Esta vez he elegido a una profesora poco conocida. Sinistra sale, por ejemplo, en La cámara de los secretos y de ella yo solo recuerdo que trabaja en el departamento de astronomía de Hogwarts. También he leído de ella en algún fic… sobretodo en los que salen vampiros (la verdad es que con ese nombre…). Así que como no tengo ahora en mi cabeza mucha información sobre ella… pues… me la he inventado, así que si hay información que contradice lo que digo de ella, me informáis, pero me perdonáis.
Este capítulo es un poco oscuro… lo siento, lo he rehecho tres veces pero no me sale mejor, solo quería que os dieseis cuenta de que Harry pagó por su infidelidad, pero todo se normaliza, es decir que Draco está pero no está en sus planes dependiendo del momento (sigue sin aclararse respecto al rubio), y que Pansy… por cierto ¿creéis que he hecho mal este personaje? Es por donde me vienen más críticas… Bueno, que Pansy, lo que hace es comentar sus sospechas a Severus y asegurarse de que el plan "conquistar al Gryffindor" está bien atado por todos los sitios.
Dedico este capítulo a IVA GIRL, por su comprensión y para REGAN jajajajajaja, no te muerdas la lengua, jajajajaja, si en el fondo (y en la superficie) me encanta saber que os he sorprendido, jajajajajaja.
Bueno, ya sabéis que admito sugerencias, por cierto ¿alguien conoce la alineación del equipo de Ravenclaw?.
Disclamer el de siempre…. Y mis respuestas a vuestros comentarios…. Donde siempre.
Un beso.
Serendipity – Miembro de las Órdenes Draconiana y Siriusana.
--- Capítulo 7: La snitch de Sinistra ---
Ese día la biblioteca no estaba muy llena. En una mesa al fondo estaban Crabe, Goyle, Pansy, Draco y Blaise. Muy cerca estaban Ron, Nevil, Dean, Ginny y Hermione haciendo los deberes. Entro Anthony, seguido de Harry un paso por detrás y se sentaron solos en una gran mesa muy cerca de los Slytherin y los Gryffindor.
Anthony cogió el periódico y se puso a leer, dejándole solo frente a un pliego en blanco que no sabía como rellenar. Le miró pero decidió no molestarlo, vio un libro muy raro frente a él y al abrirlo descubrió que tenía muchos animales. Comenzó a copiar lo que había en el libro, ahora recordaba que estaban haciendo un trabajo sobre criaturas mágicas.
Harry se sobresaltó cuando sintió unas manos que avanzaban acariciándole por los muslos. Miró a Anthony, que seguía leyendo el Profeta ajeno a lo que sucedía a su alrededor, si él no era… miró hacia la mesa de Slytherin… Draco no estaba. Se sobresaltó de nuevo cuando una de las manos llegó a su entrepierna. Con la mano que tenía libre intentó apartar al rubio, pero este la atrapó y comenzó a lamer sus dedos bajo la mesa. Un gemido se escapó de los labios del moreno.
-¿Te pasa algo Harry?
-No… no… nada, es solo… que esta redacción va a ser más difícil de lo que pensaba – Draco sonreía con maldad bajo la mesa. Su lengua jugaba con dedos del moreno adelantándole lo que después pensaba hacer con cierta parte de su anatomía.
-¿Qué hacemos? – Susurró Ron a Hermione, mirando la escena
-Nada.
-Pero Harry… Malfoy…
-Si él no lo para, no seré yo quién lo haga – Dijo sin levantar la vista de sus deberes.
Ron miró hacia los Slytherin que seguía en su trabajo con normalidad, y después miró como sus propios compañeros también seguían en sus cosas sin prestar atención. Cogió su libro de pociones y se puso a estudiar. Hermione le puso una mano en la rodilla y apretó ligeramente antes de volverla a subir sobre la mesa. El pelirrojo sonrió. El Ravenclaw leía la prensa, al lado de Harry sin percatarse de nada.
Draco ya había soltado la mano de Harry, al que costaba horrores simular que allí no estaba pasando nada. Sus piernas se habían separado ante las demandas del rubio, sin oponer resistencia y dejaba que su cremallera fuera bajada despacio y en silencio. Sabía que tenía que parar eso por el bien de su relación, pero hacía tanto que nadie le acariciaba… Y él era tan cuidadoso… otro gemido se volvió a escapar cuando notó que su pene era liberado del pantalón y el bóxer y atrapado por una mano suave.
-¿Seguro que estás bien?
-Sí, si… seguro… sigue leyendo – Dijo sonriendo. Esto ya no se podía parar y aunque pudiese no quería.
-Está bien, no te entretengas tanto. – Contestó sin apenas mirarle.
Para cuando Draco metió en su boca la erección de Harry, este estaba pegado a la mesa, agarrándose a ella con una mano. Sus ojos hacía rato que se habían cerrado y la otra mano a penas sujetaba la pluma sobre el pergamino que estaba emborronado. Estaba totalmente extasiado, dominado por las manos y la garganta del rubio, pero no se atrevía a moverse, era consciente de lo que había a su alrededor de la situación en la que estaba y del riesgo que corrían, pero no iba a parar nada. Notó como su temperatura subía, y como estaba a punto de llegar al orgasmo, le faltaba muy poco para llegar al punto de no retorno…
-Draco – Susurró.
Abrió los ojos sobresaltado y notó el líquido caliente mojando su entrepierna. Durante unos segundos, el Gryffindor se quedó quieto en su cama disfrutando de la sensación y de las pocas imágenes que recordaba del sueño. "Tengo que dejar de tener estos sueños" pensó mientras se levantaba en silencio para limpiarlo todo.
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Habían pasado tres semanas desde el final de las vacaciones, y las clases y la mayoría de los estudiantes, habían vuelto a sus rutinas habituales. Bueno, no.
Ahora lo habitual era ver a Harry Potter cargando con las cosas de su novio de un lado a otro del colegio, lo que le hacía ir corriendo casi todo el día y llegar tarde a todas las clases, esto le estaba costando unos cuantos puntos a los de su casa, que empezaban a enfadarse. Además los Slytherin hacían apuestas de con cuanto retraso iba a llegar a tal o cual clase, de cuantos libros cargaría… Las burlas estaban a la orden del día.
También se había vuelto habitual que con cualquier excusa, el Gryffindor, apareciera en el aula de artes oscuras todas las noches, y aunque nunca quería hablar de su relación con Anthony, Draco empezaba a notar que el moreno cada vez estaba más dolido por las burlas y triste por no ser defendido ante ellas. El castigo empezaba a durar demasiado y el Ravenclaw no se estaba dando cuenta. Alguna vez, y de forma muy sutil, había buscado los brazos del rubio, y éste, con la misma sutileza y gran esfuerzo, le había evitado. Harry solamente falló a su cita una vez, fue cuando Draco pasó la tarde en brazos de Ernie de Hufflepuff, el moreno se juró no volver pero no cumplió su palabra.
Por otro lado, Pansy, empezaba a ganarse la confianza de la desconfiada Hermione, a base de mucha miel y halago, y también dejando caer de vez en cuando los feos detalles de Anthony hacia Harry.
-¿Te has fijado, Granger? – La preguntó acercándose a ella camino de Pociones – Ese Goldstein es un mal educado, mira que decir a Harry que un mono cuidaría sus libros mejor que él… - La castaña no dijo nada, solo miró a Ron que suspiró con rabia – ¡Y delante de todo Gryffindor!… Un Slytherin no tendría tan poco tacto, y creo que vosotros tampoco… Por cierto, hoy tienes el pelo especialmente brillante, me tienes que dar la fórmula de tu acondicionador.
-Claro, luego – Contestó con una media sonrisa forzada.
También Snape había cambiado de costumbres, ahora no solo Gryffindor era el blanco de su ira, Ravenclaw perdía más puntos con él de los que eran capaces de ganar en una semana. De hecho iban los últimos en el trofeo de las casas.
Draco llamó con suavidad a la puerta de la sala de astronomía. La puerta se abrió en unos segundos, y el rubio pasó….
-¿No está el profesor Flitwick?
-No, salió del castillo ¿necesitas ayuda? – Sinistra era una mujer morena y delgada, a la que gustaba vestir elegantemente.
-Si, pero no es urgente… estaba preparando un trabajo sobre Orión para subir nota y le quería pedir más bibliografía.
-¿Va a poner algo sobre mitología muggle?
-Pues…
-Lee este libro – Le extendió una pequeña nota – habla de héroes y mitos… ahí está Orión.
-Muchas gracias, Señorita.
-De nada.
-Esto… ¿Esa snitch… es del profesor…?
-No, no – Dijo sonriendo – Es mía. La había sacado para limpiarla, pero parece que hoy no quiere estarse quieta… ¿Cree en la casualidad, señor… Malfoy?
-Sí señorita.
-El que me regaló esta snitch, era el buscador de Slytherin de mi curso. Yo era la cazadora… y se llamaba Orión. Vivimos 15 felices años de matrimonio, hasta que una rubia adolescente con las medidas de una modelo de alta costura se cruzó entre nosotros.
-¿Y aún conserva su snitch?
-Si, la cogí cariño. Es curioso como nos encariñamos de las cosas…
-Y… ¿sabe algo de él?.... Perdón por… - La curiosidad le había traicionado.
-No, tranquilo, no me molesta… pues sé que va por su octavo matrimonio y su quinto ataque al corazón. – Dijo con una extraña sonrisa.
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-Desde luego, no entiendo como puedes ser tan torpe. – Le regañaba Anthony entrando en la atestada biblioteca– Tan solo se trataba de darle de comer.
-Lo siento, en serio, es que tengo tantos deberes y con los entrenamientos… no me acordé de tu trabajo para criaturas…
-Ya, ahora me suspenderán porque a ti te gusta perseguir una pelotita por el aire. La verdad es que no sé porqué sigo contigo… me eres infiel y encima no eres capaz de hacer un pequeño sacrificio por mí. ¡Con todo lo que yo hago por ti! El pobre bicho está famélico, menos mal que no ha muerto…
-Lo siento… no volverá a ocurrir…
-Eso espero…
-Voy a ponerme con pociones, Snape me va a matar, llevo tres días de retraso con su trabajo y no me va a admitir más excusas…
-¿Cómo? ¿Ves como eres un egoísta? Me prometiste ayudarme con historia, mañana se cumple mi plazo… ¿Ya lo habías olvidado? Solo piensas en ti.
-No… Yo… solo que mi plazo ya…
-Egoísta, soporto todas las burlas que me hacen por tu culpa y tú ¿qué haces tú por mí? Solo piensas en ti.
-Tranquilo, tranquilo… yo voy ahora por los libros y… terminamos lo tuyo, yo termino lo mío esta noche… voy a buscar los libros – Hizo el gesto de tocarle pero el Ravenclaw se retiró bruscamente.
-No me toques… ya sabes que… aún no puedo… solo imaginarte en los brazos de esa víbora… - Miró a Draco que le ignoró descaradamente. Últimamente, Blaise, Pansy y Draco se sentaban en la misma mesa grande que Ron y Hermione, solo que en el lado opuesto y justo enfrente de donde se solían sentar Anthony y Harry.
Harry vio de reojo al rubio, pero no se atrevió a mirarle delante de Anthony. Cogió un listado de libros y fue a buscarlos. Pansy sujetó a Draco que iba a salir detrás del moreno para abofetearlo por estúpido, mientras miraba con reprobación hacia los Gryffindor, que hacían auténticos esfuerzos por no levantar la vista de sus libros. Aunque Hermione sí que miró a la Slytherin unos segundos par volver a desaparecer en sus deberes.
-Tal vez – Susurró Blaise cuando Harry volvió – Sea el momento de que le des un poco de azúcar a Harry.
-Sí, eso pensaba – Draco cogió unos papeles que tenía a su izquierda para seguir estudiando.
-Tranquilos bomboncitos, hoy Severus nos va a ayudar. – Dijo muy bajo para que no la oyeran.
-¿Cómo?
-Ya lo sabrás, no te pongas ansioso mi dulce de miel – Respondió melosa a su novio un segundo antes de darle un profundo beso.
-¿Draco, dónde vas?
-Tranquilo, voy a dar azúcar al moreno. – Dijo desapareciendo entre las estanterías.
Harry estaba de puntillas totalmente estirado, intentando alcanzar un grueso volumen titulado "Historia mágica del siglo XVIII" cuando un brazo le agarró por la cintura. Sorprendido dejó que el rubio le acercase el tomo, ya que al ser más alto, llegaba mejor. Sintió la respiración de su compañero a la altura de su oreja. No se soltó al girarse para mirarlo, y antes de que el rubio pudiese reaccionar encontró sus labios. Draco se dejó acariciar por la lengua del moreno, soltó el libro y ambas manos se unieron en la espalda de Harry, acercándole aún más, profundizando el beso.
-No, no… espera…esto no está bien… lo siento Draco.
-Ya… - Suspiró - No deberías dejar que te tratase así
-Tampoco que tu me besaras
-Me has besado tú. Creo que necesitas poner orden en tu cabeza – Le soltó con suavidad. – Te ayudaré con tu trabajo de pociones.
-Pero… - Le puso la mano en los labios para callarle.
-Alguien tendrá que preocuparse por ti. – Se agachó y recogió el libro para dárselo. Luego volvió a desaparecer entre los libros.
-¿Sabes lo que te digo? – Harry dejó caer el grueso tomo sobre la mesa sobresaltando a media biblioteca – Que te hagas tú los trabajos… O me perdonas de una vez y volvemos a la normalidad, o no lo haces y lo dejamos… pero no aguanto más. No me voy a humillar más, no eres la única persona del planeta.
-¿Qué clase de azúcar le has dado? – Preguntó Pansy asombrada.
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Por la noche en el comedor no se hablaba de otra cosa… El ultimátum había tenido un efecto casi inmediato. Anthony pensaba con rapidez, no era tonto. Miró a Harry, luego al rubio y cogió el libro de historia y se puso a hacer su trabajo en silencio. La gente comentaba que después les habían visto discutir en el campo de quidditch y más tarde, juraban que se estaban besando y algo más en los vestuarios.
Severus observaba a todos los estudiantes desde la mesa de profesores… esto no era bueno para los intereses de su ahijado. Cuando vio a Potter entrar de la mano de su novio, se levantó de la silla como impulsado por un resorte.
-Señor Potter, Señor Malfoy… Señorita Granger,… a mi despacho ¡Ahora!
-Pero…
-¡Ah, Potter! Y usted traiga consigo su trabajo de pociones. – Harry se quedó pálido al escuchar esto.
-Lo tiene ¿verdad? Porque si no… estará expulsado de mi clase… y adiós a los estudios de auror. – No esperó la respuesta del muchacho que se había quedado rígido, y se dirigió hacia su aula.
Draco miró a Pansy que le hizo un gesto de "Tranquilo, está controlado" y levantándose se acercó a Gryffindor.
-Vamos, listilla.
-Harry, ¿tienes algo del trabajo? – Preguntó ignorando al rubio.
-Nada.
-Potter, Granger, no pienso enfadar a Snape, ¿vienen o no?
-Muérete Malfoy – Dijo Anthony
-Tu primero Goldstein… Dicen por ahí que tu niñera se ha despedido de su trabajo… Es una lástima… ahora tendrás que cargar tu solito tus cosas… ¿Acaso no tenía un buen sueldo? ¿o no le dabas bien de comer?
-Maldito… - Anthony se contuvo, había demasiado público.
-Métete la lengua por el…
-Venga Harry, eso no era lo que me decías en Navidades – Todo el comedor guardó silencio. Así que había sido con Malfoy…
-¡Ya basta! Parecéis perros de presa– Dijo Hermione – Vámonos.
Los tres caminaban en silencio por el pasillo. Antes de llegar al aula de Snape, Draco entró en Slytherin dejándoles solos.
-¿Por qué lo habrá dicho? – Comentó dolido Harry.
-Por la misma razón que Anthony lo ocultó
-¿Qué quieres decir?
-Que eres un trofeo Harry. Para los dos.
-No, te equivocas… Draco no… Anthony…
-Anthony presume de que eres suyo en cuanto tiene ocasión, y Draco… aún no consigo saber a qué juega, pero supongo que presumir de que te acostaste con él le da puntos ante la gente.
-¿Entonces por qué no lo dijo antes?
-No sé. Tal vez el hecho de que Anthony y tú hayáis hecho las paces… Ahí viene.
-¿A qué estáis esperando? Pasad, no se come a nadie – Dijo el rubio molesto – Toma Potter… te dejaste esto en la biblioteca. – Harry leyó el primero de los pergaminos 'La belladona y sus diferentes usos a lo largo de la historia'
-¿Van a quedarse ahí toda la noche? – Severus había abierto la puerta, dejándoles pasar. Cuando entró el Gryffindor le quitó el trabajo de las manos. Lo ojeó por encima y lo tiró a la chimenea. – Bien Potter, sigue en mi clase.
-¿Me puedo ir ya? – Le dijo. Su estómago empezaba a dar síntomas de no aguantar esta situación. Hermione le miraba preocupada, mientras Draco se mantenía inalterable.
-Por supuesto que no, que esté aún en mi asignatura no significa que la vaya a aprobar. Bien – Dijo volviéndose hacia los otros dos – Hemos encontrado lo que debía ser una antigua alacena con cientos de ingredientes y pociones. Yo tengo mucho trabajo, así que ustedes dos etiquetaran cada ingrediente y tirarán aquellos que estén en mal estado, al ser mis dos mejores estudiantes, sé que no se equivocaran. A cambio les libero de todos mis trabajos.
-¿Y las pociones? – Draco estaba encantado con la nueva tarea y sobretodo con la gran oportunidad que se le brindaba para estar con Harry.
-Lo mismo, etiquetar o tirar. Mañana es sábado, les espero aquí a las 10 para mostrarles el lugar y darles las últimas instrucciones.
-Perdone profesor… ¿y Harry? – Preguntó la castaña.
-Necesita subir nota para aprobar mi asignatura, además con ustedes aprenderá algo, será parecido a unas clases particulares. Y lo más importante… necesitarán que alguien les ayude a portar las cosas, y les haga los recados como traerme aquellos ingredientes en los que duden o no estén de acuerdo… ya ha demostrado ser muy válido como mozo de carga…
Continuará…
Respuestas a vuestros comentarios…
Julia Sakura – Bueno, ahora tengo tiempo… pero no te acostumbres, no siempre podré ir así de rápido actualizando. Gracias. S
Luna-tejedora – Es que eres importante… sin gente como tú yo no escribiría. ¿Cómo dices que no descubriste nada sobre Anthony? Claro que sí, es justamente eso inseguro, posesivo y… ¿por qué crees que hizo público lo de Harry cuando ni él ni Draco lo habían dicho? Sigue así. S.
Tomoe69 – Tranquilidad, que queréis que resuelva todo en 2 líneas. Jajajajajaja. Un abrazo. S.
MMTXDMB – Tal vez Remus vaya de visita a Hogwarts próximamente, pero no te lo puedo asegurar. Y de nada por el capítulo. No te preocupes, yo también tengo cosas y sé que siempre no se puede, pero me gusta agradeceros el esfuerzo. S.
Cerdo Volador – Eso es parte del carácter de Anthony, solo cuenta lo que le interesa, pero como tú dices, Draco es mucho más listo. Un abrazo. S.
Diabolik – Solo se la enseñó. No dejé eso muy claro ¿verdad? Ya tendrán tiempo para regalos. Gracias. S.
Nympha Nix Nivis – Pues… Pansy quiere rodear a Harry, es decir, que todos los que le rodeen piensen que Draco es el mejor para él y que Anthony no le conviene. Como acercarse a Ron y a Hermione no es fácil porque desconfían, pues tiene que obligarles un poco… por eso necesita la ayuda de Severus, que ha empezado por el punto más débil detectado por la Slytherin, es decir, por Hermione. Si ella cae, Ron no dará mucho problema. Gracias por tu comentario. S.
Nat – Así llamo a mi madre, jajajajaja, cierto. Bueno, tal vez tengas razón con Pansy, pero es que me niego a que sea una mujer florero. No lo puedo evitar. Tranquila, que pronto estarán juntos… creo… porque aún quedan snitch que contar. Una abrazo S.
Iva Girl – Lo he intentado, espero que te guste… lo que pasa es que Anthony está viendo las orejas al lobo y como buen manipulador suavizará su ataque un tiempo, además, Snape se va a asegurar de que no puedan estar juntos mucho tiempo ya que está ocupando todo el tiempo libre de Harry. Gracias, espero que te guste la dedicatoria. S.
