especimenes masculinos más solicitados del mundo mágico (jaja! No sé… oye, pobre Krum pronunciando la "r" de forma estúpida)
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: En qué mundo vives? Eres popular para las mujeres con problemas mentales y para los homosexuales (Sí, pero parece que tomó un curso para hablar inglés mucho mejor)
El niño que vivió que no es tan niño dice: Vivo en el planeta tierra… La que no aceptas la verdad eres tú diciendo que nadie puede resistirte a tu "belleza" (Sí, eso leí en una revista… Y lo mejor, es que está pasando con su equipo de nuevo a las mundiales).
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: (8) Sueña con un mañana…(8)
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Harry, mejor déjate de hablar tonterías
El niño que vivió que no es tan niño dice: Tonterías? ¬¬… A veces me dan unas ganas de golpearte…
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Claro que no, porque tú quieres que una chica tan guapa como yo esté viva.
El niño que vivió que no es tan niño dice: Ya, eso sí que es un sueño ¬¬
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Bueno, adolescente… Debo decirte algo que puede cambiar tu vida!
El niño que vivió que no es tan niño dice: Qué?
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: McGonagall nos mandó deberes extra para vacaciones!
El niño que vivió que no es tan niño dice: QUÉ? POR QUÉ?
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Sí, le avisó a los padres… Así que anda a abrir las primeras páginas del libro de transformaciones y haz un ensayo sobre ser animago.
El niño que vivió que no es tan niño dice: Sabías que acabas de arruinarme el día?
El niño que vivió que no es tan niño dice: Tendré que hacer esa cosa…
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Qué pena tu vida! Porque yo ya lo hice
El niño que vivió que no es tan niño dice: ¬¬…
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Ya, adolescente, me tengo que ir de compras.
El niño que vivió que no es tan niño dice: Nos vemos, adiós!
Lav… Just try to resist me, baby! (H) CH&S dice: Adiós, nos vemos en el tren!
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En cuánto ella había abierto la puerta todo parecía que se hizo mucho más difícil. Porque no es fácil terminar la fase de procesar todo lo que ha pasado y decidir terminar la preparación psicológica para enfrentar uno de sus mayores enemigos desde hace años: Los sentimientos.
Sabía que no era de los hombres más sentimentales, ni el más inteligente o el mejor para reaccionar rápido ante los acontecimientos de importancia. En realidad, le costaba mucho asumir sus errores y pensar en la mejor manera de solucionarlos para que todo sea positivo después. Tenía demasiados defectos que tendría que algún día cambiar, y tal vez jamás podría hacerlo… Esa era su forma de ser y no era para nada fácil lograr que una persona dejé de ser cómo siempre ha sido la mayor parte de su vida.
Y el peor error que había cometido era haberle dicho eso a Hermione cuando se le declaró. Tenía miedo, tenía miedo de que todo eso fuera una broma o el producto de su retorcida mente que le jugaba una mala pasada. El tiempo pasaba y se daba cuenta que no era un juego; era la verdad, una verdad que le alegraba en lo más profundo.
-Que bueno encontrarte, Hermione – dijo Ron con una voz nerviosa – Necesito hablar contigo.
-Bueno… - respondió ella de forma fría. Él dio un pasó para entrar en su cuarto, pero la castaña agarró el pomo de la puerta y la cerró de manera brusca dejando apoyada su espalda en la puerta - ¿Qué quieres? – preguntó alzando una ceja.
Y la consecuencia de ese error se veía ahora. Ella había estado distante, fría y casi ni tocaba palabra con él. No le gustaba cómo lo miraba… Con odio, con desdén y repugnancia; era algo así como si ella con su mirada le diera a entender que no quería nada de él, no lo quería cerca, no quería que fuera parte de su vida.
El mensaje lo comprendió al instante, pero no iba a darse por vencido. Le gustaba sentir esas cosquillas cuando la veía o ese calorcito que se apropiaba de su cuerpo cuando ella le hablaba o cuando su corazón se aceleraba al tener un pequeño roce entre sus cuerpos. No iba a renunciar a todo eso y a todo lo que sentía sólo por las consecuencias de su estupidez.
'Y como dice Ginny: Nadie puede hacer cosas tan estúpidas como los enfermos mentales. Pues, ahora el enfermo mental va a cometer una estupidez…' se animó para arriesgarse a una oportunidad que, tal vez, no se volvería a repetir otra vez en su vida 'Después de todo, no pierdo nada si lo intento'.
-Quería decirte que… - era difícil, en especial con esa mirada fría que la mantenía fija en él – A veces la gente comete errores muy estúpidos.
-Claro – asintió curiosa por saber adónde llevaba esa extraña conversación después de días sin hablar. Una esperanza apareció en su corazón.
-Y muchas veces esos errores no son intencionales. Causan que las cosas se malentiendan y… Bueno, la verdad no se sepa… - cada vez estaba más nervioso e inseguro de si mismo.
-¿Qué quieres decirme? – dio un paso quedando más cerca de Ron – Tengo que hacer cosas importantes y no voy a perder el tiempo si me vienes a dar un sermón sobre los errores de la gente.
-Quiero decirte que yo… - ya le iba a dar un infarto cardíaco ahí de lo mal que estaba.
-¿Si? – preguntó Hermione con una sonrisa ilusionada.
-Que estoy… - ya no había vuelta atrás, debía hacerlo – Yo también que quiero mu…
-¡Hermione! – la puerta del cuarto de la castaña se abrió rápidamente dando paso a un muchacho de cabello negro y una cicatriz bastante particular.
La muchacha sólo apretó los puños sintiendo como tenía unas inmensas ganas de amarrar a un cohete a Harry con dirección al sol para que se quemase por arruinar, probablemente, uno de los momentos que había estado soñando desde hacía varios días.
Ron estaba pálido, parecía casi un fantasma o un cadáver. Pero poco a poco recuperó el color en su rostro sintiéndose algo mal por haber sido interrumpido en una de las declaraciones más importantes en toda su corta existencia en el planeta. Y gracias a su querido amigo todo estaba arruinado.
-¿Qué pasa? – preguntó enojada Hermione.
-Es que el notebook comenzó a hacer unos ruidos extraños y después el cable del Internet lanzaba chispas, así que lo desconecté… No hubo daños, pero ahora el cable está quemado y no puede conectarse al notebook.
-¡Harry, te dije que cuidarás mi notebook! – chilló enfurecida por las dos cosas que había hecho el pelinegro.
Harry se dio cuenta que atrás de la castaña estaba Ron. Notó la expresión rara en su rostro y luego miró a Hermione dándose cuenta que antes estaba pasando algo de suma importancia; y –tal vez, por esos azares de la vida- él lo interrumpió.
-Perdonen… ¿Interrumpí algo? – preguntó confundido.
-No, claro que no – respondió Ron lanzándole una mirada asesina – Nada.
-Ah, perfecto – sonrió – Hermione, hay que arreglar tu notebook antes de que me mates.
-Créeme que ya quiero matarte – murmuró entrando en su cuarto, pero antes le lanzó una mirada significativa al pelirrojo dándole a entender de que después conversarían con más calma y en otro lugar más apropiado que en la mitad del pasillo.
oooooooooo
Ginny estaba sentada en la silla de la cocina reparando con aguja e hilo en mano su túnica, ya que estaba algo indecente como para comenzar el año escolar de esa forma. También bebía una taza de jugo de toronja con un poco de sabía de árbol que había preparado su madre en la mañana con un nuevo libro de cocina mágica, mientras escuchaba a las dos adultas de la casa conversar sobre el nuevo centro comercial y sus precios altos por cosas que podrían ser más baratas.
-Siempre he creído que son unos estafadores. Cuando recién inscribimos a Hermione en la escuela, le compramos una falda bastante bonita y sencilla. Y cuando veo el precio casi me muero… ¡Mejor me compro un microondas nuevo! – exclamó botando en la basura las hojas de algunos apuntes que había tomado en sus clases de odontología en la universidad. Eran tan antiguas que ya no servían, por lo que debía comprarse un nuevo libro con los nuevos tipos de anestesias y hacer alguna que otra clase para los nuevos aparatos dentales – Siempre han sido así de abusadores.
-Totalmente de acuerdo contigo, Monica – asintió Molly sentándose al lado de su hija que sólo sonreía divertida por la conversación – Por eso compró la ropa usada y casi todos los materiales escolares de los niños son de segunda mano.
'Aunque a veces es vergonzoso ser reconocida en el colegio como la pobretona de la familia Weasley usando todo de segunda mano, y todo el mundo usa cosas nuevas' pensó Ginny recordando los despectivos comentarios que le hicieron cuando entró a Hogwarts.
-Las cosas de segunda mano son bastante baratas. Es una buena opción para ahorrar…
En la cocina entraron el señor Weasley y el señor Granger. Los dos venían callados y con un semblante algo preocupado, por lo que las mujeres se lanzaron miradas confundidas y les preguntaron al instante si algo malo ocurría. Pero ellos negaron con la cabeza.
-Es que tengo una duda que me está matando – dijo Richard Granger tomando lugar junto a su esposa que lo miraba sin saber qué era lo que iba a decir - ¿Ron y Hermione son novios?
-No – contestó Molly riéndose al igual que Ginny y Monica.
-¿De qué se ríen? – preguntó – Es el deber de cualquier padre saber si su pequeña está con alguien o no.
-Dudo que Ron haya podido arreglar las cosas con lo disfuncional mental que es – comentó la muchacha causando que los cuatro adultos la miraran – Es que si ya fueran novios, se hubiera sabido. Las malas noticias corren rápido.
-¡Ginevra! Que tu hermano esté saliendo con Hermione no es ninguna mala noticia – replicó la señora Weasley – Estoy segura que todos estaríamos felices de ser casi parientes por la relación de ellos dos… ¿Verdad? – preguntó mirando fijamente a todos, en especial a Arthur y Richard, que asintieron lentamente - ¿Ves que no es nada malo, cariño?
-Claro que es malo – se puso de pie guardando el hilo y aguja en una cajita que estaba al lado de su vaso a medio terminar – Es malo para la pobre de Hermione, porque tendrá que lidiar con el gran asno que es mi hermanito mayor.
Se fue dejando a todos con las palabras en la garganta para regañarla por su comportamiento malcriado, aunque igual tenía algo real en lo que decía: Ron no era la mejor clase de hombre. Pero aún así, tenía sus cualidades que lo hacían un buen partido para la castaña.
En eso estaba de acuerdo el cuatro. Los cuatro estaban de acuerdo en que ellos hacían una buena pareja, y debían estar juntos.
oooooooooo
Ron bajó las escaleras sintiendo como su pulso se normalizaba. Se encontró con que se hermana venía subiendo con su túnica y una cajita, ella ni siquiera se tomó la molestia de mirarlo. Se sentó en el sillón de la sala escuchando las voces de la cocina de sus padres y de los señores Granger.
¿Por qué siempre todo tenía que salirle mal? Era como si alguien le hubiera lanzado una maldición para que cuando las cosas buenas le pasaran, él no aceptara esa felicidad o que cuando intentaba arreglar lo que había arruinado siempre metía más la pata de lo que estaba.
Y lo peor es que… ¡Era culpa de Harry! No podía tener tanta mala suerte para que justo cuando le estaba diciendo a Hermione que la quería saliera Harry diciendo que el cable del Internet estaba malo. Su amigo debía aprender a saber cuál es un buen momento para interrumpir una conversación de tanta importancia.
¿Y si tal vez para eso estaba destinado? Para rendirse ante las oportunidades que le daba la vida, para rendirse porque muchos obstáculos se le presentaban en el camino. Era mucho mejor que las oportunidades vinieran a él dejándolo cómodamente esperándolas, en vez de correr por ellas sólo para conseguir algo que es demasiado bueno.
-Ron… - al escuchar esa voz llena de timidez dejó de darles vuelta a ese asunto. Subió la vista encontrándose con Hermione que lo miraba con una media sonrisa nerviosa - ¿Me puedo sentar? – señaló el espacio del sillón vacío.
-Por supuesto – asintió.
La castaña se sentó lentamente y se cruzó de piernas mirando hacía la ventana como esperando que Ron empezara a hablar. Ron sólo trinaba sus dedos sin saber qué hacer o decir; no tenía ninguna idea y cuando intentaba hablar se le iba la voz de la garganta.
Una situación para nada cómoda.
-¿Se solucionó el problema con el cable del Internet? – preguntó.
-Sí, menos mal que Harry sabía algo de electricidad desde que era el esclavo de sus tíos – dijo causando que los dos rieran cortando un poco la tensión. Hermione lo miró a los ojos por primera vez desde hacía más de una semana sin un dejó de frialdad - ¿Qué querías decirme antes?
-¿Cuándo estábamos conversando antes de que llegara Harry con el problema del cable?
-Sí…
-¿Esa conversación en la que te di un sermón de las estupideces que hacían las personas? – preguntó para prolongar lo inevitable. Aún no estaba preparado psicológicamente para eso - ¿Esa conversación?
-Ron – alzó una ceja algo molesta – Por favor, deja de darte vueltas por la tangente. Dime lo que quieras decirme.
-Es que yo quería decirte que…
No habían notado que por la puerta que daba del living a la cocina se asomaban los cuatro adultos. Todos observaban con interés lo que estaba pasando y escuchaban en completo silencio a lo que habían llamado la Reconciliación/Declaración/Pareja del siglo – obviando que la otra era Harry con Ginny-.
Monica y Molly intentaban reprimir algunos suspiros al ver cómo los dos jóvenes se miraban tímidamente. Y cómo la mano de Ron se encontraba con la de la castaña para entrelazarse de una manera muy tierna.
Arthur asentía orgulloso por la forma en que estaba manejando la situación su hijo, veía que lo estaba haciendo de la manera más sincera y la mejor del mundo.
Richard negaba con la cabeza, aunque feliz, pero se le venían a la cabeza las imágenes de Hermione dando su primer paso, su primera palabra, cuando fue al primer día de clases en la escuela primaria, cuando montó por primera vez en bicicleta, la primera enciclopedia que le compró o cuando iban al cine juntos a ver las películas de dibujos animados… Su niña había crecido desde ese entonces y debía aceptarlo. Pero lo mejor es que si Ron era su novio podría controlarlos, así evitando cualquier catástrofe.
-Creo que yo también he sido de esos estúpidos – sonrió al entrelazar su mano con la de la muchacha después de varios intentos fallidos – Y uno de los mayores errores ha sido cuando me dijiste lo que sentías por mí.
-Creo que ese fue uno de mis errores. No debí haberlo hecho – negó con la cabeza Hermione. Bajó la vista triste, pero sabiendo adónde iba a llegar el pelirrojo con toda esta conversación – Pero, después de pensarlo mucho y tomar valor, debo decirte que…
-¿Qué cosa? – alzó su vista encontrándose con su mirada azul que reflejaba emoción y nerviosismo, pero ese brillo era muy especial - ¿Qué cosa? – repitió aguantando la respiración
-Que yo también te quie…
-¡Ron! – chilló Ginny bajando las escaleras como un huracán.
Al bajar se encontró con que Ron sólo negaba con la cabeza ocultando su rostro en sus manos con los codos apoyados en las rodillas. Hermione sólo tosía histéricamente sonrojada. Y más encima con los cuatro adultos que salían de la cocina con sus ceños fruncidos.
-¿Qué les pasa a todos ustedes? – preguntó confundida por esa escena. Negó con la cabeza tachándolos de locos – Ron, necesito que me prestes algunas de tus revistas de Quiddittch para ver algo del campeonato del próximo año.
-¡Ginevra Weasley! – exclamó molesta la señora Weasley mientras se le ponían rojas las orejas – Estás castigada por interrumpir la importante conversación que tenían tu hermano y Hermione.
-¿Qué?... ¿Por qué? – preguntó no comprendiendo nada – Yo vengo a pedirle de buena manera y tratando como a un ser humano con un coeficiente intelectual promedio normal al disfuncional de mi hermano mayor. Eso siempre me dicen que lo haga, que lo trate bien, y cuando lo hago me castigan – replicó molesta poniendo sus manos en las caderas – Nadie puede entenderlos a ustedes.
-Lo que pasa es que tú no entiendes – corrigió Arthur suspirando – Hija, no sabes lo que acabas de hacer…
-Saca las revistas de mi escritorio, en el primer cajón – respondió Ron sacando sus manos del rostro. Miró a sus padres y la puerta de la cocina abierta notando un pequeña detalle - ¿Ustedes estaban escuchando lo que hablaba con Hermione?
-¿Nosotros? – se señaló a si mismo Richard sonriendo – Claro que no – rió por lo bajo.
-¿Y cómo sabían que lo que hablábamos era importante? – preguntó esta vez la castaña poniéndose se pie enfadada viendo como los cuatro se lanzaban miradas nerviosas y culpables – Y si hacen los mejores padres del mundo. Podrían por empezar dándoles privacidad a sus hijos… Permiso – subió las escaleras lo más rápido que pudo y se encerró en el baño con un fuerte portazo.
Ginny de repente alzó el dedo índice dando a entender que -después de un gran esfuerzo mental- había comprendido que había interrumpido la declaración amorosa de su hermano. Cosa que le sorprendió, porque nunca pensó que por fin iba a solucionar las cosas.
-Ups, lo siento por haber interrumpido tu momento – dijo arrepentida.
-Gracias, hermanita – se puso de pie Ron – Hay algo que dicen que dos son compañía y más de ese número son multitud – miró a Ginny a los cuatro adultos que sólo miraban el suelo avergonzados antes de irse a su cuarto.
-No creí que yo iba a meter la pata, he esperado para que esto pase desde hace mucho – comentó la pelirroja cruzándose brazos - ¿Aún estoy castigada?
-Sí –contestó secamente su madre volviendo a la cocina.
-Pero ustedes espiaban ese momentos que debía ser privado – replicó molesta.
-Aún así seguirás castigada – dijo el señor Granger saliendo al jardín.
-¡Ustedes estaban arruinando un momento demasiado especial! Podrían haber vendido entradas para el espectáculo para aprovechar este acontecimiento. Malos padres – siguió replicando porque no quería estar castigada.
-Ni lo sueñes, sigues castigada – dijo la señora Granger sonriendo mientras iba al jardín para hablar un poco con su marido.
-Papá… - dijo haciendo pucheros acercándosele – Papito, no quiero estar castigada. No fue mi intención arruinar el momento, entonces no puedes permitir que mamá castigue a tu única hija mujer.
-Aunque me mires con esa carita de cordero degollado que me destroza el alma; no puedo hacer nada, cariño – le pellizcó la mejilla – Seguirás castigada hasta nuevo aviso. Ahora anda a hacer tus deberes o leer la revista que le pediste a tu hermano, cariño – y se fue a la cocina.
Ginny suspiró cansinamente. No quería pasar castigada por lo que restaba del verano por algo que no fue a propósito. Ellos también estaban haciendo algo no muy bueno para ser los padres y los supuestos "maduros" de la casa… ¿Por qué ella tenía que pagar los paltos rotos por hacer que ese momento se arruinara?
oooooooooo
'Ron y Hermione:
Sabemos que es algo "extraño" que estemos escribiéndoles una carta, pero esto es un asunto que tiene que hacerse lo más rápido posible para que comencemos a lanzar una nueva línea de artículos de broma.
Todos los comerciantes del Callejón Diagon estamos al tanto de lo que ocurrió hace una semana y tantos días en la tienda de chocolates… Obviamente cuando lean esto les va a dar una parálisis cerebral o van a querer suicidarse –cosa obvia-.
¿Cómo pudieron haberse encerrado a darse besos? Ron, hermanito, sabemos que en esta etapa de la vida es fácil dejarse llevar por las hormonas; pero no podemos creer que hayas tenido el valor de hacer eso. ¿Qué clase de educación nos han dado nuestros padres para que hayas hecho eso? Tuvimos que hablar con casi la mitad de la comunidad mágica convenciéndolos de que sólo tú eres el depravado que hace ese tipo de estupideces.
Hermione Jane Granger… Y creíamos que tú eras nuestra mayor enemiga con nuestras bromas, estupideces, errores. Tú eras a la única persona –además de mamá- a la que le teníamos el respeto por ser una persona de buenos valores y siempre consciente de las consecuencias de los actos. ¿Ahora decidiste entrar al lado oscuro de la vida? A nuestro lado… ¡Vuelve prefecta perfecta!
Bueno, la cosa es que queríamos pedirles algo importante: Vamos a lanzar un dulce llamado 'Bom-Bón Weasley'. Va a tener la forma de un hombre bañado en chocolate y relleno con una sustancia gelatinosa que cambiará la voz de la persona (puede ser voz de ardilla, taladro, rana, gangosa y con aliento a dragón). Y también produce efectos secundarios como querer besar a la persona del sexo opuesto compulsivamente durante 24 horas.
Necesitamos que firmen los derechos de originalidad y de marca registrada, ya que gracias a su pequeño… llamémoslo incidente se nos ocurrió esta idea.
Los beneficios que pueden obtener son: Tener un 10 de descuento en la compra de cualquier artículo de bromas en nuestra casa principal o sucursal, un 15 de las ganancias del 'Bom-Bón Weasley' y un set completo con nuestra nueva temporada de bombas apestosas.
Convérsenlo, discútanlo y si llegan a aceptar –cosa que esperamos y rogamos- firmen los papeles adjuntos a la carta o vayan a nuestro apartamento.
¡Muchas gracias, tortolitos!
Nuestros mejores deseos en su "dulce" e "inocente" relación,
Sortilegios F&G Weasley
PD: No hablen esto con nadie (especialmente mamá que nos va a matar si lo llega a saber'.
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Ya era la hora de la cena, así que todos estaban en el living conversando. También habían asistido Remus Lupin y el profesor Dumbledore para acompañarlos en la cena.
Mientras Remus hablaba con Richard y la señora Granger, Molly daba los últimos detalles para la comida antes de ir a sentarse. Ginny y Harry conversaban sobre algunas cosas de Quiddittch para ver qué posibles candidatos podrían inscribirse a dar las pruebas para ingresar al equipo.
Nadie se daba cuenta de algo bastante particular. Nadie se daba cuenta que Ron tomó del brazo discretamente a Hermione llevándosela al jardín trasero de la casa.
-No, me gusta mucho eso de los aparatos que usan para comunicarse ustedes los muggles – dijo Dumbledore después de tomar un sorbo de sumo de calabaza casero.
-Sí, es bastante conveniente – asintió Richard Granger.
-Incluso es mejor que comunicarse por chimenea. Si no sabes dónde está la persona, simplemente no puedes ubicarla; pero esto de los teléfonos y los teléfonos móviles son de lo mejor – comentó el señor Weasley orgulloso de estar aprendiendo tanto de la cultura muggle.
-Parece que has venido a vivir al lugar apropiado, Arthur – rió Dumbledore.
Molly Weasley salió de la cocina sonriendo. Llevaba su varita en alto apuntando la gran fuente de carne asada con papas que flotaba hasta posarse en el centro de la mesa del comedor.
-¡La cena está lista! – exclamó haciéndolos sentarse.
-Vaya, Molly, esto si que está exquisito – comentó Remus viendo atentamente la carne – Como me gusta comer tu comida, es una de las mejores del mundo mágico.
-Sí, la mejor cocinera – asintió Monica.
-Muchas gracias – se sonrojó la señora Weasley. Observó que quedaban dos puestos sin ocupar - ¿Dónde están Ron y Hermione? – preguntó frunciendo el ceño.
-No sé – se alzó de hombros Ginny – Ahora que lo mencionas, no han estado hace mucho rato con nosotros en la sala.
-Parece que están afuera – comentó sonriendo el profesor Dumbledore señalando por el gran ventanal que daba al jardín las dos sombras que se veían.
-¿Qué rayos están haciendo afuera? – murmuró el señor Granger abriendo un poco en ventanal, lo suficiente como para escuchar – Parece que están reiniciando esa conversación…
-¿En serio? – preguntó emocionada Ginny poniéndose de pie para colarse a escuchar.
Todos los presentes se pusieron de pie para escuchar el momento más importante del siglo. Remus hizo un encantamiento que permitió que se escuchara sin necesidad de abrir el ventanal, por lo que todos se pusieron cerca y escuchaban atentamente sintiendo la emoción del momento.
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Noche estrellada con la luna menguante en medio. Había un silencio en que lo único que se podía escuchar era el suave ruido del agua de la piscina y como las hojas de los árboles eran movidas por la brisa.
Ninguno de los dos había hablado. Ron estaba buscando la mejor forma de empezar, ya que después de las dos interrupciones pasadas no había sido capaz de volver a prepararse psicológicamente.
Hermione sabía muy bien lo que le iba a decir, tenía unas ganas de gritárselo en la cara para que dejara de andar con rodeos. Pero el ambiente tan romántico a la luz de la luna era tan perfecto, tan lindo; era un detalle demasiado especial como para arruinarle el momento.
-Creo que no he podido decirte lo que quiero decirte, porque siempre nos interrumpen – comentó con una risita nerviosa el pelirrojo.
-Pero ahora no creo que te interrumpan. Deben estar aún conversando mientras tú me trajiste acá para conversar tranquila – dijo con una voz dulce y suave para calmarlo sin saber que todos estaban escuchando desde el ventanal apoyando sus orejas para oír todos los detalles - ¿Qué quieres decirme, Ron?
-No sé como empezar… - se rascó la nuca – Soy el idiota más grande del mundo para estar al frente tuyo y no poder decirte a la cara que…
-De que eres el idiota más grande del mundo; lo eres – sonrió acercándose y le tomó la mano con ternura – Nadie puede contestar eso cuando alguien se te declara. Me dolió mucho – Ron clavó su mirada en sus ojos cafés – Pero eres el idiota más especial para mí en este mundo.
Entrelazaron sus manos y se fundieron en un abrazo cargado de sentimientos. Era un abrazo muy diferente a los que se habían dado, porque cada uno sabía con exactitud que quería transmitir: Cariño, alegría. Querían que con ese abrazo todo se hiciera mucho más fácil.
-Hermione… - tomó una gran bocanada – Yo me disculpó por todas las que te he hecho. Siempre te he molestado, he sido el bromista y antipático contigo; peor hay algo detrás de todo eso – la miró con ternura – Yo te quiero decir que… Que me gustas mu…
-¡MIERDA! – gritaron Ginny y la señora Granger en el piso junto con un estrepitoso ruido de vidrio quebrarse.
Todos se habían apoyado en el ventanal a escuchar con la emoción de ver como sólo faltaba el paso final, pero el ventanal no resistió el peso de todos y se vino abajo dejándolos en el suelo.
Ninguno tenía heridas por el vidrio roto, pero estaban preocupados viendo como Ron se sonrojaba enojado y Hermione apretaba los puños con rabia.
-¿Qué rayos hacían todos en el ventanal para que se cayera? – preguntó la castaña.
-Bueno… Nosotros… - empezó a decir Ginny.
-Revisábamos si habían algunas manchas – dijo Harry arreglándose las gafas con la mano temblorosa por las caras de sus amigos.
-¡Sí, eso hacíamos! – asintió Arthur.
-¡ESTABAN ESCUCHÁNDONOS! – Hermione parecía fuera de si - ¡TODO EL SANTO DÍA MOLESTANDO!
-No seas exagerada, hija – negó con la cabeza Monica.
-No estoy exagerando, mamá…
-Yo creo que mejor olvidamos que esto sucedió – comentó Remus sonriendo nerviosamente.
-¡TODO EL DÍA HE INTENADO HABLAR CON HERMIONE EN PAZ Y USTEDES SIEMPRE INTERRUMPEN! – gritó Ron furioso - ¿NO LES DA VERGÜENZA?
-Tanto como vergüenza no… Sólo arrepentimiento – contestó Ginny.
-¿Conocen que el dicho que dice: Dos con compañía y tres son multitud? Bueno, eso mismo está pasando acá… No es sólo una multitud, es el medio ejército de chismosos – los miró respirando agitadamente - ¡TODO EL MALDITO HE INTENDO DECIRLE A HERMIONE QUE ME GUSTA MUCHO Y QUE SENTÍA NO HABER DICHO ESO EN EL MOMENTO!
-Para la próxima publícalo en el periódico ¬¬… - comentó Ginny.
-Ron… - dijo con la voz quebrada Hermione. No esperaba que lo gritara a los cuatro vientos - ¿Es verdad eso?
-Sí… Me gustas mucho – bajó la vista sintiendo como los colores se le subían a la cara.
Monica, Molly y Ginny dieron un suspiro prolongado mientras que Harry, Richard, el profesor Dumbledore, Remus y Arthur aplaudían sonriendo felices porque, por fin, la parejita más indecisa del mundo se había declarado. Por fin la teleserie se estaba acabando.
-Por Merlín… ¡Qué vergüenza! – dijo Hermione completamente roja.
-Ay, no, y lo dije ante todo el mundo… - Ron salió corriendo a encerrarse en su cuarto temblando.
Hermione corrió a la casa club del árbol a quedarse allí por todo lo que quedaba de noche y no pensaba salir. Ya era demasiado que Ron se le hubiera, por fin, declarado y más encima que hasta el profesor Dumbledore veía la escenita en primera fila.
Peor miró el cielo estrellado con una gran sonrisa. Tal vez esta sea una de las mejores noches de toda su vida, y lo recordaría por siempre hasta que se muriera.
Notas de la autora: U.U Y por fin Ron reaccionó. No sólo se dio las oportunidades de decirle a Hermione, sino que lo hizo a la tercera (la tercera es la vencida, como dicen por ahí) y más encima… ¡Frente a la familia, Remus Lupin y el director de Hogwarts! Nadie puede tener tanto valor como para decirlo ahí, así que tienen algo de crédito el pelirrojo por eso.
¿Algo más que agregar? Ah, sí… ¡La mala suerte para que te interrumpan justo en esos momentos importantes de la vida! XD… Tal vez Ron haya sido hechizado o algo así, porque nadie puede.
Me demoré mucho menos de lo normal en actualizar, y eso que se me borró el capítulo cuando llevaba 4 hojas de Word. Y sólo en dos días escribí las 13 hojas… Parece que la musa de la inspiración vino a darme una visita, y aproveche muy bien esa visita.
Veamos… Ahora lo típico que viene son los adelantos de cualquier tipo; pero, lamentablemente, no tengo pensando NADA. Les juro que no tengo ni la más mínima idea de cómo empezar el próximo capítulo.
Lo único que puedo decirles es que estos son los últimos capítulos. También, espero que se den una vuelta por mis otras historias y me dejen algún que otro review (haciéndome publicidad XD!).
Gracias, espero sus reviews con ansía para ver cómo estoy con la historia y todo ese tipo de cosas.
Besos, adiós!
