Hola de nuevo. Estoy un poco triste, así que me figuro que el capítulo me ha salido raro. Estoy castigada durante la semana porque llamé frígida homófona a una compañera en medio de una discusión sobre el matrimonio gay, el primer día y ya me meto en líos (creo que la mayoría sabéis que mi madre vive con otra mujer que es su pareja actual). Al menos mi madre no me ha dejado sin el PC, aunque dice que perdí las formas y con ellas la razón, y a mi padre casi le da un ataque al enterarse de la historia, aún puedo oír sus carcajadas por el teléfono. En fin, que llevo una temporada que no levanto cabeza con este tema. Al menos Santi, mi pareja me apoya, porque si no…. Bueno ya me conocéis, no puedo evitar contar estas cosas cuando me suceden, no por dar pena, sino para que sepáis que ocurren, que no son cuentos televisivos, aunque no es diario, sino estaría en un psiquiátrico, también hay gente maja, mucha más que estúpida, y gracias a ellos no me han echado del insti de por vida.

Creo que ya me he liado mucho… a lo que voy… Avisos, Anthony no es un ángel, pero recordad que Dany quiere agradar a Draco y le cuenta lo que cree que quiere oir… aunque siempre hay base real… ya lo iréis viendo.

De nuevo escribí mal un nombre…. Anda que no me paso ratos con eso y aún así… bueno, el Filch, no Finch. (gracias Nina). Y aprovecho para deciros que yo no hablo latín, así que el conjuro lo hice con los ejemplos de un diccionario y el librito anexo de gramática que trae, así que aunque no será correcto pues… me lo pasáis ¿vale?

Dedico este capítulo a Isobelhawk (Nieves) porque me planteó una duda que me hizo repensar partes de la historia y a Diabolik, que pase lo que pase defiende a su Draco a capa y espada y me echa de vez en cuando unas broncas por hacerlo sufrir…. Uf, jajajajajajajaja.

También he separado las escenas, porque parecía que no quedaba muy claro, espero así arreglar este error.

El disclamer es el de la introducción.

Un beso.

--- Capítulo 3: La snitch de Minerva ---

Una vez al año, Minerva McGonagall, solía hacer limpieza en su habitación. Con motivo del año viejo reorganizaba todos sus cajones para elegir que cosas viejas iba a quemar la noche del 31 de diciembre al 1 de enero. Cada año elegía uno o dos objetos para seguir con esta antigua costumbre que se practica en diferentes épocas del año en diferentes culturas, y que ella practicaba desde que tenía uso de razón. Hacía un rato que ya había separado un par de camisas y una muñeca de vudú que había encontrado en la pata de su cama y que debía llevar allí años sin funcionar, probablemente dedicada a su antecesora en el puesto.

Estaba revisando la ropa interior, cuando descubrió una pequeña caja de metal que en su tiempo estuvo llena de bombones. Sonriendo la sacó y la observó con cariño. La abrió y sacó una pequeña snitch, debajo de ella una foto en la que aparecía una muy joven y uniformada Minerva de la mano de otra chica, que llevaba el uniforme de quidditch de Gryffindor. Suspiró mientras una pequeña lágrima recorría su mejilla. Dio la vuelta a la fotografía y leyó lo escrito

'Espero que la conserves siempre, y que, aunque mi familia me obliga a casarme, me lleves siempre en el corazón como yo te llevaré a ti. Feliz 16º cumpleaños. Susan O.'

Besó con cariño la foto y la colocó de nuevo en la caja, en ese momento llamaron a la puerta de la clase. Se asomó con la snitch todavía en su mano y abrió.

-¿Sí, señor Malfoy?

-El profesor Snape me ha pedido que vaya a la enfermería, por lo visto ha habido un problema con los pequeños de su casa.

-Gracias, ahora iré. – Dijo cerrando de nuevo la puerta. Con un nuevo suspiro miró la foto y colocó la snitch encima, cerrando después la cajita y volviéndola a colocar en su lugar, entre la ropa interior.

Draco se alejó por el pasillo. Había visto la snitch que su profesora llevaba en la mano… "Parece que todo el mundo tiene una" pensó el rubio algo enfadado.

Hacía 3 días que había encontrado por fin el conjuro 'transfero', pero no se podía manejar magia negra en el colegio sin que lo detectase el viejo, así que se había tenido que esperar a que Harry y él estuvieran fuera de los terrenos de Hogwarts. Hoy, 31 de diciembre era el día esperado. Severus tenía que bajar a hacer unas compras junto con Hagrid, así que había convencido a su tutor de que él le ayudaría mejor que el gigante que estaría acompañado por el Gryffindor. Así divididos en dos grupos, regresarían antes. El hechizo comenzaría a funcionar justo al acabar el día, si es que no lo había redactado mal, y segundos después, una vez aparecida su firma… Sonrió con ironía… lo tenía todo planificado hasta el último detalle, "Esta noche, Potter, te tragarás tu orgullo y serás el objeto de mi venganza. Veremos a ver cuanto temes perder a tu amorcito."

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Harry había estado silencioso todo el viaje, no había mirado al rubio ni una sola vez, cosa que lo único que consiguió fue enfadar más al Slytherin. Tampoco soltó su varita pese a estar sentado al lado del gigante profesor de criaturas mágicas. Al no llevar guantes, Draco pudo observar con detenimiento el anillo que minutos después tendría que mantener en su cabeza mientras lo hechizaba. Así que en completo silencio, los cuatro llegaron al pueblo en donde se separaron después de quedar a una hora determinada.

Los Slytherin nos se entretuvieron demasiado sacando así tiempo para poder tomar una cerveza de mantequilla con tranquilidad mientras esperaban.

-Severus, voy al servicio un momento – Dijo Draco mientras el profesor pagaba las consumiciones ya preparándose para salir.

-No tardes.

Draco entró en el cutre servicio del establecimiento y cerró con la llave y un par de hechizos por si acaso. Respiró profundamente intentando relajarse y concentrarse en el anillo y su dueño, y con la varita en la mano derecha, apuntando a la palma abierta de su izquierda y pronunció con lentitud:

-Diem consumere, anulus suum in me erit transferlatum (1)

Una luz roja brilló en la punta de su varita y salió por la ventana. El rubio sonrió satisfecho, y tras deshacer los hechizos de cierre, volvió con su tutor. Sonrió a Harry la única vez que le miró en el camino de vuelta, ya no había marcha atrás. El moreno agarró más fuerte la varita. Sabía que Draco había estado muy ocupado, y algo le decía que el rubio no tramaba nada bueno. Había sentido el no verlo mucho, pero también lo había agradecido. Su presencia en Nochebuena lo había alterado más de lo que estaba dispuesto a admitir, sobretodo porque le molestó el exceso de atenciones que el Slytherin había dedicado a Daniel, claro está que él no podía decir nada, los dos estaban libres y además "lo que me pasa es que echo de menos a Anthony y se me revolucionan las hormonas" Harry comenzó de nuevo a jugar con su anillo y su mente voló hacia su pareja.

Draco se fijó en ello. Parecía que cuando algo molestaba al moreno, instintivamente daba vueltas al anillo y se ensimismaba. Si no era magia, porque el viejo tenía supercontrolado al niño que vivió… ¿qué era? No podía ser dependencia, Harry siempre volaba solo, era independiente, además lo que le había contado Daniel… tal vez el Ravenclaw intentaba mantener una reputación frente a sus amigos y exagerase las atenciones del Gryffindor. Estaba haciendo memoria de las veces que los había visto juntos, es cierto que Harry siempre se mostraba más cariñoso, pero en las discusiones… "Ahora que lo pienso, jamás han discutido en público. Me niego a creer que esté tan enamorado… bueno, esta noche veré" Sintió un codazo a su derecha y sobresaltado miró a Severus, que moviendo los labios en silencio le dijo:

-Sé más discreto.

-Y le indicó que dejara de mirar tan fijamente al moreno.

-No es lo que crees – Dijo Draco rompiendo el silencio y sobresaltando a los otros.

-Por supuesto – Comentó Severus mirando hacia la ventana y cortando toda conversación.

(1) Al consumirse el día, su anillo, a mi, será transferido. Eso es lo que quería poner.

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Draco estaba cerca de la puerta, sabía que en unos pocos segundos, tendría que salir corriendo. Estaban a punto de dar las doce. En vez de mirar al reloj, como todos en esa fiesta, él miraba al moreno, su mirada sería la señal de partida.

Todos comenzaron la cuenta atrás.

-Diez, nueve…. -Harry notó una quemazón en el dedo. – Ocho, siete… - Una luz roja rodeaba su anillo – seis, … - Ante sus ojos, éste desapareció. En su lugar aparecieron las letras DM en forma de humo – cinco, cuatro… - para desaparecer segundos después.- tres…

-Pero que demonios… - Todos seguían contando, mientras el miraba su mano con sorpresa.

-Dos, uno… ¡Feliz año! – Todo a su alrededor estalló en fiesta y gritos. Levantó la mirada buscando… Draco le sonreía con el anillo en la palma de su mano.

El rubio felicitó a Severus sonriendo, mientras veía que todo el mundo se dirigía hacia el moreno que desesperadamente intentaba avanzar hacia él. Abrió la puerta del salón y se dirigió deprisa hacia su sala común, escuchando tras él lo pasos de Harry. Se detuvo en la entrada y dijo lo suficientemente alto:

-Victoria. – Y entró a esperar a su presa.

Harry dudó unos instantes. Entrar en Slytherin… estaba claro que era una trampa. Pero quería recuperar su anillo… claro que si le atrapaba Lord Voldemort de poco le iba a servir. "Estoy en Hogwarts. Seguro que no me pasa nada… Snape lo sabría y Dumbledore también…"

-Victoria – Dijo en alto, con la varita preparada en su mano derecha. No había dado un paso dentro cuando vio al rubio sonriente sentado en el sofá más cercano a la chimenea.

-Bienvenido a Slytherin… Potter – Dijo con suavidad – Será mejor que dejes tu varita ahí en el suelo, si no quieres que tu preciado anillo desaparezca para siempre. – Draco apuntaba con su varita al anillo que estaba bien visible en el reposabrazos.

-Maldito cerdo traidor… - Harry miró al rubio, pero dejó la varita en el suelo – Devuélvemelo, hurón asqueroso.

-¿Lo quieres? Acércate un poco… ¿Qué estarías dispuesto a hacer para que te lo devolviera? – Lo cogió en su mano y comenzó a observarlo con detenimiento.

-¿Qué quieres maldito…?

-Lo primero es que dejes de insultarme, te estoy tratando con respeto ¿no?... Tres oros entrelazados… Nunca pensé que ese Ravenclaw tuviera tan buen gusto y tanto dinero.

-¿Qué quieres Malfoy? – Dijo con un tono más contenido.

-Mejor así. – Draco volvió a dejar el anillo en el reposabrazos- abrió las piernas y apoyó sus brazos en ellas. Levantó la cabeza, y con una media sonrisa y mirándole directamente a los ojos dijo - ¿Tú que crees? - Harry se quedó de pie mirándole sin decir nada. El rubio se recostó sin apartar la mirada de él. - ¿Y bien?

-¿Cómo sé que luego me darás el anillo?

-Pues… no lo sabes. ¿Te vale con mi palabra?... Estas últimas guardias he sido bueno, pese a que te burlaste de mí con el tragababosas hace unos días. – El moreno seguía sin decidirse mirando alternativamente al anillo y al rubio – Vamos, Potter…

Harry se acercó despacio hasta el Slytherin, y se arrodilló entre sus piernas sin mirarle a la cara. Su mirada era indescifrable para el rubio, aunque en el momento en con una mano empezó a desabrocharle el pantalón, le pareció ver que sus ojos temblaban, algo se clavó en pecho de Draco que, ágilmente, le sujetó la mano obligándole a parar.

-¿Tan loco estás por ese tío que por recuperar su anillo te humillas así? – Susurró cerca del oído del moreno.

-Ese no es tu problema, Malfoy – Las palabras se atascaban en su garganta - ¿Quieres que siga o no?

-Yo ya tengo lo que quería, te has arrodillado ante mí. – Mintió poniendo el anillo en la mano que aún aprisionada de Harry y que ahora, le miraba con curiosidad a los ojos. – Ahora tú también lo tienes, eres libre…

-¡No te atreves a obligarme! – Dijo con asombro tras recapacitar unos segundos

-No soy un violador, siento decepcionarte – Comentó con ironía poniéndose de pie y acercándose a la chimenea. - ¿No te vas?

-Aún no has contestado a mi pregunta…

Continuará…

Respuestas a los comentarios

Ayda Merodeadora – Pues… se ha arrepentido en el último minuto, así que no es tan malo. Espero que tu comienzo haya sido mejor que el mío. S.

Nympha Nix Nivis – Harry no sabe que puede tener a cualquiera… y tampoco es tan sumiso… es la imagen que otros quieren vender de él, lo explico antes de capítulo, creo…espera que lo miro, sí, lo hice. Besos. S.

Diabolik – Para que no te enfades tanto, te dediqué el capítulo. Además, cierto. ¿qué sería de Draco sin Harry? ¿le uniríamos a Ron, Ginny, Hermione…? Nooooo. Chao. S.

Osaki Asil Black – Ya tendrás tiempo de darle un puñetazo… jajajajaja. Lo de la S es por no poner Serendipity o Sophia todo el rato. Gracias por tu comentario. S.