Bueno, Hola¿Cómo están? Lamento la tardanza de este capitulo, es que mi compu se descompuso, no crean que los voy a dejar sin saber en que acaba mi fic, después de todas las molestias que han tenido para leer este fic, agradezco a todos mis lectores, en especial a Xubose, y a zephyr hd, quienes me han escrito desde el principio, y en cada capitulo nuevo, nuevamente les agradezco por su paciencia, y espero que este fic este a la altura de sus expectativas. Muchas gracias.


Capitulo 10: Oscuridad. (Darkness) (闇) (Yami)

Ahora entendía por fin el sufrimiento de estos niños, comprendí, el por que están escapando, y por que están de polizones en este barco, de nuevo sentí lastima de mí mismo, comparándome con esos niños, yo no soy mas que un cobarde, esos niños escaparon de su hogar por que tuvieron esa necesidad, por que no tuvieron otra alternativa, en cambio yo solo escape por suposiciones, por el temor de que mis amigos y familiares me rechazaran por lo que soy, y sobretodo por el rechazo de Honooki; Sé que lo he repetido varias veces, pero es necesario repetirlo para por fin caer en la cuenta de que no soy mas que un mísero cobarde.

Yamato se había dormido arrullado por las caricias de Taichi, él por su parte no podía ocultar las pequeñas lagrimas que salían de sus ojos, yo sabia que ya no había vuelta atrás, por más cruento que hubiera sido lo que les paso a estos niños yo debía de seguir oyendo su historia, se los había prometido, y así los ayudaría, tal vez después se me ocurriría algo, empezar a trabajar, no se cualquier cosa para ayudarlos; el silencio ya inundaba mi camarote, entonces Tai volvió a hablarme:

"Yukishi" me dijo un poco triste. "No es necesario que nos escuches, ya has hecho suficiente con no delatarnos, te agradezco por todo, y sinceramente me gustaría; nos gustaría mucho a Yama y a mí que nos siguieras escuchando, pero si para ti es suficiente no te obligaremos, así que otra vez te pregunto¿nos quieres seguir escuchando?"

Como ya lo había dicho, ya no hay vuelta atrás, así que decidí seguir escuchando lo que me tenían que decir.

"Al día siguiente. " Volvió a contarme Taichi. "Despertamos inmersos en la misma pesadilla, nos volvieron a dar un pan duro, y agua en una taza sucia para comer; y de nuevo como ritual, nos llevaron a esa habitación llena de oxido, esta vez el turno era de mi Tía Miyuko; ella al igual que el Sr. Ishida se resistió al fiero calor de la silla, y a los inmisericordes latigazos de los Kourusuban, pero justo como él, ella también murió de dolor, sus ultimas palabras fueron:

"Taichi kun, Yamato kun, nunca se rindan, nuestro amor siempre estará con ustedes, espero que este pequeño sacrificio les abra las puertas a un mundo mejor."

Después ya no pudo decir ninguna palabra mas, sacaron su cuerpo sin vida de la habitación, y a nosotros otra vez nos llevaron a nuestras celdas; esta vez, mi Yama me tomo la mano, y empezó a acariciarla, yo que trate de no llorar frente a esos malditos, no pude evitarlo cuando mi Yama empezó a acariciarme, llore mucho tiempo, ensimismado en mi dolor, y después de varias horas, cuando por fin me calme, Yama me hizo la misma pregunta que yo le había hecho antes; fingir, que ya no nos amamos, dejar que nos separen, y por fin dejarían en paz a nuestras familias, a lo que quedaba de ellas, yo sentí mucha tristeza, por unos instantes pensé en aceptar, mi familia bien valía la pena el sacrificio, pero después sentí la cálida mano de Yama sobre la mía, y volví a ver esos hermosos ojos azules, recordé todos los momentos felices que pase con mi Yama, como nos reíamos por cualquier cosa, recordé cuando jugamos en la nieve en Yukibara, cuando nos peleamos en Akinaga, las muchas veces que fuimos al cine los dos, las muchas veces que nos besamos, las muchas veces que los dos nos quedamos en silencio contemplando nuestros rostros, las noches que pasábamos recostados en el pasto contemplando la luna y las estrellas; todas esas sensaciones, esas emociones, bien valía la pena cualquier sacrificio, y más que salvar a mi familia, mi decisión de separarme de mi Yama, me perseguiría, y seria el peor castigo, así que esperaba que mi familia me perdonase, y que algún Dios se apiadara de nosotros.

Cada día nos llevaban a esa celda, y cada día torturaban a un miembro de nuestra familia, después fue Natsuko san, mi mama, y por ultimo el pequeño Takeru, todos ellos nos dijéramos que no nos rindiéramos, todos, incluso el pequeño Takeru resistieron del dolor de la silla al rojo vivo, y de los incesantes latigazos; pero todos al final murieron de dolor; Yama y yo ya no teníamos más esperanza que la muerte, que en pocos momentos los Kourusuban llegarían, nos sentarían en esa silla y nuestra existencia terminaría, no teníamos mas ilusión, ni mayor esperanza que esa, pero tal parece que un Dios se apiado de nosotros, ya que en la noche un guardia, abrió mi celda, en silencio, y en señas me indico que saliera, yo lo obedecí, que mas podía hacer, también abrió la celda de Yama, y de nuevo en señas nos indico que lo siguiéramos, como Yama y yo no teníamos esposas que nos detuvieran, no pudimos resistir la urgencia de abrazarnos, seguimos al guardia, y de repente, el abrió una puerta, era la salida, nos indico que saliéramos, y por fin cuando salimos, nos dijo en voz baja:

"Nunca pensé que llegaríamos tan lejos, yo no tengo el corazón para verlos sufrir mas, tal vez me maten por lo que hice, pero no me importa, al menos espero que ustedes me perdonen, y puedan vivir sin miedo, siempre juntos."

Después de decir eso, cerro la puerta, y por fin, nuestra pesadilla había acabado, era de noche y hacia mucho frió, y empezaban a caer unas gotas de lluvia, Yama y yo nos quedamos mirando el uno al otro atónitos, y después hicimos lo que primero se nos ocurrió, correr, corrimos como nunca habíamos corrido antes, no nos importo la incesante lluvia que caía sobre nosotros, ni el dolor que sentíamos, no nos importo correr sin rumbo, ni menos le dimos importancia a los ladridos de los perros ni a los ominosos ruidos de la noche, lo único que importaba era escapar de ese lugar, llegar lo mas lejos posible; la lluvia, en lugar de desalentarnos, nos refrescaba, era como si nos fuera limpiando lentamente; por fin después de tanto correr llegamos a nuestro vecindario, seguramente inconscientemente llegamos hasta ahí, no sabíamos que hacer, así que decidí ir a la casa de un amigo mío, de Koushirou; él fue uno de los primeros en enterarse de nuestra relación, y siempre nos apoyo.

Por fin llegamos a la puerta de su apartamento, no sabíamos que tan tarde era, y estábamos realmente empapados, pero eso no importaba, estábamos desesperados y extremadamente cansados, así que toque el timbre, durante unos instantes no se oyó nada dentro del apartamento, iba de nuevo a tocar el timbre, cuando una luz se prendió, y la puerta se abrió, era el Sr. Izumi, papa de Koushirou, vestía una pijama y se veía realmente somnoliento, tallándose los ojos nos pregunto que quienes éramos, pero cuando abrió completamente sus ojos, y se dio cuenta que éramos nosotros, palideció como si hubiera visto un fantasma, en señas nos indico que lo esperáramos, y cerro la puerta, dentro de su apartamento oí que su esposa preguntaba quien había sido, Izumi san contesto que era un asunto del trabajo, y que tenia que salir por un momento, casi diez minutos esperamos afuera, cuando por fin salió, cerro la puerta silenciosamente y en señas nos indico que lo siguiéramos y que guardáramos silencio; después me ofrecio una hoja de papel, y yo la lei mientras bajábamos las escaleras hacia el estacionamiento; la nota decía:

"Perdónenme niños, los Kourusuban me amenazaron a mí y a mi familia, si no daba información de ustedes, ellos pusieron micrófonos por toda mi casa, y por mi coche, tratare de ayudarles, sé que esa organización es capaz de cualquier cosa, tuve que ver por el bien de mi familia, espero me perdonen, los subiré en mi coche, en los asientos traseros, por favor no hagan ruido, para no ser descubiertos, los llevare al muelle, espero que ahí puedan abordar un barco, y escapen de todo esto, una vez lo lamento mucho niños, y espero me disculpen."

Después de leer la nota, se la di a Yama, él al terminar de leerla, estaba tan impresionado como yo, pronto subimos al coche de Izumi san, él prendió el radio, y lo puso lo mas alto posible, lo suficiente para no llamar la atención, aun seguía lloviendo, condujo hasta el muelle, y de cuando en cuando nos miraba por el retrovisor, yo podía ver una tristeza y un terrible dolor en su mirada; Yama y yo estábamos abrazados, un poco para aguantar el frió, otro tanto para saber que aun seguiamos vivos.

Muy cerca del muelle, una patrulla empezó a seguirnos, el Sr. Izumi empezó a temblar, y en su mirada se reflejaba miedo y desesperación, él a señas nos indicó que el asiento trasero se podía doblar para poder hacer más amplia la cajuela, así lo hicimos, y nos escondimos en la cajuela; el coche se detuvo, y el señor Izumi apenas susurrando nos dijo que escapáramos, oímos que él salía del coche y empezó a hablar muy fuerte, aparentando estar ebrio, nosotros salimos por los asientos traseros de la cajuela, y pudimos ver por el retrovisor al Sr. Izumi y a un oficial, discutir acaloradamente, Izumi san seguía fingiendo estar ebrio, bajamos del coche lo mas discretamente posible, y corrimos hasta el muelle, ahí nos escondimos tras unas cajas, afortunadamente nadie nos había seguido; y bueno en fin creo que te imaginas el resto."


Muy bien, que les pareció? Nuevamente perdón por la demora, espero que me sigan leyendo, esto todavía no acaba, tengo planeado escribir unos 7 capítulos mas, así que estén pendientes. Gracias.