Hola! he vuelto! aqui esta ya el siguiente capitulo!
espero que les guste! este capitulo es un poco mas largo que los otros asi que espero lo disfruten!
sin mas rollos aqui está...
Capítulo 5. Cartas y Notas
-Tal vez esto te haga cambiar de opinión- dijo Mónica desde la cocina.
Hermione se levantó del sillón y fue a la cocina.
-¿Qué?- preguntó Hermione.
Cuando entró a la cocina vio a Mónica con una carta en la mano.
-¿Es para mí?- Preguntó no demasiado esperanzada.
-No, solo te la presumo- dijo Mónica rodando los ojos –Claro que es para ti.
-¿Es de él?- preguntó con una casi sonrisa en el rostro.
-¡Pues claro que es de él!- dijo Mónica como si fuera lo más obvio del mundo, y agregó –Si no, no te habría dicho eso.
-¡Dámela!- gritó Hermione con una sonrisa en su rostro.
-¡Vaya! creo que alguien se emociono- dijo Mónica más para si misma que a Hermione.
-No creas que no te escuche- dijo Hermione sacándole la lengua –Solo que ahora no tengo ganas de pelear.
Mónica se quedó ahí en la cocina viendo como Hermione iba y se encerraba en su habitación con una mirada muy feliz.
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-Te vez nervioso Viktor- dijo Nikola a Viktor a media tarde – ¿Sigues pensando en ella?
Viktor asintió.
-¿Le escribiste la carta?- Viktor asintió de nuevo -¿Y qué es lo que te preocupa?
-Lo que ella opine al respecto- dijo Viktor poniendo ahora un rostro un poco triste -¿Qué tal si no acepta salir conmigo¿Qué tal si ella ya no quierre verme? ó ¿Qué tal si su novio está ahí cuando reciba la carta?
Nikola sabía que su primo nunca había sido de esos tipos que demuestran sus sentimientos fácilmente, pero se notaba que esa chica lo traía completamente loco.
-No creo que no acepte- dijo ella apoyando su mano en el hombro de Viktor en señal de apoyo –Y pues… si no acepta, tienes que comprender que ella tiene novio, y no querrá arriesgar su noviazgo.
-Eso lo se- dijo Viktor algo desesperado –Es solo que no estoy prreparado mentalmente parra aceptar su rechazo, esa es la parrte difícil.
-Bueno, pero para que te preocupas tanto, después de todo tu vas a regresar a Bulgaria una semana después de la boda, tal vez no la vuelvas a ver en años- dijo Nikola tratando de resolver las cosas, pero se dio cuenta de que no funcionaba al ver la cara que ponía su primo -¿Me equivoco? Viktor… ¿Me equivoco?
-Nikola…- dijo Viktor mirandola directamente a los ojos –Yo no regrreso a Bulgaria, a menos que sea con ella.
-¿Piensas quedarte aquí en la casa?
-Pues si tu estás de acuerdo, si.
-Sabes que por mi no hay ningún problema- dijo Nikola abrazándolo –Después de la boda yo voy a estar 2 semanas de luna de miel, pero sabes que esta es tu casa, y puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras.
-Grracias prima, no se que harría sin ti.
-No hay nada que agradecer. Descansa un rato. Trata de tomar una siesta, eso te relajara- Dijo Nikola abandonando la habitación.
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En el momento en que cerró la puerta de su habitación toda la atmósfera se llenó de felicidad, esperanza, recuerdos, y olor a él. (N/a. la carta estaba perfumada)
Se sentó lentamente en la cama, no quería arruinar el momento, quería que todo fuera tranquilo, poco a poco, sin prisas.
Rasgó lentamente la orilla del sobre, donde decía con letras plateadas:
Para la dama Hermione Granger
Del caballero Viktor Krum
El gesto de que las letras fueran plateadas y estuviera escrito de esa manera, le parecía muy romántico, atento y caballeroso.
Sacó, de nuevo lentamente, la carta del sobre, y la desdobló.
El interior de la carta estaba escrito con tinta negra.
Querida Hermione:
¿Cómo estas? Espero que muy bien. Desde que nos vimos afuera del café no he podido dejar de pensar en ti. Y pensé que tal vez te gustaría acompañarme a tomar un café. Tú sabes, para platicar y pasar un buen rato. Se que tienes novio, así que esta invitación es 100 en plan de amigos ¿Qué opinas? Me harías muy feliz si aceptaras. Espero verte pronto.
Atte. Viktor Krum.
Quería verle… ¡Viktor Krum quería verle! Pegó la carta a su pecho y no puedo evitar pegar un salto de emoción.
Tenía que contarle a Mónica, pero antes, tenía que responderle a Viktor y escribirle una nota a Harry.
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-Ginny, no me cuelgues, por favor- le pedió Harry por teléfono.
-Lo siento Harry.
"beep… beep… beep…" le colgó la llamada.
Se sentó al borde de la cama, mientras se contemplaba en el espejo. Se recorrió hacia atrás, y se fue recostando lentamente, hasta quedar completamente acostado. Cerró los ojos, la podía ver dentro de su cabeza. Tan linda y fresca como siempre. Con sus ojos verdes brillantes, y su larga cabellera pelirroja. Sentía como empezaba a quedarse dormido, cuando algo lo interrumpió. Unos leves golpecitos en la ventana. Abrió solo un ojo, y miró hacia allá. Una lechuza traía una carta, y picoteaba la ventana. Sin muchas ganas se levantó, abrió la ventana y tomó la carta, antes de que le pudiera dar una golosina a la lechuza esta se había marchado, como si tuviera que regresar a hacer otro envío.
Harry no reconoció la lechuza, pero si la letra de Hermione, así que supuso que sería la lechuza de Mónica.
Querido Harry:
Te escribo solo para preguntarte si te gustaría que mañana fuéramos a tomar un café, para que platiquemos tranquilamente .Tengo ciertas cosas que contarte. Espero tu respuesta.
Con Cariño, Hermione.
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"tic – tic"…… "tic – tic"……
Apenas había podido conciliar el sueño cuando empezó a escuchar ese molesto sonido. En su mente no lograba relacionar el sonido con nada. Hasta que abrió los ojos y vio una lechuza parada en el borde de la ventana. Rápidamente abrió la ventana y tomó la carta. Le dio una golosina a la lechuza y rápidamente abrió el sobre, no podía esperar, sabía que sería la respuesta de Hermione.
Querido Viktor:
Yo estoy muy bien, gracias por preguntar, espero que tú lo estés también. Yo también he pensado en ti. Me dio mucho gusto verte de nuevo. Me encantaría acompañarte a un café. ¿Te parece el domingo a las 5 de la tarde en el Café Brise de Mer? Espero tu respuesta.
Atte. Hermione Granger
Viktor en ese momento se sintió demasiado eufórico. Parecía que en vez de haber aceptado ir a tomar juntos un café, Hermione había aceptado casarse con él. Sentía toda esa alegría y emoción correr dentro de él.
Trató de esperar un poco después de haber recibido la carta, ya que si no parecería que estaba obsesionado, y no quería que ella pensara que él era un acosador o algo parecido y se alejara.
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Llegó el día siguiente, Hermione y Harry se reunieron en el Café Monette.
-Hola Hermione- dijo Harry, quien llegó primero al café y la estaba esperando.
-Hola Harry- dijo ella besando su mejilla y tomando asiento.
-Y bien¿Cómo estas?- preguntó él.
-Pues, la verdad, bien- dijo esbozando una pequeña sonrisa -¿Y tú?
-Pues… no tan bien- dijo el con una expresión un poco triste –Pero bueno, no hablemos de mí, no aún. Cuéntame que ha sucedido.
-Por donde empezar...- dijo Hermione acomodándose en su silla.
Lo primero que lo contó fue cuando vio a Viktor, después de haberlo visto a él en el café.
-Después…- Continuó ella.
Le contó sobre la discusión de Ron el día anterior.
-Entonces… ¿Decidieron tomarse un tiempo separados?- Hermione asintió –Pues la verdad, es lo mejor que pudieron haber hecho.
Hermione se sorprendió al escuchar eso.
-Verás…- continuó Harry –Ron es mi mejor amigo y yo quiero que él sea feliz, pero no a costa de la felicidad de mi mejor amiga. Se que es lo mejor para los dos. Si están hecho el uno para el otro, estoy seguro de que solucionaran los problemas y juntos terminarán. Pero si se dan cuenta de que no son el uno para el otro, van a estar muy agradecidos de haberse dado cuenta a tiempo, y no terminar con una linda amistad de tantos años.
-Sabes Harry, no lo había pensado así- dijo al tiempo que unas lágrimas resbalaban de sus mejillas –Hablar contigo siempre me hace…
-¿Llorar?- interrumpió él al notar las lágrimas.
-No tontito- dijo ella riendo –Hablar contigo siempre me hace sentir mejor.
-Eso hacen los amigos- dijo mientras la abrazaba.
-Bueno Harry, esa no es toda la historia…- dijo ella ahora mirando al suelo.
-¿Qué más sucedió?
-Viktor me invitó a tomar un café- dijo ella levemente sonrojada –Y acepté… ¿Crees que hice bien?
-Pues… yo pienso que estuvo bien- dijo Harry después de pensarlo un momento –Si Ron se entera sabes que se enfadara, si se enojo de que nos viéramos tu y yo el otro día, imagínate si se entera de que lo vas a ver a él.
-Por favor no se lo vayas a decir- pidió Hermione un poco preocupada.
-Sabes que no se lo diría Hermione- ella agradeció con un gesto de la cabeza –Pero en algún momento lo tendrá que saber.
-Sí, ya lo había pensado. Pero será en el momento adecuado.
-Estoy de acuerdo contigo- dijo a la vez que asintió –Una pregunta.
-¿Cuál?
-¿Es en plan de cita romántica?- preguntó el con una ceja alzada.
-No- dijo a la vez que negó con la cabeza- Él piensa que Ron y yo tenemos una relación de lo mejor, así que es en plan de amigos.
-Me pregunto ¿Por qué piensa eso?- dijo Harry con una voz insinuante.
-Bueno Harry, pues tú sabes que tengo un orgullo bastante inflado- dijo ella sacándole la lengua.
-Sí, lo se.
-Ya hablamos mucho de mí Harry, ahora cuéntame ¿Qué tal esta la cosa con Ginny?
-Pues muy mal, Ginny se niega a hablar conmigo. Sigue tomando como algo personal mi estancia en París- Harry se llevó las manos a la cara y puso un gesto algo triste y desesperado –No entiende que fue cuestión de trabajo.
-¿Has tratado de explicárselo?
-Créeme, más de una vez. Si lo hice, fue para poder tener un buen ahorro, comprar una casa, y darle una buena vida, planeaba pedirle matrimonio- Trató de reprimirla, pero una lágrima cayó por su mejilla –Y ahora no quiere ni siquiera hablarme. Ayer antes de que me llegara tu nota, trate de hablar con ella por teléfono, pero me colgó.
-Eso no está nada bien, voy a tratar de hablar con ella- dijo levantando el rostro de Harry haciendo que la mirara a los ojos –Trataré de hacerla entender.
-Gracias Herm- dijo sinceramente Harry.
-Harry, tengo que irme, lo siento, ya es tarde- dijo dando un beso en su mejilla –El tiempo se pasó muy rápido. Mónica debe de estar esperándome en casa.
-De acuerdo Herm, me la pase muy bien. Haber cuando nos volvemos a ver.
-Sí, lo se, espero que sea pronto.
-¿Vas a ir en Navidad a la madriguera?- preguntó Harry, aunque no sabía si había metido la pata.
-No lo sé, Ron nos invitó a Mónica y a mí- dijo sin mucha importancia -Aún no hemos visto si asistiremos.
-Bueno, pues si deciden ir, ahí nos vemos.
-De acuerdo. Hasta luego Harry.
-Adiós Hermione.
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-Mónica el café y las galletas estuvieron deliciosas, pero ya tengo que irme- dijo Fred, mientras la miraba dulce y tímidamente –Espero verte en Noche Buena en la madriguera.
-Sí, creo que Hermione y yo iremos- dijo Mónica sin poder quitar la tonta cara que ponía cuando estaba con Fred.
-Entonces, ahí nos vemos- dijo despidiéndose con un beso en la mejilla.
-Me la pasé muy bien contigo- dijo Mónica un poco sonrojada.
-Yo también- dijo Fred al momento que sonreía. No sabía si hacerlo… Pero se decidió.
Se acercó lentamente hacia ella. Veía como, con cada paso que daba, el rostro de Mónica iba subiendo de color. Llegó un momento en el qué sus alientos fueron combinándose. Con su brazo la atrajo más a él. Ella cerró los ojos. Él miraba sus labios. Poco a poco cerraba los ojos, faltaba poco para el contacto…
-¡Mónica ya llegue!...
Se separaron de inmediato, el rostro de ambos tomó de inmediato un color rojo.
Hermione al ver sus caras supo de inmediato que había interrumpido algo.
-Lo… lo siento… no sabía que… que estabas con Fred, si quieres… me voy y vuelvo en un rato- Hermione estaba un poco sonrojada –Lo siento.
-No te preocupes Hermione- dijo Fred un poco avergonzado, aunque en su interior algo molesto –Yo ya me iba.
Una vez que Fred se marchó, Mónica se puso a perseguir a Hermione por toda la casa.
-¡Estuvo a punto de besarme!- gritaba Mónica como loca –¡Te voy a MATAR!
-¡TRANQUILIZATE!- gritó Hermione tan fuerte que Mónica simplemente se quedo callada –Primera: Yo no sabía que ibas a estar con él. Segunda: Si mal no recuerdo tú nos interrumpiste a Ron y a mí en nuestro primer beso, porque no encontrabas azúcar para tus galletas. ¬¬
-Bueno, lo acepto, tal vez exagere con perseguirte por toda la casa- Se disculpó Mónica –Pero es que realmente quería besarlo.
-Entiendo, pero ya tendrás otra oportunidad- dijo Hermione tratando de darle por su lado para que ya no se enojara -¿Qué tal Noche Buena?
-¿Eso quiere decir que iremos a la madriguera?- Preguntó Mónica emocionada con cara de niña pequeña – ¡Me haces muy feliz!
-Sí, iremos a la madriguera.
-De acuerdo, tendré que ir a comprarme algo que ponerme ese día.
-Mónica, tienes tu clóset lleno de ropa- dijo Hermione alzando una ceja –Aparte ya habías comprado ropa para Noche Buena.
-Sí, pero no sabía que pasaría Noche Buena con Fred, así que tiene que ser algo más especial.
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El domingo llegó, y con él toda la felicidad y nerviosismo que Viktor podía sentir. Vería de nuevo a Hermione, extrañaba poder hablar con ella, poder verla sonreír. Todo de ella le fascinaba. Pero a la vez no podía dejar de pensar en el hecho de que ella tenía novio. ¿Qué tal si le rechazaba? Trataba de no pensar en eso, pero era imposible.
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Hermione vio la hora, eran las 3 de la tarde, en 2 horas se reuniría con Viktor. Decidió tomar un baño. Después se fue a su recamara, y vio que ropa se iba a poner. ¡Apenas en ese momento iba a decidir! Quería verse bien, pero sin ser demasiado obvia.
Después de un momento meditándolo se decidió por un vestido verde, strapless, a la rodilla; y encima una chaqueta blanca (N/a. ya que es invierno), zapatos y bolsa en blanco. El cabello se lo dejó suelto. De maquillaje se puso polvo, un poco de blush, en los ojos delineador abajo, rimel arriba, y en los labios solo gloss. Se perfumó. Se puso unos aretes de plata. Y como detalle final… un lindo anillo que hacía mucho tiempo no usaba. (N/a. creo que ya saben a que anillo me refiero verdad?)
Antes de que Hermione se diera cuenta faltaban solo 10 minutos para las 5. Tenía que irse ya, el Café Brise de Mer no estaba muy lejos pero no quería llegar tarde.
-Me voy Mónica, nos vemos al rato- Gritó Hermione cuando ya se iba –Cualquier cosa me hablas al celular.
-Está bien- contestó ella, también gritando.
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En el camino al Café Brise de Mer, Viktor se topó con una anciana vendiendo rosas rojas y blancas, no pudo resistir el comprar 2 rosas para Hermione, una roja y una blanca.
Con esa repentina distracción perdió 5 minutos, llegaría un poco tarde. Tal vez Hermione ya estaría ahí, no quería tenerla esperando. Con cada paso que daba estaba más cerca del café, pensar en eso le hacía sentir mariposas en el estomago.
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Hermione estaba a una cuadra del café. Su respiración se agitó un poco. Caminó decididamente hasta la puerta. Entró mirando todas las mesas. Había mucha gente, pero sin duda él no estaba ahí.
"¿Qué tal si me deja plantada?" fue el pensamiento que pasó por su cabeza.
Decidió entrar y tomar una mesa. Esperaría unos minutos. Si no llegaba, simplemente no volvería a buscarlo. Haría como que nada había pasado.
No duró mucho con esos pensamientos, porque pronto vio al chico entrar por la puerta del café… y ¡traía rosas!
Pronto sus miradas se cruzaron y ambos sintieron como el corazón les daba un vuelco.
Bueno pues ahí lo tienen! espero les haya gustado!
El titulo del capitulo no me gusto mucho.. pero no tenia imaginacion en el momento en que lo escribi..
Muchas gracias a Jors, majo, LaDYaRGoSS, dama de luna, Vilma, AkemiMalfoy y luna-wood por sus reviews!
sigan dejando reviews! kiero saber que les parece el fic!
gracias! chauz!