Kodoku (Vol II)

Capítulo 11

El partido de práctica contra el Ryonan de cada año estaba a punto de comenzar y Sakuragi y Sendoh aún se estaban picando. Mejor dicho Sakuragi intentaba picarlo y Sendoh sonreía.

Rukawa suspiraba mientras ocupaba su posición en la cancha. El pelirrojo no iba a cambiar nunca.

Miró hacia el banquillo, donde estaban Ayako y Haruko. Luego miró las gradas, donde como siempre estaba su grupo de animadoras particular. No había ni rastro de Sae.

Dijo que vendría… pensó. Quizás se le ha olvidado.

No. El día anterior cuando se fueron juntos a casa, tal y como habían hecho toda la semana, Sae se despidió con un 'Te veré en el partido'. No se podía haber olvidado del encuentro de un día para otro.

Porqué le importaba tanto que estuviera o no?

El partido comenzó y Rukawa decidió concentrarse en el juego y dejar de pensar en la chica de ojos verdes. Se trataba de la primera oportunidad que tenía en dos meses para demostrarle al entrenador Anzai que estaba recuperado y que podía jugar los 40 minutos. Además, tenía que vencer a Sendoh.

Pero no pudo. El nuevo capitán del Ryonan estaba en plena forma y se lució a su costa. Sin embargo el partido lo ganó el Shohoku por una diferencia de 2 puntos, así que el Ryonan no se pudo vengar por la eliminación en las finales del verano pasado.

Los jugadores se saludaron y luego se dirigieron hacia los vestuarios.

Entonces la vio. Sae estaba en las gradas junto a Yohei y el resto de la gundam, justo encima del banquillo de Shohoku. Al acercarse bajó de un salto a la cancha y se dirigió hacia él con una gran sonrisa y los ojos brillantes. Por primera vez se dio cuenta de lo guapa que era.

Pero se equivocó. No se dirigía hacia él.

- Akira! – exclamó Sae.

A-akira?

- Sae?

Rukawa, Sakuragi, Haruko y bastantes personas más se quedaron atónitos al contemplar a Sae dando un gran abrazo al capitán de Ryonan.

- Cuanto tiempo! Qué haces en Japón? – preguntó Sendoh una vez se hubieron separado.

- Regresé hace un mes, esta vez para quedarme.

- En serio?

- Ey ey, se puede saber que pasa aquí? – preguntó Sakuragi acercándose – De qué conoces a Sendoh? Y porqué esas confianzas?

- Akira y yo éramos vecinos antes de que me fuera a vivir a los Estados Unidos – explicó Sae. Luego se dirigió de nuevo a Sendoh – Podríamos quedar un día, tengo muchas cosas que contarte.

- Por supuesto.

Rukawa no quiso escuchar más y entró en el vestuario. Sakuragi le observó marcharse y tuvo un mal presentimiento, así que le siguió. Los ojos azules del kitsune centelleaban de furia mientras se desvestía. El pelirrojo decidió esperar a que estuvieran solos para hablar, así que le propuso quedarse a dormir esa noche en su casa, pero Rukawa se negó. Sakuragi no quiso discutir delante de los demás jugadores del equipo que también se estaban duchando.

Qué coño le pasa ahora, se preguntó el tensai, no será que…

Cuando salieron del gimnasio de Ryonan vieron a Haruko y a Sae que les estaban esperando. Sakuragi se detuvo junto a ellas pero Rukawa pasó de largo.

- Ey! – le llamó inútilmente el pelirrojo.

- Qué le pasa? – preguntó Sae sorprendida por el desplante.

- Nada, déjalo. A veces le da por comportarse así.

- Sabes que, Hanamichi? Sendoh nos ha invitado a los cuatro a una fiesta en una discoteca el sábado que viene! – dijo Haruko – La organizan alumnos de tercero de Ryonan.

- Pero que dices? Ni loco voy a una fiesta con ese puercoespín!

- Puercoespín? – preguntó ofendida Sae. Qué manía tiene Sakuragi de poner apodos a todo el mundo.

- Vamos, Hana-kun! Por una vez que nos invitan a una fiesta! Será divertido!

- Que no pienso ir! Y seguro que Rukawa tampoco!

- Por favor, Hana…

- Déjalo Haruko. Si no quieren venir iremos tú y yo solas – sentenció Sae.

- Nani! – exclamó el pelirrojo.

- Tienes razón, no vale la pena insistir. Seguro que nos lo pasaremos igual de bien.

- O mejor.

- Un momento, un momento! – interrumpió Sakuragi – Vosotras ganáis!

Las dos chicas se miraron y sonrieron. Siempre funciona.

- Lo que no sé es como voy a convencer a Rukawa…

oooooooooooooooo

Se estiró en la cama y miró el techo. Estaba muy cansado, era normal, pues hacía muchos meses que no jugaba un partido completo. Al menos eso significaba que el entrenador Anzai confiaba de nuevo en él, y se sentía bien por ello, pero al mismo tiempo estaba furioso. Furioso porque había perdido de nuevo contra Sendoh.

Al pensar en el capitán del Ryonan una imagen acudió de nuevo a su mente: él y Sae abrazándose. Era estúpido engañarse a sí mismo, la verdad es que le había molestado.

Pero porqué? Apenas conocía a esa chica. Ni siquiera eran amigos, a pesar de que había hablado bastante con ella durante la última semana.

O sí que lo eran?

Era difícil definir su relación con una chica cuando había tan pocas con quien compararla. De hecho sólo estaba Ayako. Quizás también Haruko. La novia del pelirrojo parecía también preocuparse mucho por él, siempre le estaba hablando y animando en los partidos, incluso el curso pasado en los entrenamientos. Se sintió mal cuando recordó la vez que la había tirado al suelo cuando ella intentaba impedir que siguiera entrenado cuando estaba a punto de desmayarse.

Me merecía el puñetazo que me dio el doa'ho.

El sonido del teléfono interrumpió sus pensamientos. Se levantó y bajó a la planta baja, donde el aparato tenía un identificador de llamadas. Era Sakuragi.

No contestó. Seguro que le preguntaría porqué se había marchado sin decir nada, y no sabría que contestarle. No cuando no lo sabía ni él mismo. Decidió ir a practicar un rato a la cancha de siempre. Así, cuando el pelirrojo le preguntara porqué no había cogido el teléfono le diría que se había ido a jugar un rato y no le mentiría del todo.

Una vez estuvo frente a la canasta se conformó con practicar tiros. Su cuerpo no aguantaría mucho ejercicio más. Llevaba 15 minutos practicando tiros libres cuando una voz femenina que reconoció enseguida le hizo voltear.

- Veo que no has tenido suficiente con el partido de esta mañana.

Sae se acercó al chico moreno. Iba a decir algo de nuevo, pero Rukawa se le adelantó.

- Qué haces aquí? – preguntó. Se arrepintió al momento de que su voz hubiera sonado tan fría, lo que le había dado a la pregunta un tono despectivo, pero la chica no pareció dolida.

- Estaba sola en casa así que decidí dar un paseo.

- No has quedado con Sendoh?

Oh kami. Yo he preguntado eso?

- Tenía cosas que hacer esta tarde.

Sae fue a recoger el balón de Rukawa, que había quedado bajo la canasta.

- Y tú? – preguntó la chica sin mirarle.

- Yo qué?

- Tienes algo que hacer esta tarde? – preguntó de nuevo ahora con la pelota en sus manos y mirándolo fijamente a los ojos.

- Pues…

- Podríamos ir al cine – dijo dándole el balón.

Rukawa se quedó sin saber que decir. Había rechazado montones de citas, porqué no se atrevía a hacer lo mismo ahora?

- Que contestas?

- Yo…

- Tienes miedo de salir conmigo?

- Claro que no – reaccionó el kitsune.

- Bien, entonces nos vemos en mi casa a las seis. Hasta luego!

Observó como la chica se alejaba y le dejaba con la palabra en la boca. Luego miró instintivamente su reloj. Eran las cuatro y media, lo que significaba que tenía una hora y media para volver a su casa, ducharse, cambiarse e ir a casa de Sae a recogerla.

Me da tiempo, pensó.

Un momento. Pero que estoy diciendo? Yo no he dicho que sí!

Pero… ella me estará esperando…

Kuso!

oooooooooooooooo

A las seis en punto un chico alto, moreno y de ojos azules esperaba en la entrada de una bonita casa pintada de color amarillo claro. Miró su reflejo en la ventanilla de un coche aparcado. Después de cinco minutos de dudas había decidido ponerse unos vaqueros claros y un jersey azul oscuro. Se había sentido muy estúpido al preocuparse por la ropa que debería ponerse, pero no había podido evitarlo.

Al fin y al cabo, era su primera cita.

Recordó la conversación telefónica que había mantenido con Sakuragi media hora antes.

- - - Flashback - - -

- Moshi moshi? – contestó el pelirrojo.

- Soy yo.

- Kaede! Dónde te habías metido? Te he llamado varias veces.

- He ido a la cancha a jugar un rato.

- Como tengo que decirte que no quiero que entrenes solo!

- Esta tarde he quedado con Sae.

- Nani! Le has propuesto una cita!

- Me la ha propuesto ella…

- Y tú has aceptado? No me lo puedo creer…

- Pues sí, así que deja de alucinar y ayúdame.

- Ayudarte en que?

- Qué se hace en una cita?

- HAHAHAHA!

- Doa'ho… si te vas a reír de mí mejor cuelgo.

- Perdona perdona… no lo he podido evitar.

- …

- A ver… sabes adónde iréis?

- Dijo que al cine.

- Estupendo, eso es lo más fácil. Mira, tú no estés nervioso y…

- Quién te ha dicho que estoy nervioso?

- Sino no me habrías llamado!

- Está bien…

- Lo que has de hacer es dejar que ella elija la película y pagar tú las entradas. Ella si quiere que invite a las palomitas. Tienes dinero?

- Sí.

- Y después del cine la invitas a tomar algo. Luego la acompañas a casa y listos.

- Y ya está?

- Sólo una cosa más.

- Cuál?

- No te olvides de hablar.

- Doa'ho…

- Venga, no te enfades, era una broma. Dime una cosa, Kaede.

- El qué?

- Te gusta?

- …

- …?

- No lo sé…

- Bueno, no te preocupes. Quizás esta tarde lo averigües. Espero que te lo pases muy bien.

- Gracias.

- Ya me contarás mañana.

- Ok.

- Nos vemos.

- Adiós.

- - - Fin del flashback - - -

Observó que la puerta de la casa se abría y por ella aparecía Sae. Iba vestida con unos vaqueros estrechos y un jersey negro también ceñido. Llevaba el pelo suelto y unos pendientes de plata en forma de cruces.

Está preciosa…, fue lo primero que pensó Rukawa al verla.

- Hola!

- Hola.

- Llevas mucho esperando?

- No, acabo de llegar.

- Perfecto. Nos vamos?

- Sí.

Se encaminaron a la estación para coger un tren que les llevara a las salas de cine más cercanas. Rukawa siguió al pie de la letra las instrucciones de Sakuragi: dejó que Sae eligiera la película (para su suerte fue una de acción bastante decente), él pagó las entradas y efectivamente la chica insistió en comprar ella la bebida y las palomitas. Lo que le costó más fue lo de hablar, sobretodo cuando fueron a un bar a tomar. Al principio sólo comentaron cosas de la película, pero poco a poco empezaron a hablar de muchas otras cosas, por ejemplo de música. Rukawa se sorprendió de que a Sae le gustaran los mismos grupos que él. Por supuesto también hablaron de baloncesto y del campeonato que empezaría para ambos en apenas un mes. Sae se disculpó por haber llegado tarde al partido de esa mañana y consiguió que Rukawa le prometiera que iría a verla a ella jugar algún encuentro.

Eran casi las once cuando estaban de nuevo frente a la casa de Sae.

- Menos mal que avisé a mi madre de que llegaría tarde. A ti te dirán algo en casa?

- No creo.

- Me lo he pasado muy bien.

- Yo también – al decirlo en voz alta se dio cuenta de que era cierto.

- Gracias por invitarme, a pesar de que la idea fue mía.

- De nada.

- Nos vemos el lunes.

- Sí. Adiós.

- Adiós…

Rukawa dio media vuelta pero una mano le detuvo y una voz cálida le hizo girarse de nuevo.

- Espera….

Con la otra mano Sae acercó el rostro de un sorprendido Rukawa mientras depositaba un suave beso en su mejilla.

- Adiós – repitió, y entró en la casa.

Los ojos azules se quedaron mirando un rato la puerta por donde había desaparecido la chica.

Ya sabía la respuesta a la última pregunta que le había hecho Sakuragi.

Sí.

oooooooooooooooo

N/A: olas a todas. Sé que no es muy original que Sae conozca a Sendoh, pero lo necesitaba para poder desarrollar la trama. Además Sendoh es un personaje que aunque me gusta mucho sólo ha aparecido en uno de mis fics, y haciendo de malo. Y como en mis otras historias hanaru no lo he querido meter por en medio molestando, en este fic me apetecía que saliera más. Y Rukawa celoso debe ser una monada XDD

Elena: la verdad los capítulos de relleno me son muy difíciles de redactar, porque se me atasca la imaginación y tengo tendencia a escribir directamente sobre lo interesante. Es algo que creo que se va a notar sobretodo en 'lágrimas de hielo'.

Kaehana9: hola wapa, gracias por los reviews. Suerte con los exámenes!

Pauly-chan: a ver pauly-chan, no será por ruhanas en mi currículum… hay donde elegir! Además esta historia ya avisé de que no sería yaoi desde el primer capítulo.

Abuelitnt: cuesta mucho, sí. Donde he visto muchos así es en inglés. Es curioso, allí actualizan más a menudo, hay más historias, y bastantes no yaoi, pero menos reviews aún.

Tincgana: me alegro de que te haya gustado; espero que este te haya gustado aún más. A Sae aún le queda un poco para hacer sonreír a Rukawa, pero de momento ya ha conseguido captar, y mucho, su atención.

Hipolita: lo ideal es mezclar acciones y pensamientos de tal manera que la historia se desarrolle sola, bueno, la verdad es que no me sé explicar, pero sé que en eso fadet y dannan son las mejores.

Bubley: ola! Jeje de romántico el pobre no tiene nada, al menos de momento. No sólo en mi fic, seguro que si Ru mostrara algún interés por el sexo femenino en el manga no creo que se mostrara precisamente romántico. Pero si así fuera… Dios, sería la octava maravilla.

Besos

Khira