Disclaimer: Rurouni Kenshin no me pertenece, este fic es por mero entretenimiento.

Fuego de amor

Parte III

By: Kaoru-chan


-"uno, dos, tres, probando, probando" – dijo una vocecita en las penumbras del edificio casi caído – "¿Kenshin¿Me escuchas?"

Acostado sobre escombros caídos, y con una visible capa de polvo en el aire, Kenshin Himura acaba de despertarse de su estado inconsciente. Había estado recordando viejos tiempos, en los que él había conocido a Kaoru, en cuerpo y alma. Su cuerpo le dolía intensamente, su pierna derecha sangraba y si no fuera por el casco no sería lo único.

- "¿Kenshin¡Responde!" – repitió su walkie-talkie, Hiko intentaba desesperadamente intentar algún medio de comunicación.

Con la velocidad que su cuerpo le permitía en ese estado, alargó la mano hasta alcanzar su único comunicador, que parecía no haber sido afectado por la caída, al contrario de su cuerpo.

- "jefe... estoy bien" – contestó Kenshin.

- "¡Maldito seas Kenshin, no me asustes así!" – la voz de Hiko le reprochó – "dime ¿Por qué demonios tardaste tanto en contestar?"

- "Creo, jefe, que no es momento para discutir" – dijo Kenshin pacíficamente

- "bien... bien, dime donde estas" – cuestionó Hiko

Kenshin miro a su alrededor, no encontraba ninguna señal de que pudiese aclararle donde estaba, la mayoría estaba cubierto de polvo, o quemado.

- "no lo sé jefe, no logro distinguir nada" – dijo mirando a su alrededor, intento inútilmente buscar alguna pista que le exponga su paradero – "Tal vez, el décimo piso... o menos"

- "Bueno, los muchachos ya entraron a buscarte, nos asustamos cuando no contestabas" – Hiko dijo todo apresuradamente, temiendo que Kenshin cayera inconsciente. Al notarlo, Kenshin sonrió, la caída lo había dejado desorientado, pero su mente estaba completamente y curiosamente lúcida

- "Estoy bien jefe" –

- "..." – Parecía que la respuesta de Kenshin había tomado por sorpresa a Hiko – "¡Claro que estas bien idiota!" – le contestó enojado – "Ahora espera, Chou, Kamatari y Enishi alcanzaron el cuarto piso"

- "Bien..." – respondió Kenshin casado, sus parpados comenzaban a cerrarse del cansancio.

- "Solo... aguanta Kenshin" – dijo Hiko preocupado por el lapso de silencio - "Recuerda que Kaoru te esta esperando"

Kenshin abrió los ojos y miro a la nada, sus pensamientos estaban concentrados, en su hermosa mujer que en esos momentos lo estaba esperando para cenar...

- "Si... Kaoru me espera" – con Kaoru en sus pensamientos, Kenshin comenzó a moverse... debía salir de allí.

O o o O

La luz se filtraba por las cortinas blancas del dormitorio de Kaoru e impactaron directamente en el rostro de Kenshin. Éste comenzó a abrir los ojos a su pesar, se sentía tan cómodo. A su lado estaba Kaoru, aún dormida. Ella estaba acostada sobre su pecho, su respiración le provocaba cosquillas. Kenshin sonrió al verla así. Tan vulnerable, tan indefensa, tan hermosa como si fuera una muñeca de porcelana. Con sumo cuidado desprendió a Kaoru de su agarre. Le prepararía el desayuno. Noto su cuerpo cansado, había estaba haciendo el amor durante toda la noche. A pesar de que al día siguiente ambos debían ir a trabajar. Trabajar. ¡Dios santo, él debía estar en ese momento en la estación de bomberos!

Rápidamente, preparó el desayuno de Kaoru y se lo dejo preparado al lado de la cama. La miro por última vez. Ella estaba abrazando la almohada, su cuerpo desnudo estaba tapado por las sabanas. La adoraba. Con tan solo conocerla en un día. Ya no quería separarse de ella.

Se aproximo y beso sus labios, ella murmuro algo que Kenshin no llego a entender, para después abrazar con más fuerza la almohada y moverse inquieta en busca de algo.

Dándose cuenta de lo tarde que estaba llegando, Kenshin salió. Bastaron solo cinco minutos para que volviese y le dejara una rosa roja al lado de la cama y saliera nuevamente.

Con el pasaje de los días, Kenshin se dio cuenta de que Kaoru era una mujer excepcional y no perdía ningún segundo en besarla o ir a verla. Para fines de la primera semana, ya eran oficialmente una pareja.

Al contrario de la suerte de Sanosuke que cuando le contó la verdad a Megumi, (aunque lo hizo justo la mañana siguiente de acostarse con ella) Megumi no lo tomo tan civilizadamente como Kaoru. Todo lo contrario, a Sanosuke le tomo un mes más formalizar su relación con Megumi y no vale aclarar que durante ese mes, Sanosuke se la paso pidiendo perdón.

Las cosas parecían maravillosas hasta el momento. Kenshin no podía haber estado más feliz. Kaoru había demostrado ser la media naranja que él necesitaba, y él creía que ella sentía lo mismo cada vez que la veía a los ojos. Sabía que era demasiado rápido, pero él ya no lo soportaba, necesitaba tenerla al lado, ver su ropa mezclada en su mismo armario, ver su cepillo de dientes al lado de su cepillo de dientes, necesitaba verla todas las mañanas, pero no en su cama, o en la de ella, en la de los dos. Al cabo de un mes, Kaoru y Kenshin vivían juntos.

En uno de los días de convivencia Kaoru esperaba a Kenshin quien se demoraba mucho.

- "¿Por qué tardaste tanto?" – preguntó ella enojada al verlo llegar – "¿Por qué hueles a alcohol?" – le siguió preguntando cuando se acerco a él.

- "Es que con los chicos fuimos al bar a tomar una copas" – dijo Kenshin sentándose en el sillón. Estaba cansado.

- "¿Por qué no me avisaste?" – pregunto ella más enojada. Kenshin la miro incrédulo ¿y que si salía con los amigos a tomar una copa? No era nada del otro mundo. Vio como los ojos de Kaoru empezaban a llenarse de lágrimas. Alarmado cambio rápidamente su humor, reemplazo su enojo por ternura.

- "Koishi..." – dijo Kenshin abrazándola. Ella coloco su cabeza en el pecho de Kenshin y soltó las lágrimas rebeldes.

- "Estaba muy preocupada baka..." - dijo ella sujetando su remera con sus manos.

- "Lo siento mucho Kaoru, de enserio. No volverá a ocurrir."

- "¿prometes que nunca me dejaras sola?" – preguntó ella con voz ahogada levantando la vista, pero su mirada ocultaba algo más, esa pregunta tenía otro significado. Y Kenshin lo había captado, la abrazó fuertemente, mientras Kaoru tomaba su lugar original y se calmaba.

Nunca se separaría de ella. Ni aunque le pagaran. ¿No entendía que él vivía por ella? Mientras ella este viva, el buscaría las fuerzas necesarias para seguir. Por ella, solo por ella.

- "Lo prometo" – dijo Kenshin.

Era una promesa. Habían sellado el pacto

-o-o-o-o-o-o-o-

- "Y ahora los declaro marido y mujer" – les dijo el sacerdote con una sonrisa en la cara, mientras Kenshin besaba a Kaoru.

Todos habían asistido a la boda. Sanosuke, Megumi, Hiko, Kamatari, Enishi, Soujiro, Chou. Todos sus amigos, sus familiares, conocidos. Todos estaban allí.

Kaoru estaba radiante, con su vestido blanco, su alianza, y su enorme sonrisa. Kenshin estaba radiante, casi no podía hablar, sus ojos no se despegaban ahora de lo que era su mujer. Su mujer. Hasta las palabras, aunque fuesen posesivas, le gustaban.

- "¿y ahora habrá pequeños pelirrojos?" – dijo Sanosuke cuando estaban todos reunidos en la casa de Kenshin y Kaoru – "Espero que saquen la belleza de Kaoru, sino... pobres chicos..." – Las risas fueron estridentes, Kaoru intentó no reírse pero no lo logró.

- "Gracias Sano" – respondió el aludido, pero en un segundo su mente vago en pequeños pelirrojos corriendo alrededor de ellos.

La fiesta transcurrió con tranquilidad, así como fueron llegando, los invitados se fueron hasta quedar Kenshin y Kaoru solos en la casa. Kaoru limpiaba los platos y Kenshin tiraba las botellas de sake, Sanosuke y Hiko se daban la mano cuando tomaban. La casa estaba en completo silencio, Kenshin levantó la mirada y vio a Kaoru, ahora era su mujer, su esposa, su acompañante en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la riqueza, hasta que la muerte los separe. Ese pensamiento, despertó al animal que tenía adentro. Lentamente, se acercó a ella y la abrazó por atrás.

- "¡Mou Kenshin! Me asustaste" – le reprochó ella. Pero él no le contesto, respiro sobre su cuello, oliendo su esencia a jazmín, sus manos recorrieron su cuerpo, su piel era suave como la de un bebe, desatado por su locura Kenshin comenzó a besar su cuello, subiendo hasta su oreja, tomando su lóbulo. Kaoru se estremeció, Kenshin solo se portaba así cuando...

- "Ahora eres mi mujer... y mi mujer tiene que dormir solo en mis brazos." – Sus manos voltearon rápidamente a Kaoru, hasta dejarla frente a él, tomando furiosamente sus labios, liberando el salvajismo que llevaba adentro. Kaoru gimió al sentir la lengua de Kenshin entrar en sus recovecos... su beso era distinto, Kenshin siempre fue tierno, pero cuando vio sus ojos, noto algo extraño... Siempre fueron violetas con toques dorados, pero esta vez eran completamente dorados. Esta vez parecía los ojos de un hombre sediento de ella, reclamando por su premio.

Esta noche, la iba a disfrutar...


-Viernes 25 de Noviembre de 2005-

Reviews:

gabyhyatt: Originalmente iba a ser un one-shot... por eso todo paso tan rapido.

Isis: jajaja, no se. Todavia no lo decidi.

michel 8 8 8: sin una pierna? pero aca todos tienen la idea fija de que le van a sacar una pierna... xD! pero bueno... estoy nominada... si... no lo puedo creer.

Maeryx Punckgirl: hohohoho, viste? boh... vasa tener que leer este capitulo tambien. Asi sabras.

Ghia-Hikari: no es mucha felicidad junta, esto de ser nominada? mmmh... me estan malcriando... voy a pensar de que escribo bien...Si, me olvide de mencionar que en varios capitulos hay flashback, en este tambien. Nos leemos!

Bai Bai