Hola! Aquí les traigo un nuevo chappie Espero que les agrade miles de gracias por los reviews! Yay en 10 días cumplo añitos! Happy bday to me happy bday to me .... jaja Abrazos a todos disfruten!

Tres largas noches habían pasado sin rastros de Inuyasha.

No importaba lo que Sango y los demás trataran de hacerla creer el era un verdadero monstruo no tenia sentimiento alguno. Al menos ella no tendría el corazón para dejar a alguien así pensó Kagome mientras observaba como resplandecían las estrellas desde una pequeña ventana en la obscura celda donde se encontraba.

Tenia frió, hambre y sed la joven suspiro bueno al menos su hermano estaba a salvo no sabia que era peor tortura que esta, extrañaba a su mama y sus libros como extrañaba quedarse hundida en uno de sus libros favoritos donde el príncipe se quedaba con la princesa y Vivian felices para siempre.

Claro que esas solo eran historias, cuentos escritos por personas con mucha imaginación aunque le gustaba soñar que era una princesa y que un día llegaría su príncipe encantado en un enorme corcel blanco por ella.

La llevaría a su hermoso castillo y vivirían felices para siempre. –Kagome?- una voz femenina interrumpió sus pensamientos –Ah eres tu Sango, Hola que pasa?- pregunto amablemente tratando de forzar una sonrisa.

-Creo que logramos convencer a Inuyasha de que te deje salir de esta celda- Los ojos de la joven se iluminaron –En serio?- exclamó emocionada –Si, solo que con una pequeña condición- -que condición?- pregunto con voz temblorosa su rostro ahora reflejaba algo de temor.

-No te preocupes no es nada grave- sonrió Sango –solo tendrás que ayudarme con los labores del castillo los cuales no son muchos ya que nadie vive aquí mas que nosotros-

-Y cuando me van a sacar de aquí?- pregunto rápidamente –Pues cuando Inuyasha regrese salió temprano del castillo- -Ah si?- -Si, esta muy en su papel de proteger a su bosque y al la gente que vivía en su castillo- comento Sango

-Y tu desde cuando vives aquí? también eres su prisionera?- la joven rió –jaja no, no soy su prisionera cuando era pequeña mis padres murieron en un incendio e Inuyasha me salvo y desde entonces me eh quedado aquí tratando de pagar por lo que hizo por mi-

-Vaya quien pensaría que Inuyasha haría algo así- comento Kagome sin pensar –Solo es cuestión de llegar a conocerlo- agrego –será mejor que vaya a prepar la cena, mas tarde vendré para mostrarte donde te quedaras-

-si, muchas gracias Sango- -no lo menciones hasta pronto-

-Genial ahora solo tengo que esperar a que llegue....- Kagome decidió dormir un poco ya que no tenia nada mas que hacer.

-Estuvo aquí, puedo olerlo- -Quien?, Naraku eso es imposible lo hubieras detectado antes- respondió Miroku a Inuyasha ambos caminaban por el bosque –Si, pero parece que el maldito logro escabullirse de alguna forma el es el que esta causando toda esta revuelta entre las criaturas del bosque- -Quiere venganza- -la tendrá y yo tendré la mía-

-Al fin llegaron la cena esta lista- los recibió felizmente Sango en la puerta –No tengo hambre- dijo Inuyasha caminando hacia su habitación –No, Espera!- corrió Sango tras el –Que pasa?- -Um Kagome recuerdas?- -Kogome?- -tu "prisionera"-

Una sonrisa jugueteo en los labios del hanyou -Ah si que pasa?- -recuerdas que prometiste sacarla?-

-Oh... si- Sango sonrió y estiro su brazo para recibir las llaves vaya sorpresa la que recibió al ver que Inuyasha se dirigía hacia el calabozo –Hey espera!!- -yo la sacare tu sirve la cena-

-Pensé que no tenias hambre- grito Sango -mentí- respondió el hanyou –Esto será interesante- agrego Miroku.

-Dime Shippo es cierta la leyenda que se cuenta?- -Bueno si, no siempre fuimos así, es una maldición-

-Shippo...-

El pequeño kitsune se quedo callado sus ojos reflejaban miedo al igual que los de Kagome quien veía fijamente al hanyou.

-Largo de aquí Shippo- el pequeño hizo caso y decidió irse lo mas rápido posible

Inuyasha se le quedo viendo, Kagome rápidamente movió la mirada hacia otro lado

-Lo que hiciste por tu hermano fue muy conmovedor aunque demasiado estúpido- exclamo el hanyou abriendo la puerta de la celda.

Kagome decidió no decir nada la verdad es que no quería verlo enojado lo que parecía que pasaba con mucha frecuencia. Salió con paso lento de la celda Inuyasha observando cada movimiento que hacía.

-podrías dejar de verme es incomodo- -Por que abría de estar viendo a una campesina?- silencio Inuyasha sonrió.

-sígueme la cena esta servida- -Pensé que solo era campesina- -y lo eres quien dijo que ibas a cenar conmigo?-

Ella no dijo nada y lo siguió caminaron lentamente por los obscuros pasillos ninguno de los dos dijeron nada hasta llegar al comedor

Kagome se sorprendió al ver tan hermoso y bien elaborado cuarto nunca habia visto nada así era mas grande que su casa tenia un enorme candelabro antiguo arriba de la enorme mesa de caoba fina justo como los castillos en sus libros...

-Que estas viendo?- le pregunto enfadado Inuyasha quien la veía con confusión parecía como si nunca hubiera visto un comedor antes.

-Oh no nada- agrego ella saliendo de su impresión Sango,Miroku y Shippo estaban sentados en la mesa esperando a que Tanuki sirviera la comida.

Inuyasha se sentó en la silla mas grande y fina que habia en la punta de la enorme mesa, Sango le hizo una seña a Kagome pare que se sentara a su lado.

Camino hacia ella Inuyasha al ver esto golpeo la mesa con tanta fuerza que casi la rompe en dos todos lo vieron asustados especialmente la hermosa joven de pelo negro la cual ya se encontraba algo mugrosa de tantos días que habia estado en la celda.

-Quien dijo que te podías sentar?- dijo el hanyou con una amplia sonrisa en su rostro sus ojos tenían un brillo excepcional el cual Kagome no podía dejar de notar rápidamente movió la mirada –Es solo que pensé que- -te dije que no comerías aquí, Tanuki!-

-El hombre en forma de topo salió corriendo de la cocina- -Si, amo?- -Siéntate- dijo señalando la silla que estaba a lado de Sango –pero señor tengo que servir la cena- -SIENTATE!- agrego con un fuerte grito que se oyó como rugido.

Tanuki no espero ni un minuto mas y se sentó lo mas rápido posible Kagome se quedo viéndolo –Tu campesina, sirve la comida- La joven trato de entender bien las palabras que le habia dicho el príncipe

-Que eres estúpida? O sorda! Te dije que sirvas la comida!- Miroku y Shippo se contuvieron de decir algo mas no Sango.

-Inuyasha! Deja que se siente!- exclamo levantándose de su asiento todos en la mesa la observaban Miroku le hacia señas con las manos para que parara.

-Por que debería? Ella es mi prisionera puedo hacer lo que quiera con ella- -Si Inuyasha sabemos que es tu prisionera pero recuerda que es humana algo que al parecer tu ya no eres-

Los ojos de Inuyasha se abrieron con sorpresa sus ojos reflejaron tristeza y odio –Que dijiste?- pregunto con la voz temblorosa estaba apunto de explotar Kagome los veía asustada.

Sango reunió todo el valor posible para poder decirlo –como te puedes portar así con ella! La has tenido 3 días en el calabozo no es justo!-grito –Vamos Sango no es para tanto dejen de pelear- trato el monje de calmarlos

-Tu cállate Miroku! Aquí se hace lo que yo digo Sango! Y si quiero que esa estúpida se pudra en el calabozo así será!- volteo a ver a Kagome con asco

-No tengo hambre- salió del comedor a paso veloz todos se quedaron callados hasta oír que lo pasos de Inuyasha se dejaron de escuchar.

-No tuviste que hacer eso por mi Sango- susurro Kagome con su mirada al piso

-Si Sango casi provocas que Inuyasha nos mate!- grito Shippo –Por favor, sabes que el nunca haría eso-

-Déjense de peleas mejor comamos no queremos que se enfrié porque no tomas asiento Kagome?- dijo Sango sonriente

Kagome sonrió y se sentó a su lado.

En la torre mas alta del castillo se encontraba Inuyasha sentado sobre la enorme ventana de piedra observando lo hermoso que se veían las estrellas en el cielo.

Pensaba en los cambios que habría en su castillo con la nueva joven nunca habia pensado que algún día pasaría el que una nueva alma de acercará a su castillo seria posible romper la maldición y volver a ser humano de nuevo?

No no! No era posible nadie lo querría de esta manera era un monstruo! Todos le temían pero si en 100 años no habia podido cambiar como lo haría con esta joven la cual como todo el mundo le temía.

Podía olerlo y en la forma que lo veía cerro sus ojos.

No tengo que enamorarme de ella..... solo tengo que hacer que ella se enamore de mi y me bese.... así romperé la maldición solo que ella no se tiene que enterar.

Pero que brillante soy... pensó Inuyasha con una sonrisa en su rostro.

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