Bueno aqui el cuarto capitulo ojala les guste.

Munich 1921.

Cáp. IV: La despedida silenciosa.

Todos los fines de semana Alphonse iba a la casa de Ed, pero ahora no era para ver a su padre para hablar de religión, sino que simplemente era para visitar al joven que vivía ahí. Era sábado, Alphonse caminaba tranquilamente para juntarse en la casa de Ed, cual fue su sorpresa al encontrarse con el padre de este en la entrada de la casa, el muchacho acelero el paso para alcanzar al señor.

Buenos días. Saludo cortésmente el alemán cuando estuvo al lado del señor.

OH, Alphonse, muy buenos días. Le contestó el señor de la misma forma, Alphonse sonrió de alegría, el padre de Ed recordaba su nombre. Edward te esta esperando arriba. Prosiguió a hablar el adulto. Me alegro mucho de que se hayan conocido. Finalizo con una sincera sonrisa.

Yo también me alegro por eso señor. Le contesto de la misma forma causando con esa respuesta que Hohemheim sonriera aun mas. Sin más los dos se pusieron a conversar de diferentes temas, Alphonse después de un rato vio la hora, notando que ya era muy tarde. Bueno señor, me tengo que ir, fue un gusto hablar con usted. Comenzó a despedirse el joven, tenia media hora de retraso y Ed odiaba la irresponsabilidad, de seguro el joven lo estaría esperando con algún castigo cruel, le salio una gotita al pensar en eso.

Comprendo. Le siguió este. Espero que cuides bien de Edward. Como respuesta a eso recibió una sonrisa del alemán. Necesitara de tu ayuda cuando no vea a nadie a su alrededor. Alphonse se extraño ante ese comentario, pero no logro preguntarle al mayor sobre su significado ya que este se había ido, sin tomarle mucha importancia golpeo la puerta, Ed lo recibió en bóxer y con cara de sueño, Alphonse simplemente se sonrojo.

Hola. Saludo el joven, dándole el lado al alemán para que entrara, este lo hizo con cierta timidez extrañando a Ed, pero sin mayor importancia le siguió hablando. Te prepare el desayuno. Ed entro a la cocina, Alphonse suspiro tratando de eliminar el nerviosismo que se había formado por ver a Ed así, luego entro a la cocina para ayudarle a su amigo.

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Ya era miércoles y Ed no se había presentado a las reuniones desde el lunes, Alphonse estaba preocupado, después de todo lo había llamado por teléfono y nadie le había contestado, decidió ir a verlo y cuando terminó la junta, se separo rápidamente del grupo, dirigiéndose a la casa de Ed.

Golpeo la puerta muchas veces, pero en ninguna recibió respuesta, se acerco a la ventana, comprobando que si había gente ya que las luces estaban prendidas, entonces ¿Por qué no le abrían? Volvió a la entrada y movió la perilla, se sorprendió cuando la puerta se abrió, entro tímidamente, las cosas del living estaban en su lugar.

Disculpen. Susurro al aire mientras entraba a la casa, buscando a alguien. Revisó por varias piezas, pero al llegar a la cocina se sorprendió al ver trozo de platos y tazas desparramados por el suelo, se preocupo así que rápidamente fue al cuarto de su amigo. Entro al lugar, la oscuridad no le permitió ver, decidió prender la luz, encontrándose con un caos impresionante, muebles en el suelo, cortinas rota, ropa tirada, pedazos de vidrio desparramados. ¡Ed! Grito al ver al joven sentado en un rincón ocultando la cara con sus rodillas, estas estaban dobladas en posición fetal. Al ver que el joven no reacciona se acercó a el, tomándole de los hombros, moviéndolo un poco, el joven reacciono ante ese movimiento.

¿Alphonse? Pregunto un poco confundido por verlo.

Si, Ed, soy yo. Le susurro, Ed mostraba señales de haber llorado por muchas horas. ¿Qué sucedió? Pregunto viendo el desorden. ¿Dónde se encuentra tu padre? Ed miro para otro lado, ocultando su rostro con su pelo. ¿Ed? volvió a preguntar, pero esta vez confundido.

No volverá. Le respondió en un susurro.

¿Cómo que no volverá? Alphonse no comprendía nada, Ed apretó su mano en la camisa del alemán.

Se fue. Siguió diciendo. Se fue igual que cuando era pequeño. Edward miro a Alphonse con nuevas lágrimas, mostrándole toda la tristeza y desesperación que sentía en este momento. ¡Me dejo solo! Grito. Me dejo en este mundo y yo… yo… Ed siguió llorando, Alphonse lo tomo entre sus brazos dándole un calido abrazo, tratando de calmar a su amigo. Me abandono. Susurro en su pecho con lágrimas. Había comenzado a quererle y el imbécil me abandono.

Calma Edward calma. Alphonse le acariciaba suavemente la espalda de Ed.

Al. Susurro el muchacho tristemente, Alphonse no dijo nada, sabia que no era a el a quien llamaban, aun así continuo dándole suaves caricias por la espalda.

Después de un tiempo los llanto cesaron, Edward respondía el abrazo de Alphonse, este ultimo no sabia que hacer, pasaron los minuto, Ed lentamente se fue separando del alemán, quedando así cara a cara.

Lo siento. Le dijo el alquimista mientras secaba sus lagrimas para darle una sonrisa, Alphonse inmediatamente noto que el muchacho estaba fingiendo felicidad, suspiro un poco enfadado.

Edward. Le dio con seriedad, Ed lo miro confundido. No quiero que me sigas excluyendo de esa forma.

¿Eh? Ed no comprendía.

Ed yo estoy contigo. Alphonse tomo las manos de Edward, entrelazándolas con las suyas. Confía en mí. Ed miraba los ojos de Alphonse y luego lo abraso con fuerza y con nuevas lagrimas, el alemán respondió el abraso.

Alphonse… Alphonse. Gritaba desesperado el muchacho en el pecho de su amigo.

No te preocupes, estaré siempre contigo. Ambos se miraron a los ojos, Ed sonrió en agradecimiento.

Tu… ¿Podrías quedarte conmigo esta noche? Pregunto el muchacho tímidamente, Alphonse le sonrió en respuesta.

No tengo otra opción. Empezó a hablar de forma burlona. Que un joven de 16 años camine solo a estas horas seria extraño. Ed rió ante el comentario agradeciéndole sin palabras los intentos de su amigo por hacerlo reír.

¿No te importaría dormir conmigo? Ed estaba un poco sonrojado ante la pregunta que había formado.

No, no me molesta. Ambos se levantaron, con cuidado llegaron a la cama, a Ed le salió una gotita por el desorden que había causado el mismo en su ataque de pánico e histeria, Alphonse simplemente apago la luz y volvió a la cama, junto con Ed. Se encontraba acostado en una esquina, Ed estaba en la otra, el alemán respiraba tranquilamente hasta que sintió los brazos del otro muchacho estrecharlo en un abraso, sonrió completamente sonrojado para luego responder el abraso.

Gomen. Susurro el muchacho.

¿Por qué? Le pregunto el alemán, pero no recibió respuesta, el joven se había quedado completamente dormido. "no importa" pensó mientras cerraba los ojos y al igual que el joven que abrasaba el se quedo dormido.

Continuara…

Arigatoo por los review TT me hacen pensar que no escribo basura XD gomen ando media depresiva, no se olviden de mandarreview