Noches
Advertencia – Yaoi (relación chico–chico) Lime (¿O es Lemon?...).
Nota: Espero no recibir muchos tomatazos por este capitulo, yo se que voy a recibir algunos… Pero espero no sean muchos, sino voy a llorar, y es que NADIE (NI YO) se imaginan lo que va a pasar aquí… les juro que las cosas simplemente SE DIERON, no le echemos la culpa a nadie. Y LES VOY A DECIR ALGO, hasta me cayó bien el Neko en este capi jaja, y no le fue tan mal… NO LE FUE NAAAADAAA MAL.
Petición: En caso de que usted, lector, encuentre ofensivo el contenido de esta historia, Hágamelo saber, y cambiaré su Rating; así como tomaré acciones correctivas. Gracias por su comprensión.
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Capitulo 3 – ¡Huye!...
– Kai. ¿Puedo hablar contigo?... – preguntó tímido el pelinegro, sabía que si quería arreglar las cosas con Kai este sería el momento.
– hmmf – replicó, los que conocían a Kai sabían que eso era "Si, rápido y desaparece". Y definitivamente Rei lo conocía.
– verás yo…. – sinceramente no sabía por donde empezar – Kai, te he extrañado mucho…… y… – estaba cada vez más nervioso.
– pues no parece – dijo Kai, casi gritando.
– no digas eso Kai… verás…yo aún te amo –
– no me digas – respondió Kai con sarcasmo, ya no podía creer en las palabras de Rei, las había creído antes, había vivido con él varios años, y cuando creía que era imposible que algo los apartara el chico de ojos dorados le dice que quiere tiempo, le da tiempo. ¿Y que pasa?... … MAO…. ESO PASA…
– por favor, déjame hablar… escúchame… si después ya no quieres saber de mi me iré, y no me volverás a ver – continuaba el chino
– bien – respondió el gran conversador de Hiwatari.
– Te amo, siempre te he amado, eso no ha cambiado nunca… lo que yo quería era ir a arreglar un compromiso que había hecho en China hace mucho… con… Mao… y su familia– sabía que eso no explicaba mucho, quizás lo mejor era decir toda la verdad de una vez.
– lo que pasa es que en mi aldea, es común que te comprometan en matrimonio…con alguien desde que naces y Mao, es mi……. Prometida – terminó de relatar Rei.
Esta si no se la esperaba Kai… Rei estaba comprometido, y ahora él mismo iba a su casa a restregárselo en SU cara, no… nunca se lo iba a perdonar…
– no quería decirte porque… no sabía como ibas a reaccionar…. Esperaba que las cosas salieran diferentes… se suponía que me tenía que casar con ella apenas cumpliera la mayoría de edad, y sabes que cuando me fui a China y te dejé apenas los iba a cumplir – siguió explicando Rei…
– tardé en regresar, porque no me dejaban romper el compromiso, y cuando lo logré… tu ya habías desaparecido………. Le pegunté a todos, TODOS, los que te conocían, hasta que localicé a Bryan, él era el único que sabía donde vivías, y pues me dijo que tu y Tala – se detuvo, le dolía, y mucho el sólo pensar que Kai ya había continuado su vida con el pelirrojo.
– ¿Lo amas?... – preguntó Rei con un nudo en la garganta.
Kai para entonces estaba demasiado molesto, escuchar la historia de Rei había sido demasiado –"Rei comprometido" – pensamiento que iba y venia en su mente. Le había impactado demasiado.
Pero después escuchó la última pregunta de Rei, seguía molesto, y no quería hablar en ese momento.
– No te importa – típica respuesta Hiwatari.
Kai sin esperar nada más se levantó de su lugar y caminó hacia la cocina. –"Creo que si quiere que me vaya"– pensó Rei, que más podía pensar, Kai incluso se negaba a hablar con él.
– bueno, entonces voy a recoger mis cosas, perdón por molestarte – dijo conteniendo las ganas de llorar.
– por mi te puedes quedar, nadie te está corriendo – contestó y desapareció tras la puerta.
Rei no pudo soportar más y salió corriendo con lágrimas en los ojos a la que sería ahora su habitación.
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– Ahh que buen baño – dijo el pelirrojo mientras se terminaba de acomodar su hermoso cabello.
– "Tengo hambre"– pensó, pues no había desayunado, bueno se bebió una cerveza, pero eso no cuenta –"Y aparte me cansé mucho anoche" – una enorme sonrisa de satisfacción aparecía en su hermoso rostro.
Sabía que probablemente Kai se estaba dando un baño, y Bryan estaría dormido, así que vio seguro salir del cuarto. Al hacerlo, por segunda vez en el día choca con alguien.
– ¿Otra vez?... – preguntó mientras observaba a la persona con la que acababa de chocar.
– lo… lo siento – dijo Rei agachando la cabeza, en un intento de esconder su rostro lleno de lágrimas. Con más calma pasó a un lado del ruso para llegar a su habitación.
– "¿Estaba llorando?..." – claro que el ojiazul no era nada tonto, y notó el estado en el que se encontraba el pequeño chino.
Sin saber porque caminó detrás de él. Vio que el chico entraba en una habitación y cerraba la puerta, sin pensarlo dos veces entró también, para cerrar la puerta de nuevo, pero con llave.
Cuando entró lo vio sentado en el suelo a un lado de la puerta, estaba abrazando sus piernas y su cara enterrada en ellas.
Se sentó a un lado de él y con su brazo rodeó los hombros del pelinegro, Rei sin saber porque, lo abrazó para desahogarse en el hombro de la persona que lo intentaba reconfortar.
Así estuvieron un rato hasta que el Neko se calmó un poco.
– Gracias – fue lo único que se le ocurrió decir, no entendía porque EL le estaba ayudando, ni porque había llorado así con EL.
– hn, no es la primera vez que sirvo de pañuelo – respondió calidamente Tala, lo que significaba "Claro, cuando quieras". Rei después de haber vivido varios años con uno de los 3 rusos sabía perfectamente como entenderlos.
Ahora estaban en silencio, Rei seguía abrazando a Yuriy, con su cabeza hundida en el hombro del ruso, y Tala seguía con su brazo alrededor del otro chico. Ambos encontraban agradable el silencio que se había establecido, y no querían romperlo.
– ¿Qué te pasó?... – Tala fue el primero en hablar, pero le había intrigado encontrar al joven tan triste, después de haberlo visto un poco más alegre esa misma mañana.
– sólo me despedí de Kai – no sabía porque confiaba en la persona que se había robado a su Kai, pero lo hacía, y sentía que podía platicar con él.
– ¿Por qué?... – preguntó aún más intrigado el pelirrojo, pues sabía que Kai amaba a Rei, y Rei amaba a Kai. ¿Por qué se tenían que despedir?...
– porque ahora está contigo – respondió Rei, seguía pensando que Kai y Tala eran novios, pero no se le podía culpar, aún era muy inocente como para saber que dos amigos pueden tener sexo sin que sean formalmente pareja.
Tala no pudo evitar reírse, había encontrado demasiado graciosa la respuesta del Neko. El chino soltó a Tala y se alejó para verlo a la cara.
– ¿De que te ríes?... – pregunto.
– de que yo no estoy con Kai –
– pero si ustedes…. Hasta viven juntos –
– pero eso no significa nada, inclusive mi cuarto es uno diferente al de Kai –
Rei se quedó pensando en eso, Tala tenía razón, él mismo lo vio, cuando el pelirrojo regresó al cuarto de Kai para recoger sus cosas y entrar a otra habitación….
– ¿Qué son?... –
– amigos… de la infancia –
– ¿Y te acuestas con él?... – preguntó tanto confundido como sorprendido.
– ¿Algún problema?... – dijo Tala levantando la ceja.
– pues yo… pensé –
– Kai no se va a enamorar de nadie, más que de ti, estaba como loco cuando te fuiste –
– ¿Enserio?... –
–"No sé porque me recuerda al chico de ayer. ¿Cómo se llamaba?...……………. Ahh si, Lyserg, son igual de inocentes"– pensó el ojiazul. Suspiró.
– mira, yo vine porque él se sentía sólo… jugando coqueteábamos y pues una cosa llevo a la otra, pero no significa nada – explicó Tala –"Es como hablar con un niño chiquito"– Intentaba usar TODA su paciencia para explicarle al chico lo que pasaba en esa casa. Sin mencionar los sentimientos secretos que había desarrollado por el peliazul.
– ¿Cómo le haces?... – preguntó apenado Rei.
– ¿Qué?... – ahora el confundido era el ruso.
– lo de la lata – dijo completamente sonrojado, era una pregunta extraña, pero si había quedado impresionado como con una cochina lata, había excitado a tal grado a los icebergs de Kai y Bryan.
Después de pensarlo un poco, Tala entendió la pregunta.
El ruso puso una tierna sonrisa en su rostro, mientras veía fijamente a los ojos de Rei, ahora entendía a lo que se refería Kai con eso de que iba a extrañar los ojos del Neko, y es que eran hermosos, un color dorado característico sólo de los chinos.
Ambos seguían sentados en el suelo, Tala estaba recargado en la pared y Rei estaba sentado enfrente de él, con las piernas cruzadas.
Lentamente el ojiazul, sin perder el contacto visual deslizó su mano hasta colocarla en la rodilla de Rei. Rei estaba tan perdido en los ojos azules que no notó esta sutil caricia.
El pelirrojo acercó su otra mano al lindo rostro del Neko, para remover esos traviesos cabellos negros que lo tapaban.
Lentamente el ojiazul acerco su rostro al de Rei, mientras que su mano que estaba en la rodilla de Rei iba intensificando un poco la caricia, llevándola hacia el muslo.
Rei seguía sin reaccionar. Le acariciaban tiernamente la mejilla y tenía el rostro de Tala más cerca y más cerca y más cerca, apenas empezaba a sentir esa mano que lenta pero sensualmente se dirigía a su entrepierna.
El aire le empezaba a faltar al Neko, su respiración iba en aumento, su cuerpo inconcientemente gritaba que esa mano llegara ya a su entrepierna, y esos labios chocaran contra los suyos lo antes posible.
Sentían la respiración del otro chocar contra ellos, sus labios sólo tenían escasos centímetros entre ellos.
Rei cerró los ojos, esperaba en cualquier momento probar esa boca que lo estaba llamando. Pero volvió a abrir los ojos cuando sus labios aún no rozaban con nada, el pelirrojo seguía enfrente de él, con los mismos centímetros de separación.
Inconscientemente el chino pensaba –"¿Qué está esperando?..."– pero lo que vio lo sorprendió aún más, Tala acercó su rostro, pero pasó de largo su boca, y llegó a su oído, donde susurró sensualmente – Así –
Reí abrió mucho los ojos –"¿Así qué?..." – Y después reaccionó – "Así es como los seduce" – pensó sorprendido, hasta él había caído en los extraños pero deliciosos juegos del hermoso ruso.
Después de eso Tala se levantó de donde estaba y caminó hacia la ventana del cuarto.
– ¿No tienes hambre?... – preguntó descaradamente, sabía perfectamente la confusión en la que había dejado al chino.
Rei intentó controlar su respiración, ya que se había acelerado gravemente, ya que tuvo control contestó.
– Si, algo – Seguía aún algo confundido por lo que acababa de pasar minutos antes.
– vamos a desayunar entonces – dijo mientras abría la ventana y se subía en ella.
– ¿Qué haces?... – Preguntó Rei confundido al ver que el ruso quería salirse por la ventana – Estamos en un tercer piso, es peligroso –
Pero el ruso ya no se veía, cuando se asomó, vio que el ruso estaba parado afuera en un borde.
– Eres un Neko – respondió, Rei también debería tener la misma facilidad para salir de la mansión por la ventana sin importar que estuvieran en un tercer piso, y él, pues hay que recordar que nuca dejó de ser Cyborg.
– ¿Pero porque por la ventana?... –
– porque quiero ir a desayunar y pasear a la cuidad –
– ¿Por qué no desayunas en la cocina?... –
–"Habla mucho"– pensó el cyborg – ¿Estás loco?..., ese par nos violaría antes de llegar a la cocina – respondió burlándose – Aquí la guerra fue declarada desde en la mañana – explico al Neko. Después recordó a Bryan amenazando a Tala cuando este se había encerrado en su cuarto, y entendió a lo que se refería el pelirrojo.
"– Está jugando con nosotros, pero espera a que lo atrapemos. ¿Verdad Kai?... – dijo Bryan volteando a ver al peliazul que se encontraba recargado contra la pared, con otra sonrisa muy parecida a la del pelilavanda.
– No quisiera estar en sus zapatos – susurró el Neko."
– bueno. ¡Pero no tenemos dinero!... – Volvió a preguntar –"¿Qué nunca se le van a acabar las preguntas?..."– pensó para si el pelirrojo, su paciencia estaba llegando al límite.
Iba a brincar hacia un árbol que estaba muy cerca, pero se detuvo, volteó a ver al Neko que seguía asomándose por la ventana. Metió su mano a uno de sus bolsillos y sacó un objeto –"Se parece a lo que sacó cuando entró al cuarto de Kai y recogió su ropa" – pensaba el chino.
Tala levantó el objeto para que su acompañante lo pudiera ver bien.
– Es la cartera de Kai – gritó sorprendido, Tala se había robado la cartera de Kai.
– shhhh, no grites nos van a oír, y al rato la regreso, sólo quiero desayunar – respondió.
Rei ya no dijo nada más y siguió los pasos de Tala, salió por la ventana caminó por el borde, bajó a un balconcito y brincó al mismo árbol, el cuál al igual que Yuriy lo bajó de otro brinco.
Tala sin avisar salió corriendo, tenía que brincar la barda que bordeaba la mansión antes de que Kai se diera cuenta que intentaban escapar, después de todo Kai aún se tenía que cobrar una apuesta.
Rei salió corriendo atrás de él, pero de reojo pudo ver a un peliazul brincando del mismo árbol y correr atrás de ellos también.
– Te dije que te iba a oír – gritó molesto el ojiazul mientras de un brinco alcanzaba el borde de la barda y se subía a ella. Rei hizo lo mismo, no entendía porque huían, y pensaba que era por lo de la cartera. Lo que no sabía era que los rusos así jugaban y Kai ni cuenta se había dado que no llevaba cartera.
De arriba de la barda brincaron y salieron corriendo hacia el bosque.
Kai decidió no seguir a su amante, ya que el Neko iba con él – cuando regreses, Yuriy, me las vas a pagar – gritó desde el lado contrario de la barda de donde los prófugos se encontraban.
– Es la segunda vez que me dicen eso en un día – respondió con otro grito el Ruso mientras se perdía en el bosque.
Atrás de Kai alguien se ríe a todo pulmón – se veían muy graciosos desde aquí arriba Hiwatari – gritó Bryan desde otra de las ventanas, del mismo tercer piso.
– hubieras ayudado – respondió mientras entraba con toda calma a la mansión.
– mejor te ayudo a planear como castigarlos por portarse mal – contesto de manera siniestra el pelivioláceo.
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– ¿Qué crees que hagan cuando nos encuentren?... – pregunto un poco inquieto el Neko
– ¿Quién dijo que nos van a encontrar?... – preguntó un YA molesto pelirrojo, el Neko hablaba demasiado…
– ¿No van a venir a buscarnos?... ¿Y si nos atrapan?... – seguía preguntando.
Tala levantó una ceja – Hablas mucho – dijo, deteniendo su caminar para ver de frente a Rei – si Kai quisiera perseguirnos nos habría seguido en su moto – explicó y siguió caminando.
– ¿Kai tiene moto?... – otra inteligente pregunta del chino. La cuál el ruso no contestó, pero si gruñó, dando a entender la obvia respuesta.
– pero me había prometido deshacerse de su moto después del accidente que tuvo – comentó Rei con un poco de preocupación.
Ese comentario hizo a Tala detenerse de nuevo, y giró sobre su eje para encarar por segunda vez al de ojos dorados.
– ¿Kai?... ¿Accidente?... – preguntó sorprendido.
– si, una vez se cayó y terminó en el hospital – aclaró el de cabello negro.
– no lo puedo creer……el gran Kai Hiwatari se cayó de su moto…….esa no me la sabia – dijo demasiado sorprendido – "Tal vez el gatito me podría decir mas errores cometidos por Kai………. Ese Kai aún me tiene que pagar por haberme humillado ayer"– pensaba perversamente…… Platicar con el gato podría ser productivo.
– Tenemos bastante dinero, podríamos ir a desayunar, después ir al cine, luego a algún bar...…. ¿Te parece?... – mencionó el pelirrojo. Ambos seguían caminando por el bosque, pero ya divisaban la cuidad.
– claro – dijo con una tierna sonrisa el Neko.
– ¿Qué quieres desayunar?... – preguntó el ruso.
– lo que sea, excepto comida japonesa, china o rusa – pidió Rei.
– ¿Conoces la comida rusa?... –
– si Kai me hizo comerla, pero no se me antoja nada de eso –
– hmmf ¿Entonces?... –
– pastel y chocolate caliente – dijo felizmente Rei.
Tala sonrió al escuchar eso último – "Chocolate caliente" – recordó la noche anterior con Kai, tal vez no era un desayuno normal, pero le agradaba la idea.
– de acuerdo – respondió simplemente.
Desayunaron pastel con chocolate caliente – "Vaya que es extraño……… de cierta manera me recuerda al chico de ayer…a Lyserg" – pensaba el pelirrojo mientras observaba a Rei.
– ¿Y ahora?... – preguntó Rei.
– hn, ya te dije, al cine –
– bueno – respondió el chino, era buena idea, y la incomodidad que antes sentía por la presencia del ruso había desaparecido y cada minuto con él le daba más confianza.
Ambos caminaron al cine donde tenía planeado entrar. Al llegar no pasaron desapercibidos por varios ojos, pues ambos chicos eran guapos. Algunos incluso se acercaban e intentaban platicar con ellos y conocerlos.
– Hola, mucho gusto, yo soy Aeiru y ella es mi amiga Yana, tu ¿Cómo te llamas?... – le preguntaron dos lindas jovencitas al ruso.
– pero que lindas señoritas – sonrió de manera seductora – soy Tala – respondió cortésmente. Rei sólo observaba, empezaba a admirar la facilidad que tenía el ruso para poner a cualquiera a sus pies, de hecho esa era la tercera vez en un día (Y apenas era temprano) que lo veía llamar la atención de los demás; primero en la sala con la lata de cerveza, después en su habitación donde él mismo fue el que cayó por sus encantos y ahora en el cine, donde varias jóvenes se acercaban a él.
Rei siguió observando como con tan sólo miradas el pelirrojo había recibido una bebida gratis del joven de la dulcería (Créanme, se puede), varios teléfonos de otras jovencitas, y una que otra proposición indecorosa. El quería saber hacer eso, tal vez si le pedía ayuda a Tala también se podría convertir en alguien que llamara tanto la atención.
Entraron a ver más de una película, ya que no tenían nada que hacer y probablemente al regresar a la mansión Hiwatari los iban a golpear por haberse ido con la cartera de Kai.
– ¿Tala?... – preguntó tímidamente Rei, mientras seguían viendo su tercera película del día.
– hmmf – replicó Tala.
– "Se parece a Kai" – pensó Rei y rió – ¿Me podrías enseñar?... – preguntó muy sonrojado, y apenado por la pregunta.
– ¿hmmf?... – preguntó el ruso, definitivamente no entendió la pregunta…
– a…. mmm… a…. conseguir un refresco gratis como el tuyo – explicó Rei. Yuriy se quedó observándolo un poco, su mente trabajando lentamente, para entender que era lo que el chino quería decir con 'conseguir un refresco gratis'; poco a poco, las palabras del Neko tomaron sentido. Observó a Rei, que estaba sentado a su lado en la sala de cine. Lo recorrió con su mirada de arriba abajo y una sonrisa algo escalofriante apareció en su rostro.
Rei pasó saliva al ver la sonrisa que se hizo presente en las lindas facciones del pelirrojo –"Creo que no fue buena idea después de todo" – pensó arrepentido –"DEFINITIVAMENTE NO FUE BUENA IDEA" – pensó segundos después más alarmado, pues la traviesa mano del pelirrojo comenzaba a acariciar su pierna de forma provocadora.
– Tala ¿Qué haces?... – preguntó el Neko, removiendo la mano del ojiazul de su pierna.
– quieres que te enseñe ¿No?... – respondió el ruso, con voz seductora.
– si, pero aquí no – murmura demasiado apenado el chino – además dije que me enseñes, no que me violes – se sonrojó a más no poder. Tala sonrió maliciosamente.
– para saber lo que les gusta a los hombres debes experimentarlo en carne propia – susurro el ruso en su oído, provocando un delicioso escalofrío en el cuerpo del chino. Rei pasó saliva con dificultad – además nunca haré nada que no quieras – volvió a poner su mano en la pierna de Rei, apretando levemente. Mientras que tomaba entre sus dientes el lóbulo del menor. Ganando un pequeño suspiro de placer de Rei.
– ¿sabes qué?... Fue mala idea, olvídalo – respondió bastante nervioso el de cabello negro. ¿Acaso Tala acababa de insinuarle que se acostara con él?... Pero nunca había estado con alguien aparte de Kai.
– ¿Estás seguro?... Porque hay otra parte de ti que me dice lo contrario – volvió a hablar Tala cerca de su oído, llevando un dedo al miembro del chino, él cuál estaba más que despierto. Lo recorrió, ganando más escalofríos por parte del pequeño cuerpo del Neko.
Rei por su parte no sabía que hacer, tenía miedo, estaba excitado, amaba a Kai, pero…
– aquí no – murmuró nervioso, intentando alejar nuevamente las manos traviesas de Yuriy. Estando bastante apenado, pues ahora el ojiazul sabía que había logrado que su cuerpo reaccionara… Más rojo no podía estar – en un hotel – cuando se dio cuenta de lo que dijo, llevó sus manos a su boca, asustando –"Que el 'sillón del cine' me trague" – pensaba apenado. Tala se alejó de él sorprendido. Soltó la carcajada.
– ¡Cielos!... ¿Un hotel?... Eso si no me lo esperaba – se seguía riendo – Tú no eres lo que me esperaba, sólo tienes la cara – lentamente dejó de reír – no eres tan inocente – murmuró, ya más tranquilo, levantándose de su asiento, jalando a Rei del brazo. Saliendo prácticamente corriendo del cine.
Mientras tanto en la mansión Hiwatari
– ese maldito Ivanov, cuando lo encuentre – gritaba un eufórico Kai.
– ¡TENGO HAMBRE!... – gritó Bryan
– ¡Pues te aguantas!... No hay comida, ni dinero –
– Ivanov se va a morir por esto – siseó Bryan.
Motel
– AHHH – gritó Rei, perdido completamente en el placer que le brindaba el pelirrojo – ¡AHH!...!... TALAAAA – gemía.
Se encontraba recostado en una gran cama de sábanas blancas; las cuales estaban hechas a un lado. Yacía desnudo y disfrutando de las maravillas de las manos del ojiazul.
– OH DIOS – sus mejillas sonrojadas lo hacían ver, angelical; sus gritos, excitante, y sus movimientos torpes, inocente. Toda una mezcla que el pelirrojo nunca había visto o conocido. Todas sus conquistas habían sido jóvenes agresivos y con experiencia.
El pelirrojo dejó de estimular manualmente al chino, para acercar sus rosados labios a la excitación del Neko.
Abrió la boca ligeramente y se acercó al miembro, aun teniéndolo suavemente entre sus manos. Respiró en él, y sopló sensualmente. Sacó su lengua y con ella recorrió sus propios labios para humedecerlos, miro a Rei a los ojos y comenzó a lamer la base de su pene, hacía arriba, lentamente, mientras pasaba sus dedos sobre la entrada del chino.
– AHH SII – jadeó, viendo como Tala seguía lamiendo su miembro, desde la base, hasta la punta.
Cuando llegó arriba, recorrió toda la cabeza de la erección y lamió el agujero del miembro. Aun cruzando su mirada azul, con los dorados ojos del chino.
La lengua de Tala recorría fervientemente el bien despierto miembro del chino. Arrancando gritos de placer, y desesperación. Yuriy presionó con su lengua la punta del Neko, haciéndolo jadear. No soportaba más, quería sentir completamente la boca del ruso, quería sentirse rodeado de esa cálida y deliciosa humedad.
Con movimientos desesperados el de cabello negro levantaba sus caderas. Pero dos poderosos brazos las detenían, y mantenían en su lugar, continuando con la tortura.
– ¡.¡.¡TALA!.!.!. – gritaba, tomando entre sus manos los sedosos y brillantes cabellos rojos, jalándolos. Queriendo guiar esa linda boca a su erección. Gimoteando de placer.
Yuriy ya no se hizo más del rogar, acercó la cabeza del miembro a sus labios, aun cruzando mirada, lo besó, pasó su lengua de nuevo sobre él, y lo introdujo en su boca, rodeándolo con sus labios. Lo mantuvo ahí unos momentos, escuchando los jadeos del Neko al finalmente sentir lo que tanto deseaba.
– ¡.¡.¡OHH CIELOS!.!.!. – Yuriy bajó rápidamente, engullendo toda la erección. Manteniéndolo ahí unos momentos, para después deslizarse hacía arriba hasta la cabeza del miembro.
Le daba pequeños golpes con su lengua, apretaba levemente con sus labios, chupaba y recorría.
– MAAS – gritó el chino cuando sintió un pequeño mordisco. El pelirrojo se movía arriba y abajo, dejándose llevar por los jadeos de placer de su compañero. Cuando sintió que el de cabello negro estaba a punto de liberarse sacó el miembro de su boca y lamió con más calma.
Cuando se dio cuenta que había pasado la sensación en el cuerpo del chino, volvió a introducir la erección en su boca, subiendo y bajando su cabeza, queriendo mantener a joven constantemente estimulado, pero sin hacerlo llegar al límite, disfrutando de cómo lo hacía sufrir y gritar.
El chino no pudo soportarlo una segunda vez, y se derramó en la cálida boca de Yuriy, quien intentó tragar lo mayor posible, sin embargo pequeñas gotas caían las comisuras de sus labios. Lentamente se separó del de ojos dorados, y con la parte trasera de su mano, se limpió la boca con otro movimiento provocador.
Siendo observando por ojos dorados, completamente nublados por el placer que sentía en esos momentos. Aun desorientado por la asfixiante, pero deliciosa sensación.
Tala, volvió a agachar su cabeza, poniendo su lengua en el ombligo del chino, lentamente comenzó a lamer hasta llegar al cuello. Levantó su rostro y lo puso frente a Rei.
– ¿Te gustó, gatito?... – preguntó sensualmente, sabiendo de antemano la respuesta, pues el placer del Neko se reflejaba perfectamente en las pupilas dilatadas del joven.
– ahhmnn – Rei aun no podía coordinar palabras coherentes, sólo balbuceos salían de sus lindos labios. Yuriy sonrió cínicamente a eso, adoraba sentir que tenía control absoluto del joven con quien estuviera.
Pero de pronto se encontró sorprendido al ser empujado, cayó a un lado del chino, en la cama, y Rei se colocó sobre él, aun con la mirada un poco nublada por esas sensaciones.
– vamos a ver si aprendí – murmuró, dejando que su aliento chocara contra los labios del pelirrojo, dejando a Yuriy completamente pasmado por el repentino cambio del pelinegro.
Rei comenzó a abrir los botones de la chamarra de Tala, aun ante la sorprendida mirada del pelirrojo.
– ya solucionaste mi problema, pero aun queda el tuyo – murmuró, poniendo su rodilla sobre la erección del pelirrojo, haciéndolo jadear un poco.
Cuando tuvo abierta la chamarra, se encontró con una playera negra pegada a su torso. La desesperación le llegó, así que solamente la jaló rasgándola.
– a este paso, me van a dejar sin ropa – comentó gracioso por la ahora desesperación del chino por desnudarlo – "Vaya que aprende rápido" – pensaba, desesperándose por saber que haría el chino.
– es tu culpa – respondió Rei, abriendo el pantalón el ruso, jalándolo junto con los boxers – ¡WOW!... – exclamó, al tener al delicioso ojiazul semidesnudo frente a él, ya que aun tenía la chamarra a medio poner, y la playera rota abajo, lo que lo hacía ver aun más provocador. Por más que intentó aparentar con mayor experiencia, y mostrarse sin miedo, no pudo evitar sonrojarse, pues se daba cuenta de lo que hacía.
Tala se levantó un poco y se recargo en sus codos, alcanzando en rostro del joven que estaba arriba de él.
– ¿Te gusta lo que ves?... – preguntó descaradamente, aumentando en sonrojo del Neko. Rei, no queriendo hablar más, tomó el miembro de Tala, aún temeroso, entre sus manos, acostando de nuevo al ruso con su otra mano.
– si sigues hablando me detengo – amenazó Rei, comenzando a masturbar lentamente al ojiazul.
– tu……. Eres… el que… quiere……. Aprender – jadeó, después cerró los ojos, y se entregó a las manos del chino
El pelinegro repitió la operación, y por medio de besos y lamidas bajó su rostro hasta el miembro de Tala.
Abrió muy poco la boca y colocó la punta sobre sus labios, haciendo presión con ellos en la cabeza, antes de abrir sus labios y dejar entrar la erección del pelirrojo.
– mmmm usa tu lengua – indicó Yuriy, mordiéndose en labio inferior, apretando los ojos, y respirando agitadamente.
El neko teniendo el miembro en su boca, lamió la punta, y ejerció presión en ella – ¡SI!... – jadeó el ruso.
El chino bajó su cabeza, dejando que su boca envolviera más y más cada momento.
– no dejes que…… t–t–tus dientes lo … ahh… toquen – instruía el ojiazul, disfrutando de la hesitación, pero calma de esa húmeda cavidad.
– mmmmmm – gimoteaba, pues el chino comenzaba con movimientos rápidos con sus labios, succionando causando que la espalda de Yuriy se arqueara y mordiera con mayor fuerza su labio.
El ruso apoyó sus pies sobre la cama, y levantó sus caderas, gimiendo cada vez más fuerte – n……no tenses tu garganta – decía, tomando la cabeza del chino entre sus manos, moviéndola con mayor velocidad, tanto la cabeza como sus caderas. Dejando que su miembro entrara cada vez más en la boca del pelinegro, quien no pudo evitar gemir, haciendo que su garganta vibrara.
– AHHH – gritó el pelirrojo, al sentir la vibración, disfrutándola al máximo – cielos… AHH – gimió, arqueó más la espalda, y levantó sus caderas apoyando su peso en sus pies, dejando su semilla salir, llenando la boca del de ojos oro.
El chino no pudo mantener la esencia de Tala en su boca, la abrió un poco y dejó que cayera a la cama, Todo frente a los ojos de Yuriy, quien lo encontró increíblemente sexy, jadeando un poco más.
– ¿Quién lo diría?... Soportaste menos que yo – comentó Rei, acostándose a un lado de Tala.
– calhshhhnhhhhglps – balbuceó ahora el ojiazul.
– tomaré eso como que no estuvo nada mal – dijo el pelinegro orgulloso de su trabajo.
– calla y… –
– durmamos un poco –
– totalmente de acuerdo – mencionó Yuriy, quitándose por completo la chamarra y la playera rota y lanzándolas al piso junto con los pantalones, y lo demás. Tomó la sábana blanca que estaba a un lado de ellos, y los cubrió a ambos.
Se quedaron observándose a los ojos, azul como el hielo, viendo fijamente al dorado como el sol, ambos con la cabeza en la almohada, cubiertos por la delgada y blanca sábana.
Cerraron los ojos, y juntaron sus rostros, regalándose un tierno beso, Tala rodeó con sus brazos la delgada cintura del gato, y el Neko, pegó su cuerpo desnudo al lobo. El momento era como un agradecimiento por el momento de placer.
– no te emociones, no vamos a hacer más – habló Rei, separándose y soltándose del abrazo del pelirrojo.
– y tampoco se va a repetir – aclaró Yuriy.
– eso mismo – estaba de acuerdo el chino. – pero…… Gracias – agradeció, con una sonrisa tierna.
– hn – fue la respuesta que recibió, pues el ruso ya estaba más dormido que despierto.
– … – ya no dijo nada más y también cerró sus ojos, pero entonces – ¿Tala?... – preguntó.
– ¿hn?... –
– cuando vamos a regresar –
– ¿Qué hora es?... –
– como las 8 de la noche –
– aun es temprano, a las 11 vamos a un bar, traemos mujeres hermosas aquí, y mañana regresamos con los otros locos…. – explicó Tala.
– ¿Crees que nos maten?... – preguntó divertido el Neko.
– probablemente, por eso tendrás que poner en práctica lo aprendido para sobrevivir –
– ¿Tala?... –
– ¿hn?... –
– ¿También te gustan las mujeres?... –
– mmm hm –
– ¿Por qué?... –
– porque con ellas sabes que siempre vas a ser el que domine, con los hombres hay que pelear por el control, y si lo pierdes, puedes llegar a estar hasta dos días adolorido –
– ahh, pues con Kai siempre fui Uke –
– por favor, DUERMETE –
– ¿Estás cansado?... – preguntó a Tala.
– si, anoche no pude dormir – sonrió, pues estuvo con Kai – y en la mañana ustedes me levantaron temprano – explicó, cerrando de nuevo los ojos.
– perdón – fue lo último que se escucho salir de Rei.
Finalmente ambos quedaron dormidos, disfrutando de la calma después del placer.
Mansión Hiwatari
– YA… voy a salir a buscarlos – gritó un Kai furioso. Había pasado TODO el domingo, encerrado, con Bryan, sin comer, esperando a los fugitivos, sin dinero (porque un gracioso se llevó su cartera), y limpiando el desorden de su cuarto.
– te acompaño – respondió, un igualmente furioso Bryan.
– conociendo a Ivanov, va a estar en el bar al que siempre vamos, y cuando lo encuentre. ¡Va a saber lo que es molestar a Hiwatari!... – dijo colérico, tomando las llaves de su moto – hn, usa la moto de Yuriy – señaló a Bryan, dándole las llaves de la otra moto.
– ¿Seguro que van a estar ahí?... – preguntó el pelilavanda encendiendo la moto.
– si, son las 12 de la noche. ¿Dónde más podrían estar?... – gruñó el peliazul, arrancando hacía el único lugar donde sabría que los encontraría…. Y cuando lo hiciera, no iban a vivir para contarlo.
П Noches П Noches П Continuará… П Noches П Noches П
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