Kodoku (Vol II)

Capítulo 10

Cómo sabe mi nombre, pensó Rukawa extrañado.

- Os conocéis? – preguntó Sakuragi mirando a su amigo zorro, quien se encogió de hombros.

- Coincidimos en una cancha de básquet el domingo pasado y jugamos un rato – explicó Sae bastante molesta por la poca memoria del chico de ojos azules.

Entonces Rukawa recordó.

- Sí, es cierto – murmuró.

- Fuiste a entrenar solo otra vez! – preguntó enfadado Sakuragi.

- Sólo fue ese día.

- Porqué no nos sentamos y nos presentas? – dijo Yohei a Haruko.

- Claro!

Una vez los tres chicos se hubieron sentado, Sakuragi por supuesto al lado de Haruko, ésta los presentó.

- Os presento a Sae Miyazawa, ella es nueva en Shohoku y va a mi clase. Sae, ellos son Hanamichi Sakuragi, mi novio, Yohei Mito, un amigo, y Kaede Rukawa, al que por lo visto ya conoces.

- Encantado – dijeron Sakuragi y Yohei.

- Igualmente.

- A que preparatoria ibas el curso pasado? – preguntó el pelirrojo.

- Al instituto Lawndale, en Chicago.

- En Estados Unidos! - preguntaron Sakuragi y Yohei a la vez. Rukawa se limitó a mirarla con interés.

- Sí – contestó sonriente a la obvia pregunta.

- Y eso?

Sae les contó más o menos lo que ya sabía Haruko mientras almorzaban. Después la conversación volvió de nuevo al tema estrella.

- Haruko me ha dicho que estás en el equipo de básquet – dijo Sae dirigiéndose a Sakuragi.

- Por supuesto! De hecho yo soy la estrella del equipo MUAHAHA!

- Doa'ho…

- Teme kitsune! Te he dicho mil veces que no me llames torpe!

Kitsune, pensó Sae. La verdad es que tiene un aire…

- Entonces no te comportes como tal…

- Lo que te pasa es que estás celoso del tensai!

- Yo, celoso de un doa'ho?

- Que no me llames así!

Sae observaba sorprendida la repentina pelea, pero Haruko y Yohei la tranquilizaron.

- No te preocupes, siempre se comportan así… - dijo flojito Yohei.

- Pero en realidad se aprecian mucho… - sonreía Haruko.

Si tú lo dices…, pensó Sae.

- Tú también estás en el equipo, verdad? – preguntó a Rukawa cuando la pelea hubo terminado.

- Sí – contestó secamente.

- Rukawa es uno de los jugadores claves del Shohoku – dijo Haruko. Al notar la mirada de su novio, añadió – junto con Hanamichi.

- El entrenador es Mitsuyoshi Anzai, a que sí?

- Sí, lo conoces?

- Por supuesto! Es una lástima que solo entrene al equipo masculino.

- Es cierto, antes has dicho que Kaede y tú os conocisteis jugando a baloncesto – recordó Sakuragi - Vas a apuntarte al femenino?

- Sí.

- En Estados Unidos ya jugabas en el equipo del instituto?

- Exactamente.

En ese momento sonó la campana que señalaba el fin de la hora del almuerzo y todos se levantaron para dirigirse a sus aulas.

- Qué sorpresa que conocieras a Rukawa – dijo Haruko mientras caminaban por un pasillo, una vez se hubieron despedido de los chicos.

Sae contó entonces a su compañera los detalles del partidillo del domingo.

- Es un chico muy serio, no? – preguntó.

- La verdad es que sí…

- Nunca sonríe?

- Yo no le he visto hacerlo nunca, pero Hanamichi sí, y me ha dicho que tiene una sonrisa preciosa.

Me gustaría verla…

- Son muy amigos, verdad?

- Sí, pero sólo desde hace unos meses.

- Y porqué no eran amigos antes?

- Uy… eso es una larga historia… Si quieres quedamos esta tarde después de los entrenamientos y te lo cuento.

- Vale. Podemos ir a tomar algo.

- Oh no, se me olvidaba! Esta tarde he quedado con Fuji y Matsui.

- Fuji y Matsui? Son amigas tuyas?

- Sí, es que este año no nos ha tocado en la misma clase. Pero podemos quedar igualmente, y así las conoces. Que te parece?

- Me parece perfecto.

Llegaron a su aula y se sentaron en sus pupitres. En seguida llegó el profesor y comenzó con la clase, pero Sae no escuchaba la explicación, su mente estaba ocupada recordando unos fríos ojos azules.

oooooooooooooooo

Entre los nuevos integrantes del equipo del Shohoku no había ninguno que pudiera compararse en nivel a los titulares del curso anterior.

- No sé como lo haremos este año – dijo Ryota a Ayako y a Haruko durante un entrenamiento – En el campeonato de invierno todavía teníamos a Mitsui y aún así perdimos la semifinal contra el Shoyo.

- Sí, pero Rukawa no estaba en forma – recordó Ayako mirando al número 11 del Shohoku practicando triples junto a Yasuda. Qué alegría verte tan recuperado, pensó aliviada.

Haruko también contemplaba a su ex-amor platónico. Aunque todavía estaba muy delgado, al menos ya no era un esqueleto andante. Ha sido gracias a ti, Hana-kun.

- Crees que ya lo ha superado? – preguntó el capitán a su asistente principal.

- No lo sé… pero ahora parece estar bien.

- Superar el qué? – preguntó una voz femenina detrás suya.

Ryota, Ayako y Haruko se giraron. Una chica alta de ojos verdes les miraba curiosa.

- Sae! – exclamaron. Ryota y Ayako ya la conocían, Sakuragi les había presentado hacía unos días.

- Hola.

- No tienes entrenamiento? – preguntó Haruko.

- Está lloviendo y el gimnasio está ocupado por el equipo masculino.

- Ah claro…

- Hablabais de Rukawa, verdad?

- …

Ryota se escabulló alegando que tenía que continuar con la práctica. Haruko y Ayako se miraban sin saber que decir.

- Qué le pasa? – insistió.

- Es algo delicado… - empezó Ayako. No quería contarle nada, pero tampoco quería mentirle. La chica le caía muy bien – Nosotras no tenemos derecho a ir contando por ahí los problemas de Rukawa, entiéndelo por favor.

- No te enfades… - dijo Haruko.

- Está bien, lo entiendo – dijo Sae dejando su bolsa de deporte en el suelo.

- Has venido a ver el entrenamiento? – preguntó Haruko cambiando el tema.

- Sí. He pensado que después podríamos irnos juntas a casa.

- Claro.

El entrenamiento finalizó y los jugadores se dirigieron a los vestuarios. Antes de entrar Sakuragi, quien hacía meses que ya no tenía que quedarse al entrenamiento básico, se dio cuenta de la presencia de Sae y se acercó a saludarla. Cuando se hubieron cambiado Rukawa y Sakuragi salieron del gimnasio, Haruko y Sae estaban en la entrada esperándoles. Afortunadamente había dejado de llover.

Los cuatro empezaron a caminar en dirección a casa de Haruko, que era la que estaba más cerca de la preparatoria, mientras charlaban sobre el partido de práctica contra el Ryonan que tendría lugar ese sábado.

- Vendrás a vernos? – preguntó Haruko.

- Supongo que sí, no tengo nada mejor que hacer – contestó Sae.

- Cuando empieza el torneo femenino?

- Dentro de un mes, igual que el masculino. Aunque dura menos, porque hay menos equipos.

Mientras las dos chicas hablaban, Sakuragi empezó a caminar más despacio hasta quedarse a la altura de Rukawa, quien se había quedado atrás y no había dicho una palabra desde que salieron del gimnasio.

- Qué te pasa? – preguntó el pelirrojo en voz muy baja.

- A mí? Nada.

- Entonces porqué no dices nada?

- Yo no hablo mucho, ya lo sabes.

- Aún así te noto más callado de lo habitual… Te ha molestado que Sae viniera con nosotros?

Rukawa levantó la vista y se quedó observando la espalda de la chica. Molestarle? Ella era de las pocas chicas en Shohoku que no lo atosigaban siguiéndole a todas partes con corazoncitos en los ojos. No, ella no le había molestado. De hecho, habían hablado muy poco desde ese día en la cafetería. Entonces, porqué se sentía incómodo ante su presencia?

- No – contestó.

Al cabo de unos minutos llegaron a casa de Haruko y se despidieron. Rápidamente, pues Sakuragi no tenía ninguna intención de que su 'suegro' le viera rondar por ahí. Desde el momento en que en la cena de presentación oficial se le había escapado llamarle "papá gori" sus relaciones no eran precisamente muy buenas.

La siguiente parada era en casa de Sakuragi, así que de pronto Sae y Rukawa se encontraron caminando a solas hacia sus casas, que parecían encontrarse muy próximas entre ellas.

- Estás nervioso por el partido del sábado? – preguntó Sae intentando romper el incómodo silencio que se había formado entre ellos.

- No – contestó Rukawa en su habitual tono neutro.

- No me extraña, pareces un chico muy calmado.

- …

- Me pregunto si hay algo que te haga perder los nervios.

- …

Ante el silencio de su acompañante, Sae dejó escapar un suspiro. Por lo visto era tarea imposible entablar una conversación con él, así que decidió callarse. Rukawa notó que la chica había desistido en su empeño de hacerlo hablar, pero lejos de sentirse aliviado, se sintió aún más incómodo.

La miró de reojo. Los ojos verdes se veían tristes por primera vez desde que la conocía, y se sintió culpable. Porqué era incapaz de mantener una conversación como una persona normal?

Porqué no lo intentas, se dijo a sí mismo.

- Te gustaba vivir en Estados Unidos?

Sae le miró con sorpresa, pero al momento su expresión se relajó y mostró una sonrisa.

- Sí… aunque prefiero mil veces Japón.

Ves? No ha sido tan difícil… ahora sigue preguntándole cosas…

- Cuanto tiempo hacía que no venías?

- Vine hace dos veranos para visitar a mis abuelos.

- Son de Kanagawa?

- Sí, toda mi familia es de aquí. Ahora les voy a ver muy a menudo, para recuperar el tiempo perdido. Lo cierto es que los he echado muchísimo de menos. Pero ahora echo de menos a mi padre y a mi hermano.

- Así que tienes un hermano?

- Se llama Daisuke y tiene dos años más que yo. Él decidió quedarse con mi padre en Chicago.

- Ah…

- Bueno, porqué no hablamos un poco de ti ahora?

Rukawa se puso un poco tenso y la chica lo notó enseguida.

- No-no hay mucho que contar…

- Entonces preguntaré yo… Vives con tus padres?

- Con mi padre… mi madre vive en Hong Kong. También están divorciados.

- Ah si? Bueno, es muy común hoy en día.

- Sí…

- Tienes hermanos o eres hijo único?

- Soy hijo único.

- Y cuanto hace que juegas a básquet?

- Desde los 7 años, y tú?

- Desde los 10. Empecé cuando… oh ya hemos llegado. Esta es mi casa – dijo señalando una bonita casa unifamiliar con jardín y con la fachada pintada de color amarillo claro.

Rukawa se quedó mirando la vivienda. Parecía tan acogedora… no como su fría y vacía 'mansión', como la llamaba Sakuragi.

- Me alegro de haber charlado contigo. Nos vemos mañana, si? – dijo Sae.

- Si, hasta mañana.

- Adiós!

- Adiós.

Sae se metió en la casa y Rukawa siguió caminando hasta la suya. La conversación no había sido tan difícil, incluso se le había hecho corta. Quizás el doa'ho tenía razón y para dejar de ser un antisocial bastaba con proponérselo.

oooooooooooooooo

N/A: olaa! Sé que en este capítulo no ha pasado nada interesente, pero había que preparar el camino! El siguiente creo que empezará a gustarles más, y ya está medio escrito. Aunque está difícil! Dicen que segundas partes nunca fueron buenas XD Aunque esto no es exactamente una segunda parte, ya que yo lo pensé todo como una única historia, pero al centrarse primero en la amistad entre Rukawa y Sakuragi y luego entre Rukawa y una chica, decidí ponerle este título al estilo Kill Bill .

Elena: gracias! No me apetecía en absoluto escribir sobre un amor a primera vista, aunque sea más fácil que no trabajar la relación. Uff! La verdad es que lo tengo chungo XD.

Tincgana: muchas gracias por la confianza y por darle una oportunidad.

Hipolita69: me alegro de que te haya gustado, me has hecho muy contenta con el review.

Abuelitnt: te refieres a un fic no-yaoi? Sí que es difícil, sí… demasiadas tentaciones.

Bubley: di que sí, que en la variedad está el gusto!

¿: ahora no se a que te refieres con que nunca lo habías visto, pero gracias por el review, aunque sea super anonimo XD

Balucita: gracias a ti también por la confianza. Me apetecía mucho escribir uno, la verdad . Muchos besos!

Khira