Capítulo 16:

-¡Malditos bastardos, son unos confabuladores! – chilló Hermione pateando la puerta y soltó un grito de dolor. Ron sólo suspiró viendo con una ceja arqueada a la muchacha – No me mires así… Sólo dije la verdad, por su culpa estamos atrapados – agregó mirando por la ventana.

Ron intentó ponerse de pie, y con mucho cuidado lo logró. No podía quitarle la vista a la muchacha que murmuraba maldiciones a los adultos, a Harry y a Ginny por haberlos dejado encerrados.

-¿Qué haremos? – preguntó el pelirrojo viendo por la ventana de arriba que se podía observar como la luz de la casa estaba encendida – No creo que nos dejen salir…

-Tendremos que quedarnos acá hasta que se les ocurra sacarnos – dijo bajando la escalinata – Habrá que esperar.

No se dirigieron la palabra nuevamente. Desde arriba se podía escuchar claramente el ruido de la televisión, y una voz de mujer que hablaba entrecortadamente seguido de risas.

¿Por qué los habían dejado encerrados? Estaban peleados por una estupidez, lo sabían, pero no necesitaban que otras personas vinieran a intervenir. Sus discusiones, sus problemas debían resolverlos ellos dos y ninguno de los adultos o Harry o Ginny debían meterse donde nadie los llamaba.

Hermione estaba mirando a Ron y agradecía que a la oscuridad del sótano él no podía notar que lo observaba. Sonrió al recordar el porqué de la pelea. Sabía que se querían, sabía que la pelea no fue sólo porque le desagradara que le pidiera que fuera su novia en el baño… Estaba asustada. Estaba asustada de que todo fuera una mentira que su retorcida mente le jugaba para que ella creyera que había mucho más que amistad entre ellos.

-¿Estás bien? – la voz de Ron la sacó de sus divagaciones.

-Claro que sí… ¿Por qué preguntas? – preguntó.

-Por nada.

-¿Te duele algo después de la caída? – preguntó preocupada.

-Sólo el golpe que me diste en el brazo antes de caer – respondió antes de una risita divertida - ¿Por qué no te sientas más cerca de mí?

Cada uno estaba sentado en la esquina opuesta del sótano. Inconscientemente cada uno se fue por su lado para poder pensar sobre todas las cosas que pasaban entre los dos.

-No… Voy a ordenar el sótano – respondió atropelladamente poniéndose de pie – Este lugar está muy sucio y desordenado.

-Te ayudaré con los estantes de por acá – dijo reprimiendo un suspiro.

¿Cómo iban a poder sobrevivir hasta la mañana cuando los sacaran de allí? Ni siquiera podían decir más de veinte palabras. Se sentía la tensión que había en los dos, podían percibir que ninguno iba a ser capaz de dar el primer paso para que todo volviera a la normalidad.

No sabían cuántos minutos o cuántas horas llevaban allí sin decirse nada. Lo único que sabían era que habían ordenado todo el sótano dejando las cajas en un rincón y recogiendo las diferentes cosas en el suelo en los estantes.

-Mira… - dijo Hermione sonriendo – Este es el álbum de fotos de mis padres.

-Que viejo – murmuró Ron colocándose a su lado para verlo – No sabía que los muggles tenían fotos en blanco y negro.

-Claro que sí. Las fotos antiguas son a blanco y negro, y las actuales a colores; pero se puede aplicar el método antiguo para que sean en blanco y negro – explicó sin mirarlo a los ojos.

Algo nerviosos por haber tenido un contacto más cercano después de tantas horas, se fueron a sentar apoyando sus espaldas en el estante más cercano a la pequeña ventana por donde se colaba la luz de la luna. El álbum quedo en las piernas de Hermione para que lo pudieran ver, pero una de las cosas que más despertó su nerviosismo era la cercanía en la que estaban; unos centímetros más y sus manos se entrelazarían.

Hermione abrió el álbum dejando a la vista una hoja escrita con una letra muy elaborada. Los dos pudieron leer que se trataba de una especie de dedicatoria hecha por Monica para Richard diciéndole que allí estaban todos los momentos más preciados que tenían y que son el recuerdo de lo que eran sus vidas antes de casarse.

-Tu mamá era muy bonita cuando joven – dijo Ron viendo las fotografías de ella sonriendo a la cámara con una copa en la mano.

-Sí, lo sé. Mira, acá ganó un concurso de belleza – señaló una foto donde Monica sostenía un ramo de flores y una bella corona en su cabeza – Obviamente debía haber heredado toda mi belleza de ella… Por eso soy tan hermosa – agregó en un tono burlón haciendo reír a Ron.

-Claro. Tú no eres bonita, eres la mujer más fea que he visto en toda mi vida.

-¡Cállate, malvado! – rió dándole un pequeño golpecito en el brazo.

-Mentira… Tú eres la más hermosa de todas – dijo en un tono que sonaba muy honesto.

Hermione se ruborizó y agradeció que por la oscuridad no se notaba mientras que Ron tosió un poco tratando de controlar la vergüenza de haber dicho ese pensamiento en voz alta.

Siguieron viendo el álbum con bastante interés. Las fotos iban desde que Richard y Monica se habían hecho amigos en la universidad hasta que él le pidió matrimonio en el balcón de un lujoso hotel donde asistían a un congreso médico.

'Por Merlín… Estamos peleados y vemos el hermoso romance que tenían mis padres' pensó la castaña con mucha tristeza 'Tal debamos dejarnos de estupideces y estar juntos. ¿Por qué si nos queremos tenemos que pelear siempre?' se pregunto e inconscientemente volteó su rostro para mirar al muchacho.

Ron le quitó de las manos el álbum y hojeó algunas páginas para ver mejor la fotografía del concierto de Los Beatles, pero no podía concentrarse porque sabía que Hermione lo miraba sin quitarle la vista de encima.

Levantó la cabeza encontrándose a dos centímetros de la castaña. Reprimió un suspiro al percibir el dulce aroma del perfume de la muchacha y no pudo evitar que los colores se le subieran a la cara.

Hermione se mordió el labio inferior nerviosa. Su corazón comenzaba a latir más rápido al ver como él se acercaba un poco; y tenía la sensación de que de alguna forma se iban acercando para darse un beso.

-Ron… Yo…

-No digas nada, por favor – le pidió alargando un poco el cuello para que sus labios se juntaran.

Hacía días que no se besaban. Y era una sensación tan reconfortante sentir que estaban tan cerca de la persona a la que querías; era como si todos sus problemas se hubieran echo a un lado para que pudieran disfrutar plenamente del momento. Se les olvidó todo; se les olvidó que los habían encerado en el sótano, se les olvidó las palabras hirientes que se habían dicho sin medir las consecuencias.

Poco a poco se separaron. Ron abrió los ojos encontrándose con que Hermione aún los mantenía cerrados, era como si estuviera disfrutando del beso.

-Ron… No sé qué decirte – dijo la castaña escondiendo su rostro en las manos – Estoy tan confundida con todo lo que ha pasado. No sé si todo esto es de verdad, no sé si podremos estar juntos con tantas peleas que tenemos, no sé si nosotros somos los culpables de que nos llevemos tan bien y mal a la vez.

-Ninguno tiene la culpa – negó con la cabeza – Ya te dije que lo sentía por haberte pedido que seas mi novia en el baño… Pero tú no lo entendiste. Y tampoco yo entendí que no debía seguirte el juego para ver quién era el que se decía más cosas hirientes…

-Por supuesto que no iba a entender el hecho de que me pidieras ser tu novia en el baño – replicó mirándolo a los ojos – Hemos pasado por tantos problemas que…

-¿Crees que no me siento terriblemente mal con todo esto? – preguntó el muchacho cerrando el álbum de fotos. Hermione se quedó en silencio con la cabeza gacha – Lo lamento, y lo sabes bien. Yo te quiero, Hermione. Quiero que estemos juntos, pero a veces siento que nunca podremos llegar más allá por ser tan inmaduros… A veces siento que nunca podremos estar juntos.

Lo había dicho en un tono tan sincero que Hermione se quedó sin respirar por la impresión de aquellas palabras. Necesitaba procesarlas, necesitaba entender por qué el creía que nunca estarían juntos sólo por ser tan inmaduros. ¿Inmadura ella? Claro que no. Era Hermione Granger, la más madura de todos los alumnos de su casa… Pero debía admitir que cuando se trataba de los asuntos del corazón no era tan madura.

-¿De verdad crees eso? – preguntó dolida.

-Estoy aburrido de todo esto… - se puso de pie – Tú crees que eres la única que sufre y está confundida por todo lo que pasa entre nosotros. Pues, no. Yo también me he pasado noches en vela pensando qué cosa pasa entre nosotros e intentando comprender el por qué no estamos juntos sabiendo que los dos nos queremos.

-También pienso en lo mismo. No sé por qué no estamos juntos si los dos sentimos lo mismo…

-Nadie dijo que sintiéramos lo mismo – corrigió Ron dándose vuelta haciendo que Hermione se levantara de un solo brinco – Si peleamos debe ser por algo… tal vez tú tengas miedo de estar conmigo o yo de estar contigo.

-¡Yo te quiero, Ron! – gritó la muchacha tratando de contener las lágrimas – Pero si no hubiera sido porque me pidieras que fuera tu novia en el baño, yo…

-Tú me dijiste que me querías en el depósito de la ropa de basura – la interrumpió.

La castaña bajó la cabeza avergonzada. Él tenía razón. ¿Cómo podía molestarse con él solamente por eso cuando ella hizo algo parecido? Nunca tomó en cuenta que ella le había dicho eso en el depósito de la ropa sucia. ¿Con qué cara venía a dárselas de santa?

Tan sólo con aquellas palabras la muchacha no podía siquiera llorar. Era un impacto saber que de alguna forma habías sido injusta con la persona a la que quieres sólo para tener una discusión, sólo para que estuvieran peleados… ¿Por qué hacía eso?

-No soy un santo, Hermione – dijo alzándose de hombros con una sonrisa que denotaba resignación – Pero no entiendo por qué siempre tenemos que estar como el perro y el gato… Me gustaría comprenderlo antes que me siga enamorando más de ti y esto se haga doloroso para los dos.

Silencio. Un silencio que parecía haciéndose más ensordecer y que parecía cubrir todo el ambiente dejándolos a ellos solos en la nada. Ron sólo negó con la cabeza y fue a sentar en la escalinata dándole a entender a Hermione que era mejor que estuvieran separados por esa noche para poder pensar sobre todo esto.

Se querían, sabían que se querían. No necesitaban pelear para llamar la atención del otro. ¿Por qué lo hacían? Era una costumbre, pero podían dejarla para que su relación diera un paso definitivo.

¿Cuál era el problema de Ron? Y ¿Cuál era el problema de Hermione?

oooooooooo

La película había terminado hacía una hora atrás y los adultos habían ido a dormirse algo preocupados por haber dejado encerrado a esos dos allá abajo. Estaban considerando que estaban metiéndose más de lo que debían en sus vidas, pero no podían hacer nada ahora; lo hecho, hecho está.

Harry y Ginny se quedaron en el living para vigilar si algo pasaba y así sacarlos de allí abajo. La televisión la habían apagado y los dos se habían dedicado algunos minutos a conversar hasta que el sueño los venció quedándose dormidos en el sillón.

El pelinegro se despertó por una pesadilla con el corazón latiéndole a mil por hora. Cerró un poco los ojos tratando de tranquilizarse diciéndose a si mismo que todo era un mal sueño. Los volvió a abrir y se acordó que se había quedado dormido con Ginny apoyada en su hombro.

Ginny dormía plácidamente y hasta con una pequeña sonrisa en sus labios como si disfrutara dormir al lado de Harry. Su respiración era calmada y algunos cabellos cubrían su rostro.

'Suene cursi o no… Se ve linda cuando duerme' pensó el muchacho apartándole algunos mechones del rostro.

Justo en ese momento la muchacha dio un pequeño ronquido y giró la cabeza bruscamente causando que Harry empezara a reírse. Había estado pensando que se veía tan bonita cuando empezaba a roncar; eso si que es mata pasiones para un comentario así.

Al ver que Ginny abría los ojos, él se tapó la boca con las manos intentando no seguir riéndose.

-¿Qué te pasa, anormal? – preguntó Ginny con voz soñolienta – La gente normal no se ríe a estas horas de la noche…

-Es que roncas cuando duermes – respondió sonriendo – Y no me digas anormal. Es normal reírse cuando alguien tan linda como tú ronca.

-No ronco, mentiroso – sonrió arreglándose el cabello – No andes inventando que ronco…

-¿Qué? Sólo digo la verdad… Subnormal – agregó haciendo que Ginny le tirara uno de los cojines del sillón molesta - ¿Ahora tú puedes llamarme anormal sin que te ataque y si yo te digo subnormal me atacas?

-Sí, anormal – le lanzó otro cojín – Me dijiste nuevamente subnormal cuando me preguntaste.

-Prepárate, subnormal – dijo Harry alcanzando otro cojín y aventándoselo.

Ahí empezó una pequeña guerra con los cojines. Ginny lanzaba muchos de una sola vez, pero sin mucha fuerza; en cambio Harry lanzaba pocos, pero cada uno era una bomba de dolor para la muchacha.

Se subieron a los sillones tratando de protegerse de algunos cojines, pero Harry saltó al sofá donde estaba Ginny y le tiró un cojín en toda la cara causando que la pelirroja perdiera el equilibrio. Antes de que Ginny cayera al suelo, se agarró de la polera de Harry y los dos cayeron como saco de papas al lado de la mesita de centro.

-Ya… Dejaré que me digas subnormal si me dices que no ronco… - dijo Ginny con una sonrisa.

-No voy a mentirte. Sí roncas, subnormal – sonrió – Pero eres la muchacha que ronca de la forma más tierna – agregó mirándola a los ojos.

-Que lindo, Harry – se sonrojó – Gracias, anormal.

Habían caído quedando uno al lado de otro. Harry intentó pararse y rodó un poco por el suelo y sin quererlo (n/a: Ya, sin quererlo ¬¬… Ay, si quería estar ahí no más, tan inocente no es Harry) quedó encima de Ginny.

Ginny se sonrojó más de lo que estaba y pensó en moverse para quitárselo de encima, pero no podía negar que quería quedarse allí por un largo rato. Y a Harry hasta se le cayeron las gafas por el nerviosismo de esa mala maniobra que había hecho.

-Toma tus gafas – le dijo Ginny tomándolas y pasándolas – Harry… Yo… Bueno…

-Lo siento, Ginny, lo siento – se disculpó apenado – Me salgo de inmediato de acá – dijo, aunque no se movía.

-Me da lo mismo si estás ahí – comentó riendo nerviosamente – O sea, no es que me de lo mismo… Es una sensación agradable tener tan cerca – corrigió mirando con interés la mesita de centro a su lado.

-Entonces me quedó aquí…

Los dos se miraron a los ojos como hipnotizados. Se perdieron en la mirada de cada uno y cada vez se acercaban más como si sus rostros estuvieran siendo arrastrados por un imán.

Sus narices se encontraron haciendo que los dos rieran nerviosos. Empezaron a jugar con sus narices, con sus miradas, con las sonrisas y hasta se empezaron a dar tímidas caricias (n/a: no sean tan mal pensados, las caricias eran en lugares no pervertidos) hasta que se besaron.

Ése era el primer beso real que tenían. Los dos conscientes de lo que hacían, los dos entregándose por completo a esa hermosa sensación de mariposas en el cuerpo y los dos totalmente dispuestos a dar lo mejor de si mismos para que ese momento demostrara todos sus sentimientos.

Se separaron lentamente con los ojos cerrados. Aún disfrutaban la sensación de calidez que les daba el beso.

-Yo… - empezó a decir Harry nervioso.

-No te disculpes. Los dos queríamos hacerlo, pero te dije que no me dijeras nada de lo que sientes hasta que estuvieras seguro – sonrió.

-Estoy seguro de lo que siento – asintió sintiéndose animado por decírselo – Yo te quiero, Ginny. Me di cuenta que existes entre toda la gente y que eres la única que de verdad sabe lo que pienso, lo que siento y lo que quiero…

-¿De verdad? – preguntó con la voz quebrada.

-Claro que sí.

Se dieron otro beso mucho más corto y tímido.

-No sé cómo no podría quererte después tan linda declaración… - dijo con una sonrisa sin levantar la mirada para verlo a los ojos.

-¿Significa que me quieres? – sonrió ansioso por escucharlo.

-Obvio, anormal… Eres el único anormal que me hace sentir tan bien – sonrió – Te quiero, Harry.

-Me alegra escucharlo, subnormal.

Se quedaron en silencio. Harry se salió de encima de la muchacha y se sentó a su lado acomodándose las gafas. Ginny lo imitó sentándose con las piernas dobladas delicadamente, ya que tenía una falda corta y temía que se le fuera a ver algo.

-Subnormal – dijo haciendo reír a la pelirroja – Te quiero pedir algo.

-Si es que sea tu novia, no sé… - negó con la cabeza – He tenido tantos novios y encuentro que estar atada mucho a una persona es un lío.

-Pero esa es la única forma para demostrarte que de verdad te quiero y me comprometo contigo – replicó – Tal vez no quieras atarte demasiado a mí por lo que te he hecho sufrir, pero quiero que sepas que no te haré sufrir.

-El amor se trata de felicidad y sufrimiento – sonrió tristemente jugando con un mecho de su cabello – Es imposible que no suframos.

-Pero sufriremos porque de verdad nos queremos…

El muchacho se acercó un poco más a Ginny para poder verla mejor. La tomó por el mentón y la obligó a verla a los ojos, pero ella bajó la vista casi al instante sintiéndose vulnerable a lo que hacía Harry.

-Ginny… - insistió Harry tocando con la yema de sus dedos el rostro de la muchacha que levantó los ojos tímidamente – Te he hecho sufrir, pero no quiero que me hagas sufrir a mí… Yo te quiero, quiero que seas mi… - pero antes de poder continuar un estridente ruido vino del sótano y los dos saltaron asustados.

oooooooooo

Ron levantó la vista y se encontró con Hermione caminando hasta él. Dio un suspiro cuando la muchacha se sentó a su lado, pero no dijo nada esperando ver qué tenía que decir.

-Ron, lo lamento tanto – dijo Hermione en un tono extraño como si no fuera ella la que hablara – He sido una idiota por siempre hacer sentir mal. ¿Cómo pudo recompensarte?

-¿A qué te refieres? – preguntó confundido.

-No eres tú el problema, soy yo. Fui una idiota por culparte de todas las cosas que haces, pero eso va a cambiar – sonrió coquetamente haciendo que él se sonrojara – Te voy a recompensar – dijo en un tono pícaro.

-¿En serio?

Su corazón había comenzado a latir más rápido al entender qué tipo de recompensa era esa. Sintió que todo el abatimiento y la tristeza se iba de su cuerpo cambiándolo por ese calorcito que tenía cuando iba a hacer alguna locura.

-Veamos… Déjame pensarlo – dijo poniéndose de pie – Estamos solos en un sótano que prácticamente está a oscuras. Todos deben estar durmiendo.

-Es un ambiente bastante tentador – comentó Ron haciéndose el inocente.

-¿Tienes algo en mente, Weasley?

-Claro que sí… - respondió poniéndose de pie y avanzó hasta ella.

-Dímela.

-¿Te das cuenta que estamos completamente solos en el sótano? – preguntó el pelirrojo haciendo que la muchacha sonriera coquetamente – Y estamos a oscuras… Podríamos dejarnos llevar por nuestros impulsos. Y si ellos llegan a saber lo que pasara, pues tienen la culpa por dejar a dos adolescentes que se quieren, llenos de hormonas… Y sintiendo que la temperatura va subiendo radicalmente – dijo sonrojándose por ver lo que la castaña se había quitado.

-Ron… - de repente escuchó una voz.

-¿Qué es eso? – preguntó dirigiendo su atención a todos lados confundido.

-¿Ron?

-Debo estar loco…

-¿RON?

Abrió los ojos pesadamente y de repente se encontró a Hermione a pocos centímetros de su rostro.

Dio un salto del susto echándose hacía atrás chocando con el estante y unas cajas llenas de platos para eventos elegantes cayeron al suelo causando un gran estruendo.

-¿Estás loco? – preguntó Hermione mirándolo con el ceño fruncido.

-¿Qué hacías tan cerca de mí? – preguntó nervioso aún con la imagen de tenerla sin la parte de arriba de su ropa.

-Te quedaste dormido y empezaste a murmurar cosas… - respondió la muchacha recogiendo los platos y viendo que ninguno estuviera roto – Deberías tener más cuidado. Si algo de esto se rompe sería un caos – ordenó los platos en la caja y los puso nuevamente en su lugar - ¿Qué soñabas?

-Nada que a ti te importe – dijo cortante.

-Está bien…

Hermione volvió a irse al otro rincón para sentarse y volver a divagar en su mente sobre lo que había pasado con Ron mientras que el muchacho trató de tranquilizarse, porque para haber tenido ese sueño estaba bastante desesperado.

oooooooooo

Ginny se puso de pie y fue hasta la puerta del sótano. Pegó su oreja para ver si alguien gritaba o daba un alarido de dolor, pero sólo escuchó murmullos y luego como Hermione le decía 'Está bien…' dejando todo en completo silencio nuevamente.

La pelirroja volvió al living donde Harry estaba sentado en el sofá mirándola atentamente. Ella hizo un gesto con la mano haciéndole entender que no era nada de importancia y se sentó a su lado.

-¿Nada importante? – preguntó no muy convencido.

-Claro que nada pasó. Lo único que pasa es que esos dos andan más hormonales que nunca – dijo haciendo que él riera.

oooooooooo

'¿Cuál es el problema?' se preguntó Hermione por décima vez en lo que iba de la noche aún no pudiendo encontrar alguna explicación lógica a las constantes peleas con Ron.

Los dos eran orgullosos. Lo tenía claro, pero eso no era ningún impedimento porque se podía cambiar si querían. Si de verdad se querían iban a saber cuando era el momento para ceder y enfrentar los problemas.

Enfrentar los problemas… Verdaderamente ella no sabía cómo enfrentarlos. Todo lo que fuera relacionado con Ron y la palabra amor era un total problema para su mente. No sabía cómo enfrentar sus sentimientos. Tenía miedo a hacerlo, tenía miedo que al hacerlo todo lo que había armado en su vida tal vez no fuera nada comparado con lo que sintiera.

Miedo… Miedo… Esa palabra era muy acertada para lo que sentía. Sentía miedo de que todo lo que pasara fuera una simple ilusión o que después de tantos avances que había tenido en su relación con Ron retrocedieran hasta el punto de volver a ser nuevamente sólo amigos que pelean todo el tiempo.

'Así que mejor tú arruinas las cosas antes que algo malo pase' le dijo una voz en su cabeza.

¡Eso era! Tenía miedo. Era el miedo al fracaso y por eso ella arruinaba las cosas antes de que fracasaran. ¿Cómo no lo había visto antes? Sólo era eso y ahora podría cambiarlo, podría cambiarlo para poder estar en completa paz.

-Ron – lo llamó poniéndose de pie.

-¿Qué quieres? – preguntó con voz soñolienta.

-Lo siento – se disculpó mordiéndose el labio inferior.

-¿Lo siento? – preguntó poniéndose de pie - ¿A qué te refieres? – dio unos pasos inseguro - ¿Dónde estás?

-Al lado del estante donde vimos las fotos.

Ron avanzó hasta ella y toparon haciendo que los dos rieran nerviosos.

-¿Por qué me pedías disculpas?

-Porque tengo miedo de que lo nuestro fracasara y por eso siempre termino dañándote antes de que todo se acabe – respondió mirándolo a los ojos causando que el muchacho diera un pequeño salto – Pero no me doy cuenta que al hacer eso estoy acabando antes de que acabe realmente.

-Yo… No sé qué decirte, Hermione – se rascó la nuca algo agobiado por saber todo así nada más – Me alegro que ya sepas el por qué.

Se quedaron en silencio mientras sonreían. Ron se acercó y la abrazó sintiendo como si algo en el pecho que le estuviera molestando se iba cuando la tenía así de cerca. Al sentir como la muchacha apoyaba su rostro en su pecho una calidez recorrió todo su cuerpo haciéndolo sentir mariposas en el estómago.

Se separaron de a poco y al verse con tan poca distancia se dieron un corto beso. Un beso bastante especial, porque representaba algo nuevo para ellos dos.

-Ron…

-Dime.

El ambiente era perfecto. Todo estaba tranquilo en el sótano y la tenue luz de la luna colándose por la pequeña ventana cerca del techo daba un ambiente bastante privado haciendo que ése ambiente fuera el ideal para la propuesta de la castaña.

-¿Quieres ser mi novio? – preguntó en un susurró haciendo que la muchacho temblara sonriendo.

-Claro que sí – sonrió.

Volvieron a acercarse para darse otro beso antes de quedar abrazados. Se quedaron en esa posición toda la noche, incluso cuando estaban dormidos en el suelo seguían abrazados tiernamente hasta que la luz del sol entró por la pequeña ventana anunciando que había comenzado un nuevo día.

Ginny abrió la puerta con precaución por si esos dos se le tiraban encima para matarla, pero al ver que estaban plácidamente dormidos esbozó una sonrisa de satisfacción.

'Esos dos hormonales parece que ya están juntos' pensó cerrando la puerta y caminando hasta la cocina para preparar algo para desayunar.


Notas de la autora: ¡Hola! No tengo mucho que decir. Ahora están felices juntos y me alegro que sus problemas por fin terminaron. Bueno, además que Harry y Ginny van por muy buen camino.

En general este capítulo no me gusto. Tal vez porque no había tanto humor y tuve que ponerle romance y drama; pero la parte que de verdad me gustó escribir fue la calentura de Harry y Ginny con su guerra de cojines XD! Que lindo sería hacer eso con la persona que te gusta (bueno, yo lo he hecho ¬¬… Es una de las cosas geniales del mundo).

Bueno… Como ya salí de vacaciones, he de decirles que tengo mucho más tiempo para escribir; por lo cual pronto estará el capítulo 17. No sé si ese será el último o habrá un capítulo 18; ahí depende de las ideas que tenga cuando esté escribiendo.

Oigan, he ido superando mi récord… De un mes a veinte días y ahora 17 días! Así que espero que pueda mejorarlo o quedarme en ese plazo para entregarles un capítulo decente.

Aviso: Tengo nueva historia (de seguro se van a preguntar cómo es posible que esta chica tenga otra historia más… Bueno, como ésta está por acabar puedo hacerlo). Se llama 'Juegos de Amor' y se trata de que Ron es popular, Hermione sale con un profesor, Ginny está de lo mejor sin Harry y Harry está abandonado por sus amigos. Pero esto se verá vuelto un caos cuando Ron y Hermione se hagan pasar por novios y Harry y Ginny coqueteen entre sí por una apuesta. Como ven, un R&Hr H&G a largo plazo y SPOILERS del sexto libro. ¡Léanla!

Bueno. No sé cómo será el siguiente capítulo, por lo que no les puedo decir nada aún; sólo que espero sus reviews con los reclamos de este pésimo capítulo.

Cuídense, adiós!