Capitulo 11: Cantando a media noche. (Singing at midnight) (夜半で歌って) (Yahan de utatte)

No pude evitar derramar unas lagrimas por lo que acababa de oír, por la historia de Taichi y Yamato; me quede unos momentos en silencio, contemplándolos, Taichi estaba sentado en el suelo, Yamato estaba acurrucado en el pecho de Taichi, ligeramente adormilado, pude ver esa mirada cálida que Tai solo le reservaba a Yamato, como Yamato abrazaba posesivamente a Tai, como evitando que se escapara, o que se lo quitaran; Yamato abrió los ojos, y Tai le dio un beso en la frente, Yamato beso las lagrimas que colgaban en las mejillas de Tai; y de repente ambos empezaron a llorar inconsolablemente, no se a que se deba, tal vez al platicar lo que les había pasado, se dieron cuenta por fin de que no se trataba de una pesadilla, tal vez lloraban por tristeza por la muerte de su familia, o de haber tomado la decisión equivocada, tal vez lloraban de alegría, por que por fin estaban a salvo, los dos juntos sin muros que los separen; no supe la razón, pero yo me pare y los cargue, y los recosté en mi cama, los dos seguían llorando; yo me senté en una silla frente a la cama, después de un rato, Tai dejo de llorar, y acerco mas a Yamato contra su pecho, le acaricio su cabello dorado como si se tratase de la cosa mas valiosa en el mundo, y pensándolo bien, para el lo era; entonces Tai puso delicadamente su mano bajo el mentón de Yamato, y suavemente hizo que este levantara la cara; ambos se quedaron mirándose, contemplándose, entonces Tai dirigió la cabeza de Yamato una vez mas contra su pecho y le dijo:

"¿Recuerdas este sonido? Es el sonido de lo mucho que te amo, es el sonido de que estamos vivos."

Yamato no dijo nada solo se aferró a la cintura de Taichi como si de eso dependiera su vida, Tai volvió a acariciar el cabello de Yamato, luego con su otra mano, empezó a acariciar su cara, paso sutilmente por su frente, bajo por la nariz, y recorrió delicadamente los suaves labios de Yamato, y con sus pulgares limpio sus lagrimas, y entonces Tai empezó a cantarle a Yamato.

"Ángel mío, ven aquí;

Acurrúcate en mi.

Ángel mío, no llores mas;

Ya que a mi lado tu siempre estarás.

Ángel mío, dame calor;

Mira mis ojos, toma mi corazón.

Ángel mío, duérmete ya;

Ya que entre mis brazos seguro estas.

Ángel mío, gracias te doy;

Ya que tu eres la razón de lo que soy.

Duerme mi Ángel, acurrúcate aquí;

Duerme seguro teniéndome a mi."

Yamato se durmió, Taichi lo recostó en la cama, y el se acostó a su lado rodeándolo con sus brazos, yo me levante de mi silla para colocarles una sabana; Taichi se quedo mirándome y me dijo Gracias, yo solo pude acariciar su rostro, y alborotar un poco su ya de por si alborotado cabello.

Me volvía a sentar en la silla y me cubrí con otra sabana, mañana hablaría con el capitán para permitir que los niños se quedaran, yo me haría responsable, encontraríamos un lugar donde puedan vivir en paz, y que ahí, olviden esa pesadilla.


Bueno¿Qué les pareció? Nuevamente perdón por la demora, pero he vuelto, y espero que sea por largo rato, gracias por su paciencia y por sus comentarios.