Hola a todos! Ya actualice aun que no dure tanto en hacerlo o si? Bueno y si lo hice es por que tengo una nueva historia espero que la lean y que me den su opinión. Bueno en este capitulo mas fluff para recompensar lo malo que fue Inuyasha con Kagome en los capítulos pasados así es que espero que les guste!
Muchas gracias por los reviews ¡ son recibidos con los brazos abiertos!
Disclaimer- No... aun no soy dueña de Inuyasha...
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
-Oye no crees que trajimos mucho?- -No mi bella Sango la comida en el castillo se termina en un santiamén-
Miroku y Sango caminaban por los corredores del castillo en busca de Inuyasha, habia sido una larga tarde y solo querían descansar como Shippo y Kirara que ya estaban descansando en uno de los cuartos.
Buscaron por todas partes del castillo sin encontrar rastro alguno de los dos –Oye donde estarán?- pregunto Miroku viendo su alrededor –Pues donde nos falta buscar?- ambos se quedaron pensando.
-Ah ya se! La biblioteca!- exclamo Miroku corriendo hacia ella –Oye espérame!- ambos llegaron rápidamente a la puerta que guardaba la majestuosa biblioteca.
Miroku la abrió un poco para poder ver que es lo que pasaba se encontró con una grata sorpresa Inuyasha y Kagome yacían sobre un pequeño sillón frente a la chimenea profundamente dormidos.
Sango noto la amplia sonrisa en la cara del monje y decidió averiguar que era lo que la causaba –hazte a un lado- le susurro empujándolo para poder ver.
Vaya que era una bonita imagen Inuyasha estaba recostado y Kagome recargado sobre el con un libro en las manos esto le trajo mucha alegría.
Sango y Miroku se abrazaron –Sabes lo que significa!- susurro Miroku –ja ja si! La maldición se va a romper muy pronto!- -Si! Pero con esto no bastara tenemos que ayudarlos un poco mas- agrego el monje soltando a Sango
-A que te refieres?- pregunto confundida –Pues...ya veras sígueme-
Kagome comenzó a abrir los ojos lentamente, estaba acostada sobre algo suave pudo ver algo de blanco y plateado, estaba tratando de recordar que habia sido lo ultimo que habia hecho antes de quedarse dormida.
Recordó que estuvo hablando con Inuyasha mientras leían un libro, Romeo y Julieta un clásico le impresiono un poco ver lo poco que leía Inuyasha era un príncipe y apenas si podía leer unas palabras.
El se excuso diciendo que el habia aprendido el arte de la guerra de cómo defender a su pueblo y a su gente y no niñerías.
Kagome se rió Inuyasha podía ser muy infantil no podías decirle nada que no le parecía por que en cuanto lo hacía se ponía como perro rabioso.
A el no le agrado mucho que se rieran de el y comenzó a hacerle cosquillas a Kagome tratando de no lastimarla con sus garras.
Ambos terminaron fatigados en el sillón frente a la chimenea y poco a poco cerraron sus ojos hasta quedarse dormidos.
Inuyasha abrió los ojos y se encontró con un par de ojos azules viéndolo era Kagome vaya que se veía hermosa la luz que la chimenea emitía iluminaba el sedoso cabello de la joven al igual que sus ojos brillaban con ternura.
-Buenas Noches- susurro Kagome acercándose un poco mas al cálido cuerpo de Inuyasha el paso su brazo por su cintura y sonrió.
-Hola bellos tortolitos!- Miroku entro felizmente con Sango, Inuyasha Y Kagome del susto cayeron fuera del sillón.
-eh... Inuyasha podrías quitarte de encima estas algo pesado!- -A si lo siento- contesto moviéndose rápidamente y ayudando a la bella joven a levantarse.
-Aah! Pero que demonios les pasa!- gruño enojado el youkai -No, no nada Inuyasha tu vienes conmigo!- Miroku tomo su brazo y lo jalo fuera de la biblioteca lo mas fuerte y rápido posible.
Inuyasha le hizo una cara de nos vemos luego a Kagome, parecía algo importante por eso decidió acceder además tenia que recordar que el enamorarse de ella causaría problemas aunque no importaba nada si tan solo podía estar con ella un poco mas.
-Tu vienes conmigo Kagome!- Sango hizo lo mismo que Miroku la tomo del brazo y la saco de la biblioteca.
-Que pasa?- pregunto la joven tratando de tomar algo de aire iban muy rápido
-Ya veras!- contesto Sango sonriente ambas corrían por unos pasillos que Kagome nunca habia visto antes, estos se veían algo viejos pero mas elegantes eran parecidos a la torre donde Inuyasha dormía.
Entraron al cuarto que estaba al fondo del pasillo parecía que nadie habia entrado en mucho tiempo.
Sango encendió una vela y fue a buscar algo en uno de los enormes armarios que habia Kagome se quedo observando la habitación.
Le pidió a Sango un poco de fuego para poder encender una vela y poder ver bien –Ten cuidado Kagome no toques nada- por que no podía tocar nada? No era una niña pequeña tenia que haber algo especial con esta habitación.
Observo lo grande que estaba la habitación mucho mas grande que la suya o que la de Inuyasha.
Estaba llena de telarañas y polvo se percato de un largo cuadro que estaba recargado en el tocador, volteo a ver a Sango para ver si no la estaba vigilando al ver que ella seguía ocupada en sus asuntos decidió quitar la sabana blanca llena de polvo que cubría el marco.
Era una pintura no la podía ver muy bien se hinco frente a ella y la sacudió con la sabana, pudo ver a un hombre muy guapo grandes hombros, cara varonil se parecía a Inuyasha solo que este tenia pelo negro y ojos color verde a su lado estaba una hermosa mujer y en sus brazos habia un bebe.
Kagome se acerco un poco mas a la pintura el bebe era hermoso piel blanca, ojos color púrpura y pelo negro seria Inuyasha? Si, el habia sido humano una vez.
-Listo!- grito Sango sacando algo del armario Kagome apresuradamente tapo el cuadro y volteo a verla –Que pasa?- pregunto tratando de esconder lo que habia hecho.
Sango le mostró un hermoso vestido color amarillo / dorado ese si parecía estar hecho para una reina Kagome se puso de pie y fue hacia el –wow nunca habia visto un vestido tan bello- lo tomo de las manos de Sango y paso su mano por el la tela era tan suave.
-y para que es?- pregunto confundida –Para ti tontita!- Kagome de la sorpresa soltó el vestido –Para mi? Pero por que?- -Ya veras solo póntelo! Ahora vengo-
Sango salió por la puerta mientras Kagome se quedo observando el vestido que yacía en el suelo esto era demasiado para ella se sentía de la realeza.
-Vamos Inuyasha solo póntelo!- -Grr pero por que?- -Es para que te veas bien!- -Yo siempre me veo bien!- -Eh, claro lo que tu digas- -QUE TE PASA?- grito Inuyasha ya estaba harto de los pequeños y estúpidos planes de Miroku pero que demonios tramaba?
-Solo póntelo si viejo amigo?- Inuyasha se le quedo viendo con cara de odio pero se puso el saco de color azul –en cuanto sepa lo que estés tramando me lo quitare-
-No creo que suceda- susurro Miroku -Escuche eso!- grito molesto el monje habia olvidado lo sensibles que eran los oídos de Inuyasha bueno al menos se habia puesto el saco ahora podría continuar con su plan maestro.
-Oigan chicos ya esta lista la cena?- entro Sango apurada a la cocina –Si, ya casi!- dijo Tanuki felizmente estaba siendo ayudado por Shippo y Kirara.
-De acuerdo terminen pronto ya casi esta todo listo!-
Sango salió de la cocina apurada corrió hasta el cuarto donde Kagome se encontraba se dio una sorpresa al ver que la joven ya estaba vestida y se veía frente al espejo.
-Vaya Kagome te vez hermosa- -No crees que este vestido es demasiado para mi?- pregunto algo asustada.
-Para nada! Ahora solo tengo que arreglar tu cabello no sabes la que te espera-
-Que seria lo que están planeando?- pensó Kagome mientras Sango arreglaba su desordenado cabello.
-Bien Inuyasha tu solo párate aquí y espera- -No me gusta esperar y no me gustan las sorpresas Miroku tu lo sabes!- -Si si pero esta te va a gustar!- Miroku le dio unos golpecitos en la espalda y salió corriendo.
Al principe se le estaba agotando la paciencia esperaba a algo o alguien en el pie de la escalera ya estaba harto se iba ir a golpear a Miroku por la broma tan pesada!
Inuyasha se volteo para irse pero un aroma familiar lleno sus sentidos del olfato era el delicioso aroma de Kagome.
Se volteo lentamente para verla se quedo en shock al ver lo hermosa que se veía se parecía a su madre eso le trajo algo de melancolía pero no pudo dejar de notar la bella sonrisa que adornaba su rostro.
Inuyasha Camino sin pensar hacia donde se encontraba al igual que Kagome ambos se encontraron en el pie de la escalera el príncipe le ofreció su brazo el cual la joven tomo con gusto.
-Tienes idea de lo que estos locos traman?- susurro Inuyasha –No tengo idea-
Al llegar al pie de la escalera se encontraron con Miroku
-La cena esta lista!-
Review sip? ;;
