Ahh casi un mes que no actualizo pero que pena discúlpenme en serio! Pero toda mi inspiración se fue... saben la maldita escuela provoca esto ja ja es broma sigan estudiando no me hagan caso, bueno se que les dije que solo faltaban 2 capítulos pero nop con este son tres ...lo lamento pero un poco de inspiración por fin me golpeo jeje Lo que pasa en este capitulo ya sabrán que, es por que Inuyasha esta inseguro de si mismo... por eso le cree... Bueno jaja lean! Miles de disculpas y muchísimas gracias por los reviews!
Se los dedico a todos ustedes que han esperado especialmente a Irma Lair por estarme recordando que tengo que actualizar jaja muchas gracias
Disclaimer: No soy dueña de Inuyasha
Dioses y Monstruos
-Hermana!!- grito Souta viendo por la ventana sus ojos estaban llenos de lagrimas, era su culpa por el era que su hermana habia tenido que estar en ese horrible lugar, tenia que ir a buscar ayuda
-Hijo a donde vas? es peligroso!- grito su madre tratando de seguirlo.
-Tengo que ayudarla mamá!- le contesto sin molestarse en voltear a verla bajo las escaleras y corrió hasta el centro del pueblo donde todos estaban reunidos celebrando que el gran héroe Kouga habia vuelto.
Souta subió al podio donde una banda estaba tocando -Niño baja de ahí!- gritaban los aldeanos -No!, tienen que ayudarme! mi hermana, la secuestraron!- grito todos lo vieron confundido -Que no tu hermana estaba muerta?- grito uno de ellos todos comenzaron a reír.
Kouga entro entre la multitud y todos se quedaron callados -Que dices niño?- pregunto con su profunda voz -Mi hermana señor, habia vuelto del castillo del bosque encantado pero alguien llego y se la llevo-
"Esta es mi oportunidad de pedirle matrimonio" pensó Kouga -Bien, yo te ayudare! quien viene conmigo! en busca de aventura y la muerte del horrible monstruo que vive en ese castillo!- -Yo!- gritaron la mayoría de los aldeanos del lugar -Vamos!- grito Kouga tomando una ballesta.
-Vamos!- gritaron al unísono los aldeanos que lo acompañarían con antorchas y varios instrumentos para el arado bastantes filosos.
-Souta que esta pasando?- pregunto su madre quien habia llegado un poco tarde al lugar ya que todos estaban tomando camino -Van a rescatar a mi hermana mamá! al principio no nos creían pero con el apoyo de Kouga lo van a hacer! es mi héroe!- comento el pequeño con los ojos iluminados.
-Hijo que no escuchaste lo que nos contó tu hermana? dijo que la bestia que se encontraba en ese lugar la habia dejado regresar, algo anda mal no creo que esa persona que la secuestro tenga que ver con el- dijo su madre pensativa.
-Pero que dices mamá! yo lo conocí! es un verdadero monstruo! créelo! lo vi con mis propios ojos!- su madre no sabia si creerle oh no eran las versiones completamente diferentes de su hija y de su hijo.
A quien debía creerle? -Quiero ir mamá!- La señora Higurashi lo tomo por la parte trasera de su camisa -No hijo es peligroso lo único que podemos hacer es esperar-
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-Naraku...- sus palabras salieron de su boca como veneno –Veo que por fin decidiste atacar y no mandar a uno de tus secuaces- continuo Inuyasha con la espada bien agarrada en sus manos.
Naraku solo dejo ir una ligera risa –Oh Inuyasha, por fin te tengo donde quiero- Inuyasha corrió hacia el y ataco Naraku alcanzo a bloquearlo con su espada la cual no se comparaba con el poder de Tetsusaiga.
-Y donde es eso exactamente?- pregunto estaba cara a cara con su peor enemigo y estaba lo haría pagar, no se tenia que preocupar por proteger a Kagome y eso era un alivio para el.
-Ya veras- susurro el hanyou dando un salto hacia atrás agitando su espada –Pronto-
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-Miroku! Sango! Es Naraku!- grito Shippo
-Pero como lo sabes?- preguntaron al unísono –Puedo olerlo! Esta peleando con Inuyasha!- grito el pequeño kitsune alterado.
-No te preocupes, lo ayudaremos!- dijo Sango corriendo fuera de la cocina –Espera! A donde vas?- grito Miroku siguiéndola –Por mi arma! Tenemos que ayudarlo!- contesto la joven aun corriendo.
-Bien, Shippo, Tanuki y Kirara vigilen las puerta traseras!-ordeno Miroku antes de correr tras Sango
-Si!- contestaron
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-Nunca pensé que fueras tan lento- dijo Inuyasha atacándolo sin misericordia –Como alguien como tu pudo haber causado tanto dolor-
Los ataques de Naraku eran lentos y sin mucha fuerza nunca pensó Inuyasha que esta esperada pelea seria así -Dices eso pensando en tu madre?-
Inuyasha le dio un fuerte golpe arrebatando de sus manos su espada y manándola a volar lejos de donde estaban.
Tetsusaiga estaba a solo unos cuantos centímetros del rostro de Naraku el cual se veía tan confidente como siempre.
-No vuelvas a mencionar a mi madre!- grito Inuyasha acercando un poco mas la espada a su cuello Naraku comenzó a reír.
-Grito como una perra en celo cuando la mate- comento Naraku aun con esa sonrisa maligna en su rostro.
Inuyasha soltó la espada y comenzó a golpearlo con sus puños –Como te atreves a decir eso de ella!- grito furioso golpeándolo.
-Oh pero es verdad Inuyasha ella casi era mía, corrió a mis brazos cuando llegue con la noticia de tu padre- Inuyasha dejo de golpearlo –Que estupideces dices?- pregunto ambos estaba tirado en el suelo el youkai arriba de el con los puños llenos de sangre.
-Tu madre... era la mujer mas bella jamás y yo estaba enamorado de ella maldito el día en que conoció a tu padre-
-Sabia que querías algo con mi madre! Notaba la manera tan horripilante que te atrevías a verla!- contesto Inuyasha con su mano en el cuello de Naraku.
-Ja Ja por ella fue que me convertí en esto, yo mate a tu padre- Inuyasha recordó lo que habia leído en aquella carta que le fue entregada a su madre informaba sobre la muerte del gran Inutaisho.
-Tu?- grito Inuyasha –Alguien tan débil como tu derroto a mi padre?- no podía creerlo, El sabia que Naraku habia matado a su madre era por eso que le tenia tanto rencor y odio pero nunca pensó que también su padre habia sido su presa.
-Ja Ja créeme no fue una presa fácil- comento despreocupado sangre salía de su boca Inuyasha lo veía con ojos llenos de furia quería matarlo en ese mismo momento pero decidió escuchar sus ultimas palabras.
Oprimió su mano en su cuello dejando enterrar sus garras, pequeñas gotas de sangre comenzaron a salir –Vas a matarme Inuyasha?- dijo Naraku con su tenebrosa voz.
-Dime como los mataste!- grito Inuyasha golpeándolo en la cara Naraku rió una risa sádica salía de sus venenosos labios.
-Sabes los rumores que recorren estos bosques, para tener mas poder me fusioné con miles de demonios para crear este cuerpo, fue como derrote a tu padre-
Naraku tenia una cínica sonrisa –Fui después por tu madre pensé que ya lo tenia todo, fue cuando las voces de los otros demonios comenzaron a aterrorizarme y cambiar mi perspectiva ya que tenia a tu madre en mis brazos decidí matarla lenta y dolorosamente –
Naraku logró safarse de Inuyasha –Vas a morir maldito!- grito el demonio tomando su espada y corriendo hacia el Naraku esquivo su ataque miles de extensiones largas de un material viscoso salieron de su espalda y comenzaron a atacarlo.
-No lo creo- susurro Naraku con su sonrisa maligna.
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-Fuego mágico!- grito Shippo tratando de ahuyentar a los demonios que entraban por todas las ventanas del castillo.
Tanuki se habia transformado en una enorme masa amarilla para cubrir las ventanas pero tampoco ayudaba mucho.
-Tenemos que ir por Sango y Miroku!- grito Shippo –Si!- contesto Tanuki volando fuera de ahí con Shippo encima de el.
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Sango caminaba por los corredores del castillo sabia que los demonios estaban entrando al castillo y que Inuyasha estaba peleando contra Naraku tenia que hacer algo.
De pronto sintió como una cálida mano tomo la suya era Miroku quien lo veía despreocupado y con una sonrisa en su rostro.
-Miroku?- susurro la joven –Sango solo quiero que sepas que....- el monje de radiantes ojos azules bajo su cabeza.
-Pasa algo?- pregunto preocupada el levantó la mirada y volvió a sonreír –Es solo que quiero que sepas que no importa lo que pase siempre estaré contigo-
El corazón de la bella joven comenzó a latir mas fuerte –Si, lo se- -No, no entiendes Sango- Miroku tomo su mano entre las suyas.
-Yo te amo- insistió Sango se quedo paralizada "me ama?" el monje dejo salir una nerviosa risa –Si, me pareció un buen momento para decírtelo-
Sango se abalanzo contra el poniendo sus brazos alrededor de su cuello mientras que Miroku respondía el abrazo –Yo también te amo Miroku siempre lo eh hecho – susurro la joven con lagrimas en sus ojos –No llores hermosa se que todo terminara pronto- susurro Miroku en su oído.
-Es verdad! Tenemos que ir a ayudar a Inuyasha- ambos se separaron aun tomados de la mano comenzaron a correr hacia la puerta principal.
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-Por que solo esquivas!- grito Inuyasha atacándolo sin misericordia todas esas extensiones eran muy lentas y las cortaba fácilmente con su espada el problema era que se recuperaban muy rápido.
De pronto su sensible nariz comenzó a capturar un olor conocido su rostro se ilumino era Kagome, habia vuelto!
Inuyasha dejo de pelear Kagome habia vuelto nunca pensó que lo haría su corazón estaba latiendo mas fuerte de lo normal su olor era inconfundible era ella.
-Que pasa Inuyasha? Ya te cansaste?- pregunto Naraku atacándolo de nuevo era su oportunidad sabia que Inuyasha perdería algo de fuerza al ver que la campesina estaba cerca su plan habia funcionado.
-En tus sueños!- grito Inuyasha siguiendo con su ataque tenia que proteger a Kagome pase lo que pase .
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Kagome abrió los ojos, "donde estaba?" "Se pregunto estaba en verdad volando?" Podía ver los árboles pasando bajo sus pies.
Se habia desmayado y no podía recordar bien lo que habia pasado su cabeza esta hecha un lío.
-Veo que ya despertaste- dijo una voz "quien era?" –Ya casi llegamos-
"llegar a donde?" pensó de pronto vio el castillo ...
Estaba regresando con Inuyasha pero por que?
Al estar a unos metros del castillo la pluma en la que estaban entro por una ventana y las llevo hacia donde Naraku eh Inuyasha se encontraban.
-Kagome!- grito el demonio dejando de atacar –Ese es un error- murmuro Naraku encajando una de sus extensiones al cuerpo de Inuyasha.
-Inuyasha!- grito la joven al ver como el demonio gritaba del dolor –Suéltame!- Kagome logro safarse de los brazos de Kagura y corrió hacia donde se encontraba Inuyasha.
-Estas bien?- pregunto la joven hincándose a su lado –Si, ahora que estas aquí- susurro Inuyasha con una ligera sonrisa en su rostro.
Naraku comenzó a reír –Pero que conmovedor- dijo acercándose a ellos –Aléjate de el!- grito Kagome poniéndose frente a Inuyasha.
-Nunca pensé que serias tan buena actriz- musito el mitad demonio con una sonrisa –Al verte pensé que eras una pequeña inocente pero me has ayudado a completar mis planes-
-De que esta hablando Kagome?- pregunto Inuyasha volteándola a ver lo vio no le gusto era una cara de preocupación podía oler el miedo saliendo de su ser.
Naraku siguió riendo –No te dijo?- pregunto –Hicimos un trato ella a estado fingiendo que te quiere, por que habría de estar con un monstruo como tu Inuyasha? Pensaste que todo era verdad? Ja no me hagas reír Buen trabajo Kagome-
-No Inuyasha no le hagas caso al principio si admito que quería salir de este lugar pero con el tiempo aprendí a quererte-
Inuyasha no dijo nada su mirada estaba fija en el piso Lo habia engañado? Todo este tiempo pensando que habia encontrado a la persona que habia logrado cambiar su forma de ser y de pensar pero todo habia sido una sucia trampa.
Miroku y Sango habían llegado en el momento que Naraku dijo su confección ambos no podian creerlo Kagome no era así no podía ser.
Lagrimas comenzaron a acumularse en el rostro de la joven –Por favor Inuyasha tienes que creerme- Kagome no sabia si lo amaba no sabia lo que era amor pero si se preocupaba por el y le tenia un cariño especial seria amor?
-Aléjate de mi- susurro Inuyasha sus palabras salieron como veneno de sus labios –Pero...- Inuyasha se levanto y la aventó lejos de el.
Sango corrió a ayudarla –Sango! Cuidado!- corrió Miroku detrás de ella.
Kagome comenzó a llorar –Perdóname Inuyasha- susurro la joven. –Kagome estas bien?- pregunto Sango ayudándola a levantarse –Tu si me crees?- musito la joven –Si, si te creo-
Miroku ayudo a ambas –será mejor que nos movamos de aquí- insistió el monje –Si- replico Sango.
-Tu y yo tenemos asuntos pendientes!- estallo Inuyasha ahora la ira era lo que lo impulsaba a pelear todo aquel enojo que habia tratado de contener por tantos años habia sumergido para acabar con su peor enemigo Naraku....
-Kagura... mantenlos entretenidos...- exclamo Naraku refiriéndose a Miroku y Sango –Si, señor Naraku-
Inuyasha volteo a ver a Miroku para saber si necesitaba ayuda el hizo una seña de que no –Estaremos bien Inuyasha no somos unos niños pequeños-
El demonio asintió y comenzó a atacar a Naraku todo el sufrimiento terminaría en ese mismo momento.
La pelea no era fácil Naraku era muy poderoso Inuyasha comenzó a atacar con su espada pero el era inútil todas su extensiones tapaban los ataques.
Necesitaba de una técnica para derrotarlo –Eres lento Inuyasha- reía Naraku al atacarlo –Cállate!- grito Inuyasha volviendo a abalanzarlo.
Naraku esquivo el golpe y pego su espada mandándola a volar lejos "Oh no" pensó Inuyasha tenia que ir por ella.
Naraku lo tomo con uno de sus tentáculos amarrándolo entre ellos sentía como sus huesos se quebraban
–Sabes hay otro rumor paseando los bosques-
Kagome podía ver como los tentáculos de Naraku aplastaban a Inuyasha tenia que ayudarlo tenia que ir por su espada.
-Quiero que pelees con tu máximo poder....- murmuro Naraku.
El demonio se percato de que Kagome estaba corriendo hacia donde estaba la espada alcanzo a agarrara con uno de sus tentáculos.
-Ya no tengo necesidad de que estés viva campesina, este es el momento en que mueres- Naraku comenzó a apretar el tentáculo que la tenia atrapada.
Su aire se estaba acabando y sus huesos estaban apunto de hacerse polvo.
-Suéltala!- grito Inuyasha Naraku solo reía –No puedes hacer nada para detenerme!- grito Naraku
Sango y Miroku estaban teniendo un mal momento con Kagura ella era muy poderosa y no podian dejar que su guardia se cayera.
-Kagome!- grito Sango –Tenemos que ayudarla- -La vista enfrente! Estúpida!- le grito Kagura lastimándola
–SANGO!- grito Miroku quería abrir su agujero negro pero los insectos venenosos de Naraku estaban ahí ya habia tenido malas experiencias con ellos casi moría.
-Todo esta apunto de terminar para ti Inuyasha, eres mío...- musito Naraku con su venenosa sonrisa.
-Inuyasha....- susurro Kagome con el poco aire que le quedaba –Ayúdame.....-
Los ojos de Inuyasha comenzaron a perder ese color ámbar para reemplazarlo con un color rojo... tan rojo como la sangre.
Sus colmillos y garras comenzaron a crecer y una rayas de color morado comenzaron a formarse en cada lado de sus mejillas.
Una sonrisa maligna apareció en el rostro de Inuyasha.... revelando sus enormes colmillos....
....Quería......Sangre......
Review sip?
