Kodoku (Vol III)

Por Khira

Capítulo 18

El entrenador Anzai decidió que si ya le había contado lo de la beca a Rukawa debía hacer lo mismo con Sakuragi, así que fue a hablar con él a la hora del almuerzo. El pelirrojo se emocionó al saber que era uno de los elegidos de la beca, pero no pasó de allí.

- Lo siento viejo, pero… no puedo aceptarla – dijo apenado.

- Puedo saber por qué? – preguntó el entrenador también triste. Ya era el segundo que la rechazaba.

- Mi madre es toda la familia que tengo… - explicó - No puedo dejarla aquí sola.

- Entiendo… - Anzai suspiró – Pero tienes pensado ir a la universidad, verdad? – preguntó.

- Sí, a la estatal de Kanagawa – respondió orgulloso – Aunque tenga que trabajar para pagármela.

- Y el baloncesto?

- Este genio puede con todo – sonrió.

- … - el gordito pensó durante unos instantes – No, no creo que puedas… - dijo al fin.

- Pero… - empezó Sakuragi sorprendido.

- Por eso te ayudaré a conseguir una beca para esa universidad.

Hanamichi abrió los ojos como platos.

- De verdad? – exclamó.

- Claro que sí.

- Gracias viejo! – gritó justo antes de abalanzarse sobre Anzai y empezar a estirarle de la papada – Ya verás como me convertiré en el mejor jugador del equipo universitario!

- Ho ho ho… seguro que sí – sonrió el anciano.

- Por cierto, y Rukawa? Él la ha aceptado, no? – preguntó dejando en paz su papada.

Aunque Anzai sólo le había dicho que había dos becas, Sakuragi ya había intuido que la otra era para Rukawa.

- Pues no, se lo propuse ayer por la tarde y dijo que no la necesitaba, que iría por su cuenta…

- Qué no la necesitaba…? Ah bueno, eso es porque en su casa tienen bastante dinero – dijo Hanamichi pensando que esa era la causa – Así se la puede ofrecer a alguien que sí la necesite.

- Uhm… - Anzai prefirió no decir que los motivos de Rukawa no habían sido tan solidarios.

Sakuragi salió del despacho de su entrenador feliz como unas pascuas y se dirigió cantando su 'Ore wa tensai' a la cafetería del instituto, donde le esperaba Haruko sola, como venía sucediendo desde hacía días.

- Hola mi amor – saludó el pelirrojo sentándose a su lado.

- Hola Hana-kun – ninguno de los dos se acordaba de la pequeña riña del día anterior.

- Hoy tampoco ha venido Sae a clase? – preguntó mientras sacaba su almuerzo.

- No, está resfriada – respondió la chica escuetamente – Y Rukawa? Sigues peleado con él? – preguntó intentando disimular la rabia al recordar lo que Sae le había contado por teléfono.

- Sí, el muy zorro no me habla. Además hoy tampoco ha venido a clase.

- …

- Te pasa algo, Haruko?

- A mí? Nada…

- Ah, vale…

Al cabo de pocos minutos llegaron Yohei, Ookusu, Takamiya y Noma, acompañados de Fuji y Matsui, quienes hacía tiempo que se llevaban muy bien con los miembros de la gundam. Ninguno preguntó sobre la pareja ausente, ya intuían que algo iba mal entre ellos.

En un momento del almuerzo Yohei, que se había sentado junto a Hanamichi, le dio un codazo que hizo recordar algo al pelirrojo.

- Ah chicos, se me olvidaba – exclamó – Como ya sabéis el 1 de abril es mi cumpleaños, y sólo faltan un par de semanas…

- Si es para que te vayamos comprando los regalos olvídate, estamos sin blanca, al menos yo… - interrumpió Takamiya.

- Que no es eso, rácano! – bufó Sakuragi – Es solo para avisaros que lo celebraré en Danny's invitándoos a unos helados.

- Oh, es una buena idea – convino Haruko. Los demás sonrieron y asintieron.

- Seguro que nos vas a invitar o nos los tendremos que pagar nosotros? – preguntó Matsui algo escéptica con ese arrebato generoso del novio de su amiga.

- Matsui! – se quejó la castaña.

- Tranquila, que invitaré yo – aseguró Hanamichi algo molesto. Luego miró a Yohei. No sé que le ves…

Terminaron de almorzar y se separaron en varios grupos para ir a clase: Sakuragi con Yohei, Fuji y Matsui, Haruko, y por último Takamiya, Noma y Ookusu.

- Gracias, Hanamichi – dijo Yohei a su amigo antes de entrar al aula.

- No hay de qué. Pero espero que aproveches la ocasión – dijo riendo.

- Pues claro – el moreno también sonrió, un poco sonrojado.

Después de las clases de la tarde, Sakuragi se dirigió a los vestuarios, donde encontró solo a Rukawa, sentado en uno de los bancos con la espalda pegada a la pared, mirando ausente las taquillas. No tenía muy buena cara, pues estaba más pálido de lo normal en él.

- Hola... – saludó.

- … - Rukawa salió de su ensimismamiento pero no contestó al saludo.

- Por qué no has venido a clase?

- …

- Sigues enfadado?

El chico de ojos azules le miró sin entender, en ese momento no recordaba siquiera que se había peleado con Hanamichi por lo del puesto de capitán, y al hacerlo le pareció absurdo.

- No…

- Vaya, me alegro – dijo sinceramente el pelirrojo – Aceptarás el puesto de sub-capitán? – preguntó esperanzado.

- No lo sé…

- Vamos, Kaede… yo… me gustaría mucho que lo fueras…

Pero Rukawa ya no contestó; se echó un poco hacia delante en el banco y escondió la cabeza entre las manos. No se encontraba nada bien y no había dormido en toda la noche, dando vueltas y más vueltas a lo que había pasado con Sae y la conclusión había sido clara a la vez que demoledora.

- Lo he fastidiado todo… - se le escapó en voz alta.

- Eh? – Hanamichi se sorprendió por el cambio de tono y se sentó a su lado – Kaede, que pasa? – preguntó preocupado.

- … - Rukawa no contestó, ocupado como estaba en no ponerse a llorar delante de su amigo.

- Es por Sae? – preguntó el pelirrojo. Vio que Rukawa asentía – Qué ha pasado?

- Lo… lo hemos dejado… - en ese momento no se atrevió a dar más datos.

- Qué! Por qué! – se sorprendió. Intuía que estaban mal pero no tanto.

- …

En ese momento entraron Ryota y Yasuda y Rukawa se levantó rápidamente para ir a los lavabos y que no le vieran el rostro congestionado.

- Pasa algo? – preguntaron.

- No, nada…

Miró de reojo la espalda de Rukawa, quien se estaba aclarando la cara con agua. El gesto le recordó algo y tuvo un mal presentimiento.

xXx

Sakuragi no tuvo oportunidad de hablar con Rukawa en el resto de tarde, pero sí con Haruko.

- Por qué no me has contado que esos dos han roto? – le preguntó al finalizar la práctica, viendo que Rukawa ya se había marchado.

- Cómo lo sabes? – preguntó Haruko sin sorprenderse demasiado.

- Porque él me lo ha dicho – contestó – Y seguro que tú ya sabías algo por Sae, por qué no me has contado nada?

- Hanamichi, entiende que no te lo puedo explicar todo! – exclamó molesta.

- Está bien… - murmuró con un tono más tranquilo. Su novia llevaba varios días nerviosa y no quería acabar como Rukawa y Sae – Me ducho y nos vamos a casa?

- Claro…

Por el camino Sakuragi intentó sonsacar a Haruko lo que había pasado, pero la chica le negó cualquier información, lo único que le decía era 'Pregúntaselo a Rukawa'.

Por supuesto que lo haré…, pensó.

- Ey, sabes que me ha pasado? – dijo cambiando de tema.

- El qué?

- El entrenador Anzai me ha propuesto para una beca para estudiar en los Estados Unidos.

- Qué!

Sakuragi le contó todo a Haruko y le explicó porqué la había rechazado, la chica asintió entre comprensiva y aliviada. El pelirrojo le contó que Rukawa la había rechazado también y para su sorpresa, su novia pareció más interesada en esto último.

- Cuándo dices que el entrenador Anzai se lo propuso? – preguntó.

- Ayer por la tarde, por?

Entonces aún no había hablado con Sae…

- Y por qué la rechazó?

- Dijo que no la necesitaba, que podía ir por su cuenta.

Ya, porque dinero no le falta…, Haruko puso expresión seria al recordar la voz de Sae al contarle que Rukawa le había ofrecido dinero para abortar. Pero sabiendo el estado de Sae, se atreverá a marcharse, con o sin beca?

- Estas bien? – cuestionó Hanamichi al ver su gesto.

- Sí – Haruko se detuvo puesto que ya habían llegado a su casa – Hasta mañana, Hana.

- Hasta mañana, Haruko.

Juntaron sus labios de manera breve pero intensa, y cuando Haruko entró, el pelirrojo continuó su camino pero no hacia su hogar sino hacia el del kitsune, dispuesto a aclarar de una vez el misterio.

Llegó al cabo de unos quince minutos, pues Rukawa era el que más lejos vivía de Shohoku, a lo que él llamaba la mansión del zorro. Cruzó el jardín y tocó al timbre esperando ver aparecer a Kaede pero quien apareció fue su padre.

- Hola Sakuragi – saludó el hombre, lo conocía pues era el único amigo que su hijo había traído a casa que él estuviera.

- Hola señor Rukawa. Está Kaede?

- Pues no, no está – Katsuhiro Rukawa miró su reloj preocupado – Y ya debería estar aquí, pues hoy se ha ido en bicicleta al instituto y en teoría llegaría más temprano.

- Bueno, no se preocupe, seguro que se ha entretenido en algún lado – dijo Hanamichi esperando que fuera algo así.

- Eso debe ser – convino – Quieres pasar y esperarle?

- No gracias, me volveré a casa. Ya hablaré con él mañana.

- Ok, como quieras. Nos vemos, Sakuragi.

- Nos vemos. Adiós.

Sakuragi se alejó preocupado, preguntándose donde demonios se había metido el kitsune y que habría pasado con su chica. Pero lo que más le preocupaba eran las repercusiones que podría tener esta situación en la salud de Rukawa.

Espero que no vuelva a lo mismo otra vez…

xXx

Rukawa estaba sentado en el frío suelo de su cancha de baloncesto favorita, ni más ni menos que donde conoció a Sae, con un balón entre las piernas y su mochila tirada a un lado. Como ya era de noche no se veía bien para jugar, aunque igualmente no tenía muchos ánimos para hacerlo.

Quería hablar con Sae, pedirle perdón e intentar llegar a una solución juntos, pero al final no se había atrevido a ir hasta su casa.

- - - Flashback - - -

- N-no pienso abortar… - balbuceó sorprendida.

- - - Fin del flashback - - -

Entonces… de verdad quiere tenerlo, se preguntó angustiado. Tenía apenas diecisiete años, que no se daba cuenta de lo que eso significaría?

Y qué haré yo entonces?

Conocía la respuesta.

xXx

Sae por su parte estaba en la cama pero no dormida, se había pasado allí todo el día. Acababa de hablar por teléfono con Haruko, la castaña se ofreció a ir a verla pero con lo tensas que estaban las cosas en su casa le dijo que mejor ya se verían mañana en la escuela.

Y es que su madre no se había tomado nada bien la noticia…

- - - Flashback - - -

La noche anterior, tras escuchar lo que su hija tenía que contarle, y tras la sorpresa, el enfado y los gritos iniciales, que duraron casi media hora, Midori se calmó y se sentó de nuevo en el sofá.

- Pensé que eras más lista… - murmuró resignada pero igual de furiosa.

- … - Sae estaba sentada en el otro sofá sin atreverse

- Me dijiste que seguíais usando preservativo! Me mentiste!

- …

- Y bien? Qué piensas hacer? Mejor dicho, qué pensáis hacer? Porque supongo que se lo has contado a Kaede, no?

- Sí…

- Y…?

Sae se mordió los labios para no llorar.

- Eh? Qué pasa? – preguntó Midori levantándose para sentarse en el otro sofá, junto a su hija.

- Él no quiere tenerlo… - sollozó – Pero yo sí… se enfadó… y… hemos roto…

- QUÉ! - la mujer se levantó rabiosa – Pero qué se ha creído! – y dicho esto empezó a caminar hacia el vestíbulo.

- A dónde vas! – preguntó Sae levantándose para perseguirle.

- A partirle la cara a ese cerdo, obviamente! – gritó cogiendo su abrigo.

- Mamá por dios, que eso lo dijera papá, vale, pero tú! – gritó a su vez Sae, agarrando también del abrigo para que no se lo pusiera.

- Tienes razón… - murmuró más calmada y soltando la prenda – Pero si de verdad no te va a ayudar, no quiero verle aparecer por aquí, entendido? – Sae asintió bajando la vista - Esto es serio, sabes? Y si no va a estar siempre contigo, es mejor que no cuentes con él desde ya…

Sae asintió de nuevo y ya sin poder remediarlo se echó a llorar.

- Cariño…

- Mamá, tú sí que me ayudarás, verdad? – sollozó.

- Claro que sí… ven aquí… - la abrazó – Todo saldrá bien…

- - - Fin del flashback - - -

Sae se abrazó a la almohada más fuerte, agradeciendo estar con su madre, aunque tarde o temprano su padre y su hermano se enterarían, y tenía mucho miedo de su reacción.

Aunque conociéndolos, quien debería temerlos era Kaede…

Recordó lo que le había contado Haruko sobre las becas que habían sido ofrecidas y rechazadas por Sakuragi y Rukawa, y las razones de cada uno. Sae ya sabía casi desde que lo conoció que la intención de Kaede era marcharse a estudiar a los Estados Unidos, pero nunca habían hablado abiertamente del tema. Si lo hubieran hecho ella le habría propuesto de irse juntos, quería estudiar Periodismo deportivo y le daba igual donde, pero ahora todo era diferente. La verdad no había pensado en el futuro de Kaede cuando le dijo que quería seguir adelante con el embarazo, y al hacerlo ahora comprendía mejor su reacción.

Es lógico que se enfadara… al fin y al cabo, le estaba pidiendo que abandonara sus sueños por algo que él no quiere…

Conocía a Kaede, sabía que a pesar de haber roto por una discusión no iba a dejar las cosas así ni abandonarla a su suerte, y que seguramente intentaría arreglarlo, pero en ese mismo momento decidió que era mejor que eso no pasara.

Aunque eso implicaría perderle definitivamente…


N/A: Hola! espero que les haya gustado el capítulo y así me perdonan el retraso XDD. También lo subo hoy, 21 de Enero, para dedicárselo a mi amiga Hipólita por su boda. Felicidades!

El próximo capítulo tendrá que esperar un pokito porque me vienen los examenes, pero después me podré poner en serio, lo prometo. habrá más básquet y un poco más de protagonismo propio para Hanamichi y Haruko. Y ahora a responder los reviews:

Elena: hola! bueno, ya ves que fue sólo la reacción del momento. A ver como se porta a partir de ahora...

H23: que yo me quejo de que se lo hagas pasar mal a Rukawa? Jajaja pero si eso no puede ser, a mi me encanta! Lo que ya no me gusta tanto es que le superen en el básquet o que se lesione, aunque tengo un fic en que no lo parece... Estamos de acuerdo que renegar de la beca es de tontos, lo ha hecho por berrinche (que maduro), mira como los motivos de Hanamichi tienen más sentido. Al final se irá alguno?

Nae: si no iguales, muy parecidos. Suerte que en los fics los podemos moldear un poco a nuestro gusto jejeje. Entonces te tengo que pasar de DP el 1r capítulo del vol 5; recuérdamelo!

Hipolita: aquí tienes la continuación, y dedicada, no te quejarás XD

Natiz: hola! dile a tus amigas que me dejen algún review, que me gustaría mucho saber también su opinión! Respecto al fic, de color de rosa nada, me gusta hacer sufrir, y porque sea no yaoi este fic no será la excepción jejeje.

Shu-chan: es que Rukie con un bebe en brazos... babasssss XD. Ya verás como en el próximo capítulo se porta mejor.

Muchos besos y gracias por los reviews!

Khira