Kagome observo como esos hermosos ojos color ámbar se habían transformado en un rojo carmesí no habia aire en sus pulmones no podía pensar tenia miedo ... miedo a morir en las manos de Naraku.
La sonrisa de Inuyasha desapareció al percatarse que Naraku lo observaba trono sus largos dedos esperando cualquier movimiento que lo invitara a atacar.
Naraku comenzó a reir –Vaya por fin puedo pelear con el verdadero Inuyasha-
-Por que no atacas?- pregunto Inuyasha entre dientes –Tienes miedo?-
Naraku rió y apretó un poco mas los tentáculos con los que tenia a Kagome ya inconsciente
-Miedo? Es lo que tu deberías tener-
Ambos se quedaron viendo por un instante, una pequeña eternidad.
Inuyasha ataco con sus enormes y filosas garras, logro romper los tentáculos que sujetaban a Kagome la tomo entre sus brazos y la observo por un momento antes de dejarla en el suelo y comenzar una furiosa pelea contra su agresor.
Los tentáculos que habia cortado velozmente volvieron a crecer y comenzaron a atacarlo, Inuyasha esquivo todos cortándolos con sus garras pero cada vez parecía haber mas.
Miroku camino lentamente hacia donde yacía Sango en el suelo –Estas bien?- le pregunto preocupado Sango sonrió recargándose en el para poder pararse –Estaré bien- dijo tomando su arma.
Miroku sonrió y se puso de pie junto a ella –Te amo- susurro
-Yo mas- contesto corriendo hacia Kagura –Ve con Kagome!- grito
Miroku corrió hacia donde se encontraba Kagome –Te encuentras bien?- pregunto levantándola por la espalda
Shippo se acerco a ellos –Shippo corre ve por agua!- le dijo Miroku
-Si!- contesto el pequeño apresurando su paso hacia la cocina.
-Todo estará bien Kagome, Inuyasha es fuerte todo esto terminará pronto ya veras- trato Miroku de reconfortar a la joven que estaba inconsciente.
Inuyasha seguía atacando a Naraku los ataques le eran un callejón sin salida.
-Vamos pensé que eras mas fuerte- grito
Inuyasha dejo ir un fuerte rugido y lo ataco a la cabeza logro cortar su mejilla derecha.
Todo se quedo en silencio por un momento hasta que Naraku comenzó a reir de nuevo.
-Vamos pensé que seria una venganza gloriosa con esto pagas la muerte de tu madre y de tu padre Inuyasha? Sabes que ambos fueron exquisitos de matar-
-CALLATE!- grito
Inuyasha volvió a atacarlo Miroku lo vio preocupado tenia que hacer algo para que su cuerpo dejara de crecer así era como un camaleón tenia que haber una forma.
Si no hacían nada Inuyasha pronto se cansaría y si por algún milagro lograra matarlo también ellos morirían si no lograban controlar su sangre.
Aun que a Kagome no la habia lastimado fue bastan ante extraño.
Shippo llego corriendo con un pequeño trapo y agua.
Miroku lo tomo y comenzó a limpiar la frente de Kagome con ella –Estará bien?- pregunto el pequeño Shippo.
-Eso espero- respondió el monje vertiendo algo de agua en su rostro.
Kagome abrió los ojos y comenzó a respirar con dificultad –Donde esta Inuyasha- pregunto asustada.
-El esta bien, trata de recuperarte- exclamo Miroku.
-Um no se si sea este buen momento pero... creo que debería decirles que tenemos mas compañía- comenzó Shippo a decir.
-A que te refieres con mas compañía?- pregunto volteando a todos lados aun con Kagome en sus brazos.
-A que humanos se están acercando con antorchas al castillo- grito Shippo asustado
-Eso no puede ser! Es casi imposible encontrar este lugar- trato de razonar Miroku.
-En serio! Un niño los guiaba!-
Kagome reacciono a esto –un niño?- pregunto preocupada –Estas seguro?-
Shippo asintió –Oh Dios tiene que ser Souta!- Kagome comenzó a ponerse de pie pero estaba demasiado débil y callo de nuevo a los brazos de Miroku.
-No puede ser! No quiero que entren este lugar esta lleno de demonios! Los mataran a todos tengo que advertirles!- trato de ponerse de pie de nuevo pero Miroku la tomo fuerte de los brazos.
-No! Estas muy débil, los demonios que entraron te mataran nosotros iremos!-
-Si!- dijo Shippo haciéndose el valiente
-Donde están Tanuki y Kirara?- pregunto Miroku cargando a Kagome entre sus brazos.
-Aun están vigilando las puertas!- dijo Shippo corriendo tras ellos.
-Bien, Kagome tu te quedaras con ellos mientras les informamos a los demás sobre el peligro que hay aquí de acuerdo?-
-ok- suspiro Kagome –Solo espero que Inuyasha Y Sango estén bien-
-
-Sabes cazadora eres muy lenta para mi- dijo Kagura bloqueando fácilmente los ataques de Sango.
-Ya veras lo que es ser lenta!- logro golpearla con su Hiraikotsu en el pecho la mando volar hacia atrás.
-eso te enseñara! Nunca subestimes a una mujer enojada! – grito corriendo en busca de Tetsusaiga para poder dársela a Inuyasha.
El castillo estaba lleno de demonios no fue fácil llegar a las puertas principales donde se acercaban cientos de humanos con antorchas.
Tenia que haber alguna forma de detenerlos si entraban era segura su muerte...
-Kirara! Ayuda a mover los muebles hacia la puerta no podemos dejar que nadie entre!- grito Miroku terminando de matar a uno de los pequeños demonios que estaba cerca de el.
-No seas tonto Miroku! Aun así están otras puertas y ventanas por detrás!- agrego Shippo quien estaba sobre Kirara.
Miroku lo volteo a ver y sonrió –Si, pero ellos no lo saben-
-
Sango tomo la espada corrió hacia Inuyasha la batalla era violenta y el youkai las llevaba de perder estaba muy herido sangre escurría sobre su cuerpo, mas aun así peleaba contra Naraku como si no hubiera un mañana.
-Inuyasha!- grito desesperada tratando de alcanzarlo para darle su espada los tentáculos de Naraku la tacaban sin misericordia uno de ellos logro enterrarse en su hombro.
-AAAH!- grito de dolor Inuyasha se percato de esto y corto con sus garras el tentáculo.
Sango lo vio y sonrió con la espada en la mano –Acábalo- susurro desmayándose.
Inuyasha tomo la espada entre sus manos sintió la adrenalina correr por todo su cuerpo este era el momento el momento de hacerlo pagar por todo el daño que le habia hecho a el y a su familia por fin lo haría pagar.
El demonio lamió sus labios aun sentía sus colmillos filosos sobre su lengua aun que casi habia sido destrozado por Naraku, lo veía con una sonrisa maligna tomo fuertemente la espada entre sus manos y susurro
-Nos veremos en el infierno-
Naraku lo vio inmóvil sabia que Inuyasha estaba muy débil como para derrotarlo se puso en guardia y espero el ataque para su sorpresa el príncipe llego por detrás y enterró su espada en su espalda.
-GAH!- Naraku grito del dolor.
Inuyasha se alejo de nuevo lamió la sangre de la espada y rió, la levanto sobre su cabeza y golpeo el piso con ella una extraña fuerza salió directamente hacia su enemigo.
Un resplandor salió por todas las ventanas del castillo.
Las personas que estaba fuera tratando de abrir la puerta salieron huyendo.
-A donde creen que van!- grito enfurecido Kouga.
Miroku se percato de que todos los humanos habían salido corriendo al igual de la luz que salía por todas la ventanas del castillo inmediatamente pensó en Sango e Inuyasha estarían bien?
-Que fue eso?- grito Kagome cubriéndose los ojos
Miroku la vio preocupado –Eso me gustaría saber-
-Inuyasha...- suspiro Kagome zafándose de los brazos de Miroku
-Tengo que ir a ayudarlo!- grito corriendo sacando la energía que quedaba en su cuerpo para poder llegar con el.
-Kagome!- grito Shippo
-Déjala ella estará bien... Kirara ve con ella!- grito Miroku
Kirara asintió y la siguió.
Al caminar por los corredores del castillo se dio cuenta que todos los demonios se habia ido no habia ni una sola alma no podía entender que era lo que pasaba...
-
Souta habia logrado escapar de las garras de su madre no podía quedarse ahí sin hacer nada... salió por la ventana de su cuarto tratando de no hacer ningún ruido, sabia que su madre se habia quedado dormida y era la oportunidad perfecta para salir.
Logro alcanzarlos todos iban con antorchas en sus manos algunos se veían asustados al cruzar tan tenebroso bosque mas no Kouga parecía ser el único que se veía decidido a rescatar a su hermana.
La verdad es que el nunca le habia caído bien, era muy presumido y parecía que solo le importaban las apariencias sabia que a Kagome tampoco le agradaba pero el era el único capaz de poder rescatarla del temible demonio Inuyasha.
-
Kagome logro entrar al lugar donde se encontraba Inuyasha peleando, lo primero que vio fue a Sango tendida en el suelo corrió hacia ella dejando ir un pequeño grito de miedo en su camino hacia su amiga habia pisado extraños pedazos viscosos se dio cuenta que era pedazos de cuerpo...
El suelo a su alrededor estaba lleno de ellos el suelo parecía ser una especie de piscina de sangre la joven cubrió su rostro con su mano estaba apunto de vomitar con el olor putrefacto.
Inuyasha se encontraba en el centro con su espada en alto observando a lo poco que quedaba de Naraku solo era su torso y parte de su rostro el cual se veía asustado aun así veía a Inuyasha intensamente podía sentir el odio irradiaba de el.
Una sonrisa apareció en aquella faz maligna.
-Crees que ya me derrotaste?- dijo seguro de si mismo
El hanyou alzo su espada
-Aun no termino contigo...-
Naraku rió -ja, ja, ja, no importa cuanto trates tengo miles de demonios fusionados en mi cuerpo pueden arreglar cualquier daño...-
Inuyasha dejo ir una carcajada con su espada apunto al techo.
-Estas seguro de eso. . .?-
Naraku al igual que Kagome voltearon a ver hacia arriba.
Eran...
-
Kouga logro entrar al castillo por una de las muchas ventana rotas que tenia el castillo, camino por los corredores del castillo –Pero que enorme lugar- se dijo a si mismo.
Souta habia mostrado el camino hacia las ventanas rotas a Kouga pero cuando le pidió ayuda para poder subir el muy canalla lo dejo abajo.
Tenia que encontrar alguna otra forma de entrar...
-
Miroku camino por la entrada principal del castillo –Al parecer ya todos se fueron, que habrá sido esa luz?-
Shippo alzo sus brazos –No tengo idea... no crees que deberíamos ir a ayudar a Inuyasha?- pregunto el pequeño.
-Creo que es una buena idea ... estoy preocupado por Sango y Kagome-
Shippo suspiro –Yo también... pero que tal si regresan?-
Miroku camino hacia los ventanales –Oye hay alguien ahí... no es el hermano de Kagome?-
Shippo corrió hacia el –Si! Vamos hay que dejarlo entrar-
-HEY NIÑO!- grito Miroku agitando los brazos.
Souta logro verlo y corrió hacia la puerta
Kirara quito todos los artefactos que habían puesto en la puerta para cubrirla, Miroku la abrió y el pequeño Souta entro con una ligera sonrisa.
-Donde esta mi hermana?- pregunto Souta preocupado la sonrisa con la que habia entrado se habia desvanecido por completo.
Miroku tomo su brazo
-Vamos síganme-
Todos los demás caminaron tras el en silencio.
-
...Demonios miles de demonios llenaban el techo observando a Naraku eh Inuyasha.
-Creo que estos demonios están hambrientos...- susurro Inuyasha
Naraku los vio con miedo –No! No pueden! Yo soy su amo!-
Los demonios se alanzaron contra el sin piedad.
-Nooo!-
Kagome cubrió sus ojos rápidamente solo pudo escuchar el susurro del grito de Naraku al parecer estaba muerto y no lo volverían a ver nunca.
Inuyasha soltó su espada y callo al suelo sobre sus rodillas.
-Inuyasha...- susurro Kagome
-Ve...- dijo Sango quien ya habia abierto sus ojos –Yo estaré bien- sonrió ligeramente.
Kagome asintió y camino lentamente hacia su amado.
Movió su brazo para tocar el hombro de Inuyasha pero el reacciono mucho mas rápido que ella tomando su mano entre sus garras.
-No me toques traidora- dijo aventándola
Kouga logro encontrar el cuarto donde tenían cautiva a Kagome, el lugar estaba lleno de sangre habia una joven tirada en el suelo al levantar la mirada vio como el demonio lastimaba a su amada.
El joven corrió hasta donde se encontraban y tomo a Kagome de la cintura.
Ella lo vio asustada.
-Kouga...?-
-No te preocupes amor estoy aquí para defenderte-
Inuyasha lo vio atónito. Todos se quedaron callados al escuchar relámpagos al parecer una tormenta se acercaba.
-De que demonios estas hablando?- pregunto alzando su ceja.
-Vamos monstruo vi como la estabas lastimando ve como devoraste a toda esta gente! Solo quedo como recuerdo su sangre-
-Devorar?- repitio Kagome observándolo con ojos de asombro no tenia ni idea de cómo habia llegado ahí nunca pensó que lo vería... no después de haberle dicho que no a su propuesta de matrimonio.
-Si... estoy aquí para rescatarte –
Inuyasha sabia que Kagome lo habia traicionado pero por que ese raro sentimiento surgía en su interior ...
-No Kouga ... Inuyasha no es ningún monstruo el... el es...-
El hanyou la vio fijamente aun se podía percibir el dolor en sus ojos.
-No digas tonterías Kagome en este mismo momento terminare con ese maldito que se atrevió a tocarte-
La joven al oír esto se puso entre los dos apuestos jóvenes.
-Estas completamente loco! No lo vas a lastimar! No aquí! el no te ah hecho nada!-
Inuyasha movió a Kagome hacia un lado.
-Déjalo si quiere pelear vamos no tengo nada mejor que hacer-
lagrimas comenzaron a salir de los ojos de la joven.
Inuyasha tuvo que combatir aquel deseó de abrazarla y decirle que todo estaba bien, ella no era digna de confianza y tenia que luchar todos aquellos sentimientos que ella habia despertado en el.
Kouga sin decir mas se abalanzo contra Inuyasha, ambos cayeron al suelo.
Inuyasha las tenia de ganar el era mucho mas fuerte que Kouga aun que el no era ningún tonto tomaba las cosas de alrededor para apalearlo.
Tomo una enorme piedra y la golpeo contra la cabeza del demonio.
Inuyasha le dio un puñetazo que lo mando volar hacia el balcón.
Kagome corrió hacia Kouga
-Inuyasha por favor déjalo, sabes que tu eres mucho mas fuerte que el-
la lluvia ya habia comenzado a caer Miroku y los demás ya habían entrado a la habitación.
-Inuyasha... ya déjalo ir- dijo el Monje acercándose a el.
Ah ya quería terminar con todo esto pero como le dolía que su amor estuviera defendiéndolo.
Inuyasha se puso de rodillas golpeo el suelo con toda su fuerza, el castillo tembló fuertemente.
-Lárguense... antes de que me arrepienta-
Kagome se quedo observándolo Miroku se acerco a ella y le hizo una señal para que lo dejara ir al menos por el momento.
Ella asintió ayudando a Kouga a levantarse del piso, estaba muy mal herido.
Kagome al caminar cerca de Inuyasha susurro
-Te amo-
Kouga al escuchar aquellas palabras se abalanzo contra Inuyasha.
Ambos rodaron hacia el borde de la torre.
Kagome y Miroku corrieron hacia ellos.
Kouga le dio un golpe a Inuyasha que lo mando fuera de la torre, el pensó rápido y logro tomar la mano de su enemigo.
Ambos se encontraban al borde de la muerte.
Kouga logro agarrase de una de las estatuas mientras que Inuyasha habia logrado sostenerse de su pierna.
-Inuyasha!- grito Kagome asustada.
-Miroku tienes que ayudarlos!- grito
Kouga comenzó a mover sus pies tratando de que Inuyasha resbalara y cayera a su muerte.
Las manos de Kouga se resbalaban lentamente.
Miroku logro tomarlo ambas manos solo que la lluvia no ayudaba mucho.
Los relámpagos comenzaron a caer contra el castillo destruyendo parte de los cimientos.
Todos corrieron a ayudar a Miroku.
-Busquen una cuerda!- grito el monje
Tanuki no se podía transformar ni Kirara los podía ayudar, los relámpagos estaban demasiado fuertes y podian poner en peligro también sus vidas.
Kouga siguió moviendo sus piernas.
-Deja de hacer eso o te soltare!- grito furioso Miroku
-No te atreves!-
Miroku lo vio con sus ojos llenos de ira estaba en peligro la vida de su amo y mejor amigo.
Inuyasha lo volteó a ver y le hizo una señal para que lo soltara.
Miroku lo pensó por un momento decidió hacerle caso el monje sonrió y lo dejo ir.
-Nooo!- grito Kagome golpeándolo.
Shippo comenzó a llorar -Eres un maldito Miroku como pudiste!-
Ambos se habia perdido por completo, Miroku permaneció serio tratando de ver algo en el abismo en el cual habían caído pero todo era oscuridad.
Souta abrazo a su hermana, pero que habia hecho... quería en verdad a Inuyasha?
Kirara habia traído a Sango asta ellos en su espalda ella también estaba llorando no habia nada que se pudiera hacer...
De pronto vieron como una mano surgía tomando cualquier cosa que hubiera a su alcance para detenerse.
Era Inuyasha!
Todos se acercaron a el para ayudarlo.
-Estábamos tan asustados!- grito Shippo dando saltos a su alrededor.
Kagome no dijo nada mas solo lo vio con un gran alivio.
Inuyasha la vio por un instante no la podía perdonar y no lo haría...
Todos entraron al castillo empapados.
La lluvia ya habia cesado.
Después de mas elogios Inuyasha subió a su cuarto solo quería descansar y que nadie lo molestara.
Kagome se despidió de todos con mucha tristeza, no los quería dejar ir pero tenia también a Souta y a su madre.
-No te vayas- dijeron todos al unísono
Estaban reunidos alrededor de la cama de Sango.
-Estas segura de que no hay nada que te convenza de quedarte- pregunto Sango triste, Miroku estaba a su lado tomando su mano.
-No... esa razón ya no me quiere mas- dijo con melancólica
fingió una sonrisa –Pero por favor vayan a visitarme-
Abrazo a todos y camino lentamente fuera del castillo con Souta a su lado.
En su ultima vista del inmenso lugar localizo una sombra en un de las torres del castillo observándola.
Kagome se detuvo un instante puso la mano sobre su corazón y sonrió.
-
Pasaron dos semanas sin señal alguna del castillo o alguno de sus residentes.
Ya se habia dado por vencida... sabia que no lo volvería a ver...
Camino por los hermosos pastizales que rodeaban su casa, el viento soplaba suavemente sobre las hojas de los árboles.
Se recostó y observo las nubes moviéndose lentamente.
Y era ahí como su pequeño cuento de hadas terminaba lagrimas salieron de sus ojos.
Los cuentos de hadas no existen...
Escucho un ligero galope dirigiéndose hacia donde se encontraba ya habían sido muchos sus sueños despierta donde los escuchaba, como su príncipe azul galopaba en su radiante caballo blanco a rescatarla de la vida monótona que hasta entonces llevaba.
Kagome alzo la mirada y vio a Inuyasha parado junto a su caballo blanco observándola detenidamente.
La joven froto sus ojos para poder levantarse de aquel triste sueño,
Pero la imagen no se iba, Kagome camino lentamente hacia el al llegar le dio una fuerte cachetada la cual dejo su mejilla roja.
Comenzó a llorar con toda intensidad y lo golpeo con todas sus fuerzas en el pecho.
-Por que!- gritaba –Por que me dejaste tan preocupada todo este tiempo!-
Inuyasha no se movió ni dijo nada.
Kagome se canso y recargo su cabeza sobre el fuerte pecho de su amado.
Inuyasha la abrazo con fuerza.
-Te odio- susurro Kagome.
Inuyasha sonrió
-Eso es una lastima- murmuro –Por que yo te amo...-
Ella cerro sus ojos con fuerza, no podía creer lo que le estaba diciendo.
-Inuyasha...-
Ambos se observaron detenidamente los hermoso ojos de Kagome azul cristalino expresaban un millón de emociones poco a poco sus rostros fueron acercándose hasta que sus labios se unieron y crearon un dulce beso que pareció durar una eternidad.
Una extraña luz los rodeo y el cabello de Inuyasha comenzó a cambiar de color a un negro azabache, las garras de desvanecieron al igual que sus colmillos.
La maldición se habia acabado, al fin podrían vivir felices.
Kagome a lo lejos pudo ver a sus amigos en un enorme carruaje.
Todos se habia transformado en humanos.
Inuyasha y Kagome rieron al ver como todos se abrazaban y gritaban de felicidad al igual que los sirvientes que habia sido transformados salían corriendo del bosque.
-Crees que viviremos felices por siempre?- pregunto Kagome
Inuyasha sonrió
-Tenemos una eternidad para averiguarlo...-
...Fin...
review... sip?
Ok , ok! Lo se me tarde un año en actualizar pero aquí les vengo con un capitulo de 10 hojas... espero que les guste la verdad es que fue un verdadero reto terminar este fic especialmente con mi novio que no puede mantener las manos con el ... en fin! Que les puedo decir? Muchísimas gracias por haberlo leído y por tenerme tanta paciencia para aquellas que no hayan leído slave to love se los recomiendo por favor dejen sus reviews y un nuevo fic y mas capítulos de slave to love vienen en camino! Muchas gracias de nuevo! Disfruten
