Antes que nada, quiero agradecer a todos los que me han dejado reviews, sus comentarios me han alentado para seguir escribiendo, espero que este fic sea tan bueno como para que ustedes me sigan honrando con su lectura y sus comentarios gracias.

Bueno, he aquí un nuevo capitulo, al principio este capitulo iba ser algo largo (3,000 palabras mas o menos) pero decidí dividirlo en tres para hacerlo mas fácil de leer; en estos próximos capítulos Yukishi no hará mucha aparición (después de todo esto es un Taito, no), este capitulo y los próximos 2 trataran de la relación de Taichi y Yamato, no esperen algo muy tierno y empalagoso, en realidad estos capítulos serán la parte "alegre" de este fic, ya que luego vendrá la parte triste e incluso cruel, muy cruel del fic, por ende este pasara próximamente de clasificación T a M, estén pendientes, bueno ya basta de advertencias y aquí esta el nuevo capitulo, ojala sea de su agrado.


Capitulo 5: Bienvenido. (Welcome back.) (お帰りなさい) (Okaerinasai.)

"Bueno¿y luego que paso?" Pregunte unos segundos después de que Taichi se había quedado en silencio; la verdad es que no me gustan las pausas dramáticas, no se como a los escritores les gusta usarlas, 'Para hacer una mejor historia' dicen, si me preguntan a mi, solo es para molestar a los lectores o a los que escuchan una historia, como en mi caso.

"Bueno, es que..." Dijo Taichi, poniendo cara de inocente, mirando al suelo como niño regañado. " La verdad es que me quede dormido, y al día siguiente desperté en la cabaña sin saber nada de Yamato"

Yo no pude hacer otra cosa que alzar la vista, como pidiéndole al cielo que iluminara a ese niño, seguramente este es un sueño Yukishi, me dije a mi mismo, uno de esos sueños que terminan justo en la parte mas interesante. Solo faltaba despertar; pero en eso Yamato hablo.

"Yo puedo seguir con la historia" Dijo, aun siguiendo recargado en el pecho de Taichi, quien por cierto ahora se entretenía en oler la cabellera del niño Rubio.

"Las palabras de Taichi me dolieron mucho, mucho mas que el golpe que me dio en el estomago; me dolieron, no por que eran crueles, sino por que era la verdad; todo era cierto, me había encerrado en mi propio sufrimiento, incapaz de ver que a mi alrededor la gente sufría, incluso mas que yo; yo decidí alejarme de la gente, de las personas que amo, pensaba que así no saldría lastimado, pero me equivoque, termine envileciendo poco a poco mi alma, y lo único que gane con eso fue soledad.

Vi a Taichi golpeando el suelo frenéticamente, y llorando inconsolablemente, fue cuando me di cuenta de todo lo que había hecho mal; así que decidí ayudarlo, tal y como el quería ayudarme; limpie sus mejillas de lagrimas, y lo acerque a mi pecho, acaricie su cabello, justo como lo hacia con Takeru cuando despertaba gritando por una pesadilla; pronto el llanto ceso, y el dormía profundamente, al verlo así, me hizo pensar en mi, después del divorcio pasaba noches llorando incesantemente hasta que el sueño y el cansancio me vencían, recuerdo que deseaba vehementemente que alguien, quien sea, me abrazara fuertemente contra su regazo, pero yo no podía permitirme eso, no podía dejar que nadie me tuviera lastima.

Taichi dormía apaciblemente, decidí cargarlo hasta la cabaña, y acostarlo en su cama para que descansara, una vez ahí, trate de dormir, no lo pude lograr, me pare, moví una silla y me senté al lado de la cama de Taichi, durante toda la noche no hice otra cosa que admirar su rostro, sus párpados ligeramente cerrados, su labios, teñidos de un sutil color rosa y café, tan delgados como dos finas líneas; de repente las ganas de recorrer ese suave rostro con mis manos se apoderaron de mi, pero yo no lo hice, no podía aprovecharme de ese ángel tan hermoso.

Al día siguiente, mi papa llego muy temprano en la mañana a recogerme, de hecho fue el primer padre en llegar; yo quería despedirme de Taichi, pedirle una disculpa, preguntarle si todavía podía ser su amigo; pero el dormía tan tranquilo que no me atreví a despertarlo. Todo ese día me la pase dormido, solo pude ver que salíamos de Akinaga, no supe cuando llegamos a la ciudad, ni a mi casa; ni siquiera sentí cuando mi papa me cargo, me acostó en mi cama y me cubrió con las cobijas para que no pasara frió; dormía profundamente como nunca lo había hecho antes; fue un sueño entremezclado con tristeza y esperanza; tristeza por haberme alejado de la gente que amo, por quedarme cada vez mas solo, y esperanza, por que por primera vez desde el divorcio sentí que algo en este mundo valía la pena, sentí que la mascara de hielo que había usado durante un año poco a poco se derretía y todo gracias a Taichi.

La mañana siguiente me desperté temprano, muy temprano, como solía hacerlo antes del divorcio; le prepare el desayuno a mi papa, el se sorprendió mucho, pero no dijo nada, yo tampoco dije nada, ninguno de los dos sabemos expresar nuestros sentimientos; después mi papá estaba por salir e irse a trabajar, pero antes volteo a verme y con una sonrisa me dijo: 'Que bueno que estés de regreso Yamato'; el no solo hablaba de mi regreso del campamento sino mi regreso de como era antes.

Durante esa semana trate de encontrar a Tai, pero no sabia su teléfono, ni donde vivía, lo único que sabia de el era, que iba a mi misma escuela, pero en otro salón; así que decidí hacer unos cambio en mi vida; el mejor amigo de mi papa, era el director de nuestra escuela, nunca le había pedido un favor, pero siempre hay una primera vez; le pedí que al comenzar las clases me cambiara al salón de Taichi, el me hizo el favor sin preguntar nada; también le pude haber pedido la dirección de Tai, pero no quería apresurar las cosas, quería darme tiempo para asimilar lo que me había sucedido, lo que me estaba sucediendo.

La semana paso, y las clases comenzaron, yo llegue temprano a la escuela, para que el director autorizara mi cambio y todas esas cosas; ya en mi nuevo salón estaba muy nervioso, no sabia cual seria la reacción de Taichi, cada vez que abrían la puerta del salón una mezcla de miedo y esperanza recorría mi cuerpo; las clases comenzaron y no había señal de que Taichi se apareciera, yo me desilusione mucho, por fin el maestro llego y comenzó a pasar lista, y justo antes de que dijera Yagami Taichi, se abrieron las puertas del salón estrepitosamente, y entro Tai jadeando un poco y con la cara llena de sudor, y con el poco aliento que tenia dijo: 'Presente'; el profesor lo miro y le dijo: 'Yagami gakusei(1), que sea la primera y ultima vez que llega tan tarde a mi clase, suwatte kudasai(2)'.

Taichi se dirigió hacia su asiento, cuando paso a mi lado pude ver que se sorprendió, y luego me sonrió ligeramente; después de todo, parecía que todo iba a mejorar."

Traducciones:

Gakusei (学生) Alumno.

Suwatte Kudasai (座って下さい) Siéntate por favor.