Hola de nuevo, supongo que ya sabéis el porqué del título de esta historia… en todos los capítulos voy a contar una snitch, empecé con la de Anthony, la de Severus y hoy la de Poppy… no voy a entrar mucho en las historias de esas snitch, es solo porque a veces en los fic me da la impresión de que algunos personajes, como no son principales no tienen pasado y se me ocurrió esta idea.
También quiero pediros perdón, porque los dos primeros capítulos los escribí con faltas de ortografía… Bueno, hasta el título está mal escrito… puse snich y no snitch… pero si lo intento cambiar me borra vuestros comentarios… y no quiero perderlos, así que supongo que los dejaré así. Además, como yo no soy J.K.R. ni estoy en ninguna lista de ventas y todo eso pues… ¿me lo perdonáis, verdad? Es que al contrario que los consagrados, yo no tengo un editor que me corrija, jajajajajaja. Sois mis lectores y lectoras los que hacéis gratis ese trabajo. Por eso dedico este capítulo a AMALY MALFOY que suele llamarme la atención por este tema con toda la razón del mundo, y a GaBo0 que fue quién me corrigió ese garrafal error.
Bueno, os dejo las respuestas a los comentarios donde siempre. Y MUY IMPORTANTE, en este capítulo Draco habla mucho consigo mismo, esto estará entre "comillas", mientras que lo que lee tanto él como Harry estará entre 'y cursiva'
Disclamer --- El de siempre.
Espero que os guste, y os recuerdo que admito sugerencias.
Serendipity (Miembro de las Órdenes Draconiana y Siriusana)
--- Capítulo 2: La snitch de Poppy ---
Harry estaba bajo la ducha, con la manos apoyadas en la pared y dejando que el agua resbalase por su espalda. Estaba en la torre de Gryffindor, porque cuando se dio cuenta de que podía usar el baño de prefectos ya se había quitado el pijama.
Esperaba que su plan hubiera funcionado, y así le cambiarían de pareja para las rondas nocturnas. Draco no era lo que deseaba tener cerca por las noches… bueno, en parte sí. Sabía desde hacía tiempo que deseaba ese cuerpo, pero lo que iba con él… si no fuera quien es… Suspiró y se incorporó para terminar de aclarar el champú que le quedaba en el pelo. Huir de la tentación no era cobardía, él tenía a Anthony, y le quería, le quería con locura, así que no iba a dejar que una relación tan buena se estropease por 15 minutos de lujuria desenfrenada con alguien que probablemente actuase con él como una mantis religiosa (Nota de la autora Matan a sus parejas durante la cópula) o que luego lo haría público destrozando así su relación. Anthony no se merecía eso…
Se vistió con tranquilidad y luego bajó a desayunar al gran comedor. Lo bueno de las vacaciones es que el correo llegaba puntual por las mañanas, y él estaba esperando noticias de su chico, "Un día sin él y ya lo echo de menos".
Draco había dormido poco entre lo vómitos de babosas y los ataques de ira contra todo lo que le rodeaba. Estaba enfadado consigo mismo por haberse dejado pillar tan estúpidamente ( en este ataque rompió todo lo que había en el baño de los chicos de sextos de Slytherin), estaba enfadado con Potter porque era un patético Gryffindor que, ahora estaba más que seguro, no se había quedado ciego y le deseaba pero le evitaba (aquí la emprendió con las sillas y la mesa grande de la sala común), estaba enfadado con Harry porque amaba a otro (cayeron los cuadros de su habitación uno tras otro), estaba enfadado con su padre por no estar cuando lo necesitaba, y con su madre por abandonarlo, …, y así, entre vómito y vómito se fue desahogando contra todo lo que en su vida no funcionaba como debía, hasta que el cansancio le venció sobre su cama. Por la mañana, cuando abrió los ojos, todo estaba arreglado y correctamente colocado en su lugar, los elfos domésticos habían madrugado y habían trabajado en silencio, limpiando y reparando todo.
Se quedó un rato, boca arriba, pensativo… tenía que vengarse… y tenía que conseguir lo que quería, pero eso requería un buen plan y tiempo para llevarlo a cabo. Lo primero era lo primero ¿qué quería exactamente? Se levantó, notando un leve aguijonazo en la sien derecha que pasó en segundos. Cogió su ropa limpia y se fue al cuarto de baño se prefectos, si conseguía estar solo en la bañera pondría unas gotas de aceite de Rosa de Alejandría que equilibra el estado de ánimo y empezaría a aclarar las ideas. Tuvo suerte, así que ya sumergido en la bañera, y tras sufrir otro fuerte pinchazo en la sien empezó su tarea. "Podría conquistar a Anthony y… no, no…. Detesto a ese tío, ¿para qué lo quiero?... Así Harry se me pondría más en contra… Podría hacer una poción de deseo y dársela a beber a Po… no, tampoco, si le poseo por la fuerza reafirmaré su teoría… no, además me juego una expulsión… claro que si no es por la fuerza, no le tendré nunca, él no confía… ¡un momento! Lo primero es ganarme su confianza… pero… ¿qué estoy haciendo? ¡Estoy planeando conquistarlo, no vengarme!", sorprendido se incorporó de golpe en la bañera sintiendo un latigazo aún más fuerte. Esta vez se sujetó la cabeza con ambas manos cerrando fuertemente los ojos hasta que pasó el dolor. Respiró profundamente para tranquilizarse y comenzó a secarse y vestirse… consultaría a Severus lo de los dolores después de desayunar. "Bien, Draco… vamos a ver, la situación es que te estás enamorando de tu mayor enemigo desde los 11, que te odia y además tiene un novio oficial al que adora… Solución… envolveré mi corazón en papel de empacar y lo tiraré a la basura… no puedo permitirme el lujo de… Por ahora no diré nada de lo de esta noche… no quiero que se libre de mí tan fácilmente… y tengo que vengarme como lo haría un Malfoy… sin sentimientos de por medio… ¿Qué es lo que más teme?... lo que evita… no quiere caer en las redes del deseo porque le costaría su noviazgo…" Sonrió para sí, ya estaba recuperando el control de las cosas.
Empezó a bajar despacio las escaleras hacia el gran comedor para desayunar, vio a los pequeños de Gryffindor corriendo para llegar a tiempo cuando sintió de nuevo el dolor… esperó quieto con la mano apretando, pero no se pasaba… sintió como la luz le molestaba y el estómago empezaba a revolverse en su lugar. Se sentó en el escalón que estaba con la cabeza entre las manos.
Notó que algo tiraba de él elevándolo, a penas distinguió la figura de McGonagall que con la varita en la mano lo llevaba flotando a la enfermería… cuando llegaron había perdido el sentido.
-Hoy es 24, Poppy – Draco escuchó lejana la voz de Severus
-No lo sé… Primero tiene que despertar… y luego… ya veremos.
-¿Severus? – Preguntó con debilidad. Rápidamente se corrieron las cortinas que lo separaban del resto de camas vacías de la enfermería.
-Ya era hora, señor Malfoy, lleva dos días durmiendo. Nos tenía preocupados – Dijo la enfermera mientras con una linterna pequeña le miraba los ojos. - ¿Es qué no puede descansar cuando toca? Relaje el cuello – Comenzó a mover la cabeza del rubio en todas direcciones… - ¿Cómo se encuentra?
-¿Dos días? Recuerdo un dolor muy fuerte en la sien, y que la profesora McGonagall me traía hacia aquí.
-Cansancio, eso es lo que pasó… estrés y cansancio… ¿no está siendo un buen año para usted señor Malfoy? – Dijo la enfermera con voz más suave.
-Tal vez…
-Ah, profesor Snape. Ya me había olvidado de usted… Sí, creo que podrá ir a la cena de esta noche, parece que todo está bien. Le voy a hacer unas pruebas, y si todo está correcto, le daré el alta después de la comida.
-Entonces vendré a por él – Dijo el profesor girando para irse.
El resto de la mañana lo pasó soportando todo tipo de pruebas, Poppy quería asegurarse de que realmente era estrés o algo así, y no cualquier otro tipo de hechizo o enfermedad extraña. Al final de la mañana se dio por satisfecha y como prometió después de la comida le dio el alta. Severus pasó a buscarle, y de paso, la enfermera le encargó unas cuantas pociones que faltaban en el botiquín de la escuela. Mientras repasaba en su despacho, Draco vio, sobre la mesa pequeña una snitch dorada modelo de los años 60 calculó. Así que Poppy tenía también su snitch.
Volvían en silencio hacia las mazmorras, y su curiosidad pudo con él.
-Severus
-¿Sí?
-Poppy tiene una snitch… antigua.
-Ya la vi.
-Pero ella no es viuda ni nada de eso.
-Ya ¿y?
-Nada, solo me preguntaba…
-No puedo comentarte mucho… solo sé que estuvo un par de años trabajando de voluntaria en África y que cuando volvió la trajo. Flinch piensa que es de un medimago francés que conoció y que además jugaba de guardián, pero que estaba casado en Francia y… pero eso ya es solo rumor.
-Creí que solo podíamos regalarla los buscadores.
-No, cualquiera del equipo si es su buscador el que la coge.
-Ah…
-¿Estás pensando en regalar tú una snitch?
-No, por ahora no.
-Bien, pero recuerda que quién la recibe no está obligado a cogerla, así que asegúrate.
Draco le miró en silencio y siguió caminando a su lado. Como le habían recomendado, pasó toda la tarde tranquilo, dando paseos alrededor del castillo e intentando no encontrarse con nadie que pudiera alterarlo. Tenía trazadas las líneas maestras de su plan de venganza, ahora solo necesitaba saber un par de detalles sin importancia como el de "Cómo demonios conseguir que ese maldito Potter, nunca más Harry, venga a mi territorio directo a mi trampa". Después, se pasó un par de horas acicalándose para bajar a la cena, tenía que estar espléndido, tenía al menos dos grandes… no, tres grandes motivos para ello: "1º Tengo que mantener y reforzar el deseo de Har… Potter; 2º No pienso dormir solo, al menos hasta la madrugada y 3º Soy un Malfoy. Aunque cada vez tengo menos claro para qué sirve serlo".
Harry había pasado unos días muy melancólico pensando en Anthony, al final se leía y releía sus cartas hasta desgastar el papel… No tenía muchas ganas de cenas y alboroto, así que decidió saltarse la ocasión, pero Dumbledore mandó a buscarlo y no tuvo más remedio que bajar a cenar. Al llegar estaban todos esperándole, lo que le hizo sentir muy incómodo. Notó que todas las miradas se fijaban en él así que se sentó rápidamente en el sitio que quedaba libre y, sin querer, estuvo absorto en su plato vacío durante el breve discurso del director, reaccionando cuando vio que la comida aparecía en su plato. Al levantar la vista, se dio cuenta de que salvo él, todos se habían arreglado para la cena. Hizo un rápido barrido para encontrar frente a él lo que buscaba. Draco estaba especialmente hermoso esa noche, solo alcanzaba a ver la camisa de seda rojo burdeos que llevaba y que resaltaba más el blanco de su piel, también vio como los ojos grises le miraban divertido. Sonrió suavemente para sí, y dirigió la vista al anillo que lucía en su mano, girándolo sobre el dedo con ayuda del pulgar. Draco observó la escena con ansia, e interiormente empezó a maldecir al amor y a todos lo enamorados. Decidió centrar su atención en Dany, el Ravenclaw que quedaba, y muy amigo de Anthony, pero la imagen de que le mirara y luego le olvidara por un anillo le estuvo rondando toda la noche en su cabeza.
A las cinco de la mañana, Draco despedía a Dany en la puerta de su casa y regresaba a Slytherin para dormir unas horas después de tanta ajetreo. Aunque el rubio de Ravenclaw no había sido un gran amante, "Ni si quiera un mediocre amante", había resultado ser una fuente de información muy valiosa. Sabía que Harry era el que había buscado a Anthony, el que se había declarado, el que le había perseguido hasta conseguir que le diera un sí… y que Anthony en la intimidad presumía de tener al Gryffindor comiendo de su mano y dispuesto a hacer cualquier cosa por él. También había averiguado que cuando el moreno se enfadaba o hacía alguna cosa sin consultarle, le amenazaba con dejarle y salir con otro, y que Harry entonces suplicaba hasta conseguir el perdón. Así que no era una relación muy equilibrada, pero le daba al rubio una idea de lo enamorado que estaba Harry. No entendía muy bien la situación. Sabía que el Gryffindor era orgulloso y valiente, le resultaba difícil imaginarlo suplicando… Había algo que no estaba bien, tal vez el miedo a perder de nuevo a un ser querido "Más a mi favor" pensó el rubio. Pero… "Harry es muy seguro el resto del tiempo, por lo menos de cara al resto, tal vez no se está dando cuenta de lo que pasa… bueno, eso no es mi problema".
Había llegado ya a su cuarto y se había metido en la cama sin ropa, estaba cansado y solo quería dormir "Otra vez le estoy llamando Harry… Potter, Potter, Potter…. ¡El anillo!" La imagen del anillo dando vueltas en el dedo del moreno, recordándole que tenía pareja y no podía dejarse llevar por sus deseos, por amor a quien se lo regaló, cruzó la mente del rubio como un rallo… "Si consigo el anillo le tendré en mi trampa" Sonrió abiertamente… todo se empezaba a aclarar… se dio la vuelta y dejó que el sueño le venciese.
Harry abrió tranquilo sus regalos, el jersey de los Weasley, un libro de Hermione, un álbum de fotos de parte de Remus, uno cordones viejos de los Dursley… Sólo que restaba abrir el que para él, ese año era el más importante… el de Anthony… una reproducción en bronce de la Nimbus 1000. La miró detenidamente, el diseño era mucho más elegante que las actuales. La pequeña escoba, de apenas un palmo, flotaba sobre una peana de madera en la que una placa ponía 'Escobas clásicas: Nimbus 1000, 1967, fabricada por Nimbus Racing Broom Company' Harry sonrió abiertamente, muchas veces los dos habían discutido sobre escobas, y en lo único que coincidian era en que fue esta Nimbus la que había realmente revolucionado el mercado de las escobas de quidditch. Leyó la nota que la acompañaba "La primera de la colección. Feliz Navidad. No me olvides. Anthony" Sabía que esas reproducciones eran caras y difíciles de conseguir… "Espero que le guste el reloj que le compré…" pensó mientras subía a su cuarto para colocar la miniatura en su mesita.
Por su parte, Draco había recibido tantos paquetes que la sala común estaba llena. Al principio se sorprendió, porque solo esperaba el de Severus y tal vez el de su madre… pero parece ser que los mortífagos no habían olvidado a su padre. Libros, discos, caramelos, ropa… era lo que había en la mayoría de los paquetes. Severus le regaló un paquete de limpieza para su escoba y una de snitch 'para que regales', Pansy y Blaise una colección de aceites de baño y masaje 'para todas ocasiones' y un tanga rojo para fin de año con una nota que contaba la famosa tradición italiana. Su madre le había enviado un amuleto 'hecho por un famosos santero brasileño, para que tu amante no te sea infiel y se vaya con otro' "¡Qué irónica, mamá¡" pensó el rubio devolviendo el amuleto a su caja. "Bueno – dijo en voz alta – Vamos a comenzar que tenemos trabajo". Guardó los paquetes y regalos y dejó las cajas y papeles para que los recogieran los elfos domésticos. Bajó a desayunar deprisa y se fue a su biblioteca privada.
Al entrar en el viejo aula de Artes Oscuras, rememoró la imagen de Harry mirándole mientras ambos por separado llegaban al clímax. Suspiró y meneó la cabeza intentando borrar sus pensamientos. Su objetivo era vengarse del moreno y dejar los sentimientos a un lado, y si seguía enredado en todos estos recuerdos, no lo conseguiría nunca. Caminó despacio hasta el despacho y miró las estanterías llenas de libros, recordaba haber visto en uno de ellos un hechizo para invocar objetos que le iba a ser muy útil, porque a parte de poder hacerlo ha distancia, dejaría muy claro al moreno quién era el artífice de la desaparición ya que dejaba firma. Lo que Draco no conseguía saber era en cual de esos gruesos volúmenes estaba el hechizo. Sería una labor de días.
Continuará…
Respuestas a los comentarios
MMTXDMB – Tú si que sabes como mantener el misterio, jajajajaja. Supongo que es el destino de cualquier idioma que está vivo, que se mezcla y se trasforma ¿no? Bueno, este ha sido un capítulo de llave, que llamo yo, porque no pasa nada pero da las pistas del siguiente. Espero que te haya gustado. S.
Nympha Nix Nivis – Pues, creo que no podré siempre, dependerá de mis otras obligaciones, pero no suelo tardar más de una semana. No sé que traducción del segundo libro leíste (o si leíste el original, o no lo leíste), pero en la española es el hechizo que Ron intenta lanzar a Draco cuando llama a Hermione sangre sucia. Eso era lo que me preguntabas ¿no? ¿o te entendí mal?.
Ayda Merodeadora – De nada, me alegra saber que te gustó. Ya comienzo mañana (buajjjjjj) así que iré supongo que a capítulo por semana. Gracias por tus comentarios, en serio. S.
Gabo0 – Bueno, he hecho lo que he podido. Espero que te guste la dedicatoria. Aún tengo pendiente lo de tu historia, pero en cuanto cuelgue esta, me paso por ahí. S.
Hata shinomori – Tu madre tiene razón ¿qué haces a esas horas leyendo fics?... pero si van a seguir ahí al día siguiente… jajajajaja. Gracias porque, aún así, te molestaste en dejarme el comentario. S.
Diabolik – No te enfades ya. Draco es el protagonista absoluto de esta historia, así que le toca sufrir por amor, pero tranquila, se va a vengar de Harry de una forma muy cruel… aunque no te olvides de que tiene Draco tiene corazón. Por cierto, no tengo ningún interés en deshacerme de ti, jajajajjaja, si me encantan tus comentarios. S.
Jack Dawson – Gracias, espero que me sigas dejando reviews. S.
OlgaxTomFeltom1 – Gracias, gracias, gracias, pero antes de que haya más acción, hay que preparar la escena. Besos. S.
Cerdo Volador – Y aún más para que termine el curso, jajajaja. Tranquila, que todo llega. Gracias. S.
Sakilblak – Espero haber escrito bien tu nick. Bueno, gracias, ya sabes que admito sugerencias. S.
