Desvelado

Capítulo 3:

La nada se revolvió. Pequeñas vibraciones surcaban ese infinito en el que se encontraba prisionero. Él se sobresaltó, era la primera vez, desde su llegada a ese inhóspito lugar, que se percibía en el ambiente movimiento alguno.

Se quedó quieto, esperando. Durante un largo rato no pareció ocurrir nada más, pero de repente le llegó claramente a sus oídos el eco de una voz, apenas un susurro, el cual parecía estar pronunciando las palabras de algún tipo de hechizo o conjuro. El murmullo siguió durante unos pocos minutos más y luego se hizo el silencio, un silencio aterrador que le revolvió las entrañas. Nunca se había sentido tan solo, tan desamparado, tan muerto como se sintió entonces. La voz le había renovado la esperanza, lo había echo soñar... y de repente esa voz lo había dejado.

Cuando consiguió calmarse y pensar con la cabeza de nuevo, se dio cuenta de algo. Había oído una voz... por lo tanto no estaba solo. Quizá había alguien atrapado con él. Eso o alguien había intentado sacarlo de allí.

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Hermione trabajaba en el Departamento de Misterios des del fin de la guerra, desde allí había intentado descubrir todo cuanto pudo del velo. Había leído innumerables libros sobre él, había pasado horas y horas contemplándolo e intentando descifrar todos esos símbolos grabados en la piedra del arco, había hablado con expertos y se había convertido en uno de ellos. Se podría decir que estaba obsesionada, pero no era así. Lo único que la chica anhelaba era recuperar un pedacito de su pasado que le hiciera olvidar la miseria, el terror, la muerte... Y es que ella se sentía sola, muy sola, a pesar de vivir rodeada por una multitud.

Esa mañana llegó al Ministerio y se dirigió directamente al despacho de su superior, Humphrey Schlink.

"Buenos días"

"Buenos días Granger" dijo el hombre, reclinado cómodamente en su sillón.

La chica lo miró atentamente, era un hombre de mediana edad, obeso y estricto. Empezaba a tener canas y se veía cansado. A Hermione le recordaba a su antigua profesora, Minerva Mcgonagall, puesto que era realmente severo y exigía un trabajo limpio y a tiempo. Pero también era bondadoso, especialmente con ella.

"Necesito su permiso para entrar a la sala del velo"

Des del final de la guerra la sala había estado cerrada y pocos podían entrar ahí, ya que los mortifagos usaron el arcaico y desconocido artefacto para eliminar a muchos de sus enemigos.

"¿Otra vez? Granger... ¿Qué se supone que has descubierto ahora?" dijo el hombre con un gesto cansado.

"Esta vez va en serio... por favor"

"Está bien, está bien tú ganas, sólo espero que todo salga bien"

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Puso la pesada llave en la cerradura mágica y esperó, unos segundos más tarde la pieza de metal empezó a girar sola. Después de una serie de chirridos y chasquidos metálicos la puerta finalmente se abrió. Y allí, en el centro de la estancia, encima de un pedestal, reposaba el gran arco de piedra gris, del cual colgaba el velo que se había llevado a Sirius y a tantos otros.

Sacó el libro de la bolsa con infinito cuidado y se quedó allí de pie, contemplando sus duras tapas... ese libro le había costado tanto conseguirlo. Sólo existían tres ejemplares en el mundo, los cuales habían sido escritos por el mismísimo Salazar Slytherin y su fiel compañero, Fergus Spinne. Para conseguir el antiguo volumen se había arrastrado por todas las moradas de antiguos mortifagos y por el aterrador callejón Knokturn hasta que finalmente lo encontró. Realmente no lo encontró ella, sino Arthur Weasley en una de sus redadas, en la gran mansión de los Malfoy.

Tenía el libro pero aquí no se acabaron sus problemas, el dichoso librucho estaba escrito en un idioma arcano complejísimo, el cual, claro está, tuvo que aprender para poder descifrarlo. Finalmente la noche anterior lo había conseguido.

Los primeros capítulos explicaban básicamente la creación del velo, que resultó ser un procedimiento peligroso y descabellado, que ni tan siquiera nuestra insaciable chica hubiese considerado emprender.

Los siguientes fragmentos del libro exponían los objetivos para los cuales fue creado el artefacto, este no era un método de suicidio ni una manera de eliminar enemigos como todos los expertos habían deducido. Era el portal a otro mundo, un mundo donde descansar, donde olvidar y del cual se tenía que salir con ayuda. Podía usarse también como prisión, pero no era para nada mortal.

Finalmente explicaba como sacar alguien de sus infinitas profundidades. Era también, como todo lo relacionado con él, un proceso complicado y peligroso. Pero ella no tenía nada que perder.

Hermione salió del trance en el que se había quedado y se acercó al velo, una vez delante de él se sentó en el suelo duro y frío de aquel piso subterráneo del ministerio.

Sabía lo que tenía que hacer, pero igualmente releyó las instrucciones. Después guardó el viejo volumen en su bolso.

Se levantó y se puso delante del velo. Su cara reflejaba el estado de tensión en el que se encontraba, estaba realmente nerviosa, puesto que intuía, sabía, que esta vez sería la definitiva...


Hola a todos! Ya está el nuevo capítulo, os ha gustado? por favor decídme que os ha parecido:D R&R

xio: Hola amor! Gracias por leer mi fic :D Spero que leas este capítulo tb:D
tercy-S-Scloe: bueno espero que te guste esta capítulo. Aún no se sabe como va a salir sirius del velo pero ya falta poquito jejej!
Seyruu: No te voy a decir como va ser Sirius después de salir del velo, eso tendrás que descubrirlo tú! Sigueleyendo jeje ;)
noelia: Bueno te digo lo mismo que a Seyruu jejej tendrás que seguir leyendo:P

Leukoslove